El documento propone soluciones ciudadanas a varios problemas de Ecuador, como el robo de camiones, el desorden causado por vendedores ambulantes, la mendicidad, las inundaciones, la reventa de entradas y el tráfico. Insta a los ciudadanos a participar activamente mejorando su comportamiento para construir un país del que sentirse orgulloso, en lugar de quejarse. Argumenta que la solución a los problemas del país depende de los ciudadanos, no de los políticos.