Este documento discute la interacción entre aprendizaje y evolución. Argumenta que el aprendizaje permite que los organismos se adapten a ambientes cambiantes y que las características adquiridas a través del aprendizaje pueden guiar la evolución al facilitar la selección de mutaciones genéticas ventajosas. También describe cómo los sistemas de aprendizaje y subsistemas flexibles como el sistema inmune representan procesos evolutivos anidados que operan dentro de los organismos.