El documento describe cómo un grupo de funcionarios públicos y privados se apropiaron ilegalmente de recursos estatales en Perú entre 1990 y 2000 a través de la corrupción y el abuso de poder. Capturaron el estado para beneficiarse a sí mismos y a otros mediante el desvío de fondos públicos a través de privatizaciones, contratos y otras transacciones. Esto socavó las reformas económicas y dañó los intereses del país.