La perra Douce se ha integrado bien en su nueva familia y ha llenado un hueco emocional en cada uno de sus miembros. Aunque al principio su segundo dueño francés rechazó a Douce, ella supo que con su paciencia, dulzura y capacidad de comprender a cada uno se volvería indispensable. Ahora Douce se lleva bien con todos los miembros de la familia, sabe cómo tratar a cada uno y sirve como punto de distensión cuando el ambiente se pone tenso.