Lila la ardilla vivía una vida sencilla jugando con sus amigos hasta que llegó el invierno. Su madre le explica que deben hibernar en familia para evitar el frío, pero a Lila no le gusta la idea de pasar el invierno encerrada. Aunque extraña a sus amigos, Lila pasa el tiempo hibernando leyendo libros y dibujando. Cuando llega la primavera, Lila vuelve a jugar felizmente con sus amigos, habiendo aprendido que si espera con calma, la primavera siempre llegará.