El documento discute la relación entre el diseño gráfico y el uso de software libre, destacando las contradicciones legales y éticas que enfrentan los diseñadores al utilizar software pirata. Propone el uso de software libre como una alternativa viable que permite la libertad de uso, modificación y redistribución, y sugiere formas de participación en esta comunidad. Concluye que adoptar software libre no solo es un acto práctico, sino también una postura política que puede transformar la práctica profesional del diseño.