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La sabiduría y la
                                                                  literatura sapiencial
                                                                  Desde antiguo, las cortes de los reyes o los grandes
                                                                  santuarios fueron centros de formación de cultura en
                                                                  todo el Oriente. Desde allí la cultura se irradiaba en
Escribas reales egipcios prontos a escribir al dictado. Relieve   todas direcciones a través de las rutas recorridas por
XVIII dinastía (1335-1308 aEC).                                   la caravanas.


                                                                     no se aprende de un día para otro, por simple memoriza-
La sabiduría de la experiencia                                       ción. Para pilotear la propia vida no alcanzan las ins-
                                                                     trucciones; se necesita la habilidad. Cada vez que se lo-


S
      egún G. Von Rad, Israel, como todos los pueblos,               gra formular un proverbio se está cubriendo un pozo pe-
      entendía por sabiduría un conocimiento práctico de             ligroso, pero sólo después que un niño ya se ha ahogado
      las leyes de la vida y del universo, basado en la              en él. No se puede aprender de los proverbios, sino con
experiencia. La palabra hebrea que nosotros traducimos               los proverbios.
por sabiduría significa en primer lugar pericia, como la                   La gran cantidad de sentencias sapienciales, sea las
que tiene, por ejemplo, el forjador de metales o el conseje-         contenidas en los libros clasificados como sapienciales,
ro político o cualquier otro profesional. El objetivo que            como también las distribuidas en el resto de la Escritura
persigue, por tanto, aquel que cultiva la sabiduría, es la           o fuera de ella, no están encuadrados dentro de un siste-
posibilidad de poder dominar la vida; para eso debe co-              ma ordenado. A lo sumo están agrupados, por no decir
nocerla, no puede dejar de observar y afinar sus oídos               amontonados, de acuerdo a alguna temática común. Esto
para ver si entre la maraña de los acontecimientos apare-            nos habla de dos maneras diferentes de percibir la ver-
ce por alguna parte una ley o un orden constante.                    dad: una sistemática (como lo es la filosofía o la teología)
                                                                     y la otra empírica. Donde falta la verdad empírico-sapien-
    LA CAPACIDAD DEL LENGUAJE                                        cial hay peligro de caer en el simple adoctrinamiento o
                                                                     hasta en la ideología. La sabiduría ha descubierto un
     El medio para apresar y objetivar el orden así perci-           orden en las cosas y en los sucesos; lo ha hecho con mu-
bido fue desde una temprana antigüedad el lenguaje. La               cha paciencia y a través de dolorosas comprobaciones.
palabra es el instrumento que permite contener las ver-                    Pero ese orden descubierto en fenómenos tan com-
dades recibidas por la experiencia. Sólo a través de su              plejos y mediante constantes percepciones la sabiduría
formulación las verdades quedan fijadas y sancionadas                no lo reduce a un principio general, y menos aún buscan-
como tales. Y para eso la palabra ofrece grandes posibili-           do una fórmula lo suficientemente amplia para englobar
dades. Una de ellas, por ejemplo, es la rima, que permite a          la infinita variedad del mundo de las apariencias. La
la vez la impresión y la fácil memorización. Pero una                sabiduría, más bien, busca leyes y constantes, pero deja
forma también muy frecuente era la paradoja:                         siempre intacta la singularidad de cada experiencia. No
                                                                     es raro, entonces, encontrar proverbios contradictorios:
  «Hay quien regala y aumenta su haber, quien retiene
  lo que debe y empobrece» (Prov 11,24).                               «No respondas al necio según su necedad, no sea
  «Quien ama a su hijo lo castiga» (13,24).                            que te iguales a él; responde al necio según su nece-
  «La lengua blanda quebranta los huesos» (25,15).                     dad, no sea que se crea sabio» (Prov 26,4-5).

     En estos casos no hay conclusiones. Se trata simple-                 Porque un sistema filosófico puede ser concebido
mente de la comprobación de un hecho. Y esto es ya por               como cerrado en sí mismo; es decir, que se puede consi-
sí mismo importante, porque se comprobaba con satis-                 derar suficiente su contenido. La sabiduría siempre per-
facción que, detrás de los fenómenos o hechos aparente-              manece abierta e inabarcable. No comprende la verdad
mente absurdos, también se escondía una constante u                  de un modo exclusivo, porque el proverbio que corrige a
orden oculto. Así el descubrimiento de dicha ley permi-              otro no prueba la falsedad de este último. Más bien incor-
tía vencer una vez más al caos. Esto nos muestra que la              pora un nuevo plano en el horizonte de la experiencia.
sabiduría está ordenada al dominio de la vida y no sim-              Por lo tanto, el pensamiento sapiencial yuxtapone dis-
plemente a un fin meramente didáctico.                               tintos campos de orden.

    EL ARTE DE CONDUCIR                                                 LA COMPARACION

    Por eso la sabiduría no es simplemente ciencia (co-                  Un modo de descubrir las leyes que rigen la vida del
nocimiento): es arte. Prov 1,5 la llama «arte del piloto» (se-       hombre es la analogía o comparación con respecto a los
gún el texto griego khibernesis). Por tanto, como toda arte,         fenómenos naturales:

                                                                                                                                1
La sabiduría en el antiguo Egipto

E
       gipto desarrolló su literatura sapiencial a través de instrucciones
       o enseñanzas, mediante las cuales un rey se dirige a su príncipe
       heredero, un magnate a su hijo, o un escriba a un discípulo. Los
temas tratados se refieren a las grandes preocupaciones del hombre de
todos los tiempos, como los males de la vida o las dudas ante el más
allá de la muerte.

Las Máximas de PTAH-HOTEP
Se encuentra entre las instrucciones más conocidas. Este
antiguo manual de formación cortesana se asemeja bas-
tante en lo literario al libro de los Proverbios.

    «Nadie es sabio de nacimiento».
    «La injusticia nunca ha llevado su
    empresa a buen puerto».
    «La palabra es más difícil que cualquier
    otro trabajo y sólo da autoridad a quien
    la domina a fondo».
    «No respondas en estado de agitación».                    La Instrucción de DUAUF-JETI
    «Al sabio se conoce por lo que sabe y al                  Es una sátira de todos los oficios manuales. En el breve
    noble por sus buenas acciones».                           poema desfilan el picapedrero, el orfebre, el calderero, el
                                                              carpintero, el joyero, el barbero, el cortador de cañas, el alfa-
    «El que escucha es un hombre a quien el                   rero, el albañil, el hortelano, el tejedor, el caravanero, el em-
                                                              balsamador, el curtidor, el lavandero, el pajarero y el pesca-
    dios ama, y el que no escucha es un                       dor. No hay una sola palabra alentadora para estos oficios
    hombre al que el dios detesta».                           ni para los que los ejercen. Con la finalidad de que su hijo
                                                              entre en la escuela y llegue a ser un escriba, ensalza la
                                                              labor del escriba.
La Instrucción a MERIKARÉ
                                                                «Nada sobrepasa a la escritura; es un
Expone la enseñanza que un rey se dirige serenamente a          barco sobre el agua».
su hijo en una época de gran inestabilidad. Sus consejos
espiritualmente elevados no reflejan exactamente la situa-      «El escriba no carecerá de nada.... Es la
ción socio-política de su tiempo, por lo que es de suponer
que escribas posteriores intervinieron en la redacción que
                                                                mayor de las profesiones. Nada en la
ha llegado hasta nosotros.                                      tierra es comparable a ella».
                                                                «No hay oficio sin patrono, excepto el del
    «El charlatán fomenta la discordia;
                                                                escriba, pues él es el amo».
    suprímelo».
    «Sé hábil en palabras para poder                          La opinión de Jesús Ben Sira sobre los oficios y sobre el
    convencer, pues la lengua es la fuerza de                 sabio escriba es muy parecida a la de Duauf-Jeti.
    un hombre».
                                                                «¿Cómo va a hacerse sabio el que empuña el arado, y
    «Sólo se convierte en maestro el que se                     se gloría de tener por lanza el aguijón, el que conduce
    deja instruir».                                             bueyes, los arrea en sus trabajos y no sabe hablar más
                                                                que de novillos? Aplica su corazón a abrir surcos, y
    «Dichoso el que sobrevive en el                             sus vigilias a cebar terneras. De igual modo todo obre-
    recuerdo».                                                  ro o artesano,que trabaja día y noche» (Eclo 38,25-27).

    «Calma al que llora, no oprimas a la                        «No así el que aplica su alma a meditar la ley del
    viuda, no eches a un hombre del terreno                     Altísimo. La sabiduría de todos los antiguos rebusca,
    de sus padres».                                             a los profecías consagra sus ocios, conserva los rela-
                                                                tos de varones célebres, en los repliegues de las pará-
    «No hagas diferencia entre el hijo de un                    bolas penetra, busca los secretos de los proverbios y
    noble y un hombre vulgar».                                  en los enigmas de las parábolas insiste» (Eclo 39,1-3).

2
La Instrucción de ANI
Es la lección continuada de una escriba, ya mayor y de           Es muy llamativa la semejanza que guarda la advertencia
tendencias conservadoras, a su hijo Konsu-hotep que se           que dirige a los jóvenes frente a la mujer extranjera respecto
prepara para ejercer el mismo oficio. El hijo, en cambio,        a la contenida en Proverbios.
sería más abierto a las nuevas corrientes.

  «Guárdate de la mujer extranjera que                             «La Sabiduría te apartará de la mujer
  nadie conoce en la ciudad. Agua                                  ajena, de la extraña de melosas palabras,
  profunda, de límites desconocidos, es la                         que ha dejado al amigo de su juventud y
  mujer cuyo marido está lejos. «Estoy                             ha olvidado la alianza de su Dios; su casa
  limpia» te dice a cada momento, pero no                          está inclinada hacia la muerte, hacia las
  hay testigos cuando se dispone a echarte                         sombras sus tortuosos senderos» (Prov
  el lazo».                                                        2,16-18)

La enseñanza de AMENEMOPE
Es la más conocida y estudiada por su relación con Prov 22,17-24,11 desde su descubrimiento en 1923. Prácticamente
existe unanimidad entre los autores en afirmar que dicha sección de Proverbios es posterior a la enseñanza de Amenemope
y depende literariamente de ella, aunque no al pie de la letra. El pasaje de Prov 22,20: «He escrito para ti treinta máximas
de experiencia», sólo se ha podido explicar satisfactoriamente a la luz de Amenemope XXVII 7-8. Amenemope señala un
hito en la sabiduría de Egipto por su profundo humanismo y religiosidad.

                       AMENEMOPE                                                        PROVERBIOS

  «Considera estos treinta capítulos [de los                       «¿No he escrito para ti treinta capítulos
  que consta la enseñanza], que instruyen y                        de consejos y ciencia, para hacerte
  educan» (XXVII,7-8)                                              conocer la certeza de las palabras
                                                                   verdaderas» (22,20-21)

  «Presta tus oídos, escucha lo que se te                          «Presta oído y escucha las palabras de los
  dice, aplica tu corazón a entenderlos.                           sabios, y aplica tu corazón a mi ciencia,
  Vale la pena guardarlos en tu corazón»                           porque te será dulce guardarlas en tu
  (I,1-3)                                                          seno» (22,17-18)

  «Guárdate de robar a un desdichado y de                          «No despojes al débil, porque es débil, y
  enfadarte con un débil» (IV 4-5)                                 no aplastes al desdichado en la puerta
  «Dios prefiere al que honra al pobre más                         porque YHWH defenderá su causa y
  que el que adula al rico» (XXVI,13s)                             despojará de la vida a los despojadores»
                                                                   (22,22-23)

  «No ambiciones un codo de terreno, ni                            «La casa de los soberbios la destruye
  traspases los linderos de una viuda»                             YHWH, y mantiene en pie los linderos de
  (VII,14s)                                                        la viuda» (15,25)

Las Instrucciones de ANK-SESONQY
Dirigidas a su hijo, contiene una sabiduría práctica de origen rural. Utiliza la repetición y sentencias breves (refranes).


  «No vivas con tus suegros» (IX 12).                              «No seas demasiado confiado: te harás
  «Quien no recoge lana en verano no                               pobre» (XVI 22).
  tendrá calor en invierno» (IX 17).                               «Si te oprime una pesada carga, duerme a
  «El compañero de un loco es un loco, el                          su sombra» (XX 17).
  de un sabio es un sabio, el de un idiota es                      «No enciendas un fuego que no puedas
  un idiota» (XII 6s).                                             apagar» (XXII 3).

                                                                                                                              3
«El viento del mar trae lluvia, lengua que murmura
    trae rostros irritados» (Prov 25,23)
    «Si se acaba la leña se apaga el fuego, si no está el
    deslenguado cesa la riña» (26,20)
    «A quien toca la pez se le pega la mano, quien se junta
    con el cínico aprende sus costumbres» (Eclo 13,1).

    El desarrollo extenso de estas comparaciones daría
lugar más tarde a las llamadas parábolas.

     EL ACONTECER

     Pero así como los fenómenos de la vida humana no
pueden reducirse a una ley general, los sabios de Israel
tampoco redujeron a un principio (gr. Arkhé) los fenóme-      El Libro de los muertos es una amplia colección de textos
nos naturales. En Israel no existía el concepto naturaleza    funerarios de varias épocas y que contienen fórmulas
                                                              mágicas, himnos y oraciones que, según los antiguos
como nosotros lo entendemos. Para Israel el mundo no          egipcios, guiaban y protegían el alma (Ka) durante su viaje a la
era un orden estable y armónico, que abarcaba por igual       región de los muertos (Amenti). Para ellos, el conocimiento de
todo lo existente y del cual se podía preguntar por su        estos textos permitía al alma protegerse de los demonios que
arkhé o principio último y determinante. El mundo se ha-      intentaban impedirle su progresión y pasar las pruebas
                                                              establecidas por 42 jueces en la antesala de Osiris, dios de
llaba para él en la esfera de lo imponderable e inconmen-     los muertos. En estos textos también se indica que la felicidad
surable, y frente a él se encontraba más indefenso de lo      en el más allá dependía de la vida que hubiera llevado el
que pensamos, por faltarle un grupo de conceptos mane-        difunto en este mundo. Los primeros textos religiosos
jables. El mundo era más un acontecer que un ser. Y como      conocidos, de carácter funerario, se encontraron en
                                                              jeroglíficos esculpidos en los muros interiores de las pirámides
no tenía la posibilidad de dominar racionalmente este         de los faraones de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo, a
acontecer mediante la reflexión sobre un principio fun-       los que se conoce como los textos de las pirámides. Un
damental, no tenía más remedio que recurrir al examen y       famoso ejemplo se encuentra en la pirámide de Unas (que
clasificación de los fenómenos particulares para familia-     reinó entre los años 2428-2407 aEC), último faraón de la V
                                                              Dinastía. En el primer Periodo Intermedio y en el Imperio Medio
rizarse, en cuanto fuera posible, con el aspecto exterior     algunos individuos tenían estos textos pintados en sus
de esa realidad.                                              ataúdes, de ahí que también se conocieran como Textos de los
     Este acontecer del mundo en el cual se encontraba        Ataúdes. Hacia la XVIII Dinastía los textos empezaron a
metido, le parecía al sabio demasiado misterioso y sujeto     escribirse en papiros que se colocaban en los sarcófagos.
                                                              Estos papiros solían medir entre 15 y 30 metros y tenían
al dominio de YHWH. El mundo era la actividad de              ilustraciones en color, como la que reproduce este dibujo. Aquí
YHWH y en ella lo extraordinario no era más admirable         se ve a Anubis pesando el alma de un difunto, y a Tot tomando
que el orden normal. Lo que los sabios llegaron a deducir     nota del resultado.
de su medio ambiente eran leyes captadas por la fe.
     El orden que podía encontrarse en lo profundo de la
realidad permanecía muchas veces en el secreto, sin po-         «Al hombre le parecen puros todos sus caminos, pero
der ser revelado. Mucho menos podría ser manipulado.            YHWH pesa los espíritus» (Prov 16,2).
Pero ciertamente era un orden que silenciosamente y de
un modo casi imperceptible tendía a conseguir un equili-           La expresión procede evidentemente de una concep-
brio. Era necesario, pues, saber esperar a que se produje-    ción egipcia relativa al juicio de los muertos, durante el
ra dicho equilibrio y ser capaz de percibirlo. Esa sabidu-    cual se pesaba con una balanza el corazón del difunto
ría es humilde; crece atendiendo a la realidad concreta y     frente al dios Tot. Pero ¡con cuánta mayor razón podía
sobre todo a las limitaciones del hombre. A Job no le que-    repetirla la religión yahwista! Es evidente que en la lite-
da otra alternativa que callar cuando reconoce que es un      ratura sapiencial no habla una humanidad que se siente
ignorante frente a los misterios de la creación y que es      sola en sus decisiones. Al contrario, es conciente de ha-
incapaz de responder a las preguntas que Dios le hace.        llarse expuesta a un continuo juicio divino.

                                                                  LO QUE AGRADA Y DESAGRADA A DIOS
Una Sabiduría Divina
                                                                   Otra serie de máximas nos hacen dar un paso más


S
      i bien la búsqueda de constantes era un asunto pro      en esta misma dirección. Son los proverbios que hablan
      fano, no puede se puede negar que tras ellas Israel     del desagrado o complacencia divina en ciertas prácti-
      veía inmediatamente al mismo YHWH. Aún las              cas y comportamientos humanos:
sentencias más profanas de la sabiduría de Israel tienen
un transfondo teológico.                                        «Abominación de YHWH la balanza falsa, pero el
                                                                peso justo gana su favor» (Prov 11,1).
     DIOS ES EL QUE PESA LOS CORAZONES
                                                                   Por eso, si antes consideramos que la búsqueda sa-
    Hay una serie de proverbios en donde se designa a         piencial llevaba a determinar que «el camino de los rec-
Dios como el que pesa y escruta los corazones:                tos es apartarse del mal» (16,17), ahora tenemos que aña-

4
La sabiduría en Mesopotamia

M
          esopotamia ejerció un influjo indiscutible sobre
          literatura bíblica. De hecho esta cultura es considerada
          como la cuna de la civilización. Pero sus textos
sapienciales no son tan importantes como los de Egipto.



Poema del JUSTO QUE SUFRE
Fechado entre 1500 y 1200 aC, este poema, cuyas primeras pala-
bras son «Alabaré al señor de la sabiduría», es un himno de alaban-
za a Marduk, dios principal de Babilonia, por los beneficios recibi-
dos. Desde que se descubrió en 1875 se ha considerado como el
«Job babilónico» por las semejanzas con el libro bíblico.
El protagonista, un devoto de Marduk, presenta un solo problema en
su largo monólogo: ¿por qué Marduk permite que un fiel servidor
suyo sufra tantas adversidades en la vida?

  «Mi dios me ha olvidado y desaparecido, mi
  diosa se ha retirado de mí y permanece
  distante, el espíritu benévolo que siempre
  estaba junto a mí se ha ido» (I,43-45).                                  Después de vencer al caos Marduk rediseñó el cielo y
                                                                           la tierra, ordenó los astros y creó los seres humanos.
Familiares y amigos lo han dejado solo, probablemente en su enfer-
medad. Después de un año, la situación no ha mejorado (cf. II,1-3).
Surge entonces una gravísima duda que afecta a los fundamentos
de su fe religiosa: parece que no sirven de nada el culto y la venera-     La TEODICEA BABILÓNICA
ción fiel de los dioses, pues la enfermedad sigue su curso impara-
ble. Pero llega finalmente la restauración gracias a la acción benéfi-     Es un diálogo poético entre un hombre que sufre
ca de Marduk (cf. Tabla III), que «puede volver a la vida al que está en   (estrofas impares) y su amigo (estrofas pares).
la fosa» (IV,35). El agraciado reconoce ante todos el don de la salud      La causa del sufrimiento no es la enfermedad,
y de la vida y da gracias a su benefactor Marduk (cf. Tabla IV).           como en el poema anterior, sino la situación so-
En el poema queda claro que la vida y las disposiciones de la divini-      cial del protagonista: huérfano (I,11), pobre (VII,75),
dad son un misterio para el hombre.                                        despreciado (XXIII,253) y perseguido (XXV,275).
                                                                           El problema filosófico del diálogo es: ¿por qué el
  «¿Quién puede conocer la voluntad de los                                 pobre, el desvalido, a pesar de ser justo, piadoso
                                                                           y fiel (VII,71-73), no es protegido por los dioses,
  dioses del cielo? ¿Quién puede comprender los                            sino abandonado por ellos a su suerte y a las
  planes de los dioses del abismo?» (II,36-37).                            injusticias de la sociedad?
                                                                           El amigo responde inicialmente a cada una de
                                                                           las quejas con los argumentos tradicionales:
DICHOS POPULARES, CONSEJOS Y                                                 si sufre será por algún pecado oculto (VIII);
PROVERBIOS                                                                   después invoca el misterio (XXIV,256-257).

Pocas colecciones se han conservado, aunque el uso del proverbio           El autor del libro de Job repetirá más dramática-
debió de ser muy familiar en Mesopotamia.                                  mente este mismo discurso, a excepción de la
                                                                           última conclusión del amigo, que responsabiliza
  «El arte de escribir es madre de los oradores,                           a los dioses de haber hecho al hombre mentiroso
                                                                           y de burlarse del pobre, no del rico (cf. XXVI). En la
  padre de los doctos».                                                    última estrofa, la XXVII, el protagonista deja de
  «Consagró el templo antes de comenzarlo».                                quejarse y se somete al destino. Pide ayuda a su
                                                                           amigo, confiesa serenamente su desgracia y se
  «La amistad es de un día; la esclavitud                                  encomienda piadosamente a los dioses y al rey:
  perpetua».
                                                                             «Que me ayude el dios que me
  «Un ciudadano vulgar en otra ciudad es su
                                                                             abandonó; que se muestre
  jefe».
                                                                             compasiva la diosa que [me
  «Cuando las hormigas son golpeadas, muerden                                olvidó]; que el pastor (el rey), sol
  la mano del que las hiere».                                                del pueblo [se compadezca]»
  «En boca abierta entran moscas».                                           (XXVII 295-297).

                                                                                                                                 5
dir que «con el temor de YHWH se evita el mal» (16,6). Es           Llega hasta ser un impaciente ultimatum:
decir con la práctica de los mandamientos.
                                                                      «La Sabiduría clama por las calles, por las plazas
     EL HOMBRE PROPONE, PERO DIOS DISPONE                             alza su voz» (1,20).

     Una tercera serie de proverbios es la más instructiva          ES lo mismo que proclamaban los levitas antiguamente:
desde el punto de vista teológico. Trata de las limitacio-
nes de las posibilidades humanas por parte de Dios y su               «Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y
libre proceder:                                                       desgracia. Si escuchas los mandamientos de YHWH
                                                                      tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a YHWH tu
    «Al hombre, los planes del corazón; pero a YHWH,                  Dios, si sigues sus caminos y guardas sus manda-
    la respuesta» (Prov 16,1).                                        mientos, preceptos y normas, vivirás y te multiplica-
                                                                      rás» (Dt 30,15s).
    Quiere decir que el hombre puede hacer muchos pro-
yectos, pero en su formulación entra lo imprevisto, por                  Sólo que la amonestación ahora no se dirige a Israel
eso hacer lo correcto e incluso llegar a pronunciar una             como comunidad de la Alianza, sino a cada individuo
palabra justa, eso es un don de YHWH.                               personalmente. En esta personificación de aquella que
                                                                    llama y aquel que es llamado, la Sabiduría llega a recibir
    «No hay sabiduría ni inteligencia ni consejo frente al          carne y sangre, capaz hasta de establecer una relación
    Señor. Se prepara el caballo para el día del combate,           afectiva con ella:
    pero es el Señor quien da la victoria» (Prov 21,30s).
                                                                      «Dile a la Sabiduría: «Tú eres mi hermana», llama
     Estas afirmaciones expresan la conciencia de que el              pariente a la inteligencia» (Prov 7,4).
ámbito que el hombre puede abarcar con su razónes real-
mente pequeño. Donde quiera que se vuelva y cuando                      La Sabiduría es la forma en que YHWH se hace pre-
menos lo piensa, se encuentra de nuevo frente a ese fac-            sente para que los hombres lo busquen. Sin embargo no
tor incalculable de la actividad divina. La sabiduría,              es Dios mismo. Es algo distinto. Es una criatura suya:
como arte de dominar la vida, sabe detenerse aquí y ani-
quilarse a sí misma.                                                  «YHWH me creó, primicia de su camino, antes que
                                                                      sus obras más antiguas» (8,22).

La Sabiduría en persona                                                 La Sabiduría se identifica con la idea del mundo
                                                                    que Dios acariciaba durante la misma creación:


D
         esde la época post-exílica se observa una impor-
         tante transformación en la consideración de la               «Con la Sabiduría fundó YHWH la tierra, consolidó
         sabiduría. Desde entonces se la concibe como                 los cielos con inteligencia» (3,19).
un llamamiento de Dios al hombre, o sea, como la media-
dora de la revelación divina. Se la llega a considerar,                  La Sabiduría es distinta del hombre, pues de otro
incluso, como un principio divino dado al mundo en la               modo sería algo que está al alcance de su deseo. Es, a la
creación.                                                           vez, algo distinto de Dios, pues si no no podría penetrar
                       Así, en Prov 1-9, ya no encontra-            en el hombre. Esta perspectiva, intenta preservar la trans-
                  mos sólo máximas para abordar la vida,            cendencia de Dios y subrayar la impotencia del hombre
                  sino, además, amplios poemas teológi-             para hacerse con la sabiduría. De todos modos irá au-
                  cos. Si antes el temor de YHWH era el             mentando cada vez más la consideración de su partici-
                  principio de toda sabiduría que ense-             pación en el ser de Dios:
                  ñaba al hombre a vivir, ahora la Sabi-
                  duría pretende llevar al hombre hacia               «Es un hálito del poder de Dios, una emanación pura
                  Dios. Pero ella no se dirige al hombre              de la gloria del Omnipotente, por lo que nada man-
                  como una doctrina en labios de un maes-             chado llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eter-
                  tro. Ahora habla como una persona,                  na, un espejo sin mancha de la actividad de Dios,
                  como un yo revestido de autoridad. La               una imagen de su bondad. Aún siendo sola, lo pue-
                  misma llamada da al hombre la certeza               de todo; sin salir de sí misma, renueva el universo; en
                  de que en ella se le ofrece la salvación:           todas las edades, entrando en las almas santas, for-
                                                                      ma en ellas amigos de Dios y profetas» (Sab 7,25-27).
                   «El que me halla, ha hallado la vida,
                   ha logrado el favor de YHWH» (8,35).                  Finalmente la Sabiduría invita a los cansados y dé-
                                                                    biles, a los que se sienten desanimados:

                                                                      «Venid a mí los que me deseáis, y hartaos de mis
                   La Divina Adoratriz, prototipo de Maat, la
                   suprema Sabiduría en Egipto. Estatuita del 850
                                                                      productos... ¿Por qué habéis de decir que estáis pri-
                   aEC, contemporánea de la literatura sapiencial     vados de ella, cuando vuestras almas tienen tanta
                   de Israel. París, Museo del Louvre.                sed? He abierto mi boca y he hablado: adquiridla sin

6
dinero; someted al yugo vuestro cuello, que vuestra               No es de extrañar, entonces, que la Sabiduría y la
  alma reciba la instrucción: está ahí a vuestro alcan-        Ley fuesen descritas posteriormente según un modo pro-
  ce» (Eclo 24,19; 51,24-26).                                  tagónico femenino.
                                                                    Más allá de este ámbito original de formación, el
     La afinidad entre la llamada de la Sabiduría en Eclo      término hakam (sabio) se fue vinculando cada vez más al
24,19 y las palabras de Jesús es tan grande, que sus discí-    ámbito escolar y público, pues era necesario aprender de
pulos llegaron a reconocerlo como la encarnación de la         un maestro, y la instrucción implicaba una capacitación
Sabiduría divina que viene al mundo a invitar a cada           profesional. Así, la tradición sapiencial cultivada en el
uno a unirse a Dios:                                           Oriente antiguo asumió como finalidad el desempeño
                                                               público, como podría ser el gobierno o el culto. El testi-
  «Venid a mí todos los que estáis rendidos y abruma-          monio bíblico nos presenta los grandes focos de irradia-
  dos, que yo os daré descanso. Cargad con mi yugo y           ción sapiencial que conocía Israel:
  aprended de mí que soy manso y humilde de corazón,
  y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi            «La sabiduría de Salomón era mayor que la sabidu-
  yugo es suave y mi carga ligera» (Mt 11,28-30).                ría de todos los orientales y que toda la sabiduría de
                                                                 Egipto» (1 Re 5,10).

La figura del sabio                                                 Teniendo en cuenta la gran dedicación que requería
                                                               conocer la escritura jeroglífica (inventada en EGIPTO en


L
       a FAMILIA y la TRIBU pudieron ser los lugares           torno al 3000 aEC), es obvio que el cultivo de las letras y
       más antiguos de origen y transmisión de la sabi-        el arte de la lectura que permitía adquirir y transmitir
       duría. En efecto, las fórmulas «Escucha hijo...», que   conocimientos fuera privilegio de pequeñas elites. El nom-
encabezan algunas instrucciones, pueden estar impli-           bre de este tipo de escritura (hieros = sagrado; glifos =
cando que al padre correspondía primordialmente la fun-        grabado), permite situar a estos primeros grupos selectos
ción educativa dentro del círculo familiar. Está claro, al     en torno a los santuarios. Los textos consignados con
menos, que la instrucción religiosa era responsabilidad        esta grafía estarían destinados a conservar relatos de ca-
de los padres, como lo sugieren los antiguos preceptos:        rácter teológico, como también los rituales utilizados en
                                                               el culto. La magia, con su carácter esotérico, era un rubro
  «Y cuando os pregunten vuestros hijos: ‘¿Qué signi-          donde la escritura tenía amplia aplicación.
  fica para vosotros este rito?’, responderéis: ‘Éste es el
  sacrificio de la Pascua de YHWH...» (Ex 12,26s);

  «Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto
  hoy. Se las repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas
  tanto si estás en casa como si vas de viaje, así acosta-
  do como levantado» (Dt 6,6-7).

    La familia como ámbito de transmisión de conoci-
mientos es confirmada en el siguiente proverbio:

  «También yo fui hijo para mi padre, tierno y querido
  a los ojos de mi madre. Él me enseñaba y me decía:
  ‘Retén mis palabras en tu corazón, guarda mis man-
  datos y vivirás. Adquiere la sabiduría, adquiere la
  inteligencia, no la olvides, no te apartes de los dichos
  de mi boca» (Prov 4,3ss).

     La relación maestro - discípulo habría tomado de la
institución familiar el modelo básico padre - hijo. Igual-
mente la madre ocupaba un puesto importante en la for-
mación del niño, incluso anterior respecto a la enseñan-
za impartida por el padre:

  «Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no
  desprecies la lección de tu madre» (Prov 1,8; cf. 6,20).

     En algún caso la madre podría encargarse no sólo
de la primera enseñanza, sino, además, de la una capaci-       En este relieve en madera, de hace 4.700 años, el egipcio Hezy-
tación profesional, como el arte de gobernar:                  Ra, jefe de los escribas reales, lleva colgados del hombro derecho
                                                               sus instrumentos de escribir: una paleta de pizarra con dos huecos
                                                               en los que se alojan sendas pastillas de tinta, un estuche para el
  «Palabras de Lemuel, rey de Massá, que le enseño su          cálamo con el que se escribe y un recipiente con agua para
  madre» (Prov 31,1).                                          humedecer el cálamo.


                                                                                                                                7
Fuera de la actividad religiosa, las funciones de los                  En la formación de la tradición sapiencial israelita
profesionales de la escritura (los escribas) se extendían a             han tenido también un lugar muy importante los mis-
otro ámbito, no menos sagrado, como el ceremonial de la                 mos centros que en Egipto y Mesopotamia han cultivado
corte faraónica, o a la actividad diplomática, administra-              la ciencia, puesto que Israel ha tomado por modelo di-
tiva o militar. El cultivo de las ciencias exactas y la medi-           chas culturas al transitar su camino desde la organiza-
cina también fue propio de estos letrados. En una época                 ción tribal a la urbana. Esos sitios han sido:
posterior la sabiduría egipcia se orientaría hacia la ética
y la piedad personal. También se haría más popular, lle-                LA CORTE
gando a surgir un nuevo tipo de escritura llamada demó-
tica (demos = pueblo).                                                      Allí no puede faltar la sabiduría, necesaria para el
      En MESOPOTAMIA encontramos entre los                              gobierno del reino. David y Salomón son recordados como
SUMERIOS centros de enseñanza llamado eduba («casa                      reyes sabios, y se espera del Mesías descendiente suyo
de las tablillas», en alusión al material sobre el cual se              que reciba de YHWH «espíritu de sabiduría (hokmá) y de
escribía), donde eran adiestrados príncipes e hijos de al-              entendimiento (binah») (Is 11,2).
tos funcionarios religiosos, civiles o militares en el arte                 Asiste a los reyes un colegio de consejeros (yo’asim):
de la escritura, la lectura, la archivística, la matemática y
la música. Esta preparación humanística proporcionaba                     «Donde no hay buen gobierno, el pueblo se hunde;
un excelente currículum a los jóvenes para entrar al ser-                 abundancia de consejeros, trae salvación» (Prov 11,14).
vicio del templo y de la corte. Entre los ACADIOS, en
cambio, el sabio por excelencia es el rey, que supera a                       El soberano podía contar también con algún amigo
todos los demás mortales.                                               del rey (rea’ hamelek), o consejero privado:




Sentados en bancos de ladrillos estos         Desde primera hora de la mañana hasta el final de la tarde, 24 días al mes, desde los 6 años
estudiantes realizan ejercicios en un aula    de edad hasta los 18: tal era el régimen de estudios de un escolar babilonio que pretendiese
del Cercano Oriente hacia el año 1800 aEC.    llegar a ser escriba. En esta exigente academia, el muchacho realizaba incesantes ejercicios
A la izquierda, el maestro va a mostrar a     bajo la supervisión del director del colegio y de un equipo de ayudantes, entre los cuales se
un alumno cómo se ejecuta correctamen-        encontraba un instructor expresamente encargado de golpearle en cuanto cometiese un
te un signo-palabra; al medio, un ayudan-     error. Los ejercicios le harían un experto tanto en la escritura del akkadio -que era la lengua
te que lleva un palo corrige las faltas co-   hablada en Babilonia- como en la del sumerio -la lengua clásica-. Entre el resto de las
metidas por un futuro escriba, sobre el       materias destacaban las matemáticas, la literatura y la redacción de contratos legales.
cual podrían caer varios golpes. De pie,      No es de extrañar que, antes del duro examen al final de los estudios en la escuela, muchos
junto al último banco, un aprendiz de maes-   estudiantes la abandonasen o bien fueran despedidos por ineptitud. Lo mejor que podían
tro adiestra a un joven estudiante.           esperar entonces tales fracasados era el puesto de escriba público en una aldea.

8
En la plaza del mercado, un escriba, contemplado por su hijo,
                                                              copia lo que le dicta un comerciante. Manejando con su mano
                                                              derecha un corto estilete de caña, el escriba transforma las
                                                              palabras habladas en símbolos impresos sobre la tableta de
                                                              arcilla de su otra mano. El recipiente que hay tras él contiene una
                                                              reserva de arcilla húmeda.
                                                              En Babilonia, hace 4.000 años, el escriba profesional se había
                                                              hecho ya indispensable. Mediante los conocimientos del
                                                              escriba, el rey enviaba instrucciones a sus más lejanos
                                                              administradores, sus recaudadores llevaban la cuenta de los
                                                              impuestos, los comerciantes hacían pedidos de los productos
                                                              que necesitaban y se los facturaban a sus clientes, y los
                                                              campesinos más ricos compraban y vendían tierras.
                                                              Evidentemente, cualquier persona que supiera leer gozaba de
                                                              una alta estima. Pero en esta profesión, como en la mayoría
                                                              de los oficios, había numerosos niveles y especialidades.
                                                              Entre los más bajos estaban el de escriba en la plaza del
                                                              mercado, que redactaba la correspondencia comercial y las
                                                              cartas personales de quienes le pagasen determinados
                                                              honorarios. Al nivel más alto, un escriba que dominara los
                                                              secretos de la matemática se encontraría indudablemente
                                                              entre los principales personajes de su comunidad; algunos, de
                                                              hecho, llegaron a ser consejeros del rey.




                                                              ción dada a los hijos de Leví, se dice que los levitas «en-
                                                              señan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel» (Dt 33,10).
                                                                   Los profetas Oseas y Malaquías denuncian a los sa-
                                                              cerdotes por descuidar la enseñanza:

                                                                «Perece mi pueblo por falta de conocimiento. Ya que
                                                                tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré de
                                                                mi sacerdocio» (Os 4,6).

                                                                «Los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la Ley
                                                                se busca en su boca; porque él es el mensajero de
                                                                YHWH Sebaot» (Mal 2,7).

                                                                   Además de la enseñanza de los preceptos cultuales,
                                                              su labor docente se debió extender a la conservación y
                                                              transmisión de las tradiciones relativas a la historia de
  «Llegó Jushay el arquita, amigo de David, donde Ab-         los clanes vinculados a determinados santuarios. Recor-
  salón... Absalón y todos los hombres de Israel dije-        demos que Esdras, a quien se atribuye la redacción del
  ron: ‘El consejo de Jushay el arquita es mejor que el       Pentateuco, ha sido un sacerdote-escriba, y junto con los
  consejo de Ajitófel» (2 Sam 16,16; 17,14).                  levitas explicaban al pueblo el sentido de la Torah (cf.
                                                              Neh 8,8).
    Finalmente el soper o escriba, desempeñaba funcio-
nes propias de secretario o cronista. Cuando a éste se lo     ESCUELAS
designa en singular, puede tratarse del Secretario de Es-
tado, al frente de un grupo de escribas:                          En cuanto a su existencia, la mención más explícita
                                                              que tenemos es bastante tardía. A comienzos del siglo II
  «Llamó al rey, y el mayordomo de palacio, Elyaquim,         aEC Ben Sirá invita:
  hijo de Jilquías, el secretario Shebná y el heraldo Yoaj,
  hijo de Asaf, salieron hacia él» (2 Re 18,18).                   «Vosotros, ignorantes, venid a mí y habitad en mi
                                                              casa de instrucción» (Eclo 51,23).
     Funcionarios de la corte se encargaron de transmitir
la sabiduría cultivada:                                             Este testimonio nos muestra una modalidad concre-
                                                              ta de enseñanza, que se hará más frecuente en la época
  «También éstos son los proverbios de Salomón, trans-        rabínica: la bet ha midrash. Esta implica la cohabitación
  critos por los hombres de Ezequias, rey de Judá» (Prov      de los discípulos con un maestro. Sin embargo también
  25,1).                                                      los lugares públicos y abiertos pudieron ser sede de re-
                                                              flexión y enseñanza, como serían en Grecia el Areópago
LOS SANTUARIOS                                                o la Stoa (la Puerta):

    Han sido desde los orígenes más remotos de Israel           «La Sabiduría clama por las calles, por las plazas
centros de enseñanza de práctica religiosa. En la bendi-        alza su voz, llama en la esquina de las calles concu-

                                                                                                                                9
Fragmentos de arcilla y sellos descubiertos en ciudades israelitas
                                                              del periodo monárquico parecen ser ejercicios de escritura, razón
                                                              por la cual se puede sospechar que en esos sitios hubiese emplaza-
                                                              dos centros de enseñanza. Por ejemplo, sobre este fragmento de
                                                              caliza blanda hallado en torno a la antigua Guézer, se encuentra una
                                                              inscripción que podría ser un ejercicio realizado en una escuela. El
                                                              contenido es un poema que describe los meses del año agrícola:

                                                                   «Sus dos meses son de cosecha (de las olivas).
                                                                   Sus dos meses son sembrar (cereal).
                                                                   Sus dos meses son la siembra tardía.
                                                                   Sus dos meses son segar el lino.
                                                                   Su mes es coseschar la cebada.
                                                                   Su mes es cosechar y festejar.
                                                                   Sus dos meses son ocuparse de las vides.
                                                                   Su mes es la fruta veraniega».




                                                                   Entre los alumnos habría adolescentes, a los que se
                                                              dirigen las advertencias sobre los peligros de la «mujer
                                                              ajena, de la extraña de lengua seductora» (Prov 2,16-19)
                                                              y los consejos relativos a la importancia de la disciplina
                                                              y la educación:

                                                                «Educa al muchacho al comienzo de su camino, que
                                                                luego, de viejo, no se apartará de él… La necedad
                                                                está atada al corazón del joven, la vara de la correc-
                                                                ción lo separará de ella (Prov 22,6.15).

                                                                   La Biblia no proporciona ningún nombre de maes-
                                                              tro de sabiduría del periodo preexílico. El instructoer era
  rridas, a la entrada de las puertas de la ciudad pro-       habitualmente llamado «padre» y el estudiante «hijo».
  nuncia sus discursos» (Prov 1,20-21).                       También se los llamaría «maestro» o «educador»:

  «En la cumbre de las colinas que hay sobre el cami-           «¿Por qué no hice caso a mis maestros ni presté oídos
  no, en los cruces de las sendas se detiene» (Prov 8,2).       a mis educadores» (Prov 5,13).

     Otros indicios apuntan a la existencia de escuelas:         Y es normal pensar que el adjetivo «hakam» (sabio)
                                                              también se aplicase al maestro de sabiduría:
  El rey Roboam «abondonó el consejo que los ancia-
  nos le dieron y pidió consejo a los jóvenes que se            «Presta oído y escucha las palabras de los sabios, y
  habían criado con él y estaban a su servicio» (1 Re           aplica tu corazón a mi ciencia» (Prov 22,17).
  12,8).
                                                                   A los sabios escribas del antiguo Israel, que fueron
  Jehú envió cartas «a los preceptores de los hijos de        poniendo por escrito la tradición recibida, irán sucedien-
  Ajab» (2 Re 10,1).                                          do después nuevos sabios, que se dedicarán a ampliar
                                                              esa tradición mediante la interpretación de lo ya enseña-
     También los profetas tendrían sus escuelas, pues         do. A este respecto la figura de Esdras es emblemática .
los profetas dijeron a Eliseo:                                Este experto desplegó su actividad investigando y ense-
                                                              ñando la Torah (Esd 7,10). Este cambio de perspectiva en
  «Mira, el lugar en que habitamos a tu lado es estre-        la actividad del sabio se percibe también en Ben Sira,
  cho para nosotros» (2 Re 6,1).                              donde se concibe la «meditación de la Ley del Altísimo»
                                                              como la principal tarea del sabio (cf. 39,1).
     Y la relación entre Elí y el joven Samuel indicaría           Ha surgido así un nuevo tipo de instrucción comu-
que en un santuario como Silo podría darse también algo       nitaria, basada en el estudio interpretativo de la Torah.
así como una escuela (cf. 1 Sam 1-3).                         También los esenios de Qumrán recorren este proceso.
     En la mayor parte de las escuelas unos pocos alum-       La interpretación que ofrecían de la Torah, facilitada por
nos en torno a un maestro aprenderían los rudimentos          la inspiración del Maestro de Justicia, era para ellos la
de la lectura, la escritura y la aritmética. En Jerusalén y   única interpretación posible. La exégesis de la Torah y
en otros centros urbanos habría escuelas cuya enseñan-        su cumplimiento se convierten en el auténtico camino de
za tenía un nivel más alto, y cuyos destinatarios eran los    la salvación.
hijos de la nobleza, de las principales familias y de los          En ese tiempo, en el que la profecía ha ido desapare-
grandes comerciantes. Probablemente se aprendía algu-         ciendo y cediendo terreno a la investigación y a la ense-
na lengua internacional (principalmente arameo) y rudi-       ñanza de la Torah, la sabiduría palaciega la popular
mentos de literatura hebrea.                                  dejan su lugar a la tradicioón rabínica.

10
Formas de la literatura sapiencial

Proverbio (masal)                                                El PROVERBIO NUMÉRICO. Está relacionado con el
                                                               enigma y con los recursos mnemotécnicos.
Es la forma básica de la literatura sapiencial. Existen di-         Su esquema responde a la fórmula x/(x + 1),
versos tipos de masal, casi todos representados en el libro         siendo la más popular            3/(3 +1):
de Proverbios:
                                                                 «Hay tres cosas que... y una cuarta que...».
   El PROVERBIO POPULAR. Generalmente se trata de
un verso con sus dos partes en paralelo. Su estilo es breve        Tras la mención del X + 1, se describe el conjunto de
y suele carecer de forma imperativa. Porque simplemente        cosas a las que se refiere la última cifra:
resume las observaciones de la vida cotidiana, que se
imponen mediante la evidencia indiscutible de los he-            «Hay tres cosas insaciables y cuatro que no dicen:
chos. Su propósito, fundamentalmente didáctico, es que           ¡Basta!. El sheol, el seno estéril, la tierra que no se sacia
el hombre pueda llegar a controlar la realidad y obrar en        de agua, y el fuego que no dice: ¡Basta!» (30,15-16).
consecuencia, eligiendo la acción y el momento adecua-
dos para ir alcanzando una realización personal. En el              Hay variantes con menos rigor formal, que sólo men-
libro de Proverbios se descubren algunas agrupaciones          cionan una realidad a pesar del esquema x/(x + 1), como
temáticas, por ejemplo 25,2-7 respecto al rey.                 en el caso de los oráculos de apertura del libro Amós. Allí
                                                               se menciona un solo delito a pesar de que dice ¡Por tres
   La INSTRUCCIÓN. Surge de la suma de imperativos,            crímenes de... y por cuatro seré inflexible! (cf. 1,3-2,8).
motivaciones (introducidas la palabra porque) y exposi-             Otras veces sólo se menciona sólo una cifra:
ción de las consecuencias negativas que puede acarrear
el incumplimiento de la exhortación. Caracterizada tam-          «Con tres cosas me adorno...»,
bién por el vocativo «Hijo», es cultivada especialmente          «Mas tres clases de gente odia mi alma...»,
en Prov 1-9; Prov 22,17-24,22 y en Ben Sira 2,1-6; 3,17-24;      «Nueve cosas que imagino tengo por felices en mi
11,29-34.                                                        corazón...» (Eclo 25,1.2.7).



  Manifestaciones de la tradición sapiencial en los libros bíblicos
  Más allá del conjunto de libros que agrupamos con el         no tiene una visión positiva de aquella sabiduría entendi-
  nombre de sapienciales, existen textos bíblicos que res-     da como sagacidad y astucia, que no se plantea actitudes
  ponden a una intención «didáctica», pero que están con-      éticas. La sóla habilidad para manejar las situaciones en
  tenidos en otras secciones de la Biblia.                     provecho propio no merece llamarse sabiduría. Aunque
                                                               se llame hakam me’od (muy sabio) al amigo que le ense-
     En las narraciones del PENTATEUCO sólo José recibe        ña a Amnón el modo de acostarse con su hermana, la
  el apelativo de sabio. Sin embargo, actitudes y elementos    acción es juzgada como infame (2 Sam 13,3.12). La mu-
  asociados con el mundo de los sabios (como sagacidad,        jer hakamah (sabia) habla a sus conciudadanos con
  perspicacia, impulso hacia la autoconservación) los des-     hak’matah (su habitual sabiduría) ¡para que se decapite a
  cubrimos también en otros personajes del Pentateuco.         un asilado y se salve así la ciudad de sus sitiadores! (2
  Recordemos la astucia de Jacob para robar la primogeni-      Sam 20,16.22). Esta sabiduría/sagacidad desvinculada
  tura a Esaú, o la capacidad retórica de las matriarcas       de las dimensiones éticas irá cediendo terreno ante el
  israelitas para conseguir sus propósitos. Ellas no se en-    triunfo de la Torah. Una conducta verdaderamente sabia
  frentan directamente al marido, ni utilizan el lenguaje de   está en relación con las «leyes y preceptos» de YHWH. Y
  la sumisión, sino que demuestran ser capaces de provo-       si Israel los practica, será reconocido como «pueblo sa-
  car en sus esposos el sentimiento de culpa. Sara dice a      bio e inteligente» (am-hakam venabon: Dt 4,5-6).
  Abraham: «Mi agravio caiga sobre ti... Que YHWH juzgue
  entre nosotros dos» (Gn 16,5).                                  En la literatura PROFÉTICA, los mencionados como
  Asimismo, el tono didáctico y reflexivo del Deuteronomio,    sabios son casi siempre opositores de los profetas en
  manifestado en su preocupación por aprender y enseñar        temas relacionados con la justicia y con las decisiones
  la Ley, y las detalladas descripciones de las hazañas de     políticas. Se trataría de hombres de Estado, consejeros,
  YHWH en la historia de salvación, sugieren que esta obra     miembros de las clases elevadas e incluso escribas. Ellos
  fue escrita por gene cercana o perteneciente a círculos de   ponen su sabiduría humana por encima de los planes de
  escribas.                                                    YHWH revelados a los profetas. «¡Ay de los que llaman al
                                                               mal bien, y al bien mal; ...¡Ay de los sabios a sus propios
     En la Historia DEUTERONOMISTA el modelo del sabio         ojos, y para sí mismos discretos!» (Is 5,20.21).
  israelita es Salomón, señalado como «el hombre más
  sabio» (1 Re 5,11), a quien YHWH concedió para gober-           En la obra del CRONISTA (1-2 Crónicas; Esdras; Nehe-
  nar al pueblo un «corazón sabio e inteligente como no lo     mías), el interés por la sabiduría está enfocado en el ofi-
  hubo antes ni lo habrá después» (1 Re 3,12).                 cio de escriba, que es escritor, notario, oficial palaciego,
  A pesar de esta consideración, el resto de esta Historia     intérprete e instructor de la Torah.


                                                                                                                                 11
La Comparación                                                La fábula
Es una forma de masal que se propone caracterizar cier-       Se caracteriza por presentar como personajes seres del
tos tipos de conducta. Sus formas positivas son:              mundo vegetal o animal. Esta forma de disfrazar realida-
                                                              des humanas con ropaje no-humano intenta tanto entre-
  como... así:                                                tener como educar. La comicidad de estos relatos propi-
                                                              cia una comprensión más inmediata de la verdad que se
  «Como barniz aplicado a vasija de barro, son los            quiere transmitir, y su valor simbólico supera en gran
  labios dulces con corazón perverso» (Prov 26,23);           medida al lenguaje discursivo.
                                                                    Es difícil encontrar una fábula entera en los libros
  «Como el perro vuelve a su vómito, el necio insiste en      sapienciales. Encontramos una en el ataque frontal a las
  su estupidez» (Prov 26,11);                                 pretensiones monárquicas de Abimélek (cf. Jue 9,8-15).
                                                              Allí se presenta una negativa de los árboles más nobles
  «Como crepitar de espinos bajo la olla, así es la risa      (olivo, higuera, vid) a aceptar la realeza, y al arbusto más
  del necio» (Ecl 7,6);                                       inútil y pernicioso (zarza = Abimélek) dispuesto a ello.
                                                              Lo tragicómico de la situación es el desenlace de la fábu-
  «El humo y el vapor del horno anuncian llamas, así          la: ¡ni la zarza da sombra, ni sale ileso quien se cobija
  las injurias anuncian sangre» (Eclo 22,24).                 bajo ella!
                                                                    Cuando la fábula es aplicada a circunstancias polí-
  x... como z:                                                ticas concretas se transforma en ALEGORÍA. La mayor
                                                              parte de sus elementos tienen un significado y deben ser
  «Las piernas del cojo vacilan indecisas, como el pro-       interpretados. Dos fábulas han sido transformadas, en el
  verbio en boca de los necios» (Prov 26,7).                  libro de Ezequiel, en alegorías:

     x... y z:                                                  el águila y el cedro (17,1-10)
                                                                y la leona y sus cachorros (19,1-14).
  «La puerta da vueltas en el quicio, y el perezoso en la
  cama» (Prov 26,14).
                                                              El discurso sapiencial
     x..., pero aún más z:
                                                              Consiste en la llamada pública de la propia sabiduría
  «La vida del que se basta a sí mismo y del obrero es        personificada, de la que antes hemos hecho alusión. La
  dulce, pero más que ambos el que encuentra un               semejanza de sus motivos con los de la literatura egipcia
  tesoro» (cf. Eclo 40,18ss).                                 es tan sorprendente que sería insuficiente hablar de co-
                                                              incidencias. Allí se habla de la Maat (justicia, orden).
       Las formas negativas requieren menos elaboración:      Igual que la Sabiduría de Prov 8, la semidiosa egipcia

     no... ni:                                                    es preexistente;
                                                                  ama a los que la aman (cf. Prov 8,17);
  «No es bueno comer miel en exceso, ni empacharse                ofrece vida y protección a sus servidores (cf. Prov
  de palabras elogiosas» (Prov 25,27).                          1,33; 3,16.18; 8,35).

  «mejor (más vale)... que»:                                       En el arte es representada con el símbolo de la vida
                                                              (?) en una mano y con un cetro, símbolo del honor y la
  «Mejor vivir en rincón de desván que en amplia casa         riqueza, en la otra («Largos días a su derecha y a su iz-
  con mujer pendenciera» (Prov 21,9);                         quierda riqueza y gloria»: Prov 3,16). Pero la Sabiduría
                                                              israelita tiene un colorido profético propio, manifiesto en
  «Más vale ración de verduras con amor que toro ce-          el anuncio de juicio, las amenazas, los oídos sordos de
  bado con rencor» (Prov 15,17).                              quienes la escuchan.

El Enigma                                                     El Himno
Este tipo de comparación refleja, a través de la paradoja,    Canta los orígenes divinos de la Sabiduría y describe la
la ambigüedad de las circunstancias de la existencia del      relación entre el Creador y su obra (Job 28; Prov 8,22-31;
hombre. Ante el enigma el lector debe «adivinar» lo que       Eclo 24,1-22; 42,15-43,33; Sab 7,22-8,1).
hay detrás de la ambigüedad de su formulación. Su uso               Este tipo de himno pretende sofocar las protestas
parece haber sido muy frecuente en Israel, como podría        contra la justicia divina y, además, salvaguardar la auto-
deducirse de los testimonios de Qohelet y Ben Sirá, y de      ridad de la enseñanza del sabio.
la mención de que YHWH «le habló (a Moisés) cara a                  La personificación de la Sabiduría sería un recurso
cara, a las claras y sin enigmas» (Nm 12,8). De igual modo,   estilístico, aunque queda un camino abierto hacia una
la reina de Saba trató inútilmente de poner a prueba a        posterior reflexión sobre una hipóstasis o persona divina,
Salomón con enigmas (cf. 1 Re 10,1-3).                        como lo hará Filón de Alejandría o el Evangelio de Juan.

12
El poema didáctico                                             Los «Proverbios de Salomón»
Tiene muchas afinidades con el himno, pero, a diferen-         Mishle Shlomoh (Biblia Hebrea)
cia de éste, es menos objetivo y más intimista y educativo.    Paroimiai (Biblia Griega - LXX)
     Por otra parte, suele enunciar al principio el tema       Liber Proverbiorum (Biblia Vulgata Latina)
que va a ser tratado, a diferencia del himno, cuyo exordio
suele consistir en una alabanza. Así en Prov 24,30-34:         Dentro del canon bíblico se ubica en la tercera parte, es
«Pasé junto al campo del holgazán...», indica que se va a      decir, la de los ketubim o «escritos». Su reconocimiento
tratar el tema de la pereza.                                   ha sido tardío, como muestra la siguiente cita rabínica:
     Poemas didácticos de carácter más religioso tam-
bién enuncian al principio su tema, como los que apare-          «Al principio se decía que Proverbios, Cantar de los
cen en el libro del Eclesiástico:                                Cantares y Eclesiastés eran (libros) apócrifos, que
                                                                 hablaban metafóricamente y no formaban parte de
                                                                 las Escrituras. (Las autoridades religiosas) decidie-
  «Toda sabiduría viene del Señor» (1,1-10);
                                                                 ron proscribirlos (y así permanecieron) hasta que
  «El temor del Señor es gloria y orgullo» (1,11-20);            aparecieron los hombres de la Gran Asamblea y los
  «¡Qué hermosas son las obras del Señor!» (39,16-35).           interpretaron» (Abot de Rabí Natán I).

                                                               La supuesta paternidad salomónica es la que le permi-
El diálogo                                                     tió definitivamente el ingreso al canon. Para la época de
                                                               redacción del Nuevo Testamento ya tenía conseguido
      Constituye otra forma literaria sapiencial, pero prác-   aprecio y popularidad, ya que allí es citado unas veinte
ticamente limitada al libro de Job. En esta obra maestra       veces.
de la literatura universal encontramos más de un género        El libro es una recopilación de máximas y discursos
                                                               originalmente independientes, agrupados luego en
literario, como ciertos rasgos de disputa legal, de lamen-
                                                               colecciones:
tación, de controversia. Pero sin duda predomina el diá-
logo, que es la manera más adecuada de plantear, discu-        I. Título y propósito : 1,1-7.
tir y solucionar cualquier cuestión.                           II.Instrucciones y advertencias: 1,8 – 9,18.
                                                               III. Primera colección de Proverbios de Salomón: 10,1 – 22,16.
                                                               IV. Primera colección de Dichos de los sabios: 22,17 – 23,14.
El poema autobiográfico                                        V. Más instrucciones y advertencias: 23,15 – 24,22.
                                                               VI. Segunda colección de Dichos de los sabios: 24,23-34.
                                                               VII. Segunda colección de Proverbios de Salomón: 25,1 – 29,27.
Tiene sus primeras manifestaciones en la literatura egip-      VIII. Palabras de Agur: c.30.
                                                               IX. Palabras de Lemuel: 31,1-9.
cia, donde reyes y hombres de Estado legaban sus expe-
                                                               X. Poema de la mujer de valía: 31,10-31.
riencias a sus hijos y sucesores. Aunque presentado en
primera persona, el maestro de sabiduría podía estar           En cuanto al autor, el esplendor con el que Salomón
haciendo suyas experiencias ajenas, de las cuales hubie-       dotó a la corte de Jerusalén permite suponer que este
se tenido noticia. Se suelen mencionar Prov 4,3-9; 24,30-      rey favoreció el cultivo de la literatura sapiencial, y que
34; Ecl 1,12-2,26; Eclo 33,16-18; 51,13-22. Los rasgos au-     bajo su auspicio naciesen conjuntos de sentencias pro-
tobiográficos suelen ser expresados con la fórmula «he         verbiales. Pero también habría que reconocer la posibi-
visto» o «sé».                                                 lidad de que los maestros de los jóvenes aprendices de
                                                               escribas produjeran y, tal vez editaran, material de carác-
                                                               ter sapiencial.
La literatura onomástica                                       La fecha de composición es complejo determinarla, tra-
                                                               tándose de una agrupación de materiales diversos. Se
                                                               puede suponer que los dichos con contenido de tipo
     Es la antigua precursora de las enciclopedias mo-         agrícola pueden remontarse hasta los tiempos cana-
dernas. Se trata de listas de «nombres» (gr. onoma) que        neos. La sección de 22,17-23,14 guarda vinculación con
incluían todo tipo de cosas y fenómenos del mundo del          la sabiduría de Amenemope, con lo cual se puede re-
hombre y natural: razas, países, vegetales, aves, reptiles,    montar al II milenio aEC. La nota editorial de 25,1 men-
etc. Eran clasificaciones resultantes de la voluntad «sa-      ciona a «los hombres de Ezequías», así relaciona su
                                                               contenido con el periodo preexílico.
piencial» de poner orden en el mundo de la experiencia.
                                                               El propósito del libro está indicado al comienzo, a través
     No es extraño que Israel cultivase este tipo de saber     de cinco verbos en infinitivo con sentido de finalidad:
si tenemos en cuenta el abundante material de Egipto y
de Mesopotamia que se conoce. «[Salomón] trató sobre             «para conocer la sabiduría y la instrucción, para en-
árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que           tender las palabras profundas, para obtener una ins-
germina en la pared, y sobre animales, aves, reptiles y          trucción esmerada -justicia, equidad y rectitud- para
peces» (1 Re 5,13). Podríamos citar también textos como          dar perspicacia a los incautos, y al joven, ciencia y
Job 28; 36,27 - 37,13; 38 - 41; Eclo 43,1-26; Sab 7,17-20;       reflexión; Que escuche el sabio, y acrecentará su
14,25-26. Esta sabiduría de la naturaleza desempeña ge-          saber, y el inteligente adquirirá el arte de dirigir. Para
                                                                 entender los proverbios y las sentencias agudas,
neralmente la función de poner de manifiesto la gloria de
                                                                 las palabras de los sabios y sus enigmas» (1,2-6).
Dios en la creación y servir así de soporte al espinoso
problema de la existencia del mal en el mundo.

                                                                                                                              13
Las alabanzas de Israel
                                                                Frente a las acciones salvíficas de Dios, Israel no
                                                                permaneció mudo. No sólo se esforzó por
                                                                actualizarlas mediante narraciones históricas. Se
                                                                dirigió además personalmente a YHWH, lo alabó,
                                                                le formuló preguntas, se lamentó ante él de sus
                                                                sufrimientos. Porque YHWH no se eligió un pueblo
                                                                como objeto pasivo de su voluntad histórica, sino
Arpas judías. Moneda de Bar Kokhba, s. II EC.                   para dialogar con él.



El canto de victoria                                                 Estos poemas no se limitaron únicamente a enume-
                                                                rar y celebrar las intervenciones de YHWH, sino que to-


L
       a más antigua alabanza fue sin duda el canto que         maron también como objeto de su contemplación a Is-
       celebraba las intervenciones guerreras de YHWH.          rael, su actitud e incluso su defección. Así, YHWH había
       El canto de Moisés junto al Mar Rojo conserva el         encomendado a Israel el cultivo de la tradición
recuerdo de un puro milagro, en el que sólo YHWH inter-
vino (Ex 15,1-2). Muy diversa es el canto de Débora. Nos          «para que pusieran en Dios su confianza, no
describe con gran lujo poético la llegada de Dios a la            olvidaran las hazañas de Dios, y sus
batalla (Jue 5,3-5). El canto no se detiene a pensar sobre el     mandamientos observaran» (Sal 78,7).
modo cómo Dios intervino. Más bien, fueron las tribus
presentes en el combate las que ayudaron a YHWH:                     Pero a cada comprobación de las obras salvíficas de
                                                                Dios corresponde un acto de desprecio o rebelión por
  «Maldecid a Meroz, dice el Ángel de YHWH,                     parte del pueblo (78,8.17s.32.40.56s). Y mucho más som-
  maldecid, maldecid a sus moradores: pues no                   bría es la imagen que presenta el Sal 106, donde se des-
  vinieron en ayuda de YHWH, en ayuda de YHWH                   cribe la infidelidad continua de Israel sin intervalos de
  como los héroes» (Jue 5,23).                                  arrepentimiento y vuelta a Dios.
                                                                     Aún así, estos himnos jamás perdieron su carácter
     Es sobre todo en el culto donde Israel ha celebrado        de alabanza. El mismo verbo ydh significa tanto alabar
con su alabanza las intervenciones de Dios en la histo-         como confesar, trátese en este caso de la fidelidad de
ria. Los himnos históricos dependen de una esquema              YHWH como de la infidelidad de su pueblo.
canonizado de la historia salvífica cuya forma primitiva
subsiste en el credo de Dt 26,5ss. Un ejemplo de este tipo
de himnos lo encontramos en el salmo 136, a modo de             La glorificación del Juez
una simple enumeración de los hechos de la creación y de
la historia salvífica. En virtud de su amor eterno estable-          Tanto Israel como el antiguo Oriente conocía otra
ció una continuidad entre la creación y la salvación            especie de confesión de alabanza totalmente diversa, es
(136,4-12).                                                     decir, aquella en la que se reconocía la justicia de un
                                                                castigo divino. Se trata de una doxología judicial. Así lo
       Y María les entonaba el estribillo: «Cantad a            expresa la oración de Salomón durante la inauguración
     YHWH pues se cubrió de gloria, arrojando en el             del Templo de Jerusalén:
                     mar caballo y carro» (Ex 15,21)
                                                                  «Cuando tu pueblo Israel sea batido por su enemigo
                                                                  por haber pecado contra ti, si se vuelven a ti y alaban
                                                                  tu Nombre, orando y suplicando ante ti en esta Casa,
                                                                  escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu
                                                                  pueblo Israel y vuélvelos a la tierra que diste a sus
                                                                  padres» (1 Re 8,33s).

                                                                    En algunos casos el orante tiene la oportunidad de
                                                                alabar a la vez la justicia y la misericordia de Dios que ha
                                                                experimentado personalmente:

                                                                  «Yo te alabo, YHWH, pues aunque te airaste contra
                                                                  mí, se ha calmado tu ira y me has compadecido. He
                                                                  aquí a Dios mi Salvador: estoy seguro y sin miedo,
                                                                  pues YHWH es mi fuerza y mi canción, él es mi
                Mujeres arameas tocando cítaras                   salvación» (Is 12,1-2).

14
Lo esencial de estas alabanzas está en que siempre                                          Saltó la maza de las
se da la razón a Dios. Tal vez la excepción más dramáti-                                         manos de Baal, como
ca sea el himno que entona ante el Señor inaccesible y                                           un águila de sus dedos;
escondido el desesperado Job, que está convencido tanto                                          golpeó en la mollera al
de la justicia de Dios como de su propia inocencia (Job                                          Príncipe Yam, y así se
9,3-4.32-35).
                                                                                                 desplomó Yam, cayó en
                                                                                                 tierra (UT 137).
La acción de gracias
     La acción de gracias individual constituye el rever-                                           Algunos salmos hebreos pre-
                                                                                                    sentan imágenes análogas a
so luminoso de la sombría doxología judicial. En ella se                                            las usadas por los pueblos
hace referencia a un acto salvífico de experiencia perso-                                           vecinos, que ilustran la victo-
nal. Por eso, de una forma u otra, la narración de lo in-                                           ria del orden de la creación
cluido siempre forma parte de dichos cantos.                                                        sobre        las       fuerzas
                                                                                                    descontroladas. Un canto
     El orante se hallaba en una situación difícil de resol-                                        cananeo presentaba el en-
ver, invocó a YHWH, le prometió un sacrificio e hizo                                                frentamiento entre el benefi-
voto de alabarlo y YHWH lo ayudó:                                                                   cioso ritmo de las lluvias (per-
                                                                                                    sonificado en Baal) contra la
                                                                                                    inmensidad caótica del mar y
  «Con holocaustos entraré en tu Casa, te cumpliré mis                                              las inundaciones catastrófi-
  votos, los que pronunciaron mis labios, los que en la                                             cas (personificadas en Yam).
  angustia pronunció mi boca» (Sal 66,13s).

     Ahora bien, para hacer esta confesión no se dirige            Otras veces, sin embargo, la alabanza emplea la ima-
ya a Dios, sino a la comunidad:                                gen sobria de Gn 1, sin combate alguno contra el caos:

  «Venid a oír y os contaré, vosotros todos los que              «Por la palabra de YHWH fueron hechos los cielos,
  teméis a Dios, lo que él ha hecho por mí» (66,16).             por el soplo de su boca toda su mesnada... Pues él
                                                                 habló y fue así, mandó él y se hizo» (Sal 33,6.9).
     El orante desea manifestar ante la comunidad lo que
solo él ha experimentado en la intimidad de su persona,              Podría decirse que la presentación más mitológica
porque en una situación semejante todos han de com-            corresponde a las formas de alabanza más antiguas, como
portarse como él (Sal 22,23-25). Es como si tal experien-      una adaptación del culto agrícola cananeo realizada por
cia de salvación le hubiera sido concedida únicamente          las tribus de pastores hebreos recién llegados al país. En
para que la transmitiera a la comunidad.                       estos cantos se insiste en el aspecto puramente externo y
     El reconocimiento ante la comunidad de tales accio-       prodigioso de las relaciones entre YHWH y el mundo, e
nes de Dios y su justa y necesaria celebración se convier-     incluso, en su aspecto demoledor. El Salmo 29 es el ejem-
te con frecuencia en una ocasión de enseñanza moral            plo más imponente de esta forma de alabanza; al son de
para toda la asamblea:                                         siete truenos avanza sobre la tierra la tempestad destruc-
                                                               tora de YHWH sobre la tierra: Qol YHWH. Más allá del
  «Amad a YHWH, todos sus amigos; a los fieles                 tumulto terrestre, en el cielo los hijos de Dios y en el Tem-
  protege YHWH, pero devuelve muy sobrado al que               plo su pueblo cantan ¡Gloria! (29,1.9). Esta alabanza a
  obra por orgullo. ¡Valor, que vuestro corazón se
  afirme, vosotros todos que esperáis en YHWH!»
  (Sal 31,24-25).
                                                                  La voz divina que somete al caos
Las alabanzas al Creador                                          «La palabra que allá arriba hace que los cielos tiem-
                                                                  blen; la palabra que hace que acá abajo se estremez-
     La actividad de YHWH en la naturaleza es, junto a            ca la tierra; la palabra que aniquila a los Anunnaki...
la historia de la salvación, el otro gran tema de los him-        Su palabra hace temblar los cielos, hace estreme-
nos de Israel. Cuando Israel canta la creación del mundo          cerse la tierra... La palabra del Señor es la inunda-
utiliza con toda naturalidad las concepciones fuertemen-          ción que surge por una tormenta, que oscurece el
te mitológicas de la lucha contra el caos, a diferencia del       rostro; la palabra de Marduk es una inundación que
modo más teológicamente sobrio del relato de la crea-             vence a la presa. Su palabra arrastra grandes arbus-
ción. En Gn 1 el caos primordial es ordenado por la pala-         tos de loto; su palabra es tempestad, lo carga todo
                                                                  con pesadez. La palabra de Enlil viene como hura-
bra divina que hace aparecer todas las cosas (1,2.6-7). En
                                                                  cán, sin que el ojo la vea».
cambio, en las oraciones se evoca un combate de Dios con
las aguas arrogantes y con el dragón que las personifica:               Citado en H-J. KRAUS, Los salmos I, Salamanca,
                                                                                                           1993, p.531.
  «Tú domeñas el orgullo del mar, cuando sus olas se
  encrespan las reprimes; tú machacaste a Rahab lo             Como hacen los salmos israelitas con YHWH, en Babilonia los him-
  mismo que a un cadáver, a tus enemigos dispersaste           nos también celebran la poderosa voz de Enlil y Marduk, que resue-
  con tu potente brazo» (Sal 89,10-11).                        na como un trueno.


                                                                                                                                 15
YHWH como Dios de la tormenta señala la probabilidad          Amenofis IV (c. 1350-1334 aEC) fue
de que se haya transmitido un himno cananeo a Baal,           el último soberano de la XVIII dinastía
                                                              del Imperio Nuevo y se destacó por
con su descripción de una teofanía, sin una revisión ra-      imponer el culto al dios Atón,
dical por parte de la tradición israelita.                    el disco solar, al que consideraba
      En cambio, se puede decir que, en general, los him-     como un espíritu universal y omnipre-
nos más recientes se orientan más bien hacia el suave y       sente y el único
                                                              creador del universo.
admirable orden establecido por Dios, la fidelidad del        Después de instituir la nue-
mundo a sus propias leyes, el curso de los astros, la va-     va religión, cambió su nom-
riedad de los fenómenos meteorológicos y los frutos que       bre real de por Akhenatón
brotan de la tierra. Si tomamos el Sal 104, podremos per-     y trasladó la capital de
                                                              Tebas a Akhetatón, en el
cibir que su autor recibió una inspiración semejante a la     actual emplazamiento de
del redactor de Gn 1. En ambos textos se aprecia el inte-     Tell el-Amarna, una nueva
rés por el aspecto técnico de la actividad creadora de        ciudad dedicada a Atón.
Dios, abundando en los detalles concretos. Por tanto re-
vela una mentalidad más racional acorde al pensamien-
to científico de la época, tal como aparece consignado los
catálogos de realidades naturales redactados en Egipto.
      De un modo muy particular el Sal 104 presenta una
estrecha vinculación con el pensamiento egipcio, como
se aprecia observando el himno al Sol del faraón Amen-
hotep IV (Akhen-Aton). En este antiguo himno egipcio se          Himno egipcio al Dios único Atón
canta la dependencia contínua del mundo respecto al
Disco Solar. También nuestro Salmo enuncia desde la fe           «¡Cuán numerosas son tus creaciones! Están ocul-
que el mundo en cada momento necesita ser sustentado             tas al rostro de los hombres, oh Dios único, al que
por Dios. Si YHWH se alejara del mundo por un instan-            ningún otro es semejante.
te, todo se desvanecería de inmediato:                           Tú creaste la tierra según tu deseo cuando estabas
                                                                 solo: hombres, rebaños, pequeños animales, todo lo
  «Escondes tu rostro y se anonadan, les retiras su              que hay en el suelo y camina sobre sus patas, lo que
  soplo, y expiran y a su polvo retornan. Envías tu              está en el aire y vuela con sus alas, los países extran-
  soplo y son creados, y renuevas la faz de la tierra»           jeros: Siria, Sudán y el país de Egipto.
  (104,29-30).                                                   Tú pones a cada uno en su sitio y creas lo que nece-
                                                                 sita. Cada uno tiene lo que necesita para comer y la
     También es importante señalar que YHWH no sólo              duración de su vida está calculada...
es alabado a causa de la creación, sino que también ella         Cuando te pones en el horizonte occidental, la tierra
misma es la ejecutora de dicha alabanza (Sal 19,2-5). Más        está en tinieblas, como en la muerte. Los hombres
tarde, al testimonio de la creación se asoció el testimonio      duermen en sus habitaciones, la cabeza velada; nin-
de la historia salvífica, completando el canto con una           guno de ellos puede ver a otro...
alabanza de la torah:                                            Los leones salen de sus cuevas, las serpientes duer-
                                                                 men. La oscuridad es la de un horno. La tierra yace
  «La ley de YHWH es perfecta, consolación del alma,             en silencio, pues el que la ha creado descansa en su
  el dictamen de YHWH, veraz, sabiduría del sencillo»            horizonte...
  (19,8).                                                        La tierra ha venido a la existencia por tu mano, pues
                                                                 la has creado. Cuando te levantas, se vive; cuando te
     Puesto que el testimonio de la creación no se puede         acuestas, se muere.
escuchar con palabras, por eso Israel le dedicó esta ala-
                                                                 Tú mismo eres la duración de la vida; se vive de ti».
banza a la revelación personal de YHWH a su pueblo en
particular.

Las alabanzas al Rey eterno                                     Sal 97,1-2: Reina YHWH! ¡La tierra exulte, alégrense
                                                              las islas numerosas! Nube y Bruma densa en torno a él,
Existe una serie de cantos que contienen la aclamación        Justicia y Derecho, la base de su trono.
«¡YHWH reina!». Éstos son los siguientes:                        Sal 98,5-6: Salmodiad para YHWH con la cítara, con
                                                              la cítara y al son de la salmodia; con las trompetas y al
  Sal 24,10: YHWH Sebaot, él es el rey de gloria.             son del cuerno aclamad ante la faz del rey YHWH.
  Sal 47,3: Porque YHWH, el Altísimo, es terrible, Rey           Sal 99,1-2: Reina YHWH, los pueblos tiemblan; se
grande sobre toda la tierra.                                  sienta en querubines, la tierra se estremece; grande es
  Sal 93,1: Reina YHWH, de majestad vestido, YHWH             YHWH en Sión.
vestido, ceñido de poder, y el orbe está seguro, no vacila.        Para entender estos cantos es necesario observar que
  Sal 96,10: Decid entre las gentes: «¡YHWH es rey!» El       en algunos textos importantes la expresión reina se apli-
orbe está seguro, no vacila; él gobierna a los pueblos        ca también a señores terrenos. La proclamación del nue-
rectamente.                                                   vo rey se realizaba, por ejemplo, con esta invocación:

16
«Absalón es rey en Hebrón» (2 Sa 15,10)                        «Cuando los dioses, sus padres, vieron el resultado
  o «Jehú es rey» (2 Re 9,13).                                   de su oráculo, se alegraron y le rindieron homenaje,
                                                                 diciendo: «Marduk es rey». Le impusieron luego la
      La expresión decid entre las gentes: «¡YHWH es rey!»       corona, el cetro y el manto»
permite concluir que en los cantos mencionados se te-
nían presentes las palabras del anuncio de la proclama-                                                 citado por H. Gunkel,
ción de un soberano. Tales cantos celebran, por consi-                                            Introducción a los salmos,
guiente, la entronización de YHWH.                                                                      Valencia 1983, p.111
      El hecho de que los cantos sitúen la frase es rey en un
lugar destacado y que estén llenos de imágenes caracte-                                   La idea de que alguien sea constituido
rísticas de la ceremonia de entronización, permite supo-                                   rey aparece ya en el poema babilonio
                                                                                                de la creación: La misma idea fue
ner, no sólo que aprueban la aplicación del título de rey a                                aplicada a YHWH por los profetas en
YHWH, sino también que se inspiran en los poemas rea-                                        Israel, poniendo su esperanza en el
les y trasladan sus motivos a un plano espiritual.                                         dominio definitivo de Dios en la ciudad
      Las particularidades de esta fiesta son todavía una                                santa, «cuando reine YHWH Sebaot en
                                                                                          el monte Sión y en Jerusalén, y esté la
cuestión discutida, pero dos cosas parecen probables: la                                  Gloria en presencia de sus ancianos»
fiesta celebraba en forma de drama la entronización de                                                                 (Is 24,23).
YHWH sobre el mundo, y era además una fiesta desbor-
dante de alegría. El Salmo 24 nos puede ofrecer, a través
de los versículos 7-10, una muestra del ceremonial de
esta fiesta:

      Un grupo de participantes en el culto se halla de pie
ante las puertas del santuario. Solicitan que se abran las
puertas para que «entre el Rey de la gloria» (v. 7.9).
      A este grupo reunido para una procesión se le pre-
gunta dos veces: «¿Quién es el Rey de la gloria?» (v.8.10).
     Esto supone un canto antifonal muy probablemente           Le agrada a Dios más la música que la carne inmolada:
conectado con la entrada del Arca en el Templo de Jeru-
salén, y es la ocasión para proclamar «YHWH Sebaot, él            «El nombre de Dios celebraré en un cántico, le
es el rey de gloria».                                             enzalsaré con la acción de gracias; y más que un
                                                                  toro agradará a YHWH, más que un novillo con
    También era la ocasión de recordar al pueblo las              cuernos y pezuñas» (Sal 69,31-32).
condiciones para ser admitidos en el recinto sagrado:
                                                                     Estas aclamaciones provienen de las tradiciones de
  El de manos limpias y puro corazón, el que a la               los cantores del templo, quienes, sin duda, tenían sus
  vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura. Él              buenas razones para oponer su concepción un tanto re-
  logrará la bendición de YHWH, la justicia del Dios            volucionaria del culto a la defendida entonces por la cla-
  de su salvación. Tal es la raza de los que le buscan,         se superior, los sacerdotes. Tales afirmaciones eran, pues,
  los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob» (v.4-6).        exageradas y, seguramente, sus mismos autores las con-
                                                                sideraban radicales, aptas para sacudir del pueblo esa
                                                                seguridad que amenazaba incesantemente el culto sacri-
El sacrificio de alabanza                                       ficial. Pero eso no significaba que se pretendía una susti-
                                                                tución de los sacrificios materiales. No hay que olvidar
En algunos textos podemos percibir claramente que el            que los profetas a veces condenan tanto el sacrificio san-
canto de himnos acompañaba el ofrecimiento de los sa-           griento como los cantos cuando no hay una adecuada
crificios en elTemplo (2 Cro 29,29-30; Eclo 50,17-18). Pero     actitud de corazón que los respalde:
en otros textos, el sacrificio de alabanza es mencionado
en situación de superioridad respecto al sacrificio de            «Si me ofrecéis holocaustos no me complazco en
animales:                                                         vuestras oblaciones, ni miro a vuestros sacrificios
                                                                  de comunión de novillos cebados. ¡Aparta de mi
  «No es por tus sacrificios por los que te acuso:                lado la multitud de tus canciones, no quiero oír la
  ¡están siempre ante mí tus holocaustos! No tengo                salmodia de tus arpas!» (Am 5,22-23).
  que tomar novillo de tu casa, ni machos cabríos de
  tus apriscos... El que me ofrece sacrificios de acción
  de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré          Una vida en la alabanza
  la salvación de Dios» (Sal 50,8-9.23).
                                                                Algunas afirmaciones insisten en afirmar que en la muerte
Otras veces como equivalente del sacrificio vespertino:         no existe alabanza posible:

  «Valga ante ti mi oración como incienso, el alzar de            «Porque en la muerte nadie de ti se acuerda; en el
  mis manos como oblación de la tarde» (Sal 141,2).               sheol, ¿quién te puede alabar?» (Sal 6,6).

                                                                                                                             17
«¿Acaso para los muertos haces maravillas, o las som-          «Los que duermen cantan juntos tu belleza, cuan-
bras se alzan a alabarte?» (Sal 88,11).                        do brilla ante ellos tu rostro... cuando pasas de
     Con la muerte terminaba la participación del indivi-
duo en el culto; los muertos se hallaban excluidos de la
                                                               largo junto a ellos, les rodea la oscuridad y cada
alabanza que se daba a Dios en sus obras: «No alaban           uno yace de nuevo en su féretro»
los muertos a YHWH, ni ninguno de los que bajan al
                                                                                                    citado en G. von Rad,
Silencio; nosotros, los vivos, a YHWH bendecimos desde
                                                                                                     Teología del Antiguo
ahora y por siempre» (Sal 115,17).                                                                          Testamento I,
     Frente a la muerte, la fe yahvista se postraba intran-                                             Salamanca 1993,
sigente. La muerte separaba para siempre al hombre de                                                               p.452
YHWH. Por eso no era extraño que el orante gravemente
enfermo le recordara a YHWH que su muerte perjudica-
ba en primer lugar a la gloria de Dios: «¿Qué ganancia en
mi sangre, en que baje a la fosa? ¿Puede alabarte el polvo,
anunciar tu verdad?» (Sal 30,10). Pero esta visión pesi-
                                                                                                    Estela del arpista
mista en torno a la muerte es, al mismo tiempo, una con-                                            Djedkhonsuiuefankh.
sideración de la alabanza como la forma de vida más                                                 La antropología egipcia
propia del hombre: «nosotros, los vivos, a YHWH bende-                                              era más bien optimista,
cimos desde ahora y por siempre» (Sal 115,18). Por tanto,                                           con su clara creencia
                                                                                                    en la vida ultraterrena.
alabar a Dios y no alabarle se contraponen como la vida                                             Para los egipcios, los
y la muerte. La alabanza se convierte en el más elemental                                           muertos sí pueden
de los signos de vida.                                                                              alabar a sus dioses:



La composición de los salmos                                    «David estableció los levitas que habían de hacer el
                                                                servicio delante del arca de YHWH, celebrando,
¿Cuándo fueron compuestos los cánticos que han llegado          glorificando y alabando a YHWH, el Dios de Israel.
hasta nosotros? Primitivamente toda la poesía sálmica           Asaf era el jefe; Zacarías era el segundo; luego Uzziel,
se habría transmitido de manera anónima. Tal vez sólo           Semiramot, Yejiel, Mattitías, Eliab, Benaías, Obededom
los salmos compuestos personalmente por David llevaran          y Yeiel, con salterios y cítaras» (1 Cro 16,4-5).
originalmente la anotación correspondiente.
                                                                    No ha por qué dudar que sea históricamente válido
  Los salmos más antiguos pueden reconocerse por el            el elogio que Ben Sirá hace de David:
lenguaje arcaico y sus imágenes que nos remontan al
mundo cananeo. Esto lo vemos en las alusiones como:             «Con todo su corazón entonó himnos, mostrando su
                                                                amor a su Hacedor. Ante el altar instituyó salmistas y
«YHWH que desgaja los cedros del Líbano» (Sal 29,5)             con sus voces dio dulzura a los cantos» (Eclo 47,8-9).
«Shadday que dispersa a los reyes» (Sal 68,15).
                                                                    En la narración de la historia de David se conserva-
Podrían remontarse a los siglos XII y XI aEC, es decir, a      ron algunos salmos que forman también parte de la co-
los tiempos de los jueces.                                     lección canónica:

  La tradición sobre la Salida de Egipto y la Revelación del    «David dijo a YHWH las palabras de este cántico el
Sinaí, en cuanto historia de salvación, se iba actualizan-      día que le salvó YHWH de la mano de todos sus ene-
do constantemente en el culto:                                  migos y de la mano de Saúl» (2 Sa 22,1ss||Sal 18)

  «Escucha mi ley, pueblo mío, tiende tu oído a las             «Aquel día David, alabando el primero a YHWH,
  palabras de mi boca; voy a abrir mi boca en parábo-           entregó a Asaf y a sus hermanos este canto» (1 Cro
  las, a evocar los misterios del pasado» (Sal 78,1-2).         16,7||Sal 105, 96 y 106).

     Por eso es posible que la poesía cultual de períodos          Pero los transmisores y compiladores de salmos
posteriores recogiera dichos acontecimientos, contenidos       habrían hecho un uso bastante generoso de la rúbrica
en una tradición ya consolidada y los reprodujera. Inclu-      Salmo de David. Para realzar suficientemente el hecho de
so es posible que llegara a citar al Pentateuco en su forma    David compositor asignarían a los cánticos de oración
escrita definitiva (siglo V aEC).                              individual (cuya fecha y circunstancias se podría ubicar
                                                               en cualquier lugar de la historia) el título De David.
  La época de David es uno de los acontecimientos his-
tóricos fundamentales a los que se hace referencia cons-         Los llamados Salmos del Rey corresponden casi con
tantemente en los Salmos. El hecho de que David trasla-        seguridad a la época de la monarquía.
dara a Jerusalén el Arca de la Alianza, foco sagrado de la
confederación de las Doce tribus de Israel, significó la         La mayoría de los cánticos de oración individual y los
institución de Sión como centro del culto:                     cánticos de alabanza pueden ser anteriores al destierro.

18
Algunos Salmos evocan la destrucción de Jerusalén y
la cautividad consecuente:                                      El libro de los Salmos
  «Prendieron fuego a tu santuario, por tierra                  Tehillim o Cánticos de alabanza (Biblia Hebrea)
  profanaron la mansión de tu nombre» (Sal 74,7)                Psalmoi (Biblia Griega - LXX)
                                                                Psalterium (Biblia Vulgata Latina)
  «Oh Dios, han invadido tu heredad las gentes, han
  profanado tu sagrado Templo; han dejado en ruinas             Este libro suele se ubica en el canon en la tercera parte
  a Jerusalem, han entregado el cadáver de tus siervos          o ketubim (hebr. Escritos). En la Biblia Griega encabeza
  por comida a los pájaros del cielo, la carne de tus           el segundo volumen: los Poetas y Profetas.
  amigos a las bestias de la tierra» (Sal 79,1-2)               Existe diferencia de numeración entre ambas versiones,
                                                                debido a la división o agrupación de algunos salmos.
  «A orillas de los ríos de Babilonia estábamos sentados
                                                                      Texto Hebreo            Texto Griego
  y llorábamos, acordándonos de Sión; en los álamos
  de la orilla teníamos colgadas nuestras cítaras» (Sal               Sal 1-8                 Sal 1-8
  137,1-2).                                                           Sal 9-10                Sal 9 a-b
                                                                      Sal 11-113              Sal 10-112
                                                                      Sal 114-115             Sal 113 a-b
     Se podría decir que los cánticos de oración comunidad,           Sal 116,1-9             Sal 114
en la mayoría de los casos, se refiere a ese suceso.                  Sal 116,10-19           Sal 115
                                                                      Sal 117-146             Sal 116-145
  Otros salmos, en cambio, cantan la alegría del retorno:             Sal 147,1-11            Sal 146
                                                                      Sal 147,12-20           Sal 147
                                                                      Sal 148-150             Sal 148-150
  «Propicio has sido, YHWH, con tu tierra, has hecho
  volver a los cautivos de Jacob; has quitado la culpa          La liturgia romana sigue la numeración de la Biblia griega.
  de tu pueblo, has cubierto todos sus pecados, has
                                                                Algunos Salmos se repeten dentro y fuera del Salterio.
  retirado todo tu furor, has desistido del ardor de tu         Las equivalencias son las siguientes:
  cólera» (Sal 85,2-4)
                                                                          Sal 18        2 Sam 22
  «Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión,                    Sal 14        Sal 53
  como soñando nos quedamos» (Sal 126,1).                                 Sal 70        Sal 40,13-17
                                                                          Sal 108       Sal 57,8-12 y Sal 60,7-14

   Podemos suponer que los salmos que contienen re-             El Salterio es la agrupación de cinco libros de Salmos.
flexiones en torno a la Torah son los más tardíos, puesto       Podemos conocer la extensión de esos libros, porque
que reflejan la piedad del período post-exílico.                cada uno termina con una fórmula de glorificación a Dios.
                                                                Este cuadro nos de una visión de conjunto:
     Es difícil, por tanto, afirmar quiénes han sido real-      I. Sal 1-41: ¡Bendito sea YHWH, Dios de Israel, desde siempre
mente los autores de los salmos. Podríamos partir del           hasta siempre! ¡Amén! ¡Amén!
supuesto de que la gran mayoría de los salmos fueron
                                                                II. Sal 42-72: ¡Bendito sea YHWH, Dios de Israel, el único que
obra de sacerdotes y de cantores del Templo, que prepa-         hace maravillas! ¡Bendito sea su nombre glorioso para siempre,
raban las liturgias y los formularios, ya que el Templo         toda la tierra se llene de su gloria! ¡Amén! ¡Amén! Fin de las
era el ámbito habitual donde se cantaban los salmos.            oraciones de David, hijo de Jesé.
     Para escribir los cánticos de oración y los cánticos de    III. Sal 73-89: ¡Bendito sea YHWH por siempre! ¡Amén! ¡Amén!
acción de gracias individuales, los sacerdotes y los cantores   IV. Sal 90-106: ¡Bendito sea YHWH, Dios de Israel, desde siempre
del Templo pudieron inspirarse en testimonios persona-          hasta siempre! Y el pueblo todo diga: ¡Amén!
les. Un israelita que se había visto libre de su desgracia
                                                                V. Sal 107-150: ¡Todo cuanto respira alabe a YH! ¡Halelu-Yah!
haría que el relato de lo sucedido y su acción de gracias
fuera descrito por los sacerdotes y cantores en un cántico
                                                                Algunas pistas permiten aproximarnos a la fecha en la
de oración. A la vez haría que quedara constancia de todo       cual el Salterio ya debía ser una colección completa:
ello en una estela o en un rollo, como podría estar insi-
nuando el siguiente texto:                                         El Salterio ya era una colección de escritos sagrados
                                                                en la época de Jesús, porque él los menciona como una
                                                                unidad literaria: «Es necesario que se cumpla todo lo
  «Dije entonces: Heme aquí, que vengo; en el rollo del         que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en
  libro se ha escrito sobre mí» (Sal 40,8).                     los Salmos acerca de mí» (Lc 24,44).
                                                                  El Libro canónico debía estar ya concluido antes de la
     Cuando cualquier persona llegara al Templo para
                                                                aparición de los llamados Salmos de Salomón (63-30
su oración o su acción de gracias, los sacerdotes y cantores    aEC), que no fueron incluidos en el mismo, sino en otro
le proporcionarían los formularios redactados anterior-         volumen.
mente en base a los testimonios de algún otro orante.
                                                                  Tal vez antes de que se traduzca el Eclesiástico (190
     Así pudo formarse el himnario y libro de oración del
                                                                aEC), que alude a «la Ley, los Profetas y los otros Libros
Templo de Jerusalén o Libro de los Salmos, que recoge el        de los antepasados» (8-10). Los Salmos pudieron en-
tesoro de los viejos himnos y oraciones de Israel com-          cabezar el tercer grupo.
puesto a lo largo de un milenio.

                                                                                                                                19
Géneros de Salmos

1- Cánticos de Alabanza (tehillah)                                  De este modo un profeta en el destierro cantaba la
                                                               gloria del Dios que daría a su pueblo la libertad, como ya
                                                               lo había hecho en el pasado. Por eso proclamaba una
                                                               buena nueva:
A- Himno Imperativo
                                                                 «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del
Su contexto vital es el culto habitual. Su motivación es la      mensajero que anuncia la paz, que trae buenas
experiencia de la actuación histórica de YHWH. Consti-           noticias, que anuncia salvación, que dice a Sión:
tuye una interpelación a la conciencia nacional de Israel        «Ya reina tu Dios!» (Is 52,7).
desde la acción divina que lo ha favorecido como pueblo.
                                                                    Aunque esas expectativas no se vieron cumplidas
       Sal 96: «¡Cantad a YHWH un canto nuevo!».               después del exilio, sin embargo se continuó esperando
       Sal 98: «¡Cantad a YHWH un canto nuevo!».               un futuro mejor para Jerusalén (Is 62,1; 62,4-5). Por tanto,
       Sal 100: «¡Aclamad a YHWH, toda la tierra!».            el canto de estos Salmos durante la época del Segundo
       Sal 136: «¡Dad gracias a YHWH, porque es bueno!»        Templo (marcada por la dominación extranjera y el an-
                                                               helo de la redención de Israel) mantenía viva la confian-
     La serie 93-100 tiene por objeto el reinado de YHWH:      za del pueblo en YHWH el Rey del mundo y Señor de las
                                                               naciones, más allá de la falta de autonomía nacional.
  «Reina YHWH, de majestad vestido, YHWH                            Tales expresiones se caracterizan por la exclusivi-
  vestido, ceñido de poder, y el orbe está seguro, no          dad de la acción divina en la creación y en la historia:
  vacila» (Sal 93,1).
                                                                 «Él solo hizo maravillas, porque es eterno su amor»
     El contenido de estos salmos evoca en ocasiones las         (136,4).
últimas partes del libro de Isaías, al final del exilio y en
los primeros años después del retorno. Incluso pudieron             Israel es el objeto mudo y pasivo de la actividad de
inspirarse en algunos de esos versos proféticos:               YHWH. La enumeración de las hazañas de YHWH tal
                                                               vez fueran cantadas por un solista, mientras que la for-
  «Cantad a YHWH un cántico nuevo, su loor desde               mula de acción de gracias constantemente repetida era
  los confines de la tierra. Que le cante el mar y             cantada por la asamblea de la comunidad.
  cuanto contiene, las islas y sus habitantes... YHWH               Este himno litánico podía formar parte de una litur-
  como un bravo sale, su furor despierta como el de            gia de Postración ante YHWH, como aparece indicado
  un guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos           expresamente en otros Salmos de la serie Sal 93ss:
  se muestra valeroso» (Is 42,10. 13).
                                                                 «Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante
                                                                 YHWH que nos ha hecho!» (Sal 95,6)

                                                                 «Exaltad a YHWH nuestro Dios, postraos ante el
                                                                 estrado de sus pies, Santo es él» (Sal 99,5).

                                                                    La concentración de temas relativos al Éxodo y a la
                                                               travesía por el desierto lo hacía indicado para la fiesta de
                                                               la Pascua. La Biblia de Jerusalén señala que era llamado
                                                               Gran Hal-lel y era recitado después del pequeño Hal-lel
                                                               (Sal 113-118).

                                                               B- Himno del Individuo
                                                               La alabanza parte de todo hombre que se maravilla con-
                                                               templando la condición que Dios le ha dado y el lugar al
                                                               que lo ha destinado en medio de todas sus demás obras.

                                                                     Sal 8: «¡Oh YHWH, Señor nuestro, qué glorioso tu
                                                                  nombre por toda la tierra!».
                                                                     Sal 104: «¡Alma mía, bendice a YHWH!».

                                                                   Todo lo enunciado por el Salmo 8 es una referencia
                                                               a un orden divino irrevocable. El hombre pertenece al
                                                               mundo de Dios y Dios lo ha bendecido con increíbles
                                                               derechos para ejercer dominio. Más allá de su existencia

20
«Todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y
                                                            la gloria de YHWH sobre la Casa, se postraron rostro
                                                            en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron a
                                                            YHWH porque es bueno, porque es eterno su amor...
                                                            Los sacerdotes atendían a su ministerio, mientras los
                                                            levitas glorificaban a YHWH con los intrumentos que
                                                            el rey David fabricó para acompañar los cánticos de
                                                            YHWH, porque es eterno su amor, ejecutando los
                                                            cánticos compuestos por David. Los sacerdotes
                                                            estaban delante de ellos tocando las trompetas, y todo
                                                            Israel se mantenía en pie»
                                                                                                                      (2 Cro 7,3.6).


                                                            El gesto de postración en el Templo atestiguado en los Salmos,
                                                            aparece también en la obra del Cronista, el teólogo de la restauración
                                                            cultual durante el retorno del exilio. Así, evoca la postración durante la
                                                            dedicación del Primer Templo, al ritmo de la repetición del estribillo del
                                                            salmo litánico 136



perecedera, el salmista tiene conciencia de que el hombre         los pecadores en la tierra, y ya no más existan los
está destinado a alabar a Dios.                                   impíos! ¡Bendice a YHWH, alma mía!» (104,33-35).
     El hombre que ha descubierto su superioridad sobre
las demás creaturas es incapaz de expresar este hecho
alabándose a sí mismo. Sólo encuentra palabras de ala-          2- Cánticos de oración (tefillah)
banza dirigida a Dios, como son las del estribillo de co-
mienzo y final de este salmo.
     También es conciente que su designación como ad-
ministrador del mundo no está fundamentada en él mis-           A- Oración del Individuo
mo, ya que es sumamente pequeño y desvalido en medio
de la inmensidad del universo creado por Dios. De ahí           En las primeras palabras aparece la invocación a YHWH,
que se pregunte admirado:                                       seguida, a veces, de una autodescripción de la desdicha
                                                                del orante, de la súplica o el deseo ardiente. También se
  «¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo        expresa la confianza o la inocencia del orante.
  de Adam para que de él te cuides?» (8,5).
                                                                       Sal 8: «¡Oh YHWH, Señor nuestro, qué glorioso tu
     El Salmo 104, representativo de la consideración is-           nombre por toda la tierra!».
raelita del universo, nos muestra el mundo de un modo                   Sal 104: «¡Alma mía, bendice a YHWH!».
muy distinto respecto a la imagen que tiene del mismo la               Sal 7: «YHWH, Dios mío, a ti me acojo».
cultura occidental. No trata de la naturaleza, que es un                Sal 62: «En Dios sólo el descanso de mi alma».
objeto de observación, un ser regido por leyes estables
que manifiestan su armonía. Israel piensa en el mundo,              En el Sal 16 el orante busca protección y YHWH ha
no como un cosmos ordenado, sino como un obrar contínuo         respondido dando una palabra de consejo que lo confir-
de Dios. El mundo vive de la acción creadora de Dios, que       ma en la confianza. Por medio de esa palabra se ha reve-
obra renovadamente y sin cesar. Sin él muere:                   lado al Salmista como quien señala siempre hacia la vida,
                                                                como un Dios bondadoso. Por eso el orante edifica exclu-
  «Les retiras su soplo, y expiran y a su polvo retornan.       sivamente su existencia sobre ese fundamento que es
  Envías tu soplo y son creados, y renuevas la faz de la        YHWH mismo:
  tierra» (104,29-30).
                                                                  «Pongo a YHWH ante mí sin cesar; porque él está a
     La gloria de Dios que se manifiesta en sus acciones          mi diestra, no vacilo» (16,8).
en la creación hace anhelar la luz de un mundo nuevo y
distinto, en el que no haya ya lugar para los malvados.              En el transfondo de la confianza del Sal 23 hay un
En ese mundo el hombre no podrá menos que reaccionar            peligro concreto. El orante tiene enemigos, su vida está
con una alabanza cotidiana por las obras de YHWH,               amenazada. Pero en el Templo el perseguido encuentra
conciente de la dependencia en que vive:                        protección para su vida. Tenemos dos ejemplos de perso-
                                                                nas que, temiendo a su enemigo, buscaron resguardar su
  «A YHWH mientras viva he de cantar, mientras exista           vida en el Santuario:
  salmodiaré para mi Dios. ¡Oh, que mi poema le com-
  plazca! Yo en YHWH tengo mi gozo. ¡Que se acaben                   a Adonías se le respeta la vida (1 Re 1,50).

                                                                                                                                    21
a Joab no (1 Re 2,28-35), porque según el mandato             Aprovecha la oportunidad, también, para persua-
  divino de Ex 21,14:                                         dir a todos los oprimidos que ningún poder humano
                                                              puede hacer frente al justo juicio de Dios:
  «Al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía,
  hasta de mi altar le arrancarás para matarle»                 «Un soplo solamente los hijos de Adam, los hijos de
                                                                hombre, una mentira» (62,10).
Así las palabras del Salmo redieren un asilo protector :
                                                                  Y a los opresores les advierte:
  «Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días
  de mi vida; mi morada será la casa de YHWH a lo               «No os fiéis de la opresión, no os ilusionéis con la
  largo de los días» (23,6).                                    rapiña; a las riquezas, cuando aumenten, no
                                                                apeguéis el corazón» (62,10).
      YHWH pasa a ser el anfitrión que, de acuerdo a las
normas de hospitalidad oriental, garantiza la seguridad
de su huésped, como Lot con los enviados divinos en Sodo-     B- Oración de la comunidad
ma (Gn 19,8), o como el forastero habitante de Guibeá con
el levita de Efraím (Jue 19,23). YHWH protege a su hués-      Después de la invocación a YHWH, se ofrece una retros-
ped agasajándolo y honrándolo magníficamente.                 pectiva histórica que contempla la labor de salvación rea-
                                                              lizada por YHWH en tiempos anteriores y que culmina
  «Tú me preparas una mesa frente a mis enemigos» (23,6)      con un llamamiento al Dios de Israel para que confirme
                                                              su fidelidad salvadora. La descripción de las desdichas,
     Podría referirse al convite que acompaña el sacrifi-     los clamores pidiendo ayuda, las reflexiones y las pre-
cio de acción de gracias. Pero, teniendo en cuenta la si-     guntas determinan la parte principal de la oración.
tuación de persecución del orante, podría indicar que
sus enemigos presencian su sacrificio acepto a Dios y se            Sal 44: «Oh Dios, con nuestros oídos lo oímos»
persuaden de la protección divina sobre él.                          Sal 126: «Cuando YHWH hizo volver a los
                                                                 cautivos de Sión»
     El Sal 7 trata de una situación semejante a la del
Salmo anterior, pero en este caso hay, no sólo un pedido           En el Sal 44 es la nación entera la que se encomienda
de protección, sino también una apelación al Juez justo       al juicio de Dios en una situación de fracaso ante una
que todo lo ve y conoce la inocencia o la culpa.              agresión extranjera:
     El que ha huido al Santuario afirma su inocencia y
se somete, mediante este de juramento de purificación, al       «Y con todo, nos has rechazado y confundido, no
juicio divino, aceptando cualquier desgracia como justo         sales ya con nuestras tropas, nos haces dar la espalda
castigo en el caso de ser culpable, pero también solicitan-     al adversario, nuestros enemigos saquean a placer»
do a Dios esos mismos males para su acusador en caso            (44,10-11).
de ser él inocente:
                                                              También el pueblo entero es conciente de su inocencia:
  «Cavó una fosa, recavó bien hondo, mas cae en el
  hoyo que él abrió; revierte su obra en su cabeza, su          «Nos llegó todo esto sin haberte olvidado, sin haber
  violencia en su cerviz recae» (7,16-17).                      traicionado tu alianza. ¡No habían vuelto atrás

     Esta situación cultual se describe en la oración pro-
nunciada por Salomón el día en que el Arca de la Alian-
za fue introducida por primera vez en el Santuario:

  «Cuando un hombre peque contra su prójimo y éste
  pronuncie una imprecación sobre él haciéndole ju-
  rar delante de tu altar en esta Casa, escucha tú desde
  los cielos y obra; juzga a tus siervos, declarando cul-
  pable al malo, para hacer recaer su conducta sobre
  su cabeza y declarando inocente al justo para darle
  según su justicia» (1 Re 8,31-32).

     En el Sal 62 de nuevo un refugiado en el Templo
apela al juicio de Dios. Allí aguarda la sentencia absolu-
toria de Dios. Ante la comunidad se acoge al juicio inmi-
nente, pero manifiesta su inocencia y su confianza:

  «Dios ha hablado una vez, dos veces, lo he oído: Que
  de Dios es la fuerza, tuyo, Señor, el amor; y: Que tú
  pagas al hombre con arreglo a sus obras» (62,12-13).

22
Así se puede celebrar el retorno y, a la vez, seguir
   Oración de la comunidad perseguida                         suplicando. La súplica confirmaba la confianza de que
                                                              YHWH cambiará la situación. Igual que se transforma el
   «No sabemos con seguridad quién fue el autor del           desierto al llegar las lluvias, llenándose sus wadi de co-
   salmo. Pero, eso sí, consta claramente que fue com-        rrientes impetuosas.
   puesto por alguien distinto de David. Las lamentacio-
   nes que contiene encajan muy bien en la época des-
                                                              C- Acción de gracias individual (todáh)
   graciada y calamitosa en la que hacía sus estragos
   la tiranía brutal de Antíoco, a menos que queramos
   darle mayor amplitud a la época, ya que, después del
                                                                  Estrechamente unido a la súplica, supone que se ha
   regreso del destierro, no hubo prácticamente ningún
   tiempo que estuviera libre de grandes calamidades».        producido la salvación que lo saca de la desgracia.

                     Calvino, Comentario del Salmo 44           Sal 30: Nos describe cómo el orante, debido a una gra-
                                                              ve enfermedad, había sido arrancado de una felicidad
                                                              sin preocupaciones hasta llegar a tener la terrible expe-
                                                              riencia de sentir el ocultamiento de Dios:
  nuestros corazones, ni había dejado nuestros pasos
  tu sendero, para que tú nos aplastaras en morada de           «Y yo en mi paz decía: «Jamás vacilaré». YHWH, tu
  chacales, y nos cubrieras con la sombra de la muerte!»        favor me afianzaba sobre fuertes montañas; mas reti-
  (44,18-20).                                                   ras tu rostro y ya estoy conturbado» (30,7-8).

La hostilidad evidenciar la pertenencia a YHWH:               Pero finalmente ha sido sanado y puede cantar la mara-
                                                              villosa transformación que ha experimentado su suerte:
  «Por ti se nos mata cada día, como ovejas al matadero
  se nos trata» (44,23).                                        «Has trocado mi lamento en una danza, me has
                                                                quitado el sayal y me has ceñido de alegría; mi
     La comunidad orante sabe muy bien que su propia            corazón por eso te salmodiara sin tregua; YHWH,
existencia se funda en un acto gratuito de salvación divi-      Dios mío, te alabaré por siempre» (vv.12-13).
na en la época de sus antepasados:
                                                                   Sal 32: En presencia de un grupo de personas el
  «Para plantarlos a ellos, expulsaste naciones, para         orante se dirige a Dios recordando su desgracia y agra-
  ensancharlos, maltrataste pueblos; no por su espada,        deciendo la gracia recibida. No se trataba de una enfer-
  conquistaron la tierra, ni su brazo les dio la victoria,    medad y su respectiva curación, sino que una situación
  sino que fueron tu diestra y tu brazo, y la luz de tu       de pecado y el perdón obtenido son las realidades que
  rostro, porque los amabas» (44,3-4).                        experimenta sucesivamente como desgracia y gracia:

    Por eso permanece fiel y constante en la alabanza,          «Mi pecado te reconocí, y no oculté mi culpa; dije:
confiando en YHWH y en su promesa:                              «Me confesaré a YHWH de mis rebeldías». Y tú ab-
                                                                solviste mi culpa, perdonaste mi pecado» (32,5).
  «¡Alzate, ven en nuestra ayuda, rescátanos por tu
  amor!» (44,24).                                                  Es probable entonces que el Salmo haya estado aso-
                                                              ciado en su origen a alguna ceremonia de sacrificio por
     La situación sería la de una persecución a causa del     el pecado, tal como éste es descrito en sus causas y proce-
cumplimiento de la Ley. El Talmud (Sotá 48a) refiere que      dimientos en el libro del Levítico:
en la época macabea los levitas cantaban diariamente:
«¡Despierta ya! ¿Por que duermes, Señor?» (Sal 44,24a).         «El que es culpable en uno de estos casos confesará
                                                                aquello en que ha pecado, y como sacrificio de
     La visión retrospectiva que presenta el comienzo del       reparación por el pecado cometido, llevará a YHWH
Sal 126 remite de un modo claro al regreso del destierro        una hembra de ganado menor, oveja o cabra, como
babilónico después del año 538 aEC. El contraste recuer-        sacrificio por el pecado. Y el sacerdote hará por él
da la situación de llanto y la negación a cantar durante el     expiación de su pecado» (5,5-6).
exilio, «junto a los canales de Babilonia» (137,1-4):

  «Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver,        3- Cánticos del rey (maasay lemélek)
  vuelve cantando trayendo sus gavillas» (126,5-6).

    Como, a pesar del regreso, las esperanzas abrigadas
durante el destierro no se habían cumplido todavía, se        Tratan de temas reales, tales como la entronización. Los
puede entender la súplica:                                    antiguos privilegios de los reyes jebuseos de Jerusalén son
                                                              transferidos a los descendientes de la dinastía davídica.
  «¡Haz volver, YHWH a nuestros cautivos como
  torrentes en el Néguev!» (126,4).                               Sal 2: Podría tratarse de un cántico que entonaba el

                                                                                                                       23
rey al ocupar su trono en el palacio. La rebelión de las              En la subida al trono de los faraones esta predilec-
naciones que antes estaban sometidas era una constante           ción era expresada a través de un documento escrito por
en la historia del antiguo Medio Oriente con ocasión de          la divinidad en persona, como consta en las palabras de
un cambio de monarca en el trono, para sacudirse el yugo         Amón-Re de Karnak a Hatschepsut:
de los poderes que los esclavizaban. El salmo sería la
expresión ritual de la afirmación de que el rey de Jerusa-         «Mi hija querida... yo soy tu padre amado. Yo esta-
lem es inatacable e invencible gracias a YHWH.                     blezco tu dignidad como señor de ambos países. Yo
     Por eso, en los primeros versículos tenemos el con-           te escribo tu protocolo» (cit. por G. Von Rad, en Estu-
traste de una nueva rebelión caótica de las naciones, pero         dios sobre el antiguo testamento, Salamanca 1976, p.194).
que, a causa precisamente del poder de YHWH que sub-
yuga el caos de las naciones queda dominada desde el             En estas ceremonias debió inspirarse el posterior ritual de
principio (Sal 2,1-6).                                           la subida al trono de los reyes de Israel, tal como se descri-
     El trono de David había recibido una directa legiti-        be en la coronación de Joás por el sacerdote Yehoyadá:
mación sagrada mediante la profecía de Natán. Según ella,
Dios aseguraría para siempre el reinado de la dinastía             «Hizo salir entonces al hijo del rey, le puso la diade-
davídica sobre Israel y le ofrecería relaciones filiales. Por-     ma y el Testimonio y lo ungió. Batieron palmas y gri-
que YHWH quiso ser padre del Ungido, éste se convertirá            taron «¡Viva el rey!» (2 Re 11,12).
en su hijo (2 Sa 7,12-16). Es la respuesta de Dios ante el
proyecto de David de construir una Casa para el Señor. Ya             Y tal vez el contenido del testimonio sea el decreto refe-
que el Creador de todas las cosas es inabarcable, es el hom-     rido por el rey en el Sal 2,7-8.
bre quien debe acogerse al abrigo divino sin buscar cons-
truir por sí solo su propio destino. Por eso va a ser YHWH            Sal 110: Se trataría del canto de un profeta puesto
quien edifique una casa para David.                              que es alguien que, en un determinado acontecimiento
     A partir de entonces, se pondrá en evidencia el lugar       litúrgico, emitió en presencia del rey («mi Señor») una
que ocupa el rey Mesías en la fe de Israel. En virtud de esa     serie de oráculos de parte de YHWH (110,1-4). Con motivo
promesa, cada rey que deciendera de la dinastía de David         de la entronización de algún monarca, estaría atribu-
sería considerado legítimamente el Mesías por el cual Dios       yendo al rey de Jerusalem los antiquísimos privilegios
cumpliría los designios relativos a su pueblo. Puesto que        del famoso rey de Salem y le estaría aplicando las anti-
YHWH había realizado una Alianza Eterna con David, se            quísimas tradiciones cultuales de la monarquía jebusea.
tenía la seguridad de que Dios nunca dejaría de perpetuar        El profeta declara, de parte de Dios, la facultad del here-
su dinastía.                                                     dero davídico para ejercer la soberanía real juntamente
     La elección de Dios sobre el rey era una idea común a       con YHWH. Le atribuye al entronizado un nacimiento
todo el Oriente antiguo. En virtud de la Alianza pactada,        celestial, en el sentido de una adopción divina. Lo de-
la divinidad asumía la defensa del rey ante sus enemi-           clara sacerdote, como lo era todo monarca jebuseo. Pro-
gos. Por eso el faraón Ramsés II dirigió su oración al dios      mete que por medio de él, YHWH, el juez del universo y
Amón cuando luchaba contra los hititas en Kadesh. Del            héroe de la guerra, vence a todos los enemigos.
mismo modo el rey de Israel suplicaría confiadamente                   El Salmo, sin embargo, ha sido leído tanto por la tra-
cuando también él se encontrara en peligro:                      dición judía como por la cristiana en un sentido mesiáni-
                                                                 co, tal como lo muestra el siguiente comentario rabínico:
  «¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos
  mascullan planes vanos? Se yerguen los reyes de la               «En el tiempo futuro Dios hará sentar al Rey Mesías a
  tierra, los caudillos conspiran aliados contra YHWH              su derecha, como se dice en el salmo: Dijo YHWH a mi
  y contra su Ungido» (Sal 2,1-2).                                 Señor: siéntate a mi derecha» (Midrash Tehillim 18,29).


«¡Yo te llamo, padre mío Amón! Estoy en medio de
pueblos numerosos que no conozco. Todas las
naciones se han unido contra mí. Estoy solo,
ningún otro conmigo. Mis soldados innumerables
me han abandonado. Ni uno solo de mis aurigas ha
mirado hacia mí. No he dejado de gritar hacia ellos,
pero ni uno solo me ha oído cuando los llamaba.
Veo que Amón vale más para mí que miles de
infantes y que centenas de millares de carros, más
que diez mil hermanos e hijos, todos unidos en un
corazón. ¡No es la obra de hombres numerosos lo
que cuenta! ¡Amón es mucho más útil que ellos!
He llegado hasta aquí por orden de tu boca, oh                          Oración de Ramsés II al dios Amón en la batalla de Kadesh.
Amón. No he transpasado tus deseos».                                                               Inscripción del templo de Karnak

24
Sal 72: La atribución a Salomón en el epígrafe se         Porque YHWH ha escogido a Sión, la ha querido como
explica a partir de la mención ben-mélek (hijo del rey) en el   sede para sí:
primer verso, puesto que lo más frecuente era atribuir a
David mélek la mayoría de los Salmos. Se consideró en-            «Aquí está mi reposo para siempre, en el me sentaré,
tonces que el orante era el mismo hijo de David, sucesor          pues lo he querido... Allí suscitaré a David un fuerte
suyo, que pedía sabiduría y justicia para su reinado. Pero        vástago, aprestaré una lámpara a mi mesías; de ver-
sabemos bien que la expresión hijo de rey, e incluso hijo         güenza cubriré a sus enemigos, y sobre él brillará su
de David se aplicaba a cualquier rey de la dinastía daví-         diadema» (132,17-18).
dica (cf. 2 Re 14,3).
     El Salmo contiene una intercesión y un deseo de ben-           Debemos tener en cuenta que estas bendiciones se
dición en favor del monarca elegido por YHWH. Los bie-          esperaban para el mesías inmediato. La caída de la mo-
nes deseados responden a un ideal de realeza para todos         narquía judaíta y la esperanza de su restauración llevó a
los tiempos. Las experiencias históricas de frustración         aguardar las mismas, de un modo cada vez más ideal,
en la realización de este ideal llevaron a interpretar esta     para la época del Mesías futuro y definitivo.
oración en un sentido de esperanza futura, por eso ju-
díos primero, y cristianos después, lo entendieron como
un Salmo mesiánico.
                                                                4- Cánticos de Sión (shir zyion)
     Sin embargo no debemos dejar de notar que el Rey
Mesías esperado en los últimos tiempos no necesita las
oraciones y los deseos, y menos el deseo de que haya paz
y prosperidad en su reino. Con él la espera habrá con-          Se trata de salmos que glorifican a Sión, la montaña santa
cluido porque su poder será efectivo. Por eso es más pro-       de Jerusalem donde YHWH está presente. Al parecer, los
bable que el sentido original haya sido el de una bendi-        mismos extranjeros conocían un conjunto de salmos can-
ción sobre el rey en el momento de ser coronado o en            tados por los judíos desterrados que llevaba ese nombre:
alguna fiesta en su honor.
     Estos deseos corresponden muy bien a la concien-             «¡Cantad para nosotros un cantar de Sión!» (Sal 137,3).
cia que tenían generalmente los soberanos orientales de
ser depositarios de una misión divina. Así Hammurabi,           Tanto más doloroso es el canto de la gloria de Sión en
rey de Babilonia en la época de los patriarcas hebreos, se      cuanto fue destruida en su mayor parte por los ejércitos
presentaba a sí mismo como Rey de Justicia. El orante           babilónicos.
tiene deseos semejantes para el hijo de David.
     ¿Habrá que descartar como caduca toda interpreta-              Sal 48: A Sión se la suele designar como el monte en
ción mesiánica? Si el Salmo contuviera nada más que             el Norte (Saphon). Más que una indicación geográfica (in-
deseos, ciertamente no son necesarios para el Mesías.
Pero en la medida que el Salmo contiene claras certidum-
bres, hay que leer estas seguridades como anuncios pro-
féticos que responden muy bien a las expectativas mesiá-        «A orillas de los ríos de Babilonia estábamos
nicas del judaísmo postexílico y rabínico.                      sentados y llorábamos, acordándonos de Sión; en
                                                                los álamos de la orilla teníamos colgadas nuestras
        Sal 132: Este Salmo hace pensar en la existencia        cítaras. Allí nos pidieron nuestros deportadores
de una fiesta, tal vez anual, dedicada a la memoria de la       cánticos, nuestros raptores alegría:
fundación de la casa real y de su santuario. En ese día se
                                                                «¡Cantad para nosotros un cantar de Sión!»
podría haber celebrado una liturgia en la cual se repre-
sentaba escénicamente a través de una procesión cómo                                                         (Sal 137,1-3).
David había trasladado el Arca a Jerusalén:

  «Mirad: hemos oído de Ella que esté en Efratá, ¡la
  hemos encontrado en los Campos de Yaar! ¡Vayamos
  a la Morada de él, ante el estrado de sus pies
  postrémonos! ¡Levántate, YHWH, hacia tu reposo,
  tú y el Arca de tu fuerza!» (132,6-8).

    También se escucharía en allí un oráculo pronun-
ciado en nombre de YHWH por el que Dios prometería
bendecir en ese lugar a David y a su descendencia regia:

  «Juró YHWH a David, verdad que no retractará: «El
  fruto de tu seno asentaré en tu trono. Si tus hijos
  guardan mi alianza, el dictámen que yo les enseño,
  también sus hijos para siempre se sentarán sobre tu
  trono» (132,11-14).


                                                                                                                            25
correcta), alude al monte de los dioses que se eleva hasta    revelación de la voluntad salvífica de Dios. Por eso los
el mundo celestial. Un texto cananeo de Ugarit llama con      primeros cinco libros de la Escritura, que narran los acon-
el mismo nombre al monte donde Baal se revela:                tecimientos salvadores que Dios obró en medio de su
                                                              pueblo, son leidos y meditados como Torah, aunque su
  «Ven y yo te me revelaré en mi montaña, el divino           contenido sea mayormente narrativo y no preceptual.
  Sapón, en mi santuario, en la montaña de mi patrimo-              El que se dedica a meditar esta Instrucción de YHWH
  nio, en el lugar placentero, en la altura majestuosa»       (la historia salvífica y la voluntad divina contenida en
  (citado en EQUIPO CAHIERS EVANGILE, Oraciones del An-       ella) es un hombre feliz. Su vida tiene sentido y plenitud:
  tiguo Oriente, p.62).
                                                                «Es como un árbol plantado junto a corrientes de
Y el profeta condena la arrogancia de un rey extranjero         agua, que da fruto a su tiempo, y jamás se amustia su
con aspiraciones divinas, que pretende reinar desde ese         follaje; todo lo que hace sale bien» (Sal 1,3).
monte:
                                                                   Para llegar a ser tal, el sabio egipcio Amenemope
  «Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a         propone una actitud, que es la reserva y el silencio que
  subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi        carcteriza al sabio:
  trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el
  confín del Norte» (Is 14,13).                                 «El hombre verdaderamente silencioso se mantiene
                                                                aparte. Es como árbol que crece en un jardín. Florece
     Se consideraba a Sión el centro del mundo y se le          y produce doble fruto: Se halza ante su señor. Sus
daba el nombre de ombligo (Ez 38,12). Según esta pers-          frutos son dulces; su sombra, placentera; y envejece-
pectiva reflexionó la tradición recogida en un libro judío      rá en el jardín» (citado en KRAUSS, op.cit. I p.188).
escrito entre 150 y 100 aEC:

  «Conoció Noé que el jardín de Edén es el santo de los       6- Salmos de fiestas
  santos, y la morada del Señor; y que el monte Sinaí es
  el centro del desierto; y que el monte Sión es el centro         Son los cánticos vinculados a la celebración litúrgi-
  del ombligo de la tierra; estos tres fueron creados         ca de alguna de las festividades religiosas del calendario
  como lugares santos que se miran y contemplan en-           israelita. La principal era la fiesta de las Tiendas, para el
  tre sí mutuamente» (Jubileos 8,10-12).                      año nuevo.

     Esta alta estima por la ciudad del Santuario movía                Sal 50
desde las más lejanas tierras a los peregrinos que que-                Sal 81
rían encontrarse con el Dios de Israel en su propia Casa.
Los Salmos animaban la marcha, sobre todo en sus últi-             Estos dos Salmos podían ser parte de una gran fies-
mos tramos, cuando ya podía avistarse la ciudad. Tal es       ta en la que el pueblo se reunía en un lugar de culto para
el caso del canto del peregrino a la fiesta de las Tiendas,   celebrar la renovación de la alianza con Dios. En el mar-
cuando comenzaba la estación de las precipitaciones des-      co de la misma se oía la lectura de las cláusulas del pacto
pués del seco y caluroso verano, y la lluvia aliviaba al      y se hacía el propósito de renovarlo de todo corazón.
extenuado caminante (Sal 84). También el Salmo 122 ser-       Detalles de estos Salmos evocan la escena de la manifes-
vía para expresar el gozo del peregrino que después de        tación de YHWH en el Sinaí:
una fatigosa travesía llegaba a la ciudad santa.
                                                                «Delante de él, un fuego que devora, en torno a él,
                                                                violenta tempestad; convoca a los cielos desde lo alto,
5- Poemas didácticos                                            y a la tierra para juzgar a su pueblo» (50,3-4).
   (hokmot -tebunot)                                               El contenido de la Alianza es el del pacto sinaítico:

                                                                «No haya en ti dios extranjero, no te postres ante un
                                                                dios extraño; yo, YHWH, soy tu Dios, que te hice subir
    En las demás categorías de salmos aparecen los              del país de Egipto; abre toda tu boca, y yo la llenaré»
motivos sapienciales, pero de un modo especial en algu-         (81,10-11).
nos que reflexionan sobre la Torah:
                                                                   Celebrada en los antiguos santuarios israelitas del
         Sal 1                                                norte primero (¿en Siquem?), tal vez después en Jerusa-
         Sal 119                                              lén, esta fiesta era la ocasión para que los levitas ofrecie-
                                                              ran una instrucción al pueblo congregado.
     Es importante tener en cuenta el alcance de la expre-
sión torah. La traducción frecuente de Ley mueve a una
comprensión legalista que ve en ella una codificación de
preceptos. Para esta realidad el hebreo utiliza la palabra
mitzvá. En cambio, Torah es instrucción, en el sentido de

26
Los cinco Rollos de
                                                                  las Fiestas

                                                                  Los primitivos hebreos habrían tomado de los
                                                                  cananeos el calendario festivo, que tenía la
                                                                  impronta de una religión campesina que ve en el
                                                                  acontecimiento de la siembra y la cosecha un
                                                                  fenómeno sagrado. A ese ritmo agrícola habrían
                                                                  sumado el ritmo pastoril tradicional de sus
                                                                  antepasados nómadas. Pero, además, habrían
                                                                  dado al contenido de estas fiestas la impronta
                                                                  propia de su fe en YHWH.
                                                                  En esas fiestas se leen determinados libros
Zodiíaco. Pavimento de la antigua Sinagoga de Bet Alfa. Israel.   bíblicos, llamados meguillot (rollos).




D
         entro del año judío existen cinco grandes fiestas        naturales, que irremediablemente se perdían en un
          y dos de menor importancia. En un principio,            pasado primordial por falta de recuerdo. Eran sucesos
          tres de las mayores tenían su origen en la              que la memoria celebrativa comenzó a actualizar en todas
agricultura y se relacionaban directamente con las                las generaciones. La salvación se hacía así presente
estaciones del año en Israel. La fiesta de la primavera o         mediante el rito.
Pésaj (Pascua), marcaba el inicio de la cosecha de la                  Así las matzot (los panes sin levadura), fiesta de la
cebada, y cincuenta días más tarde, Savuot (Semanas o             cosecha de la cebada durante la primavera, habría pasa-
Pentecostés) marcaba su término. Durante Sukkot                   do a ser conmemoración de la salida de Egipto (Ex 23,15).
(Tabernáculos) se celebra la cosecha de otoño, fiesta que         La fiesta de la cosecha del trigo, en el verano, se convertiría
va precedida por un periodo de diez días de purificación          en la celebración del don de la Ley en el Sinaí. La gran
de toda la comunidad.                                             fiesta de la vendimia, en el otoño, cuando se suplicaba
     Desde muy antiguo Israel habría historizado estas            por la prosperidad de la siembra durante las primeras
fiestas, porque los hechos en los cuales YHWH intervino           lluvias, comenzaría a recordar la marcha por el desierto
salvíficamente no eran como los acontecimientos                   y la morada en las tiendas (sukkot: Lev 23,42s).



                                                                                             «Tres veces al año me
                                                                                             celebrarás fiesta. Guardarás
                                                                                             la fiesta de los Azimos.
                                                                                             Durante siete días comerás
                                                                                             ázimos, como te he
                                                                                             mandado, en el tiempo
                                                                                             señalado, en el mes de Abib;
                                                                                             pues en él saliste de Egipto.
                                                                                             Nadie se presentará delante
                                                                                             de mí con las manos vacías.
                                                                                             También guardarás la fiesta
                                                                                             de la Siega, de las primicias
                                                                                             de tus trabajos, de lo que
                                                                                             hayas sembrado en el
                                                                                             campo; y la fiesta de la
                                                                                             Recolección al término del
                                                                                             año, al recoger del campo
                                                                                             los frutos de tu trabajo»
                                                                                                                 (Ex 23,14-16).

                                                                                                                              27
Acompañamiento instrumental de los Salmos

L
      os cantores tenían por función el acompañamien-
      to musical, cantando y tocando instrumentos, del                    Uso de los instrumentos
      culto diario de la mañana y de la tarde y con
ocasión de fiestas particulares. ¿Cuántos intervenían en                  «No se tocaban menos de dos arpas ni más de seis,
cada oficio religioso?                                                    ni menos de dos flautas ni más de doce.
                                                                          Doce días al año se tocaba la flauta delante del altar:
 «No había menos de doce levitas de pie sobre el                          el día de la inmolación de la primera Pascua de la
 estrado, aunque su número podía aumentar hasta el                        inmolación de la segunda Pascua, el primer día festivo
 infinito» (Mishná Arakhín II,6).                                         de Pascua, el día festivo de la fiesta de Pentecostés y
                                                                          los ocho días de la fiesta de las Tiendas.
     Algunos niños eran incluidos en alguna ocasión.                      No se tocaba una flauta de cobre, sino de caña, debido
                                                                          a que el sonido de ésta era más agradable. No se
 «Ningún menor podía entrar en el atrio del Templo                        ponía punto final a la pieza musical, sino con una
 para realizar una función litúrgica a no ser cuando                      sola flauta, ya que esto permitía un final más bello...
 los levitas estaban en pie cantando. Tampoco podía                       No había menos de dos trompetas, pero su número
 ningún menor acompañar el canto con arpa o con                           podía ser aumentado hasta el infinito.
 cítara, sino sólo con la boca, para dar armonía al
                                                                          No había menos de nueve cítaras, pero su número
 canto. R. Eliezer ben Jacob decía que aquellos no en-
                                                                          podía ser aumentado sin límite.
 traban a formar parte del número ni se ponían de pie
 sobre el estrado, sino que se colocaban de pie sobre el                  Sin embargo, sólo había un címbalo».
 suelo, con sus cabezas entre los pies de los levitas. Se
 los llamaba los pequeños de los levitas» (Mishná                                                             Mishná Arakhín II,3.5
 Arakhín II,6).


«David y toda la casa de Israel hacían grandes
festejos en honor de YHWH, cantando al son de
toda clase de instrumentos de madera, y de cítaras,
arpas, tamboriles, címbalos y platillos»
                                                 2 Samuel 6,5

                                                                                         Instrumentos de madera de cedro con forma de
                                                                                                         manos usados para percusión


                                                                                                      Címbalos de mano y platillos




                    Cítara reconstruida a partir de la
                    imagen de una moneda judía del
                    siglo II EC




                                Tamboril                 Arpa reconstruida a partir de la imagen de una moneda judía del siglo II EC


28
La alegría de la Fiesta de las Tiendas
                               «Se solía decir que quien no ha visto la alegría
                               en la recogida del agua de la fuente no ha
                               visto jamás alegría».
                                                                       Mishná Sukka V,1

                                                                   Izquierda: Vista del Atrio de
                                                                   las Mujeres. Desde allí se
                                                                   subía quince gradas hasta
                                                                   el Atrio de Israel, corres-
                                                                   pondiendo a los quince sal-
                                                                   mos graduales, y sobre las
                                                                   que los levitas entonaban
                                                                   sus cantos en la Fiesta de
                                                                   las Tiendas (Mishná Middot
                                                                   II,5).


                                                                   «Los levitas con arpas, liras, címbalos, trompetas y
                                                                   otros numerosos instrumentos musicales estaban en
                                                                   las quince gradas por las que se baja del atrio de Israel
                                                                   al atrio de las Mujeres y que corresponden a los
                                                                   quince cantos graduales del salterio; los levitas suelen
                                                                   estar de pie sobre ellas con instrumentos musicales y
                                                                   entonan cantos».
                                                                                                                   Mishná Sukka V,4




«También hicieron unas campanillas de oro puro y las colocaron                              «Apenas entres en la ciudad,
sobre el ruedo del manto, intercalándolas con las granadas»                                 tropezarás con un grupo de profetas
                                                                  Exodo 39,25               que bajan del lugar alto, precedidos
                                                                                            de arpas, tamborines, flautas y
                                                                                            cítaras»
                                                                                                                       1 Samuel 10,5


Campanillas de oro como las colocadas sobre el ruedo del manto del
sacerdote


                                                                                                     Flauta
«Habló YHWH a Moisés y le dijo: «Hazte dos
trompetas: las harás de plata maciza. Te servirán
para convocar a la comunidad y dar la señal de                              «¡Mis entrañas, mis entrañas! ¡Me retuerzo de
mover el campamento»                                                        dolor! ¡Las fibras de mi corazón! ¡Mi corazón se
                                               Números 10,1-2
                                                                            conmueve dentro de mí, no puedo callarme!
                                                                            Porque oigo el sonido del cuerno, el clamor del
                                                                            combate»
                                                                                                                        Jeremías 4,19




Trompetas reconstruidas a partir de la imagen de una moneda judía del siglo II EC                  Shofar (cuerno de carnero)


                                                                                                                                   29
La fiesta de Pascua (Pesaj)
                                                              El Cantar de los Cantares
La palabra Pesaj significa pasar por alto. El texto bíblico
indica que el Ángel de la Muerte pasó por alto las casas      Shir hashirim liShlomoh (Biblia Hebrea)
judías durante la plaga, pues sus puertas tenían una          Asma asmaton (Biblia Griega - LXX)
marca de sangre (Ex 12,26-27).                                Canticum Canticorum (Biblia Vulgata Latina)

Mi amado llega saltando                                       Escrito en hebreo, el texto se conservó muy bien, tal vez
                                                              porque se popularizó y la gente lo cantaba con frecuen-
La meguillá asignada para Pesaj es el libro del Cantar de     cia. Este escrito tan humano será reconocido por los
los Cantares. La lectura tradicional ve de forma general en   rabinos, después de largas deliberaciones en el conci-
                                                              lio de Jamnia, como un libro inspirado:
el Cantar una alegoría del amor de Dios a Israel.
     Para la tradición del Midrash el poema expone              «Toda Escritura Santa mancha las manos... Rabí
simbólicamente el conjunto de la historia de Israel. La         Aquiba dice: nunca hombre alguno disputó en Israel
«Pascua», paso de Dios por en medio del pueblo, está            acerca del Cantar de los Cantares hasta decir que
parafraseada en Cant 2,8-9: «He aquí mi amado, he aquí          no mancha las manos, pues todas las edades no
que llega saltando por encima de los montes».                   valen lo que el día en que el Cantar de los Cantares
     El paso del mar Rojo se comenta con la ayuda de            fue dado a Israel. Porque todos los Escritos son
Cant 2,14: «Paloma mía, en los huecos de las rocas...»          santos, pero el Cantar de los Cantares es el santo
                                                                de los santos» (Mishná Yadayim 3,5).
  «¿A qué se parecían los israelitas en aquel momen-
                                                              Y aún más, se exhortó en la época rabínica que no se lo
  to? A una paloma que huye ante el halcón e intenta          entonara indecorosamente:
  penetrar en un hueco de la roca en donde se esconde
  una serpiente sibilante. Si se queda fuera, ¡allí está el     «Todo el que cante el Cantar de los Cantares con
  halcón!; si entra, ¡allí está la serpiente! En un apuro       voz inconveniente en las tabernas y lo trate como un
  semejante se encontraban los israelitas en el momen-          canto profano no tiene parte en el mundo futuro»
  to en que el mar formaba una muralla, mientras que            (tosefta Sanhedrín 12,10).
  los perseguía el enemigo. Inmediatamente recurrie-
  ron a la oración. De ellos se afirmó en las Escrituras      Tal prohibición implica que la lectura que se hacía en su
                                                              tiempo era profana y natural, y que la interpretación ale-
  sagradas de la tradición: «Paloma mía en los huecos
                                                              górica pudo haber surgido como un freno a un tipo de
  de la roca... » (Midrás Mekilta, sobre Ex 13-17).           lectura que los rabinos consideraban frívolo. De todos
                                                              modos el Cantar fue incluido entre los meguillot (rollos)
     El amado se interpreta unas veces de Dios mismo,         y se lo utilizaría en la liturgia de la Pascua judía. También
otras de Moisés. El midrash Shir ha shirim Rabbá confirma     la Iglesia lo admitió en su canon.
esta línea de interpretación alegórica. En esta misma         A juzgar por su lenguaje es muy probable que su redac-
perspectiva se lee tradicionalmente el Cantar el día 7° de    ción corresponda a la época helenística. Si bien el título
la fiesta de Pascua, pues se asocia constantemente el         expresado en la forma superlativa Cantar de los canta-
Cantar al Éxodo.                                              res (es decir, Canto por excelencia, canto mayor, cántico
                                                              principal) refiere a Salomón su autoría, la presencia de
                                                              algunos arameísmos evidencia que esta obra no podría
«Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué                  ser anterior a la época persa. El uso del término persa
                                                              pardes (parque, derivado luego a paraíso; 4,13) apoya
significa para vosotros este rito?", responderéis:            aún más esta opinión. Pero el uso del extraño vocablo
"Este es el sacrificio de la Pascua de YHWH, que              appiryôn (del griego phoreion: litera; 3,9) hace pensar
pasó de largo por las casas de los israelitas en              más bien en la época helenística. No obstante, ésta pudo
Egipto cuando hirió a los egipcios y salvó nuestras           haber sido la fecha de redacción final, aunque se pudie-
casas"» (Ex 12,26-27).                                        ron emplearse materiales anteriores.
                                                              La mención de diversas especies vegetales y animales
                                                              apuntan a la tierra de Israel como ambiente de naci-
                                                              miento del texto.
                                                              El trasfondo de esta obra es totalmente distinto al de los
                                                              textos religiosos hebreos escritos hasta esta esa fecha.
                                                              El tema que reluce es el del amor fiel que sella el matri-
                                                              monio, tratado con toda su densidad carnal (1,2-4).
                                                              La forma del libro es la de un drama teatral, cuyos perso-
                                                              najes principales son dos enamorados. La imagen fe-
                                                              menina a lo largo de los versos del Cantar es un tipo de
                                                              mujer diferente a la de estilo patriarcal presente en los
                                                              otros textos bíblicos. Parece ser una mujer sin inhibicio-
                                                              nes morales y sociales, que tiene la iniciativa en la elec-
                                                              ción. Hay una gran diferencia con Prov 31,30:

                                                              «Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer
                                                              que teme a YHWH, ésa será alabada».



30
Fiesta de Las Semanas (Shavuot)                                   Lectura del libro de Rut
La distancia de cincuenta días entre la Pesaj y Shavuot,
entre la primavera y el verano, entre el pan sin levadura         ¿Por qué se lee este libro, cuya protagonista es una
y el pan fermentado, fue sugiriendo la idea de una                mujer extranjera, el día en que se celebra la Alianza de
maduración. El don de la Ley en el Sinaí venía a ser la           Dios con Israel? El libro representa una corriente de
                                                                  pensamiento que no considera la fidelidad a la Alianza
maduración de la acción salvadora de Dios desde la
                                                                  dentro de un esquema exclusivista, sino en el contexto
liberación de la esclavitud en Egipto hasta la libertad de        de un mensaje de salvación universal tal como lo habían
aceptar el señorío de YHWH a través de su Alianza.                predicado los profetas.
      Una costumbre relacionada particularmente con la            En la época de redacción (siglo V-IV aEC) el judaísmo se
fiesta es la del Tiquun leil-Shavuot (reparación o corrección     caracterizaba por ser un sistema religioso basado en el
de la noche de las Semanas). Según la tradición, Dios creó el     monoteísmo y en la centralidad de la Ley de Moisés.
mundo bueno, pero no perfecto, para dar así a las                 Algunos pensaban que sólo se podría conservar y
criaturas la ocasión de perfeccionarlo mediante el Tiquun.        transmitir esa fe evitando los matrimonios mixtos, que
Cuando los judíos estudian la Torah durante toda la               podían introducir en las familias el culto extranjero. Por
                                                                  este motivo las uniones ya contraídas habían sido
noche en la vigilia de Pentecostés, perfeccionan y hacen
                                                                  disueltas autoritariamente.
mejor el mundo. Lo mismo que la Palabra fue el                    El libro de Rut, en cambio, muestra a una joven viuda
instrumento por el que Dios creó el universo, la Torah es         moabita que, en compañía de su suegra Noemí, también
también el instrumento de su culminación.                         viuda, se había instalado en Belén de Judá y subsistía
      Antes de la lectura de la Torah se lee el libro de Ruth.    recogiendo las espigas que dejaban los cosechadores
Las palabras de esta mujer extranjera a su suegra                 de un propietario llamado Booz. Rut había adoptado al
expresan el profundo ideal para todo converso: «tu                pueblo de Israel como su pueblo, y al Dios de Israel
pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios». así lo             como su Dios (cf. 1,16).
explica la glosa del Targum:                                      La historia tenía un final muy feliz: «Booz tomó a Rut, y
                                                                  ella fue su mujer; se unió a ella, y YHWH hizo que
  «En virtud de la bondad que has mostrado con tu                 concibiera, y dio a luz un niño... y lo llamaron Obed. Es el
                                                                  padre de Jesé, padre de David» (Rut 4,13-17).
  suegra, porque la has mantenido después que murió
                                                                  En conclusión, si la Ley exigía que se expulsara a los
  tu marido y abandonaste a tu dios y a tu pueblo, a tu           extranjeros y a los descendientes de extranjeras, habría
  padre y a tu madre, y el país de tu nacimiento, y               que haber comenzado por echar a los reyes de la
  partiste para hacerte prosélita y para vivir entre un           descendencia de David. Estaba claro, entonces, que
  pueblo que te era desconocido ayer y anteriormente,             Dios podía extender su elección también a personas de
  YHWH te recompensará muy bien en este mundo,                    otros pueblos.
  debido a tu obra buena, y tu salario será completo en
  el mundo venidero de parte de YHWH, Dios de Israel,
  porque has venido a hacerte prosélita» (Targum de
  Rut 2,11-12).                                                  La fiesta de las Chozas (Sukkot)
                                                                 Recuerda la marcha por el desierto tras la salida de Egipto.
Rut respondió: «No insistas en que te abandone y                 Celebrada en el séptimo mes según el antiguo calendario
me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré,                  hebreo, después del exilio esa misma fecha pasó a ser el
                                                                 15 de tishrí, es decir la primera quincena del Año Nuevo.
donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y
                                                                      Durante la fiesta, además de leer el pasaje de la
tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré y
                                                                 institución de la misma en tiempos de Moisés (Lv 22,26-
allí seré enterrada. Que Yahveh me dé este mal y                 23,44), se leen textos de los profetas que ilustran el sentido
añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo           más profundo de la celebración. Así, Zac 14 permite
que nos ha de separar» (Rut 1,16-17).                            vislumbrar el porvenir definitivo bajo la forma de una
                                                                 inmensa fiesta de las Chozas, a la que serán invitadas
                                                                 las naciones junto con Israel. Se habla de aguas vivas que
                                                                 manarán de Jerusalén y de luz que no se apaga con la
                                                                 noche, elementos de importancia central dentro de la
                                                                 fiesta.
                                                                      También se lee 1 Re 8,65-66, que relata la
                                                                 inauguración del Templo de Salomón el octavo día de
                                                                 Sukkot. Y Ez 38, que narra el combate final en que serán
                                                                 vencidos los enemigos del pueblo de Dios, cuando él
                                                                 proclame: “Manifestaré mi grandeza y mi santidad, me
                                                                 daré a conocer a los ojos de numerosas naciones y sabrán
                                                                 que yo soy YHWH” (38,23). Todos estos textos tienen un
                                                                 claro sentido escatológico (refieren el final de los tiempos)
                                                                 y contribuyen a crear un clima de renovada esperanza
                                                                 en la intervención de Dios como creador de un mundo
                                                                 nuevo.

                                                                                                                             31
Un elemento importante lo constituye el lulav, la
rama de palmera que, unida en un ramo con ramas de           El libro del Eclesiastés
mirto y sauce, se agita durante la recitación del Hallel
(salmos 113-118). Aparte se lleva una rama de citrus. Es     Qohelet (Biblia Hebrea)
un símbolo de la cosecha de la fruta. Pero significa tam-    Ekklesiastés (Biblia Griega - LXX)
bién la unión del pueblo a pesar de su diversidad, como      Ecclesiastés (Biblia Vulgata Latina)
lo explica el comentario rabínico del Levítico:
                                                             El nombre del libro supone el intento de los LXX para
  “Lo mismo que el sauce no tiene ni olor ni sabor,          traducir el hebreo nombre del autor según 1,1. Significa
  también en Israel hay personas que ni estudian ni hacen    quien se sienta o habla en la asamblea (gr. Ekklesía,
  buenas acciones. ¿Qué hace entonces el Santo, bendito      hebr. qahal). Puede estar indicando la función del maestro
  sea? Dice: atadlos juntos en un ramo y que expíen los      que convoca/reúne gente en su escuela.
  pecados los unos por los otros” (Lev. Rabba 30).           La inclusión en el canon fue discutida, junto con el libro
                                                             del Cantar de los Cantares, aunque las noticias que nos
                                                             refieren esta dificultad no nos dicen qué razones se dieron
      A pesar del optimismo de este anhelo, tanto la pres-   en favor o en contra. La supuesta autoría salomónica
cripción de habitar en una choza como la lectura del rollo   debió pesar a la hora de su aceptación.
del Eclesiastés (Qohelet) quieren recordar la relatividad    Esta supuesta autoría no se basa sólamente en la
y provisoriedad de la vida humana frente al absoluto de      tendencia a incluir todo lo sapiencial dentro del patrocinio
Dios y la morada definitiva que se aguarda para el futu-     de Salomón, sino también por la afirmación de 1,12:
ro. El simbolismo de la choza quiere adelantar en el pre-    «Yo, Qohelet, he sido rey de Israel, en Jerusalén», y por
sente la vida definitiva a través de la protección de Dios   el título que lo encabeza: «Palabras de Qohelet, hijo de
que cubre a sus hijos con su bendición. Así lo implora la    David, rey en Jerusalén» (1,1). La descripción que el
                                                             autor da de sus obras podría compararse con las de
oración que se reza todas las tardes durante los días de
                                                             Salomón en 1 Re 3,11: «Emprendí mis grandes obras;
la fiesta:                                                   me construí palacios... Seguí engrandeciéndome más
                                                             que cualquiera de mis predecesores en Jerusalén, y mi
  “Haznos descansar en paz, Señor Dios nuestro. Y            sabiduría se mantenía» (2,4-9). Sin embargo, al
  haz que nos volvamos a levantar, oh Rey nuestro,           momento de hablar sobre los reyes, la óptica parece ser
  vivos y en paz. Extiende sobre nosotros la Sukká de        más la de un súbdito que de un soberano.
  tu paz y afiánzanos en buenas disposiciones en tu          El libro ocupa un lugar en la historia de las ideas que
  presencia. Sálvanos pronto por causa de tu Nombre.         puede ayudar a precisar la fecha de composición. En la
  Defiéndenos y aleja de nosotros a Satanás; apártalo        obra confluyen dos corrientes de pensamiento: la
                                                             tradición sapiencial judía y la antigua sabiduría
  de todas partes y ocúltanos bajo la sombra de tus
                                                             internacional. Pero a la vez se percibe una ruptura que
  alas, porque tú eres un rey bueno y misericordioso.        permite hablar de crisis de las ideas. Se habla de una
  Así pues, guarda nuestra entrada y nuestra salida          lejanía de Dios y se hace una crítica a la teodicea. La
  con vistas a la vida y a la paz, desde ahora y para        quiebra de la fe y el escepticismo del sentido de los
  siempre. Bendito seas, Señor, que guardas a tu pueblo      logros culturales hacen muy probable que el autor
  Israel para siempre”.                                      escriba en pleno periodo helenista. Los libros de los
                                                             Macabeos muestra el sentimiento negativo hacia el
                                                             esplendor de la cultura griega.
                                                             La localización apunta hacia Israel, y concretamente Je-
«Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los         rusalén, aunque se haya pensado en la diáspora. El
                                                             clima impredecible y la dependencia de las lluvias (11,4;
israelitas morarán en cabañas, para que sepan
                                                             1,6) no cuadran con las características meteorológicas
vuestros descendientes que yo hice habitar en                de Egipto. Se alude a la «Casa de Dios», que es el Tem-
cabañas a los israelitas cuando los saqué de la tierra       plo de Jerusalén, al que parece que se lo visita con cier-
de Egipto. Yo, YHWH, vuestro Dios»                           ta frecuencia: «Guarda tus pasos cuando vas a la Casa
                                    (Levítico 23,34-36).     de Dios. Acercarse obediente vale más que el sacrificio
                                                             de los necios, porque ellos no saben que hacen el mal»
                                                             (5,1-7).
                                                             Lo más llamativo de este libro es que, a pesar de cono-
                                                             cer las ideas teológicas bíblicas, se aparta de ellas, se-
                                                             leccionando algunos rasgos y silenciando otros, o mo-
                                                             dificando deliberadamente las expresiones consagra-
                                                             das. Un ejemplo lo encontramos en 3,11: «El ha hecho
                                                             todas las cosas apropiadas a su tiempo», donde evita el
                                                             verbo creó y el adjetivo bueno, términos con los que el
                                                             autor sacerdotal presentaba el carácter absoluto de la
                                                             obra de Dios.
                                                             Qohelet se parece mucho a Job en su manera de ver al
                                                             mundo, pero a diferencia de él no lucha ni clama a Dios
                                                             para que, a través del diálogo, se mantenga una rela-
                                                             ción personal. Podríamos decir que, en su respeto por
                                                             la naturaleza misteriosa del obrar divino y de su libertad,
                                                             prefiere quedarse callado y no intentar ningún cambio.


32
Las celebraciones menores
                                                               El libro de las Lamentaciones
El origen de las dos fiestas menores, Hanuká y Purim, es
                                                               ‘Ekah (Biblia Hebrea)
más tardío que el de las fiestas antes mencionadas.
     La Hanukká (‘dedicación’) conmemora el triunfo de
                                                               Threnoi (Biblia Griega - LXX)
los Macabeos sobre el rey sirio Antioco IV en el 165 aEC y     Lamentationes (Biblia Vulgata Latina)
la consiguiente purificación del segundo Templo.
                                                               El nombre de ‘ekah significa: ¡Ay, cómo...! Es el término
     La fiesta de Purim (‘porciones’, ‘suertes’) recuerda      característico de los cantos fúnebres. Pero parecería que
la historia de la salvación de los judíos persas por Ester y   el antiguo nombre era quinot. Este nombre aparece cita-
por Mardoqueo. Se celebra un mes antes de Pascua y se          do en 2 Cro 35,25:
caracteriza porque en la sinagoga se lee el rollo (megillá)
de Ester.                                                        «Jeremías compuso una elegía sobre Josías, y todos
     El año litúrgico termina con cuatro días de ayuno en        los cantores y cantoras hablan todavía hoy de Josías
memoria del asedio y la posterior destrucción de los dos         en sus elegías; lo cual se ha hecho costumbre en
Templos, en los años 586 aEC y 70 EC. De estos, el más           Israel. Están escritas entre las Lamentaciones».
importante es el de Tisha be Ab o el Noveno día del mes
                                                               Acerca de la fecha, hay constancia que en el lugar del
Ab, día en el que los dos Templos fueron destruidos. La        emplazamiento del Templo muy pronto se comenzaron
lectura correspondiente es el libro de las Lamentaciones.      a tener gestos de lamentaciones tras la destrucción de
                                                               la ciudad:

                                                                 «Unos hombres venían de Siquem de Silo y de
                                                                 Samaría, ochenta entre todos, la barba raída,
  El libro de Ester                                              harapientos y arañados, portadores de oblaciones
                                                                 e incienso que traían a la Casa de YHWH» (Jr 41,5).
  Esta novela, que recrea con bastante exactitud el
  ambiente de intrigas del harén de la corte persa durante     De igual modo, se sabe que se celebraban jornadas de
  el reinado de Jerjes, es una narración orientada a           ayuno, quizá cuatro veces al año, para conmemorar la
  suscitar la acción en un tiempo de persecución. Al           caída de Jerusalén, costumbre que se observó durante
  redactarse un decreto del primer ministro para eliminar      el destierro y se prolongó al menos hasta la reconstruc-
  a todos los judíos del reino, Ester, una bella joven judía   ción del templo:
  hecha esposa de Jerjes, habría intercedido y obtenido
  la salvación de sus compatriotas. Y habría conseguido          «Betel había enviado a Sar Eser y a Réguem Mélek,
  del rey permiso para que los judíos pudiesen matar a           con su gente, a ablandar el rostro de YHWH, y a
  sus enemigos:                                                  decir a los sacerdotes de la Casa de YHWH Sebaot
                                                                 y a los profetas: «¿Deberé llorar en el quinto mes
    «El rey dijo a la reina Ester: «En la ciudadela de           haciendo abstinencia como lo he hecho durante
    Susa, los judíos mataron y exterminaron a 500                tantos años?» (cf. Zac 7,1-7; 8,19).
    hombres y a los 10 hijos de Amán...». El rey ordenó
    que así se hiciera (¡Est 9,12-14!).                        En consecuencia, al preguntar por la época de
                                                               composición de estos poemas habrá que pensar en el
  Parece bastante claro que el libro de Ester fue escrito      periodo exílico, entre la destrucción de Jerusalén en el
  para explicar la fiesta de los Purim (hebr las suertes).     587 y el edicto de Ciro (538). Pero no hay por qué rechazar
  Dios había cambiado las suertes de su pueblo y de sus        que los poemas fuesen compuestos después de 538
  enemigos, de exterminio en salvación y viceversa:            para conmemorar en un marco festivo-litúrgico la caída
                                                               de Jerusalén.
    «Estos días de Purim nunca dejarán de ser
    festejados entre los judíos, ni se borrará su recuerdo     El libro de las Lamentaciones está formado por cinco
    entre sus descendientes» (Est 9,28).                       poemas, con los versos estructurados alfabéticamente.
                                                               El primero y el último ofrecen sumarios de contenido
  El tema que se vislumbraba era la providencia de Dios,       genérico, mucho más ajenos, desde el punto de vista
  que se había adelantado a los acontecimientos                psicológico, a los acontecimientos narrados en las
  introduciendo a Ishtar en la corte. Pero esta historia       terribles escenas de muerte y destrucción de los
  también recordaba que la existencia de los judíos era        capítulos 2 y 4. El tercer poema mezcla ostensiblemente
  contínuamente amenazada a causa de la envidia de los         la queja individual en primera persona (3,1-39.49-66)
  paganos. De este modo exaltaba el espíritu de revancha:      con el «nosotros» comunitario (3,40-48).

  «En cada provincia y en cada ciudad, a medida que iba        Las liturgias lamentatorias tenían la función de superar
  llegando la orden del rey y su decreto, los judíos se        el abatimiento y la aflicción, y abrir así a la esperanza a
  sentían desbordantes de gozo y celebraban banquetes          unos participantes que habían perdido prácticamente
  y fiestas. Y muchos entre la gente del país se profesaban    todo lo que había formado parte de su antigua condición
  judíos, porque el temor a los judíos se había apoderado      y que había dado sentido a su vida. Los poemas serían
  de ellos» (Est 8,17).                                        recitados en determinados días conmemorativos, y en
                                                               la recitación tomarían parte posiblemente diferentes
  A partir de este relato se podían fundamentar muy bien       personas y grupos, que representaban a Sión, a los
  las incursiones de los Macabeos fuera de Judá.               ciudadanos de Jerusalén, a los espectadores, etc.


                                                                                                                         33

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  • 1. La sabiduría y la literatura sapiencial Desde antiguo, las cortes de los reyes o los grandes santuarios fueron centros de formación de cultura en todo el Oriente. Desde allí la cultura se irradiaba en Escribas reales egipcios prontos a escribir al dictado. Relieve todas direcciones a través de las rutas recorridas por XVIII dinastía (1335-1308 aEC). la caravanas. no se aprende de un día para otro, por simple memoriza- La sabiduría de la experiencia ción. Para pilotear la propia vida no alcanzan las ins- trucciones; se necesita la habilidad. Cada vez que se lo- S egún G. Von Rad, Israel, como todos los pueblos, gra formular un proverbio se está cubriendo un pozo pe- entendía por sabiduría un conocimiento práctico de ligroso, pero sólo después que un niño ya se ha ahogado las leyes de la vida y del universo, basado en la en él. No se puede aprender de los proverbios, sino con experiencia. La palabra hebrea que nosotros traducimos los proverbios. por sabiduría significa en primer lugar pericia, como la La gran cantidad de sentencias sapienciales, sea las que tiene, por ejemplo, el forjador de metales o el conseje- contenidas en los libros clasificados como sapienciales, ro político o cualquier otro profesional. El objetivo que como también las distribuidas en el resto de la Escritura persigue, por tanto, aquel que cultiva la sabiduría, es la o fuera de ella, no están encuadrados dentro de un siste- posibilidad de poder dominar la vida; para eso debe co- ma ordenado. A lo sumo están agrupados, por no decir nocerla, no puede dejar de observar y afinar sus oídos amontonados, de acuerdo a alguna temática común. Esto para ver si entre la maraña de los acontecimientos apare- nos habla de dos maneras diferentes de percibir la ver- ce por alguna parte una ley o un orden constante. dad: una sistemática (como lo es la filosofía o la teología) y la otra empírica. Donde falta la verdad empírico-sapien- LA CAPACIDAD DEL LENGUAJE cial hay peligro de caer en el simple adoctrinamiento o hasta en la ideología. La sabiduría ha descubierto un El medio para apresar y objetivar el orden así perci- orden en las cosas y en los sucesos; lo ha hecho con mu- bido fue desde una temprana antigüedad el lenguaje. La cha paciencia y a través de dolorosas comprobaciones. palabra es el instrumento que permite contener las ver- Pero ese orden descubierto en fenómenos tan com- dades recibidas por la experiencia. Sólo a través de su plejos y mediante constantes percepciones la sabiduría formulación las verdades quedan fijadas y sancionadas no lo reduce a un principio general, y menos aún buscan- como tales. Y para eso la palabra ofrece grandes posibili- do una fórmula lo suficientemente amplia para englobar dades. Una de ellas, por ejemplo, es la rima, que permite a la infinita variedad del mundo de las apariencias. La la vez la impresión y la fácil memorización. Pero una sabiduría, más bien, busca leyes y constantes, pero deja forma también muy frecuente era la paradoja: siempre intacta la singularidad de cada experiencia. No es raro, entonces, encontrar proverbios contradictorios: «Hay quien regala y aumenta su haber, quien retiene lo que debe y empobrece» (Prov 11,24). «No respondas al necio según su necedad, no sea «Quien ama a su hijo lo castiga» (13,24). que te iguales a él; responde al necio según su nece- «La lengua blanda quebranta los huesos» (25,15). dad, no sea que se crea sabio» (Prov 26,4-5). En estos casos no hay conclusiones. Se trata simple- Porque un sistema filosófico puede ser concebido mente de la comprobación de un hecho. Y esto es ya por como cerrado en sí mismo; es decir, que se puede consi- sí mismo importante, porque se comprobaba con satis- derar suficiente su contenido. La sabiduría siempre per- facción que, detrás de los fenómenos o hechos aparente- manece abierta e inabarcable. No comprende la verdad mente absurdos, también se escondía una constante u de un modo exclusivo, porque el proverbio que corrige a orden oculto. Así el descubrimiento de dicha ley permi- otro no prueba la falsedad de este último. Más bien incor- tía vencer una vez más al caos. Esto nos muestra que la pora un nuevo plano en el horizonte de la experiencia. sabiduría está ordenada al dominio de la vida y no sim- Por lo tanto, el pensamiento sapiencial yuxtapone dis- plemente a un fin meramente didáctico. tintos campos de orden. EL ARTE DE CONDUCIR LA COMPARACION Por eso la sabiduría no es simplemente ciencia (co- Un modo de descubrir las leyes que rigen la vida del nocimiento): es arte. Prov 1,5 la llama «arte del piloto» (se- hombre es la analogía o comparación con respecto a los gún el texto griego khibernesis). Por tanto, como toda arte, fenómenos naturales: 1
  • 2. La sabiduría en el antiguo Egipto E gipto desarrolló su literatura sapiencial a través de instrucciones o enseñanzas, mediante las cuales un rey se dirige a su príncipe heredero, un magnate a su hijo, o un escriba a un discípulo. Los temas tratados se refieren a las grandes preocupaciones del hombre de todos los tiempos, como los males de la vida o las dudas ante el más allá de la muerte. Las Máximas de PTAH-HOTEP Se encuentra entre las instrucciones más conocidas. Este antiguo manual de formación cortesana se asemeja bas- tante en lo literario al libro de los Proverbios. «Nadie es sabio de nacimiento». «La injusticia nunca ha llevado su empresa a buen puerto». «La palabra es más difícil que cualquier otro trabajo y sólo da autoridad a quien la domina a fondo». «No respondas en estado de agitación». La Instrucción de DUAUF-JETI «Al sabio se conoce por lo que sabe y al Es una sátira de todos los oficios manuales. En el breve noble por sus buenas acciones». poema desfilan el picapedrero, el orfebre, el calderero, el carpintero, el joyero, el barbero, el cortador de cañas, el alfa- «El que escucha es un hombre a quien el rero, el albañil, el hortelano, el tejedor, el caravanero, el em- balsamador, el curtidor, el lavandero, el pajarero y el pesca- dios ama, y el que no escucha es un dor. No hay una sola palabra alentadora para estos oficios hombre al que el dios detesta». ni para los que los ejercen. Con la finalidad de que su hijo entre en la escuela y llegue a ser un escriba, ensalza la labor del escriba. La Instrucción a MERIKARÉ «Nada sobrepasa a la escritura; es un Expone la enseñanza que un rey se dirige serenamente a barco sobre el agua». su hijo en una época de gran inestabilidad. Sus consejos espiritualmente elevados no reflejan exactamente la situa- «El escriba no carecerá de nada.... Es la ción socio-política de su tiempo, por lo que es de suponer que escribas posteriores intervinieron en la redacción que mayor de las profesiones. Nada en la ha llegado hasta nosotros. tierra es comparable a ella». «No hay oficio sin patrono, excepto el del «El charlatán fomenta la discordia; escriba, pues él es el amo». suprímelo». «Sé hábil en palabras para poder La opinión de Jesús Ben Sira sobre los oficios y sobre el convencer, pues la lengua es la fuerza de sabio escriba es muy parecida a la de Duauf-Jeti. un hombre». «¿Cómo va a hacerse sabio el que empuña el arado, y «Sólo se convierte en maestro el que se se gloría de tener por lanza el aguijón, el que conduce deja instruir». bueyes, los arrea en sus trabajos y no sabe hablar más que de novillos? Aplica su corazón a abrir surcos, y «Dichoso el que sobrevive en el sus vigilias a cebar terneras. De igual modo todo obre- recuerdo». ro o artesano,que trabaja día y noche» (Eclo 38,25-27). «Calma al que llora, no oprimas a la «No así el que aplica su alma a meditar la ley del viuda, no eches a un hombre del terreno Altísimo. La sabiduría de todos los antiguos rebusca, de sus padres». a los profecías consagra sus ocios, conserva los rela- tos de varones célebres, en los repliegues de las pará- «No hagas diferencia entre el hijo de un bolas penetra, busca los secretos de los proverbios y noble y un hombre vulgar». en los enigmas de las parábolas insiste» (Eclo 39,1-3). 2
  • 3. La Instrucción de ANI Es la lección continuada de una escriba, ya mayor y de Es muy llamativa la semejanza que guarda la advertencia tendencias conservadoras, a su hijo Konsu-hotep que se que dirige a los jóvenes frente a la mujer extranjera respecto prepara para ejercer el mismo oficio. El hijo, en cambio, a la contenida en Proverbios. sería más abierto a las nuevas corrientes. «Guárdate de la mujer extranjera que «La Sabiduría te apartará de la mujer nadie conoce en la ciudad. Agua ajena, de la extraña de melosas palabras, profunda, de límites desconocidos, es la que ha dejado al amigo de su juventud y mujer cuyo marido está lejos. «Estoy ha olvidado la alianza de su Dios; su casa limpia» te dice a cada momento, pero no está inclinada hacia la muerte, hacia las hay testigos cuando se dispone a echarte sombras sus tortuosos senderos» (Prov el lazo». 2,16-18) La enseñanza de AMENEMOPE Es la más conocida y estudiada por su relación con Prov 22,17-24,11 desde su descubrimiento en 1923. Prácticamente existe unanimidad entre los autores en afirmar que dicha sección de Proverbios es posterior a la enseñanza de Amenemope y depende literariamente de ella, aunque no al pie de la letra. El pasaje de Prov 22,20: «He escrito para ti treinta máximas de experiencia», sólo se ha podido explicar satisfactoriamente a la luz de Amenemope XXVII 7-8. Amenemope señala un hito en la sabiduría de Egipto por su profundo humanismo y religiosidad. AMENEMOPE PROVERBIOS «Considera estos treinta capítulos [de los «¿No he escrito para ti treinta capítulos que consta la enseñanza], que instruyen y de consejos y ciencia, para hacerte educan» (XXVII,7-8) conocer la certeza de las palabras verdaderas» (22,20-21) «Presta tus oídos, escucha lo que se te «Presta oído y escucha las palabras de los dice, aplica tu corazón a entenderlos. sabios, y aplica tu corazón a mi ciencia, Vale la pena guardarlos en tu corazón» porque te será dulce guardarlas en tu (I,1-3) seno» (22,17-18) «Guárdate de robar a un desdichado y de «No despojes al débil, porque es débil, y enfadarte con un débil» (IV 4-5) no aplastes al desdichado en la puerta «Dios prefiere al que honra al pobre más porque YHWH defenderá su causa y que el que adula al rico» (XXVI,13s) despojará de la vida a los despojadores» (22,22-23) «No ambiciones un codo de terreno, ni «La casa de los soberbios la destruye traspases los linderos de una viuda» YHWH, y mantiene en pie los linderos de (VII,14s) la viuda» (15,25) Las Instrucciones de ANK-SESONQY Dirigidas a su hijo, contiene una sabiduría práctica de origen rural. Utiliza la repetición y sentencias breves (refranes). «No vivas con tus suegros» (IX 12). «No seas demasiado confiado: te harás «Quien no recoge lana en verano no pobre» (XVI 22). tendrá calor en invierno» (IX 17). «Si te oprime una pesada carga, duerme a «El compañero de un loco es un loco, el su sombra» (XX 17). de un sabio es un sabio, el de un idiota es «No enciendas un fuego que no puedas un idiota» (XII 6s). apagar» (XXII 3). 3
  • 4. «El viento del mar trae lluvia, lengua que murmura trae rostros irritados» (Prov 25,23) «Si se acaba la leña se apaga el fuego, si no está el deslenguado cesa la riña» (26,20) «A quien toca la pez se le pega la mano, quien se junta con el cínico aprende sus costumbres» (Eclo 13,1). El desarrollo extenso de estas comparaciones daría lugar más tarde a las llamadas parábolas. EL ACONTECER Pero así como los fenómenos de la vida humana no pueden reducirse a una ley general, los sabios de Israel tampoco redujeron a un principio (gr. Arkhé) los fenóme- El Libro de los muertos es una amplia colección de textos nos naturales. En Israel no existía el concepto naturaleza funerarios de varias épocas y que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones que, según los antiguos como nosotros lo entendemos. Para Israel el mundo no egipcios, guiaban y protegían el alma (Ka) durante su viaje a la era un orden estable y armónico, que abarcaba por igual región de los muertos (Amenti). Para ellos, el conocimiento de todo lo existente y del cual se podía preguntar por su estos textos permitía al alma protegerse de los demonios que arkhé o principio último y determinante. El mundo se ha- intentaban impedirle su progresión y pasar las pruebas establecidas por 42 jueces en la antesala de Osiris, dios de llaba para él en la esfera de lo imponderable e inconmen- los muertos. En estos textos también se indica que la felicidad surable, y frente a él se encontraba más indefenso de lo en el más allá dependía de la vida que hubiera llevado el que pensamos, por faltarle un grupo de conceptos mane- difunto en este mundo. Los primeros textos religiosos jables. El mundo era más un acontecer que un ser. Y como conocidos, de carácter funerario, se encontraron en jeroglíficos esculpidos en los muros interiores de las pirámides no tenía la posibilidad de dominar racionalmente este de los faraones de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo, a acontecer mediante la reflexión sobre un principio fun- los que se conoce como los textos de las pirámides. Un damental, no tenía más remedio que recurrir al examen y famoso ejemplo se encuentra en la pirámide de Unas (que clasificación de los fenómenos particulares para familia- reinó entre los años 2428-2407 aEC), último faraón de la V Dinastía. En el primer Periodo Intermedio y en el Imperio Medio rizarse, en cuanto fuera posible, con el aspecto exterior algunos individuos tenían estos textos pintados en sus de esa realidad. ataúdes, de ahí que también se conocieran como Textos de los Este acontecer del mundo en el cual se encontraba Ataúdes. Hacia la XVIII Dinastía los textos empezaron a metido, le parecía al sabio demasiado misterioso y sujeto escribirse en papiros que se colocaban en los sarcófagos. Estos papiros solían medir entre 15 y 30 metros y tenían al dominio de YHWH. El mundo era la actividad de ilustraciones en color, como la que reproduce este dibujo. Aquí YHWH y en ella lo extraordinario no era más admirable se ve a Anubis pesando el alma de un difunto, y a Tot tomando que el orden normal. Lo que los sabios llegaron a deducir nota del resultado. de su medio ambiente eran leyes captadas por la fe. El orden que podía encontrarse en lo profundo de la realidad permanecía muchas veces en el secreto, sin po- «Al hombre le parecen puros todos sus caminos, pero der ser revelado. Mucho menos podría ser manipulado. YHWH pesa los espíritus» (Prov 16,2). Pero ciertamente era un orden que silenciosamente y de un modo casi imperceptible tendía a conseguir un equili- La expresión procede evidentemente de una concep- brio. Era necesario, pues, saber esperar a que se produje- ción egipcia relativa al juicio de los muertos, durante el ra dicho equilibrio y ser capaz de percibirlo. Esa sabidu- cual se pesaba con una balanza el corazón del difunto ría es humilde; crece atendiendo a la realidad concreta y frente al dios Tot. Pero ¡con cuánta mayor razón podía sobre todo a las limitaciones del hombre. A Job no le que- repetirla la religión yahwista! Es evidente que en la lite- da otra alternativa que callar cuando reconoce que es un ratura sapiencial no habla una humanidad que se siente ignorante frente a los misterios de la creación y que es sola en sus decisiones. Al contrario, es conciente de ha- incapaz de responder a las preguntas que Dios le hace. llarse expuesta a un continuo juicio divino. LO QUE AGRADA Y DESAGRADA A DIOS Una Sabiduría Divina Otra serie de máximas nos hacen dar un paso más S i bien la búsqueda de constantes era un asunto pro en esta misma dirección. Son los proverbios que hablan fano, no puede se puede negar que tras ellas Israel del desagrado o complacencia divina en ciertas prácti- veía inmediatamente al mismo YHWH. Aún las cas y comportamientos humanos: sentencias más profanas de la sabiduría de Israel tienen un transfondo teológico. «Abominación de YHWH la balanza falsa, pero el peso justo gana su favor» (Prov 11,1). DIOS ES EL QUE PESA LOS CORAZONES Por eso, si antes consideramos que la búsqueda sa- Hay una serie de proverbios en donde se designa a piencial llevaba a determinar que «el camino de los rec- Dios como el que pesa y escruta los corazones: tos es apartarse del mal» (16,17), ahora tenemos que aña- 4
  • 5. La sabiduría en Mesopotamia M esopotamia ejerció un influjo indiscutible sobre literatura bíblica. De hecho esta cultura es considerada como la cuna de la civilización. Pero sus textos sapienciales no son tan importantes como los de Egipto. Poema del JUSTO QUE SUFRE Fechado entre 1500 y 1200 aC, este poema, cuyas primeras pala- bras son «Alabaré al señor de la sabiduría», es un himno de alaban- za a Marduk, dios principal de Babilonia, por los beneficios recibi- dos. Desde que se descubrió en 1875 se ha considerado como el «Job babilónico» por las semejanzas con el libro bíblico. El protagonista, un devoto de Marduk, presenta un solo problema en su largo monólogo: ¿por qué Marduk permite que un fiel servidor suyo sufra tantas adversidades en la vida? «Mi dios me ha olvidado y desaparecido, mi diosa se ha retirado de mí y permanece distante, el espíritu benévolo que siempre estaba junto a mí se ha ido» (I,43-45). Después de vencer al caos Marduk rediseñó el cielo y la tierra, ordenó los astros y creó los seres humanos. Familiares y amigos lo han dejado solo, probablemente en su enfer- medad. Después de un año, la situación no ha mejorado (cf. II,1-3). Surge entonces una gravísima duda que afecta a los fundamentos de su fe religiosa: parece que no sirven de nada el culto y la venera- La TEODICEA BABILÓNICA ción fiel de los dioses, pues la enfermedad sigue su curso impara- ble. Pero llega finalmente la restauración gracias a la acción benéfi- Es un diálogo poético entre un hombre que sufre ca de Marduk (cf. Tabla III), que «puede volver a la vida al que está en (estrofas impares) y su amigo (estrofas pares). la fosa» (IV,35). El agraciado reconoce ante todos el don de la salud La causa del sufrimiento no es la enfermedad, y de la vida y da gracias a su benefactor Marduk (cf. Tabla IV). como en el poema anterior, sino la situación so- En el poema queda claro que la vida y las disposiciones de la divini- cial del protagonista: huérfano (I,11), pobre (VII,75), dad son un misterio para el hombre. despreciado (XXIII,253) y perseguido (XXV,275). El problema filosófico del diálogo es: ¿por qué el «¿Quién puede conocer la voluntad de los pobre, el desvalido, a pesar de ser justo, piadoso y fiel (VII,71-73), no es protegido por los dioses, dioses del cielo? ¿Quién puede comprender los sino abandonado por ellos a su suerte y a las planes de los dioses del abismo?» (II,36-37). injusticias de la sociedad? El amigo responde inicialmente a cada una de las quejas con los argumentos tradicionales: DICHOS POPULARES, CONSEJOS Y si sufre será por algún pecado oculto (VIII); PROVERBIOS después invoca el misterio (XXIV,256-257). Pocas colecciones se han conservado, aunque el uso del proverbio El autor del libro de Job repetirá más dramática- debió de ser muy familiar en Mesopotamia. mente este mismo discurso, a excepción de la última conclusión del amigo, que responsabiliza «El arte de escribir es madre de los oradores, a los dioses de haber hecho al hombre mentiroso y de burlarse del pobre, no del rico (cf. XXVI). En la padre de los doctos». última estrofa, la XXVII, el protagonista deja de «Consagró el templo antes de comenzarlo». quejarse y se somete al destino. Pide ayuda a su amigo, confiesa serenamente su desgracia y se «La amistad es de un día; la esclavitud encomienda piadosamente a los dioses y al rey: perpetua». «Que me ayude el dios que me «Un ciudadano vulgar en otra ciudad es su abandonó; que se muestre jefe». compasiva la diosa que [me «Cuando las hormigas son golpeadas, muerden olvidó]; que el pastor (el rey), sol la mano del que las hiere». del pueblo [se compadezca]» «En boca abierta entran moscas». (XXVII 295-297). 5
  • 6. dir que «con el temor de YHWH se evita el mal» (16,6). Es Llega hasta ser un impaciente ultimatum: decir con la práctica de los mandamientos. «La Sabiduría clama por las calles, por las plazas EL HOMBRE PROPONE, PERO DIOS DISPONE alza su voz» (1,20). Una tercera serie de proverbios es la más instructiva ES lo mismo que proclamaban los levitas antiguamente: desde el punto de vista teológico. Trata de las limitacio- nes de las posibilidades humanas por parte de Dios y su «Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y libre proceder: desgracia. Si escuchas los mandamientos de YHWH tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a YHWH tu «Al hombre, los planes del corazón; pero a YHWH, Dios, si sigues sus caminos y guardas sus manda- la respuesta» (Prov 16,1). mientos, preceptos y normas, vivirás y te multiplica- rás» (Dt 30,15s). Quiere decir que el hombre puede hacer muchos pro- yectos, pero en su formulación entra lo imprevisto, por Sólo que la amonestación ahora no se dirige a Israel eso hacer lo correcto e incluso llegar a pronunciar una como comunidad de la Alianza, sino a cada individuo palabra justa, eso es un don de YHWH. personalmente. En esta personificación de aquella que llama y aquel que es llamado, la Sabiduría llega a recibir «No hay sabiduría ni inteligencia ni consejo frente al carne y sangre, capaz hasta de establecer una relación Señor. Se prepara el caballo para el día del combate, afectiva con ella: pero es el Señor quien da la victoria» (Prov 21,30s). «Dile a la Sabiduría: «Tú eres mi hermana», llama Estas afirmaciones expresan la conciencia de que el pariente a la inteligencia» (Prov 7,4). ámbito que el hombre puede abarcar con su razónes real- mente pequeño. Donde quiera que se vuelva y cuando La Sabiduría es la forma en que YHWH se hace pre- menos lo piensa, se encuentra de nuevo frente a ese fac- sente para que los hombres lo busquen. Sin embargo no tor incalculable de la actividad divina. La sabiduría, es Dios mismo. Es algo distinto. Es una criatura suya: como arte de dominar la vida, sabe detenerse aquí y ani- quilarse a sí misma. «YHWH me creó, primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas» (8,22). La Sabiduría en persona La Sabiduría se identifica con la idea del mundo que Dios acariciaba durante la misma creación: D esde la época post-exílica se observa una impor- tante transformación en la consideración de la «Con la Sabiduría fundó YHWH la tierra, consolidó sabiduría. Desde entonces se la concibe como los cielos con inteligencia» (3,19). un llamamiento de Dios al hombre, o sea, como la media- dora de la revelación divina. Se la llega a considerar, La Sabiduría es distinta del hombre, pues de otro incluso, como un principio divino dado al mundo en la modo sería algo que está al alcance de su deseo. Es, a la creación. vez, algo distinto de Dios, pues si no no podría penetrar Así, en Prov 1-9, ya no encontra- en el hombre. Esta perspectiva, intenta preservar la trans- mos sólo máximas para abordar la vida, cendencia de Dios y subrayar la impotencia del hombre sino, además, amplios poemas teológi- para hacerse con la sabiduría. De todos modos irá au- cos. Si antes el temor de YHWH era el mentando cada vez más la consideración de su partici- principio de toda sabiduría que ense- pación en el ser de Dios: ñaba al hombre a vivir, ahora la Sabi- duría pretende llevar al hombre hacia «Es un hálito del poder de Dios, una emanación pura Dios. Pero ella no se dirige al hombre de la gloria del Omnipotente, por lo que nada man- como una doctrina en labios de un maes- chado llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eter- tro. Ahora habla como una persona, na, un espejo sin mancha de la actividad de Dios, como un yo revestido de autoridad. La una imagen de su bondad. Aún siendo sola, lo pue- misma llamada da al hombre la certeza de todo; sin salir de sí misma, renueva el universo; en de que en ella se le ofrece la salvación: todas las edades, entrando en las almas santas, for- ma en ellas amigos de Dios y profetas» (Sab 7,25-27). «El que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de YHWH» (8,35). Finalmente la Sabiduría invita a los cansados y dé- biles, a los que se sienten desanimados: «Venid a mí los que me deseáis, y hartaos de mis La Divina Adoratriz, prototipo de Maat, la suprema Sabiduría en Egipto. Estatuita del 850 productos... ¿Por qué habéis de decir que estáis pri- aEC, contemporánea de la literatura sapiencial vados de ella, cuando vuestras almas tienen tanta de Israel. París, Museo del Louvre. sed? He abierto mi boca y he hablado: adquiridla sin 6
  • 7. dinero; someted al yugo vuestro cuello, que vuestra No es de extrañar, entonces, que la Sabiduría y la alma reciba la instrucción: está ahí a vuestro alcan- Ley fuesen descritas posteriormente según un modo pro- ce» (Eclo 24,19; 51,24-26). tagónico femenino. Más allá de este ámbito original de formación, el La afinidad entre la llamada de la Sabiduría en Eclo término hakam (sabio) se fue vinculando cada vez más al 24,19 y las palabras de Jesús es tan grande, que sus discí- ámbito escolar y público, pues era necesario aprender de pulos llegaron a reconocerlo como la encarnación de la un maestro, y la instrucción implicaba una capacitación Sabiduría divina que viene al mundo a invitar a cada profesional. Así, la tradición sapiencial cultivada en el uno a unirse a Dios: Oriente antiguo asumió como finalidad el desempeño público, como podría ser el gobierno o el culto. El testi- «Venid a mí todos los que estáis rendidos y abruma- monio bíblico nos presenta los grandes focos de irradia- dos, que yo os daré descanso. Cargad con mi yugo y ción sapiencial que conocía Israel: aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi «La sabiduría de Salomón era mayor que la sabidu- yugo es suave y mi carga ligera» (Mt 11,28-30). ría de todos los orientales y que toda la sabiduría de Egipto» (1 Re 5,10). La figura del sabio Teniendo en cuenta la gran dedicación que requería conocer la escritura jeroglífica (inventada en EGIPTO en L a FAMILIA y la TRIBU pudieron ser los lugares torno al 3000 aEC), es obvio que el cultivo de las letras y más antiguos de origen y transmisión de la sabi- el arte de la lectura que permitía adquirir y transmitir duría. En efecto, las fórmulas «Escucha hijo...», que conocimientos fuera privilegio de pequeñas elites. El nom- encabezan algunas instrucciones, pueden estar impli- bre de este tipo de escritura (hieros = sagrado; glifos = cando que al padre correspondía primordialmente la fun- grabado), permite situar a estos primeros grupos selectos ción educativa dentro del círculo familiar. Está claro, al en torno a los santuarios. Los textos consignados con menos, que la instrucción religiosa era responsabilidad esta grafía estarían destinados a conservar relatos de ca- de los padres, como lo sugieren los antiguos preceptos: rácter teológico, como también los rituales utilizados en el culto. La magia, con su carácter esotérico, era un rubro «Y cuando os pregunten vuestros hijos: ‘¿Qué signi- donde la escritura tenía amplia aplicación. fica para vosotros este rito?’, responderéis: ‘Éste es el sacrificio de la Pascua de YHWH...» (Ex 12,26s); «Queden en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Se las repetirás a tus hijos, les hablarás de ellas tanto si estás en casa como si vas de viaje, así acosta- do como levantado» (Dt 6,6-7). La familia como ámbito de transmisión de conoci- mientos es confirmada en el siguiente proverbio: «También yo fui hijo para mi padre, tierno y querido a los ojos de mi madre. Él me enseñaba y me decía: ‘Retén mis palabras en tu corazón, guarda mis man- datos y vivirás. Adquiere la sabiduría, adquiere la inteligencia, no la olvides, no te apartes de los dichos de mi boca» (Prov 4,3ss). La relación maestro - discípulo habría tomado de la institución familiar el modelo básico padre - hijo. Igual- mente la madre ocupaba un puesto importante en la for- mación del niño, incluso anterior respecto a la enseñan- za impartida por el padre: «Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la lección de tu madre» (Prov 1,8; cf. 6,20). En algún caso la madre podría encargarse no sólo de la primera enseñanza, sino, además, de la una capaci- En este relieve en madera, de hace 4.700 años, el egipcio Hezy- tación profesional, como el arte de gobernar: Ra, jefe de los escribas reales, lleva colgados del hombro derecho sus instrumentos de escribir: una paleta de pizarra con dos huecos en los que se alojan sendas pastillas de tinta, un estuche para el «Palabras de Lemuel, rey de Massá, que le enseño su cálamo con el que se escribe y un recipiente con agua para madre» (Prov 31,1). humedecer el cálamo. 7
  • 8. Fuera de la actividad religiosa, las funciones de los En la formación de la tradición sapiencial israelita profesionales de la escritura (los escribas) se extendían a han tenido también un lugar muy importante los mis- otro ámbito, no menos sagrado, como el ceremonial de la mos centros que en Egipto y Mesopotamia han cultivado corte faraónica, o a la actividad diplomática, administra- la ciencia, puesto que Israel ha tomado por modelo di- tiva o militar. El cultivo de las ciencias exactas y la medi- chas culturas al transitar su camino desde la organiza- cina también fue propio de estos letrados. En una época ción tribal a la urbana. Esos sitios han sido: posterior la sabiduría egipcia se orientaría hacia la ética y la piedad personal. También se haría más popular, lle- LA CORTE gando a surgir un nuevo tipo de escritura llamada demó- tica (demos = pueblo). Allí no puede faltar la sabiduría, necesaria para el En MESOPOTAMIA encontramos entre los gobierno del reino. David y Salomón son recordados como SUMERIOS centros de enseñanza llamado eduba («casa reyes sabios, y se espera del Mesías descendiente suyo de las tablillas», en alusión al material sobre el cual se que reciba de YHWH «espíritu de sabiduría (hokmá) y de escribía), donde eran adiestrados príncipes e hijos de al- entendimiento (binah») (Is 11,2). tos funcionarios religiosos, civiles o militares en el arte Asiste a los reyes un colegio de consejeros (yo’asim): de la escritura, la lectura, la archivística, la matemática y la música. Esta preparación humanística proporcionaba «Donde no hay buen gobierno, el pueblo se hunde; un excelente currículum a los jóvenes para entrar al ser- abundancia de consejeros, trae salvación» (Prov 11,14). vicio del templo y de la corte. Entre los ACADIOS, en cambio, el sabio por excelencia es el rey, que supera a El soberano podía contar también con algún amigo todos los demás mortales. del rey (rea’ hamelek), o consejero privado: Sentados en bancos de ladrillos estos Desde primera hora de la mañana hasta el final de la tarde, 24 días al mes, desde los 6 años estudiantes realizan ejercicios en un aula de edad hasta los 18: tal era el régimen de estudios de un escolar babilonio que pretendiese del Cercano Oriente hacia el año 1800 aEC. llegar a ser escriba. En esta exigente academia, el muchacho realizaba incesantes ejercicios A la izquierda, el maestro va a mostrar a bajo la supervisión del director del colegio y de un equipo de ayudantes, entre los cuales se un alumno cómo se ejecuta correctamen- encontraba un instructor expresamente encargado de golpearle en cuanto cometiese un te un signo-palabra; al medio, un ayudan- error. Los ejercicios le harían un experto tanto en la escritura del akkadio -que era la lengua te que lleva un palo corrige las faltas co- hablada en Babilonia- como en la del sumerio -la lengua clásica-. Entre el resto de las metidas por un futuro escriba, sobre el materias destacaban las matemáticas, la literatura y la redacción de contratos legales. cual podrían caer varios golpes. De pie, No es de extrañar que, antes del duro examen al final de los estudios en la escuela, muchos junto al último banco, un aprendiz de maes- estudiantes la abandonasen o bien fueran despedidos por ineptitud. Lo mejor que podían tro adiestra a un joven estudiante. esperar entonces tales fracasados era el puesto de escriba público en una aldea. 8
  • 9. En la plaza del mercado, un escriba, contemplado por su hijo, copia lo que le dicta un comerciante. Manejando con su mano derecha un corto estilete de caña, el escriba transforma las palabras habladas en símbolos impresos sobre la tableta de arcilla de su otra mano. El recipiente que hay tras él contiene una reserva de arcilla húmeda. En Babilonia, hace 4.000 años, el escriba profesional se había hecho ya indispensable. Mediante los conocimientos del escriba, el rey enviaba instrucciones a sus más lejanos administradores, sus recaudadores llevaban la cuenta de los impuestos, los comerciantes hacían pedidos de los productos que necesitaban y se los facturaban a sus clientes, y los campesinos más ricos compraban y vendían tierras. Evidentemente, cualquier persona que supiera leer gozaba de una alta estima. Pero en esta profesión, como en la mayoría de los oficios, había numerosos niveles y especialidades. Entre los más bajos estaban el de escriba en la plaza del mercado, que redactaba la correspondencia comercial y las cartas personales de quienes le pagasen determinados honorarios. Al nivel más alto, un escriba que dominara los secretos de la matemática se encontraría indudablemente entre los principales personajes de su comunidad; algunos, de hecho, llegaron a ser consejeros del rey. ción dada a los hijos de Leví, se dice que los levitas «en- señan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel» (Dt 33,10). Los profetas Oseas y Malaquías denuncian a los sa- cerdotes por descuidar la enseñanza: «Perece mi pueblo por falta de conocimiento. Ya que tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré de mi sacerdocio» (Os 4,6). «Los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la Ley se busca en su boca; porque él es el mensajero de YHWH Sebaot» (Mal 2,7). Además de la enseñanza de los preceptos cultuales, su labor docente se debió extender a la conservación y transmisión de las tradiciones relativas a la historia de «Llegó Jushay el arquita, amigo de David, donde Ab- los clanes vinculados a determinados santuarios. Recor- salón... Absalón y todos los hombres de Israel dije- demos que Esdras, a quien se atribuye la redacción del ron: ‘El consejo de Jushay el arquita es mejor que el Pentateuco, ha sido un sacerdote-escriba, y junto con los consejo de Ajitófel» (2 Sam 16,16; 17,14). levitas explicaban al pueblo el sentido de la Torah (cf. Neh 8,8). Finalmente el soper o escriba, desempeñaba funcio- nes propias de secretario o cronista. Cuando a éste se lo ESCUELAS designa en singular, puede tratarse del Secretario de Es- tado, al frente de un grupo de escribas: En cuanto a su existencia, la mención más explícita que tenemos es bastante tardía. A comienzos del siglo II «Llamó al rey, y el mayordomo de palacio, Elyaquim, aEC Ben Sirá invita: hijo de Jilquías, el secretario Shebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, salieron hacia él» (2 Re 18,18). «Vosotros, ignorantes, venid a mí y habitad en mi casa de instrucción» (Eclo 51,23). Funcionarios de la corte se encargaron de transmitir la sabiduría cultivada: Este testimonio nos muestra una modalidad concre- ta de enseñanza, que se hará más frecuente en la época «También éstos son los proverbios de Salomón, trans- rabínica: la bet ha midrash. Esta implica la cohabitación critos por los hombres de Ezequias, rey de Judá» (Prov de los discípulos con un maestro. Sin embargo también 25,1). los lugares públicos y abiertos pudieron ser sede de re- flexión y enseñanza, como serían en Grecia el Areópago LOS SANTUARIOS o la Stoa (la Puerta): Han sido desde los orígenes más remotos de Israel «La Sabiduría clama por las calles, por las plazas centros de enseñanza de práctica religiosa. En la bendi- alza su voz, llama en la esquina de las calles concu- 9
  • 10. Fragmentos de arcilla y sellos descubiertos en ciudades israelitas del periodo monárquico parecen ser ejercicios de escritura, razón por la cual se puede sospechar que en esos sitios hubiese emplaza- dos centros de enseñanza. Por ejemplo, sobre este fragmento de caliza blanda hallado en torno a la antigua Guézer, se encuentra una inscripción que podría ser un ejercicio realizado en una escuela. El contenido es un poema que describe los meses del año agrícola: «Sus dos meses son de cosecha (de las olivas). Sus dos meses son sembrar (cereal). Sus dos meses son la siembra tardía. Sus dos meses son segar el lino. Su mes es coseschar la cebada. Su mes es cosechar y festejar. Sus dos meses son ocuparse de las vides. Su mes es la fruta veraniega». Entre los alumnos habría adolescentes, a los que se dirigen las advertencias sobre los peligros de la «mujer ajena, de la extraña de lengua seductora» (Prov 2,16-19) y los consejos relativos a la importancia de la disciplina y la educación: «Educa al muchacho al comienzo de su camino, que luego, de viejo, no se apartará de él… La necedad está atada al corazón del joven, la vara de la correc- ción lo separará de ella (Prov 22,6.15). La Biblia no proporciona ningún nombre de maes- tro de sabiduría del periodo preexílico. El instructoer era rridas, a la entrada de las puertas de la ciudad pro- habitualmente llamado «padre» y el estudiante «hijo». nuncia sus discursos» (Prov 1,20-21). También se los llamaría «maestro» o «educador»: «En la cumbre de las colinas que hay sobre el cami- «¿Por qué no hice caso a mis maestros ni presté oídos no, en los cruces de las sendas se detiene» (Prov 8,2). a mis educadores» (Prov 5,13). Otros indicios apuntan a la existencia de escuelas: Y es normal pensar que el adjetivo «hakam» (sabio) también se aplicase al maestro de sabiduría: El rey Roboam «abondonó el consejo que los ancia- nos le dieron y pidió consejo a los jóvenes que se «Presta oído y escucha las palabras de los sabios, y habían criado con él y estaban a su servicio» (1 Re aplica tu corazón a mi ciencia» (Prov 22,17). 12,8). A los sabios escribas del antiguo Israel, que fueron Jehú envió cartas «a los preceptores de los hijos de poniendo por escrito la tradición recibida, irán sucedien- Ajab» (2 Re 10,1). do después nuevos sabios, que se dedicarán a ampliar esa tradición mediante la interpretación de lo ya enseña- También los profetas tendrían sus escuelas, pues do. A este respecto la figura de Esdras es emblemática . los profetas dijeron a Eliseo: Este experto desplegó su actividad investigando y ense- ñando la Torah (Esd 7,10). Este cambio de perspectiva en «Mira, el lugar en que habitamos a tu lado es estre- la actividad del sabio se percibe también en Ben Sira, cho para nosotros» (2 Re 6,1). donde se concibe la «meditación de la Ley del Altísimo» como la principal tarea del sabio (cf. 39,1). Y la relación entre Elí y el joven Samuel indicaría Ha surgido así un nuevo tipo de instrucción comu- que en un santuario como Silo podría darse también algo nitaria, basada en el estudio interpretativo de la Torah. así como una escuela (cf. 1 Sam 1-3). También los esenios de Qumrán recorren este proceso. En la mayor parte de las escuelas unos pocos alum- La interpretación que ofrecían de la Torah, facilitada por nos en torno a un maestro aprenderían los rudimentos la inspiración del Maestro de Justicia, era para ellos la de la lectura, la escritura y la aritmética. En Jerusalén y única interpretación posible. La exégesis de la Torah y en otros centros urbanos habría escuelas cuya enseñan- su cumplimiento se convierten en el auténtico camino de za tenía un nivel más alto, y cuyos destinatarios eran los la salvación. hijos de la nobleza, de las principales familias y de los En ese tiempo, en el que la profecía ha ido desapare- grandes comerciantes. Probablemente se aprendía algu- ciendo y cediendo terreno a la investigación y a la ense- na lengua internacional (principalmente arameo) y rudi- ñanza de la Torah, la sabiduría palaciega la popular mentos de literatura hebrea. dejan su lugar a la tradicioón rabínica. 10
  • 11. Formas de la literatura sapiencial Proverbio (masal) El PROVERBIO NUMÉRICO. Está relacionado con el enigma y con los recursos mnemotécnicos. Es la forma básica de la literatura sapiencial. Existen di- Su esquema responde a la fórmula x/(x + 1), versos tipos de masal, casi todos representados en el libro siendo la más popular 3/(3 +1): de Proverbios: «Hay tres cosas que... y una cuarta que...». El PROVERBIO POPULAR. Generalmente se trata de un verso con sus dos partes en paralelo. Su estilo es breve Tras la mención del X + 1, se describe el conjunto de y suele carecer de forma imperativa. Porque simplemente cosas a las que se refiere la última cifra: resume las observaciones de la vida cotidiana, que se imponen mediante la evidencia indiscutible de los he- «Hay tres cosas insaciables y cuatro que no dicen: chos. Su propósito, fundamentalmente didáctico, es que ¡Basta!. El sheol, el seno estéril, la tierra que no se sacia el hombre pueda llegar a controlar la realidad y obrar en de agua, y el fuego que no dice: ¡Basta!» (30,15-16). consecuencia, eligiendo la acción y el momento adecua- dos para ir alcanzando una realización personal. En el Hay variantes con menos rigor formal, que sólo men- libro de Proverbios se descubren algunas agrupaciones cionan una realidad a pesar del esquema x/(x + 1), como temáticas, por ejemplo 25,2-7 respecto al rey. en el caso de los oráculos de apertura del libro Amós. Allí se menciona un solo delito a pesar de que dice ¡Por tres La INSTRUCCIÓN. Surge de la suma de imperativos, crímenes de... y por cuatro seré inflexible! (cf. 1,3-2,8). motivaciones (introducidas la palabra porque) y exposi- Otras veces sólo se menciona sólo una cifra: ción de las consecuencias negativas que puede acarrear el incumplimiento de la exhortación. Caracterizada tam- «Con tres cosas me adorno...», bién por el vocativo «Hijo», es cultivada especialmente «Mas tres clases de gente odia mi alma...», en Prov 1-9; Prov 22,17-24,22 y en Ben Sira 2,1-6; 3,17-24; «Nueve cosas que imagino tengo por felices en mi 11,29-34. corazón...» (Eclo 25,1.2.7). Manifestaciones de la tradición sapiencial en los libros bíblicos Más allá del conjunto de libros que agrupamos con el no tiene una visión positiva de aquella sabiduría entendi- nombre de sapienciales, existen textos bíblicos que res- da como sagacidad y astucia, que no se plantea actitudes ponden a una intención «didáctica», pero que están con- éticas. La sóla habilidad para manejar las situaciones en tenidos en otras secciones de la Biblia. provecho propio no merece llamarse sabiduría. Aunque se llame hakam me’od (muy sabio) al amigo que le ense- En las narraciones del PENTATEUCO sólo José recibe ña a Amnón el modo de acostarse con su hermana, la el apelativo de sabio. Sin embargo, actitudes y elementos acción es juzgada como infame (2 Sam 13,3.12). La mu- asociados con el mundo de los sabios (como sagacidad, jer hakamah (sabia) habla a sus conciudadanos con perspicacia, impulso hacia la autoconservación) los des- hak’matah (su habitual sabiduría) ¡para que se decapite a cubrimos también en otros personajes del Pentateuco. un asilado y se salve así la ciudad de sus sitiadores! (2 Recordemos la astucia de Jacob para robar la primogeni- Sam 20,16.22). Esta sabiduría/sagacidad desvinculada tura a Esaú, o la capacidad retórica de las matriarcas de las dimensiones éticas irá cediendo terreno ante el israelitas para conseguir sus propósitos. Ellas no se en- triunfo de la Torah. Una conducta verdaderamente sabia frentan directamente al marido, ni utilizan el lenguaje de está en relación con las «leyes y preceptos» de YHWH. Y la sumisión, sino que demuestran ser capaces de provo- si Israel los practica, será reconocido como «pueblo sa- car en sus esposos el sentimiento de culpa. Sara dice a bio e inteligente» (am-hakam venabon: Dt 4,5-6). Abraham: «Mi agravio caiga sobre ti... Que YHWH juzgue entre nosotros dos» (Gn 16,5). En la literatura PROFÉTICA, los mencionados como Asimismo, el tono didáctico y reflexivo del Deuteronomio, sabios son casi siempre opositores de los profetas en manifestado en su preocupación por aprender y enseñar temas relacionados con la justicia y con las decisiones la Ley, y las detalladas descripciones de las hazañas de políticas. Se trataría de hombres de Estado, consejeros, YHWH en la historia de salvación, sugieren que esta obra miembros de las clases elevadas e incluso escribas. Ellos fue escrita por gene cercana o perteneciente a círculos de ponen su sabiduría humana por encima de los planes de escribas. YHWH revelados a los profetas. «¡Ay de los que llaman al mal bien, y al bien mal; ...¡Ay de los sabios a sus propios En la Historia DEUTERONOMISTA el modelo del sabio ojos, y para sí mismos discretos!» (Is 5,20.21). israelita es Salomón, señalado como «el hombre más sabio» (1 Re 5,11), a quien YHWH concedió para gober- En la obra del CRONISTA (1-2 Crónicas; Esdras; Nehe- nar al pueblo un «corazón sabio e inteligente como no lo mías), el interés por la sabiduría está enfocado en el ofi- hubo antes ni lo habrá después» (1 Re 3,12). cio de escriba, que es escritor, notario, oficial palaciego, A pesar de esta consideración, el resto de esta Historia intérprete e instructor de la Torah. 11
  • 12. La Comparación La fábula Es una forma de masal que se propone caracterizar cier- Se caracteriza por presentar como personajes seres del tos tipos de conducta. Sus formas positivas son: mundo vegetal o animal. Esta forma de disfrazar realida- des humanas con ropaje no-humano intenta tanto entre- como... así: tener como educar. La comicidad de estos relatos propi- cia una comprensión más inmediata de la verdad que se «Como barniz aplicado a vasija de barro, son los quiere transmitir, y su valor simbólico supera en gran labios dulces con corazón perverso» (Prov 26,23); medida al lenguaje discursivo. Es difícil encontrar una fábula entera en los libros «Como el perro vuelve a su vómito, el necio insiste en sapienciales. Encontramos una en el ataque frontal a las su estupidez» (Prov 26,11); pretensiones monárquicas de Abimélek (cf. Jue 9,8-15). Allí se presenta una negativa de los árboles más nobles «Como crepitar de espinos bajo la olla, así es la risa (olivo, higuera, vid) a aceptar la realeza, y al arbusto más del necio» (Ecl 7,6); inútil y pernicioso (zarza = Abimélek) dispuesto a ello. Lo tragicómico de la situación es el desenlace de la fábu- «El humo y el vapor del horno anuncian llamas, así la: ¡ni la zarza da sombra, ni sale ileso quien se cobija las injurias anuncian sangre» (Eclo 22,24). bajo ella! Cuando la fábula es aplicada a circunstancias polí- x... como z: ticas concretas se transforma en ALEGORÍA. La mayor parte de sus elementos tienen un significado y deben ser «Las piernas del cojo vacilan indecisas, como el pro- interpretados. Dos fábulas han sido transformadas, en el verbio en boca de los necios» (Prov 26,7). libro de Ezequiel, en alegorías: x... y z: el águila y el cedro (17,1-10) y la leona y sus cachorros (19,1-14). «La puerta da vueltas en el quicio, y el perezoso en la cama» (Prov 26,14). El discurso sapiencial x..., pero aún más z: Consiste en la llamada pública de la propia sabiduría «La vida del que se basta a sí mismo y del obrero es personificada, de la que antes hemos hecho alusión. La dulce, pero más que ambos el que encuentra un semejanza de sus motivos con los de la literatura egipcia tesoro» (cf. Eclo 40,18ss). es tan sorprendente que sería insuficiente hablar de co- incidencias. Allí se habla de la Maat (justicia, orden). Las formas negativas requieren menos elaboración: Igual que la Sabiduría de Prov 8, la semidiosa egipcia no... ni: es preexistente; ama a los que la aman (cf. Prov 8,17); «No es bueno comer miel en exceso, ni empacharse ofrece vida y protección a sus servidores (cf. Prov de palabras elogiosas» (Prov 25,27). 1,33; 3,16.18; 8,35). «mejor (más vale)... que»: En el arte es representada con el símbolo de la vida (?) en una mano y con un cetro, símbolo del honor y la «Mejor vivir en rincón de desván que en amplia casa riqueza, en la otra («Largos días a su derecha y a su iz- con mujer pendenciera» (Prov 21,9); quierda riqueza y gloria»: Prov 3,16). Pero la Sabiduría israelita tiene un colorido profético propio, manifiesto en «Más vale ración de verduras con amor que toro ce- el anuncio de juicio, las amenazas, los oídos sordos de bado con rencor» (Prov 15,17). quienes la escuchan. El Enigma El Himno Este tipo de comparación refleja, a través de la paradoja, Canta los orígenes divinos de la Sabiduría y describe la la ambigüedad de las circunstancias de la existencia del relación entre el Creador y su obra (Job 28; Prov 8,22-31; hombre. Ante el enigma el lector debe «adivinar» lo que Eclo 24,1-22; 42,15-43,33; Sab 7,22-8,1). hay detrás de la ambigüedad de su formulación. Su uso Este tipo de himno pretende sofocar las protestas parece haber sido muy frecuente en Israel, como podría contra la justicia divina y, además, salvaguardar la auto- deducirse de los testimonios de Qohelet y Ben Sirá, y de ridad de la enseñanza del sabio. la mención de que YHWH «le habló (a Moisés) cara a La personificación de la Sabiduría sería un recurso cara, a las claras y sin enigmas» (Nm 12,8). De igual modo, estilístico, aunque queda un camino abierto hacia una la reina de Saba trató inútilmente de poner a prueba a posterior reflexión sobre una hipóstasis o persona divina, Salomón con enigmas (cf. 1 Re 10,1-3). como lo hará Filón de Alejandría o el Evangelio de Juan. 12
  • 13. El poema didáctico Los «Proverbios de Salomón» Tiene muchas afinidades con el himno, pero, a diferen- Mishle Shlomoh (Biblia Hebrea) cia de éste, es menos objetivo y más intimista y educativo. Paroimiai (Biblia Griega - LXX) Por otra parte, suele enunciar al principio el tema Liber Proverbiorum (Biblia Vulgata Latina) que va a ser tratado, a diferencia del himno, cuyo exordio suele consistir en una alabanza. Así en Prov 24,30-34: Dentro del canon bíblico se ubica en la tercera parte, es «Pasé junto al campo del holgazán...», indica que se va a decir, la de los ketubim o «escritos». Su reconocimiento tratar el tema de la pereza. ha sido tardío, como muestra la siguiente cita rabínica: Poemas didácticos de carácter más religioso tam- bién enuncian al principio su tema, como los que apare- «Al principio se decía que Proverbios, Cantar de los cen en el libro del Eclesiástico: Cantares y Eclesiastés eran (libros) apócrifos, que hablaban metafóricamente y no formaban parte de las Escrituras. (Las autoridades religiosas) decidie- «Toda sabiduría viene del Señor» (1,1-10); ron proscribirlos (y así permanecieron) hasta que «El temor del Señor es gloria y orgullo» (1,11-20); aparecieron los hombres de la Gran Asamblea y los «¡Qué hermosas son las obras del Señor!» (39,16-35). interpretaron» (Abot de Rabí Natán I). La supuesta paternidad salomónica es la que le permi- El diálogo tió definitivamente el ingreso al canon. Para la época de redacción del Nuevo Testamento ya tenía conseguido Constituye otra forma literaria sapiencial, pero prác- aprecio y popularidad, ya que allí es citado unas veinte ticamente limitada al libro de Job. En esta obra maestra veces. de la literatura universal encontramos más de un género El libro es una recopilación de máximas y discursos originalmente independientes, agrupados luego en literario, como ciertos rasgos de disputa legal, de lamen- colecciones: tación, de controversia. Pero sin duda predomina el diá- logo, que es la manera más adecuada de plantear, discu- I. Título y propósito : 1,1-7. tir y solucionar cualquier cuestión. II.Instrucciones y advertencias: 1,8 – 9,18. III. Primera colección de Proverbios de Salomón: 10,1 – 22,16. IV. Primera colección de Dichos de los sabios: 22,17 – 23,14. El poema autobiográfico V. Más instrucciones y advertencias: 23,15 – 24,22. VI. Segunda colección de Dichos de los sabios: 24,23-34. VII. Segunda colección de Proverbios de Salomón: 25,1 – 29,27. Tiene sus primeras manifestaciones en la literatura egip- VIII. Palabras de Agur: c.30. IX. Palabras de Lemuel: 31,1-9. cia, donde reyes y hombres de Estado legaban sus expe- X. Poema de la mujer de valía: 31,10-31. riencias a sus hijos y sucesores. Aunque presentado en primera persona, el maestro de sabiduría podía estar En cuanto al autor, el esplendor con el que Salomón haciendo suyas experiencias ajenas, de las cuales hubie- dotó a la corte de Jerusalén permite suponer que este se tenido noticia. Se suelen mencionar Prov 4,3-9; 24,30- rey favoreció el cultivo de la literatura sapiencial, y que 34; Ecl 1,12-2,26; Eclo 33,16-18; 51,13-22. Los rasgos au- bajo su auspicio naciesen conjuntos de sentencias pro- tobiográficos suelen ser expresados con la fórmula «he verbiales. Pero también habría que reconocer la posibi- visto» o «sé». lidad de que los maestros de los jóvenes aprendices de escribas produjeran y, tal vez editaran, material de carác- ter sapiencial. La literatura onomástica La fecha de composición es complejo determinarla, tra- tándose de una agrupación de materiales diversos. Se puede suponer que los dichos con contenido de tipo Es la antigua precursora de las enciclopedias mo- agrícola pueden remontarse hasta los tiempos cana- dernas. Se trata de listas de «nombres» (gr. onoma) que neos. La sección de 22,17-23,14 guarda vinculación con incluían todo tipo de cosas y fenómenos del mundo del la sabiduría de Amenemope, con lo cual se puede re- hombre y natural: razas, países, vegetales, aves, reptiles, montar al II milenio aEC. La nota editorial de 25,1 men- etc. Eran clasificaciones resultantes de la voluntad «sa- ciona a «los hombres de Ezequías», así relaciona su contenido con el periodo preexílico. piencial» de poner orden en el mundo de la experiencia. El propósito del libro está indicado al comienzo, a través No es extraño que Israel cultivase este tipo de saber de cinco verbos en infinitivo con sentido de finalidad: si tenemos en cuenta el abundante material de Egipto y de Mesopotamia que se conoce. «[Salomón] trató sobre «para conocer la sabiduría y la instrucción, para en- árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que tender las palabras profundas, para obtener una ins- germina en la pared, y sobre animales, aves, reptiles y trucción esmerada -justicia, equidad y rectitud- para peces» (1 Re 5,13). Podríamos citar también textos como dar perspicacia a los incautos, y al joven, ciencia y Job 28; 36,27 - 37,13; 38 - 41; Eclo 43,1-26; Sab 7,17-20; reflexión; Que escuche el sabio, y acrecentará su 14,25-26. Esta sabiduría de la naturaleza desempeña ge- saber, y el inteligente adquirirá el arte de dirigir. Para entender los proverbios y las sentencias agudas, neralmente la función de poner de manifiesto la gloria de las palabras de los sabios y sus enigmas» (1,2-6). Dios en la creación y servir así de soporte al espinoso problema de la existencia del mal en el mundo. 13
  • 14. Las alabanzas de Israel Frente a las acciones salvíficas de Dios, Israel no permaneció mudo. No sólo se esforzó por actualizarlas mediante narraciones históricas. Se dirigió además personalmente a YHWH, lo alabó, le formuló preguntas, se lamentó ante él de sus sufrimientos. Porque YHWH no se eligió un pueblo como objeto pasivo de su voluntad histórica, sino Arpas judías. Moneda de Bar Kokhba, s. II EC. para dialogar con él. El canto de victoria Estos poemas no se limitaron únicamente a enume- rar y celebrar las intervenciones de YHWH, sino que to- L a más antigua alabanza fue sin duda el canto que maron también como objeto de su contemplación a Is- celebraba las intervenciones guerreras de YHWH. rael, su actitud e incluso su defección. Así, YHWH había El canto de Moisés junto al Mar Rojo conserva el encomendado a Israel el cultivo de la tradición recuerdo de un puro milagro, en el que sólo YHWH inter- vino (Ex 15,1-2). Muy diversa es el canto de Débora. Nos «para que pusieran en Dios su confianza, no describe con gran lujo poético la llegada de Dios a la olvidaran las hazañas de Dios, y sus batalla (Jue 5,3-5). El canto no se detiene a pensar sobre el mandamientos observaran» (Sal 78,7). modo cómo Dios intervino. Más bien, fueron las tribus presentes en el combate las que ayudaron a YHWH: Pero a cada comprobación de las obras salvíficas de Dios corresponde un acto de desprecio o rebelión por «Maldecid a Meroz, dice el Ángel de YHWH, parte del pueblo (78,8.17s.32.40.56s). Y mucho más som- maldecid, maldecid a sus moradores: pues no bría es la imagen que presenta el Sal 106, donde se des- vinieron en ayuda de YHWH, en ayuda de YHWH cribe la infidelidad continua de Israel sin intervalos de como los héroes» (Jue 5,23). arrepentimiento y vuelta a Dios. Aún así, estos himnos jamás perdieron su carácter Es sobre todo en el culto donde Israel ha celebrado de alabanza. El mismo verbo ydh significa tanto alabar con su alabanza las intervenciones de Dios en la histo- como confesar, trátese en este caso de la fidelidad de ria. Los himnos históricos dependen de una esquema YHWH como de la infidelidad de su pueblo. canonizado de la historia salvífica cuya forma primitiva subsiste en el credo de Dt 26,5ss. Un ejemplo de este tipo de himnos lo encontramos en el salmo 136, a modo de La glorificación del Juez una simple enumeración de los hechos de la creación y de la historia salvífica. En virtud de su amor eterno estable- Tanto Israel como el antiguo Oriente conocía otra ció una continuidad entre la creación y la salvación especie de confesión de alabanza totalmente diversa, es (136,4-12). decir, aquella en la que se reconocía la justicia de un castigo divino. Se trata de una doxología judicial. Así lo Y María les entonaba el estribillo: «Cantad a expresa la oración de Salomón durante la inauguración YHWH pues se cubrió de gloria, arrojando en el del Templo de Jerusalén: mar caballo y carro» (Ex 15,21) «Cuando tu pueblo Israel sea batido por su enemigo por haber pecado contra ti, si se vuelven a ti y alaban tu Nombre, orando y suplicando ante ti en esta Casa, escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel y vuélvelos a la tierra que diste a sus padres» (1 Re 8,33s). En algunos casos el orante tiene la oportunidad de alabar a la vez la justicia y la misericordia de Dios que ha experimentado personalmente: «Yo te alabo, YHWH, pues aunque te airaste contra mí, se ha calmado tu ira y me has compadecido. He aquí a Dios mi Salvador: estoy seguro y sin miedo, pues YHWH es mi fuerza y mi canción, él es mi Mujeres arameas tocando cítaras salvación» (Is 12,1-2). 14
  • 15. Lo esencial de estas alabanzas está en que siempre Saltó la maza de las se da la razón a Dios. Tal vez la excepción más dramáti- manos de Baal, como ca sea el himno que entona ante el Señor inaccesible y un águila de sus dedos; escondido el desesperado Job, que está convencido tanto golpeó en la mollera al de la justicia de Dios como de su propia inocencia (Job Príncipe Yam, y así se 9,3-4.32-35). desplomó Yam, cayó en tierra (UT 137). La acción de gracias La acción de gracias individual constituye el rever- Algunos salmos hebreos pre- sentan imágenes análogas a so luminoso de la sombría doxología judicial. En ella se las usadas por los pueblos hace referencia a un acto salvífico de experiencia perso- vecinos, que ilustran la victo- nal. Por eso, de una forma u otra, la narración de lo in- ria del orden de la creación cluido siempre forma parte de dichos cantos. sobre las fuerzas descontroladas. Un canto El orante se hallaba en una situación difícil de resol- cananeo presentaba el en- ver, invocó a YHWH, le prometió un sacrificio e hizo frentamiento entre el benefi- voto de alabarlo y YHWH lo ayudó: cioso ritmo de las lluvias (per- sonificado en Baal) contra la inmensidad caótica del mar y «Con holocaustos entraré en tu Casa, te cumpliré mis las inundaciones catastrófi- votos, los que pronunciaron mis labios, los que en la cas (personificadas en Yam). angustia pronunció mi boca» (Sal 66,13s). Ahora bien, para hacer esta confesión no se dirige Otras veces, sin embargo, la alabanza emplea la ima- ya a Dios, sino a la comunidad: gen sobria de Gn 1, sin combate alguno contra el caos: «Venid a oír y os contaré, vosotros todos los que «Por la palabra de YHWH fueron hechos los cielos, teméis a Dios, lo que él ha hecho por mí» (66,16). por el soplo de su boca toda su mesnada... Pues él habló y fue así, mandó él y se hizo» (Sal 33,6.9). El orante desea manifestar ante la comunidad lo que solo él ha experimentado en la intimidad de su persona, Podría decirse que la presentación más mitológica porque en una situación semejante todos han de com- corresponde a las formas de alabanza más antiguas, como portarse como él (Sal 22,23-25). Es como si tal experien- una adaptación del culto agrícola cananeo realizada por cia de salvación le hubiera sido concedida únicamente las tribus de pastores hebreos recién llegados al país. En para que la transmitiera a la comunidad. estos cantos se insiste en el aspecto puramente externo y El reconocimiento ante la comunidad de tales accio- prodigioso de las relaciones entre YHWH y el mundo, e nes de Dios y su justa y necesaria celebración se convier- incluso, en su aspecto demoledor. El Salmo 29 es el ejem- te con frecuencia en una ocasión de enseñanza moral plo más imponente de esta forma de alabanza; al son de para toda la asamblea: siete truenos avanza sobre la tierra la tempestad destruc- tora de YHWH sobre la tierra: Qol YHWH. Más allá del «Amad a YHWH, todos sus amigos; a los fieles tumulto terrestre, en el cielo los hijos de Dios y en el Tem- protege YHWH, pero devuelve muy sobrado al que plo su pueblo cantan ¡Gloria! (29,1.9). Esta alabanza a obra por orgullo. ¡Valor, que vuestro corazón se afirme, vosotros todos que esperáis en YHWH!» (Sal 31,24-25). La voz divina que somete al caos Las alabanzas al Creador «La palabra que allá arriba hace que los cielos tiem- blen; la palabra que hace que acá abajo se estremez- La actividad de YHWH en la naturaleza es, junto a ca la tierra; la palabra que aniquila a los Anunnaki... la historia de la salvación, el otro gran tema de los him- Su palabra hace temblar los cielos, hace estreme- nos de Israel. Cuando Israel canta la creación del mundo cerse la tierra... La palabra del Señor es la inunda- utiliza con toda naturalidad las concepciones fuertemen- ción que surge por una tormenta, que oscurece el te mitológicas de la lucha contra el caos, a diferencia del rostro; la palabra de Marduk es una inundación que modo más teológicamente sobrio del relato de la crea- vence a la presa. Su palabra arrastra grandes arbus- ción. En Gn 1 el caos primordial es ordenado por la pala- tos de loto; su palabra es tempestad, lo carga todo con pesadez. La palabra de Enlil viene como hura- bra divina que hace aparecer todas las cosas (1,2.6-7). En cán, sin que el ojo la vea». cambio, en las oraciones se evoca un combate de Dios con las aguas arrogantes y con el dragón que las personifica: Citado en H-J. KRAUS, Los salmos I, Salamanca, 1993, p.531. «Tú domeñas el orgullo del mar, cuando sus olas se encrespan las reprimes; tú machacaste a Rahab lo Como hacen los salmos israelitas con YHWH, en Babilonia los him- mismo que a un cadáver, a tus enemigos dispersaste nos también celebran la poderosa voz de Enlil y Marduk, que resue- con tu potente brazo» (Sal 89,10-11). na como un trueno. 15
  • 16. YHWH como Dios de la tormenta señala la probabilidad Amenofis IV (c. 1350-1334 aEC) fue de que se haya transmitido un himno cananeo a Baal, el último soberano de la XVIII dinastía del Imperio Nuevo y se destacó por con su descripción de una teofanía, sin una revisión ra- imponer el culto al dios Atón, dical por parte de la tradición israelita. el disco solar, al que consideraba En cambio, se puede decir que, en general, los him- como un espíritu universal y omnipre- nos más recientes se orientan más bien hacia el suave y sente y el único creador del universo. admirable orden establecido por Dios, la fidelidad del Después de instituir la nue- mundo a sus propias leyes, el curso de los astros, la va- va religión, cambió su nom- riedad de los fenómenos meteorológicos y los frutos que bre real de por Akhenatón brotan de la tierra. Si tomamos el Sal 104, podremos per- y trasladó la capital de Tebas a Akhetatón, en el cibir que su autor recibió una inspiración semejante a la actual emplazamiento de del redactor de Gn 1. En ambos textos se aprecia el inte- Tell el-Amarna, una nueva rés por el aspecto técnico de la actividad creadora de ciudad dedicada a Atón. Dios, abundando en los detalles concretos. Por tanto re- vela una mentalidad más racional acorde al pensamien- to científico de la época, tal como aparece consignado los catálogos de realidades naturales redactados en Egipto. De un modo muy particular el Sal 104 presenta una estrecha vinculación con el pensamiento egipcio, como se aprecia observando el himno al Sol del faraón Amen- hotep IV (Akhen-Aton). En este antiguo himno egipcio se Himno egipcio al Dios único Atón canta la dependencia contínua del mundo respecto al Disco Solar. También nuestro Salmo enuncia desde la fe «¡Cuán numerosas son tus creaciones! Están ocul- que el mundo en cada momento necesita ser sustentado tas al rostro de los hombres, oh Dios único, al que por Dios. Si YHWH se alejara del mundo por un instan- ningún otro es semejante. te, todo se desvanecería de inmediato: Tú creaste la tierra según tu deseo cuando estabas solo: hombres, rebaños, pequeños animales, todo lo «Escondes tu rostro y se anonadan, les retiras su que hay en el suelo y camina sobre sus patas, lo que soplo, y expiran y a su polvo retornan. Envías tu está en el aire y vuela con sus alas, los países extran- soplo y son creados, y renuevas la faz de la tierra» jeros: Siria, Sudán y el país de Egipto. (104,29-30). Tú pones a cada uno en su sitio y creas lo que nece- sita. Cada uno tiene lo que necesita para comer y la También es importante señalar que YHWH no sólo duración de su vida está calculada... es alabado a causa de la creación, sino que también ella Cuando te pones en el horizonte occidental, la tierra misma es la ejecutora de dicha alabanza (Sal 19,2-5). Más está en tinieblas, como en la muerte. Los hombres tarde, al testimonio de la creación se asoció el testimonio duermen en sus habitaciones, la cabeza velada; nin- de la historia salvífica, completando el canto con una guno de ellos puede ver a otro... alabanza de la torah: Los leones salen de sus cuevas, las serpientes duer- men. La oscuridad es la de un horno. La tierra yace «La ley de YHWH es perfecta, consolación del alma, en silencio, pues el que la ha creado descansa en su el dictamen de YHWH, veraz, sabiduría del sencillo» horizonte... (19,8). La tierra ha venido a la existencia por tu mano, pues la has creado. Cuando te levantas, se vive; cuando te Puesto que el testimonio de la creación no se puede acuestas, se muere. escuchar con palabras, por eso Israel le dedicó esta ala- Tú mismo eres la duración de la vida; se vive de ti». banza a la revelación personal de YHWH a su pueblo en particular. Las alabanzas al Rey eterno Sal 97,1-2: Reina YHWH! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas! Nube y Bruma densa en torno a él, Existe una serie de cantos que contienen la aclamación Justicia y Derecho, la base de su trono. «¡YHWH reina!». Éstos son los siguientes: Sal 98,5-6: Salmodiad para YHWH con la cítara, con la cítara y al son de la salmodia; con las trompetas y al Sal 24,10: YHWH Sebaot, él es el rey de gloria. son del cuerno aclamad ante la faz del rey YHWH. Sal 47,3: Porque YHWH, el Altísimo, es terrible, Rey Sal 99,1-2: Reina YHWH, los pueblos tiemblan; se grande sobre toda la tierra. sienta en querubines, la tierra se estremece; grande es Sal 93,1: Reina YHWH, de majestad vestido, YHWH YHWH en Sión. vestido, ceñido de poder, y el orbe está seguro, no vacila. Para entender estos cantos es necesario observar que Sal 96,10: Decid entre las gentes: «¡YHWH es rey!» El en algunos textos importantes la expresión reina se apli- orbe está seguro, no vacila; él gobierna a los pueblos ca también a señores terrenos. La proclamación del nue- rectamente. vo rey se realizaba, por ejemplo, con esta invocación: 16
  • 17. «Absalón es rey en Hebrón» (2 Sa 15,10) «Cuando los dioses, sus padres, vieron el resultado o «Jehú es rey» (2 Re 9,13). de su oráculo, se alegraron y le rindieron homenaje, diciendo: «Marduk es rey». Le impusieron luego la La expresión decid entre las gentes: «¡YHWH es rey!» corona, el cetro y el manto» permite concluir que en los cantos mencionados se te- nían presentes las palabras del anuncio de la proclama- citado por H. Gunkel, ción de un soberano. Tales cantos celebran, por consi- Introducción a los salmos, guiente, la entronización de YHWH. Valencia 1983, p.111 El hecho de que los cantos sitúen la frase es rey en un lugar destacado y que estén llenos de imágenes caracte- La idea de que alguien sea constituido rísticas de la ceremonia de entronización, permite supo- rey aparece ya en el poema babilonio de la creación: La misma idea fue ner, no sólo que aprueban la aplicación del título de rey a aplicada a YHWH por los profetas en YHWH, sino también que se inspiran en los poemas rea- Israel, poniendo su esperanza en el les y trasladan sus motivos a un plano espiritual. dominio definitivo de Dios en la ciudad Las particularidades de esta fiesta son todavía una santa, «cuando reine YHWH Sebaot en el monte Sión y en Jerusalén, y esté la cuestión discutida, pero dos cosas parecen probables: la Gloria en presencia de sus ancianos» fiesta celebraba en forma de drama la entronización de (Is 24,23). YHWH sobre el mundo, y era además una fiesta desbor- dante de alegría. El Salmo 24 nos puede ofrecer, a través de los versículos 7-10, una muestra del ceremonial de esta fiesta: Un grupo de participantes en el culto se halla de pie ante las puertas del santuario. Solicitan que se abran las puertas para que «entre el Rey de la gloria» (v. 7.9). A este grupo reunido para una procesión se le pre- gunta dos veces: «¿Quién es el Rey de la gloria?» (v.8.10). Esto supone un canto antifonal muy probablemente Le agrada a Dios más la música que la carne inmolada: conectado con la entrada del Arca en el Templo de Jeru- salén, y es la ocasión para proclamar «YHWH Sebaot, él «El nombre de Dios celebraré en un cántico, le es el rey de gloria». enzalsaré con la acción de gracias; y más que un toro agradará a YHWH, más que un novillo con También era la ocasión de recordar al pueblo las cuernos y pezuñas» (Sal 69,31-32). condiciones para ser admitidos en el recinto sagrado: Estas aclamaciones provienen de las tradiciones de El de manos limpias y puro corazón, el que a la los cantores del templo, quienes, sin duda, tenían sus vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura. Él buenas razones para oponer su concepción un tanto re- logrará la bendición de YHWH, la justicia del Dios volucionaria del culto a la defendida entonces por la cla- de su salvación. Tal es la raza de los que le buscan, se superior, los sacerdotes. Tales afirmaciones eran, pues, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob» (v.4-6). exageradas y, seguramente, sus mismos autores las con- sideraban radicales, aptas para sacudir del pueblo esa seguridad que amenazaba incesantemente el culto sacri- El sacrificio de alabanza ficial. Pero eso no significaba que se pretendía una susti- tución de los sacrificios materiales. No hay que olvidar En algunos textos podemos percibir claramente que el que los profetas a veces condenan tanto el sacrificio san- canto de himnos acompañaba el ofrecimiento de los sa- griento como los cantos cuando no hay una adecuada crificios en elTemplo (2 Cro 29,29-30; Eclo 50,17-18). Pero actitud de corazón que los respalde: en otros textos, el sacrificio de alabanza es mencionado en situación de superioridad respecto al sacrificio de «Si me ofrecéis holocaustos no me complazco en animales: vuestras oblaciones, ni miro a vuestros sacrificios de comunión de novillos cebados. ¡Aparta de mi «No es por tus sacrificios por los que te acuso: lado la multitud de tus canciones, no quiero oír la ¡están siempre ante mí tus holocaustos! No tengo salmodia de tus arpas!» (Am 5,22-23). que tomar novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos... El que me ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré Una vida en la alabanza la salvación de Dios» (Sal 50,8-9.23). Algunas afirmaciones insisten en afirmar que en la muerte Otras veces como equivalente del sacrificio vespertino: no existe alabanza posible: «Valga ante ti mi oración como incienso, el alzar de «Porque en la muerte nadie de ti se acuerda; en el mis manos como oblación de la tarde» (Sal 141,2). sheol, ¿quién te puede alabar?» (Sal 6,6). 17
  • 18. «¿Acaso para los muertos haces maravillas, o las som- «Los que duermen cantan juntos tu belleza, cuan- bras se alzan a alabarte?» (Sal 88,11). do brilla ante ellos tu rostro... cuando pasas de Con la muerte terminaba la participación del indivi- duo en el culto; los muertos se hallaban excluidos de la largo junto a ellos, les rodea la oscuridad y cada alabanza que se daba a Dios en sus obras: «No alaban uno yace de nuevo en su féretro» los muertos a YHWH, ni ninguno de los que bajan al citado en G. von Rad, Silencio; nosotros, los vivos, a YHWH bendecimos desde Teología del Antiguo ahora y por siempre» (Sal 115,17). Testamento I, Frente a la muerte, la fe yahvista se postraba intran- Salamanca 1993, sigente. La muerte separaba para siempre al hombre de p.452 YHWH. Por eso no era extraño que el orante gravemente enfermo le recordara a YHWH que su muerte perjudica- ba en primer lugar a la gloria de Dios: «¿Qué ganancia en mi sangre, en que baje a la fosa? ¿Puede alabarte el polvo, anunciar tu verdad?» (Sal 30,10). Pero esta visión pesi- Estela del arpista mista en torno a la muerte es, al mismo tiempo, una con- Djedkhonsuiuefankh. sideración de la alabanza como la forma de vida más La antropología egipcia propia del hombre: «nosotros, los vivos, a YHWH bende- era más bien optimista, cimos desde ahora y por siempre» (Sal 115,18). Por tanto, con su clara creencia en la vida ultraterrena. alabar a Dios y no alabarle se contraponen como la vida Para los egipcios, los y la muerte. La alabanza se convierte en el más elemental muertos sí pueden de los signos de vida. alabar a sus dioses: La composición de los salmos «David estableció los levitas que habían de hacer el servicio delante del arca de YHWH, celebrando, ¿Cuándo fueron compuestos los cánticos que han llegado glorificando y alabando a YHWH, el Dios de Israel. hasta nosotros? Primitivamente toda la poesía sálmica Asaf era el jefe; Zacarías era el segundo; luego Uzziel, se habría transmitido de manera anónima. Tal vez sólo Semiramot, Yejiel, Mattitías, Eliab, Benaías, Obededom los salmos compuestos personalmente por David llevaran y Yeiel, con salterios y cítaras» (1 Cro 16,4-5). originalmente la anotación correspondiente. No ha por qué dudar que sea históricamente válido Los salmos más antiguos pueden reconocerse por el el elogio que Ben Sirá hace de David: lenguaje arcaico y sus imágenes que nos remontan al mundo cananeo. Esto lo vemos en las alusiones como: «Con todo su corazón entonó himnos, mostrando su amor a su Hacedor. Ante el altar instituyó salmistas y «YHWH que desgaja los cedros del Líbano» (Sal 29,5) con sus voces dio dulzura a los cantos» (Eclo 47,8-9). «Shadday que dispersa a los reyes» (Sal 68,15). En la narración de la historia de David se conserva- Podrían remontarse a los siglos XII y XI aEC, es decir, a ron algunos salmos que forman también parte de la co- los tiempos de los jueces. lección canónica: La tradición sobre la Salida de Egipto y la Revelación del «David dijo a YHWH las palabras de este cántico el Sinaí, en cuanto historia de salvación, se iba actualizan- día que le salvó YHWH de la mano de todos sus ene- do constantemente en el culto: migos y de la mano de Saúl» (2 Sa 22,1ss||Sal 18) «Escucha mi ley, pueblo mío, tiende tu oído a las «Aquel día David, alabando el primero a YHWH, palabras de mi boca; voy a abrir mi boca en parábo- entregó a Asaf y a sus hermanos este canto» (1 Cro las, a evocar los misterios del pasado» (Sal 78,1-2). 16,7||Sal 105, 96 y 106). Por eso es posible que la poesía cultual de períodos Pero los transmisores y compiladores de salmos posteriores recogiera dichos acontecimientos, contenidos habrían hecho un uso bastante generoso de la rúbrica en una tradición ya consolidada y los reprodujera. Inclu- Salmo de David. Para realzar suficientemente el hecho de so es posible que llegara a citar al Pentateuco en su forma David compositor asignarían a los cánticos de oración escrita definitiva (siglo V aEC). individual (cuya fecha y circunstancias se podría ubicar en cualquier lugar de la historia) el título De David. La época de David es uno de los acontecimientos his- tóricos fundamentales a los que se hace referencia cons- Los llamados Salmos del Rey corresponden casi con tantemente en los Salmos. El hecho de que David trasla- seguridad a la época de la monarquía. dara a Jerusalén el Arca de la Alianza, foco sagrado de la confederación de las Doce tribus de Israel, significó la La mayoría de los cánticos de oración individual y los institución de Sión como centro del culto: cánticos de alabanza pueden ser anteriores al destierro. 18
  • 19. Algunos Salmos evocan la destrucción de Jerusalén y la cautividad consecuente: El libro de los Salmos «Prendieron fuego a tu santuario, por tierra Tehillim o Cánticos de alabanza (Biblia Hebrea) profanaron la mansión de tu nombre» (Sal 74,7) Psalmoi (Biblia Griega - LXX) Psalterium (Biblia Vulgata Latina) «Oh Dios, han invadido tu heredad las gentes, han profanado tu sagrado Templo; han dejado en ruinas Este libro suele se ubica en el canon en la tercera parte a Jerusalem, han entregado el cadáver de tus siervos o ketubim (hebr. Escritos). En la Biblia Griega encabeza por comida a los pájaros del cielo, la carne de tus el segundo volumen: los Poetas y Profetas. amigos a las bestias de la tierra» (Sal 79,1-2) Existe diferencia de numeración entre ambas versiones, debido a la división o agrupación de algunos salmos. «A orillas de los ríos de Babilonia estábamos sentados Texto Hebreo Texto Griego y llorábamos, acordándonos de Sión; en los álamos de la orilla teníamos colgadas nuestras cítaras» (Sal Sal 1-8 Sal 1-8 137,1-2). Sal 9-10 Sal 9 a-b Sal 11-113 Sal 10-112 Sal 114-115 Sal 113 a-b Se podría decir que los cánticos de oración comunidad, Sal 116,1-9 Sal 114 en la mayoría de los casos, se refiere a ese suceso. Sal 116,10-19 Sal 115 Sal 117-146 Sal 116-145 Otros salmos, en cambio, cantan la alegría del retorno: Sal 147,1-11 Sal 146 Sal 147,12-20 Sal 147 Sal 148-150 Sal 148-150 «Propicio has sido, YHWH, con tu tierra, has hecho volver a los cautivos de Jacob; has quitado la culpa La liturgia romana sigue la numeración de la Biblia griega. de tu pueblo, has cubierto todos sus pecados, has Algunos Salmos se repeten dentro y fuera del Salterio. retirado todo tu furor, has desistido del ardor de tu Las equivalencias son las siguientes: cólera» (Sal 85,2-4) Sal 18 2 Sam 22 «Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, Sal 14 Sal 53 como soñando nos quedamos» (Sal 126,1). Sal 70 Sal 40,13-17 Sal 108 Sal 57,8-12 y Sal 60,7-14 Podemos suponer que los salmos que contienen re- El Salterio es la agrupación de cinco libros de Salmos. flexiones en torno a la Torah son los más tardíos, puesto Podemos conocer la extensión de esos libros, porque que reflejan la piedad del período post-exílico. cada uno termina con una fórmula de glorificación a Dios. Este cuadro nos de una visión de conjunto: Es difícil, por tanto, afirmar quiénes han sido real- I. Sal 1-41: ¡Bendito sea YHWH, Dios de Israel, desde siempre mente los autores de los salmos. Podríamos partir del hasta siempre! ¡Amén! ¡Amén! supuesto de que la gran mayoría de los salmos fueron II. Sal 42-72: ¡Bendito sea YHWH, Dios de Israel, el único que obra de sacerdotes y de cantores del Templo, que prepa- hace maravillas! ¡Bendito sea su nombre glorioso para siempre, raban las liturgias y los formularios, ya que el Templo toda la tierra se llene de su gloria! ¡Amén! ¡Amén! Fin de las era el ámbito habitual donde se cantaban los salmos. oraciones de David, hijo de Jesé. Para escribir los cánticos de oración y los cánticos de III. Sal 73-89: ¡Bendito sea YHWH por siempre! ¡Amén! ¡Amén! acción de gracias individuales, los sacerdotes y los cantores IV. Sal 90-106: ¡Bendito sea YHWH, Dios de Israel, desde siempre del Templo pudieron inspirarse en testimonios persona- hasta siempre! Y el pueblo todo diga: ¡Amén! les. Un israelita que se había visto libre de su desgracia V. Sal 107-150: ¡Todo cuanto respira alabe a YH! ¡Halelu-Yah! haría que el relato de lo sucedido y su acción de gracias fuera descrito por los sacerdotes y cantores en un cántico Algunas pistas permiten aproximarnos a la fecha en la de oración. A la vez haría que quedara constancia de todo cual el Salterio ya debía ser una colección completa: ello en una estela o en un rollo, como podría estar insi- nuando el siguiente texto: El Salterio ya era una colección de escritos sagrados en la época de Jesús, porque él los menciona como una unidad literaria: «Es necesario que se cumpla todo lo «Dije entonces: Heme aquí, que vengo; en el rollo del que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en libro se ha escrito sobre mí» (Sal 40,8). los Salmos acerca de mí» (Lc 24,44). El Libro canónico debía estar ya concluido antes de la Cuando cualquier persona llegara al Templo para aparición de los llamados Salmos de Salomón (63-30 su oración o su acción de gracias, los sacerdotes y cantores aEC), que no fueron incluidos en el mismo, sino en otro le proporcionarían los formularios redactados anterior- volumen. mente en base a los testimonios de algún otro orante. Tal vez antes de que se traduzca el Eclesiástico (190 Así pudo formarse el himnario y libro de oración del aEC), que alude a «la Ley, los Profetas y los otros Libros Templo de Jerusalén o Libro de los Salmos, que recoge el de los antepasados» (8-10). Los Salmos pudieron en- tesoro de los viejos himnos y oraciones de Israel com- cabezar el tercer grupo. puesto a lo largo de un milenio. 19
  • 20. Géneros de Salmos 1- Cánticos de Alabanza (tehillah) De este modo un profeta en el destierro cantaba la gloria del Dios que daría a su pueblo la libertad, como ya lo había hecho en el pasado. Por eso proclamaba una buena nueva: A- Himno Imperativo «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del Su contexto vital es el culto habitual. Su motivación es la mensajero que anuncia la paz, que trae buenas experiencia de la actuación histórica de YHWH. Consti- noticias, que anuncia salvación, que dice a Sión: tuye una interpelación a la conciencia nacional de Israel «Ya reina tu Dios!» (Is 52,7). desde la acción divina que lo ha favorecido como pueblo. Aunque esas expectativas no se vieron cumplidas Sal 96: «¡Cantad a YHWH un canto nuevo!». después del exilio, sin embargo se continuó esperando Sal 98: «¡Cantad a YHWH un canto nuevo!». un futuro mejor para Jerusalén (Is 62,1; 62,4-5). Por tanto, Sal 100: «¡Aclamad a YHWH, toda la tierra!». el canto de estos Salmos durante la época del Segundo Sal 136: «¡Dad gracias a YHWH, porque es bueno!» Templo (marcada por la dominación extranjera y el an- helo de la redención de Israel) mantenía viva la confian- La serie 93-100 tiene por objeto el reinado de YHWH: za del pueblo en YHWH el Rey del mundo y Señor de las naciones, más allá de la falta de autonomía nacional. «Reina YHWH, de majestad vestido, YHWH Tales expresiones se caracterizan por la exclusivi- vestido, ceñido de poder, y el orbe está seguro, no dad de la acción divina en la creación y en la historia: vacila» (Sal 93,1). «Él solo hizo maravillas, porque es eterno su amor» El contenido de estos salmos evoca en ocasiones las (136,4). últimas partes del libro de Isaías, al final del exilio y en los primeros años después del retorno. Incluso pudieron Israel es el objeto mudo y pasivo de la actividad de inspirarse en algunos de esos versos proféticos: YHWH. La enumeración de las hazañas de YHWH tal vez fueran cantadas por un solista, mientras que la for- «Cantad a YHWH un cántico nuevo, su loor desde mula de acción de gracias constantemente repetida era los confines de la tierra. Que le cante el mar y cantada por la asamblea de la comunidad. cuanto contiene, las islas y sus habitantes... YHWH Este himno litánico podía formar parte de una litur- como un bravo sale, su furor despierta como el de gia de Postración ante YHWH, como aparece indicado un guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos expresamente en otros Salmos de la serie Sal 93ss: se muestra valeroso» (Is 42,10. 13). «Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante YHWH que nos ha hecho!» (Sal 95,6) «Exaltad a YHWH nuestro Dios, postraos ante el estrado de sus pies, Santo es él» (Sal 99,5). La concentración de temas relativos al Éxodo y a la travesía por el desierto lo hacía indicado para la fiesta de la Pascua. La Biblia de Jerusalén señala que era llamado Gran Hal-lel y era recitado después del pequeño Hal-lel (Sal 113-118). B- Himno del Individuo La alabanza parte de todo hombre que se maravilla con- templando la condición que Dios le ha dado y el lugar al que lo ha destinado en medio de todas sus demás obras. Sal 8: «¡Oh YHWH, Señor nuestro, qué glorioso tu nombre por toda la tierra!». Sal 104: «¡Alma mía, bendice a YHWH!». Todo lo enunciado por el Salmo 8 es una referencia a un orden divino irrevocable. El hombre pertenece al mundo de Dios y Dios lo ha bendecido con increíbles derechos para ejercer dominio. Más allá de su existencia 20
  • 21. «Todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria de YHWH sobre la Casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron a YHWH porque es bueno, porque es eterno su amor... Los sacerdotes atendían a su ministerio, mientras los levitas glorificaban a YHWH con los intrumentos que el rey David fabricó para acompañar los cánticos de YHWH, porque es eterno su amor, ejecutando los cánticos compuestos por David. Los sacerdotes estaban delante de ellos tocando las trompetas, y todo Israel se mantenía en pie» (2 Cro 7,3.6). El gesto de postración en el Templo atestiguado en los Salmos, aparece también en la obra del Cronista, el teólogo de la restauración cultual durante el retorno del exilio. Así, evoca la postración durante la dedicación del Primer Templo, al ritmo de la repetición del estribillo del salmo litánico 136 perecedera, el salmista tiene conciencia de que el hombre los pecadores en la tierra, y ya no más existan los está destinado a alabar a Dios. impíos! ¡Bendice a YHWH, alma mía!» (104,33-35). El hombre que ha descubierto su superioridad sobre las demás creaturas es incapaz de expresar este hecho alabándose a sí mismo. Sólo encuentra palabras de ala- 2- Cánticos de oración (tefillah) banza dirigida a Dios, como son las del estribillo de co- mienzo y final de este salmo. También es conciente que su designación como ad- ministrador del mundo no está fundamentada en él mis- A- Oración del Individuo mo, ya que es sumamente pequeño y desvalido en medio de la inmensidad del universo creado por Dios. De ahí En las primeras palabras aparece la invocación a YHWH, que se pregunte admirado: seguida, a veces, de una autodescripción de la desdicha del orante, de la súplica o el deseo ardiente. También se «¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo expresa la confianza o la inocencia del orante. de Adam para que de él te cuides?» (8,5). Sal 8: «¡Oh YHWH, Señor nuestro, qué glorioso tu El Salmo 104, representativo de la consideración is- nombre por toda la tierra!». raelita del universo, nos muestra el mundo de un modo Sal 104: «¡Alma mía, bendice a YHWH!». muy distinto respecto a la imagen que tiene del mismo la Sal 7: «YHWH, Dios mío, a ti me acojo». cultura occidental. No trata de la naturaleza, que es un Sal 62: «En Dios sólo el descanso de mi alma». objeto de observación, un ser regido por leyes estables que manifiestan su armonía. Israel piensa en el mundo, En el Sal 16 el orante busca protección y YHWH ha no como un cosmos ordenado, sino como un obrar contínuo respondido dando una palabra de consejo que lo confir- de Dios. El mundo vive de la acción creadora de Dios, que ma en la confianza. Por medio de esa palabra se ha reve- obra renovadamente y sin cesar. Sin él muere: lado al Salmista como quien señala siempre hacia la vida, como un Dios bondadoso. Por eso el orante edifica exclu- «Les retiras su soplo, y expiran y a su polvo retornan. sivamente su existencia sobre ese fundamento que es Envías tu soplo y son creados, y renuevas la faz de la YHWH mismo: tierra» (104,29-30). «Pongo a YHWH ante mí sin cesar; porque él está a La gloria de Dios que se manifiesta en sus acciones mi diestra, no vacilo» (16,8). en la creación hace anhelar la luz de un mundo nuevo y distinto, en el que no haya ya lugar para los malvados. En el transfondo de la confianza del Sal 23 hay un En ese mundo el hombre no podrá menos que reaccionar peligro concreto. El orante tiene enemigos, su vida está con una alabanza cotidiana por las obras de YHWH, amenazada. Pero en el Templo el perseguido encuentra conciente de la dependencia en que vive: protección para su vida. Tenemos dos ejemplos de perso- nas que, temiendo a su enemigo, buscaron resguardar su «A YHWH mientras viva he de cantar, mientras exista vida en el Santuario: salmodiaré para mi Dios. ¡Oh, que mi poema le com- plazca! Yo en YHWH tengo mi gozo. ¡Que se acaben a Adonías se le respeta la vida (1 Re 1,50). 21
  • 22. a Joab no (1 Re 2,28-35), porque según el mandato Aprovecha la oportunidad, también, para persua- divino de Ex 21,14: dir a todos los oprimidos que ningún poder humano puede hacer frente al justo juicio de Dios: «Al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de mi altar le arrancarás para matarle» «Un soplo solamente los hijos de Adam, los hijos de hombre, una mentira» (62,10). Así las palabras del Salmo redieren un asilo protector : Y a los opresores les advierte: «Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de YHWH a lo «No os fiéis de la opresión, no os ilusionéis con la largo de los días» (23,6). rapiña; a las riquezas, cuando aumenten, no apeguéis el corazón» (62,10). YHWH pasa a ser el anfitrión que, de acuerdo a las normas de hospitalidad oriental, garantiza la seguridad de su huésped, como Lot con los enviados divinos en Sodo- B- Oración de la comunidad ma (Gn 19,8), o como el forastero habitante de Guibeá con el levita de Efraím (Jue 19,23). YHWH protege a su hués- Después de la invocación a YHWH, se ofrece una retros- ped agasajándolo y honrándolo magníficamente. pectiva histórica que contempla la labor de salvación rea- lizada por YHWH en tiempos anteriores y que culmina «Tú me preparas una mesa frente a mis enemigos» (23,6) con un llamamiento al Dios de Israel para que confirme su fidelidad salvadora. La descripción de las desdichas, Podría referirse al convite que acompaña el sacrifi- los clamores pidiendo ayuda, las reflexiones y las pre- cio de acción de gracias. Pero, teniendo en cuenta la si- guntas determinan la parte principal de la oración. tuación de persecución del orante, podría indicar que sus enemigos presencian su sacrificio acepto a Dios y se Sal 44: «Oh Dios, con nuestros oídos lo oímos» persuaden de la protección divina sobre él. Sal 126: «Cuando YHWH hizo volver a los cautivos de Sión» El Sal 7 trata de una situación semejante a la del Salmo anterior, pero en este caso hay, no sólo un pedido En el Sal 44 es la nación entera la que se encomienda de protección, sino también una apelación al Juez justo al juicio de Dios en una situación de fracaso ante una que todo lo ve y conoce la inocencia o la culpa. agresión extranjera: El que ha huido al Santuario afirma su inocencia y se somete, mediante este de juramento de purificación, al «Y con todo, nos has rechazado y confundido, no juicio divino, aceptando cualquier desgracia como justo sales ya con nuestras tropas, nos haces dar la espalda castigo en el caso de ser culpable, pero también solicitan- al adversario, nuestros enemigos saquean a placer» do a Dios esos mismos males para su acusador en caso (44,10-11). de ser él inocente: También el pueblo entero es conciente de su inocencia: «Cavó una fosa, recavó bien hondo, mas cae en el hoyo que él abrió; revierte su obra en su cabeza, su «Nos llegó todo esto sin haberte olvidado, sin haber violencia en su cerviz recae» (7,16-17). traicionado tu alianza. ¡No habían vuelto atrás Esta situación cultual se describe en la oración pro- nunciada por Salomón el día en que el Arca de la Alian- za fue introducida por primera vez en el Santuario: «Cuando un hombre peque contra su prójimo y éste pronuncie una imprecación sobre él haciéndole ju- rar delante de tu altar en esta Casa, escucha tú desde los cielos y obra; juzga a tus siervos, declarando cul- pable al malo, para hacer recaer su conducta sobre su cabeza y declarando inocente al justo para darle según su justicia» (1 Re 8,31-32). En el Sal 62 de nuevo un refugiado en el Templo apela al juicio de Dios. Allí aguarda la sentencia absolu- toria de Dios. Ante la comunidad se acoge al juicio inmi- nente, pero manifiesta su inocencia y su confianza: «Dios ha hablado una vez, dos veces, lo he oído: Que de Dios es la fuerza, tuyo, Señor, el amor; y: Que tú pagas al hombre con arreglo a sus obras» (62,12-13). 22
  • 23. Así se puede celebrar el retorno y, a la vez, seguir Oración de la comunidad perseguida suplicando. La súplica confirmaba la confianza de que YHWH cambiará la situación. Igual que se transforma el «No sabemos con seguridad quién fue el autor del desierto al llegar las lluvias, llenándose sus wadi de co- salmo. Pero, eso sí, consta claramente que fue com- rrientes impetuosas. puesto por alguien distinto de David. Las lamentacio- nes que contiene encajan muy bien en la época des- C- Acción de gracias individual (todáh) graciada y calamitosa en la que hacía sus estragos la tiranía brutal de Antíoco, a menos que queramos darle mayor amplitud a la época, ya que, después del Estrechamente unido a la súplica, supone que se ha regreso del destierro, no hubo prácticamente ningún tiempo que estuviera libre de grandes calamidades». producido la salvación que lo saca de la desgracia. Calvino, Comentario del Salmo 44 Sal 30: Nos describe cómo el orante, debido a una gra- ve enfermedad, había sido arrancado de una felicidad sin preocupaciones hasta llegar a tener la terrible expe- riencia de sentir el ocultamiento de Dios: nuestros corazones, ni había dejado nuestros pasos tu sendero, para que tú nos aplastaras en morada de «Y yo en mi paz decía: «Jamás vacilaré». YHWH, tu chacales, y nos cubrieras con la sombra de la muerte!» favor me afianzaba sobre fuertes montañas; mas reti- (44,18-20). ras tu rostro y ya estoy conturbado» (30,7-8). La hostilidad evidenciar la pertenencia a YHWH: Pero finalmente ha sido sanado y puede cantar la mara- villosa transformación que ha experimentado su suerte: «Por ti se nos mata cada día, como ovejas al matadero se nos trata» (44,23). «Has trocado mi lamento en una danza, me has quitado el sayal y me has ceñido de alegría; mi La comunidad orante sabe muy bien que su propia corazón por eso te salmodiara sin tregua; YHWH, existencia se funda en un acto gratuito de salvación divi- Dios mío, te alabaré por siempre» (vv.12-13). na en la época de sus antepasados: Sal 32: En presencia de un grupo de personas el «Para plantarlos a ellos, expulsaste naciones, para orante se dirige a Dios recordando su desgracia y agra- ensancharlos, maltrataste pueblos; no por su espada, deciendo la gracia recibida. No se trataba de una enfer- conquistaron la tierra, ni su brazo les dio la victoria, medad y su respectiva curación, sino que una situación sino que fueron tu diestra y tu brazo, y la luz de tu de pecado y el perdón obtenido son las realidades que rostro, porque los amabas» (44,3-4). experimenta sucesivamente como desgracia y gracia: Por eso permanece fiel y constante en la alabanza, «Mi pecado te reconocí, y no oculté mi culpa; dije: confiando en YHWH y en su promesa: «Me confesaré a YHWH de mis rebeldías». Y tú ab- solviste mi culpa, perdonaste mi pecado» (32,5). «¡Alzate, ven en nuestra ayuda, rescátanos por tu amor!» (44,24). Es probable entonces que el Salmo haya estado aso- ciado en su origen a alguna ceremonia de sacrificio por La situación sería la de una persecución a causa del el pecado, tal como éste es descrito en sus causas y proce- cumplimiento de la Ley. El Talmud (Sotá 48a) refiere que dimientos en el libro del Levítico: en la época macabea los levitas cantaban diariamente: «¡Despierta ya! ¿Por que duermes, Señor?» (Sal 44,24a). «El que es culpable en uno de estos casos confesará aquello en que ha pecado, y como sacrificio de La visión retrospectiva que presenta el comienzo del reparación por el pecado cometido, llevará a YHWH Sal 126 remite de un modo claro al regreso del destierro una hembra de ganado menor, oveja o cabra, como babilónico después del año 538 aEC. El contraste recuer- sacrificio por el pecado. Y el sacerdote hará por él da la situación de llanto y la negación a cantar durante el expiación de su pecado» (5,5-6). exilio, «junto a los canales de Babilonia» (137,1-4): «Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver, 3- Cánticos del rey (maasay lemélek) vuelve cantando trayendo sus gavillas» (126,5-6). Como, a pesar del regreso, las esperanzas abrigadas durante el destierro no se habían cumplido todavía, se Tratan de temas reales, tales como la entronización. Los puede entender la súplica: antiguos privilegios de los reyes jebuseos de Jerusalén son transferidos a los descendientes de la dinastía davídica. «¡Haz volver, YHWH a nuestros cautivos como torrentes en el Néguev!» (126,4). Sal 2: Podría tratarse de un cántico que entonaba el 23
  • 24. rey al ocupar su trono en el palacio. La rebelión de las En la subida al trono de los faraones esta predilec- naciones que antes estaban sometidas era una constante ción era expresada a través de un documento escrito por en la historia del antiguo Medio Oriente con ocasión de la divinidad en persona, como consta en las palabras de un cambio de monarca en el trono, para sacudirse el yugo Amón-Re de Karnak a Hatschepsut: de los poderes que los esclavizaban. El salmo sería la expresión ritual de la afirmación de que el rey de Jerusa- «Mi hija querida... yo soy tu padre amado. Yo esta- lem es inatacable e invencible gracias a YHWH. blezco tu dignidad como señor de ambos países. Yo Por eso, en los primeros versículos tenemos el con- te escribo tu protocolo» (cit. por G. Von Rad, en Estu- traste de una nueva rebelión caótica de las naciones, pero dios sobre el antiguo testamento, Salamanca 1976, p.194). que, a causa precisamente del poder de YHWH que sub- yuga el caos de las naciones queda dominada desde el En estas ceremonias debió inspirarse el posterior ritual de principio (Sal 2,1-6). la subida al trono de los reyes de Israel, tal como se descri- El trono de David había recibido una directa legiti- be en la coronación de Joás por el sacerdote Yehoyadá: mación sagrada mediante la profecía de Natán. Según ella, Dios aseguraría para siempre el reinado de la dinastía «Hizo salir entonces al hijo del rey, le puso la diade- davídica sobre Israel y le ofrecería relaciones filiales. Por- ma y el Testimonio y lo ungió. Batieron palmas y gri- que YHWH quiso ser padre del Ungido, éste se convertirá taron «¡Viva el rey!» (2 Re 11,12). en su hijo (2 Sa 7,12-16). Es la respuesta de Dios ante el proyecto de David de construir una Casa para el Señor. Ya Y tal vez el contenido del testimonio sea el decreto refe- que el Creador de todas las cosas es inabarcable, es el hom- rido por el rey en el Sal 2,7-8. bre quien debe acogerse al abrigo divino sin buscar cons- truir por sí solo su propio destino. Por eso va a ser YHWH Sal 110: Se trataría del canto de un profeta puesto quien edifique una casa para David. que es alguien que, en un determinado acontecimiento A partir de entonces, se pondrá en evidencia el lugar litúrgico, emitió en presencia del rey («mi Señor») una que ocupa el rey Mesías en la fe de Israel. En virtud de esa serie de oráculos de parte de YHWH (110,1-4). Con motivo promesa, cada rey que deciendera de la dinastía de David de la entronización de algún monarca, estaría atribu- sería considerado legítimamente el Mesías por el cual Dios yendo al rey de Jerusalem los antiquísimos privilegios cumpliría los designios relativos a su pueblo. Puesto que del famoso rey de Salem y le estaría aplicando las anti- YHWH había realizado una Alianza Eterna con David, se quísimas tradiciones cultuales de la monarquía jebusea. tenía la seguridad de que Dios nunca dejaría de perpetuar El profeta declara, de parte de Dios, la facultad del here- su dinastía. dero davídico para ejercer la soberanía real juntamente La elección de Dios sobre el rey era una idea común a con YHWH. Le atribuye al entronizado un nacimiento todo el Oriente antiguo. En virtud de la Alianza pactada, celestial, en el sentido de una adopción divina. Lo de- la divinidad asumía la defensa del rey ante sus enemi- clara sacerdote, como lo era todo monarca jebuseo. Pro- gos. Por eso el faraón Ramsés II dirigió su oración al dios mete que por medio de él, YHWH, el juez del universo y Amón cuando luchaba contra los hititas en Kadesh. Del héroe de la guerra, vence a todos los enemigos. mismo modo el rey de Israel suplicaría confiadamente El Salmo, sin embargo, ha sido leído tanto por la tra- cuando también él se encontrara en peligro: dición judía como por la cristiana en un sentido mesiáni- co, tal como lo muestra el siguiente comentario rabínico: «¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos mascullan planes vanos? Se yerguen los reyes de la «En el tiempo futuro Dios hará sentar al Rey Mesías a tierra, los caudillos conspiran aliados contra YHWH su derecha, como se dice en el salmo: Dijo YHWH a mi y contra su Ungido» (Sal 2,1-2). Señor: siéntate a mi derecha» (Midrash Tehillim 18,29). «¡Yo te llamo, padre mío Amón! Estoy en medio de pueblos numerosos que no conozco. Todas las naciones se han unido contra mí. Estoy solo, ningún otro conmigo. Mis soldados innumerables me han abandonado. Ni uno solo de mis aurigas ha mirado hacia mí. No he dejado de gritar hacia ellos, pero ni uno solo me ha oído cuando los llamaba. Veo que Amón vale más para mí que miles de infantes y que centenas de millares de carros, más que diez mil hermanos e hijos, todos unidos en un corazón. ¡No es la obra de hombres numerosos lo que cuenta! ¡Amón es mucho más útil que ellos! He llegado hasta aquí por orden de tu boca, oh Oración de Ramsés II al dios Amón en la batalla de Kadesh. Amón. No he transpasado tus deseos». Inscripción del templo de Karnak 24
  • 25. Sal 72: La atribución a Salomón en el epígrafe se Porque YHWH ha escogido a Sión, la ha querido como explica a partir de la mención ben-mélek (hijo del rey) en el sede para sí: primer verso, puesto que lo más frecuente era atribuir a David mélek la mayoría de los Salmos. Se consideró en- «Aquí está mi reposo para siempre, en el me sentaré, tonces que el orante era el mismo hijo de David, sucesor pues lo he querido... Allí suscitaré a David un fuerte suyo, que pedía sabiduría y justicia para su reinado. Pero vástago, aprestaré una lámpara a mi mesías; de ver- sabemos bien que la expresión hijo de rey, e incluso hijo güenza cubriré a sus enemigos, y sobre él brillará su de David se aplicaba a cualquier rey de la dinastía daví- diadema» (132,17-18). dica (cf. 2 Re 14,3). El Salmo contiene una intercesión y un deseo de ben- Debemos tener en cuenta que estas bendiciones se dición en favor del monarca elegido por YHWH. Los bie- esperaban para el mesías inmediato. La caída de la mo- nes deseados responden a un ideal de realeza para todos narquía judaíta y la esperanza de su restauración llevó a los tiempos. Las experiencias históricas de frustración aguardar las mismas, de un modo cada vez más ideal, en la realización de este ideal llevaron a interpretar esta para la época del Mesías futuro y definitivo. oración en un sentido de esperanza futura, por eso ju- díos primero, y cristianos después, lo entendieron como un Salmo mesiánico. 4- Cánticos de Sión (shir zyion) Sin embargo no debemos dejar de notar que el Rey Mesías esperado en los últimos tiempos no necesita las oraciones y los deseos, y menos el deseo de que haya paz y prosperidad en su reino. Con él la espera habrá con- Se trata de salmos que glorifican a Sión, la montaña santa cluido porque su poder será efectivo. Por eso es más pro- de Jerusalem donde YHWH está presente. Al parecer, los bable que el sentido original haya sido el de una bendi- mismos extranjeros conocían un conjunto de salmos can- ción sobre el rey en el momento de ser coronado o en tados por los judíos desterrados que llevaba ese nombre: alguna fiesta en su honor. Estos deseos corresponden muy bien a la concien- «¡Cantad para nosotros un cantar de Sión!» (Sal 137,3). cia que tenían generalmente los soberanos orientales de ser depositarios de una misión divina. Así Hammurabi, Tanto más doloroso es el canto de la gloria de Sión en rey de Babilonia en la época de los patriarcas hebreos, se cuanto fue destruida en su mayor parte por los ejércitos presentaba a sí mismo como Rey de Justicia. El orante babilónicos. tiene deseos semejantes para el hijo de David. ¿Habrá que descartar como caduca toda interpreta- Sal 48: A Sión se la suele designar como el monte en ción mesiánica? Si el Salmo contuviera nada más que el Norte (Saphon). Más que una indicación geográfica (in- deseos, ciertamente no son necesarios para el Mesías. Pero en la medida que el Salmo contiene claras certidum- bres, hay que leer estas seguridades como anuncios pro- féticos que responden muy bien a las expectativas mesiá- «A orillas de los ríos de Babilonia estábamos nicas del judaísmo postexílico y rabínico. sentados y llorábamos, acordándonos de Sión; en los álamos de la orilla teníamos colgadas nuestras Sal 132: Este Salmo hace pensar en la existencia cítaras. Allí nos pidieron nuestros deportadores de una fiesta, tal vez anual, dedicada a la memoria de la cánticos, nuestros raptores alegría: fundación de la casa real y de su santuario. En ese día se «¡Cantad para nosotros un cantar de Sión!» podría haber celebrado una liturgia en la cual se repre- sentaba escénicamente a través de una procesión cómo (Sal 137,1-3). David había trasladado el Arca a Jerusalén: «Mirad: hemos oído de Ella que esté en Efratá, ¡la hemos encontrado en los Campos de Yaar! ¡Vayamos a la Morada de él, ante el estrado de sus pies postrémonos! ¡Levántate, YHWH, hacia tu reposo, tú y el Arca de tu fuerza!» (132,6-8). También se escucharía en allí un oráculo pronun- ciado en nombre de YHWH por el que Dios prometería bendecir en ese lugar a David y a su descendencia regia: «Juró YHWH a David, verdad que no retractará: «El fruto de tu seno asentaré en tu trono. Si tus hijos guardan mi alianza, el dictámen que yo les enseño, también sus hijos para siempre se sentarán sobre tu trono» (132,11-14). 25
  • 26. correcta), alude al monte de los dioses que se eleva hasta revelación de la voluntad salvífica de Dios. Por eso los el mundo celestial. Un texto cananeo de Ugarit llama con primeros cinco libros de la Escritura, que narran los acon- el mismo nombre al monte donde Baal se revela: tecimientos salvadores que Dios obró en medio de su pueblo, son leidos y meditados como Torah, aunque su «Ven y yo te me revelaré en mi montaña, el divino contenido sea mayormente narrativo y no preceptual. Sapón, en mi santuario, en la montaña de mi patrimo- El que se dedica a meditar esta Instrucción de YHWH nio, en el lugar placentero, en la altura majestuosa» (la historia salvífica y la voluntad divina contenida en (citado en EQUIPO CAHIERS EVANGILE, Oraciones del An- ella) es un hombre feliz. Su vida tiene sentido y plenitud: tiguo Oriente, p.62). «Es como un árbol plantado junto a corrientes de Y el profeta condena la arrogancia de un rey extranjero agua, que da fruto a su tiempo, y jamás se amustia su con aspiraciones divinas, que pretende reinar desde ese follaje; todo lo que hace sale bien» (Sal 1,3). monte: Para llegar a ser tal, el sabio egipcio Amenemope «Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a propone una actitud, que es la reserva y el silencio que subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi carcteriza al sabio: trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el confín del Norte» (Is 14,13). «El hombre verdaderamente silencioso se mantiene aparte. Es como árbol que crece en un jardín. Florece Se consideraba a Sión el centro del mundo y se le y produce doble fruto: Se halza ante su señor. Sus daba el nombre de ombligo (Ez 38,12). Según esta pers- frutos son dulces; su sombra, placentera; y envejece- pectiva reflexionó la tradición recogida en un libro judío rá en el jardín» (citado en KRAUSS, op.cit. I p.188). escrito entre 150 y 100 aEC: «Conoció Noé que el jardín de Edén es el santo de los 6- Salmos de fiestas santos, y la morada del Señor; y que el monte Sinaí es el centro del desierto; y que el monte Sión es el centro Son los cánticos vinculados a la celebración litúrgi- del ombligo de la tierra; estos tres fueron creados ca de alguna de las festividades religiosas del calendario como lugares santos que se miran y contemplan en- israelita. La principal era la fiesta de las Tiendas, para el tre sí mutuamente» (Jubileos 8,10-12). año nuevo. Esta alta estima por la ciudad del Santuario movía Sal 50 desde las más lejanas tierras a los peregrinos que que- Sal 81 rían encontrarse con el Dios de Israel en su propia Casa. Los Salmos animaban la marcha, sobre todo en sus últi- Estos dos Salmos podían ser parte de una gran fies- mos tramos, cuando ya podía avistarse la ciudad. Tal es ta en la que el pueblo se reunía en un lugar de culto para el caso del canto del peregrino a la fiesta de las Tiendas, celebrar la renovación de la alianza con Dios. En el mar- cuando comenzaba la estación de las precipitaciones des- co de la misma se oía la lectura de las cláusulas del pacto pués del seco y caluroso verano, y la lluvia aliviaba al y se hacía el propósito de renovarlo de todo corazón. extenuado caminante (Sal 84). También el Salmo 122 ser- Detalles de estos Salmos evocan la escena de la manifes- vía para expresar el gozo del peregrino que después de tación de YHWH en el Sinaí: una fatigosa travesía llegaba a la ciudad santa. «Delante de él, un fuego que devora, en torno a él, violenta tempestad; convoca a los cielos desde lo alto, 5- Poemas didácticos y a la tierra para juzgar a su pueblo» (50,3-4). (hokmot -tebunot) El contenido de la Alianza es el del pacto sinaítico: «No haya en ti dios extranjero, no te postres ante un dios extraño; yo, YHWH, soy tu Dios, que te hice subir En las demás categorías de salmos aparecen los del país de Egipto; abre toda tu boca, y yo la llenaré» motivos sapienciales, pero de un modo especial en algu- (81,10-11). nos que reflexionan sobre la Torah: Celebrada en los antiguos santuarios israelitas del Sal 1 norte primero (¿en Siquem?), tal vez después en Jerusa- Sal 119 lén, esta fiesta era la ocasión para que los levitas ofrecie- ran una instrucción al pueblo congregado. Es importante tener en cuenta el alcance de la expre- sión torah. La traducción frecuente de Ley mueve a una comprensión legalista que ve en ella una codificación de preceptos. Para esta realidad el hebreo utiliza la palabra mitzvá. En cambio, Torah es instrucción, en el sentido de 26
  • 27. Los cinco Rollos de las Fiestas Los primitivos hebreos habrían tomado de los cananeos el calendario festivo, que tenía la impronta de una religión campesina que ve en el acontecimiento de la siembra y la cosecha un fenómeno sagrado. A ese ritmo agrícola habrían sumado el ritmo pastoril tradicional de sus antepasados nómadas. Pero, además, habrían dado al contenido de estas fiestas la impronta propia de su fe en YHWH. En esas fiestas se leen determinados libros Zodiíaco. Pavimento de la antigua Sinagoga de Bet Alfa. Israel. bíblicos, llamados meguillot (rollos). D entro del año judío existen cinco grandes fiestas naturales, que irremediablemente se perdían en un y dos de menor importancia. En un principio, pasado primordial por falta de recuerdo. Eran sucesos tres de las mayores tenían su origen en la que la memoria celebrativa comenzó a actualizar en todas agricultura y se relacionaban directamente con las las generaciones. La salvación se hacía así presente estaciones del año en Israel. La fiesta de la primavera o mediante el rito. Pésaj (Pascua), marcaba el inicio de la cosecha de la Así las matzot (los panes sin levadura), fiesta de la cebada, y cincuenta días más tarde, Savuot (Semanas o cosecha de la cebada durante la primavera, habría pasa- Pentecostés) marcaba su término. Durante Sukkot do a ser conmemoración de la salida de Egipto (Ex 23,15). (Tabernáculos) se celebra la cosecha de otoño, fiesta que La fiesta de la cosecha del trigo, en el verano, se convertiría va precedida por un periodo de diez días de purificación en la celebración del don de la Ley en el Sinaí. La gran de toda la comunidad. fiesta de la vendimia, en el otoño, cuando se suplicaba Desde muy antiguo Israel habría historizado estas por la prosperidad de la siembra durante las primeras fiestas, porque los hechos en los cuales YHWH intervino lluvias, comenzaría a recordar la marcha por el desierto salvíficamente no eran como los acontecimientos y la morada en las tiendas (sukkot: Lev 23,42s). «Tres veces al año me celebrarás fiesta. Guardarás la fiesta de los Azimos. Durante siete días comerás ázimos, como te he mandado, en el tiempo señalado, en el mes de Abib; pues en él saliste de Egipto. Nadie se presentará delante de mí con las manos vacías. También guardarás la fiesta de la Siega, de las primicias de tus trabajos, de lo que hayas sembrado en el campo; y la fiesta de la Recolección al término del año, al recoger del campo los frutos de tu trabajo» (Ex 23,14-16). 27
  • 28. Acompañamiento instrumental de los Salmos L os cantores tenían por función el acompañamien- to musical, cantando y tocando instrumentos, del Uso de los instrumentos culto diario de la mañana y de la tarde y con ocasión de fiestas particulares. ¿Cuántos intervenían en «No se tocaban menos de dos arpas ni más de seis, cada oficio religioso? ni menos de dos flautas ni más de doce. Doce días al año se tocaba la flauta delante del altar: «No había menos de doce levitas de pie sobre el el día de la inmolación de la primera Pascua de la estrado, aunque su número podía aumentar hasta el inmolación de la segunda Pascua, el primer día festivo infinito» (Mishná Arakhín II,6). de Pascua, el día festivo de la fiesta de Pentecostés y los ocho días de la fiesta de las Tiendas. Algunos niños eran incluidos en alguna ocasión. No se tocaba una flauta de cobre, sino de caña, debido a que el sonido de ésta era más agradable. No se «Ningún menor podía entrar en el atrio del Templo ponía punto final a la pieza musical, sino con una para realizar una función litúrgica a no ser cuando sola flauta, ya que esto permitía un final más bello... los levitas estaban en pie cantando. Tampoco podía No había menos de dos trompetas, pero su número ningún menor acompañar el canto con arpa o con podía ser aumentado hasta el infinito. cítara, sino sólo con la boca, para dar armonía al No había menos de nueve cítaras, pero su número canto. R. Eliezer ben Jacob decía que aquellos no en- podía ser aumentado sin límite. traban a formar parte del número ni se ponían de pie sobre el estrado, sino que se colocaban de pie sobre el Sin embargo, sólo había un címbalo». suelo, con sus cabezas entre los pies de los levitas. Se los llamaba los pequeños de los levitas» (Mishná Mishná Arakhín II,3.5 Arakhín II,6). «David y toda la casa de Israel hacían grandes festejos en honor de YHWH, cantando al son de toda clase de instrumentos de madera, y de cítaras, arpas, tamboriles, címbalos y platillos» 2 Samuel 6,5 Instrumentos de madera de cedro con forma de manos usados para percusión Címbalos de mano y platillos Cítara reconstruida a partir de la imagen de una moneda judía del siglo II EC Tamboril Arpa reconstruida a partir de la imagen de una moneda judía del siglo II EC 28
  • 29. La alegría de la Fiesta de las Tiendas «Se solía decir que quien no ha visto la alegría en la recogida del agua de la fuente no ha visto jamás alegría». Mishná Sukka V,1 Izquierda: Vista del Atrio de las Mujeres. Desde allí se subía quince gradas hasta el Atrio de Israel, corres- pondiendo a los quince sal- mos graduales, y sobre las que los levitas entonaban sus cantos en la Fiesta de las Tiendas (Mishná Middot II,5). «Los levitas con arpas, liras, címbalos, trompetas y otros numerosos instrumentos musicales estaban en las quince gradas por las que se baja del atrio de Israel al atrio de las Mujeres y que corresponden a los quince cantos graduales del salterio; los levitas suelen estar de pie sobre ellas con instrumentos musicales y entonan cantos». Mishná Sukka V,4 «También hicieron unas campanillas de oro puro y las colocaron «Apenas entres en la ciudad, sobre el ruedo del manto, intercalándolas con las granadas» tropezarás con un grupo de profetas Exodo 39,25 que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tamborines, flautas y cítaras» 1 Samuel 10,5 Campanillas de oro como las colocadas sobre el ruedo del manto del sacerdote Flauta «Habló YHWH a Moisés y le dijo: «Hazte dos trompetas: las harás de plata maciza. Te servirán para convocar a la comunidad y dar la señal de «¡Mis entrañas, mis entrañas! ¡Me retuerzo de mover el campamento» dolor! ¡Las fibras de mi corazón! ¡Mi corazón se Números 10,1-2 conmueve dentro de mí, no puedo callarme! Porque oigo el sonido del cuerno, el clamor del combate» Jeremías 4,19 Trompetas reconstruidas a partir de la imagen de una moneda judía del siglo II EC Shofar (cuerno de carnero) 29
  • 30. La fiesta de Pascua (Pesaj) El Cantar de los Cantares La palabra Pesaj significa pasar por alto. El texto bíblico indica que el Ángel de la Muerte pasó por alto las casas Shir hashirim liShlomoh (Biblia Hebrea) judías durante la plaga, pues sus puertas tenían una Asma asmaton (Biblia Griega - LXX) marca de sangre (Ex 12,26-27). Canticum Canticorum (Biblia Vulgata Latina) Mi amado llega saltando Escrito en hebreo, el texto se conservó muy bien, tal vez porque se popularizó y la gente lo cantaba con frecuen- La meguillá asignada para Pesaj es el libro del Cantar de cia. Este escrito tan humano será reconocido por los los Cantares. La lectura tradicional ve de forma general en rabinos, después de largas deliberaciones en el conci- lio de Jamnia, como un libro inspirado: el Cantar una alegoría del amor de Dios a Israel. Para la tradición del Midrash el poema expone «Toda Escritura Santa mancha las manos... Rabí simbólicamente el conjunto de la historia de Israel. La Aquiba dice: nunca hombre alguno disputó en Israel «Pascua», paso de Dios por en medio del pueblo, está acerca del Cantar de los Cantares hasta decir que parafraseada en Cant 2,8-9: «He aquí mi amado, he aquí no mancha las manos, pues todas las edades no que llega saltando por encima de los montes». valen lo que el día en que el Cantar de los Cantares El paso del mar Rojo se comenta con la ayuda de fue dado a Israel. Porque todos los Escritos son Cant 2,14: «Paloma mía, en los huecos de las rocas...» santos, pero el Cantar de los Cantares es el santo de los santos» (Mishná Yadayim 3,5). «¿A qué se parecían los israelitas en aquel momen- Y aún más, se exhortó en la época rabínica que no se lo to? A una paloma que huye ante el halcón e intenta entonara indecorosamente: penetrar en un hueco de la roca en donde se esconde una serpiente sibilante. Si se queda fuera, ¡allí está el «Todo el que cante el Cantar de los Cantares con halcón!; si entra, ¡allí está la serpiente! En un apuro voz inconveniente en las tabernas y lo trate como un semejante se encontraban los israelitas en el momen- canto profano no tiene parte en el mundo futuro» to en que el mar formaba una muralla, mientras que (tosefta Sanhedrín 12,10). los perseguía el enemigo. Inmediatamente recurrie- ron a la oración. De ellos se afirmó en las Escrituras Tal prohibición implica que la lectura que se hacía en su tiempo era profana y natural, y que la interpretación ale- sagradas de la tradición: «Paloma mía en los huecos górica pudo haber surgido como un freno a un tipo de de la roca... » (Midrás Mekilta, sobre Ex 13-17). lectura que los rabinos consideraban frívolo. De todos modos el Cantar fue incluido entre los meguillot (rollos) El amado se interpreta unas veces de Dios mismo, y se lo utilizaría en la liturgia de la Pascua judía. También otras de Moisés. El midrash Shir ha shirim Rabbá confirma la Iglesia lo admitió en su canon. esta línea de interpretación alegórica. En esta misma A juzgar por su lenguaje es muy probable que su redac- perspectiva se lee tradicionalmente el Cantar el día 7° de ción corresponda a la época helenística. Si bien el título la fiesta de Pascua, pues se asocia constantemente el expresado en la forma superlativa Cantar de los canta- Cantar al Éxodo. res (es decir, Canto por excelencia, canto mayor, cántico principal) refiere a Salomón su autoría, la presencia de algunos arameísmos evidencia que esta obra no podría «Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué ser anterior a la época persa. El uso del término persa pardes (parque, derivado luego a paraíso; 4,13) apoya significa para vosotros este rito?", responderéis: aún más esta opinión. Pero el uso del extraño vocablo "Este es el sacrificio de la Pascua de YHWH, que appiryôn (del griego phoreion: litera; 3,9) hace pensar pasó de largo por las casas de los israelitas en más bien en la época helenística. No obstante, ésta pudo Egipto cuando hirió a los egipcios y salvó nuestras haber sido la fecha de redacción final, aunque se pudie- casas"» (Ex 12,26-27). ron emplearse materiales anteriores. La mención de diversas especies vegetales y animales apuntan a la tierra de Israel como ambiente de naci- miento del texto. El trasfondo de esta obra es totalmente distinto al de los textos religiosos hebreos escritos hasta esta esa fecha. El tema que reluce es el del amor fiel que sella el matri- monio, tratado con toda su densidad carnal (1,2-4). La forma del libro es la de un drama teatral, cuyos perso- najes principales son dos enamorados. La imagen fe- menina a lo largo de los versos del Cantar es un tipo de mujer diferente a la de estilo patriarcal presente en los otros textos bíblicos. Parece ser una mujer sin inhibicio- nes morales y sociales, que tiene la iniciativa en la elec- ción. Hay una gran diferencia con Prov 31,30: «Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer que teme a YHWH, ésa será alabada». 30
  • 31. Fiesta de Las Semanas (Shavuot) Lectura del libro de Rut La distancia de cincuenta días entre la Pesaj y Shavuot, entre la primavera y el verano, entre el pan sin levadura ¿Por qué se lee este libro, cuya protagonista es una y el pan fermentado, fue sugiriendo la idea de una mujer extranjera, el día en que se celebra la Alianza de maduración. El don de la Ley en el Sinaí venía a ser la Dios con Israel? El libro representa una corriente de pensamiento que no considera la fidelidad a la Alianza maduración de la acción salvadora de Dios desde la dentro de un esquema exclusivista, sino en el contexto liberación de la esclavitud en Egipto hasta la libertad de de un mensaje de salvación universal tal como lo habían aceptar el señorío de YHWH a través de su Alianza. predicado los profetas. Una costumbre relacionada particularmente con la En la época de redacción (siglo V-IV aEC) el judaísmo se fiesta es la del Tiquun leil-Shavuot (reparación o corrección caracterizaba por ser un sistema religioso basado en el de la noche de las Semanas). Según la tradición, Dios creó el monoteísmo y en la centralidad de la Ley de Moisés. mundo bueno, pero no perfecto, para dar así a las Algunos pensaban que sólo se podría conservar y criaturas la ocasión de perfeccionarlo mediante el Tiquun. transmitir esa fe evitando los matrimonios mixtos, que Cuando los judíos estudian la Torah durante toda la podían introducir en las familias el culto extranjero. Por este motivo las uniones ya contraídas habían sido noche en la vigilia de Pentecostés, perfeccionan y hacen disueltas autoritariamente. mejor el mundo. Lo mismo que la Palabra fue el El libro de Rut, en cambio, muestra a una joven viuda instrumento por el que Dios creó el universo, la Torah es moabita que, en compañía de su suegra Noemí, también también el instrumento de su culminación. viuda, se había instalado en Belén de Judá y subsistía Antes de la lectura de la Torah se lee el libro de Ruth. recogiendo las espigas que dejaban los cosechadores Las palabras de esta mujer extranjera a su suegra de un propietario llamado Booz. Rut había adoptado al expresan el profundo ideal para todo converso: «tu pueblo de Israel como su pueblo, y al Dios de Israel pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios». así lo como su Dios (cf. 1,16). explica la glosa del Targum: La historia tenía un final muy feliz: «Booz tomó a Rut, y ella fue su mujer; se unió a ella, y YHWH hizo que «En virtud de la bondad que has mostrado con tu concibiera, y dio a luz un niño... y lo llamaron Obed. Es el padre de Jesé, padre de David» (Rut 4,13-17). suegra, porque la has mantenido después que murió En conclusión, si la Ley exigía que se expulsara a los tu marido y abandonaste a tu dios y a tu pueblo, a tu extranjeros y a los descendientes de extranjeras, habría padre y a tu madre, y el país de tu nacimiento, y que haber comenzado por echar a los reyes de la partiste para hacerte prosélita y para vivir entre un descendencia de David. Estaba claro, entonces, que pueblo que te era desconocido ayer y anteriormente, Dios podía extender su elección también a personas de YHWH te recompensará muy bien en este mundo, otros pueblos. debido a tu obra buena, y tu salario será completo en el mundo venidero de parte de YHWH, Dios de Israel, porque has venido a hacerte prosélita» (Targum de Rut 2,11-12). La fiesta de las Chozas (Sukkot) Recuerda la marcha por el desierto tras la salida de Egipto. Rut respondió: «No insistas en que te abandone y Celebrada en el séptimo mes según el antiguo calendario me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré, hebreo, después del exilio esa misma fecha pasó a ser el 15 de tishrí, es decir la primera quincena del Año Nuevo. donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y Durante la fiesta, además de leer el pasaje de la tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré y institución de la misma en tiempos de Moisés (Lv 22,26- allí seré enterrada. Que Yahveh me dé este mal y 23,44), se leen textos de los profetas que ilustran el sentido añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo más profundo de la celebración. Así, Zac 14 permite que nos ha de separar» (Rut 1,16-17). vislumbrar el porvenir definitivo bajo la forma de una inmensa fiesta de las Chozas, a la que serán invitadas las naciones junto con Israel. Se habla de aguas vivas que manarán de Jerusalén y de luz que no se apaga con la noche, elementos de importancia central dentro de la fiesta. También se lee 1 Re 8,65-66, que relata la inauguración del Templo de Salomón el octavo día de Sukkot. Y Ez 38, que narra el combate final en que serán vencidos los enemigos del pueblo de Dios, cuando él proclame: “Manifestaré mi grandeza y mi santidad, me daré a conocer a los ojos de numerosas naciones y sabrán que yo soy YHWH” (38,23). Todos estos textos tienen un claro sentido escatológico (refieren el final de los tiempos) y contribuyen a crear un clima de renovada esperanza en la intervención de Dios como creador de un mundo nuevo. 31
  • 32. Un elemento importante lo constituye el lulav, la rama de palmera que, unida en un ramo con ramas de El libro del Eclesiastés mirto y sauce, se agita durante la recitación del Hallel (salmos 113-118). Aparte se lleva una rama de citrus. Es Qohelet (Biblia Hebrea) un símbolo de la cosecha de la fruta. Pero significa tam- Ekklesiastés (Biblia Griega - LXX) bién la unión del pueblo a pesar de su diversidad, como Ecclesiastés (Biblia Vulgata Latina) lo explica el comentario rabínico del Levítico: El nombre del libro supone el intento de los LXX para “Lo mismo que el sauce no tiene ni olor ni sabor, traducir el hebreo nombre del autor según 1,1. Significa también en Israel hay personas que ni estudian ni hacen quien se sienta o habla en la asamblea (gr. Ekklesía, buenas acciones. ¿Qué hace entonces el Santo, bendito hebr. qahal). Puede estar indicando la función del maestro sea? Dice: atadlos juntos en un ramo y que expíen los que convoca/reúne gente en su escuela. pecados los unos por los otros” (Lev. Rabba 30). La inclusión en el canon fue discutida, junto con el libro del Cantar de los Cantares, aunque las noticias que nos refieren esta dificultad no nos dicen qué razones se dieron A pesar del optimismo de este anhelo, tanto la pres- en favor o en contra. La supuesta autoría salomónica cripción de habitar en una choza como la lectura del rollo debió pesar a la hora de su aceptación. del Eclesiastés (Qohelet) quieren recordar la relatividad Esta supuesta autoría no se basa sólamente en la y provisoriedad de la vida humana frente al absoluto de tendencia a incluir todo lo sapiencial dentro del patrocinio Dios y la morada definitiva que se aguarda para el futu- de Salomón, sino también por la afirmación de 1,12: ro. El simbolismo de la choza quiere adelantar en el pre- «Yo, Qohelet, he sido rey de Israel, en Jerusalén», y por sente la vida definitiva a través de la protección de Dios el título que lo encabeza: «Palabras de Qohelet, hijo de que cubre a sus hijos con su bendición. Así lo implora la David, rey en Jerusalén» (1,1). La descripción que el autor da de sus obras podría compararse con las de oración que se reza todas las tardes durante los días de Salomón en 1 Re 3,11: «Emprendí mis grandes obras; la fiesta: me construí palacios... Seguí engrandeciéndome más que cualquiera de mis predecesores en Jerusalén, y mi “Haznos descansar en paz, Señor Dios nuestro. Y sabiduría se mantenía» (2,4-9). Sin embargo, al haz que nos volvamos a levantar, oh Rey nuestro, momento de hablar sobre los reyes, la óptica parece ser vivos y en paz. Extiende sobre nosotros la Sukká de más la de un súbdito que de un soberano. tu paz y afiánzanos en buenas disposiciones en tu El libro ocupa un lugar en la historia de las ideas que presencia. Sálvanos pronto por causa de tu Nombre. puede ayudar a precisar la fecha de composición. En la Defiéndenos y aleja de nosotros a Satanás; apártalo obra confluyen dos corrientes de pensamiento: la tradición sapiencial judía y la antigua sabiduría de todas partes y ocúltanos bajo la sombra de tus internacional. Pero a la vez se percibe una ruptura que alas, porque tú eres un rey bueno y misericordioso. permite hablar de crisis de las ideas. Se habla de una Así pues, guarda nuestra entrada y nuestra salida lejanía de Dios y se hace una crítica a la teodicea. La con vistas a la vida y a la paz, desde ahora y para quiebra de la fe y el escepticismo del sentido de los siempre. Bendito seas, Señor, que guardas a tu pueblo logros culturales hacen muy probable que el autor Israel para siempre”. escriba en pleno periodo helenista. Los libros de los Macabeos muestra el sentimiento negativo hacia el esplendor de la cultura griega. La localización apunta hacia Israel, y concretamente Je- «Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los rusalén, aunque se haya pensado en la diáspora. El clima impredecible y la dependencia de las lluvias (11,4; israelitas morarán en cabañas, para que sepan 1,6) no cuadran con las características meteorológicas vuestros descendientes que yo hice habitar en de Egipto. Se alude a la «Casa de Dios», que es el Tem- cabañas a los israelitas cuando los saqué de la tierra plo de Jerusalén, al que parece que se lo visita con cier- de Egipto. Yo, YHWH, vuestro Dios» ta frecuencia: «Guarda tus pasos cuando vas a la Casa (Levítico 23,34-36). de Dios. Acercarse obediente vale más que el sacrificio de los necios, porque ellos no saben que hacen el mal» (5,1-7). Lo más llamativo de este libro es que, a pesar de cono- cer las ideas teológicas bíblicas, se aparta de ellas, se- leccionando algunos rasgos y silenciando otros, o mo- dificando deliberadamente las expresiones consagra- das. Un ejemplo lo encontramos en 3,11: «El ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo», donde evita el verbo creó y el adjetivo bueno, términos con los que el autor sacerdotal presentaba el carácter absoluto de la obra de Dios. Qohelet se parece mucho a Job en su manera de ver al mundo, pero a diferencia de él no lucha ni clama a Dios para que, a través del diálogo, se mantenga una rela- ción personal. Podríamos decir que, en su respeto por la naturaleza misteriosa del obrar divino y de su libertad, prefiere quedarse callado y no intentar ningún cambio. 32
  • 33. Las celebraciones menores El libro de las Lamentaciones El origen de las dos fiestas menores, Hanuká y Purim, es ‘Ekah (Biblia Hebrea) más tardío que el de las fiestas antes mencionadas. La Hanukká (‘dedicación’) conmemora el triunfo de Threnoi (Biblia Griega - LXX) los Macabeos sobre el rey sirio Antioco IV en el 165 aEC y Lamentationes (Biblia Vulgata Latina) la consiguiente purificación del segundo Templo. El nombre de ‘ekah significa: ¡Ay, cómo...! Es el término La fiesta de Purim (‘porciones’, ‘suertes’) recuerda característico de los cantos fúnebres. Pero parecería que la historia de la salvación de los judíos persas por Ester y el antiguo nombre era quinot. Este nombre aparece cita- por Mardoqueo. Se celebra un mes antes de Pascua y se do en 2 Cro 35,25: caracteriza porque en la sinagoga se lee el rollo (megillá) de Ester. «Jeremías compuso una elegía sobre Josías, y todos El año litúrgico termina con cuatro días de ayuno en los cantores y cantoras hablan todavía hoy de Josías memoria del asedio y la posterior destrucción de los dos en sus elegías; lo cual se ha hecho costumbre en Templos, en los años 586 aEC y 70 EC. De estos, el más Israel. Están escritas entre las Lamentaciones». importante es el de Tisha be Ab o el Noveno día del mes Acerca de la fecha, hay constancia que en el lugar del Ab, día en el que los dos Templos fueron destruidos. La emplazamiento del Templo muy pronto se comenzaron lectura correspondiente es el libro de las Lamentaciones. a tener gestos de lamentaciones tras la destrucción de la ciudad: «Unos hombres venían de Siquem de Silo y de Samaría, ochenta entre todos, la barba raída, El libro de Ester harapientos y arañados, portadores de oblaciones e incienso que traían a la Casa de YHWH» (Jr 41,5). Esta novela, que recrea con bastante exactitud el ambiente de intrigas del harén de la corte persa durante De igual modo, se sabe que se celebraban jornadas de el reinado de Jerjes, es una narración orientada a ayuno, quizá cuatro veces al año, para conmemorar la suscitar la acción en un tiempo de persecución. Al caída de Jerusalén, costumbre que se observó durante redactarse un decreto del primer ministro para eliminar el destierro y se prolongó al menos hasta la reconstruc- a todos los judíos del reino, Ester, una bella joven judía ción del templo: hecha esposa de Jerjes, habría intercedido y obtenido la salvación de sus compatriotas. Y habría conseguido «Betel había enviado a Sar Eser y a Réguem Mélek, del rey permiso para que los judíos pudiesen matar a con su gente, a ablandar el rostro de YHWH, y a sus enemigos: decir a los sacerdotes de la Casa de YHWH Sebaot y a los profetas: «¿Deberé llorar en el quinto mes «El rey dijo a la reina Ester: «En la ciudadela de haciendo abstinencia como lo he hecho durante Susa, los judíos mataron y exterminaron a 500 tantos años?» (cf. Zac 7,1-7; 8,19). hombres y a los 10 hijos de Amán...». El rey ordenó que así se hiciera (¡Est 9,12-14!). En consecuencia, al preguntar por la época de composición de estos poemas habrá que pensar en el Parece bastante claro que el libro de Ester fue escrito periodo exílico, entre la destrucción de Jerusalén en el para explicar la fiesta de los Purim (hebr las suertes). 587 y el edicto de Ciro (538). Pero no hay por qué rechazar Dios había cambiado las suertes de su pueblo y de sus que los poemas fuesen compuestos después de 538 enemigos, de exterminio en salvación y viceversa: para conmemorar en un marco festivo-litúrgico la caída de Jerusalén. «Estos días de Purim nunca dejarán de ser festejados entre los judíos, ni se borrará su recuerdo El libro de las Lamentaciones está formado por cinco entre sus descendientes» (Est 9,28). poemas, con los versos estructurados alfabéticamente. El primero y el último ofrecen sumarios de contenido El tema que se vislumbraba era la providencia de Dios, genérico, mucho más ajenos, desde el punto de vista que se había adelantado a los acontecimientos psicológico, a los acontecimientos narrados en las introduciendo a Ishtar en la corte. Pero esta historia terribles escenas de muerte y destrucción de los también recordaba que la existencia de los judíos era capítulos 2 y 4. El tercer poema mezcla ostensiblemente contínuamente amenazada a causa de la envidia de los la queja individual en primera persona (3,1-39.49-66) paganos. De este modo exaltaba el espíritu de revancha: con el «nosotros» comunitario (3,40-48). «En cada provincia y en cada ciudad, a medida que iba Las liturgias lamentatorias tenían la función de superar llegando la orden del rey y su decreto, los judíos se el abatimiento y la aflicción, y abrir así a la esperanza a sentían desbordantes de gozo y celebraban banquetes unos participantes que habían perdido prácticamente y fiestas. Y muchos entre la gente del país se profesaban todo lo que había formado parte de su antigua condición judíos, porque el temor a los judíos se había apoderado y que había dado sentido a su vida. Los poemas serían de ellos» (Est 8,17). recitados en determinados días conmemorativos, y en la recitación tomarían parte posiblemente diferentes A partir de este relato se podían fundamentar muy bien personas y grupos, que representaban a Sión, a los las incursiones de los Macabeos fuera de Judá. ciudadanos de Jerusalén, a los espectadores, etc. 33