La guerra civil estadounidense se produjo entre 1861-1865 debido a tensiones entre estados del norte abolicionistas y estados del sur esclavistas. La elección de Abraham Lincoln como presidente en 1860 precipitó la secesión de 11 estados del sur, formando los Estados Confederados de América. Tras cuatro años de sangrienta guerra, la Unión del norte resultó victoriosa, poniendo fin a la esclavitud y consolidando el poder federal sobre los estados.