El documento describe las características del sistema acusatorio adoptado en México, incluyendo mayores derechos para las víctimas, juicios orales públicos y contradictorios ante jueces imparciales, y la necesidad de capacitar a los operadores legales en el nuevo sistema para que esté plenamente implementado en 2016. También resalta los problemas del anterior sistema como excesiva concentración de facultades en el Ministerio Público y bajas tasas de denuncia, procesamiento y condena de delitos.