La restricción en el crédito, el aumento del precio del petróleo y el ajuste en el sector de la construcción han llevado a la actual crisis económica. Los bancos tienen dificultades para conceder préstamos y los altos precios del petróleo impulsan la inflación. Gobiernos y bancos centrales han implementado varios planes para hacer que sus economías sean más competitivas, pero España ha sufrido especialmente la destrucción de empleo, lo que ha causado preocupación en Europa.