Los sistemas sensoriales táctil, propioceptivo y vestibular son fundamentales para el desarrollo del niño ya que permiten controlar el equilibrio, la coordinación de movimientos y la interacción con el entorno. Cuando estos sistemas funcionan adecuadamente, el niño puede dirigir su atención a los sentidos visuales y auditivos. Sin embargo, los trastornos en el procesamiento sensorial pueden generar problemas de aprendizaje, atención, conducta y desarrollo psicomotor.