El desarrollo sustentable busca equilibrar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente y el bienestar social, asegurando que las necesidades actuales no comprometan la vida futura en el planeta. Se origina en el siglo XX y formalmente se define en el informe Brundtland de 1987, proponiendo características y objetivos específicos para acabar con la pobreza, promover la igualdad y proteger los recursos naturales. Se diferencia del desarrollo sostenible al centrarse más en la conservación directa de los recursos para el beneficio inmediato y futuro.