La historia cuenta cómo un estudiante llamado Niels Bohr, que más tarde se convertiría en un importante físico ganador del Premio Nobel, supo responder de maneras ingeniosas y creativas cuando se le pidió que explicara cómo determinar la altura de un edificio usando un barómetro. Aunque su primera respuesta era correcta pero simple, cuando se le pidió que demostrara sus conocimientos de física, ofreció varias soluciones ingeniosas que mostraban su capacidad de pensar de forma crítica y desde diferentes perspectivas.