El proceso de interpretación requiere comprender plenamente el mensaje original y transmitirlo con precisión en la otra lengua sin alteraciones. Esto implica varias etapas como percibir, analizar y comprender el contenido y contexto del mensaje; reformularlo internamente en la lengua meta; e interpretarlo de forma fluida considerando factores como los conocimientos lingüísticos y temáticos del intérprete y las características de los participantes. Una interpretación efectiva depende de la habilidad del intérprete para anticipar posibles interpretaciones diferentes del mensaje