La personalidad está compuesta por los pensamientos, sentimientos, actitudes y conducta de una persona que la hacen única. La personalidad surge de la interacción entre el carácter, formado por el aprendizaje social, y el temperamento hereditario. Procesos como la sensación, percepción, atención, memoria, pensamiento, lenguaje, inteligencia, motivación, emociones y aprendizaje influyen en la formación de la personalidad de una persona.