La dislalia se refiere a alteraciones en la articulación de fonemas que persisten después de los 4 años. Puede deberse a deficiencias intelectuales, causas psicológicas, estimulación inadecuada o errores perceptivos. Existen diferentes tipos de dislalia como la fisiológica, audiógena, orgánica o funcional. Las estrategias pedagógicas para tratarla incluyen ejercicios de vocalización, juegos de palabras y declamación.