La Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 reconoció por primera vez a los niños como sujetos de derechos en lugar de solo objetos de protección. Estableció una serie de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales para todos los niños, como el derecho a la salud, educación, nombre y nacionalidad, libertad de expresión, y protección contra el abandono y la explotación. La convención buscó garantizar el desarrollo saludable e integral de todos los niños sin discriminación.