El despotismo ilustrado fue una forma de gobierno del siglo XVIII en la que los reyes mantuvieron el poder absoluto pero trataron de aplicar reformas ilustradas como la educación y tolerancia religiosa. Algunos monarcas europeos prominentes que adoptaron esta forma de gobierno fueron Carlos III de España, José I de Portugal y Federico II de Prusia. Aunque estas reformas fueron un avance, los monarcas continuaron siendo absolutistas y el descontento público era evidente.