Este ensayo analiza el machismo como un problema aprendido en la familia. Argumenta que el machismo no es innato sino que se aprende a través de la familia, donde los niños adquieren actitudes machistas al observar el comportamiento de los padres. También señala que los medios de comunicación refuerzan estereotipos machistas y racista. Concluye que para combatir el machismo se requiere un cambio de actitud en toda la sociedad, comenzando por la familia y la escuela.