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Espiritudel69
ESPIRITU DEL ‘69
La Biblia del Skinhead
George Marshall
“Skinhead, Skinhead, eh, tu,
¿Cómo es no tener pelo?
¿Se siente calor o se siente frio?
¿Cómo es ser pelado?”
Canto infantil de comienzos de los 70’s
Organizado y mejorado por Skinheads Tradicionales
Filandia (Q) Colombia. 2008.
www.orgullo69.tk
ESPIRITU DEL ‘69
LA BIBLIA DEL SKINHEAD
Contenido
1.Espíritu del ‘69
2.Hijos de los skinheads.
3.Ángeles de cara sucia.
4.Sentimiento callejero.
5.Bienvenidos al mundo real.
6.Ni Washington ni Moscú.
7.Resurrección del skinhead.
Prologo
Estamos en el año 2008 y el movimiento skinhead ha tenido una nefasta y
desagradable transformación a lo largo de su vida como movimiento, al principio
eran los tiempos buenos en donde se podía decir yo si soy de clase obrera,
tomarse una buena cerveza, salir con tu chica a bailar ska, reggae y rocksteady en
un buen bar, con tus amigos de barrio y de trabajo. Pero ahora todo se torna a la
política, a guerras que solo lo que hacen es generar un odio absurdo entre bandos
que defienden ideales que puede que funcionen en teoría pero que en verdad a la
hora de actuar no se es posible ponerlos en acción. Mi intensión no es criticar a
estos grupos u organizaciones, mi intensión es dar a conocer al lector las raíces
del skinhead y de donde vienen, no solo son rapados que agreden a cierto tipo de
personas, los skinhead también sienten, tienen familia, amigos y una vida como la
de cualquier persona.
Este libro tuvo su primera edición en español gracias a un grupo de skinheads de
Buenos Aires, Argentina. Este libro en verdad es muy difícil de encontrar en una
librería o biblioteca o en un stand de libros usados y mucho más difícil y creo yo
que imposible encontrarlo en nuestra jerga o dialecto. Por eso me tome el
atrevimiento de coger el libro que anda circulando por algunos blogs de skinheads
en la red y reescribirlo para que sea de mejor agrado para el lector y cambiando
ciertos términos argentinos por términos colombianos.
Espero que les guste y que aprueben esta edición reescrita o más bien mejorada,
pero en verdad les digo que las alteraciones son mínimas (solo vocabulario
colombiano), algunas fotos no estarán puesto que es muy difícil encontrarlas
exactas como están en el libro y el resto de fotos están en baja calidad puesto que
son tomadas de unas fotocopias del libro autentico.
Muchas gracias a los que apoyan esta causa de culturización.
Un skinhead Colombiano
Julio de 2008
Introducción
“El miedo del sábado por la noche golpea muchas ciudades europeas
(Incluso detrás de la cortina de hierro) todas las semanas. Es la noche en
que bandas de skins ultra racistas, ultra fascistas, llenan las calles, listos
para patear, pelear, apuñalear y balear niños, familias y jubilados.”
Revista People 1986.
Recuerdo haber leído en alguna vez que en los viejos diarios soviéticos, para
cuyos lectores la palabra skinhead no significaba nada, informaban que gente
rapada causaba estragos y desmanes en las canchas de futbol británicas. El
capitalismo estaba tan obviamente corrompido hasta la medula, que incluso
aquellos que sufrían pérdida de cabello su juntaban a protestar por ello.
Acá en el Reino Unido, al culto skinhead le ha ido un poco mejor, hemos sido
ubicados en alguna categoría entre perros diabólicos, vándalos borrachos y
asesinos seriales en el ranking de las historias terroríficas de los diarios, las cosas
tampoco parecen ser muy diferentes para los skinheads en otras partes del
mundo.
No me mal interpreten. Nadie en su sano juicio podría decir que los skinheads son
ángeles y “Pelea” podría ser nuestro segundo nombre. Pero nuestra constante
identificación como vándalos descerebrados no le hace un favor a nadie. Quiero
decir, no sé de dónde saca la información la revista People de Australia pero, por
increíble que parezca, no hay tantos skinheads por ahí que quieran matar a tiros a
tu abuelita el fin de semana. No por estos lados al menos.
Toda esa idiotez solía hincharme las pelotas pero ahora me resbala. Otro artículo
para la colección de recortes, y eso es todo. En verdad no puedes evitar reírte
porque si empiezas a tomártelo en serio, estarás dándole más crédito del que se
merecen los periodistas ignorantes.
Mas citando a mi viejo amigo Oscar Wilde, “Hay mentiras, mentiras malditas e
historias de skinheads”. Pero lo que los medios han estado haciendo con el
movimiento skinhead por más de 25 años tiene su lado triste. Al no dejar que la
realidad se manifieste como una buena historia, han enterrado a la más grande de
las movidas británicas bajo toneladas de estupideces sensacionalistas. Pero, una
vez más, ¿para qué preocuparse? De última, peor para ellos. Después de todo el
movimiento skin es el mejor movimiento juvenil británico de todos los tiempos.
Nosotros lo sabemos, y eso es lo único que importa.
Hay tanto orgullo y pasión implícitos en el ser skinhead. El mismo tipo de orgullo y
pasión que llenaba las tribunas los sábados, y que tan rápidamente esta
desapareciendo. Hay un autentico sentido de pertenencia, de ser alguien especial
y estar con gente de tu tipo.
Cualquiera que alguna vez se haya rapado y puesto un par de tirantas puede
contarte historia tras historia, por que el ser skin lo hacia sentir grande cuando no
lo era.
Tenemos nuestras fallas, como cualquier persona, pero ser skin es mucho más
que ir y golpear a alguien en la cara.
Con un poco de suerte este libro será un paso adelante para corregir algunas
cosas dichas sobre el movimiento skin. No porque queramos quedar en la historia
como inocentes e injustamente condenados, y tampoco impresionar a un viejo
profesor de sociología. Este libro ha sido escrito sin otra razón más que dar a los
mismos skin una historia escrita sobre el movimiento. Pero yo no soy un experto
en nada solo soy un skin que trata de darle a otros skins un relato de nuestra
historia tan veras como sea posible.
Algunas cositas más antes de que te deje pasar al capítulo uno. El movimiento
skin ha recorrido un largo camino desde los gloriosos días de 1969, cuando cada
esquina era el hogar de una banda skin en el reino unido. Es fácil ponerse
nostálgico por los tiempos que pasaron, pero la era skinhead original, represento
la movida en la cresta de la ola, y todo aquello que la sucedió debe ser juzgado a
comparación a ella. Muchos que se hacen llamar skins ignoran la tradición y la
historia del movimiento. No hay nada de que enorgullecerse al oír que un skin
malandro rastree a una viejita, cualquiera de esa categoría es una bolsa de
mierda.
Algunos críticos han dicho que este libro no es más que una glorificación a la
violencia. No es tan así. Cuando los skin pudrían los conciertos de Sham 69 y
armaban problema en la gira de 2 tone, a los únicos que estaban jodiendo eran a
ellos mismos. Eso no tiene nada de inteligente. Hecha esta salvedad, las leyes de
la jungla de sementó no consideran algo malo el hecho que bandas rivales se
enfrenten en batallas, o que hinchadas de futbol armen problema en los partidos.
Y muchos skins aceptan eso como parte del territorio. Eso no lo hace correcto e
incorrecto. Pero como pronto veras en estas páginas, es un hecho de la vida, un
hecho de que no es fácil zafar.
La política es una gran cruz para el movimiento, es como un gusano que se ha
comido al movimiento hasta el corazón, dejándolo hecho el despojo que es hoy.
Hoy en día el movimiento ha sido desgarrado por políticos mediocres tanto de
izquierda como de derecha. No tengo idea de quienes son los ganadores, pero
resulta bien obvio quienes son los perdedores, Nosotros. Afortunadamente el
movimiento no se sostiene de un solo pilar podrido, y cada vez mas skins ven
como buena política no inmiscuirse en la política.
Esta edición contiene información que ha aparecido en los tres años siguientes a
la primera edición de spirit of 69’, y espero eso lo haga un mejor libro. Lo que en
verdad quería era actualizar el ultimo capitulo. Pero con todo lo que está
sucediendo en este momento probablemente sea mejor esperar que las cosas se
asienten antes de seguir escribiendo. De todos modos espero que este libro te de
tanto placer como me dio a mí el movimiento skinhead durante todos estos años.
Ser skin es una manera de vivir, y más importante a un es tu manera de vivir.
Aprovéchalo, disfrútalo, y sin lugar a dudas te veré algún día en ese gran bar que
hay en el cielo donde nos intercambiaremos anécdotas, mientras nos tomamos un
par de cervezas.
George Marshall
Octubre de 1994
Capitulo Uno
Espíritu del ‘69
“La visión de cabezas rapadas y el sonido de pesadas botas entrando al bar
Wimpy o al boliche es la verdadera causa de esa sensación de vacío en la
boca del estomago.”
Como Bob Daylan lo hubiera dicho, los tiempos estaban cambiando para fines de
aquellos años 60. Atrás habían quedado los originales salvajes adolecentes, los
cachiporreros y los Teds que hacían mierda los asientos y su música diabólica,
incluso había pasado su cuarto de hora para los Mods y los Rockers. Después de
los animados tropeles en los fines de semana largos, ambas tribus andaban en
declive y dejaban en el tiempo aquel caliente verano de 1964.
Por un terrible momento parecía que la mejor movida juvenil británica que iba a
surgir eran las comunidades hippies y las marchas estudiantiles. 1967 había sido
el verano del amor, y los jóvenes de clase media en todo el país empezaron el
adiós al mundo real para embarcarse en un mambo re volado. Bueno por lo
menos hasta que papá les encontraba una changa en la oficina.
Los hippies habían tomado la delantera, con sus oxfords de anchas botamangas y
su manifiesto de flores por un brillante futuro. A partir de entonces todo iba a ser
amor y paz, pintado en un caleidoscopio de psicodelia. El idealismo siempre ha
sido parte del crecimiento, pero sentarse en un campo en Saint Ives, con los pelos
largos y aceitosos, una túnica roñosa, un toque de marihuana y de Oz, nunca ira a
construir ese “Mundo feliz”. Una nube de pedos puede ser, ero una utopía jamás.
Aislarse de la sociedad en realidad significaba esquivar el bulto. Nada más ni nada
menos. Basta con que mires un par de videos de Jethro Tull y vas a ver qué
estupidez tan grande era. Como si estos idiotas no hubieran sido suficientes, los
estudiantes también estaban tratando de sumarse en la cruzada por cambiar el
mundo. A menudo la brigada d estudiantes eran despreciados por los chicos de la
esquina por ser idiotas y también eran odiados por los hippies por ser
“estructurados”. Pero sin embargo, ahí estaban en 1968, marchando acá, allá y
en todas partes. No será como voltear las barricadas en Paris, pero aun es una
cuestión revolucionaria. O por lo menos eso era lo que decían.
La vida no era tan dulce en los grandes complejos habitacionales que fueron
levantados luego de la guerra. Ni daba ir a lo de tu viejo en Bethnal Green (una
especie de lugano 1 y 2) y decirle que querías vivir en una carpa con los hippies.
Era verdad que alguno que otro chico de clase obrera se abría camino en una
universidad, y alguno que otro se disfrazaba de hippie para probar suerte con las
drogas y el amor libre, pero mucho no les llenaba la cuestión de la paz y el nuevo
mundo. Pero la gran mayoría no podía dejar la escuela lo suficientemente rápido,
para empezar a ganarse la vida con unos drogos de mierda. Aun así, los que
trabajaban, y tenían algunas monedas en el bolsillo, tenían un motivo para
quejarse el lunes por la mañana.
El llamado a los trabajadores para unirse a sus camaradas estudiantes y voltear al
capitalismo solía caer en oídos sordos. Poca gente quería darles una mano a los
estudiantes y a los hippies, ni siquiera una palmadita en el hombro, que les
indicara que ya era hora de despertarse. Era preferible una buena patada en el
culo, y que mejor darlas con unas buenas botas. Esto se hacía bastante evidente
cuando los estudiantes gritaban:” ¡a la mierda el estado!” Y “Victoria para
Vietnam”, y la hinchada del Chelsea cantaba:”estudiantes, estudiantes, jajaja”.
No fue hasta la gran marcha en solidaridad a Vietnam en octubre de 1968, que
Tariq Ali y sus revolucionarios de fin de semana finalmente recibieron el mensaje.
Habían estado panfleteando en fábricas y estadios de futbol, para hacer salir a la
calle al trabajador común y corriente. Pero cuando llego el gran día, todo lo que
había eran 30.000 estudiantes, algunos gamines haraganes y alguno que otro
conocido de los estudiantes. Ah sí, y algunos dolores de cabeza cortesía de 200
Boot Boys rapados, vestidos de los colores del Millwall, que corrían cantando
“Enoch!” “Enoch!” Y causando suficientes disturbios como para aparecer en los
diarios al día siguiente. Olvídense de sus guerras en el sudeste asiático y sus
viajes ácidos que no llevan a ningún lado. ¡Los skinheads han llegado!
Vale aclarar que sería un gran error considerar el momento de la aparición de los
skinheads en los titulares de los diarios como el nacimiento del movimiento. Situar
el nacimiento del movimiento en 1968 solo dará más credibilidad a la mentira de
que los skinheads no fueron nada más que una reacción contra el movimiento
hippie y el pelo largo en general. Y eso no es lo que queremos, ¿no?
La palabra skinhead no entro en circulación sino hasta 1969, pero ya se veían
chicos con botas y pelo rapado en los ámbitos Mods en 1964. Eran los primeros
de la movida skin, que se desarrollaría lentamente a partir de la filas mods a partir
de ese año. Toda la estupidez del amor y paz no surgió sino hasta tres años
después por los cual sostener que los skinheads eran una reacción en contra del
hipismo es alterar el orden natural de la cosas. Rechazo, quizás; pero reacción
nunca.
En 1965, los Who lanzaron My Generation, pero para ese entonces los días del
movimiento mod estaban contados. La atención de los medios que rodeaba los
quilombos de los feriados bancarios del 63 y el 64 hizo que los mods sufrieran
algo así como una crisis de identidad. Antes de eso, ser mod significaba ser
alguien elegante, con estilo, alguien un paso más adelante que el resto. Pero a
partir de entonces hubo un gran afluente de jóvenes mods a los que se
despreciaba por personajes, ya que no tenían ni la más mínima idea a clase y
estilo, y debían confiar en High Street para saber que ponerse y por supuesto la
idea de partirle una reposera a alguien en la cabeza atraía a siniestros personajes
que degradaron aun más el significado de ser un mod.
El movimiento mod estaba a punto de quebrarse. Gran cantidad de mods habían
empezado la universidad, y fueron influenciados por las nuevas visiones y sonidos
de su alrededor. Se unieron al ejército de estudiantes y hippies en su camino hacia
los drogas blandas, el rock progresivo, las camisas floreadas y el pop art.
Gracias a Dios, ese giro que estaba tomando el movimiento no era del agrado de
todo el mundo. En el norte de Inglaterra por ejemplo, las cosas eran muy
diferentes, el movimiento mod había comenzado a fines de los 50 en los clubes y
cafés del soho londinense, pero había tardado muchísimo más para prender a las
regiones del norte. De la misma manera, la escena del norte iba a sobrevivir
mucho tiempo más también. Centrada en un principio en los clubes de fans de las
scooters y más tarde en los soul dancing en lugares como el casino club de Wigan
y el The Torch en Stoke.
Más importante aun para el advenimiento del movimiento skinhead, era el
crecimiento en número de las bandas de mods que pululaban en los pueblos y
ciudades del reino unido. También conocidos como Hard Mods revelaban la
imagen violenta y agresiva del modernismo post ’64 y empezaron a vestirse de
manera acorde, los trajes elegantes fueron reservados para las salidas nocturnas,
y las peleas se hacían en camisa y vaquero. De la misma manera, los zapatos
caros fueron reemplazados por botas punta de acero que eran mejor para partir
cabezas. Y el pelo de volvió cada vez más corto, al ponerse de moda la rapada al
estilo colombina, la cual luego iba descendiendo desde un peine numero 4 a un
peine numero 1.
El East End londinense era el hogar de numerosas bandas de mods, muchas de
las cuales estaban involucradas en el crimen organizado y terminaron tras las
rejas. Realmente no era ninguna coincidencia que los tipos bien vestidos del
submundo londinense fueron los padres, los tíos, los hermanos o simplemente los
ídolos de un mod. Y a todos aquellos que no estaban involucrados, les gustaba
fingir que de todos modos lo estaban, ya que todo eso era parte del glamur que
viene de ese pasatiempo mod de mirar películas de gangsters.
En Youth! Youth! Youth! Garry Bushell hablaba de los mods conocidos como suits,
que representaban “una rama espartana del mod, vista por primera vez en la
escena londinense alrededor de 1995, y una alternativa mucho más elegante y
proletaria en contra de la dudosa fascinación de la psicodelia”. Bushell
consideraba a esta camada como los ancestros directos de los skinheads. En
verdad, los skins que se producían para pasar la noche en el Dance Hall Meca, a
menudo eran llamados “Suits”, cuando la movida estaba en su clímax en 1969 y
1970 y no solamente en Londres.
En otras ciudades como en Liverpool, Birmingham y Newcastle, habían grandes
cantidades de Hard Mods pero lejos, la mayor concentración se encontraba en
Glasgow, aquella ciudad en que las bandas habían formado parte del crecimiento
de cada chico callejero, desde las Razor Dance (pandillas) de los años 30 e
incluso antes los mods de Glasgow siempre habían tenido reputación de violentos
y se agrupaban en fleets y teams (ambos términos para patotas) para defender su
porción de ciudad. Algunas áreas tristemente celebres gracias a estos mods
(Maryhill’s Valley, Barners road, en possilpark y otras) ahora son parte del folklore
de Glasgow y aun son evitadas por ciertas personas de carácter nervioso. En el
libro de James Patrick, A Glasgow bang observe, uno de los principales miembros
del Maryhill Young Team tiene la cabeza rapada. Esto ocurría en 1966, y el joven
mod describía su peinado como “el verdadero estilo”, en cierta manera
asegurando que se estaba convirtiendo en lo máximo de la moda pandillera en
Glasgow.
La música todavía tenía su lugar en la vida de las pandillas mods, pero no tanto
como los primeros años del movimiento. Había muy poco interés en explorar
nuevas formas de música, y el soul americano y el ska jamaiquino se convirtieron
en la dieta básica de la mayoría.
La música jamaiquina recibió gran ayuda para desarrollarse en el reino unido por
parte de las grandes comunidades antillanas allí instaladas. Los jóvenes blancos
mods pronto se convirtieron en visitantes regulares a las fiestas de blues y los
antros ilegales que se encontraban en North Kent, Sheffield, Birmingham, Bristol, y
en algunas áreas de Londres como Nothing Hill y Brixton. Esto les permitía
escuchar lo último en música, y a la vez los puso en contacto con los jóvenes
negros. Muchos de estos chicos negros tenían su propio estilo en cuanto a
vestuario, basado en lo de las bandas de Rude Boys de Kingston, las cuales
tenían ganada una cierta reputación por los violentos enfrentamientos en las calles
de su ciudad natal. El look de Rude Boy de basaba en trajes elegantes con los
pantalones acortados, hasta justo arriba del tobillo, y las mangas justo arriba de la
muñeca. El toque final lo daban los zapatos ultra lustrados y a menudo un
sombrero de fieltro y anteojos oscuros.
Como los mods, como mas tarde los skinheads, se involucrarían hacia el estilo del
Rude Boy en busca de inspiración para lograr su propio estilo. Incluso hay una
historia del cantante jamaiquino Desmond Dekker y el nacimiento de la movida
skin, contada por Tony Cousins. Tony administraba la agenda creole a fines de los
60’s que luego se convertiría en el famoso sello discográfico del mismo nombre.
“Como trajimos a Desmond Dekker, le dimos un nuevo traje, pero el insistía que
teníamos que cortarle los últimos 12 centímetros de las piernas. Luego los chicos
empezaron a seguirlo y se arremangaban los pantalones y se dejaban el pelo bien
corto.”
Dekker fue traído a reino unido por creole en 1967, para promocionar el single
007 (Shanty Town) que era unos de los grandes éxitos del sello Pyramid. Train to
Skaville (Rio), en los Ethiopians, Guns of Navarone (Island), de los Skatalities y Al
Capone (Blue Beat) de Prince Buster también ingresaron en el ranking de ese año,
gracias al apoyo de la música jamaiquina disfrutaba en esa época.
Es cierto que el aspecto de los tipos como Desmond Dekker ayudó a l estilo del
rude boy y a llegar mas allá de las comunidades antillanas y alcanzar los guarda
ropas de este nuevo público blanco. Pero hubo aun un factor más importante en el
desarrollo del movimiento skin aparte de la música. Y uno que a menudo es
pasado por alto por los autodenominados expertos en juventud: el futbol.
El éxito de Inglaterra en el mundial del 66 hizo que los hinchas volvieran a las
gradas y la asistencia a los partidos de las cuatro divisiones se disparo. Más
jóvenes que nunca era atraído por el juego, y por primera vez en la historia iban a
la cancha con sus amigos en vez de ir con sus padres o los tíos, tal como había
sido la costumbre por décadas. Con los bolsillos llenos de dinero gracias a la
abundancia de trabajo en esa época, también podían trasladarse a los partidos
fuera de la ciudad, una vez más, un cambio en la vieja tradición de solo ir a los
partidos locales.
Había llegado la hora del hincha viajero, y con él la oportunidad de demostrar que
eras mejor que tus rivales tanto dentro como fuera de la cancha. La violencia en el
futbol había sido parte del juego por siglos, pero para finales de lo 60’s estaba
cada vez mas organizada ya que las bandas rivales combatían de manera regular.
Los hooligans también se transformaron en un culto aparte, vestidos con pesadas
botas, vaqueros y camisas, bastante similares al hard mod de la época. Estos eran
los boot Boys futboleros de cuyas filas iban a emerger los primeros skinheads en
1967 y 1968, y que más tarde volverían a levantarse una vez que el culto skinhead
cayera en decadencia.
De la banda mod en la calle, el boot boy en la cancha y el rude boy en los bailes,
emergió el skinhead. Lo que al principio era una movida bastante vaga, recibió
distintos nombres de distintos lugares, noheads, balheads, cropheads,
suedeheads, lemons, prickles, spy kids, boiledeggs, y hasta peanuts (maníes),
aparentemente por que el motor de la scooter suena igual que un puñado de
maníes adentro de una lata cuando se sacude. Incluso en 1969, cuando el
skinhead se había convertido en una entidad separada de sus ancestros, aun
seguían siendo llamados mods.
En verdad cualquiera que dude que el skinhead descienda del mod, debería notar
que la célebre cita de Chris Wels acerca de “la visión de
los cabezas rapadas y pesadas botas entrando al bar
Wimpy a la media noche”, en realidad era parte de un
artículo sobre los “mods”, publicado por melody marker en
febrero de 1969.
Para ese entonces, sin embargo, empezó a pegar un
nombre para describir esta nueva y violenta movida
juvenil. La palabra en boca de todos, ese verano era
skinhead. Incluso el primer ministro laborista, Harold
Wilson, demostró su reconocimiento del culto cuando
llamo a cierto sector de los Tories (conservadores) “Los
skinheads de surbiton, y nada más ni nada menos que en
plena cámara de los comunes (algo parecido a la cámara
de diputados).
Cada movida juvenil puede ser identificada por el estilo y
la moda que la acompañan, y la movida skinhead no es
una excepción. Para fines de 1969 un uniforme definitivo
se había desarrollado y se había lucido a lo largo y a lo
ancho de las islas británicas, pero en los primeros días de
la movida casi cualquier cosa esta bien. Siempre y cuando
Espiritudel69
Tuvieras las botas, podrías llamarte skinhead. Y eso era cierto prácticamente en
cada adolecente de clase trabajadora.
Sorprendentemente quizás el largo del cabello no era
tan importante como lo es ahora. Para 1969, la
mayoría de los chicos hacían visitas regulares al
peluquero y tenían bien ganados los nombres de
skinheads, pero atreves de la trayectoria de la movida
podías zafar tanto como con el pelo corto, como
también con el pelo algo crecido en los costados y la
nuca. Y es por eso que el skinhead se convirtió en el
estilo más popular. Pero tampoco impresionaba
demasiado, en realidad el pelo corto y prolijo era
bienvenido tanto por los padres como por los patrones,
y a los chicos les gustaba porque no hacía falta
peinarse.
La palabra skinhead viene del hecho de que se puede ver el cuero cabelludo, o la
piel a través del pelo bien corto. Las avezas rapadas en si no eran nada nuevo,
pero era la combinación de cabeza rapada y botas en tantos chicos lo que
demandaba una etiqueta apropiada. Algunos dicen que el tipo de corte de pelo y el
nombre vienen del corte estilo milico norteamericano, muy popular en el ejército
norteamericano, pero es un estilo totalmente diferente al del skinhead. La versión
yanqui consiste en una nuca y costados casi afeitados con el pelo un poco más
largo en la parte de arriba de la cabeza. Aun así, a los altos oficiales del ejército
norteamericano les asustaba que los soldados apostados en reino unido pudieran
ser confundidos con skinheads, y los autorizaron a usar pelucas y postizos cuando
estaban en de franco en 1969. Muchas maquinas para cortar el pelo tienen una
escala de números, en la cual el numero uno corresponde al más corto, y el cuatro
y a veces cinco, al más largo. Uno podía aparecer en la escuela con un corte al
dos. Algunos skinheads incluso se aventuraban a usar el pelo más corto que el
número uno, pero la afeitada completa nunca estuvo de moda, la idea era verse
duro y elegante, no como un huevo con orejas, los peluqueros debieron haber
amado el sonido de la caja registradora, cortesía de las visitas regulares de los
skinheads, especialmente en una época en que tantos hippies ni siquiera se
lavaban el pelo, ni hablar de cortárselo. No todos los peluqueros usaban navajas o
maquinas eléctricas, algunos preferían las tijeras. Hecho con propiedad el
resultado era igual detallado.
Con una cabeza rapada, no hay muchas oportunidades para la expresión
individual, pero a pesar de todo, había variaciones. La nuca por ejemplo, podía
seguir la línea del pelo, ser redondeada o cuadrada. Estos tres estilos tenían sus
seguidores. Otra variación era una raya afeitada fina como una línea de lápiz, que
corría de frente hasta la coronilla, y tradicionalmente se hacía en el costado
izquierdo de la cabeza. La raya agregaba un toque de clase a un corte bien
básico, y la idea vino de los jóvenes antillanos cuya propia versión del rape era
llamado skiffle.
Las patillas re de moda en ese momento, con Charlie George del Arsenal
haciendo la punta con un par de patillas re zarpadas. Las patillas bien tupidas que
llegaban casi a la boca fueron adoptadas por aquello skinheads a los que
realmente les crecía el pelo en la cara, ya que te hacían ver mayor y más callejero.
Quizá eran el atributo más preciado que un skinhead podía tener.
Añádele un par de botas a tu cabeza rapada y ya estas. Cualquier tipo de botas
servían siempre y cuando se viera bien. En cuanto más pesadas mejor. Un
montón de skins incluso compraban botas de uno o dos números más grandes
para cagarse mejor a patadas. Las botas con punta de acero eran muy populares
con la punta de metal expuesta o pintada de blanco o con colores de tu equipo de
futbol para añadir aun mas amenaza.
Incluso se podían conseguir botas industriales con las puntas ya pintadas. Las
botas del ejército y de los mineros de la National Coal Board tenían gran
circulación. Ocho o diez ojales para los cordones eran el promedio, y no había
nada de esas idioteces de usar las botas hasta los sobacos que se pusieron de
moda después del punk. Y tener una marca de botas decente, que nadie más
tenia, te hacía más popular entre tus amigos.
Los ahora prácticamente universales Doc Martens no se pusieron de moda sino
hasta que las botas con punta de acero fueran catalogadas como armas
ofensivas por los ratis, y consecuencialmente prohibidas en los partidos de futbol.
Los Docs tenían la ventaja de ser lustrados más fácilmente que otras marcas y
además eran verdaderamente cómodos, lo cual los convirtió en la elección numero
uno desde ese entonces.
Los pantalones variaban desde pantalones militares hasta pantalones Corderoy,
pero al igual que el resto de los chicos, los vaqueros eran, lejos, los pantalones
más populares en los círculos skinheads. Se arremangaban o se acortaban para
mostrar un brillante par de botas, producto de dos horas de intenso lustre. Algunas
veces, se exponían todas las botas, pero la mayoría de veces las botamangas del
pantalón solo llegaban hasta un poquito más arriba del tobillo.
Los pantalones más preciados eran los red tags de levi’s. Habían sido muy
populares entre los mods ya que eran más caros que el vaquero promedio, y por
lo tanto, más exclusivos. A los skinheads les gustaba por la misma razón. Los
botones de metal estaban de moda en esa época, al igual que ahora, pero los
auténticos y originales 501’s estaban hechos de una tela mucho más pesada de la
que se usa hoy en día.
La tela más gruesa hacia que los vaqueros duraran siglos, muy a menudo, los
501’s se encogían en el lavado. La idea era comprar un pantalón una o dos tallas
más grandes, ponérselos, meterse en la bañera y así se iban a encoger hasta que
dar del alcance perfecto. Suena gracioso. Pero algunas veces volvían a encogerse
después del segundo lavado, y tenias que retorcerte como un gusano arriba de la
cama para tratar de ponértelos. No solo eso, la tintura azul que se desprendía de
los vaqueros nuevos era muy difícil de sacar de las piernas y de la losa de la
bañera. No es de sorprender que Levi’s finalmente decidiera vender los 501’s
prelavados.
Otra cosa acerca de los Levi’s es que estaban confeccionados para ser usados en
la cadera, pero todo el mundo se los subía a la cintura, de ahí la necesidad de
algo para sostenerlos en su lugar, y la aparición de las tirantas en el guarda ropa
de los skinheads.
Lee y Wrangler eran otras marcas de vaqueros populares entre los skinheads,
especialmente fuera de Londres, donde levi’s no estaba muy bien difundida. En
cuanto al estilo era muy parecido quizás, quizás un poquito más boludos, y tenía la
ventaja adicional de ser prelavados. La gran calidad de los vaqueros en esa época
tenía sus desventajas. Era difícil acostumbrarse a las telas pesadas y duras, y los
vaqueros tardaban siglos en decolorarse. Y a todo el mundo le gustaba dar la
impresión de que los han estado usando por años, y no solamente desde el
sábado pasado. La lavandina era una solución bastante común. Podías tener tus
pantalones azul índigo en un balde con agua y lavandina durante un minuto, y
obtener automáticamente unos pantalones desteñidos. O podías salpicarlos con
lavandina pura, y crear un exclusivo par de pantalones nevados, por supuesto el
mismo tratamiento podía ser aplicado a las chaquetas de jean, pero la magia de la
lavandina tenía sus contratiempos. La lavandina tenia la puta costumbre de pudrir
los tejidos, por lo cual un par de pantalones nevados nunca cumpliría con el
tiempo de vida útil estimado.
Las camisas añadían el toque final al uniforme skinhead en 1969. Los diseños
floreados estaban totalmente fuera de la cuestión, pero salvo esto, cualquier
camisa venía bien en las primeras épocas. Al poco tiempo, sin embargo, dos
estilos habían surgido como favoritos. Uno era la camisa sin cuello de colores
lisos, y ocasionalmente, a rayas. Y la otra era la camisa americana con botones y
utilizada por los mods a mediados de los 60’s.
La marca más popular de camisa abotonada era la Ben Sherman. Originalmente
se hacía con una tela Oxford, con un botón en la parte de atrás del cuello, una
tabla en la espalda, y una presilla para colgarla (a menudo, en el piso como
siempre ocurre). No había quien les ganara en cuento a estilo. Los cuellos tenían
hasta 10 centímetros de anchos y venían en gran variedad de diseños lisos y
rayados, ya que no fue hasta 1970 que aparecieron las primeras Bens a cuadros,
pero sus primeros diseños propios eran más que chotos.
Ben Sherman puede haber sido la marca más popular en camisas, pero por cierto,
no eran las únicas utilizadas por los skinheads. Brutus por ejemplo hacían muy
buenas camisas, y en cuento a diseños escoceses, no había quien los superara.
Jay Tex era otro favorito y ofrecían las mejores camisas a cuadros del mercado.
Permanent Press hacia buenas camisas también, y sus blusas con botones eran
muy apreciadas por las chicas. Incluso Arnold Palmer, el golfista puso su nombre
para una excelente maca de camisas abotonadas. En realidad, era tal la demanda
de camisas como la gente que los sastres locales a menudo producían su propia
versión para satisfacer a su clientela skinhead.
El otro tipo de prenda apreciado por los skinheads era la vieja y buena Fred Perry,
una jersey de mangas cortas. La antigua Fred Perry era mucho más pesada, con
tres y hasta cuatro botones, y las más populares tenían líneas en los cuellos y las
magas, que se parecían a los colores de los equipos de futbol. Blanco y azul
marino para los Spurs, purpura y azul para los West Ham, y así sucesivamente.
Y ahí estabas. Vestido a la última moda de la clase trabajadora, y listo para
llevarte el mundo por delante. Todo lo que tenías que hacer era pedirle algo de
dinero a tu viejo y salir a encontrarte con tus amigos. Sin embargo, muchos
skinheads eran unos pendejos, por l cual solo los más grandes podían disfrutar de
todos los beneficios de una noche en el centro de la ciudad.
Cada área tenia por lo menos una bar en el cual los skinheads se tomaban un par
de tragos y jugaban pool, antes de irse a dormir, o de seguir viaje hasta el
dancehall local o el cine. Mientras escuchaban lo último del reggae o el soul, se
intercambiaban historias de mujeres y de feriados con cada cerveza adicional,
impulsando historias cada vez más grandiosas de coraje y resistencia. Este solía
ser un momento para vestir tus mejores ropas, mientras los titulares estaban
llenos de botas y tirantas, ignorando el hecho de que los skinheads representaban
una de las movidas juveniles mas devotas del estilo de todos los tiempos.
Los vaqueros y las botas comenzaron a ser reservados para el futbol y empezaron
a surgir los sta-press de Levi’s, los trajes de Mohair, los brogues ultra lustrados, y
otras ropas realmente sorprendentes. Y todo eso coronado con una meticulosa por
el detalle que en cierta ocasión fue descripta como prolijidad agresivamente mod:
los tipos golpeando, y vestidos con trajes de tres botones, el ultimo botón siempre
desprendido. La cantidad de bolsillos y de botones en las mangas, representaba la
diferencia entre los envidiados y los perdedores. El pañuelo perfectamente
doblado, y colocado en el bolsillo del pecho, sostenido por un prendedor de oro.
Las tabaqueras decoradas. Y las chicas con sus cortes más largos, luciendo
deslumbrantes con faldas y medias en vez de pantalones, y con sacos muchos
más largos. O en su defecto, mini vestidos de casimir, o algo igualmente atractivo.
Estamos hablando del cielo de los skinheads.
Todos producidos y listos para salir. Al Mecca Ballroom, el Pelais, el Locarno, o
cualquier otro local que te garantizara una buena diversión, una buena bebida y
baile durante toda la noche, los salones de baile estaban repletos de skinheads,
que iban a escuchar los sonidos de reggae, el soul y el ska.
El reggae en particular estaba empezando a dejar su marca en la escena musical
británica, y esto puede ser atribuido directamente al amor de los skinheads por la
música. La prensa musical y las estaciones de radio le daban muy poco apoyo por
cierto, descalificándolo como crudo y simple. Incluso fue llamado “música de
vándalos”, debido a sus vínculos con la movida skinhead.
Era un círculo vicioso ya que sin cobertura de la prensa y sin promociones en las
radios, la mayoría de las disquerías no lo ponían en sus bateas, y de esta manera
no llegaban a los rankings. Y como las estaciones de radio, especialmente radio
one, siempre han creído que la ubicación en los rankings refleja el gusto popular.
El reggae raramente aparecía en las listas. Reggae Time de radio London de la
BBC y reggae reggae de Radio Birmingham, eran los dos únicos programas
dedicados a este tipo de música. Programación minoritaria, la llamaban, en una
época en la que los simples de reggae vendían decenas de miles de copias, sin
siquiera figurar en los rankings.
Esto hizo que los bailes y las disquerías especializadas fueran aun mas
importantes para la difusión de las últimas novedades. Incluso aquellos discos
que si figuraron en los rankings, incluyendo el éxito numero uno de Desmond
Dekker, Israelites, solo lo hicieron luego de meses de difusión e clubes y pubs.
Pero aquel era un soporte subterráneo para la música en 1969, esos pequeños
lugares ya no eran los suficientemente grandes para albergar a las crecientes
multitudes que iban a bailar reggae. Poco tiempo después los edificios públicos
fueron convertidos en salones de baile los fines de semana, y los clubes más
importantes como el Flamingo de Londres y el Roaring Twenties se desvivían por
complacer a sus fanáticos.
El gran nombre del skinhead reggae era Trojan, un sello discográfico lanzado por
Island records y la Beat and Commercial Company en 1968. Hacía rato que Island
se dedicaba a promocionar la música jamaiquina en el reino unido, había tenido
un gran éxito con My boy Lollipop, de Millie en 1964. Pero para 1968, el dueño del
sello, Chris Blackwell estaba más interesado en hacer crecer a Island como sello
rockero, con bandas como free, fairports, Convention y King Crimpson. Para lograr
esto, Island tuvo que desprenderse de su imagen de sello especializado en
minorías, por lo cual dejos a todos sus artistas reggae, excepto a Jimmy Cliff. La
Beat and Commercial Company pertenecía a Lee Gopthal, de profesión contador,
que se encontraba cada vez mas involucrado con la música jamaiquina.
La compañía en un principio se encargaba de distribuir discos a través de su
cadena de disquerías Musicland y Music City, en ares de Londres, como Stoke
Newington, Brixton y Shepherd’s Bush.
El Lanzamiento de Trojan Records era una forma ideal para que ambas empresas
progresaran. Continuo con la política de Island records de concentrarse en los
lanzamientos de pop reggae, con la intención de llevar a la música jamaiquina mas
allá de las comunidades antillanas. El sello se encargo de pulir los cortes
jamaiquinos burdamente producidos, se le añadieron mas cuerdas, incluso coros
enteros, para hacerlos más digeribles para el público británico. Singles de
promoción, baladas y covers de éxitos del pop y el soul inundaron el mercado
gracias a trojan, eventualmente ganando algo de promoción radial para el sello y
sus subsidiarios y ubicando 17 canciones dentro del top 20 entre los años 1969 y
1972.
Trojan también fue uno de los primeros sellos en vender álbumes a precios
populares, en un intento por alcanzar un mercado más vasto. El precio irrisorio de
compilados tomo Tighten Up y Reggae ChartBusters hizo que vendiera más de
60.000 ejemplares de cada uno en un mercado denominado por los dinosaurios
del rock.
Junto con sus cuarenta y pico subsidiario, trojan controlaba el 80% del mercado
del reggae, y en una época en que por l menos se lanzaban 180 discos de reggae
por semana. En término de reggae nadie podía igualarlo, pero a pesar de su éxito
para un puñado de sus artistas top, el sonido de Jamaica siguió siendo parte de la
escena subterránea. Es más, los gustos de los verdaderos amantes del skinhead
reggae no necesariamente coincidían con aquello de los ocasionales
compradores, y grandes éxitos de club a menudo pasaban totalmente
desapercibidos por el público general y los medios musicales. Para un skinhead
los nombres como Derrick Morgan y Pat Kelly significaban tanto, si no más, que
los de Desmond Dekker y Jimmy Cliff.
El único competidor real de Trojan era Pama Records y sus doce sellos
subsidiarios. Formada en 1967 en el clímax del Rocksteady por os tres hermanos
Palmer, le daría al skinhead reggae algunos de sus mejores sonidos. Pama
apuntaba sus lanzamientos al mercado étnico y particularmente a la movida
skinhead, mucho más que Trojan.
Los productos de reggae que no eran especialmente conocidos por su honestidad,
explotaban con alegría la rivalidad entre las dos grandes casa del reggae. A
menudo volaban hasta Londres y firmaban un contrato con Trojan y Pama a decir
verdad con cualquier otro interesado, por los mismos lanzamientos.
Inevitablemente esto terminaba en conflicto, que alcanzo su punto máximo en
1969 Cuando Trojan lanzo Skinhead Moonstomp de Symarip para eclipsar
Moonhop de Derrick Morgan, que fue lanzado por el sello Crab de Pama. El
problema había empezado cuando Bunny Lee les pidió la licencia del tema seven
letters de Derrick Morgan a Trojan (para lanzarlo en su nuevo subsidiario Jackpot)
y también a Pama (para lanzarlo en Crab). Así que cuando parecía que Pama iba
a colocar en los rankings un súper hit como Moonhop, Trojan lanzo una versión
del mismo como Skinhead Moonstomp, hecho por los Pyramids bajo el nombre de
Symarip, arruinando las ventas de Moonhop. Irónicamente, Skinhead Moonstomp
es considerado como un clásico del skinhead reggae, mientras que la versión
original Moonhop fue totalmente olvidada. Lo peor de todo es que Bunny Lee era
el cuñado de Derrick Morgan.
Historias como esta ensucian la música jamaiquina. En realidad Moonhop de
Derrick Morgan estaba basada en una canción llamada I thank you, que fue
lanzado por el dúo soul de Memphis Sam and Dave. Y los Pyramids a menudo
grababan usando seudónimos. Para la misma época se habían lanzado discos de
ellos bajo el nombre de The Alterations, The Bed Bugs y The Rough Riders.
Tanto Trojan como Pama eventualmente producían un montón de su material en
reino unido, a menudo utilizando músicos blancos y cantantes jamaiquinos que ya
se habían instalado en el país o que estaban allí de gira. Se dice que Laurel
Aitken, uno de los artistas top de Pama dijo en cierta ocasión que el solía ser la
única persona negra en el estudio en el momento de grabar canciones de reggae.
Por supuesto, skinhead Moonstomp no fue ni el primer ni el último disco de
reggae en celebrar a los skinheads, quienes eran sus fans más fervientes. Los
Pyramids (como symarip) también se lucieron con otros temas como los clásicos
Skinhead Girl y Skinhead Jamboree, había muchicimos otros, algunos excelentes
y otros terriblmente espantosos. Fueron lanzados Skinhead Shuffle de los
Mohawks en Pama, Skinhead Train de Laurel Aitken, en Nu Beat, skinheads Don’t
Fear y Skinhead Moondust de los Hot Rod Allstars en Torpedo, Skinhead Revolt
de Joe the Boss, en Joe, Skinhead de Desmond Riley, A message to you, y un
largo etcétera.
Para los skinheads la atracción del reggae era el ritmo contagioso para bailar. Las
letras no eran muy importantes, solo porque muy poca gente podía entender las
palabras o descifrar el lunfardo jamaiquino. Israelities de Desmond Dekker puedo
haber vendido 8 millones de copias en todo el mundo, pero si le preguntas a una
docena de personas que significan las letras, vas a recibir una docena de
respuestas diferentes. Los cortes instrumentales, al igual que las versiones
cantadas eran muy populares debido a su melodía pegajosa.
Naturalmente los éxitos ska y rocksteady del pasado fueron desempolvados y
vueltos a pasar por los DJ’s en los bailes, pero habían tantos súper temas actuales
por pasar, que el reggae seria siempre el sonido numero uno de los skinheads.
Aun así, otro favorito era el soul americano, que mayoritariamente era producido
por los sellos Tamia, Motown, stax y Atlantic. Ya había arrasado en las islas
británicas en los 60’s, e incluso en gran Otis Redding se le dedico un episodio
completo del programa tv pop ready, Steady, go! Y para fines de los 60’s los
eventos soul otra vez eran noticia gracias a los grandes artistas que visitaban
estas costas, y a sus discos, incluyendo relanzamientos, que saturaban todos los
rankings.
A diferencian del reggae, el soul recibió todo los créditos de los medios. Los
diarios a menudo lanzaban artículos sobre artistas como Aretha Franklin, Smokey
Robinson & the Miracles y Booker T & the MGs. Y la presencia regular del soul en
las radios estaba asegurada por su éxito en los rankings. Los artistas jamaiquinos
también tocaban soul, con los Mohawks y Jimmy Cliff haciendo la punta.
Las noches del soul y reggae eran eventos regulares con los mejores dancer
skinheads bailando solo con alguno de los temas soul. Cualquiera podía pararse y
bailotear con el reggae, y a menudo los chicos bailaban con otros chicos, y las
chicas con sus carteras, pero los temas soul al final de la noche, mucho más
lentos, mantenía ocupado a los que realmente tenían clara. De todos modos, los
dancers más decentes siempre eran las chicas, y los tipos que intentaban hacerse
los capos del baile generalmente terminaban dando un lamentable espectáculo.
Aun así, lo mejor de todo eran los recitales. El éxito del reggae en el reino unido
trajo a todos los grandes de Jamaica, e incluso a algunos para quedarse. En
Londres podías ir a un recital reggae todas las noches de la semana, gracias a
clubes llenos de
Humo, como el ska bar, el Ram Jam club, el Golden star club y el Cue club que
siempre contaban con grandes artistas en sus escenarios.
Incluso Wembley sucumbió, y albergo a una multitud de 9.000 fanáticos que
coparon el festival de música caribeña de 1970. Todo el evento fue filmado por el
director Horace Ové, que fue lanzada al cine bajo el titulo de Reggae.
Un montón de skinheads se volvieron verdaderos coleccionistas de música
jamaiquina, siendo capaces de emplear cada minuto libre, y cada penique extra,
revisando los últimos lanzamientos en la disquería reggae local. Todos sabían que
día de la semana llegaban los nuevos lotes, y ese día era el que debían comprar
nuevos discos para impresionar a sus amistades. Los importados de Jamaica eran
los más preciados, ya que no eran fáciles de conseguir hasta que se los lanzaba
en reino unido. El héroe skinhead Judge Dread incluso solía ir hasta el puerto con
otros operadores de Sound System para comprar discos directamente en los
barcos, para estar un poco más adelante que la competencia. Había tanto orgullo
en una colección de discos, que era una práctica común tachar los nombres de las
canciones y de los artistas en los singles, para que tus amigos no pudieran
conseguir los mismos maravillosos sonidos. Un viejo truco tomado prestado de la
guerra de Sound System de la Jamaica de los 60’s.
Algunos skinheads incluso inauguraron sus propias sound system para competir
con las ya establecidas. Algunos sound system incluso tocaban en los bailes de
las escuelas.
Los skinheads jóvenes, y eso en la mayoría de los casos significaba todos los
skinheads, se tenían que conformar con escuchar discos de un amigo, o en el club
juvenil local. O si no, pululaban en los reciales, escuchando la música y en
general, tratando de hacer todo lo posible para verse tan rudos como los
Skinheads más grandes. Si no pasaba nada interesante, la esquina también era
un buen lugar para parar. Hasta que algún hijo de puta llamaba a la policía para
que te corrieran.
Otra cosa de la que carecían los jóvenes skinheads era un guarda ropas decente.
No muchos de los viejos skins tenían suficiente plata como para surtirse de Ben
Shermans, pero para los que todavía estaban en la escuela, era prácticamente
imposible. Aun así, siempre existía la posibilidad de pedir un buen regalo para los
cumpleaños y las navidades. Y cuando llegaba el sábado, todo lo que necesitabas
era un par de botas y la plata para ir a ver un partido. O las bolas para colarte por
la parte de arriba de la pared. El futbol era una de las pocas ocasiones en la que
todos los skinheads de un pueblo o un área se paraban como uno solo. Cualquier
otro día de la semana, lo más probable era que te pararas con tu bandita local,
encontrándote con los otros solamente en los bailes o para cobrarte una antigua
revancha. Pero al llegar el sábado, todas las diferencias eran temporariamente
dejadas a un lado, ya que la fuerza de tu equipo y tu ciudad eran puestas en
cuestión por los fanáticos visitantes.
Las primeras patotas skinheads entraron en acción durante la temporada 1968/69,
cuando Leeds United, Liverpool y Everton eran los favoritos. El estilo skinhead se
hizo muy popular gracias a las patotas que viajaban de ciudad en ciudad, y
armaban bardo antes, durante y después del partido. A comienzos de la
temporada siguiente incluso se armo pelea en los amistosos de pre temporada, el
problema se esparció en las cuatro divisiones en Inglaterra y también en la liga
escocesa.
Cada equipo del sur tenía una banda de skinheads para ese entonces, y lo mismo
lo grandes equipos del norte. La banda de Portsmouth fue la que armo el primer
quilombo de la temporada al perseguir a la banda de pelilargos del Manchester
City por todo el parque Fratton después de un amistoso, seguido por disturbios en
Blackpool durante la primera fecha del campeonato. A las pocas semanas el
Football Mail sacaba nota en primera plana sobre la amenaza skinhead, y el nivel
de violencia ya preocupaba a los guardianes de la moral de la sociedad.
Los equipos como el Manchester United, con su famoso Red Army y los grandes
equipos de Londres, podían contar a sus seguidores skinheads de a miles, incluso
clubes más pequeños como Crystal Palace contaban con unos cuantos cientos.
En el norte el futbol era mucho más importante para la movida skinhead que la
música, por lo cual el look tribunero de camisa, botas y vaqueros se volvió incluso
un clásico para la noche. Equipos como sunderland y Newcastle United eran
grandes rivales cada uno tenía más de 2.000 skins listos para formar pelea en
cada partido.
El tropel a menudo consistía en uno o dos objetivos: copar la tribuna local o invadir
el campo de juego. Para tomar la tribuna local había dos métodos había dos
métodos: coparla antes de que llegara la banda local o empezar a empujarlos
durante el juego, a menudo en respuesta de un gol.
La policía, aunque un poco obtusa empezó a mejorar su táctica para separara a
las bandas rivales dentro del campo, por lo cual comenzó el tropel organizado
fuera de la cancha: emboscadas en estaciones de tren, ataques en bares, robo de
camisetas, etcétera.
Las armas eran muy comunes en el futbol. Se veían botellas, trozos de ladrillo,
dardos, hojas de afeitar escondidas en naranjas, estrellas ninja, caños de plomo y
otros variado enceres. Incluso a veces también se usaba uno que otro rifle de aire
comprimido. El arma más común eran las botas con punta de acero, pero pronto
fueron catalogados por la policía como armas ofensivas y debieron ser dejadas de
mala gana en casa.
Las botas en general solían atraer la atención de la policía y muy a menudo los
cordones eran confiscados, haciendo difícil correr y pelear. Era el juego del gato y
el ratón, y los skinheads reemplazaban los cordones perdidos con cables finitos o
con un par extra de cordones guardados en un bolsillo, algunos incluso los
comparaban en algún negocio cercano, por lo cual la policía a menudo prohibía la
venta de cordones alrededor de los estadios y te revisaban los bolsillos.
Lugo vino el último recurso. A medida que los skinheads salían de la cancha, eran
colocados en hilera y obligados a quitarse las botas. Las botas se tiraban a una
gran pila, y los skinheads tenían que esperar en medias, hasta que los fans rivales
fuesen escoltados a una zona segura de la cancha.
Por supuesto esto le daba a los skinheads más rápidos la oportunidad de
conseguir un mejor par de botas una vez autorizados para irse. Pero lo peor de
todo era el efecto lavarropas que tenia la pila de botas. Ya es bastante meter un
par de media en el lavarropas y recuperar solo una, pero volver a casa
rengueando con una sola bota ere menos gracioso aun.
Las requisas policiales en los molinetes se
convirtieron en la norma, y ahí es donde
entran las hinchas. La chicas podían
entrar armas a la cancha con relativa
facilidad, ya que raramente eran
revisadas, debido a la falta de mujeres
policías durante los partidos. Solo las
mujeres policías podían palpar a una
chica, y para evitarlas era suficiente
cambiar de molinete.
Tampoco iban demasiadas chicas a ver
los partidos de futbol. La mayoría iban con
el novio, o iban con la esperanza de
conseguir uno. Otras iban porque
realmente disfrutaban el juego o porque
les atraía algún jugador en particular.
Pero las mejores historias eran aquellas
sobre hinchadas formadas íntegramente
por chicas. En verdad, había suficientes
hinchadas de chicas para ayudar a algún
novio en problemas y algunas pegaban
mejores trompadas que los tipos. Pero en
cuanto a estas hinchadas de amazonas,
digamos que todos las habían visto o
escuchado acerca de ellas, pero nadie en
realidad las había visto en acción.
Además, había un montón de hinchadas
que corrían como mujeres, así que quizás
eso lo explica un poco.
Como cada vez se ponía mas difícil entrar
armas a las canchas, finalmente tantos
años de ver Blue Peter (una serie de tv)
serviría de algo. Los hinchas enrollaban
firmemente los diarios para formar el
llamado ladrillo Millwall y otro truco era
formar manopla con moneditas envueltas
en papel. Era prácticamente imposible
que te arrestaran por tener monedas en
los bolsillos y un Daily Mirror bajo el
brazo.
Ir a los partidos de visitante era lo más. Bancar a un equipo en tierras extrañas,
insultando a los hinchas rivales a medida que te abrías camino hacia la cancha, y
librándote de la escolta policial para poder pelear. En verdad. A menudo una
batalla no era más que un revoleo de botellas, una corrida y una banda de
insultos. Aun así, algunos tropeles originados por el futbol se convertían disturbios
de grandes dimensiones. El 20 de septiembre de 1969, 500 hinchas del
Tottemham muchos de los cueles eran skinheads, fueron bajados del tren que los
llevaba de regreso a casa luego de un partido en el condado de Derby, debido a
su mala conducta. Quedaron varados en un pueblito de Bedfordshire llamado
Flitwick, donde armaron un tropel enorme e hicieron que los habitantes del pueblo
volvieran corriendo a sus hogares para protegerlos del vandalismo y el robo.
Hacer mierda los trenes durante el viaje de regreso se convirtió en una práctica
habitual, lo cual forzó al British Rail a actualizar su material rodante, ya que mas y
mas vagones viejos eran puestos fueran de acción. Las peleas ocasionadas por
los skinheads en el futbol eran tapa en los diarios todas las semanas, y al
condenarlos, la publicidad solo sirvió para darles más fama. Todos esgrimían las
acostumbradas teorías sobre los hogares rotos, falta de educación y ambientes
marginales, y quizás algo de razón tenían, pero la principal razón por la cual los
chicos se metían en el tropel era porque lo disfrutaban. Así de simple.
La mayoría de las respuestas para la violencia en el futbol, por parte de una
aparente sociedad preocupada, eran más violentas que el problema mismo. Les
daban palazos en el entretiempo. Pusieron otra vez en vigencia el servicio militar,
en un intento por poner algo de disciplina en sus vidas. Gran cosa. Por favor
chicos, en las gradas no. Resérvense para las trincheras. Bobby Robson, de
Ipswich I’own, incluso llego a justificar el uso del lanzallamas contra los visitantes
del Millwall. Y lo hicieron director técnico de la selección!
La constante cobertura televisiva a convertido al futbol en un juego de repetición
de acciones, en la cual cada movida es destripada y analizada. Si de eso se
tratara el futbol. ¿Quién mierda querría alguna basura como Northampton Town
semana tras semana? Quizás aquellos encerrados y seguros en sus cómodos
hogares tengan tiempo para seguir pasivamente cada movida, pero la vida en las
gradas es otra historia. Allí el juego no solo se trata de pases, tiros y goles, sino
quela pasión, el compromiso y la parcialidad son igualmente importantes. Además,
siempre hay algún tipo grandote que se pone al frente tuyo, así que de todos
modos tampoco puedes ver todas las acciones del campo.
La violencia skinhead no solo estaba confinada en las tribunas. Estaba
relacionada con las bandas skinheads locales, procedentes de alguna parte
especial de la ciudad, algún barrio o algún pueblo. Algunas veces, incluso, las
bandas eran originales de una calle en particular, o consistían en aquellos
habitúes de algún bar, café o alguna tienda al paso. Se trataba solamente de
territorio.
El atuendo skinhead representaba lo último en uniformes para bandas. Era dureza
estilizada y bien de clase obrera, pero no todos los chicos tenían una filosofía
sobre el ser skinhead. Para algunos era un estilo, para la mayoría, solo era una
moda, pero no podías tener cabeza rapada, ponerte un par de botas y unirte al
ejercito skinhead sin adoptar algunos de sus valores. Formar parte de una banda
les daba un tremendo sentimiento de pertenencia, y de allí emanaba el orgullo, el
respeto y la lealtad hacia sus compañeros y la reputación de tu banda. Y si no
eras skinhead, no formabas parte de una banda, te sentías muy excluido.
En cada tribu están los líderes, los peleadores, los romeo, los payasos y los
imbéciles. El corazón de la banda siempre estaba constituido por aquellos que
siempre esperaban una pelea y los que eran buenos en ella. Un escuadrón de
botas que siempre iba al frente y salía ganando. Amigos que estarían a tu lado en
las buenas y en las malas. Por supuesto, todo el mundo pensaba que su banda
era los más. Si te re cagaban a patadas era porque te superaban en número, o te
tomaban por sorpresa. Nunca te porque cagaban a patadas en buena ley. Incluso
recibir una buena andanada de patadas podía transformarse en una especie de
victoria cuando volvías a tu casa a lamerte las heridas. Quizás con dos costillas
rotas y la nariz partida, pero siempre reías ultimo mientras huías murmurando
“hijos de puta”. Y por supuesto siempre quedaba la revancha.
Las bandas de skinheads parecían encontrar tropel donde quiera que fueran. En la
plaza después de la escuela, en los videojuegos, afuera de un bar, o en la
kermese. Y si el tropel no te encontraba a ti, la respuesta obvia era ir a buscarlo.
Entrar en el territorio de otra banda o tirarles una de las minas te ponían el blanco
de la agresión. Si eso no resultaba, simplemente podías agarrarte con alguien con
cara de merecer unas patadas.
Cualquiera que no fuera de tu agrado era catalogado como un blanco legitimo. Y
eso significaba cualquier persona, desde una banda rival en tu territorio, hasta
algún alma perdida que estaba en el lugar correcto y en el momento equivocado.
Dichos blancos variaban según el área. En la ciudades con bases militares, los
favoritos eran los soldados rasos, aun en cuando cientos de skinheads también se
enrolaban. En las ciudades universitarias, el blanco eran los estudiantes. Los
homosexuales y cualquiera que lo pareciera, aun remotamente eran blancos
fáciles y regulares en la mayoría de los lugares, especialmente cuando estaban
solos y rodeados por diez pequeños vándalos.
Ansiosos por armar pelea. En cierta ocasión, los diarios locales estuvieron llenos
de artículos sobre la historia de un encargado de baños públicos que había sido
cagado a palos por una banda de skinheads que habían pensado que era un viejo
depravado buscar alguna jugada en el baño de hombres.
Los hippies eran otro favorito. Eran vistos como sucios y desaliñados, mendigos,
rebeldes sin causa. No muchos deambulaban por territorio skinhead, pero no era
difícil rastrarlos. Bastaba con encontrar el squat o festival pop, y listo.
En realidad, la violencia contra los hippies contribuyo a que los skinheads
aparecieran en los diarios. La ocupación hippie de una mansión londinense fue
noticia en septiembre del 69, y afuera de la casa, una multitud de chusmas se
mezclaban con la policía y las bandas de skinheads, quienes por única vez tenían
un propósito en común para terminar con la ocupación. En realidad, solo la
presencia de los Hell’s Angels en Picadilly 144 impidió que los skinheads atacaran
al edificio. En los festivales pop era más fácil atacar a los hippies, especialmente
cuando no tenías que pagar para entrar. El del año 69 fue el de los Rolling Stones
en el HydePark otra vez, la isla de Wight y Bath tuvieron que aguantarse la
invasión de los hippies. Por supuesto las bandas locales de skinheads trataban
mantener las calles limpias y ordenadas, pero nadie les agradeció.
Incluso el crítico pop Jonathan King, que no era muy amigo de los skinheads se
refirió a las multitudes de Bath como “grises, sucias, malhumoradas”, y dijo “olían
a medias sucias y calzones sin lavar”.
A menudo había charlas sobre pactos de paz entre skinheads y hippies, pero no
ha ido más allá del Internacional Times. Y como la mayoría y los Hell’s Angels no
se querían demasiado, incluso cuando habían hippies de por medio. A menudo
ocurrían choques en ciudades balnearias y en ciudades donde hubiera bandas de
Angels o de otros motoqueros. Toyah Willcox, el artista pop, cuenta una buena
historia sobre la rivalidad Angels-Skinheads en el West Country. Cuenta que esta
rivalidad aparentemente llego a su abrupto final cuando una cabeza rapada
decapitada fue encontrada en un cruce peatonal una mañana. En Whitby,
Yorkshire, un Hell’s Angels fue apuñalado y muerto por un skinhead a quien le
había quitado la novia.
Vale aclarar que la mayoría de los skinheads admitirían, con cierta reticencia, su
admiración por los auténticos motoqueros, debido a su compromiso con su estilo
de vida y sus creencias.
Así mismo los mods habían combatido a los rockers, los skinheads pelean contra
los greasers. Los greasers eran obvios descendientes de sus ancestros rockers.
Los skinheads probablemente tenían más cosas en común con los greasers que
con los mods en ciertos aspectos. No había cabida para el pelo expertamente
cuidado y el maquillaje masculino en la dura realidad del mundo skinhead.
Mientras el verdadero espíritu de mod yacía en la individualidad, los skinheads
amaban la uniformidad que emanaba de la pertenencia a una súper banda.
El odio de los skinheads hacia los greasers alcanzaba su máximo nivel durante los
encontronazos de los feriados bancarios en las ciudades costeras. Los skinheads
siempre superaban en número a los greasers, pero también eran mucho más
jóvenes, así que en realidad eran enfrentamientos más parejos de lo que podría
pensarse a primera vista. Aun así, las bandas de skinheads adoraban agarrar a
los greasers cuando estaban. Entonces, el greaser necesitaba de cada pulgada de
la cadena de su moto para mantenernos a raya.
El futbol y las peleas durante los feriados eran una manera de copar los titulares
de los diarios, pero la violencia skinhead que mas preocupo a la sociedad era
aquella dirigida contra los asiáticos que Vivian en el reino unido. En realidad, el
problema se volvió tan enserio, que al paki-bashing (apaleamiento del pakistaní)
se convirtió en el tema principal de la agenda de los gobiernos británicos y
pakistaní en ese momento.
N solo eran atacados los pakistaníes. Los indios, los bengalíes y otros asiáticos
eran todos catalogados como pakis, y eran víctimas potenciales del ataque de los
skinheads. No solo era violencia racial simplemente, como muchos sostenían. En
realidad, no eran solo skinheads, y ni siquiera chicos blancos los que estaban
involucrados en los ataques. Jóvenes griegos, antillanos y otros también estaban
metidos.
El problema en realidad tenía dos caras. Por un lado, el reino unido estaba al
borde de la histeria por la gran influencia de extranjeros, con Enoch Powell
punzando con sus discursos xenofóbicos en abril del 68. Powell perdió su puesto
en el parlamento debido a ello, pero sin duda alguna había capturado el
sentimiento de los británicos, como cualquier encuesta de opinión de la época
podrá testificar. Recibió decenas de miles de cartas de apoyo, y tanto por los
portuarios y los changarines marcharon del East End londinense hasta el
parlamento para apoyarlo.
Por otra parte había gran cantidad de inmigrantes de la india y de Uganda que se
mantenía dentro de sus propias comunidades y no tenían ningún interés en
convertirse en parte de la sociedad británica. Los asiáticos tenían sus propios
cafés, cines y mezquitas, y estaban en el país solo para encontrar un trabajo que
les permitiera mandar dinero a su familia. La mayoría ni siquiera hablaba ingles, y
para colmo tampoco jugaban futbol.
El color de su piel los convertía en fáciles chivos expiatorios de los problemas que
enfrentaban un país que si bien había ganado la guerra, había perdido la paz. Los
asiáticos eran vistos como competencia en el trabajo y la distribución de las casa
del estado, en un momento en que los trabajos en la industria pesada estaba en
decadencia y las comunidades tradicionales de clase trabajadora estaban bajo el
ataque de planificadores urbanos que intentaban construir departamentos por
doquier. Todo eso, sumado al hecho de que nunca intentaba defenderse, los hacia
un blanco perfecto para un trompada en la cara.
Más de un joven skin podría considerar al viejo Enoch como a un héroe, pero para
la gran mayoría, lo más cercano a la política organizada era recibir te y galleticas
de los jóvenes liberales de Skegness durante algún feriado bancario. De todos
modos, la mayoría de los skinheads eran demasiado jóvenes para votar, pero el
laborismo hubiera sido la elección más popular, sin lugar a dudas. El “paki-
bashing”, como llamaban a la acción de acosar y agredir a los asiáticos, de
ninguna manera era parte de una confabulación de extrema derecha. Los
inmigrantes eran otros de los tantos enemigos de los skinheads que se sumaban a
la listas de hippies, gays, pervertidos, greasers y cualquier otro que te miraba mal.
Los antillanos ya habían sido absorbidos por el estilo de vida británico para ese
entonces, y por supuesto, el reggae era el vínculo que unía a los skinheads. Aun
así, las cosas no eran del todo color de rosa entre ellos. Las bandas hechas
enteramente por skinheads negros, a menudo llamados Affro-boys, solían
enfrentarse con las bandas de chicos blancos e incluso con bandas mixtas, pero
se trataban mas de disputas territoriales que raciales.
Cuando no había nadie a la vista a quien valiera la pena apalear, los skinheads se
dedicaban a otros actos de vandalismo. Una actividad muy popular en algunas
áreas era el joyriding, que consistía en afanarse algún auto para salir a dar
vueltas, otro popular entretenimiento era dar vuelta algún negocio. Cualquiera que
se dedicara a repartir diarios podía indicarles donde había algo que valiera la pena
chorear sin mayores riesgos. También estaban las maquinas expendedoras de
cigarrillos y golosinas que estaban en las entradas de las tiendas. Solían llevarse
las maquinas enteras, en cuestión de segundos, para luego llevarlas a algún lugar
solitario donde podían saquearlas tranquilamente. Ahí es donde se ponían en
evidencia los más estúpidos de la banda. Mientras se apuraban a agarrar las
monedas, ellos se desesperaban por llenarse los bolsillos de chicles.
Los crímenes menores no estaban confinados solo a los skinheads. Son parte del
proceso de crecimiento, y aun hoy sigue siendo así para la mayoría de los
adolescentes. La violencia era parte de la exagerada actitud de clase obrera de los
skins. Algunas veces, era tan viciosa como para matar, pero en la mayoría de los
casos era de pura bravuconería.
Los skinheads adoraban su imagen violenta. Aparecer en los diarios siempre es
bueno para levantar la moral. Incluso caer en cana tiene sus ventajas, ya que
cuando sales eres tratado como a cuerpo de rey. A menos que recibas una
condena lo suficientemente larga como para, al salir, descubrir que todos tus
amigos se han casado, han sentado cabeza o se han mudado a otra parte.
Ser skinhead pronto se convirtió en sinónimo de pelea, y ni siquiera podías tirar un
papel de caramelo en la calle, porque te detenían. Una vez que un policía veía una
cabeza rapada y un par de botas, ya estaba. Suponían que era un Pelión, incluso
aunque no estuvieras haciendo nada malo. Y si tenias que presentarte ante la
corte, y a la semana anterior al juez algún skin le había rayado el auto, podías dar
por sentado que llevarías las de perder.
Para fines de 1970, muchos skins ‘viejos’ comenzaron a alejarse de la movida.
Estaba muy asociada a la violencia, y para los chicos más jóvenes, ser skinhead
solo se trataba de eso. En Luton, los skinheads ni siquiera podían Salir de noche,
luego de que la policía les impusiera un toque de queda, motivada por una serie
de ataques violentos hacia asiáticos, greasers y bandas skin rivales. Pocos
skinheads buscaban evitar pelear, pero a medida que vas creciendo, te vas
calmando y te vas interesando en otras cuestiones. ¿Para que salir a buscar tropel
cuando los padres de tu novia salen de noche y los dejan solos en casa?
Tarde o temprano, todo lo bueno llega a su fin, y la movida skinhead ya estaba por
cantar su canción de despedida. Pero aun había vida en ella, y no se iban a librar
tan fácilmente de nosotros. Las botas y las tirantas podrían haber sido colgados,
pero el espíritu de ’69 iba a seguir vivo.
“El líder de la banda Stepney es Mickey Steal. Hay 50 en su banda, algunos,
gente de color, demostrando que es mentira que el paki-bashing se daba
puramente al odio racial”.
Eugene Hugo, 1970.
El reggae fue, sin duda, el sonido principal para los primeros skinheads. El soul
también era popular, pero a diferencia del skinhead reggae, ha recibida su
merecida atención en otros libros. Con suerte, esta guía servirá para equilibrar la
balanza, y te dará algo de información útil para cuando tengas que salir a buscar
discos. De ninguna manera puede decirse que está completa, pero por lo menos
te dará el empujón inicial. Mis agradecimientos a Ian McKinlay y Steve Barrow por
su ayuda en esta compilación.
ACKEE
Sello de reggae que funciono en 1969 hasta 1972, seguido de dos años bajo el ala
de Trojan. Realizo alrededor de cincuenta lanzamientos, entre los cuales Life of a
Millionaire, de Dave Barker, supero a Whispering Bell, de Own Gray.
AMALGAMATED
Uno de los primeros sellos de Trojan, y uno de los mejores de skinhead reggae.
Funciono de 1968 hasta 1971, y se especializaba en los lanzamientos producidos
por por Joe Gibbs, tales como The Pionners, Ken Parker, The Destroyers y The
Reggae Boys. Los principales cortes de skinhead reggae incluyen todo lo hecho
por Joe Gibbs & The Destroyers, incluyendo Nevada Joe, Wreck a Buddy, de las
Soul Sister, Only yesterday, de Ken Parker y Them a Laugh And Kiki, de The
Soulmates. Huy muchicimos mas, incluyendo los primeros temas de reggae de
The Pioneers, y otros grandes álbumes.
ATTACK
Nacido en 1969, Attack fue uno de los sellos mas prolíficos de Trojan, con más de
130 singles y 20 álbumes en su haber hasta su desaparición, en 1973. Todos los
grandes han aparecido en este sello en algún momento, incluyendo a Derrick
Morgan, The Upsetters y The Pioneers.
B&C
Parte del imperio Beat & Commercial de Lee Goptal que solo lanzo un puñado de
discos de reggae alrededor de 1969.
BAF
Otro sello pequeño, conocido por los intrumentales de The Cats, que incluyen su
primer lanzamiento, Swan lake.
BAMBOO
Sello británico manejado por Junior Lincoln de 1969 hasta 1972. Mas de 70
lanzamientos, incluyendo reggae de Studio 1 de grandes de todos los tiempos,
como John Holt, Jackie Mittoo y Sound Dimension.
BANANA
Otro de los sellos de Junior Lincoln, que lazaba casi lo mismo que Bamboo,
comenzó en 1970, y sus principales artistas eran John Holt, Ken Boothe y
Freedom Singers.
Big
Otro sello de la Trojan, especializada principalmente en las producciones de Rupie
Edwars. El propio Rupie, Joe White y los Itals fueron la plata de la casa, la cual
emplazo 40 lanzamientos entre 1970 y 1972.
BIG SHOT
Una de las más tradicionales etiquetas de Trojan,
que se remota a 1968, antes de la fusión de Island
con la B&C. cerca de 130 lanzamientos, mas cuatro
discos de diamante, con nombres como Niney The
Observer, Rudie Mills, Lloyd & The Prophets y el
impecable Judge Dread. Entre los destacados, The
Kingstonians con Sufferer, amenazando de cerca
por Rudi Mills cpn John Jones.
BLACK SWAN
Originalmente subsidiaria de Island, lanzo clásicos de ska entre 1963 y 1964. Ojo,
no hay que confundir con los lanzamientos de 1970 bajo el mismo nombre.
Interesantísimo para el coleccionista, gracias a un plantel que incluyo The Maytals,
The Vikings, Detroy Wilson, Stranger Cole, BaBaBrooks, Sonny Burke y Shenley
Duffus.
BLUE BEAT
Sello que no necesita presentación para los fans del ska. Brazo británico de
Melodics, que registro siete gloriosos años de sonido jamaiquino, del 60 al 67.
Rhythm & blues, ska, rocksteady, estaba todo ahí, incluyendo más de 100
lanzamientos de Price Buster y varios de los primeros trabajos de Laurel Aitken y
Derrick Morgan. Habría que escribir otro libro para hacerle justicia a este sello,
pero entre todas sus gemas, te recomiendo los inusuales cortes de bandas
Los principales artistas fueron The
ones, y Dermont Lynch. Algunos lanzamientos de Coxsone
ggae de Island con algunos buenos temas como Loma Bennett’s
sello subsidiario de Trojan con menos de 25 trabajos. Los principales
os buenos skinhead reggae estaban acá, incluyendo The Crystalites
e R&B Records, dirigida por Rita y Benny King, con buenos temas de
For a few dollars more de los Upstters, Who you
o de los Techniques (quienes inaguraron el sello) y Jumping Dick de
ka de 1965, incluyendo clásicos como Bellueve Blues de Don
la. A pesar de eso, es
ueno se especializo en el ska con rimas infantiles se Sugar’n’Dandy
(Sugar Simonoe y Dandy Livisgstone)
británicas con cantantes blancos.
BLUE CAT
Acá esta el sello que realizo cerca de 70 singles entre el ’68 y el ’69 en lo que
concierne al rocksteady, reggae y soul.
Pioneers, The Mayt
también, pero no en el sello Studio 1.
BLUE MOUNTAIN
Sello Re
Breakfast in bed.
BREAD
Pequeño
artistas fueron Jackie Edwards y Del Dennis.
BULLET
Sello de Pama (del ’69 al ’75), pero los mejores trabajos fueron los de los primeros
años. Algun
Fistful of Dollars y The Fabions V. Rocket.
CALTONE
División d
Rocksteady, destacándose el talento de Tommy Mc Cook y otros.
CAMEL
Clasico sello de Pama, con cerca de cien lanzamientos entre 1969 y 1973. Los
principales artistas fueron: Owen Gray y las bandas The Techniques, The
Upsetters, The Maytones, Gloria’s All Stars, gran cantidad de material bueno, para
los skins lo fundamentalmente es
gonna run t
Gloria’s All Stars.
CARIBOU
Calypso y s
Drummond y la furiosa Belly Lick de Orville Alfonso.
CARNIVAL
Sello de ska británico que produjo todo su material en la is
demasiado b
CLANDISC
Sello clásico de Trojan que metió algunos temas piolas entre 1969 y 1972. Es muy
raro que haya lanzado material cachivache, gracias al nivel de Clancy Eccles, que
comando el sello, King Stitt, The Dynamites y Cynthia Richards, The World Needs
Loving de Clancy y Vigarton de King Stitt inauguraron el sello con muy bueno
de C. Collins y I’m a fool for you de lo
opeds y otros que tocaban en el circuito londinense de la época.
Jackie Mittoo, The Soul
, Ken Boothe y Norma Fraser.
s Kingstonians, convirtiéndolo en un sello de renombre.
los tantos que tenía Trojan.
oco conocido. Sherman, el grupo The Cats, salió, por acá.
de Prince Buster
a Derrick Morgan) salió por este sello.
ra británica de ska, de mediados de los años ’60.
cortes.
COLLINS DOWN BEAT
Pequeño sello dirigido por Sirl Collins, que no lanzo más que una docena de
discos, hoy raros. Dry the wáter fron eyes
Uniques son los mejores.
COLUMBIA BLUE BEAT
Sello que concentra Rocksteady producido en el reino unido en 1967 y 1968. Más
de diez lanzamientos de los grupos The Bees, Blue Rivers & The Maroons, Cindy
Starr & The M
COXSONE
Sello británico de Clement “Coxsone” Dodd, lanzo cerca de cien producciones de
Rocksteady y reggae incluyendo clásicos de Slim Smith,
vendors
CRAB
Indudablemente, el sello más fino de Pama, casa de los mejores skinhead reggae,
cerca de 70 lanzamientos entre 1968 y 1971, incluyendo lo mejor de Derrick
Morgan, como seven letters, Nigth at the hop y moonhop. Al nivel de Spread your
bed de los Versatiles, otra buena cantidad de material de The Tennors, Ernest
Wilson y lo
CREOLE
Otro sello de
CRYSTAL
Sello p
DICE
Principalmente ska y Rhythm & blues, mas alguno que otro soul. La mayoría de
las grabaciones fueron en el reino unido. Blackhead Chinaman
(dedicada
DIRECT
Pequeña grabado
DOCTOR BIRD
Probablemente el sello mas coleccionado de ska y reggae entre 1966 y 1969, esta
subsidiaria de Island lanzo innumerables clásicos. Incluyendo Skaing West de Sir
Lord Comic y Phoenix City de Roland Alphonso. Los fans de Rocksteady la ponen
al lado de la Treasure Isle en materia de grandes lanzamientos. Entre sus álbumes
ompilados del género.
d Riley, además de Red Red Wine de
l de los Maytals y Eric Donaldson. Luego absorbida por la Trojan.
más antiguo del sello es muy difícil de
s está en las grabaciones de U-Roy.
(Johnny too bad esta bueno). Erick
y Dennis Al Capone.
irve chequear What am I to do de Tny Scott, que utiliza el ritmo de
ón Denzil y Jennifer para Young, Gifgetd
and black.
figuran varios c
DOWNTOWN
Sello de Trojan especializado en lanzamientos producidos por Dandy Livigstone
entre 1968 y 1973. Cerca de 120 lanzamientos, con mucho material mediocre en
el medio, y algunos que se destacan como Reggae in your jeggae de Dandy y
Skinheads, a message to you de Desmon
Tony Tribe.
DRAGON
Sello del difundo Byron Lee, se mantuvo entre 1973 y 1975, con algún buen
materia
DUKE
Así como la Trojan y Big Shot, fue uno de los sellos que precedió la asociación de
Island con la B&C. entre 1968 y 1973, edito más de 170 grabaciones y está entre
los sellos más selectos de Trojan. Sus principales estrellas: Boris Gardiner, Carl
Dawkins, Winston Wrigth, The Dials y The Techniques. Cualquier colección
copada de skinhead reggae tiene que tener una copia de I wish it would rain de los
Techniques, Elizabeth Reggae de Boris Gardiner, Love is a treasure de los Dials y
The Law de Andy Capp. El material
conseguir.
DUKE REID
Subsidiaria de Trojan, tiene material coleccionable. Menos de 30 grabaciones. El
mayor interé
DYNAMIC
Otra subsidiaria de Trojan, con 60 lanzamientos importantes entre 1970 y 1972.
Los principales intérpretes: The Slickers
Donaldson
ESCORT
Sello de Pama, lanzo alguna cosa buena entre 1969 y 1971, pero no es lo mejor
de la compañía. Sus principales artistas fueron Tony Scott, stranger Cole y Lloyd
Chamers. S
Liquidator con un grn efecto, y la versi
Espiritudel69
EXPLOSION
Sello de Troajn, más conocida por sus grabaciones instrumentales de 1969 a
1974. Sus estrellas fueron Lloyd Chamers, The Crystalites y G.G. All Stars, que
nos dieron el clásico skin Man of Carolina.
FAB
Arrancando que Blue Beat no trabajaba mas, este sello fue conocido por sus
lanzamiento de Prince Buster, como Madness y Pharaohan house crash (con el
ritmo de Everithing crash de los Ethiopians). Tambienesta el clásico de Ride your
donkey de los Tennors y otros de los propios tennors y de Owen Gray. Como los
mismos códigos de los catálogos fueron usados para más de una grabación, el
trabajo del coleccionista se volvió una pesadilla.
GG
Sello de Trojan, de principios de la década del ’70, con algunos buenos temas de
los Maytones, Max Romeo y G.G. All Stars. El principal productor fue Alvin
Ranglin.
GAS
Sello de Pama de 1968 a 1971, en sus primeros meses lanzo algunos trabajos de
Rocksteady, pero principalmente reggae. Algunos clásicos skins, incluyendo lo
mejor de Pat Kelly, con cerca de 70 lanzamientos. Para quienes no conocen a Pat
Kelly busquen How long will it take, festival time y If it don’t work out, solo como
para arrancar. Sail away de los Marvels es otro trabajo de Gas que se debe dejar
pasar.
GAYFEET
Pequeño sello de Trojan, bajo el control de la productora Sonia Pottinger. Cerca
de Diez lanzamientos en cuatro años al comienzo de los ’70, pero el sello viene de
los años ’60.
GIANT
Sello de la R&B, especializado en rocksteady, entre 1968 y 1973. Dandy
Livingstone, Ewan & Jerry, Junior Smith y Roy Shirley se cobijaron bajo este
techo. Más de 40 lanzamientos, incluyendo antiguas producciones de Bunny Lee
para Pat Kelly, Ken Parker y Val Bennet.
GRAPE
Sello de Trojan que lanzo algunos clásicos skins entre 1969 y 1973. Muy bueno es
Skinhead a bash dem de Claudette & Corporation. También están buenos Lonch
Ness Monster de King Horror y Nevada Joe de Joe Gibbs & The Destroyers, que
también salió por Amalgamated.
GREEN DOOR
Sello raro, de reggae y soul, salido de Trojan. Incluye material antiguo de los
Wailers y viejas producciones de Keith Hudson.
HARRY J
Sello de Trojan, responsable por el lanzamiento de la mayoría del material de
Harry Johnson en el reino unido entre 1969 y 1974 (los primeros trabajos saldrían
por Trojan). Sus artistas principales eran Harry J. All Stars, Bobn& Marcia y los
Ethiopians. Ya que Liquidator de Harry J salió por Trojan, el sello se hizo conocido
por la versión de Bob & Marcia de Ya que Liquidator de Harry J salió por Trojan,
el sello se hizo conocido por la versión de Bob & Marcia de Young gigted an black.
HIGH NOTE
Sello de Trojan que actuó en 1968 hasta 1974, trabajando con material producido
por Sonia Pottinger. Para variar, los mejores lanzamientos son los más antiguos,
con algunos buenos clásicos skins. Sus principales estrellas fueon The Hippy
Boys, Delano Stewart y The Gaytones. Su mejor lanzamiento fue Patsy, con Fire
in your Wire.
HORSE
Sello de Trojan de los años ’70, uno de los que más duro, desde 1971 a 1978.
Más conocido por los dos hits de Dandy Livingstone, Suzanne beware of the devil
y Big city.
HOT ROD
Sello de Trojan especializado en los lanzamientos de Hot Rod All Stars.
HOT SHOT
Sello independiene, de 1970 con pocos lanzamientos.
ISLAND
Tratándose de música Jamaiquina, Island está en la línea del frente. Entre 1962 y
1968 lanzo más de 400 discos, la mayoría de ska y rocksteady. Un poco de soul y
reggae también, todo de alto valor para el coleccionista, incluso más apreciado
que el material de Blue Beat. El único inconveniente es el precio de algunos
trabajos. Es difícil elegir entre tanto material bueno, pero la punta del iceberg se
puede resumir en Derrick Morgan, The Maytals, The Wailers, Jimmy Cliff, Derrick
Harringtone y Theo Beckford.
JJ
Otro sello de Harry J. algo curioso, ya que sus lanzamientos no pasan de
relanzamientos de material de Dr Bird y de Pyramid, como Hong Kong Flu de los
Ethiopians.
J DAN
Sello de Trojan, de 1970, especializado en material producido por Dandy, con
énfasis en los lanzamientos de los músicos Doctors.
JACKPOT
Sello de Trojan, con Bunny Lee detrás en la mesa de mezclado en la mayoría de
los lanzamientos. Ente 1969 y 1973, lanzo más de 100 singles, con gente como
Pat Kelly, Slim Smith, Delroy Wilson, Derrick Morgan y Dave Barker. Seven letters
de Derrick Morgan inauguro el sello, incluso Bunny que había venido a la
grabación también ala Crab.
JOE
Subsidiaria de Trojan, cuyos antiguos lanzamientos traen códigos del catalogo de
la Duke. Aquí el productor fue Joe Mansano, con astros como Dice The Boss y
Joe The Boss. Buenas grabaciones, como Trial of Pama Dice de Lloyd Dice &
Mum.
JOLLY
Parte de la empresa está situada en Stamford Hill, propiedad de Benny y Rita
King. Tuvo cerca de 20 lanzamientos de Rocksteady y reggae entre 1968 y 1969.
JUMP UP
Sello de Island de principios de los ’60, posteriormente reactiva por Trojan. Mucho
Calypso rudo como Dr Kitch de Lord Kitchener y Pussy Galore de Young Growfer.
KALYPSO
Sello similar a Jump Up en términos de producción, que precedió a esta en uno o
dos años. Se encuentra aquí algunas grabaciones antiguas de Laurel Aitken.
KING
División de R&B, llevando el apodo de su dueño. No sobrepaso los 20
lanzamientos entre 1964 y 1965, incluyendo soul y algun otro material americano.
Su principal trabajo fue Do the ska de Clive & Gloria.
LIMBO
Calypso de 1960.
MARYLYN
Sello poco conocido, con pocos reggaes presentables, como Time is tight de Pat
Rhoden.
MOODISC
Apareció como subsidiario de Trojan en 1970, lanzando material producido por
Harry Mudie. Desde 1971 comenzó a trabajar de manera independiente. De una
forma como de la otra, tiene buenas grabaciones, incluyendo Give some more
loving de Slim Smith & The Uniques. Otras estrellas fueron John Holt, The Rhythm
Rulers y I-Roy.
NATIONAL CALYPSO
Sello de Calypso Studio One, de mediados de los años ’60. Posee unos tres
discos dignos de mencionar.
NU BEAT / NEW BEAT
Seguramente el mejor de los sellos subsidiarios de Pama, con cerca de 100
lanzamientos, inicialmente como Nu Beat y luego como New Beat. Cerca de un
cuarto de los lanzamientos fueron de Laurel Aitken, con sus mejores temas skins,
como Landlords and Tennants, Pussy Price, Jesse James, Skinhead Train y
Reggae ’69. Otra favorita de los skins es festival ’68 de Clancy Eccles.
PAMA
Sello matriz dirigido por los hermanos Palmer,
responsables de mantener un buen nivel del material.
Entre 1967 y 1973, lanzo cerca de 150 singles de
rocksteady, soul y reggae, incluyendo Birth Control de
Llyod Terrell y Skinhead Shuffle de los Mohoawks.
Clancy Eccles y Alton Ellis fueron otros artistas
contratados por la grabadora.
PAMA SUPREME
Departamento de reggae del sello Pama, fichando más o menos a las mismas
estrellas. Algunos de los mejores lanzamientos del sello saldrían después de la
primera ola skinhead, en 1973.
PLANETONE
Antiguo sello de ska británico, con cerca de una docena de lanzamientos. Se
dedicaba al mismo material de Island, pero termino fuera del mercado debido ala
gran calidad de la competencia.
PORT-O-JAM
Sello de la R&B de 1964 que se dedicaba a lanzamientos de ska del estilo de Lee
Perry y Lord Creator.
PRESSURE BEAT
Sello de Trojan, lanzo producciones de Joe Gibbs a principios de los años ’70.
Realizo ceca de 20 lanzamientos, incluyendo a Peter Tosh y Lord Comic.
PRINCE BUSTER
La Blue Beat creo a la Fab, que a su vez creo a Prince Buster. Tuvo unos pocos
lanzamientos en 1967, pero el grueso de sus cerca de 50 ítems salió entre 1971 y
1972. El “príncipe” (o sea el propio Buster) fue la estrella principal, es claro (Big
five y Rough Ridser fueron antiguos lanzamientos) con Dennis Al Capone y John
Holt en la regularidad.
PUNCH
Clásico sello de Pama que lanzo algunos grandes números de reggae skinhead
entre 1969 y 1972. Más de 100 lanzamientos, muy interesante para los
coleccionistas. Entre ellos, Dry acid de Count Stick & The Upsetters, Too
Experienced de Winstone Francis, Clint Eastwood de los Upsetter y Shock of
Mighty de Dave Barker.
PYRAMID
Subsidiaria de Island de 1967 a 1969, brevemente revivida por Trojan en 1973.
Tuvo cerca de 80 lanzamientos, incluyendo 54-46 That’s my number de los Mytals,
Tougher tan tough de Derrick Morgan, y el primer reggae bien colocado en los
rankings, Israelites de Desmond Dekker. También la mayoría del material y
produccion de Leslie Kong.
Q
Sello de Trojan de 1970, bautizada así después que el club homónimo de Count
Suckle, localizado en Prad Street, Paddington. Posiblemente un sello de un
lanzamiento solo, la grabación de Please don’t go de Count Suckle y Freddie
Notes & The Rudies.
R&R / SKA BEAT
Sello principal de esquema de la R&B, dirigida por King desde su negocio, un local
en Stamford Hill, Londres. Entre 1963 y con la venta de la empresa en 1967,
salieron más de 300 lanzamientos, figurando al lado de Island y de Blue Beat en el
mercado de ska. Sus principales estrellas fueron The Wailers, Delroy Wilson, Lee
Perry, Dandy Livingstone y Wiston Samuels un gran sello.
RAINBOW
Subsidiario de Melodisc, con cerca de 20 singles de
rocksteady y soul entre 1966 y 1967. Los principales
artistas contratados fueron Prince Buster y Laurel
Aitken, así como algunos que fueron sucesos, Rude
Girls de Doreen & The Rude Girls.
RANDYS
Sello de Trojan especializado en las producciones de
V. Chin entre 1970 y 1973. Tuvo algunos trabajos
buenos, incluyendo Pepper pot de los Randy’s All
Star.
RHINO
Subsidiario de Creole después que este se
desvinculara de Trojan. Entre 1972 y 1974 realizo 30
lanzamientos, algunos de un tenor de reggae más pop
y comercial. Dave Collins, Bruce Ruffins, Desmond
Dekker y Winstone Francis fueron la frutilla de la torta.
RIO
Sello de Island/B&C, parte de grupo de Dr Bird, entre
1963 y 1967 lanzo cerca de 140 singles, la mayoría
producidos en el reino unido, salvo lanzamientos de
rocksteady jamaiquino como Train to Skaville de los
Ethiopians y Don’t be a rude Boys de los Rulers.
También había bastante material de Laurel Aitken y
de Studio One.
RYMSKA
Sello de Ska británico de 1964. Tuvo muy pocos
lanzamientos, pero no llegaron a tener la altura de los
que venían de Jamaica.
SIOUX
Tuvo cerca de 25 lanzamientos entre 1971 y 1972, que le dieron a esta grabadora
independiente algunos sucesos menores como Heavy Reggae de los Roosevelt
Singers, una versión de Johnny Reggae. Los principales intérpretes fueron sammy
Jones, Joe Higgs y P. Jackson.
SMASH
Sello de Trojan de 1970 a 1973. Sus principales artistas fueron Delroy Wilson,
Keith Hudson y John Holt. ¿su mejor tema? Quizás Stomp Them de Bill Gentles.
SONG BIRD
Subsidiaria de Trojan que lanzo menos de 90 singles producidos por Derrick
Harriot entre 1969 y 1973. El muchacho debía adorar el western spaghetti, ya que
la mayoría de los títulos parecían sacados de estas películas. Sus principales
artistas: The Crystalites, The Kingstonians y el propio Derrick. Temas vitales para
los skinheads son Singer Man de los Kingstonians, The Undertakere y The
Overtaker de los Crystalites y de los Isies.
SOUND SYSTEM
Sello independiente con pocos lanzamientos entre 1969 y 1970.
SPINNING WHEEL
Sello de Trojan con más o menos diez lanzamientos, incluyendo producciones de
Lee Perry, todo a comienzos de los ’70.
STARLITE
Sello bien antiguo, de 1960, cuyos lanzamientos aparecieron después de Island.
Tiene en su haber unos 80 singles de estrellas como Laurel Aitken, Owen Gray,
Wilfredd Edwards (más conocido como Jackie) y otros.
STUDIO ONE
Sello británico, clásico, pero hoy en día raro, que lanzo material de Coxsone Dodd
entre 1967 y 1969. Principalmente rocksteady de gente como Ken Boothe, The
Hetones, Detroy Wilson, The soul vendors y Jackie Mittoo.
SUCCESS
Sello de Pama de 1969 a 1970, con cerca de quince lanzamientos producidos por
Rupie Edward. Algunos temas presentables, incluyendo Fat Girl, Sexy Girl de John
Holt.
SUMMIT
Sello de Trojan de principios de los años ’70, con cerca de 45 singles lanzados,
incluyendo dos grandes temas de los Maytals, Peeping Tom y Monkey Girl.
SUPREME
Sello de Pama (no hay que confundirse con Pama Supreme). Entre 1969 y 1971,
lanzo cerca de 30 singles. Muy poco digno de mención, salvo un puñado como
Work it up de Jack & The Beanstalks (Tambien llamados The Kingstonians) y
Starvation de Los Pionners.
SWAY
Sello ska de Planetone, de 1963. Tiene solo tres lanzamientos.
TECHNIQUES
Sello Trojan con más de 30 lanzamientos entre 1970 y 1974. Winston Riley era el
productor y entre los artistas contratados figuraban Dave & Ansel Collins, que
metieron hits como Monkey Spanner y Double Barrel.
TORPEDO
Sello independiente, que lanzo 35 singles especiales durante 1970 y que fue
brevemente revivido en 1975. Los Hot Rods All Stars fueron el nombre grande de
la grabadora, una banda que nos dio un single precioso, como Moonhop in London
de un lado y skinhead moondust de otro, además de la célebre Skinhead don’t fear
TREASURE ISLE
Ente 1969 y 1973 fue uno de los sellos de Trojan, pero unos dos años antes había
lanzado material rocksteady como parte de un esquema de Island. El nombre
viene de sello jamaiquino de Duke Reid, responsable por algunos de los mejores
temas de rocksteady. Sol hay que chequear cualquier cosa de Phillis Dillion,
especialmente Things of the past. Estando en las manos de Trojan, algunos
clásicos skins vieron la luz, incluyendo Skinhead Moonstomp y Parson’s Corner
del grupo Symaip (también llamado The Pyramids) y Pop a Top de Andy Capp.
TROJAN
En un comienzo, en 1967, fue un sello de Duke Reid para lanzamientos de
rocksteady. El nombre fue elegido para la asociación de Island con B&C para
introducir reggae en el reino unido. Los primeros lanzamientos son los más raros y
generalmente los mejores, los últimos pierden mucho de su aspereza con el
empleo de cuerdas, orquestas y otras porquerías del pop. Igualmente existen
muchos temas buenos para elegir, inclusive clásicos skins. Quien no lo había
bailado con Tighten Up de los Untouchables, o Place in the sun de David Isaac, o
Love up kiss up de los Termites, o Fattie Fattie de Clancy Eccles, o Sweet
sensation de los Melodians, o Babwire de Nora Dean, o Monkey Man de los
Mytals, o Angle of the morning de Joya Landis…? No es de sorprenderse que la
palabra Trojan se asocie inmediatamente con el Reggae.
TROPICAL
Cerca de 20 lanzamientos, con Max Romeo y Dennis Al capone proveyendo
bastante material para esta grabadora independiente.
UNITY
Gran sello de Pama. Entre 1968 y 1970, entro con más de 70 singles, la gran
mayoría de reggae, con algunos de ska. Clásicos skins como Return of Jack Slade
y Top the Pop de Derrick Morgan, Wet dream de Max Romeo y su Clap Clap con
los Hippy Boys, 1.000 Tons of Version de Jeff Barner, Peyton Place de Don Tony
Lee y Pepper seed de Ranny Williams. Mas un montón de material de Silim Smith.
UPSETTER
En el campo de reggae skinhead, esta fue la mejor respuesta de Trojan a los tiros
certeros de Pama. Entre 1969 y 1973, Lee Perry y su banda de estudio The
Upsetters lograron grandes temas, como Return of Django, The night Doctor, Live
injection, Cold Sweat y Shock’s71 con Dave Barker. Vale también echarle una
ojeada a Come into my parlour de los Bleuchors y Kiddy-O de los Muskyteers.
VARIOS
Siempre van a existir dos o tres buenos temas de alguna grabadora que no sea
necesariamente especializada en sonido jamaiquino. Johnny Reggae de los
Piglets, por ejemplo, salió por la Bell. Otros ejemplos pueden ser encontrados en
Atlantic, Culumbia, Fontana (especialmente Millie), President y Page Ope.
Espiritudel69
CAPITULO DOS
LOS HIJOS DE LOS SKINHEADS
“Es curioso, cuento mas te adentras en el Black Country, más antiguos se
vuelven los estilos. Algunos de ellos todavía usan botas del ejército,
mientras que en la ciudad, todos usamos brogues. Los ratis nos detenían si
usábamos botas. Los brougues se ven bastante inocentes, pero también
pueden causar daño.”
Bob, 18 años, el capo de la banda de Boot Boys de Birminham’s Quinton.
El tiempo no se queda quieto para nadie y eso es particularmente cierto en las
movidas juveniles. A pesar de las promesas de seguir siendo skinhead de por
vida, todo el mundo sabe muy dentro de sí, que algún día llegara el momento de
colgar las botas y los tirantes para siempre. Es lo mismo con cualquier otra
movida, y hay muy pocas excepciones a la regla de oro. La vieja abuela punk
podrá convertirse en la tapa de los diarios algún día, pero merecerá tanta
credibilidad como el monstruo del lago Ness. O incluso menos.
Hay algo muy especial en pertenecer a una movida juvenil que permanecerá
contigo el resto de tu vida. Podrás verte completamente diferente a los treinta y
pico, pero un pedacito de tu corazón permanece fiel a la causa hasta el día de tu
muerte. Si cada vez que un borracho viene a contarme una historia “de cuando yo
era skinhead” yo recibiera 10 centavos, no me calentaría a jugar al Prode todas las
semanas.
Todos debemos crecer y mientras lo hacemos, nuestra prioridades cambien, no
hay nada con sentar cabeza y formar un hogar para hacerte dejar atrás tu
malgastada juventud. Un años andas recorriendo negocios buscando un par de
Doc Martens y al año siguiente empujas un carrito de bebe mientras vas a buscar
pañales, y además está el trabajo, donde tienes que elegir entre dejarte crecer el
pelo o buscarte otro lugar donde ganarte el pan. Hay que añadir el hecho que las
movidas juveniles se ponen de moda y se vuelven obsoletas en un abrir y cerrar
de ojos.
La movida skinhead pego tanto en los chicos de clase obrera en los 70s, que de
ninguna manera podría haber desaparecido de un día para otro. Algunos que
llegaron tarde a la movida, recién empezaban a usar el pelo corto y las botas,
mientras que otros se contentaban por mantener la fe por lo menos un año o dos.
Pero cuando los números empezaron a caer, quedo bien claro que un montón de
viejos skinhead no habían abandonado del todo a la movida para sus hermanos y
hermanas menores.
Los diarios habían definido al skinhead como vándalos violentos y descerebrados.
Algunos realmente solo eran eso, y un montón mas hacían todo lo que podían
para llegar a serlo, pero eso no le hizo ningún favor a nadie. Ser arrestado por la
policía aun cuando todavía no entraste a la cancha, ya no es divertido cuando te
pasa más de tres veces, y tampoco es divertido que te reboten todas las minas
medianamente decentes del pueblo.
Gran cantidad de skinheads empezaron a dejarse crecer el pelo un poco más
largo para no ser instantáneamente reconocidos como miembros de las pandillas
de camorreros. Los trajes y los zapatos que alguna vez habían sido vestimentas
para la noche se convirtieron en lo habitual para cualquier hora del día. El look
skinhead nunca desapareció del todo, pero no había duda quien era el nuevo rey
del castillo. Un animal más astuto, llamado suedehead.
Los Suedeheads eran un producto de los grandes pueblos y ciudades, en cuanto a
estilo, les sacaban varias cabezas de ventaja a sus primos del campo. Una
minoría de skinheads siempre se había vestido como Suedeheads, pero no fue
sino hasta finales de 1969 que los Suedeheads empezaron a adoptar identidad
propia, particularmente en Londres y el sur.
El nombre suedehead (cabeza de gamuza) se origino por la apariencia de las
cabezas rapadas a cuatro, que adquirían el aspecto similar a la gamuza. El pelo
se dejaba lo suficientemente largo como para poder incluso cepillarlo, pero seguía
siendo corto, al estilo skinhead. Las chicas suedehead también se dejaban el pelo
mucho más largo. Muy pocas skins alguna vez realmente se raparon, aunque
algunas iban a las peluquerías de hombres para mantener el pelo bien corto a un
precio mucho más bajo del que les cobraría un estilista femenino. Algunas
mantenían su cabello largo y normal, y esto continua así para las Suedeheads que
las sucedieron. Las chicas comenzaron a dejarse el pelo más largo y con más
volumen, y el efecto en una chica más o menos linda era realmente sorprendente.
La ropa apara ambos sexos en general se volvió más elegante, incluso parecida a
la de los mods. Un suedehead vestido de manera informal podría haber usado
loafers, Levi’s, una chomba Fred Perry y una campera liviana marca Harrington.
Para una noche especial, tiraban toda la carne al asador, y se ponían brogues
bien lustrados, un traje, una camisa Ben Sherman y un sobre todo Abercrombie.
Los trajes siguieron siendo un símbolo de status en la movida, pero siguiendo el
nuevo look, las telas se volvieron más llamativas. La mayoría de los trajes usados
por los skins eran de casimir y Tonic (un tipo de tela para trajes), en colores
oscuros. Los Suedeheads preferían usar marrones y azules mucho más claros, e
incluso azul petróleo. Incluso usaban trajes de telas con diseños tejidos, del tipo
príncipe de gales o pata de gallo. Los cinturones reemplazaron a los tirantes, y
otro favorito de los Suedeheads era el blazer con el escudo de tu equipo de futbol.
Algunos Suedeheads llevaron su look un poco mas allá, usando un paraguas y un
sombrero de hongo. Ahora bien, todo el mundo sabe que los verdaderos hombre
no necesitan paraguas, pero esto no era tan pretencioso como parecía a simple
vista. No era solamente para mostrarse. Algunos paraguas tenían punta de metal
afilada, que podía ser útil para defenderse o atacar. Además, cuando de verdad
llovía evitaba que tu Abercrombie se mojara. Una gran ventaja si alguna vez has
tenido la mala suerte de oler un Abercrombie mojado. Un Abercrombie era el
gabán ideal para acompañar un traje elegante, y junto con la Harrington, era un
ítem obligado en el guardarropa de un suedehead que se preciara de serlo.
Por supuesto, muy pocos suedes podían permitirse el lujo de un gabán
Abercrombie genuino, pero muchos utilizaban Chesterfields, que eran bastantes
similares, pero si te veías realmente elegante a nadie le importaba que fuera una
falsificación. Los gamulanes también podrían generar cierta envidia, y siempre
estuvieron de moda.
Al igual que los gamulanes, los Abercrombies ya habían sido usados por los skins
en el 68, pero se volvieron realmente populares alrededor de 1970. Incluso había
un sub movimiento conocido como Crombie Boys, que usaban todo el atuendo, ya
sea skinhead o suedehead, pero usaban el pelo largo hasta la nuca y los hombros.
Era un estilo popular en algunas áreas, particularmente en el norte de Kent. Una
de las estrellas del skinhead reggae, Judge Dread, tenía las mechas largas y
cantaba acerca de los skinheads, al igual que muchos de sus seguidores que eran
skinheads en todo aspecto, excepto por el pelo.
Pronto incluso los Suedeheads e dejarse crecer el pelo, y para la primavera de
1971 muchos de ellos se habían convertido en smoothies. Las fechas son poco
precisas porque los estilos prendieron en distintos momentos y distintos lugares.
En algunos lugares ya había smoothies para el verano de 1970, mientras que en
otros lugares la gente no salió de las botas y los tirantes. En otros lugares incluso
había una mezcla de skins, suedes, smooths y boot Boys al mismo tiempo.
Los smooths (suaves, lisitos) adoptaron este nombre por su peinado, que consistía
en el pelo corto en la parte superior de la cabeza y más largo en la nuca y los
costados. Como se decía en la época, estilo Rod Stewart. También se los llamaba
smoothies por su preferencia por zapatos simples, sin puntera ni hebillas. Otro
calzado muy común eran unos zapatos horribles, llamados Norwegians, que
estaban decorados con cuero trenzado en el empeine. Se les llamaba Norwegians
(noruegos) porque de haber una Eurocopa de zapatos, estos obtendrían el último
puesto, al igual que la selección noruega.
Los smoothies se vestían de manera mucho más informal que los Suedeheads,
optando por camisas de cuello redondo, pantalones corderoy, pantalones a
cuadros Rupert, pullovers y chalecos que a menudo venían con unas
combinaciones de colores horrorosas.
Sin embargo, a la noche, aun se usaban los trajes de Tonic y los gabanes
Abercrombie.
Por primera vez en la historia, las chicas tenían una denominación propia. A las
chicas smoothies se las llamaba “sort”. La movida skin inicialmente había sido un
movimiento más inclinado hacia lo masculino, pero a medida que fue progresando,
las chicas skinheads desarrollaron su propio estilo. Esto continuo durante el
periodo suedehead, y para 1971 comenzaron a distinguirse como sorts.
Comenzaron a usar pelo aun más largo que las Suedeheads, ya la elegancia se
convirtió en una prioridad. Utilizaban conjuntos de saco y pollera de Trevira,
camisas Brutus, medias de nylon labradas y zapatos como los que usaban las
enfermeras inglesas en esa época.
Para mucha gente los smoothies tenían un aspecto muy común, sin ningún
uniforme ni identidad aparente. La mayoría de las veces pasaban desapercibidos
en la calle. Todos sus lazos con sus antepasados skinheads aparentemente
habían desparecido, pese a que la mayoría de los smooths habían sido skinheads
un par de años atrás. Esta última movida no alcanzo la popularidad de los
skinheads o incluso los Suedeheads, y duro muy poco tiempo. Para fine de 1971
habían desaparecido por completo.
Sin embargo, los smooths tuvieron un hermano mellizo, en nada parecido, que
sobreviviría hasta mediados de los 70s. la violencia futbolera alcanzo niveles sin
precedentes durante las temporadas 1970-71 y 1971-72, y entonces fue que el
circulo se cerro y llego la segunda oleada de los boot Boys.
Mientras que los smoothies tendían a adoptar la estética de los skinheads y los
Suedeheads, los boot Boys adoptaron una faceta más tribunera. Los suedes y los
smooths también eran movidas prácticamente del sur de Inglaterra. Los boot Boys,
por el contrario podía ser encontrados a lo largo y a lo ancho de las islas británicas
y para muchos era una evolución natural del skinhead.
La música y la moda ocupaban un rol secundario en la vida del boot boy, ya que lo
más importante eran las peleas y las batallas por el territorio, fuese este pueblito,
una ciudad, un club de futbol, o un bar. El soul y el reggae aun era popular en
algunos círculos, pero otros seguían los rankings o lo que hubiera en su zona. La
movida consistía, más que nada, en la vida pandillera.
Las bandas de boot Boys solían ser llamadas mobs, en las cuales, los miembros
más jóvenes giraban en torno del núcleo conformado por los miembros más viejos.
El grupo de miembros jóvenes era llamado “star” (estrella). La star era como un
semillero de barras bravas. Incluso había boot girls que formaban mobs, y a
menudo lograban cierto renombre.
La mayoría de los boot Boys habían sido skinheads, aunque muchos habían
salteado las fases Suedeheads y smooths. Muchos rondaban los 20 años, y se
consideraban un escalón más que los skinheads. Más grandes y más astutos. En
realidad, cualquier barra de skinheads que hubiera sobrevivido hasta los 70s era
despreciada por los boot Boys como algo pasado de moda. Se decía que los
skinheads, cuando querían llegar a una ciudad cercana, a menudo se perdían y no
sabían a qué bus subirse, mientras que los boot Boys organizaban una caravana
de camionetas y autos para llegar y volver.
El futbol era lo supremo en la semana de cada boot boy. Las camperas de
carnicero, de color blanco, con el nombre del equipo pintado en la espalda, y
salpicadas de sangre para realzar el efecto, eran el sumun del estilo futbolero de
la época. Cuenta la leyenda que fue el Chelsea’s shed el que empezó la moda,
que pronto se convirtió es un estilo muy popular para todos los locos en los
estadios de Inglaterra. También estaban los pequeños ejércitos de drugos que
aparecían con trajes blancos, como los de La Naranja Mecánica, en busca de algo
de ultra violencia.
El skinhead devenido en periodista Chris Lightbown, que aun escribe para el
Sunday Times, elaboro una guía de canchas de futbol en 1972. Los nombres más
importantes en el mundo de la violencia futbolera eran Manchester United,
Manchester City, West Ham, Spurs y Stoke City. Ipswich Town era famoso por la
cantidad de mujeres que iban a verlos jugar. Ese año se usaron muy pocas armas,
pese a que había varias peleas con armas en las temporadas anteriores. Más aun,
aunque pocos equipo del norte tenían skinheads en sus hinchadas, no había un
autentico uniforme de hooligan en ese momento. Chris sostenía que la decente
Espiritudel69
Asistencia a la cancha tenía más que ver con el nivel del que el hooliganismo, y
que los hinchas comunes y corrientes podían asistir a la mayoría de los partidos
sin meterse en una pelea. Chris también aclara que los clubes no se calentaban
demasiado por los hinchas y hoy, más de 20 años después la situación en de
mejorar empeora.
Los medios dieron gran publicidad y un montón de partidos terminaban en pelea,
particularmente si el Red Army del Manchester United estaba involucrado. Las
cámaras de televisión siempre estaban listas y todo el mundo está dispuesto a
hacer sus gracias frente de ellas. Los noticieros del sábado por la noche siempre
estaban repletos de imágenes de fanáticos subiéndose a los techos para
bombardear a la policía con misiles.
Básicamente se trataba de viejas rivalidades, y el hincha común y corriente, si
quería estar seguro, solamente tenía que hacer la suya y no meterse en la pelea.
Incluso los trenes especialmente reservados para las hinchadas no eran tan
destruidos tan a menudo como en las temporadas anteriores, para alivio de la
British Rail, pese que una vez un tren fue secuestrado por los hinchas.
Aparte de las botas y el gusto por la pelea, los boot Boys tribuneros tenían muy
poco en común con los skinheads que reinaron en las temporadas anteriores.
Para 1972 los últimos vestigios del estilo skinhead estaban prácticamente
confinados a las localidades del norte, donde la movida sobrevivió hasta 1974.
Obviamente, la movida nunca desapareció por completo, pero eran individuos
aislados quienes los sostenían en vez de mobs y crews.
Las grandes tiendas tenían nuevos estilos para ofrecer en sus vitrinas, listas para
atraer a la nueva generación en busca de una identidad en el difícil mundo de los
adolecentes. El reggae había perdido el rumbo para muchos chicos blancos, al
inclinarse en la dirección del Jah, rastafarianismo y otros temas africanos. El Glam
era la última moda y había un montón d barras bravas que se disfrazaban de
inadaptados, como Slade y Mott the Hoople. Incluso el soul había sido eclipsado
por el punk y el disco, de la mano de John Travolta.
Aun así, algo tan bueno como el movimiento skinhead no iba a ser olvidado
jamás, y cuando Judge Dread lanzo su clásico Bring Back The Skins en su álbum,
The Last Of The Skinheads (Cactus), poco podría haberse el imaginado que un
par de años más adelante su sueño se convertiría en realidad.
“Siempre recuerdo que iba a los parque de diversiones con mi hermano
mayor, y siempre ponían música ska, como Live Injection y Monkey Spanner.
Nada que ver con la mierda de ahora. Era lo mismo con el futbol cuando las
canciones tenían la música de canciones del pop de la época. ¿Qué fue lo
que paso con todas esas grandes canciones?”
Martyn Sears, skin de Sittingbourne.
REAL HORRORSHOW
Pocas películas han causado tanta controversia como la naranja mecánica de
Stanley Kubrick. Basada en el clásico de Anthony Burguess, que lleva el mismo
nombre, era básicamente una historia de ultra violencia, pero más allá de eso era
una historia acerca de la libertad de elección. Irónicamente, los censores no
podían verlo, y antes de que la película llegara a la pantalla grande, la viejas
tijeras de editar ya habían entrado en acción.
La naranja mecánica finalmente fue lanzada en 1971, poco después de Straw
Dogs. Otra película que había tenido a los guardianes de la moral de la nación en
vilo. Algunos gobiernos locales la prohibieron, y se armo tanto alboroto en los
medios, que Kubrick saco de circulación a la película luego de 61 semanas de
proyección. Se rumoreaba que lo había hecho luego de recibir amenazas de
muerte, pero en realidad era por no aceptar aun mas cortes en el original.
El film tenía una fascinación especial para los skinheads de la época, y muchos
que consiguieron verla, no la vieron una, sino media docena de veces. Mientras
tanto, los medios afirmaban que la película alentaba la violencia, y rotulando cada
acto de violencia como “Crimen Mecánico”.
Kubrick había filamdo la naranja mecánica en el tristemente célebre Riames
Estate, de Londres. Su versión permaneció fiel al libro, siendo el único cambio
importante la sustitución de una niña de 10 años en la escena de violación, por
una mujer adulta. Los vándalos de la película utilizaban un lenguaje llamada
nadsat, que era parte cockney y parte ruso. Al principio, es un poco confuso, pero
uno pronto le agarra la mano. Además, Kubrick solamente había leído la versión
norteamericana del libro, que es un capítulo más corto que la edición inglesa. El
personaje principal es un tipo llamado Alex Delarge, el líder de una banda de
Drugos. Termina en prisión por una serie de crímenes, pero es liberado bajo la
condición de recibir una nueva cura para los criminales. Esto incluye drogas y
lavado de cerebro, que lo hacen descomponerse de solo pensar en violencia y
sexo. Su conducta mejora mucho, pero algunos liberales creen que a Alex se le
niega la libertad de elección, y la historia continua con Alex siendo usado como
una consigna política.
Alex y sus amigos se vestían al último grito de la moda, lo cual era interpretado
por Kubrick como una mezcla de elegancia masculina urbana, y el atuendo de un
Boot Boy de la época. A su vez, la película influyo en el estilo callejero, y dio
origen a una pequeña rama de la movida skin, basada en Alex y sus drugos. Estos
iban desfilando a los partidos de futbol, vestidos con trajes blancos, botas negras y
sombreros de hongo y luego de terminado el partido entraban en acción, en un
verdadero estilo horrorshow.
Todo el problema armado alrededor de la película concluyo con su eliminación en
1972, y el recuerdo de la naranja mecánica permaneció en el letargo, hasta que
comenzó la era del video. Entonces la película reapareció en casetes piratas, y así
comenzó la copia de una copia de otra copia. Hasta el dia de hoy en el que poco
skinheads en el reino unido tengan una copia en su casa. No muchos tiene
versiones claras, pero algunas se ven chotas en algunas partes, y en general son
bastantes buenas. Eso es por lo menos lo que me dijeron. Sin embargo, la película
es fácil de conseguir en otros países (en Paris la proyectan todos los días), así
que el hecho que siga prohibida en el reino unido parece más que cargada. Cierto
número de cines la han pasado, incluso con nombre falso para evitar la acción
judicial. En 1986, 30 skinheads con sombrero de hongo hicieron una pelea durante
la proyección de la Fruta Mecánica, obligando al cine a cancelar el resto de las
proyecciones, que iban a durar una semana entera.
Aun así, La Naranja Mecánica sigue siendo una de la películas underground mas
populares, y ha influido a muchas otras bandas aparte de las skinheads. The
Violators, Blitz, The Clockwork Soldiers y otros han usado el tema de la película. El
single Teenage Warning de los Upstarts tenía una naranja con una llave en la
tapa. Los Last Resort y los Warriors grabaron Horrorshow, los Duarngo 95 de
california tomaron su nombre del auto manejado por los drugos y los Major
Accident de Darlington definitivamente adoptaron el estilo mecánico.
Sin embargo, por encima de todas las bandas mecánicas se encuentras The
Adicts. Se visten como lo personajes de la película, se maquillan y tocan versiones
punk de la música clásica que Alex adora. Incluso le pusieron por título Smart Alex
a uno de sus discos.
Espiritudel69
CAPITULO TRES
ANGELES DE CARA SUCIA
“¿Traicionado? Si, por supuesto que me siento traicionado, es como si todo
hubiera vuelto a ser como en el ’74 y ’75. Pero, honestamente, creo que ha
vuelto a empezar en el East End. El sentimiento está de vuelta una vez más”.
Micky Geggus, Cockney Rejects, 1979.
Cuando los punks iniciaron su cruzada para dar vuelta al mundo en 1976, la cosa
debió haber comenzado un sábado o domingo. Eso es una certeza, porque el
punk nunca fue una espontanea rebelión en la calles, como dirían la leyendas. Fue
más una escaramuza de fines de semana, cortesía de la moda y las escuelas de
arte. Todo eso a kilómetros de distancia de los chicos mocosos y harapientos,
demasiados ocupados jugando a la pelota en algún terreno baldío de los
suburbios como para enlistarse en la brigada punk.
El punk fue simplemente la mayor de todas las estafas del rock and roll. Es verdad
que bandas como los Sex Pistols y los Clash al menos le dieron una buena patada
en el culo a la estática industria musical, abriendo una alternativa más aireada que
el embolate pop comercial y el rock de los dinosaurios. Escandalizar a la opinión
pública tiene su merito, pero por Dios, no es para tanto! Media docena de
palabrotas durante una entrevista de Bill Grundy en el programa “Today” de la
London Weekend Television no constituye una ruptura de la ley y el orden.
Anda hasta el patio de cualquier primaria durante el recreo, que vas a escuchar
cosas mucho peores. Pero aquello fue suficiente como para llevar a los Sex
Pistols a la tapa de todos los diarios y colocar volando a ‘Anarchy in the UK’ en los
rankings británicos. Nada malo para una banda reclutada por una manager de
medio tiempo llamado Malcom McLaren, con el fin de llenar hasta las pelotas los
toques en las escuelas de arte y promocionar su local de ropas caras en el King’s
Road, llamada ‘Sex’.
No es ninguna sorpresa, por tanto, que el punk rápidamente se haya convertido en
una parte del orden establecido que este fingía desdeñar tan radicalmente.
Cuando se convirtió en moda de High Street a precios High Street, se torno al
mismo tiempo en patrimonio de los que podían comprar y no de los que los que l
sentían de corazón. Comprarse pantalones de estilo sadomasoquista a treinta
libras en el King’s Road difícilmente pueda ser catalogado como una patada en el
culo del sistema. Pagar cinco mangos por una bolsa de residuos rasgada,
tampoco. Yo mismo casi me convertí en punk, pero el parche con el símbolo de la
anarquía que encargue por correo nunca llego.
Para 1978 un mensaje estaba escrito en los muros: “PUNK IS DEAD” (el punk
esta muerto), en letras enormes. Ser punk consistía más en escupir en los toques
que rebelarse ante la sociedad. Ya ni siquiera se lo llamaba ‘punk’. ‘New wave’ era
la palabra que se había puesto de moda. El fanzine punk mas inspirador,
Sniffin’Glue fotocopiaba su ultimo numero. The Roxy cerraba sus puertas para
siempre. The Roundhouse celebro un Love-in (fiestas de amor y paz) a la moda
hippy. Y Johnny Rotten resumió todo cuando, en el toque de despedida de los
Ostols en Winterland, San Francisco, pregunto al público: “¿Alguna vez, tuvieron
la sensación de haber sido engañados?”. Incluso bandas como los Stranglers,
quienes nos dieran el himno punk No more Heroes (1977), abandonaron la
intimidad de los pequeños clubes para tocar en el Ally Pally y otros templos del
rock, donde podían concentrar a 6.000 idiotas adinerados.
Todo eso hubiera terminado si no hubiera
dejado afuera a miles de chicos. Un cheque
quincenal del subsidio por desempleo nunca
se convertiría en pasaporte para un mundo de
andrajos hechos por diseñadores de modas.
Pero eso no importaba, ya que un puñado de
bandas todavía tocaba punk rock por puro
sentimiento. Nada de andar vociferando ‘an-er-
ky’ y cantar en el acoplado de un camión
mientras Gran Bretaña se viene abajo, siempre
y cuando a la vuelta haya tele a color en el
hotel, y suficiente agua caliente como para
darse un buen baño.
Esto era punk autentico, honesto y refrescante,
venia directo del corazón de bandas de la
calle, como Sham 69, Cock Sparrer, Slaughter and The Dogs, Menace y
Skrewdriver.
Cock Sparrer quedara en la historia como la mejor banda callejera de todos los
tiempos. Y es casi criminal el hecho de que esta banda nunca haya tenido el gran
éxito que tanto merecía. Cualquiera que este leyendo esto y que jamás haya oído
clásico como Argry Bargy,working, England Belongs to Me, The sun Says, Riot
Squad y varios otros himnos callejeros, prácticamente no ha vivido.
Cock Sparrer había comenzado a tocar en el ’74, y originalmente se llamaban
Cock Sparrow. Ya eran punks antes de que dicho rotulo fuera inventado, y habían
estado haciendo toques un año entero antes incluso de que los Sex Pistols se
juntaran. Irónicamente, esto les jugo en contra, ya que ningún sello quería
contratarlos porque no eran ‘algo nuevo’. Finalmente, luego de telonear a bandas
como Motorhead o The Small Faces, consiguieron un contrato con Decca para
lanzar el single Runnin’ Riot.
Bandas como Cock Sparrer y Menace solían ocupar los últimos lugares en el
cartel y, normalmente, hubieran corrido la misma suerte que la mayoría de las
bandas teloneras: no hubieran llegado a nada, pero estos locos no eran fáciles de
ignorar. Te llegaban con la sutileza de un bate de beisbol en medio de la jeta. Y
para fines del ’77, Jimmy Pursey y compañía habían “llegado a la mayoría de
edad”, y llenaban clubes por derecho propio, tocando punk rock como debería
haber sido desde un primer momento. Música
callejera para chicos callejeros.
El advenimiento del punk callejero dio pie para el
regreso de la movida skinhead. Sin embargo, este
revival no era una copia idéntica, y en ciertos
momentos poco tenía en común con la clase del
’69, mas allá del nombre. En verdad, los nuevos
skinheads surgieron simplemente como punks con
la cabeza rapada, que llevaban el escándalo un
paso más allá, con el fin de diferenciarse del
desastre en que se había trasformado el punk de la
clase media.
Aun había skins que creían en las viejas formas,
pero para muchos, revivir el antiguo look y
parafernalia no era posible. Mucha agua había
corrido bajo el puente, y la nueva camada
reflejaba los cambios de la década en que Vivian.
En vez de raparse con la maquina en peine 3 ó 2,
se rapaban a cero, y hasta la cabeza afeitada se
convirtió en una norma. Todavía se usaban las
botas como antes, pero ahora totalmente
expuestas, con el pantalón arremangado hasta el
borde de la bota. Aun más, se volvieron populares
las botas de 14 a 22 agujeros, y en algunos casos
llegando hasta la rodilla. Para cuando terminaban
de abrochárselos, ya ni valdría la pena salir.
En vez del tradicional tatuaje en el brazo, los
tatuajes en la cara pasaron a ser parte del
movimiento. Está bien que los tatuajes son una
cuestión de gusto personal, pero muchos chicos
que s tatuaron cosas del tipo ‘MADE IN BRITAIN’
(hecho en gran Bretaña) más tarde se
arrepentirían. Lo peor fue que, como los tatuadores
profesionales no trabajaban en la cara, lo que se veían eran tatuajes improvisados
mal y puercamente por agujas caseras. La cosa solo empeoraba más si dejabas
que algún amigo borracho te tatuara con agujas comunes y tinta china Ouch!
Con el tatuaje no había segunda chance en el caso de errarte en la ortografía o en
el espaciado de las letras, sin hablar del diseño. La burrada quedaría
inmortalizada.
Andar con jeans desgarrados, una remera manchada de pegamento y algo tipo
BRITTISCH (como escribir HINGLEZ) en la frente, no era muy bueno que digamos
para el movimiento, solo servía para aumentar el aura de desconfianza que la
prensa amarilla se encargaba de diseminar con sus historias chocantes y
escabrosas. En verdad, algunos de los tipos que se decían skinheads precisaban
mejor tatuarse la dirección en medio de la jeta, en caso de que se olvidaran donde
vivían. Llámese como quiera: Punks rapados, boneheads, etc. El hecho es que
nada tenía que ver con el espíritu del 69, donde primaba el rigor en el vestir.
Los pocos skinheads legítimos que sobrevivieron a los áridos años del Glam, disco
y otras carnosidades del rock no querían saber nada de ser identificados con los
mal encarados punks rapados. El antiguo movimiento no había desaparecido del
todo, pero en una metrópoli como Londres cruzarse con un skin de verdad eran
tan difícil como ganarse la lotería. Si eso ocurría, seguro que se paraban y se iban
a charlar mientras tomaban un par de birras. Esa cortesía jamás fue extendida a
los skins influenciados por el punk. Si uno de ellos llegaba a caer en un pub de
skins tradicionales, lo rajaban al toque. Y a menudo, a patadas. Los skins
originales eran muy orgullosos del movimiento y no soportaban ver un pendejo
graniento convertido en skin asustando viejitas y pidiendo monedas a los
sorprendidos transeúntes.
Jimmy Pursey, letrista y vocalista de Sham 69, dijo una vez que si el sonido punk
hubiese existido en 1969, los skinheads los hubieran adorado, pero es más
probable que fuse caratulado de música para greaser o hippy. Si alguien con
chaqueta de cuero y con cresta pintara (en la ciudad balnearia de Margaret, por
ejemplo) durante un fin de semana largo, los skins seguramente lo hubieran
cagado a patadas para divertirse.
De la misma forma, nada hubiera causado más enojo a un legítimo Ted que un
punk sucio, vagabundeando zarrapastroso. Pero igualmente, eran ambos, el punk
y el teddy boy, clientes de McLaren, ya que este, en la época en que su negocio
se llamaba Let it Rock (Luego seria Sex), vendía ropa para Teds.
Durante el verano de 1977, cuando las batallas entre los Teds y punks eran casi
una atracción turística de todos los fines de semana regulares en el King’ Road,
los skinheads originales que creían en la vieja tradición, a menudo combatían
junto con los Teds, mientras que una nueva camada de skins se ponía del lado de
los punks.
Era una confrontación de orgullo y de tradición contra la falta de respeto por todo y
cualquier cosa. La pelea generalmente no pasaba de puteadas, corridas ya
algunos sopapos, pero los diarios sensacionalistas y hasta la prensa musical le
daban a los hechos proporciones de tercera guerra mundial.
Una de las bandas que probablemente hubiera deseado quedarse en casa aquel
verano fue un grupo punk de Blackpool llamado Skrewdriver. Era el primer viaje
que hacían a la gran capital, y mientras estaban cargando la camioneta después
de un toque en el Roxy, fueron atacados por una pandilla de Teds. El baterista
Grinton fue quien llevo la peor parte: perdió algunos dientes y le dieron 23 puntos
por un soporte de micrófono que le dieron en la boca. Al día siguiente, el furgón de
la banda fue robado con todos los equipos adentro, dejando a Ian Stuart y los
chicos con don monedas y sin vehículo para volver a casa. No es de extrañar que
hayan dedicado su segundo single, Anti-social, a los ted.
Mientras los meses pasaban y el punk caía más y más en la aceptación masiva, la
nueva generación de skinheads comenzó a apartarse del punk y trato de sostener
su propia identidad. Los viejos estilos, que nunca habían desaparecido por
completo volvieron con más fuerza, y los crombies, las Ben Sherman, los Sta-
press. Los brogues se mezclaban libremente con las botas y los jeans desteñidos.
Era el look del 69 con toques del 77. Y la mayoría empezó a sentir más orgullo por
su apariencia, prefiriendo la elegancia a la andrajosidad del punk. Incluso el
skinhead reggae fue redescubierto y tuvo cabida entre los DJs y las bandas.
Las bandas punks callejeras se convirtieron en el foco de atención de la nueva
generación de skinheads. A principios de 1978, ya se les habían unido los punks
desilusionados que empezaban a lucir el pelo rapado y botas, para manifestar su
rechazo del punk plástico y su simpatía a bandas como Sham. Aun así, los skins
solían ser una minoría en los conciertos, donde el público estaba conformado
principalmente por punks o herberts. Los herberts eran chicos de las esquinas que
escuchaban música pero que no se ajustaban ni a la imagen del punk ni del
skinhead. Solo en Londres y solamente en ciertos toques era donde los skinheads
predominaban ampliamente en cantidad, y solo ahí porque en ese lugar fue donde
el movimiento había recibido su más reciente soplo de vida.
Ninguna de las principales bandas callejeras era propiamente skinhead. Aquella
que es considerada la precursora del punk callejero, Cock Sparrer, acostumbraba
subir al escenario en botas, camisas abotonadas y pantalones sta-pree, pero no
se rapaban la cabeza. De manera similar Jimmy Pursey había sido skin antes de
fundar Sham 69, pero si la banda hubiera aparecido de golpe en un concierto
vestidos como skins, cualquiera se hubiera dado cuenta que era solo una pose.
De todos modos, Sham nunca fue una banda puramente skin. Ellos quería llegar a
los chicos comunes de cualquier parte, rapados o no. La única que, aun en la
década del 70, dejo de lado la moda punk y adopto el vestuario skin, tratando de
encajar con esa facción del público fueron los Skrewdriver.
Aclarado esto, fueron los skinheads que “adoptaron” a las bandas callejeras como
“suyas”. Sobre todo a los hijos predilectos de Hersham, los Sham 69. Intentar
restringir una banda como los Sham a las páginas de este libro, es como tratar de
que Jimmy Pursey se calle la boca. Las letras de las canciones como Borstal
Breakout e If the kids are united, pueden parecer simples en inocentes en teoría,
pero de todos modos no fueron hechas para presentarlas en un concurso de
poesía. Solamente cuando se las toca en vivo se puede sentir su verdadera
fuerza.
El orgullo y la pasión con los que Jimmy aullaba sus obras maestras de tres
minutos, y la manera en que cada palabra era coreada al unisonó por la multitud
era algo único. Ir a un concierto de Sham significaba ser parte de algo único, una
parte de Sham 69, una parte de la mejor banda callejera. Y si no puedes entender
el orgullo que siente un chico por tener SHAM ARMY pintado en la espalda de su
campera entonces lo lamento por ti. Porque prácticamente no has vivido. Por lo
menos no al nivel callejero. Nada resumió mejor a Sham 69 que el show de
apertura del culb punk vortex, en la Hanway Street de Londres, en octubre del 77,
Jimmy y sus chicos se subieron al techo a cantar canciones como George Davis is
innocent y What heve we got?, para deleite de los skins y punks en la calle y los
oficinistas que se asomaban por las ventanas de los edificios cercanos,
desafortunadamente el techo que los Sham decidieron ocupar no pertenecía al
Vortex Club y a sus verdaderos dueños y los ratis no les cayó muy bien la banda.
Al final el pobre Jimmy fue metido a la cárcel “por conducta violenta”. Pero eso no
comprometería la venta del single estrella de la banda, I don’t wanna, que había
sido lanzado por la Small Wonder ese mismo dia.
Sham (cuyo nombre origino en un grafiti en una pared que decía Hersham 69)
comenzó con los habituales ensayos, antes de tocar en su primer show en
noviembre de 1976 en las sesiones matinales de sábado de Walton. Siguió un año
de teloneo de bandas y mientras fueron construyendo una reputación, que le
valieron la reputación de ser los zarpados en los toques, gracias al desempeño del
líder Pursey. Las cosas empezaron a marchar en junio del año siguiente, cuendo
Jimmy purgaba de la banda a quienes no creían lo que estaban haciendo. La
nueva formación paso a contar con Dave Parsons en la guitarra, Mark Cain en la
batería e, pocos meses después, Dave Treganna en el bajo, sustituyendo a Albie
Slider, que se convertiría en el manager de la banda.
Jimmy hacía y deshacía simplemente porque él era Sham 69. Eso no desmerece
a los otros, pero ellos mismos eran los primeros en reconocer que no estaban
disputando ningún premio de mejor músico del año. La cuestión es que sin aquel
boconcito, ellos nunca hubieran sido Sham 69.
La boca de Jimmy no era apena su mayor cualidad, era también su mayor
problema. Cuando el abría, desahogaba su corazón. Para colmo de males, sus
declaraciones tenían tanto sentido como un discurso de borracho. Sin embargo,
no era su culpa. Jimmy no recibió una buena educación escolar, mucho menos
una graduación en filosofía, ya aun así todos parecían creer que el tenia las
respuestas para las cuales los políticos siempre tenían excusas.
Claro que Jimmy nunca fue de dejar algo sin respuesta, pero si realmente
respondía a la pregunta era de puta casualidad. Realmente era bastante divertido.
Cualquiera que le hiciera una pregunta, luego debía escuchar por cinco minutos
todas las estupideces de Jimmy decía. La ocasional pausa para pensar podría
haberlo ayudado, pero, una vez mas ¿para qué molestarse cuando tienes una
ametralladora en vez de boca? Pero cuando estaba en el escenario era otra
historia. El era autentico.
Una canción atrás de otra, hablando acerca de cómo era la vida de los de abajo, y
todas con aquel refrán el mejor estilo tribunero, que el “ejercito” entonaba al
unisonó, haciendo un coro de hinchada acompañando la furia de Jimmy. Tell us
the truth, Hurry up Harry, I don’t wanna, The cockney kids are innocent. Cada una
de ellas era un suceso, y eso era solo la punta del iceberg de Sham. Cuando él
gritaba “What have we got?” los angelitos con cara sucia de Jimmy no titubeaban.
“Fuck all” era la respuesta ensordecedora.
Más aun no había ninguna duda que era un buen tipo. Nadie podía acusarlo en
ese sentido, salvo decir que ponía demasiada confianza en algunos grupos de sus
seguidores skinheads. Él realmente creía que sham 69 podía cambiar las cosas.
No el mundo, nunca fue tan estúpido, pero si a todos esos que seguían a la
banda. Incluso si eso consistía solamente en una hora y media de espectáculo a la
semana, mientras el resto de la semana era un mundo de no futuro.
No existía nada de:”…nosotros las estrellas de rock, ustedes los estúpidos que
nos adoran…”. Los conciertos eran más bien como encuentros familiares cuando
el clan de los sham llegaba al pueblo. Todos cantaban juntos, y generalmente el
grueso del público terminaba arriba del escenario, mezclado con la banda. Hasta
el camerino adoptaba la política de puertas abiertas en todo momento, y toda la
comida y la cerveza traídas para la banda se evaporaban instantáneamente. A
veces Jimmy se quedaba ahí, horas sentado después de un show, chamuyando y
atendiendo a los fans.
Nunca hubo una banda de la talla de sham que estuviera en pie de igualdad con
sus seguidores como estos adorables degenerados de Hersham y aun así todo
salió al carajo.
La invasión del escenario escapaba al control, y los organizadores tuvieron que
colocar vallas metálicas. Lo cual no hizo gran diferencia. La gente pagaba un buen
dinero para verlos y durante todo el concierto lo único que veían era algún gordo
estúpido colgado de cuerpo alto y delgado de Jimmy demostrando que se sabía
las canciones. Ahí empezó la pelea en los conciertos, principalmente el Londres y
sus alrededores: los conciertos de Kingston, London School of Economics,
Middlesex Poly y otros locales, fueron suspendidos con pasmosa regularidad. Y en
el Reading Festival de agosto de 1978, Jimmy abandono el escenario llorando,
mientras los fans transformaran el evento en una pelea de grandes proporciones.
Jimmy hizo todo lo posible para parar todas las peleas, pero los conciertos se
habían convertido en otro campo de batalla donde la sangre podía ser derramada
en el nombre de tu ciudad, tu pueblo, equipo de futbol, tu ideología política o lo
que fuera. Los chicos iban solamente a los conciertos con la única intención de
pelear, así fueran los UK Subs, en London Uni, las Poison Girls en Stratford o la
Dury en Oxford, la cosa no era solamente en los conciertos de Sham.
Cuando Cock Sparrer toco su ultimo concierto (salvo las “recaídas” y
“resurrecciones”) en el Fullham Greyhound, unos imbéciles prendieron fuego al
empapelado de la pared antes de que la banda entrara. Y, cuando esta salió del
pub, el escenario estaba siendo demolido y la furgoneta tenia los neumáticos
agujereados a navajazos. Menace y otras bandas callejeras tuvieron los mismos
problemas durante sus conciertos, y la cosa se extendió a otras bandas que nada
tenían que ver con la escena punk. Era el triste reflejo de la época, que dejaba a
los verdaderos fans demasiado inseguros de si valía la pena ir a ver su banda
favorita en vivo.
A la hora de acusar, casi todos los dedos apuntaban en dirección al skinhead, no
sin razón. Y tratándose de violencia en los conciertos de punks, eran simplemente
los skins los que comenzaban la pelea, y, o se metían en la pelea muy a menudo.
Eso no quiere decir que todos los skins estuvieran interesados en destruir lo que
después de todo era la música que querían escuchar, pero con un solo estúpido
bastaba para pudrirla. Había una bola de seudo skins dispuestos a romperte la
nariz si tu cara, parche o corte de pelo no era el correcto. Coger a palo a los punks
en los conciertos se convirtió en uno de los pasatiempos favoritos, así como coger
a palo a los mods, y la idea de Jimmy de ver a los chicos unidos nunca prendió.
Quien ve algún registro fotográfico o filmado de algún concierto de Sham puede
hasta sorprenderse con la cantidad de cabello que aparece. Mientras tanto, la
fama que le quedo fue de ser una banda skinhead, y la escala de violencia en los
conciertos se incremento. Una vez que los diarios hicieron lo suyo para vincular a
los Sham con los skins, y a los skins con las peleas. Todos los idiotas empezaron
a comprar entradas cada vez que Sham tocaba en la ciudad o en el pueblo.
Algunas personas solo iban a los conciertos con la esperanza de ver pelea, y se
volvían decepcionados a sus casas si no había pelea.
La parte más grande del problema pudo haber sido evitado con un mínimo de
sentido común. Como en la escuela de economía, donde el perjuicio fue de 8.000
libras en daños materiales, o por lo menos eso fue lo que declaro la compañía de
seguros. Pasa que no había ninguna seguridad, excepto media docena de
estudiantes voluntarios, inseguros y nerviosos.
En vez de vasos de plástico, usaron vasos de vidrio. Lo mismo con el local que
estaba repleto, Jimmy tenía la política de dejar entrar hasta el último grupo que
quedara afuera. La eventual presencia de las cámaras de la BBC no contribuía en
nada para organizar algún tipo de desorden, ni tampoco el hoy desactivado
contingente del SGP (Special Patrol Group, un escuadros policial de elite) que solo
mantendría el orden de la única manera que sabían, a los palazos.
La gota que rebosó el vaso no fue tanto la violencia en sí. Alguna que otra pelea
aislada podría haber sido contenido, pero la violencia organizada en el nombre de
la política era otra cuestión. Gran parte de los skinheads que seguían a sham y a
las otras bandas punks callejeras apoyaba al National Front y al British
Movement, dos organizaciones de extrema derecha cuya militancia había crecido
bastante en aquella época. Muchos skins veian las dos cosas como actividades
como paralelas y compatibles, pero sham se vio obligado a denunciarlos y a
excluirlos de los shows.
Al principio Jimmy Pursey vacilaba en tomar cualquier actitud más allá de aquellas
de aquellas que ya había tomado contra la violencia. En fin, todo el mundo sabía
que los sham 69 no querían saber nada con la política del NF o el BM, y que la
banda no hacía nada para alentarlos en los conciertos y hacían lo mismo que
muchos para desinflarlos. Al mismo tiempo, Jimmy no quería darle la espalda a
ninguno de sus seguidores, echándolos de los conciertos. Él prefería dialogar
arriba y abajo del escenario, apostando a que los agitadores se calmarían o
cambiarían de idea. Si esta era o no la mejor manera de lidiar con la cuestión, es
un punto a discutir. En todo casi Jimmy no usaba los clichés de la izquierda, onda
sermón. Una cosa es sermonear para un público como aquel que usaba el
emblema del RAT (Rock Against Racism) es correcto, pero no se ganan mentes o
corazones de todos modos.
Pero de todos modos no era suficiente para ellos. La prensa musical, los grupos
de presión de la izquierda, y otros sabelotodo querían ver a Sham 69 participando
de los conciertos de RAR junto con otras bandas punks callejeras. Y aquellas que
no siguiera la línea, ya podían despedirse de cualquier promoción de shows,
cualquier cosa. Te hacia preguntar quienes eran los verdaderos fascistas. Pero
Jimmy cedió, y la banda toco en un show a beneficio para RAR, junto con el grupo
de reggae Misty. Fue en el Central London Polytechnic, en febrero de 1978. En
abril, Jimmy participo del carnaval de la Anti-Nazi League en Hackney, junto a los
Clash, pero para fin de año, Sham tuvo que alejarse de esa clase de eventos, ya
que su presencia podría traer peleas. De todos modos, sham estaba mejor asi.
Después de todo estaban siendo usados por la izquierda en vez de la derecha y
ellos terminaban siendo los únicos perdedores. Una vez que el nombre de sham
quedo asociado con la RAR, la militancia derechista recrudeció la violencia en los
shows, particularmente en el área de Londres, donde el apoyo al NF y al British
Movement era más fuerte. Los skins quedaron en el centro de la tormenta, usados
como títeres de las batallas políticas cuyo dominio deberían haber tenido lugar en
los comicios electorales, y no en los conciertos. En realidad, también había fans
auténticos de sham que también apoyaban al BM, y que se sentían realmente
traicionados por Pursey y así comenzó el ocaso de Sham.
Los promotores de eventos no querían saber nada con la banda, por miedo a
disturbios, y pese a que el publico de la banda rebalsaba los pocos lugares en los
que a sham les era permitido tocar, y las presentaciones de la banda en Top of the
Pops, los días de sham estaban contados. En su intento por frenar los disturbios
Jimmy se dio la cabeza contra la pared una cuantas veces. La banda no podía
tocar en el Reino Unido debido a los incidentes, y Jimmy no quería tocar en el
extranjero, así que la decisión fue colgar las botas.
Se había anunciado que sham haría un concierto de despedida en el Apollo, en
Glasgow, pero aun antes de la fecha anunciada, ya se hablaba de otro concierto
en Finlandia, seguido por otro en Londres. El Sham Army de Glasgow hizo sentir
orgullosos a Sham 69 ya que los skins, punks y herberts dejaron sus diferencias a
un lado por un día para mostrar que si realmente se esforzaban, los chicos podían
estar unidos. A los sham se les unieron en el escenario Jones y Cook, para hacer
aun más fuerte el rumor de que se venía una súper banda, constituida por
integrantes de Sham y los Pistols: Sham Pistols.
Durante el concierto que sham ofreció en Londres, en el Rainbow Theatre, las dos
bandas soporte, Little Roosters y The Low Numbers, la habían pasado bastante
mal, pero la peor parte estaba reservada para Sham 69.
Lo que tendría que haber sido la hora y media más gloriosa en la vida de sham
había empezado bastante bien, incluso, irónicamente, la banda sonaba mejor que
nunca. Abrieron show con What have you got? Y para el cuarto tema, la cosa
comenzó a pudrirse. Un skinhead intento subir al escenario y fue frenado por la
seguridad. Siguió un tumulto, y, para calmar los ánimos, Jimmy dejo a un skin
unirse con la banda. Este gesto fue interpretado por todos los skinheads como una
invitación para subir al escenario, por lo tanto, tuvieron que bajar el telon y Sham
dejo el escenario.
El caos reino en los 20 minutos siguientes, mientas más de 200 skinheads,
avanzaron en medio de la multitud, abriéndose camino como un convoy de
tanques, al mismo tiempo que, arriba de escenario, otros realizaban el saludo nazi
“sieg heil”.
Cuando el orden fue parcialmente establecido, sham volvió y dio continuidad al
repertorio, pero luego el show fue interrumpido por los aguafiestas, que realizaron
varios intentos por copar el escenario. Cuando lo lograron, Jimmy se broto.
Haciendo volar de una patada un tambor de la batería y gritando por el
micrófono:”yo los quise la concha de su madre, yo hice todo por ustedes y lo único
que ustedes querían era pelear”. Durante este ultimo concierto de sham el
“general Jimmy” recibió una puñalada por la espalda de parte de aquellos que se
hacían llamar seguidores de la banda. Quiso darle una oportunidad más a Londres
y se cagaron en el, destruyendo lo mejor que habían tenido. Tampoco parecía
molestarles. Al día siguiente, alrededor de un centenar de skinheads hicieron
tropel en un concierto donde tocaban The Rust y Misty, en una campaña de
recitales ofrecidos por el socialismo (Young Socialist Jobs fot Youth).
Y ahí empezó el chismerío mediático, hablar de sham vendía. Se decían todo tipo
de idioteces:”Jimmy Pursey es de clase media. Jimmy Pursey se compro una
mansión con piscina por 130 mil libras. Jimmy Pursey no se había criado en el
complejo habitacional del East End.” Y ¿qué? Nadie debe ser despreciado por
algo tan azaroso como su origen, y de todos modos, Jimmy vivió en una casa
rodante hasta que sus padres pudieron ahorrar para tener una casa propia. Y no
hay nada de malo en ello. ¿Quien dice que la clase obrera tiene que estar
confinada a los complejos habitacionales y la cola para cobrar el subsidio de
desempleo? Somos demasiado orgullosos para eso, y ya es hora de que algunos
de nosotros nos levantemos y nos demos cuenta. En cuanto a la plata que la
bancada pudiera haber hecho, para ellos. Por cierto que la tiene ben ganada.
Jimmy también puso un montón de su dinero para ayudar a otras bandas a
iniciarse en el negocio de la música, y por lo menos dos iban a retomar el camino
allí donde sham lo abandono: con ustedes, los Angelic Upstarts y los Cockney
Rejects. No había ninguna duda en cuanto al derecho de estas bandas de tomar el
dinero de sham.
Los Angelic Upstarts eran de las comunidades astilleras de Tyneside y los Rejects
eran los auntenticos Eastenders. Ambas bandas tocaban punk rock crudo, ambas
terminaron aglutinando a una buena cantidad de skinheads y ambas atraían más
disturbio del que merecían.
Los Angelic Upstarts se formaron el 1977, pero perdieron la mitad de la formación
original, luego que se armara tropel en su primer concierto en Jarrow. Su simple
debut, Murder of Little Towers, lanzado inicialmente en Dead Records, Luego por
Small Wonder atraves de Trough Trade, trajo problemas desde los sectores
sociales menos esperados. Towers era un entrenador de boxeo de la zona, que
murió a manos de la policía, y esta era la manera en que la banda dirigió la
atención del público hacia su muerte. Obviamente, esto no le cayó bien a la policía
local, así como tampoco les cayó en gracia el hecho de que los Upstarts, mientras
cantaban el tema en vivo, destrozaban a palazos la cabeza de un cerdo.
La policía empezó a aparecer en cada concierto de los Upstarts, esperando que
Mensi y los otros chicos se pasaran de la raya. Pese a que la policía afirmaba lo
contrario, a los Upstarts finalmente se les prohibió tocar en el noreste, su lugar
natal, y ningún promotor quería tener pelea con la ley y el orden. Y eso también
incluía shows a beneficio.
Jimmy Pursey apadrinó a los Upstarts y los hizo ingresar al sello Wedge que
habría de ser subsidiado por Polydor. Sin embargo, antes de que fuera lanzado el
primer vinilo, Polydor echó a los Upstarts a patadas, y el incidente terminó con uno
de ls guardias de seguridad de la compañía discográfica con la boca rota de una
trompada.
Pursey estaba enojadísimo con Polydor, y en señal de protesta, hizo pedazos el
disco de plata que estos le habían dado a Sham por su segundo disco That’s life.
No hay mal que por bien no venga, o por lo menos eso dice el refrán, y la banda
de Mensi pronto firmo con otro grande, la Warner Brothers.
Una vez más la política iba a causarle dolores de cabeza a la banda. Pese a que
siempre habían sido una banda punk, los Upstarts eran considerados una banda
de skinheads y eso llevo a las viejas acusaciones de alentar la actividad de la
extrema derecha en los conciertos. Incluso los Upstarts fueron acusados de ser
fascistas en una ocasión, debido a canciones como Spandau e England en sus
shows, cuando en verdad eran unos buenos y viejos socialistas callejeros que
estaban orgullosos de su país.
Al igual que los Sham, no tenían manera de evitar que los miembros del NF o el
BM fueran a sus conciertos y de todos modos, en un principio tampoco querían
hacerlo. La banda estaba interesada en hablar con ellos y tratar de entenderlos, ya
que creían que era más peligroso ignorarlos y dejar que se alienen. Pero una vez
más, eso parecía no ser suficiente. La izquierda quería que eligieran entre la
izquierda o la derecha, cuendo en verdad estaban interesados en la diferencia
entre el bien y el mal. Tocaron en alguno que otro concierto de RAR, incluso en
uno para el CND (Capaingn for Nuclear Disarmament) durante su gira por Escocia,
pero en ese momento la política no era la mayor fuerza que los impulsaba. En el
concierto del CND le pidieron a Mensi que dijera unas palabras apoyando la
campaña. “Hagan el amor no la guerra. Chicas hagan la fila después del show”,
fue su gran discurso antes de continuar con el tema siguiente.
En junio del ’79, 50 militantes del NF atacaron a la banda en el concierto de
Wolverhampton, y el entonces manager de la banda, Keith Bell tuvo que recibir
seis puntos por un corte que le hicieron con un vaso. No eran skinheads los que
armaron la pelea, sino tipos comunes y corrientes, pero este fue el inicio de una
campaña sostenida para pudrir sus conciertos porque a la extrema derecha
empezó a considerarlos comunistas. Si en verdad lo hubieran sido, no creo que la
banda haya estado pidiendo armas para los rebeldes afganos (cuando Afganistán
estaba peleando contra la ocupación soviética) o hayan apoyado el movimiento
polaco Solidaridad (El sindicato de Lech Walesa), pero poca gente se detenía a
pensar en estas cosas. Si no eres una nazi, entonces eres un zurdo, y si no eres
un zurdo entonces eres un nazi. Una estupidez simplista que le da razón de ser a
las dos facciones.
Un programa de tele trato de vincular a los Rejects con el BM en cierta ocasión,
pero su historia de disturbios poco tenía que ver con la política. Alabados como la
banda en la que se tendrían que haber convertido los Sham, los Cockney Rejects
la pela personificada.
Los dos hermano Geggus, que habían iniciado la banda eran boxeadores
amateurs bastante buenos, y el mayor, Mickey había lucido los colores de
Inglaterra en el ring. A ellos se les unió Vince Riordan que había sido seguridad y
plomo de Sham antes de agarrar el bajo en nombre de los Dead Flowers. Los tres
contribuyeron a la imagen dura que pronto atrajo a los viejos fanáticos de Sham y
Menace. En el mayo del 79 Mick y su hermano Geoff ue pronto seria reconocido
universalmente como Stinky Turner, se cruzaron en un pub con un joven redactor
de la revista musical Sounds, Garry Bushell, y le dieron su casete. Se quedo tan
sorprendido que los puso en contacto con Jimmy Pursey, quien luego accedería a
producir su primer demo. Un demo que luego de pulir algunas cosas, salió en
vinilo en agosto, como el EP Flares and Stippers en sello Smal Wonder.
Si se armaba pelea en algún concierto, la banda y sus seguidores más cercanos
se encargaban de calmar los ánimos. Como esa vez en que tocaron como soporte
de los Upstarts en el Electric Ballroom. Esto les gano un gran respeto pero los
Rejects lo llevaron a un paso más adelante. Todo ellos eran barras bravas del
West Ham, y se encargaban de que nadie tuviera dudas de cuál era su equipo
favorito. En los escenarios ponían Union Jacks con pintadas del West Ham, y
muchos de sus discos incorporaban en sus cubiertas los colores purpura y azul.
Incluso lanzaron su propia versión de I’m for ever blowing bubbles para celebrar la
clasificación del West Ham en la final de la copa, seguida de We are the firm y
War on the terraces. Y todo esto ocurrió cuando la violencia en los conciertos
relacionada con el futbol ya se les estaba escapando de las manos.
Un mes después del lanzamiento de Bubbles, un recital de los Rejects en el Cedar
Club de Birmingham termino en una pelea que casi acaba con la banda. Más de
200 skinheads aparecieron para cobrarse la revancha de un incidente ocurrido en
un concierto previo. Durante el segundo tema, empezaron a tirar vasos de
plástico, y antes de que Stinky pudiera plantarse ante los agresores, la banda
empezó a ser bombardeada con vasos de vidrio, ceniceros y otros enseres. La
banda y alrededor de una docena de seguidores terminaron trenzándose con los
skins de Birmingham en la pista de baile. Mickey termino en el hospital con nueve
puntos, pero eso no fue lo peor. La furgoneta de la banda había sido destruida, y
se habían robado cerca 2.000 libras en equipos, la mayoría de los cuales no
estaban asegurados.
La banda soporte de aquella noche había sido Kidz Next Door, liderada por
Robbie, el hermano de Jimmy Pursey. En la banda también estaba Grant Fleming
en bajo, que fue la estrella de Grant’s Story, el documental acerca de Sham hecho
por Arena-BBC. Grant era un veterano de las peleas de Hendon y el Rainbow con
Sham, y Hatfield con Madness, pero el tropel del Cedar Club los superaba a todos.
Al día siguiente, todo el mundo se preparaba para el próximo concierto en
Huddersfield, salvo Grant y Micky que se quedaron para ver si podían encontrar el
equipo robado. Ambos terminaron metidos en más problemas, y fueron llevados a
la cárcel. La acusación contra Micky había sido el uso de una barra de hierro en
una pelea callejera que le mismo había comenzado. Luego de nueve meses, la
sentencia fue de seis meses de suspensión para Mick, y una multa de 500 libras,
mientras que Grant debió cumplir 150 horas de servicio comunitario y pagar 200
libras de multa. Si Micky hubiera ido a parar a la cárcel, la banda hubiera tirado la
toalla. Al final siguieron su carrera, pero no les resulto fácil sacarse de encima la
fama de violentos. La gira de otoño de 1980 tuvo que ser cancelada debido a los
serios incidentes en las primeras presentaciones, especialmente en el concierto de
Liverpool. Para ese entonces les era imposible tocar fuera de Londres sin que
alguien quisiera cogerlos a palo, pero no pudieron culpar a nadie más que a ellos
mismos.
Los Rejects aprovecharon el momento para cambiar musicalmente y empezaron a
acercarse más al heavy metal. Su hora ya había pasado, y ya era el turno de toda
una nueva camada de bandas punks callejeras para abrir el camino. Pero eso es
otra historia para otro capítulo.
“Sé que no voy a cambiar el mundo, si creyera eso sería un imbécil. Todo lo
que puedo hacer es subirme al escenario, cantar y hacer que la gente lo
disfrute mientras lo escucha. No soy un político, no soy un líder, todo lo que
soy en un tipo que se sube al escenario y canta rock ‘n’ roll” Jimmy Pursey,
Sham 69.
Espiritudel69
CAPITULO CUATRO
SENTIMIENTO
CALLEJERO
“Todo el mundo critica a los skinheads pero nunca mencionan su lado
bueno. En Dingwalls por ejemplo los skins se la pasan evitando peleas”
Chas Smash, Madness
Ser el telonero en la gira de una banda de renombre suele ser un punto de partida
para grandes cosas. A menos que por supuesto, te hundas como una roca, como
sucedió con la banda Conventry, The Specials AKA, que fueron de gira con los
Clash durante su gira “On parole” (bajo palabra) de 1978. Ese fue un caso de brillo
momentáneo, sin consecuencias financieras. La banda tuvo que volver a empezar
de cero.
Los intentos de la banda de consumar un matrimonio entre el punk y el reggae
simplemente no resulto. En un momento les pedían al publico que bailaran, al rato
que hicieran pogo y el resultado fue que la gente
termino sin hacer ninguna de las dos cosas.
En las buenas noches, aquellos que llegaban
temprano simplemente se acomodaban en el bar y
esperaban la llegada de The Clash. En las noches
malas le daban la acostumbrada bienvenida
reservada a las bandas soporte en cualquier lugar del
mundo: una andanada de insultos y vasos vacios.
Cuando la gira termino, The Specials volvieron
Conventry con el rabo entre las piernas. La banda paso un frio y amargo invierno
en un cuartucho en el fondo de un bar tratando de corregir las cosas. El líder de
los Specials AKA, era el tecladista Jerry Dammers. Sin los dientes de adelante y
con una sonrisa de opa parecía un tipo sin muchas luces, pero en realidad era
todo lo contrario. En realidad no tenía nada de estúpido, y pese a su cara de Mr
Magoo era un pillo y se la pasaba laburando.
Se las había arreglado para mantener la banda unida los dos años anteriores.
Horace Panter había estado en la escuela de arte con Dammers y tocaba el bajo
en una banda de soul llamada Breakers. Como si fuera poco podía manejar una
camioneta. Lyl Val Golding había tocado la guitarra en una banda llamada
Pharaoh’s Kingdom la cual contaba con dos futuros Selecters en sus filas. Terry
Hall había sido vocalista principal y principal escupidor en la banda local Punk
Squad, y Roddye “radiación” Byers tocaba la guitarra y cantaba en los wild Boys.
Los dos miembros faltantes eran el baterista John Bradbury, que fue tomado
prestado de una banda para una sesión de grabación (de la que nunca fue
devuelto), y Neville Staples que había estado en la gira con The Specials AKA
como plomo y termino liderando la banda con Terry.
Las ofertas pudieron no haber sido abundantes después de la gira On Parole, pero
los Specials habían aprendido un par de trucos trabajando con Barnie Rhodes,
que era el manager de The Clash en ese momento. Lo primero fue la necesidad
de purificar su sonido lo cual no era nada de otro mundo. Fue idea de Dammers
dejar a un lado el reggae a favor del Early Jamaican Ska, con la esperanza de
darle a la banda una mayor definición en cuanto a su
identidad. Dicho así el cambio no parece tan brusco, pero
en la práctica era una gran diferencia. El resultado fue un
ritmo ska contagioso con la fuerza del punk, un sonido que
iba a dejar boquiabierta la nación en los meses siguientes.
Lo segundo no fue vender a la banda como solo música
sino como un paquete completo. Y eso significo sonar bien
y verse bien. 1979 resulto ser el año de las movidas
juveniles. Y no solo una movida particular. Si en ese
momento hubieses entrado a cualquier aula de secundaria,
te hubieras encontrado con un variado surtido de botas,
parcas, alfileres de ganchos, jopos rockabillies y parches
de motorhead.
amoso logo Two Tone.
Los Specials estaban tocando ska inyectado con punk, y la
elección obvia fue adoptar el look de los Rudeboys
jamaiquinos de los 60s, salpicado con algunas cositas de
los días en que Jerry había sido mini mod y suedehead
(Post-Skinhead): sombreros pork pie, trajes de casimir,
camisas abotonadas, medias blancas y zapatos negros.
Toda esta combinación de accesorios se transformo en el
último grito de la moda, y sirvieron para acrecterizar al
famoso Walt Jabsco, el f
El resto de la banda hubiera estado más que feliz con solo tener un poco de
reconocimiento por todos los años pasados en el anonimato en la escena musical
de las Midlands, pero Dammers quería mucho mas, él quería que la banda fuera
exitosa pero no solo por la fama y la fortuna. Estos eran unos de los últimos de los
ítems en su lista de prioridades. Lo que realmente quería era crear una banda de
la talla de The Who, The Small faces, Slade y los Pistols, una banda que hiciera la
punta. Que tuviera algo special, mucho mas allá de aparecer en los rankings y en
las presentaciones en Top of the Pops.
La visión de Dammers comprendía la creación de un nuevo movimiento basado,
en un sello discográfico, tal como Stax y Tamia habían hecho en los 60s con el
soul. El lanzamiento del single debut de la banda, Gangsters, en marzo del 79 fue
el nacimiento de dicho sello. Su nombre era Two Tone y durante los dos años
siguientes un icono para la crema de las bandas de ska británicas y sus
seguidores.
Los Specials no habían podido elegir mejor momento para flamear la bandera a
cuadros en el campo de la Two Tone. Los primeros en acercarse al sonido del ska
fueron los mods a mediados de los 60s, los skinheads originales también
entendían algo acerca del viejo blue beat. El hecho de que ambos estuvieran
disfrutando un revival masivo en cuanto a número a fines de los 70s prácticamente
garantizo el éxito de los Specials, y de otras bandas que pronto serian asociadas
con el sonido del 2 Tone.
Sham y sus colegas podrán haberle dado un soplo de vida al movimiento
skinhead, pero fue 2 Tone quien le brindo un estilo más autentico para bailar. En
realidad, los Specials consiguieron muchos adeptos skinheads al tocar con bandas
punks, ganándose el corazón de los pelados presentes con su mágico estilo ska.
Una de las primeras grandes fechas de la banda en Londres fue en The Lyceum,
en abril de 1979, cuando fueron los teloneros de Damned y UK Subs. Los Subs
tenían una cantidad considerable de fans skinheads, quienes enseguida se
encariñaron con los Specials. Esos mismos skinheads se volvieron habitúes en los
conciertos de Specials a partir de entonces y a medida que se fueron corriendo la
bola hubo tantos pares de botas siguiendo la banda como compañías
discográficas desesperadas por hacerlos firmar contrato.
Pese a que los Specials no lo sabían en ese momento, no era la única banda
tocando en el nombre del ska y el reggae. En Birmingham, bandas como The Beat
y UB 40 andaban por el mismo camino y Londres también tenía un par de bandas
con la misma onda como Madness y Bad Manners. Todas estas eran bandas
conocidas a nivel local, haciéndose. Una vez que los Specials hicieron la punta,
solo fue cuestión de tiempo para que otros irrumpieran en la industria musical para
poner otra vez de moda la música para bailar.
Un par de meses después de que Gansters fuera lanzado, los Specials ya no
estaban confinados a telonear conciertos punks. Habían creado el suceso más
grande desde que Johnny Rotten hubo abierto su boca en nombre de los Sex
Pistols. Reventaban los lugares en que se presentaban por derecho propio. Para
fines de julio, en una noche de 2 Tone en el Camden Town’s Electric Ballroom se
presentaron los Specials, Madness y otra banda de Coventry. The Selecter. Colas
de skinheads, mods y punks afuera del local amenazaban con cortar la avenida
principal Camden, y era obvio para cualquier fulano que esto iba a ser el principio
de de una gran movida.
Madness jugaba de local aquella noche y estaban en carrera para ser una de las
bandas ska con la mayor cantidad de seguidores skinheads. Muchos de estos fans
eran unos falsos, que serian solo skins mientras durara la moda, pero sin
embargo, estos fueron el punta pie para que aparecieran skin verdaderos. Un skin,
Chas “Smash” Smythe, incluso término siendo miembro de la banda. Ya había
sido echado a patadas de una formación anterior, por su forma poco convincente
de tocar el bajo, pero finalmente se ubico en un lugar permanente gracias a su rol
como maestro de ceremonia en conciertos y su talento como dancer.
En realidad la banda sostuvo una ardua lucha para mantener una formación
estable desde que se formaron en el 77 como los North London Invaders, su
cantante, Graham “Suggs” McPherson fue expulsado en un momento por ir a ver a
su amado equipo Chelsea. Cuando en realidad había que haber estado en los
ensayos, y Lee Thompson tampoco era uno de los saxofonistas más confiables.
Con la incorporación de Mike Barsons en teclados, Chrissy Boy Foreman en
guitarra, Mark Bedford en el bajo y Dan Woodgate en batería, Los Invaders
comenzaron en 1979 con el nombre de Madness, y a partir de entonces así
siguieron. Puro Madness (Pura Locura).
Quiso el destino que Suggs se cruzara con los Specials una noche en el Hope &
Anchor, y pudieran hablar con Jerry Dammers. Poco tiempo después las dps
bandas compartían cartel con el “Nashville” como escenario.
Al tiempo Madness ya eran reconocidos como una banda skinhead y sus
conciertos estaban repletos de skins sacados, que se zarandeaban de un lado a
otro con su súper sonido.
Sus colegas londinenses Bad Manners tenían en sus filas a alguien muy especial,
quería ser muy popular entre los seguidores skinheads, y particularmente entre los
gordos.
Su nombre era Dough Trendle, pese a que todo el mundo lo conocía como Buster
Bloodvessel. Su marca registrada, además de la anécdota de la vez en que se
comio 30 Big Macs de un saque y de su lengua de 30 pulgadas, era su cabeza
totalmente calva.
Era inconfundible arriba y abajo del escenario, gracias a su coco pelado y su
cuerpo de tanqueta.
200 kilos de puro skinhead.
Mientras andaba a los saltos en botas y vaqueros, sudando a mares y cantando
cerca de skinheads, gordos y escabio, estaba rodeado por músicos que parecían
refugiados salidos de un comedor del ejército de salvación. Una manada de
ampones, que si los hubieras tenido que conocer, lo hubieras hecho a punta de
pistola. Y no es que Buster se vistiera mejor tampoco. El día en que Dios se puso
a repartir remeras rayadas, sucias y con grandes agujeros. El gordo debe de
haber sido el único en la cola.
A diferencia de Madness, que lanzaron su single debut The Prince por 2 Tone, los
Bad Manners decidieron seguir haciendo la suya y terminaron firmando con
Magnet. Eso no les impidió abrirse camino en los rankings con temas como Lip Up
Fatty y Special Brew o aparecer mas tarde en la decepcionante película de la 2
Tone Dance Craze.
Los skins se re coparon con el nuevo sonido del ska. Mas que descubrir nuevas
bandas era como darles la bienvenida al hogar a algunos amigos largo tiempo
perdidos, particularmente para aquellos lo suficientemente grandes de edad como
para recordar la época dorada del skinhead reggae.
Aun así, tocar para un público conformado mayormente por skins como a menudo
ocurría en Londres todavía resultaba intimidante para algunas bandas. Los chicos
de Brummy, The Beat, que lanzaron Tears of a clown por 2 Tone, quedaron
completamente desconcertados cuando en un concierto se encontraron cara a
cara con un mar de cabezas rapadas. Pero muy pronto se acostumbraron, ya que
la cabeza rapada era uno de los cortes de pelo más populares de la época, casi
tanto como en 1970.
Eso era así porque el éxito de los Specials, Madness, y otras bandas ska no
estaba solamente fundado en desertores del Sham Army. También atrajeron a una
nueva generación de skins. Muchos de los cuales no estaban interesados en lo
mas mínimo en la música punk. Preferían dedicar toda su energía a los entonces
populares sonidos del ska, y el skinhead reggae, siendo este ultimo rápidamente
revivido en clubes y conciertos.
Un montón de chicos empezaron a llamarse a sí mismos Rude Boys y Rude Girls.
En esta época eran mayormente chicos blancos cuyo amor por la música iba un
poco más allá de las bandas relacionadas con la 2 Tone. El atuendo consistía
básicamente en prendas blancas y negras y para fines del verano, las calles
estaban llenas de miles de mini Walt Jabscos (logo de 2 Tone).
De todos modos los nombres no significaban gran cosa. A menudo la única
diferencia entre un skin, un rude boy y un mod eran los colores de sus pines. Si
veías a un tipo andando por la calle con la cabeza rapada, harrington, jeans y
mocasines, fácilmente podría haber afirmado pertenecer a cualquiera de los
grupos antes mencionados. Y para hacerlo un poco más confuso, un montón de
skins, mods y rudies paraban juntos.
La velocidad con que el ska cubrió al reino unido con una manta a cuadros bancos
y negros no fue menos que asombrosa. Para cuando el tour de 2 Tone (que
comprendía 50 fechas) comenzó en Brighton, cuna del reggae y del soul 10 años
atrás, no menos de tres bandas de la 2 Tone ya figuraban en los rankings. Y antes
de que el tour terminara, Specials, Selecter y Madness habían aparecido todos en
una misma edición de Top of the Pops.
Aun así, la vida no era color de rosa en las giras, con la violencia de los skins
amenazando una vez más con arruinar la fiesta. Como ya lo dije, toda clase de
conciertos se iban al carajo en ese momento, pero aun así no era fácil de aceptar
para las bandas. Era la misma historia con peleas que empezaban por cuestiones
de futbol, política o pertenencia a alguna movida. Algunas cosas nunca cambian, y
todavía había gente que iba a los conciertos con la esperanza de que se
pudrieran.
Un leve codazo en la barra era a menudo más que suficiente para desencadenar
un tropel de grandes proporciones. Hubo manifestaciones aisladas de violencia a
lo largo del 2 Tone tour pero ninguno fue tan zarpado como aquel en el Hatfield.
Mientras tocaban los Selecters, una banda de treinta chicos se abrió camino hasta
el bar pasando por la salida de emergencias y empezaron a atacar a la gente con
cuchillos y navajas. A dichos tipos ya se les había negado la entrada, ya que
llevaban unas pancartas que los anunciaban como la “Mafia de Hatfield” y como la
“Liga antifascista de Hatfield” y era obvio que habían ido a buscar simpatizantes
del NF. El saldo fue 10 personas hospitalizadas, 11 detenidos y daños materiales
por 1.000 libras.
Obviamente muchos de los skins que seguían a las bandas 2 Tone no apoyaban
al NF ni al BM. La mayoría ni siquiera estaba interesada en la política, pero pese a
la obvia naturaleza multirracial de las bandas, gran cantidad del público en los
conciertos 2 Tone cantaban canciones apoyando a la extrema derecha. Un
montón de skins no tenían problema en bailar con The Beat con una copia de
Bulldog (un zine nazi) en el bolsillo del pantalón. La mayoría ni siquiera se paraba
a pensar en ello, pero así son los adolecentes.
Incluso aquellos que deberían haberla tenido más clara no podían ver más allá de
sus propias narices. La mayoría de los diarios vinculaba a 2 Tone con los skins, y
los mezclaba para conjurar una especia de movimiento fascista musical. El
Evening News de Londres incluso publico una foto de Selecter con el titular “No
rockeen con los fachos”. Teniendo en cuenta que la única persona blanca en una
banda de siete era Noel Davies, incluso un niño de tres años se daría cuenta de
que los Selecter no eran exactamente el candidato ideal para solicitar afiliación al
NF. El RAR incluso acuso a las bandas de ska de no moverse demasiado para
compartir el racismo, pero eso habla más de la estupidez del RAR que de otra
cosa. No hay mejor ejemplo de armonía racial que ver las caras blancas y negras
juntas en un escenario y particularmente cuando ese escenario era la TV y llegaba
a millones de hogares. Quizás un montón de skins fueran del NF en ese momento,
pero puedes apostar hasta la última moneda a que si no hubiera existido la 2 Tone
hubieran sido unos cuantos miles más.
Madness era la banda más criticada porque todos eran blancos. Como si Lee
Thompson disfrazado de trovador blanco y negro hubiera podido marcar la
diferencia. El ska y el fascismo nunca formaron una buena pareja, y Madness dejo
bien claro que no pertenecían al NF y que no querían tener nada que ver en lo
absoluto. Es más, anunciaron a los fans de que si la violencia no cesaba, la banda
mandaba todo a la mierda y ahí se terminaba la cosa.
Sin embargo, eso no evito que los skins del NF siguieran apareciendo en sus
conciertos. Chas metió la pata cuando declaro al New Musical Express que
Madness de ninguna manera iba a prohibirles la entrada, una afirmación de la cual
el resto de la banda no se hizo cargo. Podrá no haber sido lo que la prensa quería
oír, pero un poco de razón tenía. Muchos chicos pertenecían al NF solamente
porque estaba de moda, y a menos que tuvieran tatuada en la frente “Soy del NF”,
¿Quién podría decir quién entraba o quien se quedaba afuera de los conciertos?
Y no es que a Madness no le importara. Era un problema que no podía ser
resuelto tan fácilmente como algunos sectores de la prensa creían. Si se prohibían
las insignias del NF los chicos igual aparecerían, sin ellas. Si prohibías la entrada
a los skins simplemente se dejarían crecer el pelo. Y aun así, eso no hubiera
impedido que los mods del NF o los Trendies del BM entraran. Quizás era
preferible dejar que entraran a los conciertos donde escucharían ska y reggae, y
quizás se dieran cuenta que ser skin era algo más que levantar el brazo derecho y
mirar chicas. Los Madness no estaban solo. Rankin Roger de The Beat creían que
era mejor chamuyar a los chicos que se decían miembros del NF y tratar de
ganárselos para el bando no racista.
Lynval Golding de los Specials hacia lo mismo, incluso después de haber sido
hospitalizado luego de un ataque racista en la puerta del Moonlight Club en 1980.
Quizás no fuera lo que el RAR tenía en mente, pero si le preguntas a alguien de la
época de la 2 Tone que es lo que más recuerdan, la gran mayoría te contara una
historia de algún skin racista hablando con Lynval o algún miembro negro de otra
banda, para luego tirar a la mierda sus insignias del NF.
Nadie quería violencia en los conciertos pero al mismo tiempo, las bandas no
querían darle la espalda a sus seguidores skins.
Después de todo, fueron los skins quienes le dieron su primer empujón para
lanzarlos a la fama. Un montón de clubs tenían la política de no dejar entrar skins
debido a los tropeles y por eso varias bandas desde los Specials hasta los
Bodysnatchers se negaron a tocar allí. Y eso que hay un montón de prefieren un
aumente en sus ganancias antes que a su público.
La violencia en los conciertos 2 Tone no estaba motivada por la política, y nunca
volvió a haber otro Hatfield. La mayoría de
las veces, en realidad, estaba dirigida a las
bandas soportes que no tocaban ska y sus
seguidores como cuando los skinheads
impidieron que Echo & The Bunnymen
completen su show la vez que tocaron con
Madness y Manners en el Electric Ballroom.
Lo mismo ocurrió con Red Beans and Rice,
cuando Madness regreso al Ballroom algunos
meses después , y Holly and The Italians se
vieron obligados a renunciar a su calidad de
soporte en la gira de Selecter luego de que varios de sus seguidores fueron
atacados en sus conciertos.
No todos los conciertos terminaban en pelea. Tal como ocurrió antes con Sham, y
luego con el Oi!, un montón de conciertos transcurrieron sin que se intercambiaran
insultos y sin que la policía se bajara de sus patrullas, estaban siempre
estacionados en las calles cercanas esperando el momento de intervenir. Es más,
en un mundo de conciertos se veían mods y skins juntos disfrutando de unas
noches de entretenimiento. Y después de todo, de eso se trata ir a un concierto. El
ska cruzo las barreras de las distintas movidas más que cualquier otro tipo de
música; y de todos modos un montón de skins y mods aun estaban conjurados
para las peleas contra los Teds y los rockers durante los fines de semana largos.
South End y la costa de Kent eran refugios regulares donde paraban los skins de
Londres durante los fines de semanas largos (lunes festivos para Colombia).
Muchas otras ciudades como Brighton, Scarborough, Great Yarmouth, Rhyl, y
prácticamente cualquier otra ciudad costera con playa aparecieron en las noticias
gracias a las visitas de la pandilla de camorreros.
Las batallas regulares de mods contra skins no ocurrieron hasta que 2 Tone
empezó a darle paso al Oi!, pero los diarios nunca lo vieron así. Veían a todo el
mundo y a cada cosa como un blanco potencial para la violencia skinhead, y no
tardaban en hacerlo saber a sus lectores. Ejércitos mixtos de skins, mods y rudies
era algo común de ver, en un intento para ganar la guerra contra los rockers,
repitiendo la historia una vez más.
Otro día y en otra localidad podrías encontrar mods peleando contra Teds, skins
peleando contra motoqueros, skins peleando contra mods, hinchas peleando
contra skins o incluso mods peleando contra mods. Todo dependía con quien
andabas y con quien te cruzabas. Unas cuantas veces, los ejércitos de ocupación
skinheads no pasaban más allá de la estación de tren de estas ciudades. Los ratis
solían estar esperando para volver a meterlos en el tren y mandarlos de nuevo a
casa.
La policía se deleitaba arrestando skinheads, y a menudo los cordones de las
botas y las tirantas eran confiscados. Deberían estar re podridos de que los barras
bravas los dejaran sin franco de fin de semana, y se aseguraban de que todo el
mundo lo supiera.
La mayoría de los arrestos eran por delitos menores, tales como estar en
problemas, hacer pelea, conducta violenta, etc. Teniendo en cuenta la cantidad de
personas que iban por peleas, había muy pocos heridos de gravedad,
probablemente las lesiones más graves fueran las quemaduras de sol. Eso era
debido a que los tropeles raramente iban más allá de gritarle algunas cosas a
alguna banda rival al otro lado de la calle, y con un poco de suerte, correrlos. La
policía los tenia bien calados, y la única posibilidad de dar o recibir unas cuantas
patadas era al separarse de los grupos más grandes, y salir de cacería en bandas
pequeñas.
De vuelta en la escena musical, Madness se las había arreglado para escapar de
la violencia yéndose a tocar a los Estados Unidos, y luego de su regreso, la
banda hizo serios esfuerzos para diferenciarse de los skin. El sonido de la banda
progreso desde el ska hacia el pop masivo, una jugada que luego los convertiría
en una de las grandes bandas pop de los 80. Realizaron conciertos de matinée
para que los fans más jóvenes pudieran ver a sus héroes en un horario decente y
sin el riesgo de volver a casa con la nariz chorreando chocolate. Esta estrategia
los convirtió en las estrellas de las revistas ara chicas adolescentes, y a la vez
evito que corrieran la misma suerte de los Sham.
El sonido más prospero no era del agrado de todo el mundo y algunos lo veían
como otro grupo comercial. Algo así como:”dejemos que los skins nos lleven hasta
la cima, y démosles una patada en el culo cuando ya no los necesitemos”. Aunque
realmente ese no fue el caso, los skins iban a los conciertos hasta que The Ghost
Train marco el final en octubre de 1986. Pero nunca dejaron de alabar temas
como One step beyond, Night boat y my girl.
Una vez más, Madness había hecho otra buena jugada. Al firmar con la Stiff
zafaron de participar en el revival 2 Tone que comenzó con la Bodysnatchers
durante el verano de 1980 y aproximadamente un año después de Gansters
estaba en el top 20. Pero así como la prensa musicalmente ayudaba rápidamente
a ascender, también se regocijaban en hundirte, y de un día para otro el 2 Tone
estaba fuera de moda y todos estaban esperando su derrumbe final.
Otros que no gozaban de los favores de la prensa eran Bad Manners. Su estilo de
“música para pasarla bien” y canciones locas como Ne ne na na na na nu nu no le
caían bien a muchos críticos “cultos”, que disfrutaban arrojando las ofertas de
Manners en el cajón de “estupideces superficiales”. La banda también fue acusada
de hacer cordoncillo aprovechando el éxito de Madness y Specials, pero Manners
ya había estado experimentando con el ska y el blues en 1976, bajo el nombre de
Stoop Solo & The Sheet Starchers.
Algunas personas tenían obvios problemas para pasarla bien. Y cuando ibas a ver
a Bad Manners había de esos en cantidades. La banda podría no haber igualado a
The Selecter o Specials en cuanto al contenido social de sus canciones, pero en lo
que a diversión se refiere, el gordo y sus secuaces no se quedaban atrás.
Si pertenecías a una pequeña banda provincial de ska y querías llegar a ser
grande, bien podrías olvidarte. El material lanzado por bandas como Mobsters y
The Ska Dows eran descartados incluso antes de llegar a los críticos. Muchas
eran pobres, y eran trabajos de bastante mala calidad, pero el descartar todo
aquello que no hubiera sido lanzado por 2 Tone, los medios hicieron que
verdaderas joyas quedaran por el camino.
La banda de Hull llamada Akrilykz, lanzo el fabuloso Spyerman (Red Rhino), y le
dio a Roland Gift (de los Fine Young Cannibals) la oportunidad de ingresar al
negocio musical. Otra fue Ska Wars, de la banda de Herne Bay, llamada Arthur
Kay & The Originals, cuyo líder encontraría mejor suerte en la banda Oi! The Last
Resort. Y hay un montón de temas de otras bandas como Boss, Headline, Cairo o
The Gansters que merecían mucho más crédito del que habían recibido. Tarde o
temprano le iba a tocar a 2 Tone. Obviamente más de un periodista había tenido
alguna experiencia desagradable en un tren subterráneo lleno de skinheads, y la
Bodysnatchers ofrecían un blanco fácil para la venganza. Una banda sin
experiencia, formada enteramente por mujeres que había aterrizado en los
rankings mucho antes de que la mayoría de las nuevas bandas hubiera
encontrado lugar para ensayar, era fija que las iban a joder. Pero aun cuando
Let’s do rock Steady era un cover aceptable de una joya de Dandy Livingstone,
que ofrecia una buena oportunidad a la prensa para atacarlas, las llamadas Tesies
de 2 Tone, no eran las chicas que la prensa deseaba.
El siguiente single Easy Life, era tan bueno como cualquier otro lanzamiento del
sello.
A pesar de todo, tenía un lado positivo. Clásicos que podían haber sido olvidados
fueron revividos para nueva generación de skinheads. A su vez, esto creo una
demanda por los originales, y poco tiempo después la gente de Trojan e Island
revolviendo en los arcones para poder re-reditarlos. Skinhead Moonstomp retorno
en los últimos puestos de los rankings y Prince Buster, Desmond Dekker, Judge
Dread y otros se encontraron otra vez grabando. Incluso Laurel Aitken tuvo su
primer hit en los rankings con Rudie got married, pero lo más zarpado fue poder
ver gente como Laurel Aitken de vuelta a los escenarios, que es el lugar a donde
pertenecían. Durante 1980, Jimmy Cliff, Desmond Dekker, The Heptones, Toots &
The Mytals, Judge Dread, Laurel Aitken y otros anduvieron de gira por todo el
Reino Unido luciendo su material ante un público que los adoraba. Y muchos
estaban en deuda con las bandas de 2 Tone que le habían dado al sonido de
Jamaica un nuevo soplo de vida.
2 Tone en si se había convertido en un monstruo que nadie podía controlar.
Verdaderamente era algo mucho más grande de lo que Dammers y compañía
pudieron haber soñado, pero más que un cuento de hadas, la cuestión era más
bien como una pesadilla. Las esperanzas y planes originales del sello hacía rato
estaban enterradas bajo una pila de parches y corbatas negras baratas, y The
Selecters habían soportado más de lo que podían.
En un principio trataron de cerrar 2 Tone, pero como los Specials no querían saber
nada con eso, los Selecters se abrieron y firmaron con Chrysalis, mas tarde
lanzaron un par de singles y un segundo LP, Celebrate the bullet, pero la banda
que estaba destinada a ser una de las más grandes de los 80s no pudo durar mas
que hasta 1981.
Los Specials sentían la presión, y querían abrirse de su pesado para aventurarse
en un nuevo territorio musical. El lanzamiento de More Specials marco este
cambio de dirección. Aun tenían ciertos rasgos ska. Pero combinados con grandes
dosis de soul, rockabilly y algo que Jerry Dammers llamaba musak. El álbum era
mucho más relajado que el de su debut y la banda había cambiado los trajes y los
loafres por un estilo mucho más informal que combinara con su música más
decente.
El álbum era bueno en todo sentido, y la banda continuo lanzando temas como
Rat Race, A Message to you rudy, Concrete jungle, etc. Y otros que hacían
estallar a la multitud en los conciertos.
Todos los músicos tienen el derecho a desarrollar su sonido. Debe ser bastante
embolante tocar las mismas melodías todas las noches, y si te sentías feliz
tocando siempre lo mismo por el resto de tu vida, entonces hace lo mismo que
Yes, que nunca cambiaron desde el primer día. De la misma manera, los fans
tienen derecho a decir gracias, pero no, gracias. Y la posibilidad de ver a cientos
de skins fans de musak rebalsando las gradas de 2 Tone, era tan remota como la
posibilidad de ver a Julio Iglesias haciendo England Belongs To Me.
Aun así, los Specials podían llenar cualquier lugar en el país, y a pesar de la base
más amplia de su sonido el público se estaba volviendo cada vez mas especifico.
Para fines de 1980, la gran mayoría de los que iban a los conciertos eran skins,
mods y rudies, más algún que otro punk. Los aparentemente “normales” a menudo
no iban por miedo a que los cojan a patadas.
La invasión del escenario durante los conciertos era otro problema. Se habían
convertido en parte de la tradición de las bandas de ska, pero al igual que con
Sham, cada vez se volvía más difícil de controlar. Ni bien The Specials aparecían
en la escena, el público se tiraba en picada para unírseles, y llegaba el momento
en que las canciones deban ser interrumpidas porque los músicos no tenían
espacio para tocar.
En vez de poner vallas, los Specials simplemente mandaban a construir cada vez
más altos, de tal manera que quedara más resguardada y pudiese tocar tranquila.
La cosa se fue al carajo en Skegnes, en el verano de 1980, cuando el escenario
colapso bajo el peso de la gente, ya que la mitad del público estaba sobre él.
Fácilmente podría haber habido muertos, así que se tomo la decisión de mantener
el escenario libre en los shows, una táctica que causo una gran pelea en Dublín
cuando la banda visito Irlanda. La gente del público termino a las piñas y a las
patadas y a las patadas contra los patovicas para alcanzar el escenario del
Starlight Ballroom, y un par de días más tarde el lugar fue incendiado.
A diferencia de lo que ocurrió con Madness, el cambio de dirección de Specials no
puso fin a las peleas en los conciertos. Durante la gira More Specials, se armo
pelea en Cardiff. Edimburgo y Newcastle. Lo mismo ocurrió en Cambridge, donde
más de 30 chicos sin entrada hicieron avalancha para entrar a la enorme carpa en
Midsummer Common, donde había más de 3.500 personas esperando ver a sus
héroes del 2 Tone. La pelea empezó por cuestiones de futbol, pero cuando se
sumaron los patovicas con su acostumbrada diplomacia, las cosas empezaron a ir
de mal en peor.
Los Specials hicieron lo que pudieron para calmar las cosas. Se bajaron del
escenario un par de veces, pero ni siquiera ellos estaban preparados para ver
como un patovica cavernícola le reventaba la cabeza a patadas a un chico. Un vez
que llego la policía y despejo la carpa, Dammers y el cantante Terry Hall fueron
acusados por incitación a la violencia, los dos tuvieron que pagar una fianza de
1.000 libras cada uno, cortesía del mejor sistema legal del mundo. Ya era
demasiado para los Specials. Las cosas se fueron calmando en el campo del 2
Tone, ya que cada integrante de la banda empezó a trabajar en su propio
proyecto.
La separación de la banda era inminente, pero esto no ocurriría sino hasta
después del largo y caluroso verano de 1981 cuando la banda estaba en la cresta
de la ola.
El desempleo trepaba a niveles sin precedente en Inglaterra, y las ciudades del
interior de Inglaterra estaban en llamas. Aun así, a quien le importaba. Todo el
mundo estaba esperando la boda real, y la frutilla del postre fue el momento en
que el helicóptero que seguía a la procesión real, sobrevoló un estacionamiento de
autos cubiertos, en cuyo techo se leía LOS MEJORES DESEOS PARA CHAS Y
DI (Carlitos y Diana) DE PARTE DE LOS SKINS DE WEST HAM, pintado en
enormes letras. Y entre toda la pompa y la ceremonia, las radios de todo el país
anunciaban en el puesto número uno de los rankings, Ghost Town de los Specials.
Ninguna otra canción podría haber capturado el espíritu de la nación con tanta
exactitud como estos tres minutos de sobriedad 2 Tone. Aquellos que pregonaban
el “No Future” en el 76 no la pasaban tan mal como los chicos que vivían en el
reinado de Margaret Tatcher.
Luego del éxito de Ghost Town, y de la decisión de la banda de separarse, el 2
Tone estaba acabado, pese a que permaneció hasta 1985. Pero por dos gloriosos
años había llenado las vidas de infinidad de chicos comunes con algo que
realmente valía la pena, y solo por eso merece ser un sello de culto en el mundo
skinhead.
Durante la mayor parte de 1981, el Oi! Había sido el mayor foco de atención de los
skins, particularmente porque el 2 Tone había permanecido acallado durante la
primera parte del año. Y con el Oi! Vino su propia ciudad fantasma llamada
Southall.
“No es suficiente que tú mismo seas antirracista. Tienes que ser
afirmativamente un antirracista. Tienes que plantarte, ponerle el pecho al
racismo, porque de lo contrario nada va a cambiar.”
Jerry Dammers.
Espiritudel69
CAPITULO 5
BIENVENIDOS AL MUNDO REAL.
“Las bandas y el material ya estaban ahí, los Cockney Rejects y sus
seguidores, que formaron sus propias bandas. Todo lo que hice fue escribir
sobre eso, lo cual probablemente le dio la fuerza para convertirse en algo
más grande.”
Garry Bushell.
Una ley para nosotros y otra para ellos. Fue así como los 4 skins sintetizaron la
resaca de Southall. Y con toda la razón. El incendio del Hambrougt Tavern fue la
excusa perfecta. La música oi!, las bandas que habían tocado en el show y su
publico de skinheads, todo fueron usados como chivos expiatorios, de manera tal
que no se pudiera apuntar hacia otros culpables.
Es muy fácil echarles la culpa, ya que se da por sentado que los skinheads son
culpables de cualquier bardo que ocurra en un radio de diez millas. En la liga de
horrores nacionales, los skinheads rankean en algún puesto entre los asesinos
seriales y los perros diabólicos. Es como si raparte la cabeza o ponerte un par de
Doc Martens te convirtiera en algún tipo de forma de vida alienígena y peligrosa.
La violencia siempre ha sido parte de la vida de un skinhead, y no hay nadie que
asegure lo contrario. La mayoría de los skin lo aceptan como parte del territorio, y
no desearía que fuera de otra manera. Qué dormitorio de que skin no esta cubierto
con recortes de diarios sobre peleas en los feriados bancarios y en las canchas de
futbol? Por supuesto, gran parte de esto es escándalo sensacionalista, pero es
bueno para levantar la moral. También esta bien lejos de lo que se dijo acerca de
Southall.
En este entonces, la cuestión fue mucho más allá de unos cuantos titulares en los
diarios. Tanto, que casi partieron el corazón y el alma del movimiento Oi!, y casi lo
destruyen. Si lo hubieran logrado, hubiera sido una verdadera lastima, porque los
medios tenían para decir acerca del Oi!, estaba, en el mejor de los casos, basado
en medias verdades, y en el peor, de puras mentiras.
El Oi! Era el sonido original de las calles. Quizás, por primera vez en la historia, la
gente en el escenario era realmente igual a la que estaba en el piso. Antes de un
concierto, las bandas paraban en el bar y jugaban al pool con algunos de sus
seguidores. También era un mundo poblado por personajes genuinos, que
rezumaban confianza callejera.
Antes de Southall, el Oi! Estaba en un camino a
convertirse en algo grande. Tomando su nombre del
Oi! Oi! Oi! De los Cockeney Rejects, y de la insistencia
de Stinky, que sostenía que Oi! Oi! Oi! Debía
reemplazar el acostumbrado Un! Dos! Tres! Al
comienzo de cada canción, el Oi! Representaba un
grito de guerra para las nuevas bandas punks
callejeras que habían surgido luego Sham y sus
colegas.
Las bandas como el verano del 76 era un picnic
comparado con los primeros años del gobierno de
Thatcher en el originalmente se trataba de abrir
algunas puertas para cualquier chico con una guitarra
y actitud, entonces el Oi! Se trataba de arrancar esas
puertas de sus bisagras.
El hombre que puso el nombre a la cara del Oi! Fue ex
manager de los Rejects y periodista de Sounds, Garry
Bushell. Había participado en algunos fanzines punks, incluyendo el casi famoso
Napalm, y resulto ser uno de los pocos tipos realmente interesado en lo que
estaba ocurriendo en las calles, musicalmente hablando. Cuando otros periodistas
recién empezaban a darse cuenta del crecimiento del punk callejero, Bushell ya lo
estaba difundiendo.
Era un escritor de puta madre. A menudo se dice que fue él quien invento el Oi!,
pero eso es darle demasiado crédito a él y no a las bandas. Si hubiera sido
manufacturado en las páginas de Sounds, el Oi! No hubiera sido más que una
insulsa fiesta Hockney. Había momentos en que estaba demasiado orientado
hacia Londres, y una de las series de álbumes Oi! Estaba dedicada casi por
completo, a la música de la gran ciudad, pero con bandas como los Upstarts de
Geordieland, Criminal Class de Coventry y Blitz de Manchester, era obvio que algo
estaba ocurriendo a escala nacional. Como dicen los ingleses, el Easf End esta en
todas partes.
Bushell tuvo el buen acierto de juntar a todas las nuevas bandas punks bajo el
rotulo del Oi!, dándoles, de esa manera, la oportunidad de progresar como un
movimiento. Sin ninguna duda, algunas de las bandas se las hubieran arreglado
de lo mas bien solas, si hubieran continuado como simples bandas punks, pero el
nuevo nombre obraba maravillas en un mundo en el cual todo el mundo esta
esperando el próximo suceso. Y si no, pregúntenles a los Cock Sparrer.
Ellos ni siquiera habían oído hablar del Oi!, si no hasta que les dijeron que Sunday
Stripper estaba en el Oi! The álbum, un compilado de bandas punks que Bushell
logro que Sounds y EMI financiaran y lanzaran en noviembre de 1980. La banda
había estado tocando desde 1975, y no habían grabado desde el 77, por lo cual ya
conocían el juego. No eran ningunos novatos.
La mayoría de las otras bandas del álbum, tampoco podían ser descritas como
novedosas. En ese disco estaba Where have all the bootboys gone? De Slaughter,
así como un par de temas de los Angelic Upstarts. Incluso Cockney Rejects se las
arreglaron para meter nada menos que tres temas, dos bajo el nombre de The
Postmen, y uno bajo el nombre tema Isubeleene,que estaba lejos de competir con
el suceso logrado con Two pints of Larger and packet of crisps, editada por
Deram.
Bootboys, de Barney and the Rubbles le agregaba un toque hooligan al álbum,
pero la banda que sobresalía por encima de todas las demás, viejas y nuevas,
eran los 4 skins, con Wonderfull World y Chaos, dos grandes temas punks.
La banda había sido formada en 1879 por cuatro amigos skinheads, Hoxton Tom
Mc Court (guitarra), Gary Hodges (voces), Steve’N’Harmer (bajo) y Gary Hitchoock
(manager). Su interés en el punk se desprendía de seguir a Sham, Menace,
Skrewdriver y los Rejects, y también habían sido grandes admiradores de los hard
mods, Secret Affair. La idea de la banda era más que nada divertirse un poco, y a
pesar de haber taloneado a los Dammed y a los Cockney Rejects en el Bridge
House (con Micky Geggus tocando la bateríat) los 4 skins no se tomaban la vida
muy en serio. Nada menos que por tener equipos como para tocar decentemente.
Oi! The álbum les dio el empujón que necesitaban, y para el año siguiente ya
estaban listos para llevar al Oi! A la gloria, y llevar su evangelio de botas y alcohol
a un público expectante. Pero no antes de ciertos cambios en la formación. H se
fue y termino como plomo para los Rejects, Hoxton Tom ocupo su lugar,
Rockabilly Steve Pear entró en guitarra y John Jacobs se hizo cargo de la batería.
La idea era que se aria una serie de conciertos para promover a las mejores
bandas punks y skins. Uno en Southgate, otra en el Bridge House en Canninglown
y otra en el Acklam Hall. Pero que clase de nacimiento hubiera sido sin algo de
dolor, así que dos de los tres conciertos terminaron en disturbios.
Southgate, al norte de Londres, fue el primero. El concierto se hizo a comienzos
de enero en el Allan Pullunger Centre, un nombre suntuoso para algo que era
apenas más que un club juvenil. 300 personas fueron a ver a los Infa Riot del norte
de Londres, a los criminal class de Coventry y a los Angelic Upstarts, que entraron
en el último minuto, luego de que los 4 skins no aparecieron. Hacia poco había
dejado la banda para presentarse ante la corte por agredir a un policía, y el resto
de la banda aun estaba esperando que llegara algún reemplazante.
El vocalista de Criminal Class era Craig St. León, que había sido un skinhead de
la primera hora. Pero cuando la banda se formo en el 79, su principal influencia
eran Sham, Skrewdriver y Slade, y no el reggae y el soul de una década atrás.
Este era el primer concierto de la banda de Londres, y se lucieron ante un publico
de punks, skins y normales.
Les siguieron Mensi y sus muchachos, que tocaron los principales temas de su
repertorio. A continuación, se presentaron los locales Infa-Riot. Dos de sus
integrantes, los hermanos Lee Y Floyd Wilson, eran oriundos del west country,
pero se habían mudado al norte de Londres para luego formar la banda en febrero
de 1980 con dos tipos de la zona, Barry Damery y Gary Mclerny. Para la época en
que ocurrió lo de Southgate, ya habían ganado la recuperación de ser una de las
mejores bandas punk del momento, con teloneadas para los Upstarts y los 4 Be
2s, de Johnny Lydon, en su haber. Nada mal para una banda formada por dos
adolescentes de 17 años y dos escolares.
Desgraciadamente, apenas tuvieron oportunidad de impresionar a alguien en el
Allan Pullenger Centre. Se las arreglaron para tocar Brick Wall e Infa Riot justo
antes de que el concierto se fuera al carajo. Sin embargo, esta vez no eran los
skinheads los que habían iniciado el bardo. Había unos tipos grandes que habían
estado buscando riña, hasta que finalmente la encontraron, y casi convierten el
nacimiento del Oi! En un aborto.
Por el contrario, este tipo de incidentes nunca hubiera ocurrido en el Bridge
House. Este era territorio de los Rejects, y se Había mantenido, una y otra vez,
como una opción segura para pasarla bien y sin peleas. Los 4 skins estuvieron allí
esa noche rugiendo los temas favoritos del publico, incluyendo el nuevo Clockwork
Skinhead, ante Squad, una banda punk de Bristol liderada por la reina del Oi!, Beki
Bondage, y los anti-Establishment, del sur de Londres. Y para añadir una cereza al
postre, Judge Dread se presento como invitado para dar su bendición a las nuevas
hordas skinheads.
En cuanto al Acktlam Hall, en el oeste de Londres, el show fue iniciado por los
Anti-Establishment, que hicieron bastante poco por mejorar sus temas Oi!
Presentados en Bridge House. Mucho mejor estuvieron los Last Resort, que
tomaron su nombre de la famosa tienda para skinheads situada en Aldgate, en la
línea de subte de Ptticoat Lane.
La banda estaba liderada por Micky French, que también administraba la tienda
The Last Resort junto a su esposa Margaret, la mayoría de las decisiones que
atañían a la vida de la banda se tomaban en las tribunas del Millwall’s Den. La
tienda se convirtió en una especie de sitio de encuentro para los skinheads de
todo el mundo a comienzos de los ‘80s, y para muchos de ellos era como su
segundo hogar. Con un maniquí de Marilyn Monroe como atracción principal, la
tienda se especializaba en ropa para punks y skins. Pero ni siquiera era necesario
comprar algo. El negocio se convirtió en un punto de encuentro habitual, un lugar
para juntarse a charlar y fumar, lo cual era alentado por Micky y Margaret, muy
respetados en los círculos skinheads.
El negocio empezó a decaer uno o dos años después de Southall, especialmente
en lo que atañe a las compras por correo. Por fin, la tienda cerro sus puertas para
siempre, cerrando a la vez un capitulo en la movida skinhead.
La banda en realidad provenía de la soledad Herne Bay, en la costa de Kent. Roy
Pearce quien en este caso estaba cantando, había sido plomo para Menace,
mientras que el bajista Arthur “Bilko” Kitchener, el Peter Pan del Oi! A la edad de
32 años, ya había sido un veterano en el negocio de la música desde los ‘60s. Los
otros dos, el guitarrista Charlie Duggan y el baterista Andy Benfield fácilmente
podrían haber pasado por sus hijos.
Al igual que los 4 skins, los Last Resort eran skinheads. En realidad, el único que
no era skinhead, era Arthur, un hecho ocultado por costumbre de usar una gorra
permanentemente. Y para mantener la tradición skinhead, la mayoría de sus
canciones era acerca de la vida en las calles y las peleas.
En el Acklam Hall, los Last Resort terminaron su presentación, cediéndole el lugar
a los Infa Riot, pero una vez mas, los pobres infelices no pudieron tocar. Justo
antes de que empezaran, la banda de skinheads y soul boys de Ladbroke Grove
irrumpieron en el salón y empezaron una pelea de dantescas dimensiones. La
banda y sus seguidores intentaron frenarlos, pero terminaron atrincherandose
hasta que llego la policía a restablecer el orden y llevan a siete heridos al hospital.
La banda de Ladbroke Grove había creído, erróneamente, que estaba la hinchada
del west Ham en el concierto, pero eso era imposible ya que esa noche el equipo
estaba jugando en el Upton Park por la copa europea. Al menos, el problema esta
vez venia de afuera del concierto, conformando la teoría de que la violencia no era
un problema propio del movimiento Oi! Como muchos sostenían, sino que era un
problema que afectaba a la sociedad entera. Y para todos aquellos que decían
que era un punk de segunda categoría que la gente escuchaba mientras cagaba a
palos a alguien, al menos el Oi! Hacia todo lo posible para mantener su casa en
orden.
Es más, era una batalla ganada. Las peleas se habían vuelto cosa regular en los
conciertos punks desde lo de Skrewdriver en el vortex en 1977, pero esto era algo
que las bandas Oi! Trataban de erradicar. La mayoría de ellas tenían como
seguidores a bandas enteras de hinchas, lo que significaba que en los concierts o
habría enfrentamientos entre bandas rivales, pero todo mundo había visto lo que
les había ocurrido a los Rejects cuando apostaron por el futbol, y nadie quería
volver a repetirlo. Alguna que otra vez los conciertos Oi! Se iban al carajo por
cuestiones futboleras, pero la mayoría de las veces las peleas eran evitadas
llamando a una tregua momentánea.
Las bandas Oi! Eran constantemente acusadas de incitación a la violencia debido
a las letras de algunas canciones. La violencia por cierto, era el tema mas popular,
Someone’s gonna die de los Blitz, violence combat 84, violence in our minds de
Last Resort, Smach the Discos de Bussiness y in for a riot de los Infa Riot, eran
solo la punta del iceberg. Las bandas solían decir que ellos no incitaban a la
violencia, sino que cantaban acerca de la realidad de la vida en las calles. Es mas,
un montón de los temas de los temas en realidad hablaban en contra de la
violencia, pero siempre va haber uno que otro neandertal que las interpretaba
como un llamado a tomar las armas.
Aún así, si de verdad querías ver un poco de violencia sin sentido, todo lo que
tenías que hacer era seguir las manadas de skins que se dirigían a los clubes
nocturnos cada noche de viernes y sábado. Era mucho mas probable presenciar
una buena puñalada en esos antros que en cualquier otro concierto Oi!, pero por
alguna extraña razón, no aparecían en los diarios.
Los skinheads aun solían ocupar el centro de la mayoría de las peleas en los
conciertos. O, por lo menos, se veían personas rapadas y con botas. Nunca hubo
porteros en la puerta de la Movida skin que decidieran quienes entraban y quienes
no. Cualquiera puede afirmar que es skin, y siempre y cuando tenga el aspecto
adecuado. Quien puede afirmar lo contrario? Y debido a ello, el Oi! Atrajo a un
montón de idiotas a la movida.
La moda skinhead se hundió en algunos círculos Oi!, y las bolsas de pegamento
reemplazaron cualquier huella de cerebro para muchos. Ya es bastante jodido
darle al poxi-ran, pero algunos skinheads aspiraban cualquier cosa que tuvieran a
mano, desde inhaladores para asmáticos hasta contenedores de gas para bebidas
gaseosas.
Como era de esperarse, la falta total de parámetros no era del gusto de todos los
skinheads. Muchos permanecieron fieles a las tradiciones de los que los
precedieron, mientras que otros encontraron su lugar en las filas de casuals que
empezaban a reemplazar a los skinheads en los ejércitos futboleros. La Leeds
Service Crez, los Bushwackers de Millmall y ICF del Wrst Ham, todos tenían ex
skinheads entre sus filas de casuals. Convertirte en casuals no solo te evitaba
mezclarte con los simplones, también te salvaba del creciente interés que la
policía mostraba por los chicos sin pelo y con grandes botas.
Las peleas tribales eran un juego que aun se jugaba en algunos conciertos de
Londres, pese a que en el norte, los skins y los punks solían llevarse bastante bien
entre ellos. La mentalidad de Wattie de Fuck a Mod hizo que algunos skinheads
abandonaran sus raíces y combatieran contra los mods durante los feriados
bancarios. Incluso John Jacobs, de los 4 skins, no pudo resistir la tentación y
recibió una multa de 165 libras por sus esfuerzos en Hastings
Durante semana santa.
Y por supuesto, esa maldita palabra, la política, volvió a
resurgir. Siempre habrá de esos que juntan dos skinheads
y obtienen un Hitler Youth, y no hay mucho que puedas
hacer para evitarlo. Lo mas triste es que el Oi! En verdad
esta motivado por la política. Una rápida mirada al revés
del EP Bollocks to Christmas (secret) to confirma.
Allí encontraras un manifiesto que cualquier partido político
se enorgullecería en sostener. Bueno, por lo menos el
partido de Monster Raving Loony Green Giant.
Nacionalización de las cerveceras, baja del precio de la cerveza a 10 centavos el
medio litro, y erradicación del desempleo mediante el empleo de mano de obra en
una incesante producción de álbumes de Oi! Se trataba de divertirse y decir lo que
se pensaba, la política de la calle, no de las umas. Los Gonads lo resumieron con
Pubs no mails, y Hitler was an ‘omo, ya que todo el mundo sabia que sin importar
que clase de gobierno hubiera, la clase obrera seria siempre el ultimo orejon del
tarro.
La mayoría de las bandas y sus seguidores no estaban interesados en la tontería
de la política partidaria. Y se ocupaban en mantener distancia con los extremistas,
tanto de derecha como de izquierda.
Cada vez que tocaban los Last Resort, se les decía a los espectadores que se
sacaran los prendedores que tuvieran consignas políticas antes de entrar al
concierto. Infa Riot llegaron incluso a omitir Britain’s
Not dead de sus shows, para evitar cualquier vinculación al NF, en una época en
que incluso el Ballet de Spandau aparecía en el diario de la YNF Bulldog, solo
debido a su nombre.
Cuando algunos sectores del publica hacían Sieg Heil!!, eran tomados para la
burla por parte de los músicos. Max Splodge solia decir:”no veo ninguna gaviota”,
cuando Tony Panther Cummins tomo el liderazgo de los 4 skins, en cierta ocasión
le grito a un casual:”no hay ninguna necesidad de andar haciendo señas”.
Comparado con la época de Sham, las peleas y la política extremista no eran tan
graves. La fiesta de cumpleaños de Bushell en el Bridge House en abril de 1981,
hizo correr el rumor de que el Oi! Estaba empezando a rescatarse. 600 herberts,
incluyendo a los integrantes de más de una docena de bandas se apelotonaron en
el Pub para ver a los Business, los Last Resort, los Cock Sparrer y los 4 skins. Y
en toda la noche no hubo una sola pelea. Los intentos de los diarios en pagarle a
algunos pendejos para que hagan Sieg Heil!! Ante las cámaras cayendo en saco
roto. Los detractores podrán decir lo que quieran, pero como Micky Fitz de los
Business dijo en cierta ocasión, el Oi!, Strength thru Oi! (deram) salio a las calles a
mediados de mayo. Esta vez Garry Bushell sirvió un menú con gaseosas
porciones de The 4 skins, the Last Resort, Infa Riot, Cock Sparrer, Splodge, The
Strike y otros.
Se organizaban conciertos Oi! A lo largo y a lo ancho del país, y las peleas
prácticamente no existían. Así que para cuando comenzó el verano, ya estaba a
full. Había dos grandes festivales planeados para julio, en Manchester y Bradford,
más la promesa de eventos similares en Escocia y Londres. Mientras tanto, se
estaba organizando una serie de mini festivales que, según su promotor, Dave
Long, como cosa del destino, uno de los mini festivales iba a realizarse en el
Hambrough Tavern de Southall, a comienzos de julio. En el cartel estaban
Business, los Last Resort y los 4 Skins, que ya habían tocado juntos en un par de
conciertos. Las bandas de entusiasmaron con la oportunidad de tocar en el oeste,
ya que la gente se quejaban de que solo tocaban el East End. Si no eran de la
zona, solía ser bastante difícil conseguir transporte para volver a tu casa, así que
Southall les dio la oportunidad a los fans del otro lado de la ciudad de ver a las
bandas en su propio barrio de una vez por todas.
Southall era, y sigue siendo, un tranquilo suburbio del oeste londinense, y las
bandas esperaban que solo fuera un recital más. Era cierto que se trataba de un
área altamente poblada por asiáticos, pero eso no lo hacia un barrio prohibido. Las
bandas Oi! Habían tocado en lugares potencialmente más volátiles, como
Deptford, Hackney, Moss Side y Bradford, sin que se armara ningún problema.
Aquella noche, las bandas llegaron un par de horas más temprano para hacer las
pruebas de sonido y prepararse. Los últimos en llegar fueron los Business, cuya
camioneta había sido atacada, sin ninguna razón aparente, por una banda de
jóvenes asiáticos en el centro del pueblo. El conductor termino manejando en
contramano y la camioneta pudo llegar al lugar en una sola pieza. Cuando llegaron
al Tavern, ya había una multitud de 300 asiáticos al otro lado de la calle, y dos
docenas de policías vigilándolos.
Pasadas las siete y media, el público comenzó a llegar al Pub con distintas
versiones de lo que estaba ocurriendo afuera. Algunos pocos habían sido
atacados en el camino, otros solo habían intercambiado insultos. Un skinhead
incluso había sido bajado a empujones de un colectivo y cagado a palos, mientras
que otros fueron amenazados con recibir igual trato mas tarde. Pero todo eso no
era nada comparado con lo que ocurriría más tarde.
Por cualquiera que haya sido el motivo, los asiáticos locales esperaban pelea, y
estaban bien armados. Nadie tiene reservas de bombas molotov por casualidad.
Quizás, para ellos el Oi! Equivalía a skinheads, y los skinheads equivalían a
National Front, y veían el recital concierto como una demostración de supremacía
blanca en el medio de su comunidad. Ya en el 79, una manifestación de la Anti
Nazi League durante un encuentro del NF en la ciudad de Southall había
terminado en violencia, y el activista antirracista, Lear Peach, había sido
asesinado, y eso aun estaría fresco en sus mentes. También lo estarían los
frecuentes ataques de skinheads a asiáticos, particularmente en el East End de
Londres.
Pero aun si así hubiera sido el caso, no justificaría lo que ocurriría más tarde. Se
decía por ahí que ese concierto no se hubiera podrido, entonces se hubiera
podrido el concierto de los Meteors, agendado para la semana siguiente. Y los
Meteors no tenían ni un público racista ni skinhead.
La llegada de dos micros de la tienda The Last Resort no ayudo mucho, de
acuerdo con la prensa. Para el momento en que Sounthall
Había alcanzado las tapas de los diarios, se decía que habían sido usados seis
micros y habían sido organizados por el NF. En realidad, el mismo Micky French
los había reservado, lo cual era muy común cuando los Last Resort tocaban lejos
de casa, ya que se sabía que sus fans iban a seguirlos.
También se decía que los micros estaban cubiertos por insignias del NF. Eso era
pura basura amarillista, ya que solo llevaban dos Unión Jacks en las ventanas
traseras. Aparentemente, eso provoco a la gente del lugar, pero sólo en este país
puede ser considerado ofensivo ondear la bandera nacional. La misma bandera
que había acompañado a echar a patadas a Hitler y sus seguidores durante la
Segunda Guerra Mundial.
Lo que todo mundo paresia olvidar era que el NF no había comprado los derechos
de la Unión Jacks, y tampoco había ninguna razón para regalárselas.
Prácticamente todos los skinheads son patriota, pero eso no significa que todos
los skinheads sean racistas. En absoluto.
Esto significa que los militantes del NF y el British Movement no hayan estado en
ese concierto, porque estuvieron. Pero también estaban los skinheads de
izquierda, los skinheads irlandeses, e incluso (que horror) un par de skinheads
negros que seguían a los Last Resort. Los medios trataron de difundir la idea de
que no era nada más que un encuentro racista, pero estaban muy equivocados. Si
así hubiera sido, otras bandas hubieran sido convocadas (algunas bandas Oi!
Como The Elite y The Ovaltinies militaban en la extrema derecha en ese
momento).
De todos modos, quizás, sólo la mitad de los 500 que estaban presentes eran
skinheads. Había algunos punks, un par de rockabillies y un montón de tipos
normales que habían ido a tomar algo y cagarse de risa un rato. También había
algunos chicos que seguían a las bandas y alrededor de 100 mujeres. Y cuando
digo mujeres, eso es exactamente lo que quiero decir. No solo chicas skinheads
que podían agarrarse a palo con cualquiera, sino también esposas y novias de los
músicos.
Después de todo, no se trataba de un ejército de skinheads nazis como aseguraba
la prensa.
Cuando la multitud afuera del Pub todavía consistía en una centena de personas,
la policía tenia que haberse movilizado y terminar en ese momento, con una
situación potencialmente volátil. En cambio, eligieron quedarse al margen y dejar
que el número siguiera creciendo hasta los dos mil, haciendo más probable la
posibilidad del estallido de serios disturbios. Un error táctico que iba a salir bien
caro, pero apenas había sido mencionado por la prensa.
Pese a la amenaza de disturbios, se decidió que el concierto continuaría.
Cancelarlo hubiera dejado a grandes cantidades de personas esperando por ahí,
hasta que los colectivos los llevaran de vuelta a casa. Y si eso hubiera ocurrido,
las dos bandas rivales hubieran dado mucho de que hablar. Por lo menos si se
quedaban en el Pub la policía sabría donde se encontraba cada banda y sus
seguidores.
El bar se cerró, las puertas se trabaron y las cortinas se cerraron, y durante la
mayor parte de la noche fue como cualquier otro concierto. Los primeros en tocar
fueron los Business, del sur de Londres. Se habían formado en octubre de 1979,
con Micky Fitz a cargo de los gritos, Nick Cunningham aporrearon la batería, Steve
Kent en la guitarra y Martín Smith en el bajo, pero incluso para la época de
Southall, aún no habían sido aceptados del todo en los círculos Oi! Debido a su
ritmo popero.
En el Hambrough tocaron mejor que nunca, haciendo temas que luego se
convertirían en clásicos del Oi!, Harry May y Suburban Rebels, esta ultima,
canción que le pudo música a las palabras del poeta Oi! Garry y Johnson.
Luego le siguieron los Last Resort, que ya eran favoritos en el circuito Oi! Tocaron
temas como King of Jungle y Working Class Kisd, antes de hacerles un lugar a los
poderosos de 4 skins, que atacaron con clásicos como ACAB y Wonderfull World.
En todo sentido, hubiera sido un gran concierto de no ser por la pelea que se
estaba gestando afuera.
Durante toda la noche, las bandas hicieron todo lo posible para mantener orden y
alejar a sus fanáticos de las ventanas. Pero mientras los 4 skins estaban tocando
Chaos, las ventanas del pub comenzaron a ceder. Empezó a caer una lluvia de
ladrillos y botellas sobre la policía y el bar, y adentro del lugar estallo el
pandemónium, mientras los miembros de las bandas y los seguidores agarraban
lo que podían para defenderse.
Una vez más, los miembros de las bandas y sus allegados trataron de mantener
algo de orden adentro del Pub, pero la gente estaba recibiendo heridas por los
vidrios rotos que volaban por el aire, hasta que en un momento el Tavern comenzó
a ser atacado por la retaguardia. Parecía que el local iba a ser arrastrado, o que
las molotovs iban a ser arrojadas por las ventanas, así que antes de las once, las
puertas fueron destrabadas y se decidió evacuar el lugar.
La policía hizo todo lo que pudo para mantener al público y a los asiáticos
separados. Se devolvieron algunos ladrillazos y botellazos a los asiáticos, pero las
afirmaciones de los médicos, que sostenían que los skinheads habían atacado a la
policía, era puro invento. Algunos de los seguidores mas viejos incluso tomaron
escudos antidisturbios y se pararon junto a la policía, en un intento por salvar al
Pub y dejar que las bandas recuperaran sus equipos.
Aun así, la cantidad de atacantes era demasiado para ellos. Los 4 skins apenas
habían sacado sus cosas, cuando la policía y los skinheads fueron replegados
mas haya del Pub. Una camioneta de la policía fue prendida a fuego e introducida
en el Hambrough Tavern, iniciando un incendio.
Para ese entonces la mayoría de seguidores de las bandas se encontraba camino
a Hayes & Harlington, la estación mas cercana. La policía había precintado el
área, y los micros se hallaban retenidos, por lo cual el tren era el único medio para
volver a casa. El Special Patrol Group había llegado para contribuir a empeorar las
cosas, y efectuaron varios arrestos en ambas facciones, principalmente por
ofensas al orden publico. Arthur, de los Resort, fue uno de los desafortunados que
fueron en cana esa noche.
En vez de perseguir al público hasta la estación, los jóvenes asiáticos parecían
satisfechos en desahogar su furia contra la policía y el Pub. El Hambrough Tavern
era virtualmente un Pub blanco y aparentemente ese había sido el verdadero
blanco para los asiáticos. El concierto Oi! Solo les había dado una excusa. Sea
como fuere, los enfrentamientos entre los asiáticos y la policía continuaron hasta
mucho después de que la bandas y sus seguidores se encontraran en casa
metidos en la cama.
En el momento en que el Pub empezó a ser atacado, un montón de gente pensó
que les había llegado la hora. Cualquiera podía haber muerto fácilmente esa
noche, pero en retrospectiva, también hubo algún que otro momento divertido.
Como lo que ocurrió con el locutor, que había encadenado todo su equipo porque
temía que los skinheads se lo robaran. Tan seguro estaba, que se prendió fuego
junto con el Pub, porque el tipo no tuvo tiempo de soltar las cadenas.
También había un niño adentro del Pub que había llevado su pequeña
ametralladora de juguete. Un skinhead se la rebato, rompió un ventana y comenzó
“disparar” hacia la multitud que estaba afuera. Algunos empezaron a correr
gritando:”… tienen un arma, tienen un arma…” Y aún mientras el Pub se
quemaba, un miembro de los 4 skins, cuyo nombre no diremos, le estaba pidiendo
al dueño del bar que le diera la plata que le correspondía por haber tocado.
Además, estaba el rockabilly Steve, que salto a través de una ventana para
escaparse de la llamas, fue perseguido a través de los jardines por una banda de
asiáticos, fue golpeado en la cabeza con una sartén por un tipo que lo encontró en
la puerta de su casa, hasta que finalmente lo metieron en la cajuela de una
camioneta de la policía y fue desechado en las afueras de la ciudad.
Al día siguiente, el asunto no tenia nada divertido. Sin importar cuales fueran sus
razones, los responsables de los disturbios de Southall fueron los jóvenes
asiáticos que atacaron el Pub y continuaron batallando contra la policía toda la
noche. Esto estaba más allá de toda discusión. Por cierto, si hubiera sido al revés,
una banda de skinheads atacaba un concierto de asiáticos, y luego armando pelea
hasta altas horas de la madrugada los medios y políticos no hubieran dudado en
acusarlos.
Pero cuando al día siguiente salieron los diarios, no fue esa la historia que
contaron. En realidad, uno se preguntaba si quizás la prensa había presenciado
otra pelea totalmente distinta. Uno que permitiera llenar las paginas con historias
acerca de skinheads racistas, saliendo de casería luego de haber visto bandas
nazis en un encuentro del NF. Pero no, estaban hablando del mismo Hambrough
Tavern, el mismo Southall y la misma pelea.
Las bandas y sus seguidores no solo fueron culpadas de la pela. Fueron colgados
y descuartizados por un circo mediático cuya única intención era buscar algún
culpable. Solo el Times y el Guardián publicaron algo mas o menos justo sobre lo
que había ocurrido. Los tabloides, por supuesto, armaron cada detalle, y
aprovecharon para sacarle bien el jugo.
Al estar al frente del movimiento Oi!, los 4 skins fueron los que recibieron mas
palos. En marzo, habían participado, junto con las Infa Riot, en un artículo acerca
del fascismo y la juventud publicado por el Sunday Times. Lo que nunca fue
aclarado es que ninguna de las dos bandas era racista, lo cual les había costado
varios conciertos. En ese momento, salieron a decir que no eran fascistas, y que
no tenían ningún interés en tener seguidores racistas. Después de todo, los Infa
Riot incluso habían tocado en conciertos de Rock Against Nazi.
Sin embargo, los tabloides lo tomaron como la prueba fehaciente de que los 4
skins si eran fascistas. La mayoría de los diarios sostenían que la banda había
incitado a los skinheads a armar bardo en el concierto, y que estaban haciendo
Sieg Heil! En el escenario. Puras mentiras.
Algunos incluso llegaron a decir que los Infa Riot también habían tocado en
Southall, sólo para añadir credibilidad a las personas. Garry Bushell también fue
criticado, y tampoco se encontraba en el concierto. Cuando estallaron las noticias
acerca de Southall, se encontraba en Newcastle con los Angelic Upstarts. Para su
gran sorpresa, incluso los Cock Sparrer aparecieron en un diario local como una
de las bandas que aparentemente habían iniciado la pelea.
Otra publicación que volvió acosar a los 4 skins fue una acerca de los skinheads
lanzada en Sounds, en la cual el manager de la banda, Gary Movement. Sin
embargo, lo que no fue mencionado fue el hecho de que también haya dicho que
los skinheads que se involucraron en política eran unos tontos, que la publicación
misma era bastante anterior a la información de la banda.
Otro clásico fue la foto que apareció en otros cuantos diarios, en la que se
mostraba nuevos y relucientes panfletos del NF esparcidos sobre las ruinas del
Tavern. O el NF había inventado papel a prueba de fuego, o alguno había puesto
los panfletos ahí luego de lo ocurrido. También se decía que cientos de volantes
del NF habían sido repartidos en el concierto, lo cual jamás ocurrió. Dos skinheads
habían intentado repartir algunos promocionando la Cruzada Blanca Nacionalista,
pero fueron detenidos por Steve Cooper, el plomo de los Business. La mayoría de
los asistentes ni siquiera los había visto.
El álbum Strength Thru Oi! Resulto ser otro trapito sacado al sol. No sólo porque el
titulo era un juego de palabras basado en un slogan nazi (lo cual no hizo perdida
en bandas como Joy Division), sino también porque el skinhead en la tapa resulto
ser Nicky Crane, uno de las figuras principales del British Movement. En realidad
se suponía que en la cubierta iba a estar un tipo llamado Carlton Leech, que era
un soul boy físico culturista, pero las fotos no resultaron. Así que decidieron, en su
lugar, usar la foto de un skinhead, y para el momento en que descubrieron de
quien se trataba, ya era muy tarde. Los tatuajes del British Movement de Nicky
fueron tapados, y nadie pensó que alguien se daría cuenta. De todos modos, eso
es lo que dice Garry Bushell, y de acuerdo al libro Oi! A View From The Dead-End
Of The Streets, él es el periodista al que todos los chicos conocen y creen.
Los medios no pudieron haber desenterrado más mierda. Y lo que no podían
descubrir, simplemente lo intentaban. De la noche a la mañana, el Oi! Paso de ser
una movida subterránea a notición de primera plana. Fue despreciado como una
música estupida para un público igualmente estupido, y cualquiera que hubiera
estado remotamente conectado al movimiento, fue caratulado de racista.
Mientras tanto, los políticos no hacían más que complacer a la comunidad asiática
de Southall. Ken Livingstone del GLC (Concejo Administrativo Metropolitano) y la
Primer Ministro Margaret Thachter, se mostraron demasiado interesados en oír
todo lo que tenían para decir, pero nadie se tomo la molestia de encontrarse con lo
representantes de las bandas para oír su versión de los hechos. Ni siquiera el
partido laborista, supuestamente el partido de la clase obrera. Tan parciales eran,
que cualquiera creería que fueron los skinheads los que atacaron el pub mientras
unos pocos asiáticos disfrutaban tranquilamente de unos tragos.
Incluso la versión de los hechos de los asiáticos fue absorbida por todas las
estupideces publicadas por la prensa, así que la verdadera razón por la que se
inicio la pelea probablemente jamás sea conocida.
En retrospectiva, el concierto puede parecer un verdadero error, pero las bandas
tocaron en Southall por ninguna otra razón más que la música, y culparlos por los
disturbios fue una tremenda injusticia.
El Oi! Termino siendo asociado con el nazismo, y la industria musical no pudo
distanciarse a tiempo. Deram inmediatamente retiro de circulación Strenght Thru
Oi!, justo cuando estaba por ingresar a los Top 50, y sin siquiera pedir la opinión
de las bandas. El festival Oi! Que iba a realizarse en el Mayfield de Manchester
fue, en un principio, pospuesto hasta agosto, y luego fue cancelado del todo, y el
mismo destino corrió el concierto planeado en Tyffany de Brandford era asiático.
Lo llamaban Oi! El Turbante.
Los promotores cancelaron todos los conciertos, el Oi! Se despidió de cualquier
oportunidad de aparecer en las radios, y tanto los 4 skins como los Business
perdieron grandes contratos discográficos. Los negocios también se negaban a
vender lanzamientos Oi!, y se corría el rumor de que se les estaba pidiendo a los
negocios que no reportaran la cantidad de discos vendidos para que no figuraran
en los charts.
Todo podía haber terminado allí fácilmente, ya que el movimiento estaba
prácticamente derrotado. Sin embargo, las bandas tenían otras ideas. Luego de
unos pocos días de duelo, todos se arrodillaron y comenzaron a juntar los pedazos
rotos. La mayor cantidad de mierda había sido arrojada sobre los 4 skins, así que
quizás fueron ellos los que más tuvieron que remarla.
Se ofrecieron para tocar en un concierto a beneficio para los oficiales de policía
heridos y la comunidad asiática de Soouthall, y digieran que organizarían un
concierto antirracista independiente para demostrar que no albergaban ningún
resentimiento.
Con temas como ACAB (Todos los policías son unos hijos de puta), un montón de
gente suponía que la banda era anti policía, pero no era ese el caso.
Prácticamente todos saben que la sociedad necesita alguna tipo de fuerza policial
para poder sobre vivir. Contra lo que los 4 skins, y otras bandas como los Upstarts
estaban en contra, era la mal política. Los policías de Southall se la habían llevado
de pelea, y se llevaron la peor parte. Fue positivo el intento de la banda por
subsanar una relación con la comunidad local y la policía, pero al final, fueron
rechazados por ambos. Aun así, lo habían intentado.
También se organizo un concierto secreto en el Pub Price of Wales, de
Mottingham, al sur de Londres, y el programa Nation Wide de la BBC fue invitado
para que pudieran ver con sus propios ojos, que el Oi! No significaba peleas. Los 4
skins habían reservado el lugar presentándose como The Skans, una banda que
tocaba country y se vestían country, y la banda soporte en este caso, fueron los
Bollyguns, mejor conocidos como los Business. La noche transcurrió sin
disturbios, pero fue opacada por el sonido desastroso, que se cortaba a cada rato,
durante la presentación de los 4 skins. La mitad del público termino arriba del
escenario tratando de escuchar lo que no se podía oír a través de los parlantes.
Con escasas oportunidades de obtener un contrato discográfico, los 4 skins
decidieron lanzar un single, One Law for Them, en su propio sello Clockwork Fun.
Era un autentico ataque sobre el sistema de clases que corrompe la justicia
británica, y era la respuesta perfecta para lo que había ocurrido en lo de Southall.
Si, como dicen, la justicia británica es la mejor del mundo, entonces que Dios los
ayude a los pobres infelices de otros países. Pese a algunos problemas con la
distribución, y la negativa de ciertos negocios a venderlos, se convirtió en uno de
los singles punks de mayor venta de ese año.
Se realizaron convenciones Oi! Para intentar resolver los problemas que
enfrentaban las bandas, pero no pasaron de ser más que simples charlas. Como
algo positivo, se consiguió que Secret organizara la manufactura y distribución de
futuros lanzamientos Oi!, que vio la luz del día en octubre.
En realidad, para octubre, el Oi! En general estaba dando grandes pasos hacia su
recuperación. Infa Riot y los Business salieron de gira para promover el
lanzamiento de sus singles debut, Kids of the Eighties y Harry May
respectivamente (ambos lanzados por Secret), y tocaron en un par de conciertos
antirracistas, uno en Sheffield y otro en Manchester.
El concierto de Sheffield fue llamado “Oi! Contra el racismo, el extremismo político,
pero aun en contra del sistema”, y tuvo lugar una semana después de que el RAR
organizo su propio concierto en la ciudad bajo el nombre de “Oi! Contra el
racismo”. Mucho más corto, pero no tan dulce. Para confundir las cosas, Infa Riot
toco en ambos, pero las bandas como los Business y los 4 skins no querían saber
nada con el RAR. Sham había hecho lo que les habían pedido, y terminaron
siendo usados, así que nadie era lo suficientemente idiota como para tropezar con
la misma piedra. Y por cierto, no hacia falta llevar insignias del SWP (partido
socialista de los trabajadores) para probar que eras antirracista.
Otra banda que andaba por ahí era Blitz, que pese a ser anunciados como
originarios de Manchester, en realidad de New Mills y Buxton, Derbyshire.
Bastante cerca. La banda de cuatro miembros, dos punks y dos skins, habían
estado en la movida desde marzo de 1980 y ya eran bien conocidos para la época
de Southall, porque Bushell siempre estaba hablando de ellos, y porque eran una
de las pocas bandas que habían sido prohibidas en el Mayflower Club de
Manchester. Aparentemente, algunos guardas habían sido re cagados a patadas
por intentar evitar que el público subiera al escenario durante Fuck You. Manada
de idiotas.
En agosto de 1981, su single debut fue lanzado por el sello No Future. Para
sorpresa de muchos, especialmente para la banda y la compañía discográfica, All
Out Attack termino vendiendo más de 25000 copias y proveyó a No Future el
dinero necesario para expandir sus actividades.
En octubre, la banda toco en Bradford en los eventos para la Marcha por El
Derecho a Trabajar, y participo en un compilado de Skunk Rock de No Future, que
también incluía a bandas como The Partisans y The Samples. Skunk fue el
nombre que recibió la música para punks y skins con la que todos habían soñado,
desde la primera convención Oi! En el Conway Hall de Londres, justo después de
lo de Southalll. Fue un intento para frenar la rivalidad en los conciertos entre dos
movidas.
Incluso los 4 skins, quienes se creían que nunca más tocarían en vivo luego de lo
de Southall, volvieron al ruedo antes de fin de año. Gary Hodges dejo la banda
poco después del concierto de Mottingham, y antes de su concierto de regreso en
el Brannigan’s de Leeds, Steve Pear también se abrió. Sin embrago, se decidió
que la banda continuaría, y con el mismo nombre. El Ex-plomo, Panther Cummins,
se hizo cargo de las voces, John Jacobs tomo la guitarra, y el ex-baterista de
Conflict, Peter Abbots, se hizo cargo de lo palillos.
La única banda que no llego muy lejos fue The Last Resort. Esta fue una banda
destinada a cosas mucho más grandes, si lo de Southall no hubiese ocurrido.
Cualquiera que los hubiera que los hubiera visto podría afirmarlo. Pero en vez de
salir a recorrer el país para limpiara su nombre, siguieron tocando en los mismos
lugares del sur de Londres, una y otra vez.
Decidieron tirar la toalla a comienzos del`82, luego de un incidente en el King’s
Lynn, en el que el enfrentamiento entre los skinheads y los soul boys causo
grandes destrozos. Todos los miembros de la banda y sus allegados fueron
arrestados, pero al final fueron liberados sin cargos.
Un álbum, A Way Of Life-Skinhead Anthems, fue grabado apresuradamente y
lanzado en abril, bajo el sello Last Resort, administrado por Micky French. Era
obvio que estaba apuntado al mercado skinhead, en un intento por recaudar
dinero fácil. De ahí el titulo del album, la baja calidad de las grabaciones, y la
inclusión de Red, White And Blue y Last Resort Bootboys, a expensas de Soul
Boys y Johnny Bardon.
Otra decepción fue el libro Oi! A View Of The Dead – End Of The Streets (Babylon
Books). Se suponía que iba a ser la verdadera historia del Oi!, pero resulto ser un
fiasco. En realidad, estaba muy mal escrito, era condescendiente y confuso, como
si Garry Johnson lo hubiera hecho Garry Bushell.
1982 fue un año de altibajos. En febrero, la compañía Skunx promovió el sonido
de Infa Riot en el Blue Coat Boy en Islington, Londres, dando así a las bandas
punks y skins un lugar en la capital donde tocar regularmente. Para este entonces
los Infa Riot se estaban alejando del Oi!, acercándose cada vez mas a la escena
punk. Fueron los soportes de Exploited en la gira”Apocalypse Now” y también
tocaron con ellos en el apoyo Theatre de Glasgow en el “Gathering of the Clans”
junto a otros grupos punks. Un teatro para albergar solo a espectadores sentados
no era el espacio ideal, y con el ejército de mods de Glasgow en pie de guerra,
hubiera sido mejor hacerlo en la ciudad natal de los Exploited, Edimburgo. Hay
que vivir para aprender.
Los 4 skins lanzaron Yesterday’s Heroes antes de su album debut The Good, The
Bad & The 4 skins. Ellos también habían firmado con Secret, un sello conocido no
precisamente por despilfarrar dinero por lo cual el producto terminado estaba muy
precariamente producido y desinflado.
Salieron de gira para promoverlo con Combat 84, para noviembre ya habían
perdido a dos integrantes: Abbots y Jacobs. Ingresaron Paul Swain e Ian Davies,
que anteriormente habían estado en la banda Oi! De Hatfield, Criminal Damage.
Volvió a armarse enfrentamientos en algunos conciertos, incluyendo uno en el 100
Club, y aun debieron seguir viviendo con las secuelas de southall.
El gobierno local les prohibió tocar el Keighley Funhouse el tema de Trevor Griffith
Oi! For England. El tema en sí era obviamente antirracista, pero así es como
funciona la democracia local. Una organización de estudiantes locales se negó a
dejar tocar a los 4 skins porque los consideraban fascistas. Después se
preguntaron porque los skinheads los odian.
Con el lanzamiento de Oi! Oi! That’s Yer Lot, el ultimo album Oi! De Secret, y el
articulo “El Punk esta muerto”, publicado por Bushell en Sounds empezaba a
parecer que el Oi! Estaba acabado. Las compañías como Riot City no ayudaron
mucho al colocar porquerías viejas con cuatro crestas en la tapa.
Para fin de año los Blitz se habían separado y luego de que su álbum, Voice of a
Generation, hubieran alcanzado el puesto numero 27 en los rankings de discos
mas vendidos, sin ningún tipo de promoción. Y por supuesto, la desaparición de
Blitz equivalía al fin de No Future.
Lo mismo ocurrió con los Business en diciembre, debido a diferencias musicales.
Aun así, el Oi! Seguía resistiendo. Micky Fitz reapareció a comienzos del 83 con
unos Business renovados, luego de reclutar al bajista Mark Brennan y al guitarrista
Steve Wale de la banda Lewisham Blackout, y al baterista Kevin Boyce. El punk
realista era el nuevo grito de guerra. La banda grabo Suburban Rebels (Secret),
que llego al puesto 37 en el ranking nacional, pese a haber sido desdeñado en
Sounds por el padrino del Oi!.
Como muchas bandas Oi!, los Business no se comprometían con nada. Pero
tocaron en un montón de conciertos a beneficio (muchos más que algunas bandas
de izquierda que estaban de moda) y siempre se negaron a tocar en conciertos
cuando parte de su publico tenia la entrada prohibida (como ocurrió en el Marquee
con los skinheads), y cuando los precios de la entrada o la cerveza eran
demasiado elevados (como ocurrió en el Lyceum). Como muchas otras bandas
The Business capturo el espíritu del Oi!, tenían temas como para cagarse de risa
un rato, como Drinkin’and driving, y otros temas en los que manifestaban sus
opiniones, como Guttersnipe, una clásica canción anti tabloides, similar a la
inmortal The Sum Says de los Sparrer.
Roy Pears también volvió al Oi! Luego de haber reemplazado a Panther como
vocalista en los 4 skins. The Last Resort se las habían arreglado para meter
Horrorshow en el copilado Oi! Oi! That’s Yer Lot, bajo nombre de The Warriors,
pero ahora estaba comprometido con Hoxton Tom y sus chicos, hasta que los 4
skins pusieron punto final a su historia en 1984.
Se habían cansado de no poder tocar tanto como querían, además Paul Swain e
Ian Davies fueron expulsados por barberos. La banda se despidió con el álbum en
vivo From Chaos To 1894 (Syndicate).
El disco tenia todos los clásicos, menos Sorry, y fue un tributo de altura para la
banda numero uno del Oi!.
Pero el año no podía terminar sin un nuevo copilado Oi!, aunque el ultimo esfuerzo
de Secret parecía ser el episodio final, parecía que varias personas tenían un
álbum escondido en la manga. En noviembre de 1893, Son of Oi!, salio a las calles
bajo el sello Syndicate, que había tomado la posta mas o menos allí donde Secret
la había abandonado. Por cierto, no fue el mejor copilado Oi!, y muchas de las
bandas que participaron no duraron mucho luego de la grabación, pero por lo
menos estaba ahí para seguir flameando la bandera.
Pocos hubieran apostado por la supervivencia del Oi! Luego de lo de Southall,
pero contra todos los pronósticos, sobrevivió y creció. El Evening Standard lo
llamo el denominador común del pop, pero como la mayoría de los de su tipo, no
sabían de qué se trataba. El Oi! Se trataba de cagarse de risa un rato y hacerte
escuchar, pero también era mucho más que eso. El Oi! Era la voz de los chicos de
las calles de todas partes, y es una voz que nunca mantendrán en silencio ni un
mes de Southalls.
“El Oi! es rock and roll, cerveza, sexo, ir a conciertos, cagarse de risa un
rato, pelearse, es nuestra vida, es nuestro show, nuestro mundo, es nuestro
estilo de vida.”
Garry Johnson.
Espiritudel69
CAPÍTULO SEIS
NI WASHINGTON NI MOSCÚ
“El Reino Unido conoció por primera vez el termino pakibashing el Miércoles
pasado. Un grupo de skinheads se jactaron en la tele de golpear a los
inmigrantes de color en el este londinense sólo por diversión”.
Sunday Mirror, 1969.
No hay nada como un poco de violencia para disparar el rating, por lo cual no
sorprende a nadie que la cámaras hayan seguido rodando cuando las mesas y las
sillas comenzaron a volar en el Benny’s Bar en Harlow. Ver un club nocturno
destrozado por las bandas rivales de skinheads debe haber sido el sueño hecho
realidad para cualquier productor.
Las cámaras iban a filmas en vivo a la banda londinense Combat ‘84 para el
documental Skinheads, de la serie 40 Minutos, de la BBC. Antes de arreglar con
Combat, los productores se habían acercado a otras bandas, pero, o bien no
estaban interesadas en hacerles la segunda, o, peor aun, no eran lo
suficientemente polémicas. The Business hubiera sido una muy buena opción, y
hubiera dado buena cuenta del movimiento skinhead y de ellos mismos, pero 40
Minutos tenia otras ideas en mente.
Luego de los de Southall, querían algo un poco mas controvertido, más lujoso.
Después de todo, ¿Qué seria de un programa acerca de los skinheads sin un poco
de racismo y la promesa de ver cómo cagan a patadas a algún pobre infeliz? ¿Y
quien mejor para ello que Chubby Chris Henderson, cantante de Combat 84 y
famoso vándalo racista de la zona?
Chubby Chris nunca negó su orientación política, y quizá éste fue uno de sus de
sus mayores errores. Otros que coqueteaban con la extrema derecha nunca se
hicieron cargo y zafaron. Y, por supuesto, si decís que estas relacionado con la
extrema izquierda a nadie se le mueve un pelo. Y en cuanto a los enfrentamientos,
cada vez que se pudría algún concierto en Londres, podías apostar hasta tú ultimo
centavo a que se le echaría la culpa a Chubby Chris como principal culpable. El
tipo era el primero en admitir que estaba involucrado en los bardos, y ciertamente
no era un inocente, pero su fama creció al punto tal, que se lo culpaba de peleas
en conciertos a los que ni siquiera había ido.
Irónicamente, Combat 84 ya habían terminado su show y estaban viendo a sus
colegas londinenses The Elite, cuando empezó la riña en Benny’s. Es más, junto a
Gary Hitchcock, de Harlow, Chris hizo todo lo que pudo para parar la pelea desde
el escenario, intento mantener separadas a las dos bandas que se enfrentaban en
el piso. Dos cuestiones que no suelen mencionarse.
Con Chubby Chris al frente, Combat 84 fueron proscriptos en algunos círculos por
ser una banda de derecha que equivalía a problemas. Esto debe haber significado
una gran sorpresa para el resto de la banda, ya que ninguno de ellos compartía la
visión política de Chris. En realidad, la banda hacia todo lo posible para mantener
la política y el futbol alejados de su música y eso era así tanto para Chris como
para los otros integrantes. Promocionar dichas cuestiones en los conciertos
equivalía a firmar tu propia sentencia de muerte, particularmente luego de los
Southall.
Skinheads, había demostrado claramente que la banda, al igual que la movida
skin, estaba constituida por seres individuales, cada uno con sus propias
creencias y opiniones. El bajista Deptford John dijo que él no estaba interesado en
la política, y que definitivamente no era racista, mientras que el baterista Andy The
Greek era justamente racista. Y en cuanto a Chris, pasaba más tiempo hablando
de la educación, la adopción y el jabón en polvo que de política.
Aun así, siempre hay gente que sólo ve lo que quiere ver. Gracias a los rumores
sobre cuestiones políticas y violencia que persiguieron a la banda durante toda su
carrera, Combat termino perdiendo conciertos, giras, e incluso un contrato
discográfico con Secret.
A pesar de todo, lo que nunca perdieron fue el apoyo de sus seguidores, que
ayudaron a la banda a llenar los locales punks del circuito londinense con bastante
regularidad, y que colocaron el EP debut, Orders Of The Day, en el numero 11 de
los Indie Charts luego de haber vendido alrededor de 5 mil copias. No estaba nada
mal por tratarse de un lanzamiento autofinanciado y lanzado por el sello de la
banda, Victory, que apenas estaba expuesto en la prensa y tenia muy poca
distribución.
En octubre del 83, un año después de que Skinheads fuera grabado, Combat 84
se separó mientras grababan su álbum debut Send in the Marines. Deptford John
y el guitarrista Jim se pudrieron de la imagen de derecha de la banda, y la
abandonaron para dedicarse a ser plomos de los UK subs. Combat se había
convertido en otra victima fatal del movimiento skinhead gracias a la política.
En un mundo perfecto, cualquiera podría tener sus propias creencias políticas, y
se las reservarían para las umas. Eso es exactamente lo que Combat 84 intento
hacer, pero fue lo mismo que intentar mear contra el viento. La verdad es que
cada uno tiene derecho a tener sus propias opiniones, sólo que algunos tienen
más derecho que otros.
Todos tenemos nuestra cruz, y desde fines de los 70s, el movimiento skin ha
tenido que luchar contra la política. Tanto la izquierda como la derecha han
intentado usar y abusar de los Skinheads con distintos grados de éxito. Tal es así
que hoy la política extremista se ha convertido en parte de la movida, tanto como
las botas Doc Martens.
Los skinheads originales habían demostrado no tener verdadero interés en la
política organizada, y nunca fueron asociados con la extrema derecha. Cuando
sos joven y hay talento que cazar, una pelota que patear o una esquina que
Defender, las cuestiones políticas no deben
meterse en el medio. Después de todo, no
importa por quien votas, el gobierno siempre
se mete en el medio, y todavía no habido un
gobierno que ofrezca rapadas gratis y botas
baratas. Es verdad que algunos de la clase
69 apoyaban las ideas de Enoch Powell, pero
también habrías encontrado otros que
apoyaban al partido laborista, a los
conservadores, e incluso a los liberales.
Incluso algunos perdidos pensaban que los
hippies tenían la solución correcta. Pero al final, la política estaba en los últimos
lugares de la lista de prioridades skinheads, y nunca fue motivo de división.
Fue el National Front el primero en introducir la política en la movida skinhead.
Antes del 76, poca gente tomaba al National Front en serio. Esto cambiaria la
llegada de refugiados reales era realmente minúsculo, pero los diarios se
encargaron de convertir unas pocas docenas en una verdadera invasión, y al
hacerlo llevó a la gente el borde de la historia con historias de hoteles cinco
estrellas y entrega de viviendas masivas.
El National Front vio que el viento soplaba a favor suyo. En las elecciones locales
del 77 pudieron asegurarse 250 mil votos y meter varios candidatos. La voz de la
extrema derecha había surgido de la nada, e incluso empezó a decir que el NF
podría reemplazar al partido liberal como tercer fuerza en la política británica.
Como todos los partidos, el NF tenia una vasta plataforma electoral, pero eran
vistos como facción de una causa única, resumida en el slogan “si son negros,
mándelos de vuelta” (“If they’re Black, send them back”). La inmigración se estaba
convirtiendo en un tema clave en la política británica de aquella época, y
finalmente haría que Margaret Thatcher se convirtiera en la primera mujer en
ocupar el puesto de primer ministro. Prácticamente le había serruchado el piso a
los del National Front, utilizando la cuestión racial para sus propios fines. Pero eso
ocurrió unos cuantos años después. Mientras tanto el NF estaba reclutando gente,
particularmente entre los jóvenes. Y no eran sólo los skinheads los que
respondían al llamado a las armas. Punks, teds, mods, pelilargos, y normales,
todos comenzaron a demostrar simpatía por el NF, aunque muy pocos podrían
haberte dicho algo concreto sobre el partido, más allá de unos pocos slogans.
Encima, menos militares aun tenían suficiente edad para votar.
El breve flirteo del punk con el nazismo ya había llevado a la formación del Anti
nazi League, y el Rock Againts Racism. Ahora con el NF en carrera, amas
organizaciones antifascistas redoblaron sus esfuerzos para evitar su triunfo,
particularmente entre los jóvenes. En la formación del Young National Front hacia
fines del 77, las escuelas, las canchas, los conciertos y los clubes juveniles se
convirtieron en campos de batalla política y los chicos eran como peones por
ambos bandos.
Entre los chicos blancos de clase trabajadora el YNF encontró terreno fértil. En
muchos aspectos, decir que eras del NF era una demostración de que eras de
excelente calidad, y los chicos corrían detrás de los mas grandes cantando
“National Front”. Solo era parte del crecimiento, así como dar unos plones a un
cigarrillo en el baño escaparse temprano para no ir a clase de francés. La Anti
Nazi League realmente no mejoro las cosas al pedirle justo a los maestros que
hablaran con sus alumnos en contra del NF. ¿ Que mejor incentivo necesitabas
para agarrar diez centavos y salir a comprar una copia del Bulldog?.
Los skinheads se convirtieron en un blanco especial para las campañas de
reclutamiento del NF en la época de Sham. Mientras que prácticamente todo el
mundo condenaba el hooliganismo y otros pasatiempos skinheads, el YNF los
idolatraba como guerreros de los estadios, y publicaba la columna League of Louts
en su diario Bulldog. Este era un partido que no te hablaba a vos, sino que
hablaba con vos, y que no te despreciaba sino que te trataba como la crema de la
juventud británica.
Así como los punks simbolizaban la anarquía, los skinheads pronto fueron
identificados por el ojo público como bootboys del NF. Para muchos era una
oportunidad de hacer flamear la Unión Jack y hacerle fuck you! Al resto de la
sociedad. Y por supuesto, la probabilidad de enfrentamientos regulares en eventos
y marchas contra los manifestantes anti NF representaba un estimulo extra para
muchos skins. La Anti Nazi League también había tenido sus éxitos entre los
jóvenes, nada menos que por contar con bandas de renombre en sus conciertos.
80 mil personas asistieron a su Carnaval Contra los Nazis en el Hyde Park de
Londres en abril del 78, para ver bandas como The Clash, The Tom Robinson
Band y Steel Pulse. En realidad, la idea del RAR fue la exitosa que poco tiempo
después el YNF creó su propia organización, el Rock Against Communism.
El error más grande de la ANL fue acorralar al NF, eso sólo lo hizo más atractivo
para los chicos que se querían hacer los rebeldes, y contribuyó a reforzar la ya
popular actitud skinheads del YNF. Haciendo salvedad, incluso en su mejor
momento, los miembros del NF nunca superaron los 15 mil, y en gran parte se
debe a la ANL y organizaciones antifascista similares.
Irónicamente, la imagen skinhead probablemente le haya costado más votos al NF
de los que le hizo ganar. En las elecciones generales de 1979, los números de
votos del NF ni se acercaron a los resultados de los años anteriores. E partido
rápidamente se quedó sin fuerzas, debido principalmente a los conflictos internos
que siguieron a las elecciones. La cuestión aún se complico más gracias a
artículos periodísticos que exponían a algunos de los principales referentes del NF
como nazis encubiertos, homosexuales y corruptores de menores.
Muchos skinheads abandonaron el NF en ese momento en parte por lo
anteriormente mencionado, pero también porque habían surgido organizaciones
mucho más extremas. Para seguir siendo los más populares tenían que cambiar
su tarjeta de membresía de YNF por una British Movement o la Anti Paki League.
Otros afirmaron ser miembros de organizaciones tipo paramilitar como Section 88
o el National Socialist Action Party.
El BM se beneficio gracia al flujo de skinheads en sus filas, con su número de
militares creciendo hasta los 8 mil. Era una organización abiertamente nazi, y para
deleite de sus miembros, estaban mucho más interesados en la acción directa
callejera que esperar los resultados de la Comisión Electoral.
Para la época en que Southall iba a ingresar a la historia, el apoyo skinhead al NF
y al BM estaba en caída. Ambas organizaciones estaban tan complicadas en
batallas internas por el liderazgo, que se convirtieron en algo tan atractivo como
ver un partido bajo la lluvia torrencial, en el que Cambaceres y Flandia terminan
empatando cero a cero. No hay duda de que un montón de skinheads apoyaban al
NF y al BM porque era lo más en esa época.
Como decía Max Splodge, para el momento en que tenían edad para votar, a la
mayoría ya se les había pasado. Aun así, skinheads o no, siempre habrá gente
que genuinamente cree en las políticas de la extrema derecha, así como otros
creen otras políticas. Y para aquellos que aun siguen peleando por su raza y su
nación, el surgimiento de Skrewdriver significaría el soplo de aire que estaban
esperando.
La banda había tirado la toalla y
habían vuelto a Lancashire en el
verano de 1978, totalmente
desilusionados con el negocio de la
música. A diferencia de Sham,
Skrewdriver se habían negado a
responderles a las revistas musicales
y a distanciarse de los elementos
racistas entre sus seguidores,
pagando el precio de no tener
publicidad, conciertos ni contratos
discográficos.
Hacia fines de 1979, el cantante Ian
Stuart y el bajista Ian McKay se
mudaron a Manchester y revivieron la
banda con la ayuda de dos músicos
locales, el guitarrista Glen Jones y el
baterista Martín Smith. Tocaron en la
ciudad y en sus alrededores y lanzaron el EP Built Up, Knocked Down en el sello
independiente local TJM. Toda esperanza de pegarla estaba imposibilitada por
supuestos vínculos con el NF, por lo cual a fines de 1980, Strewdriver volvió a
relicarse.
Cuando la banda resurgió en Londres hacia fines del 81, solo el cantante Ian
Stuart se había trasladado hacia el sur. Se había mudado a Londres en agosto de
ese año, y con ayuda de la tienda The Last Resort, había reformado Skrewdriver.
Se le habían unido Mark French y Geoff Williams, que habían estado con The
Elite, y Mark Neeson. A principios del 82 Back With a Bang fue lanzado por Last
Resort Sounds, y se abrió camino en los charts independientes. Skrewdriver
comenzó a tocar en conciertos otra vez en Londres y sus alrededores, llenando
Skunx y el 100 Club regularmente.
Aún quedaban dudas sobre la orientación política de las bandas, pero no por
mucho más tiempo. Los Skrewdriver habían sido acusados de ser una banda del
NF en el 77, momento en el cual ninguno de los integrantes de la banda estaban
involucrados con el partido. Todo lo que hicieron fue negarse a deshacer del
creciente número de skinheads racistas que acudían a sus conciertos. En realidad,
Ian Stuart no se había unido al NF sino hasta después de que la banda se separó
y volvió a Blackpool.
Los mismos The Elite no eran ajenos a la extrema derecha y con la nueva
formación, la orientación política de Skrewdriver comenzó a ser más obvia.
Canciones como White Power y Smash the IRA fueron añadidas a su repertorio, e
Ian Stuard comenzó a dar discursos a favor del NF desde el escenario. La prensa
musical continuó sus ataques sobre la banda e intentó que varios clubes les
impidieran tocar en vivo.
En principio los clubes se negaron, nada menos que porque Skrewdriver les
llenaba la caja. Pero las cosas llegaron al límite aquel verano, cuando se desató
una pelea en el 100 Club entre las bandas Skrewdriver e Infa Riot y sus
respectivos plomos. Los promotores ya habían sido criticados por permitir que
bandas como Skrewdriver y Combat 84 tocaron en el lugar, y esta fue la gota que
rebalsó el vaso. Skunx, por el contrario, continuó contratando a Skrewdriver hasta
que la presión policial obligó al club a cerrar sus puertas para fines del año.
Sin ningún lugar para tocar, y sin publicidad en los medios, los Skrewdriver
acudieron a los únicos amigos que les quedaban, el National Front. Junto al
organizador del YNF. Joe Pearce, Ian Stuart reactivo el Rock Against Communism
y comenzó a organizar conciertos por todo Londres. Al igual que Skrewdriver,
otras bandas skinheads como The Ovaltinies, Peter & The Wolves, The Die-Hards
y Brutal Attack empezaron a tocar bajo las banderas del RAC, y para ganarles al
negocio musical en su propio juego, el NF lanzó White Boise Records y relanzó el
single de Skrewdriver, White Power.
A lo largo de 1983 y 1984, White Noise y RAC tuvieron viento a favor. La
asistencia a los conciertos promediaba alrededor de 500 personas, pese a que las
publicidad se hacia de boca en boca, y el lanzamiento del EP This is White Noise
(con la participación de Skrewdriver, ABH, The Die-Hards y Brutal Attack) subrayó
su crecimiento.
ABH se las había arreglado para participar en el segundo y ultimo compilado OI!
de Syndicate, The Oi! of Sex, con su tema Don’t Mess With The SAS. En un
intento por distanciarse del NF los dos compilados de Syndicate tendían a ser de
izquierda, particularmente con la elección de poesía. Incluso había un coro
masculino con el nombre de The League Of Labour Skins, que cantaban una
versión patriótica de Jerusalem.
The League duró tan poco como las otras bandas que aparecieron en los álbumes
y nunca se volvió a hablar de ellos. Lo mismo ocurrió con los Skins Against Nazis,
que se formaron en julio del 78 y su único momento de fama fue un artículo de
media página en Sounds. En realidad, no eran más que otro pin para ser usado
junto al de Skateboarders Againts Nazis, y nunca tuvieron gran aceptación. Aun
así, debido al apoyo que recibía el NF en ese momento, hay que sacarse el
sombrero ante los jóvenes skins del este londinense que tuvieron las bolas para
crear Skins Againts Nazis.
Para 1984, el movimiento skin estaba partido al medio por la política, así como por
la música y el vestuario. Toda situación se resumía en dos cartas publicadas en el
Sounds, luego del enfrentamiento que se armó en el concierto de Broken Bones
en Hereford. La primera había sido mandada por una chica punk que se quejaba
de que los skinheads atacaban a cualquiera que se le ocurriera bailar. Recibió una
respuesta de un fanzine skinhead llamado Hard As Nails que sostenía que los
verdaderos skinheads no hubieran dado ni un pedo por el recital de Broken Bones,
y que todo el problema era culpa de los punks pelados.
Hard As Nails salió a la calle por primera vez en agosto de 1983, y sólo vendió 75
copias. Aun así, fue suficiente para poner la piedra fundamental del retorno de los
valores skinheads tradicionales. Su principal objetivo era actuar como un foco para
lo que llamaba Sussed Skinheads, skins que se vestían elegantemente, y eran
una especie de baluarte para el culto. Los siete números que aparecieron en un
lapso de dos años fueron la inspiración para toda una camada de skinzines que
los siguieron, como Back Against The Wall, Bovver Boots, Tell Us The Truth,
Crophead y otros.
Hard As Nails se convertiría en un punto de encuentro para los skinheads que se
oponían al racismo, así como White Noise Club lo era paras los skins racistas. Su
Campaña Por Los Auténticos Skinheads y su sello definieron la línea del frente
más clara que nunca. El evangelio según Hard As Nails sostenía que los
auténticos skinheads eran pro estilo, pro música, y anti política, mientras que
aquellos que seguían a Skrewdriver y afines no eran más que unos
espantapájaros poxirraneros y bocones que se hacían llamar skinheads.
Pero incluso en las paginas de HAN, no había manera de escapar de las
contradicciones de la vida. Sorprendentemente, el fanzine que culpaba al punk por
el deterioro de los parámetros skinheads, se dedicaba mayormente a la cobertura
de la música Oi!. es más, le daba lugar a bandas como Indecent Exposure, pese a
que posaban con Union Jacks invertidas y tocaban con bandas como Skrewdriver
y Brutal Attack, bajo el pretexto de no ser racistas, sino solamente patriotas.
No es que haya algo contra el patriotismo, particularmente en los círculos
skinheads. Este fanzine fue un intento por unir al movimiento skin, más que por
dividirlo. Pero con los golpes para Skrewdriver y el ocasional apoyo a la banda
antifascista callejera, Red Action, Hard as Nails fue arrastrado hacia el turbio
mundo de la política, aún contra su propia voluntad. Y así se perdió toda
esperanza de reunir a toda la movida bajo un mismo techo.
Originalmente llamados No Swastikas, los Redskins fueron abiertamente políticos
desde un primer momento. Es más, no eran solo antinazis. Dos de los miembros
de la banda, el cantante Chris Dean y el bajista Martin Hewes, eran miembros
activos y pagos del Socialist Worker’s Party (Partido de los Trabajadores
Socialistas) y usaban abiertamente a la banda para promover la línea del partido.
Aún así, el apoyo por Hard As Nails a los Redskins poco tenía que ver con su
orientación política. En realidad, el apoyo dogmático de los Redskins al SWP hizo
que muchos de los skins que los seguían perdieran el interés en la banda. La
mayoría iba a ver a los Redskins por la música y la cerveza, y no para y no para
escuchar las arengas revolucionarias. De la misma manera, no todos los que iban
a ver a Skrewdriver como una banda punk.
Tomando en cuenta a su público, los Redskins tampoco eran una banda skin,
pese a su nombre y su aspecto. En Londres, su público estaba mayormente
conformado por estudiantes militares del SWP y gran cantidad de rockabillies.
Algo similar ocurría en los conciertos que daban en el resto del país.
Para muchos skinheads, daba la impresión de que los Redskins habían adoptando
el estilo como una imagen vendible, y los integrantes de la banda fueron los
primeros en admitir que se esforzaban por caracterizarse como skinheads. El
baterista Paúl Hookman se rapó la cabeza cuando abandonó la banda pop The
Woodentops, por lo cual no se puede afirmar que fuera un skinhead de la primera
hora.
El corte de Chris Dean también dejaba mucho que desear, a menos que fueras un
gran fanático de Tintín. Su manía de vestir una Harrington de distinto color cada
noche también era motivo de risa. Los seguidores más cercanos a la banda
mantenían un registro de los colores que usaba. Pero al igual que Martín Hewes,
se había vestido de skin por años, por lo cual esto no era sólo una cuestión de
moda.
Luego de lanzar dos singles con el sello de Leeds CNT, la banda firmo con Decca
y apareció varias veces en los puestos más bajos de los charts, con temas como
Keep On Keeping On, The Powers Is Yours e It Can Be Done. La moraleja era “si
eres de izquierda, entonces está de moda mezclar la política y la música, pero si
eres de derecha mejor olvídate”.
Más importante aun, era el hecho de que los Redskins ofrecían un sonido
diferente y refrescante, en un momento en el que la música skinhead estaba en
peligro de deteriorarse y convertirse en punk rancio con toques de heavy metal. La
principal influencia de los redskins eran los sellos soul, Tamla y Stax, pero también
tomaban muchas cosas prestadas de los rockabillies y de bandas como The Fall.
Skinheads o no, ciertamente no había simpatía entre el White Noise Club y los
Redskins, y no pasó mucho tiempo hasta que el odio muto estalló violentamente.
En junio de 1984, el Greater London Cuncil organizo el festival Jobs For AChange
en los Jubilee Gardens. Los Redskins compartían el cartel con Billy Bragg, Aswad
y The Smiths, pero no llegarían a terminar su presentación.
A mitas de Lean On Me, una botella fue arrojada hacia la banda, y esto actué
como una señal para alrededor de 50 skins del National Front y Chelsea
Headhunters, que coparon el escenario. En el caos subsiguiente, un bajo termino
ensartado en un redoblante y se partieron unas cuantas cabezas y botellas, todo
bajo el sonido del Feedback y el griterío de los nazis. Los skins Anti-Nazi y los fans
de los Redskins se plantaron, pero la mayoría del público, con sus flamantes
gritos de “liberen a Mandela”, Salió corriendo hacia la dirección opuesta tan rápido
como les daban sus piernas. Gracias por la solidaridad.
La batalla continua en las calles cercanas a los Jubilee Gardens, y al ver
skinheads cogiendo a palos a otros skinheads, la gente se preguntaba quien
estaba de cada lado. La pelea continuo hasta la estación Waterloo, e incluso hasta
adentro del cercano Hospital de St. Thomas, donde habían llevado a los heridos.
Esa misma noche, un notorio pub de derecha en Islinston fue atacado por zurdos
en busca de venganza.
Luego de lo de Jubilee Gardens, siempre había una ligera atmosfera de paranoia
en los conciertos de los Redskins, especialmente en Londres, donde los skinheads
Anti-Nazi a menudo se paraban en la puerta para identificar a cualquier skin de
derecha que quisiera entrar. Aun así, la mayoría de las veces la banda optaba por
la seguridad de tocar en conciertos organizar por estudiantes, una jugada que
molestó a unos cuantos.
Muchos no se tragaban que una banda skinhead tocara para estudiantes, en su
mayoría, de clase media, cuyo interés en la política de izquierda a menudo les
duraba tanto como el cheque de la beca. Por otra parte, esto es permitía a la
banda mantener el bajo precio de las entradas y la cerveza (para aquellos que
podían entrar), así como juntar más dinero, ya que los centros de estudiantes les
ofrecían más que los promotores comunes.
Nadie hizo más conciertos a beneficio que los Redskins, particularmente durante
la huelga de los mineros. Es más, cuando Decca se rehusó a lanzar Kick Over The
Statues como un disco a beneficio de las organizaciones anti-apartheid, la banda
se plantó y lo lanzó por el sello Abstract, hogar de los Three Johns, de Yorkshire.
En cuanto al White Noise Club, los planes para su propio festival, el Rock Against
Communism, ya estaban encaminados. El festival se llevaría ábaco en un lugar
privado, en las afueras de Suffolk. Los skinheads viajaron de todo el país para ver
a Skrewdriver junto a otras cinco bandas en el primero de varios eventos al aire
libre organizado por el NF.
Para ese entonces, Skrewdriver tenia otra formación, con dos australianos y un
italiano, más el siempre presente Ian Stuard y el productor de la banda, Geoff
Williams, que había entrado en la batería. Este nuevo integrante internacional
subrayó el hecho de que la fama de la banda y sus seguidores no estaban
confinados a estas cosas.
A principios de los 80’s, Australia también tenia su buena cantidad de skinheads
racistas que se habían encariñado con Skrewdriver y sus amigos. La mayoría de
los skins no británicos sabían muy poco sobre el origen de la movida, y ya era una
gran cosa si llegaban a conocer a Sham 69. La mayoría pensaba que la movida
había comenzado con el Oi!, y que en ese momento era liderada por las bandas
White Noise, y que el fascismo sólo era parte del uniforme skinhead.
El lanzamiento del single Invasion, y el segundo álbum de la banda, Hail The New
Dawn, en el sello alemán Rock-O-Rama, demostraron que los Skrewdriver
estaban más que felices al ver que su lucha por el poder blanco tomaba
dimensiones mundiales. Rock-O-Rama podía ofrecer mucha mejor difusión que
White Noise Records, y permitía a la banda incursionar masivamente en la
floreciente escena skinhead alemana.
Los skinheads británicos habían llevado su estilo a Alemania Occidental e la
época de Sham 69 y el 2 Tone. Para la época en que surgió el Oi!, la escena
estaba creciendo, y equipos como el Hamburg SV tenia alrededor de 200 skins en
su hinchada cuando jugaban de locales. El culto se mantenía aún muy británico,
incluso se usaban parches con la Union Jack y camisetas del West Ham. Y muy a
menudo, los skins alemanes se juntarían a tomar con los soldados británicos
durante los fines de semana.
A medida que el tiempo fue pasando, los skins alemanes desarrollaron su propio
sentido del orgullo, y comenzó a crecer su propia escena con sus
correspondientes bandas. Una banda en particular, Bohse Onkelz, fue una banda
de referencia para los skins alemanes en la primera época, pero al igual que sus
contrapartes británicos, no eran inmunes a las dificultades. Cuando un punk
alemán era molido a palos por los skinheads durante un viaje a Londres, se
declaraba la guerra entre las dos movidas en Alemania, y a menudo las batallas
se realizaban en los recitales de Bohse Onkelz no tenían ningún interés en la
política organizada, pero su patriotismo a menudo era confundido con el
nacionalismo por los medios, y eso también impidió que la banda tuviera más
aceptación general. En realidad, aunque se habían formado en el 79, su primer
lanzamiento en vinilo no salió a la luz sino hasta 1984, cuando Rock-O-Rama
relanzó Der Nette Man.
Para ese entonces, el culto skinheads estaba siendo distorsionado en forma
política, con creciente cantidad de chicos viendo el estilo skinhead como el
uniforme para el regreso de las juventudes Nazis. Esto era particularmente cierto
en Alemania del Este, donde la oposición al comunismo y los llamados para
Alemania unida eran mucho más explícitos. Al mismo tiempo, había gran cantidad
de skinheads de izquierda que se oponían al regreso del nazismo, y también había
pandillas de skinheads que se deleitaban en pelear tanto contra la izquierda, como
contra la derecha.
En épocas recientes, Alemania ha provisto a los medios con incontables historias
sobre el crecimiento de los skins nazis, y su amenaza para la sociedad, pese a
que las grandes cantidades de skins que no esta interesados en la política
extremista son ignorantes. Varias personas han sido asesinadas por skinheads,
incluyendo mujeres y chicos muertos por bombas incendiarias, gracias a la mano
de tipos que solo pueden ser descritos como “lacras”. Aún así, la palabra
“skinhead” es utilizada para describir a cualquiera considerado nazi por la prensa.
Hay metros y metros y metros de filmaciones de noticieros en las cuales el relator
cuenta que los skinheads están armando pelea, cuando en realidad, las
filmaciones muestran a chicos que no son skinheads en absoluto. Cuando ves
mierdas como esa te preguntas qué otras cosas el imperio de los medios está
desinformando, y si en verdad cada noticia importante puede ser resumida en
flashes de treinta segundos.
Los vínculos con Rock-O-Rama dieron frutos para White Noise Club, y nada
menos que en la forma de colaboración con un compilado llamado No Surrender.
Congregaba a las bandas nacionalistas ya conocidas, al igual que a algunas caras
nuevas, incluyendo a una banda de apariencia electro pop de Southamptom
llamada The Final Sound.
Incluso un montón de bandas skinheads, y no sólo las nacionalistas, habían
recorrido un largo camino desde la época del Oi!. El trash y el heavy metal
estaban siendo cada vez más manipulados por la publicidad, que sostenía que
llevaban a la música skin más allá del punk y dentro del territorio de los hippies y
los greasers. Pese a haber sido descritos como una banda Oi! por algunos
observadores, los Skrewdriver se veían a si mismos como una banda de rock. Y lo
mismo pensaba varias bandas White Power. El cover de Skrewdriver de Sweet
Home Alabama, de Lynyrd Skynrd, y otros como la versión de Skullhead de Silver
Macnine, de Hawk Wind, se hubieran hundido como una plomada en los círculos
skinheads del 69, y hubieran hecho que el viejo Joe Hawkins se revolcara en su
tumba.
La relación del White Noise Club con Rock-O-Rama no tuvo un final feliz,
especialmente para las bandas involucradas. En 1986, el NF se separó una vez
más, y se empezó a saber que las bandas involucradas en el White Noise Club
habían sido cagadas. No se les pagaron derechos de autor a las bandas y el club
le debía a Rock-O-Rama 3 mil libras de ventas.
El resultado fue que Rock-O-Rama se negó a proveerlos de discos y a lanzar
cualquier nuevo material de las bandas del White Noise hasta que se la pagara.
Como siempre ocurre, las últimas personas en enterarse fueron aquellas que
enviaron dinero a cambio de discos, y no recibieron nada. De esta manera, varias
bandas dejaron, bastante disgustadas el White Noise Club.
Liderando la partida estaba Skrewdriver, junto a las dos bandas londinenses No
Remorse y Sudden Impact. Brutal Attack, que no había tocado por más de un año,
pronto se les unió. Al final, las principales bandas del sur se las arreglaron solas,
mientras que la mayoría de las bandas del norte permanecieron fieles a White
Noise.
Por supuesto, ambos sectores se decían de todo. El White Noise Club acusó a
Skrewdriver de dividir al movimiento en beneficio propio, y sostenía que sólo
estaban interesados en hacer dinero constante. Más aún, pese a que las bandas
que se fuero eran nazis, el NF de ninguna manera quería ser asociado con ellas.
En verdad, las diferentes políticas eran en parte responsables de la ruptura,
aunque el NF estaba más feliz de tener a las bandas en el White Noise Club
mientras llenaran la caja del partido, así fueran nazis o no.
La historia se vuelve bastante confusa, ya que los dos partidos surgidos de la
ruptura del NF continuaron usando el nombre de National Front, pero la facción
que controlaba el White Noise Club se encaminó hacia lo que ellos llamaban
“revolución nacional”. Sorprendentemente, esto llevó a que en la tapa del National
Front News apareciera una ilustración de un puño negro con la inscripción FIGHT
RACISM. E incluso el coronel Ghadaffi, de Libia, se convirtió en un héroe para
ellos.
Skrewdriver, junto a las otras bandas que se abrieron, hicieron grandes
aspavientos sobre la llamada “política de Tercera Posición” sostenía por una de
las dos mitades del NF. Encima, comenzaron a decir que los homosexuales y los
pervertidos habían tomado el control del partido, al cual comenzaron a llamar
Nutty Fairy Party (Partido de los Troles Locos). Para competir con el WNC, estas
bandas lanzaron Blood And Honour, una organización musical blanca centrada en
una revista de mismo nombre.
Blood And Honour no ocultaba para nada su tendencia nacionalista. Todo lo
contrario, el segundo número de su revista lo describía como “el único ideal
incorruptible”. Los No Removerse, desde que se formaron en 1987, no se hacían
cargo de ser nazis, lo cual les permito crecer en status dentro del circulo del Rock
Against Communism, y perder popularidad fuera de él.
Aún así, la gente de Blood And Honour se veía a sí misma como la voz
independiente del Rock Against Communism, por lo cual aceptaba a todas las
bandas en su organización, así fueran nazis, nacionalistas, patriotas, anti-
comunistas o whith power. Además, del NF se aliaba con ningún partido en
particular, sino que prefería ofrecer su apoyo a organizaciones varias, incluyendo
el revivido British Movement, el British National Party, el Ku Klux Klan y el grupo
Flag del NF.
El White Noise Club resistió unos meses más gracias a la lealtad de las bandas y
fanzines que se negaban a creer que era una organización corrupta y agonizante.
La banda más importante asociada al WNC en ese momento era Skullhead, de
Consett, formada en 1984. Su cantante, Kev Turner, estaba en cana en el
momento de la ruptura del NF. La banda se mantuvo dentro del WNC, y se rehusó
a participar en las disputas del NF y Blood And Honour.
Cuando Kev salió de la cárcel, la banda siguió tocando en los conciertos del WNC.
En realidad, cuando en la prisión de Arlington le daban permisos de fin de
semana, a menudo tocaba con su banda, para horror de las organizaciones
antifascistas y los miembros locales del Parlamento. Sin embargo, incluso la
lealtad de Skullhead llegó a su fin cuanto el NF decidió terminar con el White Boise
Club y crear, en su lugar, una organización llamada Counter Culture.
Esta nueva organización debía alcanzar todo el espectro de amantes de la
música, lo que significo que Skullhead y otras bandas del WNC, como los Violent
Stom de Cardiff, se vieran incluidos en un crisol que incluía la ópera y otros estilos
tan diferentes. El insulto final que recibieron fue cuando se les pidió que dejaran
las botas y adoptaran una imagen más elegante.
Counter Culture resultó ser un fracaso, y los Skullhead la abandonaron para tomar
Unity Productions, que no se alineaba con ninguna organización partidaria en
particular, pero estaba orientada hacia la religión pagana Nórdica del Odinismo.
Unity Production Nunca llegó a tener el alcance de Blood And Honour, pero
contribuyó a reunir la escena musical nacionalista con unos cuantos conciertos
colmados.
No pasó mucho tiempo hasta que Unity comenzó a realizar recitales conjuntos con
Blood And Honour. El día de San Jorge, en 1990, organizaron un concierto en
Newcastle que contó con la presencia de bandas como Skrewdriver, Brutal Attack,
Skullhead, Squadron, Battlezone, English Rose y Close Shave, y al que asistieron
más de 400 personas, pese a las habituales trabas. Las organizaciones
antifascistas como Cable street Beat, Anti Fascist Action y la revista Searchlight,
siempre habían hecho todo lo posible para evitar que las bandas nacionalistas
tocaran en vivo, y Newcastle no fue la excepción.
Blood And Honour no será un trust de cerebros, pero tampoco son tan imbéciles
como creen algunos zurdos, y la mayoría de las veces, sus conciertos salían
adelante. Se hacían varias reservas en distintos lugares, todas bajo nombres
falsos, y el lugar definitivo era mantenido en secreto hasta el último minuto.
El ambiente generado por bandas como Skrewdriver y Brutal Attack en los
conciertos de Blood And Honour era el de una especie de mini Nuremberg Rally.
Había cientos de skinheads gritando “Sieg Heil! Sieg hail!, mientras Ian Stuart y
Ken Mclellan hacían lo suyo. Al contrario de lo que muchos decían, la mayoría de
los conciertos de Blood And Honour transcurrían sin ningún tipo de incidentes.
Sin embargo, toda regla tiene excepción. En mayo de 1988, en Brest Francia, un
concierto de Rock Against Communism terminó pudriéndose. Para esa ocasión,
No Remorse iba a encabezar un concierto en el que también tocarían las bandas
francesas Brutal Combat, Bunker 84, Legion 88 y skin Korps. Al final, la policía
canceló el concierto justo una hora antes de que comenzara, dejando en la calle a
varios cientos de skinheads, muchos de los cuales habían viajando desde
Alemania y el Reino Unido. La bronca se convirtió en violencia, y las bandas de
skinheads, muchos de los cuales habían viajado desde Alemania y el Reino Unido.
La bronca se convirtió en violencia, y las bandas de skinheads causaron severos
disturbios en las calles del pueblo de Britanny, dejando un saldo de varios
apuñalados y detenidos.
Tocar en otros países les brinda a las bandas nacionalistas públicos mas
numerosos y fervientes, el Rock Against Communism organizaba frecuentes
conciertos en Alemania, Italia, suecia, Holanda y otros países europeos. Aun así,
el lugar donde todos quieren tocar en Estados Unidos, pero hasta la fecha, solo
No Renovarse lo ha logrado, en ocasión de Aryan Fest de Oklahoma de 1990. A
Skrewdriver y otras bandas se les ha denegado la entrada al país en varias
ocasiones.
Vale aclarar que los yanquis también aportaron lo suyo en la cuestión Nazi
skinhead. Durante los ‘80s, los ataques racismos perpetrados por skinheads eran
noticia, pero desde 1988, los medios se han matado por darle publicidad a
cualquiera con el pelo rapado y u n brazalete con una esvástica. Todos los diarios
importantes han publicado artículos. Rolling Stone lanzó una llamada Skinhead
Nation, y también se ha tratado el tema en Talk shows conducidos por grandes
figuras como Oprah Windfrey y Geraldo Rivera.
A pesar del lenguaje común, los Estados Unidos son un lugar muy diferente de
Gran Bretaña. Gran parte de los skinheads norteamericanos son sólo chicos
blancos de clase media que se pueden dar el lujo de rebelarse (las botas Doc
Martens son tres veces más caros en los Estados Unidos), y que son atraídos por
las organizaciones racistas como Aryan Nations, White Aryan Resistance Y el Klux
Klux Klan.
Otra gran diferencia es el nivel de violencia dentro de los círculos skinheads. En el
Reino Unido, los apuñalamientos pueden considerarse bastante comunes, pero la
muerte en una pelea callejera es algo que aún sensibiliza a la sociedad. Del otro
lado del atlántico, los puños y los cuchillos son reemplazados por armas de fuego
y bombas, y prácticamente hay que ser un asesino serial de dos cabezas que a
alguien se le mueva un pelo. Uno adquiere una nueva perspectiva de la palabra
“extremo”, cuando te enteras de que el Sacramento un hombre fue clavado en una
plancha de madera por los skinheads, como en una crucifixión, sólo por tratar de
abandonar una banda racista. Y cuando una chica skinhead intento hacer lo
mismo en Chicago, sus ex compañeros la cagaron a palos de manera tal que
pudieron usar su propia sangre para pitar una esvástica en la pared de su propia
casa.
Una vez más, la atención de los medios, con sus regulares incursiones en el
mundo de las verdades a medias y las exageraciones, ha conseguido atraer
cientos de locos al culto skinhead. A menudo, es sensacionalismo deliberado, a
veces, sólo es ignorancia. Por ejemplo, el San Francisco Chronicles publicó un
articulo en el que se decía que los “skinheads racistas eran una evolución de los
teddy boys que surgieron en Inglaterra a fines de los 60”. Y además sostenían que
la única diferencia entre los skins británicos y los norteamericanos sólo era un
toque californiano, las chombas Fred Perry.
Se estima que hay alrededor de tres mil a cinco mil skinheads racistas en los
Estados Unidos. La organización que hasta hace poco tenía más adeptos era el
brazo juvenil de la White Aryan Resistance, el Aryan Youth Movement. Esta
organización era prácticamente desconocida en los círculos skinheads, hasta que
Skrewdriver los menciono en la tapa trasera de un álbum. Desde ese entonces, el
WAR se esmeró más que cualquier otro grupo para acompañar al creciente
movimiento skinhead.
Su líder, Tom Metzger, veía a los skins como a sus “guerreros” de la línea del
frente en la batalla por la supremacía blanca, pero para muchos, su mensaje de
limpiar las calles, no significaba más que formar patrullas de recolectores de
residuos. Dos asesinatos racistas llevados a cabo por skinheads del WAR en San
José y Remo, fueron seguidos por el asesinato a golpes de un estudiante etiope, y
cuyos culpables eran tres skins pertenecientes al East Side Pride, de Portland. Los
agresores fueron sentenciados con largas condenas, pero la Corte fue mucho más
allá que castigar a los que empuñaron los bates de béisbol. La corte concluyo que
el WAR estaba implicado en el asesinato de Portland, ya que había alentado y
promocionado la violencia racial en la zona. La familia de la victima recibió 12
millones de dólares en calidad de resarcimiento, llevando a la bancarrota a
Metzger.
Los skinheads racistas sólo son parte de la historia de los Estados Unidos a pesar
de lo que digan los medios. La música hardcore ha tenido una influencia masiva
en los skinheads norteamericanos. Bandas como Agnostic Front y Warzone han
atraído hardcore skins a sus conciertos desde fines de los 70, y Harley Flanagan,
quien alguna vez fue skinhead y cantante de los Cro-Mags, incluso comenzó un
movimiento Hare Krishna en algunos círculos skinheads neoyorquinos.
Mientras que los skinheads racistas han adoptado el uniforme del culto de manera
tal que se parezca a la vestimenta paramilitar, los skins hardcore sólo tienen en
común con sus contrapartes británicos, las botas y el pelo rapado. No muchos
skinheads fuera de los círculos hardcore gustan de las chaquetas de cuero o de
las patinetas. En realidad, muchos de los skinheads que siguieron al hardcore no
eran más que punks pelados. Siempre hubo un elemento racista en los círculos
hardcore, pero la verdadera violencia siempre estaba en el skinhead versus punk.
Hoy en día, el hardcore aun tiene seguidores skinheads, pero son muchos menos
que a comienzos de los 80. Desde entonces, la influencia del Oi! británico ha
reemplazado al hardcore como el principal estilo preferido por los skinheads y hoy
Norteamérica puede jactarse de tener la escena Oi! más grande del mundo. Esta
también ha sido acusada de ser un movimiento racista, pero lo único que tienen
que hacer los imbeciles que dicen eso es visitar Nueva York para ver cuan
equivocados están. Allí, se pueden encontrar skinheads de todos los colores y
credos, y bandas como Oxblood y Templars tienen una formación multi-étnica.
También hay gran cantidad de skinheads que gustan del ska, y un número
creciente que esta en el skinhead reggae y el soul, así como en el estilo y las
creencias del 69.
El efecto del circo mediático sobre la escena White power hizo que todos los
skinheads fueran vistos como racistas por el publico en general. En realidad, no es
que los skinheads se volvieron nazis, sino que los nazis se estaban volviendo
skinheads, haciendo que estas dos palabras fuesen prácticamente equivalentes
para mucha gente. La consecuente reacción anti skinhead afecto a toda la movida,
y no sólo a las brigadas White power, lo cual forzó a manifestarse a aquellos que
estaban en contra del racismo.
Durante 1986, una organización llamada Anti-Racist-Action nació de los Baldies
Against Racism, con base en Minneapolis, y a los largo y ancho de todo el país
bandas skinheads similares comenzaron a llevar en alto sus colores en el mástil
del anti racismo. En Nueva York, un skinhead llamado Marcus, comenzó el
Skinhead Against Racial Prejudice, que pronto logro establecer secciones en
distintas regiones de los Estados Unidos.
La ventaja más grande del SHARP es que era algo no político. Y su único objetivo
era hacer que el mundo supiera que no todos los skinheads eran racistas. En
verdad, el orgullo de ser norteamericano demostrado por montón de SHARP skins,
muchos de los cuales sirven en las fuerzas armadas a causado algunos
problemas con ciertas organizaciones anti racistas de izquierda, que ven al anti
racismo como sólo una de tantas causas que vale la pena defender. Por usar el
slogan PRIDE WITHOUT PREJUDICE (Orgullo sin prejuicios), y las barras y
estrellas en su logo, los SHARP fueron acusados de utilizar una bandera racista y,
por los tanto, apoyar el genocidio los nativos norteamericanos. Hay gente que no
se puede conformar con nada.
Otros estaban decepcionados al descubrir que los skinheads anti racistas no
denunciaban la violencia. En realidad, muchos se jactaban de sus batallas contra
los skins nazis y otras bandas, mientras que otros se vieron involucrados en
ataques a gays y hippies, siguiendo lo que era considerado una moda skinhead. Y
no es que les molestara a la mayoría de las secciones SHARP. No les interesaba
quedar en la historia como los chicos buenos, lo único que les interesaba era no
quedarse con el racismo.
La idea del SHARP fue importada en Europa y otros sitios por Robby Moreno, que
era el cantante principal de la banda Oi! galesa The Oppressed. En una visita a los
Estados Unidos durante la cual buscaba bandas para su sello Oi! Records, tomo
un panfleto de SHARP y decidió llevarse la idea a casa. Pese a que la derecha
sostenía que era comunista, la verdad es que Roddy con tenia tiempo para la
política (el slogan de su sello era NEITHER RED NOR RACIST, Ni rojos ni
racista), sólo quería desviar la atención de los medios en el Blood & Honour, lo
cual mostraba a los skinheads como vándalos nazis.
Se formaron unas cuantas secciones SHARP en el Reino Unido, y gran cantidad
de skins simpatizaban de modo no orgánico. Sin embargo, nunca alcanzo el
mismo éxito que en los Estados Unidos. Uno de los problemas eras que el
SHARP era visto como algo político, lo cual hacia desconfiar a muchos skins que
habían visto a la movida dividida por cuestiones políticas desde la época de Sham.
Otro problema era que, a pesar del nombre, todo aquel que estuviera de acuerdo
con el SHARP podía sumarse. Eso hizo que hubiera hippies, punks, normales y
otros que se hacían llamar miembros de SHARP. Si se oponían al racismo, tenían
muchísimas otras organizaciones a las cuales unirse, sin convertir a las secciones
de SHARP en una hazmerreír. Cierta sección contaba con seis miembros, y sólo
dos de ellos eran skins.
Aun así, el ideal SHARP, particularmente en su forma Norteamericana, estaba
mucho más cerca de las tradiciones de los skins originales que el Blood & Honour.
Es difícil invocar al poder blanco cuando tu gran amor en la vida es el skinhead
reggae, tocado por artistas negros. Es más, no a muchos skins en el 69 les
hubieran caído bien los motoqueros y Angels que han aparecido en la revista
Bood & Honour. Tampoco hubieran gritado Sieg Heil! En los conciertos, cuando
aun los británicos se enorgullecían por haber vencido a Hitler en la Segunda
Guerra Mundial.
Con el Bood & Honour, la movida skin obviamente se había alejado muchísimo de
sus raíces. En realidad, se había alejado tanto que comenzó a utilizarse la palabra
bonehead para describir al típico seguidor de Skrewdriver, vestido con aviadora
negra, botas altas y sin nada de pelo. Casi como si se tratara de un movimiento
distinto.
La brecha entre los skinheads originales y los del Blood & Honour no podría ser
más grande en cuestiones de vestuario, música y política, y si la vida fuera tan
simple, quizás hoy un montón de skinheads tendrían una etiqueta distinta pegada
en la espalda.
Las cosas nunca son así de simple, y aquellos que intentan dividir a los skinheads
en dos bandos enfrentados en el medio. La vida nunca es tan simple. Puedes ver
skinheads vestidos con saco, Sta-press y brogues que van a un festival de reggae
revival, pero también hay bastardos pelados con botas de 14 ojales y aviadoras
negras que odian el Blood & Honour. Incluso Ian Stuart admitió tener material
Trojan en su colección discográfica, y es habitual encontrar un artículo de
Skrewdriver junto a otro de Desmmond Dekker en los skinzines, particularmente
en los extranjeros. Y no es muy difícil encontrar a un SHARP a quien, pese a no
tener prejuicios no le molestaría que se frenara la inmigración en el país.
Así son las cosas. Hay alrededor de 5 mil skinheads en todo el mundo, y sin lugar
a dudas, el Blood & Honour represente una gran tajada en la torta skinhead. La
idea de que todos los skinheads son nazis no es más una cortina de humo para
ocultar otras cuestiones más importantes, incluso dentro de los círculos del Blood
& Honour. Ian Stuart murió en un accidente automovilístico en noviembre de 1993,
y aún está por verse lo que ocurriría con Skrewdriver y Blood & Honour, ya que él
era una figura central para ambos. Nicky Crane, de Strength Thru Oi!, y también
uno de los principales skinheads del Blood & Honour murió de cáncer ese mismo
año.
Es fácil culpar de racismo a un grupo visible de skinheads ya que son un chivo
expiatorio de fácil acceso. Después de todo, el culto skinhead debe ser el
movimiento más temido y odiado que jamás haya existido en la sociedad. Y los
sabelotodos pueden patalear, levantar sus puños, y así olvidar que es la sociedad
la que esta en problemas, no sólo las bandas en botas y tiradores. Y aquellos que
dice que los skinheads son fascistas, incluyendo hoy en día a Jimmy Pursey, no
son mejores que aquellos que dicen que todos los negros son unos rateros.
La política nunca le ha hecho ningún favor al movimiento skinhead, y dudo que
alguna vez lo haga. Y eso va tanto para izquierda como para derecha. De alguna
manera, la política se las ha arreglado para llegar hasta el mismísimo corazón del
culto skinhead, bastardeando a la movida. Y la continua exhibición que hacen los
medios de los skinheads como animales políticamente extremistas, sólo ha
reforzado la falacia de que para ser un skinhead tienes que ser un fascista, u odiar
el fascismo. En una democracia, cada uno debe tener derecho a tener sus propias
opiniones, sin tratar de imponérselas a los demás. Quizás algún día llegara el
momento en el que los skinheads una vez más dejaran la política fuera, cuando
van a los conciertos, y quizás los políticos que boquean y actúan desde las
sombras encontraran otros campos donde pelear sus batallas. ¿Qué es lo que
decía nuestro Jimmy acerca de que los chicos debían estar unidos?
“Ningún auténtico skinhead es racista. Sin la cultura jamaiquina, los
skinheads no existirían. Fue ésta cultura, mezclada con la cultura de la clase
obrera británica, lo que hizo que el skinhead sea lo que es”.
Roddy Moreno, Fundador del SHARP en el Reino Unido.
CAPÍTULO SIETE
RESURRECCIÓN SKINHEAD
“No me gusta que los skinheads vengan a mis conciertos.
¡Adoro que los skinheads vengan a mis conciertos!”
Laurel Aitken, superestrella del reggae.
A menos que estuvieras rockeando por la raza y la nación en el White Noise Club,
el panorama en el frente skinhead británico estaba más bien quieto a mediados de
los ‘80s. Todos los grandes nombres del Oi! se habían retirado de este particular
juego de soldados, y la 2 Tone no era más que un recuerdo que se desvanecía. Y
si no hubiera sido por los rallies de scooters, la cuestión hubiera sido
verdaderamente deprimente.
El verdadero espíritu mod nunca había muerto del todo en el norte de Inglaterra
gracias a los soul allnighters y los scooter’clubs. El inmortal Wigan Casino había
mantenido sus puertas abiertas para los fanáticos del soul hasta 1981, y contaba
con más de 80 mil miembros.
Cualquiera que haya ido al Casino puede afirmar que no ofrecía un espectáculo
muy agradable. Una buena mano de pintura le hubiera venido más que bien, y los
pisos de los baños tenían orines hasta la altura de los tobillos, pero lo único que
importaba era copar la pista de baile y poner los pies allí donde estuviera el alma.
En los Estados Unidos, los discos soul no se vendían, y se decía por ahí que se
utilizaban como lastre en los buques trasatlánticos, para luego ser vendidos por
poco dinero en Gran Bretaña. Sin embargo, eso no impidió que las piezas
coleccionables más exóticas se vendieran a cambio de más de mil libras la unidad.
Los scooter clubs eran fundamentales para la escena norteña. Prácticamente
todos los pueblos de Lancashire y Yorkshire tenían su propio scooter club, con un
promedio de 200 miembros cada uno. Durante los ‘70s, los clubes realizaban
viajes regulares hacia la costa, y para fines de la década se habían convertido en
rallies masivos gracias al revival mod.
Los números decrecieron una vez más cuando los plastic mods descubrieron una
nueva locura que seguir, pero la fraternidad scooteristas habían abandonado el
look mod, pero ninguno cambiaria su Lambretta por una Skoda de segunda mano.
Así, los viajes se convirtieron en el lugar de lo verdaderos entusiastas, desplazado
a los simples seguidores de la moda.
Pronto, los números comenzaron a crecer otra vez, y los clubes se multiplicaron
por todo el Reino Unido. Lo que en otras oportunidades había sido un simple viaje
con tus amigos, pronto se convirtió en un fin de semana salvaje para miles de
chicos y adultos que se sentían chicos. Es más, los rallies pronto se convirtieron
en un crisol de cultos juveniles, en su lugar de ser un reducto mod, y los
campamentos se convirtieron en el hogar temporario de skinheads, psycobillies,
mods y cachivaches varios y simples viejos scooteristas. También se rumoreaba
que algunos casuals también agarraban la ruta sobre dos ruedas, sin duda
buscado lo último del estilo italiano.
Los scooter skins habían sido parte de la escena norteña desde comienzo de los
70, aunque en números reducidos. Para 1984, todos los grandes clubes como los
Mansfield Monsters, the Soldiers Op Fortune, The Mercenaries y los Stafford Boro
Upsetters, todos tenían integrantes o cabezas rapadas. Además, había clubes
solamente skinheads, como los Cardiff Cougars, los Birmingham Bulldogs y el
Union Jack Club de Cumbria.
Aunque era casi ignorada por los principales medios de comunicación, la escena
scooter pronto se convirtió en un foco de atención. Los rallies de fin de semana
bancario (fin de semana largo) más grandes podían llegar a atraer a más de 15 mil
personas. La diversión estaba garantizada para bailar y chupar en el campamento
de fin de semana.
Cuanto más grandes eran los rallies, mejor organizados estaban, con actividades
como bailes y bandas tocando en vivo. Eventualmente, esto atrajo más gente
todavía, incluyendo a un montón que no tenian ningún interés en los scooters, más
allá de conseguir que algún amigo lo llevara en el asiento de atrás. Algunas
personas ni siquiera por eso se preocupaban, y aparecían en los rallies en autos,
camionetas o en tren. Para muchos, los rallies eran lo más en cuanto a salidas de
fin de semana largo, y a medida que se iban haciendo más masivos, comenzaron
los problemas.
Para 1984-85, el robo se estaba convirtiendo en un gran problema .se robaban las
partes cromadas, los costosos caños de escape, los capones, las ruedas de
auxilio, lo que fuera. Si se podía aflojar con un destornillador o con una llave,
alguien se lo llevaría, y si una bolsa de herramientas no era suficiente, todo lo que
se necesitaba era conseguir la ayuda de otra persona para meter el scooter entero
adentro de una camioneta, y listo.
Como si eso no fuera suficiente, los problemas nunca estaban lejos. Y que seria
de los problemas sin skinheads no estuvieran involucrados?. La cosa comenzó en
1984 en Keswick, cuando unas pocas bombas molotov fueron arrojadas a una
Departamental de policía. Pero lo verdaderamente grande comenzaría en 1986.
El primer rally del año era el de Semana Santa a Great Yarmouth, uno de los
favoritos. Todo había ido bien para los 6.500 scooteristas presentes hasta a noche
del domingo. En un local nocturno llamado Tiffany’s se presentaba Desmond
Dekker, y por supuesto, el local estaba lleno a reventar. Todo el mundo se estaba
divirtiendo hasta que Desmond comenzó a cantar su gran éxito Israelites. Lo que
obviamente fue un ataque planeado, 30 skins del NF sorprendieron al escaso
personal de seguridad y coparon el escenario. Demostrando cuán valientes eran
se la agarraron con la estrella del reggae antes de salir rajando del club, cagando
a insultos a todos los scooteristas que se les cruzaban en el camino.
Todo ocurrió tan rápido que nadie sabia que estaba pasando, y muy pocos
acudieron a ayudar al pobre hombre. Algunos de los tipos del equipo de seguridad
eran skins del NF y para muchos de los presentes, daba la impresión de que
habían colaborado en la invasión en lugar de evitarla. Por otra parte, los otros
miembros del equipo de seguridad si hicieron lo que pudieron para mantener el
orden, pero pocos se lo agradecieron.
Un montón de gente culpó del ataque a los oportunistas, skinheads que sólo
habían venido en busca de pelea y que no tenian ningún interés en los scooters.
La revista Scootering dijo lo mismo en ese momento, pero la cosa no era así en
absoluto. Un montón de skinheads eran tan devotos de la escena scooter como
cualquier otro scooterista, y, aunque a muchos no les guste, entre ellos se
encontraban unos cuantos skins del NF.
Pese a haber sido lamentable, el incidente en Great Yarmouth no fue más que un
picnic comparado con lo que ocurriría en la isla de Wight durante la fiesta bancaria
de agosto. Este siempre había sido uno de los rallies más populares y de mayor
asistencia, y el de 1986 no fue la excepción. Incluso la prohibición de utilizar
camionetas, el inestable clima británico y las dudas sobre la existencia de un sitio
oficial para acampar, no desalentaron a las hordas. Al final, se había establecido
un campamento, pero con un precio de 7 libras por cabeza, estaba bien fuera de
toda consideración, al igual que los excesivos precios de las bebidas alcohólicas
en lata.
Hasta el sábado a la noche, todo anduvo bien, el scooterista Edwin Starr
entretenía al público con clásicos de Motown y algunas creaciones de su propio
War. Sin embargo, el domingo fue totalmente distinto. La atracción de la noche
eran los Business quienes luego de un año muy tranquilo habían vuelto a retomar
su carrera, más los grupos Comdemned 84 y Vicious Rumours. Todos ellos eran
muy conocidos en la escena Oi!, pero ninguno de ellos era el favorito de los
scooteristas. Aún así, el concierto transcurrió sin problemas, así que, aunque sea
por esta vez, el Oi! no puede ser culpado por los incidentes ocurridos a
continuación.
Durante las primeras horas de la mañana del lunes, un par de muchachos
decidieron tomar algunas cervezas, así que se dirigieron a la carpa donde se
expendían y comenzaron a servirse al mejor estilo Robin Hood. Nadie se preocupo
por ello, hasta que a alguien se le ocurrió prender fuego la carpa. En cuestión de
segundos, toda la carpa estaba envuelta en llamas, los tubos de gas estaban
explotando y los bomberos estaban en camino.
Si todo hubiera finalizado ahí, el único damnificado hubiera sido el dueño de la
carpa, pero de todos modos ya se había formado en cadena. Sin embargo una vez
caída la carpa, algunos scooteristas comenzaron a interesarse por los expendios
de comida y otros puestitos, muchos de los cuales eran administrados por
compañeros scooteristas y no por mercaderes usureros. Aquellos que intentaron
proteger la mercadería fueron atacados y espantados, e incluso el cuerpo de
bomberos fue atacado por misiles. Como si eso no fuera suficiente, había grupos
que se pusieron en vigilantes y se dedicaron a coger a palos a cualquiera que
pareciera sospechoso.
Todo el disturbio quedó confinado a los limites del campamento, y pese a que los
diarios publicaban historias de batallas de mods contra Hell’s Angels, los
incidentes no afectaron al publico en general. Principalmente por eso, los rallies de
scooters continuaron, pero también hubo problemas en Porthcawl y Margate, al
igual que en Yarmouth, por lo cual el rally final en Stoke tuvo que ser cancelado. Al
año siguiente se decidió que los campamentos sólo fueran para los miembros del
National Run Committee, y que no tocaran bandas en vivo, en un intento por
volver a las épocas en el que sólo asistían a los rallies los scooteristas. Un montón
de skinheads tradicionales comenzaron a ir a los rallies mods durante un tiempo
para distanciarse de aquellos que, gracias al nacionalismo les daba mala fama.
Desde entonces, la convocatoria de los rallies disminuyo considerablemente, pero
la violencia y el robo prácticamente habían sido desterrados. Algunos scooteristas
lo preferían así, mientras que otros prefieren que haya espectáculos. Después de
todo, se necesitaba gran devoción para creer que estar sentado en un campo
durante todo el fin de semana es lo más copado del mes, pero aun así es
preferible a volver a casa haciendo dedo porque algún rastrero te afano la rueda
trasera. Nada de esto impidió que los skinheads siguieran asistiendo a los rallies, y
tanto los skins políticos como los no políticos hacían el esfuerzo, así hubiera
bandas o no. Los scooters han sido parte de nuestro esfuerzo, así hubiera bandas
o no. Los scooters han sido parte de nuestro culto desde fines de los 60, y parece
que va a seguir siendo así durante los
años venideros.
El ataque a Desmond Dekker en
Yarmouth demostró cuanto se había
alejado de sus raíces algunas secciones
del movimiento skinhead. Si hubiera
sido por los skinhead originales, el
cumpleaños de Desmond Dekker seria
una fiesta nacional, es más, un montón
de skinheads aun pensaba de la misma
manera, e hicieron todo lo posible para
preservar el culto en su forma
tradicional.
La bandera del tradicionalismo skinhead
era orgullosamente enarbolado por el
Hard As Nails y otros skinzines que
compartían sus ideales.
Arriba: skingirls de Birmingham, 1986.
No había duda de que eran tiempos difíciles para aquellos skinheads que no
estaban interesados en las bandas de derecha, y en ningún lugar era más obvio
que en Londres. La mayoría de los skinheads de esa zona eran chicos del White
Noise, y las únicas alternativas reales eran el grupo de Hard As Nails y la London
Legion Of Trojan Skins. La misma historia se repetía en casi todo el país, y las
únicas ciudades donde realmente se mantenían los valores skinheads
tradicionales eran Dublín, Glasgow, Newcastle, Cardiff y Plymouth.
Ahora que los números habían vuelto a reducirse, los fanzines skinheads eran la
fuente ideal para buscar noticias de conciertos y bailes. Tambien ponían en
contacto a la gente de distintos lugares, al igual que los rallies de scooters, y
pronto se construyo una red no oficial de contactos a lo largo y ancho del país,
eventualmente llegando a otras partes del globo.
Los bailes se organizaban irregularmente y atraían skinheads de todas partes.
Entre 1985 y 1987, el legendario bar One Up, del East End de Glasgow, fue la
sede de varias noches de moonstomping, gracias a la Spy Kinds Crew, lo cual
atrajo skinheads de todo el Reino Unido y el exterior. Y en Cardiff los pubs Casa
Gill y Lexington eran el hogar de alrededor de 400 skins durante el fin de semana,
contaba con una asistencia que rozaba la centena durante los días laborales.
Aquellos que seguían el llamado espíritu del 69 no les presentaban atención a los
skins del WNC (White Noise Club), y en general los despreciaban como bonehead
y vándalos. Los skins white power a su vez, veían a los skins tradicionales como a
basura comunista. El culto estaba dividido a la mitad, y la derecha era demasiado
ancha para cruzarla. Para la mayoría, las dos mitades del culto skinhead llevaban
vidas separadas, seguían a diferentes bandas, se vestían de manera diferente y
tenían valores totalmente opuestos. Cuando los skins más viejos pelearon contra
los jóvenes proxirraneros en la Isla de Barry en 1984, se sentó un precedente para
lo que vendría. Desde ese entonces, las bandas skinheads rivales solucionaban
sus diferencias políticas con un par de vasos rotos.
El crecimiento del culto skinhead alejado de la política de derecha recibo un gran
envión con el retorno del Oi! y la aparición de toda una nueva camada de bandas
ska, lideradas por Potato. Los Business habían retornado en el 85 luego del éxito
del doble álbum Back To Back (Wonderfull World) y pronto llegaron a más gente
con el lanzamiento del single Drinkin’and driving (“la banda debería ser acusada
por hacer apología del asesinato”, dijo un viejo profesor en ese momento), y el
amenazado lanzamiento de un tributo al
“error de juicio” de Jeffrey Archer con una
prostituta, llamado Caned and Able.
Más divertida aun fue la histeria de los
diarios cuando una banda intento usar el
Mismo nombre y terminaron recibiendo muy
poca atención del articulo original.
Probando, más, allá de toda duda, que los
Business seguían siendo el asunto
principal.
Es más, no estaban solos. Había otras
bandas listas para salir al ruedo y tomar la
batuta del Oi!. Los Condemnes 84, de
Ipswich, lideraban el renovado ataque, junto
a las bandas Section 5, de Stoke, los
Vicious Rumours. De Londres, y The Betrayed de Folkstone en la retaguardia.
Luego de andar de gira por los pubs y clubes de todo el Reino Unido, los
Condemned habían conseguido suficientes seguidores como para que su vinilo
Battle Scarred, llegara al puesto numero 21 en los charts independientes, seguido
por Oi! Ain’t Dead (RFB) en el puesto numero 24. Battle Scarred habia sido
lanzado por Oi! Records, el sello fundado por el skinhead Roddy Moreno de los
Oppressed. Durante 1984, The Oppressed se hicieron conocidos por el
lanzamiento del clásico álbum Oi! Oi! Music, pero los problemas en los conciertos
los habían obligado a retirarse. Esto habia dejado a Roddy sin saber que hacer,
pero pronto tuvo la oportunidad de lanzar su propio sello discográfico cuado
recibió una buena cantidad de dinero por un accidente automovilístico de parte de
la aseguradora. También tenia in subsidio del Estado, que le fue retirado luego de
que Roddy criticara el sistema durante una entrevista. Lo que te dan con una
mano, de buena gana te lo quitan con la otra. Hijos de puta.
Por un par de años, el sello se dedico a las nuevas bandas de Oi!. Pronto se volvió
conocido por promover la música punk y skin juntas, y sus diseños de tapa muy
poco creativos. Aquellos que tenían ilustraciones eran los más jugados, pero de
eso se trataba justamente Oi! Records. Ningún contrato, nada de prensa, y por
cierto, nada de espavientos. Y si su programa de tele favorito comenzaba mientras
el estaba haciendo negocios, Roddy colgaba el teléfono tan pronto como
cualquiera recogería un billete de diez pesos tirado en la calle.
Para 1987, apareció otro sello callejero tan bueno como Oi! Records. El bajista de
los Business, Mark Brennan, lanzo Link Records y el primer compilado Oi! (salvo
el sampler de Roddy, This Is Oi!) desde el Oi! Of Sex-de Syndicate. Oi!, mucho
tiempo después de la muerte de Oi! Records, en 1990. Luego de un par de
lanzamientos, se unió a Mark el manager de los Business y ex director de
Syndicate, Lol Pryor. Juntos, crearon unos de los de los sellos callejeros más
grades de todos los tiempos.
Una gran ventaja que tenía Link sobre Oi! Records, eran sus colecciones dentro
del mundo del Oi!, y su consecuente acceso a su pasado perdido. Pronto, Link
comenzó a ganar cantidad de dinero sólo con los re-lanzamientos. La mayor parte
del dinero se volvía a invertir en el sello, y algunos de los principales beneficiarios
fueron las bandas callejeras que comenzaban a disputar. Y o sólo en el Reino
Unido.
La ironía era que tanto el culto skinhead como la música Oi! tenían más éxito en el
extranjero que en su lugar de nacimiento. La mayoría de los discos lanzados se
exportaban al resto de Europa, Japón y Norteamérica. Un país como Italia podía
jactarse de tener más bandas Oi! que el Reino Unido, y de la misma manera
ocurría en Alemania, Francia, los Estados Unidos, y en mucha menor magnitud
países improbables como Polonia, Hungría, Argentina y Japón. Incluso hay
suficiente cantidad de skinheads en Grecia como para copar durante una semana
entera, durante las vacaciones de verano, la Isla de los. No es sorprendente,
entonces, que un montón de bandas británicas consiguieran hacer más conciertos
en el extranjero que en su país. Red Alert y Red London, dos bandas punk
callejeras de Tyneside, tienen más kilómetros recorridos que muchas azafatas de
British Airways. La mayoría de los promotores británicos no habrían tocado al Oi!
ni con una caña de pescar, así que, cada concierto que se realizaba en el Reino
Unido era, la mayoría de las veces, organizado por las mismas bandas o por otros
skinheads.
Sin embargo, muy pocos les dieron las gracias. Se invertían semanas en el
planeamiento y la organización de un evento decadente, y siempre habia algún
idiota que se aparecía con algún cartucho de gas para cagarlo todo en cinco
minutos. Si no era eso, los baños terminaban hechos mierda por alguna profunda
motivación psicológica.
Creo que es culpa de Freud.
El Main Event de 1988 fue un buen ejemplo de intento por organizar un
espectáculo, que termino en despelote. La policía permitió que el show se
realizara en el Astoria sólo si las entradas se vendían exclusivamente por correo, y
limitadas a una por persona y por domicilio. Más aun, a los Business no se les
permitió ser la banda principal, por lo cual los Angelic Upstarts tuvieron que tomar
su lugar.
En la noche señalada, 1500 personas colmaron el lugar para ver y oír a Vicious
Rumours. Section 5, a los daneses The Magnificente, los Oi! Allstars, los Business
y los Upstarts. Alrededor de 100 fans sin entrada fueron rechazados, e incluso
Judge Dread apareció para presentar el espectáculo y cantar un par de himnos
picarescos.
Todo iba saliendo de acuerdo al plan hasta que arrancaron los Upstarts. Desde al
ataque en Wolverhampton, la banda habia tenido un par de choques con los
militantes del NF, y eran, en esa época una de las bandas más abiertamente anti-
fascistas de la escena. Junto a bandas como los Blaggers habían tocado en
conciertos anti-nazi en apoyo a Clabe Street Beat y Anti-Fascist-Action. Además,
tomaban parte en otras actividades anti-fascistas.
Durante el Main Event, los fachos mezclados entre el publico decidieron pudrirla
durante la presentación de los Upstarts. Era lo que estaban esperando los fachos,
y el concierto llegó a un abrupto final, con 16 detenidos.
El Oi!, sin lugar a dudas, seguirá vigente durante años, con violencia o sin ella,
pero aun esta por verse si alguna vez volverá a alcanzarla el éxito del 81. Ninguna
de las bandas más recientes ha lanzado algún clásico para competir con lo mejor
de Sham o los Sparrer, y a menos que lo consigan, nunca lograran convertirse en
una banda de culto.
El problema de ser una banda Oi! hizo que muchas se abrieran en otras
direcciones. The Burial, de Scarborough, habían donado dos de sus temas para el
compilado Oi! Of Sex: un tema puramente Oi!, y el resultado final fue un coctel
volátil, no muy distinto de lo que seri una mezcla de los Redskins con Madness. El
tipo de música que uno esperaría encontrar en Go! Disc, Zarjazz o un incluso el
sello Respond de Paul Weller, sólo si uno de ellos tuviera las bolas bien puestas
como para hacerles firmar un contrato.
Otra banda de Yorkshire, Skin Deep, abandonaron el sonido de Oi! The
Resurrection, y terminaron con un sonido similar al de The Burial. El problema fue
que ambas bandas se convirtieron en una cosa intermedia entre el Oi! y el ska, y
ambas terminaron disolviéndose cuando el éxito no las acompaño. Quizás para
mejor, por lo menos en el caso de
Skin Deep, ya que las cenizas de la banda surgió una de las bandas más
autenticas de ska y reggae, 100 Men.
En 1987 hubo algo así como una tercera oleada de ska. “Revival” es muerto. Pero
si es cierto que en ese año el Ska Records, que termino lanzando bandas
norteamericanas de ska como The Toasters. Bim Skala Bim y The NY Citizens,
quienes a su vez estaban sentando las bases del ska masivo en los Estados
Unidos. Hoy en día la escena ska norteamericana gira en torno al sello
neoyorquino Moon Records (administrado por Rod Hingley, un skinhead de
Plymouth) y grandes bandas como los californianos Hepcat y los Bigger Thomas,
de Boston.
Link, a su vez, tenía bajo manga su propio sello de ska, Skank, que mas tarde se
convertiría en el hogar de algunas de las mejores bandas británicas de ska, como
The Hotknives, The Riffs y The Loafers. Incluso el sello mod Unicorn se volvo casi
en su totalidad al ska. Lanzando bandas europeas como The Busters de Alemania
y Spy Eye, de Italia, antes de encontrar talentos como Laurel Aitken y Derrick
Morgan.
Una vez más, los viejos salieron al ruedo para enseñarles a los novatos cómo se
debe hacer las cosas. Incluso Prince Buster hizo una aparición sorpresa en el
primer (y mejor) International Ska Festival en uno de los lugares más
emblemáticos de la escena londinense, el Sir George Robey. Bueno, por lo
menos, en lugar más emblemático de Finsbury Park. Y luego el fiasco del Main
Event, era bueno ver a Judge Dread de nuevo en el escenario.
Aquella noche en el Robey y la siguiente, en el Brixton’s Fridge, parecían ser el
comienzo de un suceso masivo. Ambos eventos fueron colmados por skinheads
elegantemente vestidos y rudies, y parecía que el ska estaba otra vez en marcha.
Así era en realidad, pese a que nadie sabía en que dirección marchaba. A
comienzos de 1989, comenzaron a aparecer bandas de tipo y de todas partes, en
busca de una tajada de la acción. El problema era que sin difusión radial y sin
ninguna participación en los charts, la torta no era suficientemente grande para
repartir entre todos.
Los grandes sellos mostraban muy poco interés, mientras que los pequeños,
involucrados en la escena, complicaban aun más la cuestión al lanzar cualquier
cosa que pudiera ser llamada ska, con grandes licencias, ska. Al igual que muchas
bandas White power que han realizado mas vinilos que conciertos, varios
lanzamientos no eran nada más que demos de segunda categoría editados en
plástico negro. Y por supuesto, el único perdedor era el infeliz que pagaba 7 libras
por cada uno de ellos.
Aquellas bandas que si lograban algo de éxito comercial. Lo consiguieron en
Alemania y los Estados Unidos, y haciendo honor a la verdad, los conciertos en
Londres hubieran estado casi vacíos sonó hubiera sido por los extranjeros que
aumentaban el publico. Algunas veces, había más australianos que cockneys.
Irónicamente, las bandas que más se merecían el éxito, no lo consiguieron. No es
que una banda deba estar en los charts para ofrecerte un buen concierto (en
realidad, lo más probable es que sea al revés), pero no hay ninguna duda de que
un poco de éxito no le hace mal a nadie.
Aun así, probablemente los mejores eventos hayan ocurrido antes de que
cualquiera comenzara a soñar con Top Of The Pops. Los conciertos que dio
Potato 5 durante 1986 y 1987 fueron tan buenos como los que les siguieron. Los
Potato eran, quizás, la mejor banda de ska que Gran Bretaña ha tenido el orgullo
de parir, y eso también incluye a las relacionadas con el 2 tone. Su álbum debut y
una seria de singles, la mayoría lanzados por Gaz’s Rockin’ Records,
demostrando que eran una de las bandas con más clase del momento, y sus
primeros conciertos estaban llenos de skinheads y skinhead girls perfectamente
ataviados. Trajes Tonic, Ben Shermans, brogues, pañuelitos en el bolsillo, toda la
parafernalia es más, el ambiente era excelente, todos parecían ser amigos de
todos. Y aun así, los Potato se retiraron en 1990 luego de haber logrado
convertirse, nada más ni nada menos que en una banda de culto. Eso si que fue
criminal.
Otras bandas londinenses como Maroon Town, las Deltones y The Trojans,
merecían mucho más crédito del que alguna vez hayan recibido. Quizás si Gaz
Mayal, de los Trojans, hijo del busero John, y principal responsable de mil y una
fabulosas noches en el Club Gaz’s Rockin’ Blues, hubiera cambiando sus
sombreros por buzos con capucha y hubiera adoptado el acento de Manchester,
hoy serian una de las bandas más populares.
Aun así, una nueva generación de skinheads podía disfrutar de los encantos de la
música jamaiquina, y así preparar el terreno para los que vendrían después.
Además, el culto se había arraigado firmemente en pueblos y ciudades en todo el
mundo, de manera tal que algunas ciudades pueden alardear de tener bandas
más grandes que cualquiera de las que se pueden encontrar hoy en día en el
Reino Unido.
En el Reino Unido, el buen y viejo skinhead se estaba convirtiendo en algo así
como un hijo prodigo. El chico malo que se convirtió en bueno. Los cultos van y
vienen, pero ninguno es tan permanente como el skinhead. Y a pesar de su
reputación de violentos, este hecho no fue inadvertido por las agencias de
publicidad. Quizás, no eran tan malos después de todo, sólo torpes y entrañables
adolescentes, hijos de vecinas, así que por qué no comprar un poco de jabón en
polvo para lavar sus camisas (un comercial de televisión que aun hoy sigue
pasando). O por qué no dejar que tus hijos jueguen, estudien y trabajen juntos.
Era realmente increíble, pero era mejor que ver estudiantes punks abriendo
cuentas bancarias. Ver skinheads en la tele diciéndote que leas el Guardián y que
compres cereales Weetabix para el desayuno estaba a millones de kilómetros de
lo que ocurría en la calles, pero así eran las cosas.
Había muy poca esperanza para que campañas publicitarias como esas
prendieran en el continente, donde la gente descubría al culto skinhead por
contacto directo. La cuestión era bien distinta, con los skins causando disturbios
en los partidos de futbol y enfrentándose con otras bandas por toda Europa.
Grandes clubes como el Paris Si Germain, el Barcelona, el Inter Milán y el
Lokomotiv Leipzig tenían cientos de skinheads llenando sus ostentosos estadios.
Era difícil creer que el culto más británico y más obrero copara las calles del
mundo. Hablando de exportaciones, el culto skinhead debería ser el primero en la
lista.
Y la historia aun continua. Hay miles de skinheads en toso el mundo, poniendo el
pie en la sociedad diariamente. El ska, el reggae, el Oi! y el punk aun están bien
vivos, incluso pese a ser ignorados por los medios masivos de comunicación.
Pronto será hora de añadir un nuevo capítulo a este libro, lleno de nombres, como
Another Man’s Poison y Pressure 28, dos de las bandas Oi! principales, que se
codean con veteranos como los Sparrer y los Business. Habrá que contar cómo
Madness atrajo 60 mil personas en Madstock, mientras que bandas ska más
pequeñas como Intensified y The G Men la pelean en los pocos pubs y clubs que
promueven espectáculos de ska. Y habrá que contar historias sobre cómo los
sellos independientes como Dojo, Captain Oi!, Hammer Records, Pork Pie y Step-
1 continúan promoviendo la música skinhead en un mudo tristemente dominado
por compañías discográficas multinacionales.
El culto ha recorrido un largo camino desde sus comienzos en los complejos
habitacionales y viviendas del gobierno del Reino Unido de fines de los 60. Los
tiempos han cambiado, y el culto ha evolucionado, a veces para bien, otras veces
para peor. Por cierto, un montón de skinheads originales no cruzarían la calle para
mear encima de uno de los especimenes actuales ni aun si se estuvieran
prendiendo fuego. Y quien los culparía?. Pero a la vez, otros nunca hubieran
creído que 20 años después los chicos disfrutarían andar por la calle en botas y
gamulanes. Y no sólo en Birmingham y Liverpool, sino también en Berlín y en los
Ángeles.
Teniendo en cuenta su magnitud hoy en día, no cabe duda de que el culto
skinhead estará vivo y coleando para el siglo XXI.
Lejos de ser un ensayo sociológico,
este libro es la historia de los
skinheads, narrada por George
Marshall, un skinhead de la primera
hora. En él nos ofrece una mierda al
movimiento desde adentro, desde sus
orígenes hasta los ‘90s, pasando por
el skinhead reggae, el 2 tone y el Oi!

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Espiritudel69

  • 2. ESPIRITU DEL ‘69 La Biblia del Skinhead George Marshall “Skinhead, Skinhead, eh, tu, ¿Cómo es no tener pelo? ¿Se siente calor o se siente frio? ¿Cómo es ser pelado?” Canto infantil de comienzos de los 70’s Organizado y mejorado por Skinheads Tradicionales Filandia (Q) Colombia. 2008. www.orgullo69.tk
  • 3. ESPIRITU DEL ‘69 LA BIBLIA DEL SKINHEAD Contenido 1.Espíritu del ‘69 2.Hijos de los skinheads. 3.Ángeles de cara sucia. 4.Sentimiento callejero. 5.Bienvenidos al mundo real. 6.Ni Washington ni Moscú. 7.Resurrección del skinhead.
  • 4. Prologo Estamos en el año 2008 y el movimiento skinhead ha tenido una nefasta y desagradable transformación a lo largo de su vida como movimiento, al principio eran los tiempos buenos en donde se podía decir yo si soy de clase obrera, tomarse una buena cerveza, salir con tu chica a bailar ska, reggae y rocksteady en un buen bar, con tus amigos de barrio y de trabajo. Pero ahora todo se torna a la política, a guerras que solo lo que hacen es generar un odio absurdo entre bandos que defienden ideales que puede que funcionen en teoría pero que en verdad a la hora de actuar no se es posible ponerlos en acción. Mi intensión no es criticar a estos grupos u organizaciones, mi intensión es dar a conocer al lector las raíces del skinhead y de donde vienen, no solo son rapados que agreden a cierto tipo de personas, los skinhead también sienten, tienen familia, amigos y una vida como la de cualquier persona. Este libro tuvo su primera edición en español gracias a un grupo de skinheads de Buenos Aires, Argentina. Este libro en verdad es muy difícil de encontrar en una librería o biblioteca o en un stand de libros usados y mucho más difícil y creo yo que imposible encontrarlo en nuestra jerga o dialecto. Por eso me tome el atrevimiento de coger el libro que anda circulando por algunos blogs de skinheads en la red y reescribirlo para que sea de mejor agrado para el lector y cambiando ciertos términos argentinos por términos colombianos. Espero que les guste y que aprueben esta edición reescrita o más bien mejorada, pero en verdad les digo que las alteraciones son mínimas (solo vocabulario colombiano), algunas fotos no estarán puesto que es muy difícil encontrarlas exactas como están en el libro y el resto de fotos están en baja calidad puesto que son tomadas de unas fotocopias del libro autentico. Muchas gracias a los que apoyan esta causa de culturización. Un skinhead Colombiano Julio de 2008
  • 5. Introducción “El miedo del sábado por la noche golpea muchas ciudades europeas (Incluso detrás de la cortina de hierro) todas las semanas. Es la noche en que bandas de skins ultra racistas, ultra fascistas, llenan las calles, listos para patear, pelear, apuñalear y balear niños, familias y jubilados.” Revista People 1986. Recuerdo haber leído en alguna vez que en los viejos diarios soviéticos, para cuyos lectores la palabra skinhead no significaba nada, informaban que gente rapada causaba estragos y desmanes en las canchas de futbol británicas. El capitalismo estaba tan obviamente corrompido hasta la medula, que incluso aquellos que sufrían pérdida de cabello su juntaban a protestar por ello. Acá en el Reino Unido, al culto skinhead le ha ido un poco mejor, hemos sido ubicados en alguna categoría entre perros diabólicos, vándalos borrachos y asesinos seriales en el ranking de las historias terroríficas de los diarios, las cosas tampoco parecen ser muy diferentes para los skinheads en otras partes del mundo. No me mal interpreten. Nadie en su sano juicio podría decir que los skinheads son ángeles y “Pelea” podría ser nuestro segundo nombre. Pero nuestra constante identificación como vándalos descerebrados no le hace un favor a nadie. Quiero decir, no sé de dónde saca la información la revista People de Australia pero, por increíble que parezca, no hay tantos skinheads por ahí que quieran matar a tiros a tu abuelita el fin de semana. No por estos lados al menos. Toda esa idiotez solía hincharme las pelotas pero ahora me resbala. Otro artículo para la colección de recortes, y eso es todo. En verdad no puedes evitar reírte porque si empiezas a tomártelo en serio, estarás dándole más crédito del que se merecen los periodistas ignorantes. Mas citando a mi viejo amigo Oscar Wilde, “Hay mentiras, mentiras malditas e historias de skinheads”. Pero lo que los medios han estado haciendo con el movimiento skinhead por más de 25 años tiene su lado triste. Al no dejar que la realidad se manifieste como una buena historia, han enterrado a la más grande de las movidas británicas bajo toneladas de estupideces sensacionalistas. Pero, una vez más, ¿para qué preocuparse? De última, peor para ellos. Después de todo el movimiento skin es el mejor movimiento juvenil británico de todos los tiempos. Nosotros lo sabemos, y eso es lo único que importa. Hay tanto orgullo y pasión implícitos en el ser skinhead. El mismo tipo de orgullo y pasión que llenaba las tribunas los sábados, y que tan rápidamente esta desapareciendo. Hay un autentico sentido de pertenencia, de ser alguien especial y estar con gente de tu tipo.
  • 6. Cualquiera que alguna vez se haya rapado y puesto un par de tirantas puede contarte historia tras historia, por que el ser skin lo hacia sentir grande cuando no lo era. Tenemos nuestras fallas, como cualquier persona, pero ser skin es mucho más que ir y golpear a alguien en la cara. Con un poco de suerte este libro será un paso adelante para corregir algunas cosas dichas sobre el movimiento skin. No porque queramos quedar en la historia como inocentes e injustamente condenados, y tampoco impresionar a un viejo profesor de sociología. Este libro ha sido escrito sin otra razón más que dar a los mismos skin una historia escrita sobre el movimiento. Pero yo no soy un experto en nada solo soy un skin que trata de darle a otros skins un relato de nuestra historia tan veras como sea posible. Algunas cositas más antes de que te deje pasar al capítulo uno. El movimiento skin ha recorrido un largo camino desde los gloriosos días de 1969, cuando cada esquina era el hogar de una banda skin en el reino unido. Es fácil ponerse nostálgico por los tiempos que pasaron, pero la era skinhead original, represento la movida en la cresta de la ola, y todo aquello que la sucedió debe ser juzgado a comparación a ella. Muchos que se hacen llamar skins ignoran la tradición y la historia del movimiento. No hay nada de que enorgullecerse al oír que un skin malandro rastree a una viejita, cualquiera de esa categoría es una bolsa de mierda. Algunos críticos han dicho que este libro no es más que una glorificación a la violencia. No es tan así. Cuando los skin pudrían los conciertos de Sham 69 y armaban problema en la gira de 2 tone, a los únicos que estaban jodiendo eran a ellos mismos. Eso no tiene nada de inteligente. Hecha esta salvedad, las leyes de la jungla de sementó no consideran algo malo el hecho que bandas rivales se enfrenten en batallas, o que hinchadas de futbol armen problema en los partidos. Y muchos skins aceptan eso como parte del territorio. Eso no lo hace correcto e incorrecto. Pero como pronto veras en estas páginas, es un hecho de la vida, un hecho de que no es fácil zafar. La política es una gran cruz para el movimiento, es como un gusano que se ha comido al movimiento hasta el corazón, dejándolo hecho el despojo que es hoy. Hoy en día el movimiento ha sido desgarrado por políticos mediocres tanto de izquierda como de derecha. No tengo idea de quienes son los ganadores, pero resulta bien obvio quienes son los perdedores, Nosotros. Afortunadamente el movimiento no se sostiene de un solo pilar podrido, y cada vez mas skins ven como buena política no inmiscuirse en la política. Esta edición contiene información que ha aparecido en los tres años siguientes a la primera edición de spirit of 69’, y espero eso lo haga un mejor libro. Lo que en verdad quería era actualizar el ultimo capitulo. Pero con todo lo que está sucediendo en este momento probablemente sea mejor esperar que las cosas se
  • 7. asienten antes de seguir escribiendo. De todos modos espero que este libro te de tanto placer como me dio a mí el movimiento skinhead durante todos estos años. Ser skin es una manera de vivir, y más importante a un es tu manera de vivir. Aprovéchalo, disfrútalo, y sin lugar a dudas te veré algún día en ese gran bar que hay en el cielo donde nos intercambiaremos anécdotas, mientras nos tomamos un par de cervezas. George Marshall Octubre de 1994
  • 8. Capitulo Uno Espíritu del ‘69 “La visión de cabezas rapadas y el sonido de pesadas botas entrando al bar Wimpy o al boliche es la verdadera causa de esa sensación de vacío en la boca del estomago.” Como Bob Daylan lo hubiera dicho, los tiempos estaban cambiando para fines de aquellos años 60. Atrás habían quedado los originales salvajes adolecentes, los cachiporreros y los Teds que hacían mierda los asientos y su música diabólica, incluso había pasado su cuarto de hora para los Mods y los Rockers. Después de los animados tropeles en los fines de semana largos, ambas tribus andaban en declive y dejaban en el tiempo aquel caliente verano de 1964. Por un terrible momento parecía que la mejor movida juvenil británica que iba a surgir eran las comunidades hippies y las marchas estudiantiles. 1967 había sido el verano del amor, y los jóvenes de clase media en todo el país empezaron el adiós al mundo real para embarcarse en un mambo re volado. Bueno por lo menos hasta que papá les encontraba una changa en la oficina. Los hippies habían tomado la delantera, con sus oxfords de anchas botamangas y su manifiesto de flores por un brillante futuro. A partir de entonces todo iba a ser amor y paz, pintado en un caleidoscopio de psicodelia. El idealismo siempre ha sido parte del crecimiento, pero sentarse en un campo en Saint Ives, con los pelos largos y aceitosos, una túnica roñosa, un toque de marihuana y de Oz, nunca ira a construir ese “Mundo feliz”. Una nube de pedos puede ser, ero una utopía jamás. Aislarse de la sociedad en realidad significaba esquivar el bulto. Nada más ni nada menos. Basta con que mires un par de videos de Jethro Tull y vas a ver qué estupidez tan grande era. Como si estos idiotas no hubieran sido suficientes, los estudiantes también estaban tratando de sumarse en la cruzada por cambiar el mundo. A menudo la brigada d estudiantes eran despreciados por los chicos de la esquina por ser idiotas y también eran odiados por los hippies por ser “estructurados”. Pero sin embargo, ahí estaban en 1968, marchando acá, allá y en todas partes. No será como voltear las barricadas en Paris, pero aun es una cuestión revolucionaria. O por lo menos eso era lo que decían. La vida no era tan dulce en los grandes complejos habitacionales que fueron levantados luego de la guerra. Ni daba ir a lo de tu viejo en Bethnal Green (una especie de lugano 1 y 2) y decirle que querías vivir en una carpa con los hippies. Era verdad que alguno que otro chico de clase obrera se abría camino en una universidad, y alguno que otro se disfrazaba de hippie para probar suerte con las drogas y el amor libre, pero mucho no les llenaba la cuestión de la paz y el nuevo mundo. Pero la gran mayoría no podía dejar la escuela lo suficientemente rápido, para empezar a ganarse la vida con unos drogos de mierda. Aun así, los que trabajaban, y tenían algunas monedas en el bolsillo, tenían un motivo para quejarse el lunes por la mañana.
  • 9. El llamado a los trabajadores para unirse a sus camaradas estudiantes y voltear al capitalismo solía caer en oídos sordos. Poca gente quería darles una mano a los estudiantes y a los hippies, ni siquiera una palmadita en el hombro, que les indicara que ya era hora de despertarse. Era preferible una buena patada en el culo, y que mejor darlas con unas buenas botas. Esto se hacía bastante evidente cuando los estudiantes gritaban:” ¡a la mierda el estado!” Y “Victoria para Vietnam”, y la hinchada del Chelsea cantaba:”estudiantes, estudiantes, jajaja”. No fue hasta la gran marcha en solidaridad a Vietnam en octubre de 1968, que Tariq Ali y sus revolucionarios de fin de semana finalmente recibieron el mensaje. Habían estado panfleteando en fábricas y estadios de futbol, para hacer salir a la calle al trabajador común y corriente. Pero cuando llego el gran día, todo lo que había eran 30.000 estudiantes, algunos gamines haraganes y alguno que otro conocido de los estudiantes. Ah sí, y algunos dolores de cabeza cortesía de 200 Boot Boys rapados, vestidos de los colores del Millwall, que corrían cantando “Enoch!” “Enoch!” Y causando suficientes disturbios como para aparecer en los diarios al día siguiente. Olvídense de sus guerras en el sudeste asiático y sus viajes ácidos que no llevan a ningún lado. ¡Los skinheads han llegado! Vale aclarar que sería un gran error considerar el momento de la aparición de los skinheads en los titulares de los diarios como el nacimiento del movimiento. Situar el nacimiento del movimiento en 1968 solo dará más credibilidad a la mentira de que los skinheads no fueron nada más que una reacción contra el movimiento hippie y el pelo largo en general. Y eso no es lo que queremos, ¿no? La palabra skinhead no entro en circulación sino hasta 1969, pero ya se veían chicos con botas y pelo rapado en los ámbitos Mods en 1964. Eran los primeros de la movida skin, que se desarrollaría lentamente a partir de la filas mods a partir de ese año. Toda la estupidez del amor y paz no surgió sino hasta tres años después por los cual sostener que los skinheads eran una reacción en contra del hipismo es alterar el orden natural de la cosas. Rechazo, quizás; pero reacción nunca. En 1965, los Who lanzaron My Generation, pero para ese entonces los días del movimiento mod estaban contados. La atención de los medios que rodeaba los quilombos de los feriados bancarios del 63 y el 64 hizo que los mods sufrieran algo así como una crisis de identidad. Antes de eso, ser mod significaba ser alguien elegante, con estilo, alguien un paso más adelante que el resto. Pero a partir de entonces hubo un gran afluente de jóvenes mods a los que se despreciaba por personajes, ya que no tenían ni la más mínima idea a clase y estilo, y debían confiar en High Street para saber que ponerse y por supuesto la idea de partirle una reposera a alguien en la cabeza atraía a siniestros personajes que degradaron aun más el significado de ser un mod. El movimiento mod estaba a punto de quebrarse. Gran cantidad de mods habían empezado la universidad, y fueron influenciados por las nuevas visiones y sonidos de su alrededor. Se unieron al ejército de estudiantes y hippies en su camino hacia los drogas blandas, el rock progresivo, las camisas floreadas y el pop art.
  • 10. Gracias a Dios, ese giro que estaba tomando el movimiento no era del agrado de todo el mundo. En el norte de Inglaterra por ejemplo, las cosas eran muy diferentes, el movimiento mod había comenzado a fines de los 50 en los clubes y cafés del soho londinense, pero había tardado muchísimo más para prender a las regiones del norte. De la misma manera, la escena del norte iba a sobrevivir mucho tiempo más también. Centrada en un principio en los clubes de fans de las scooters y más tarde en los soul dancing en lugares como el casino club de Wigan y el The Torch en Stoke. Más importante aun para el advenimiento del movimiento skinhead, era el crecimiento en número de las bandas de mods que pululaban en los pueblos y ciudades del reino unido. También conocidos como Hard Mods revelaban la imagen violenta y agresiva del modernismo post ’64 y empezaron a vestirse de manera acorde, los trajes elegantes fueron reservados para las salidas nocturnas, y las peleas se hacían en camisa y vaquero. De la misma manera, los zapatos caros fueron reemplazados por botas punta de acero que eran mejor para partir cabezas. Y el pelo de volvió cada vez más corto, al ponerse de moda la rapada al estilo colombina, la cual luego iba descendiendo desde un peine numero 4 a un peine numero 1. El East End londinense era el hogar de numerosas bandas de mods, muchas de las cuales estaban involucradas en el crimen organizado y terminaron tras las rejas. Realmente no era ninguna coincidencia que los tipos bien vestidos del submundo londinense fueron los padres, los tíos, los hermanos o simplemente los ídolos de un mod. Y a todos aquellos que no estaban involucrados, les gustaba fingir que de todos modos lo estaban, ya que todo eso era parte del glamur que viene de ese pasatiempo mod de mirar películas de gangsters. En Youth! Youth! Youth! Garry Bushell hablaba de los mods conocidos como suits, que representaban “una rama espartana del mod, vista por primera vez en la escena londinense alrededor de 1995, y una alternativa mucho más elegante y proletaria en contra de la dudosa fascinación de la psicodelia”. Bushell consideraba a esta camada como los ancestros directos de los skinheads. En verdad, los skins que se producían para pasar la noche en el Dance Hall Meca, a menudo eran llamados “Suits”, cuando la movida estaba en su clímax en 1969 y 1970 y no solamente en Londres. En otras ciudades como en Liverpool, Birmingham y Newcastle, habían grandes cantidades de Hard Mods pero lejos, la mayor concentración se encontraba en Glasgow, aquella ciudad en que las bandas habían formado parte del crecimiento de cada chico callejero, desde las Razor Dance (pandillas) de los años 30 e incluso antes los mods de Glasgow siempre habían tenido reputación de violentos y se agrupaban en fleets y teams (ambos términos para patotas) para defender su porción de ciudad. Algunas áreas tristemente celebres gracias a estos mods (Maryhill’s Valley, Barners road, en possilpark y otras) ahora son parte del folklore de Glasgow y aun son evitadas por ciertas personas de carácter nervioso. En el libro de James Patrick, A Glasgow bang observe, uno de los principales miembros del Maryhill Young Team tiene la cabeza rapada. Esto ocurría en 1966, y el joven
  • 11. mod describía su peinado como “el verdadero estilo”, en cierta manera asegurando que se estaba convirtiendo en lo máximo de la moda pandillera en Glasgow. La música todavía tenía su lugar en la vida de las pandillas mods, pero no tanto como los primeros años del movimiento. Había muy poco interés en explorar nuevas formas de música, y el soul americano y el ska jamaiquino se convirtieron en la dieta básica de la mayoría. La música jamaiquina recibió gran ayuda para desarrollarse en el reino unido por parte de las grandes comunidades antillanas allí instaladas. Los jóvenes blancos mods pronto se convirtieron en visitantes regulares a las fiestas de blues y los antros ilegales que se encontraban en North Kent, Sheffield, Birmingham, Bristol, y en algunas áreas de Londres como Nothing Hill y Brixton. Esto les permitía escuchar lo último en música, y a la vez los puso en contacto con los jóvenes negros. Muchos de estos chicos negros tenían su propio estilo en cuanto a vestuario, basado en lo de las bandas de Rude Boys de Kingston, las cuales tenían ganada una cierta reputación por los violentos enfrentamientos en las calles de su ciudad natal. El look de Rude Boy de basaba en trajes elegantes con los pantalones acortados, hasta justo arriba del tobillo, y las mangas justo arriba de la muñeca. El toque final lo daban los zapatos ultra lustrados y a menudo un sombrero de fieltro y anteojos oscuros. Como los mods, como mas tarde los skinheads, se involucrarían hacia el estilo del Rude Boy en busca de inspiración para lograr su propio estilo. Incluso hay una historia del cantante jamaiquino Desmond Dekker y el nacimiento de la movida skin, contada por Tony Cousins. Tony administraba la agenda creole a fines de los 60’s que luego se convertiría en el famoso sello discográfico del mismo nombre. “Como trajimos a Desmond Dekker, le dimos un nuevo traje, pero el insistía que teníamos que cortarle los últimos 12 centímetros de las piernas. Luego los chicos empezaron a seguirlo y se arremangaban los pantalones y se dejaban el pelo bien corto.” Dekker fue traído a reino unido por creole en 1967, para promocionar el single 007 (Shanty Town) que era unos de los grandes éxitos del sello Pyramid. Train to Skaville (Rio), en los Ethiopians, Guns of Navarone (Island), de los Skatalities y Al Capone (Blue Beat) de Prince Buster también ingresaron en el ranking de ese año, gracias al apoyo de la música jamaiquina disfrutaba en esa época. Es cierto que el aspecto de los tipos como Desmond Dekker ayudó a l estilo del rude boy y a llegar mas allá de las comunidades antillanas y alcanzar los guarda ropas de este nuevo público blanco. Pero hubo aun un factor más importante en el desarrollo del movimiento skin aparte de la música. Y uno que a menudo es pasado por alto por los autodenominados expertos en juventud: el futbol. El éxito de Inglaterra en el mundial del 66 hizo que los hinchas volvieran a las gradas y la asistencia a los partidos de las cuatro divisiones se disparo. Más jóvenes que nunca era atraído por el juego, y por primera vez en la historia iban a
  • 12. la cancha con sus amigos en vez de ir con sus padres o los tíos, tal como había sido la costumbre por décadas. Con los bolsillos llenos de dinero gracias a la abundancia de trabajo en esa época, también podían trasladarse a los partidos fuera de la ciudad, una vez más, un cambio en la vieja tradición de solo ir a los partidos locales. Había llegado la hora del hincha viajero, y con él la oportunidad de demostrar que eras mejor que tus rivales tanto dentro como fuera de la cancha. La violencia en el futbol había sido parte del juego por siglos, pero para finales de lo 60’s estaba cada vez mas organizada ya que las bandas rivales combatían de manera regular. Los hooligans también se transformaron en un culto aparte, vestidos con pesadas botas, vaqueros y camisas, bastante similares al hard mod de la época. Estos eran los boot Boys futboleros de cuyas filas iban a emerger los primeros skinheads en 1967 y 1968, y que más tarde volverían a levantarse una vez que el culto skinhead cayera en decadencia. De la banda mod en la calle, el boot boy en la cancha y el rude boy en los bailes, emergió el skinhead. Lo que al principio era una movida bastante vaga, recibió distintos nombres de distintos lugares, noheads, balheads, cropheads, suedeheads, lemons, prickles, spy kids, boiledeggs, y hasta peanuts (maníes), aparentemente por que el motor de la scooter suena igual que un puñado de maníes adentro de una lata cuando se sacude. Incluso en 1969, cuando el skinhead se había convertido en una entidad separada de sus ancestros, aun seguían siendo llamados mods. En verdad cualquiera que dude que el skinhead descienda del mod, debería notar que la célebre cita de Chris Wels acerca de “la visión de los cabezas rapadas y pesadas botas entrando al bar Wimpy a la media noche”, en realidad era parte de un artículo sobre los “mods”, publicado por melody marker en febrero de 1969. Para ese entonces, sin embargo, empezó a pegar un nombre para describir esta nueva y violenta movida juvenil. La palabra en boca de todos, ese verano era skinhead. Incluso el primer ministro laborista, Harold Wilson, demostró su reconocimiento del culto cuando llamo a cierto sector de los Tories (conservadores) “Los skinheads de surbiton, y nada más ni nada menos que en plena cámara de los comunes (algo parecido a la cámara de diputados). Cada movida juvenil puede ser identificada por el estilo y la moda que la acompañan, y la movida skinhead no es una excepción. Para fines de 1969 un uniforme definitivo se había desarrollado y se había lucido a lo largo y a lo ancho de las islas británicas, pero en los primeros días de la movida casi cualquier cosa esta bien. Siempre y cuando
  • 14. Tuvieras las botas, podrías llamarte skinhead. Y eso era cierto prácticamente en cada adolecente de clase trabajadora. Sorprendentemente quizás el largo del cabello no era tan importante como lo es ahora. Para 1969, la mayoría de los chicos hacían visitas regulares al peluquero y tenían bien ganados los nombres de skinheads, pero atreves de la trayectoria de la movida podías zafar tanto como con el pelo corto, como también con el pelo algo crecido en los costados y la nuca. Y es por eso que el skinhead se convirtió en el estilo más popular. Pero tampoco impresionaba demasiado, en realidad el pelo corto y prolijo era bienvenido tanto por los padres como por los patrones, y a los chicos les gustaba porque no hacía falta peinarse. La palabra skinhead viene del hecho de que se puede ver el cuero cabelludo, o la piel a través del pelo bien corto. Las avezas rapadas en si no eran nada nuevo, pero era la combinación de cabeza rapada y botas en tantos chicos lo que demandaba una etiqueta apropiada. Algunos dicen que el tipo de corte de pelo y el nombre vienen del corte estilo milico norteamericano, muy popular en el ejército norteamericano, pero es un estilo totalmente diferente al del skinhead. La versión yanqui consiste en una nuca y costados casi afeitados con el pelo un poco más largo en la parte de arriba de la cabeza. Aun así, a los altos oficiales del ejército norteamericano les asustaba que los soldados apostados en reino unido pudieran ser confundidos con skinheads, y los autorizaron a usar pelucas y postizos cuando estaban en de franco en 1969. Muchas maquinas para cortar el pelo tienen una escala de números, en la cual el numero uno corresponde al más corto, y el cuatro y a veces cinco, al más largo. Uno podía aparecer en la escuela con un corte al dos. Algunos skinheads incluso se aventuraban a usar el pelo más corto que el número uno, pero la afeitada completa nunca estuvo de moda, la idea era verse duro y elegante, no como un huevo con orejas, los peluqueros debieron haber amado el sonido de la caja registradora, cortesía de las visitas regulares de los skinheads, especialmente en una época en que tantos hippies ni siquiera se lavaban el pelo, ni hablar de cortárselo. No todos los peluqueros usaban navajas o maquinas eléctricas, algunos preferían las tijeras. Hecho con propiedad el resultado era igual detallado. Con una cabeza rapada, no hay muchas oportunidades para la expresión individual, pero a pesar de todo, había variaciones. La nuca por ejemplo, podía seguir la línea del pelo, ser redondeada o cuadrada. Estos tres estilos tenían sus seguidores. Otra variación era una raya afeitada fina como una línea de lápiz, que corría de frente hasta la coronilla, y tradicionalmente se hacía en el costado izquierdo de la cabeza. La raya agregaba un toque de clase a un corte bien básico, y la idea vino de los jóvenes antillanos cuya propia versión del rape era llamado skiffle.
  • 15. Las patillas re de moda en ese momento, con Charlie George del Arsenal haciendo la punta con un par de patillas re zarpadas. Las patillas bien tupidas que llegaban casi a la boca fueron adoptadas por aquello skinheads a los que realmente les crecía el pelo en la cara, ya que te hacían ver mayor y más callejero. Quizá eran el atributo más preciado que un skinhead podía tener. Añádele un par de botas a tu cabeza rapada y ya estas. Cualquier tipo de botas servían siempre y cuando se viera bien. En cuanto más pesadas mejor. Un montón de skins incluso compraban botas de uno o dos números más grandes para cagarse mejor a patadas. Las botas con punta de acero eran muy populares con la punta de metal expuesta o pintada de blanco o con colores de tu equipo de futbol para añadir aun mas amenaza. Incluso se podían conseguir botas industriales con las puntas ya pintadas. Las botas del ejército y de los mineros de la National Coal Board tenían gran circulación. Ocho o diez ojales para los cordones eran el promedio, y no había nada de esas idioteces de usar las botas hasta los sobacos que se pusieron de moda después del punk. Y tener una marca de botas decente, que nadie más tenia, te hacía más popular entre tus amigos. Los ahora prácticamente universales Doc Martens no se pusieron de moda sino hasta que las botas con punta de acero fueran catalogadas como armas ofensivas por los ratis, y consecuencialmente prohibidas en los partidos de futbol. Los Docs tenían la ventaja de ser lustrados más fácilmente que otras marcas y además eran verdaderamente cómodos, lo cual los convirtió en la elección numero uno desde ese entonces. Los pantalones variaban desde pantalones militares hasta pantalones Corderoy, pero al igual que el resto de los chicos, los vaqueros eran, lejos, los pantalones más populares en los círculos skinheads. Se arremangaban o se acortaban para mostrar un brillante par de botas, producto de dos horas de intenso lustre. Algunas veces, se exponían todas las botas, pero la mayoría de veces las botamangas del pantalón solo llegaban hasta un poquito más arriba del tobillo. Los pantalones más preciados eran los red tags de levi’s. Habían sido muy populares entre los mods ya que eran más caros que el vaquero promedio, y por lo tanto, más exclusivos. A los skinheads les gustaba por la misma razón. Los botones de metal estaban de moda en esa época, al igual que ahora, pero los auténticos y originales 501’s estaban hechos de una tela mucho más pesada de la que se usa hoy en día. La tela más gruesa hacia que los vaqueros duraran siglos, muy a menudo, los 501’s se encogían en el lavado. La idea era comprar un pantalón una o dos tallas más grandes, ponérselos, meterse en la bañera y así se iban a encoger hasta que dar del alcance perfecto. Suena gracioso. Pero algunas veces volvían a encogerse después del segundo lavado, y tenias que retorcerte como un gusano arriba de la cama para tratar de ponértelos. No solo eso, la tintura azul que se desprendía de los vaqueros nuevos era muy difícil de sacar de las piernas y de la losa de la
  • 16. bañera. No es de sorprender que Levi’s finalmente decidiera vender los 501’s prelavados. Otra cosa acerca de los Levi’s es que estaban confeccionados para ser usados en la cadera, pero todo el mundo se los subía a la cintura, de ahí la necesidad de algo para sostenerlos en su lugar, y la aparición de las tirantas en el guarda ropa de los skinheads. Lee y Wrangler eran otras marcas de vaqueros populares entre los skinheads, especialmente fuera de Londres, donde levi’s no estaba muy bien difundida. En cuanto al estilo era muy parecido quizás, quizás un poquito más boludos, y tenía la ventaja adicional de ser prelavados. La gran calidad de los vaqueros en esa época tenía sus desventajas. Era difícil acostumbrarse a las telas pesadas y duras, y los vaqueros tardaban siglos en decolorarse. Y a todo el mundo le gustaba dar la impresión de que los han estado usando por años, y no solamente desde el sábado pasado. La lavandina era una solución bastante común. Podías tener tus pantalones azul índigo en un balde con agua y lavandina durante un minuto, y obtener automáticamente unos pantalones desteñidos. O podías salpicarlos con lavandina pura, y crear un exclusivo par de pantalones nevados, por supuesto el mismo tratamiento podía ser aplicado a las chaquetas de jean, pero la magia de la lavandina tenía sus contratiempos. La lavandina tenia la puta costumbre de pudrir los tejidos, por lo cual un par de pantalones nevados nunca cumpliría con el tiempo de vida útil estimado. Las camisas añadían el toque final al uniforme skinhead en 1969. Los diseños floreados estaban totalmente fuera de la cuestión, pero salvo esto, cualquier camisa venía bien en las primeras épocas. Al poco tiempo, sin embargo, dos estilos habían surgido como favoritos. Uno era la camisa sin cuello de colores lisos, y ocasionalmente, a rayas. Y la otra era la camisa americana con botones y utilizada por los mods a mediados de los 60’s. La marca más popular de camisa abotonada era la Ben Sherman. Originalmente se hacía con una tela Oxford, con un botón en la parte de atrás del cuello, una tabla en la espalda, y una presilla para colgarla (a menudo, en el piso como siempre ocurre). No había quien les ganara en cuento a estilo. Los cuellos tenían hasta 10 centímetros de anchos y venían en gran variedad de diseños lisos y rayados, ya que no fue hasta 1970 que aparecieron las primeras Bens a cuadros, pero sus primeros diseños propios eran más que chotos. Ben Sherman puede haber sido la marca más popular en camisas, pero por cierto, no eran las únicas utilizadas por los skinheads. Brutus por ejemplo hacían muy buenas camisas, y en cuento a diseños escoceses, no había quien los superara. Jay Tex era otro favorito y ofrecían las mejores camisas a cuadros del mercado. Permanent Press hacia buenas camisas también, y sus blusas con botones eran muy apreciadas por las chicas. Incluso Arnold Palmer, el golfista puso su nombre para una excelente maca de camisas abotonadas. En realidad, era tal la demanda de camisas como la gente que los sastres locales a menudo producían su propia versión para satisfacer a su clientela skinhead.
  • 17. El otro tipo de prenda apreciado por los skinheads era la vieja y buena Fred Perry, una jersey de mangas cortas. La antigua Fred Perry era mucho más pesada, con tres y hasta cuatro botones, y las más populares tenían líneas en los cuellos y las magas, que se parecían a los colores de los equipos de futbol. Blanco y azul marino para los Spurs, purpura y azul para los West Ham, y así sucesivamente. Y ahí estabas. Vestido a la última moda de la clase trabajadora, y listo para llevarte el mundo por delante. Todo lo que tenías que hacer era pedirle algo de dinero a tu viejo y salir a encontrarte con tus amigos. Sin embargo, muchos skinheads eran unos pendejos, por l cual solo los más grandes podían disfrutar de todos los beneficios de una noche en el centro de la ciudad. Cada área tenia por lo menos una bar en el cual los skinheads se tomaban un par de tragos y jugaban pool, antes de irse a dormir, o de seguir viaje hasta el dancehall local o el cine. Mientras escuchaban lo último del reggae o el soul, se intercambiaban historias de mujeres y de feriados con cada cerveza adicional, impulsando historias cada vez más grandiosas de coraje y resistencia. Este solía ser un momento para vestir tus mejores ropas, mientras los titulares estaban llenos de botas y tirantas, ignorando el hecho de que los skinheads representaban una de las movidas juveniles mas devotas del estilo de todos los tiempos. Los vaqueros y las botas comenzaron a ser reservados para el futbol y empezaron a surgir los sta-press de Levi’s, los trajes de Mohair, los brogues ultra lustrados, y otras ropas realmente sorprendentes. Y todo eso coronado con una meticulosa por el detalle que en cierta ocasión fue descripta como prolijidad agresivamente mod: los tipos golpeando, y vestidos con trajes de tres botones, el ultimo botón siempre desprendido. La cantidad de bolsillos y de botones en las mangas, representaba la diferencia entre los envidiados y los perdedores. El pañuelo perfectamente doblado, y colocado en el bolsillo del pecho, sostenido por un prendedor de oro. Las tabaqueras decoradas. Y las chicas con sus cortes más largos, luciendo deslumbrantes con faldas y medias en vez de pantalones, y con sacos muchos más largos. O en su defecto, mini vestidos de casimir, o algo igualmente atractivo. Estamos hablando del cielo de los skinheads. Todos producidos y listos para salir. Al Mecca Ballroom, el Pelais, el Locarno, o cualquier otro local que te garantizara una buena diversión, una buena bebida y baile durante toda la noche, los salones de baile estaban repletos de skinheads, que iban a escuchar los sonidos de reggae, el soul y el ska. El reggae en particular estaba empezando a dejar su marca en la escena musical británica, y esto puede ser atribuido directamente al amor de los skinheads por la música. La prensa musical y las estaciones de radio le daban muy poco apoyo por cierto, descalificándolo como crudo y simple. Incluso fue llamado “música de vándalos”, debido a sus vínculos con la movida skinhead. Era un círculo vicioso ya que sin cobertura de la prensa y sin promociones en las radios, la mayoría de las disquerías no lo ponían en sus bateas, y de esta manera no llegaban a los rankings. Y como las estaciones de radio, especialmente radio
  • 18. one, siempre han creído que la ubicación en los rankings refleja el gusto popular. El reggae raramente aparecía en las listas. Reggae Time de radio London de la BBC y reggae reggae de Radio Birmingham, eran los dos únicos programas dedicados a este tipo de música. Programación minoritaria, la llamaban, en una época en la que los simples de reggae vendían decenas de miles de copias, sin siquiera figurar en los rankings. Esto hizo que los bailes y las disquerías especializadas fueran aun mas importantes para la difusión de las últimas novedades. Incluso aquellos discos que si figuraron en los rankings, incluyendo el éxito numero uno de Desmond Dekker, Israelites, solo lo hicieron luego de meses de difusión e clubes y pubs. Pero aquel era un soporte subterráneo para la música en 1969, esos pequeños lugares ya no eran los suficientemente grandes para albergar a las crecientes multitudes que iban a bailar reggae. Poco tiempo después los edificios públicos fueron convertidos en salones de baile los fines de semana, y los clubes más importantes como el Flamingo de Londres y el Roaring Twenties se desvivían por complacer a sus fanáticos. El gran nombre del skinhead reggae era Trojan, un sello discográfico lanzado por Island records y la Beat and Commercial Company en 1968. Hacía rato que Island se dedicaba a promocionar la música jamaiquina en el reino unido, había tenido un gran éxito con My boy Lollipop, de Millie en 1964. Pero para 1968, el dueño del sello, Chris Blackwell estaba más interesado en hacer crecer a Island como sello rockero, con bandas como free, fairports, Convention y King Crimpson. Para lograr esto, Island tuvo que desprenderse de su imagen de sello especializado en minorías, por lo cual dejos a todos sus artistas reggae, excepto a Jimmy Cliff. La Beat and Commercial Company pertenecía a Lee Gopthal, de profesión contador, que se encontraba cada vez mas involucrado con la música jamaiquina. La compañía en un principio se encargaba de distribuir discos a través de su cadena de disquerías Musicland y Music City, en ares de Londres, como Stoke Newington, Brixton y Shepherd’s Bush. El Lanzamiento de Trojan Records era una forma ideal para que ambas empresas progresaran. Continuo con la política de Island records de concentrarse en los lanzamientos de pop reggae, con la intención de llevar a la música jamaiquina mas allá de las comunidades antillanas. El sello se encargo de pulir los cortes jamaiquinos burdamente producidos, se le añadieron mas cuerdas, incluso coros enteros, para hacerlos más digeribles para el público británico. Singles de promoción, baladas y covers de éxitos del pop y el soul inundaron el mercado gracias a trojan, eventualmente ganando algo de promoción radial para el sello y sus subsidiarios y ubicando 17 canciones dentro del top 20 entre los años 1969 y 1972. Trojan también fue uno de los primeros sellos en vender álbumes a precios populares, en un intento por alcanzar un mercado más vasto. El precio irrisorio de compilados tomo Tighten Up y Reggae ChartBusters hizo que vendiera más de
  • 19. 60.000 ejemplares de cada uno en un mercado denominado por los dinosaurios del rock. Junto con sus cuarenta y pico subsidiario, trojan controlaba el 80% del mercado del reggae, y en una época en que por l menos se lanzaban 180 discos de reggae por semana. En término de reggae nadie podía igualarlo, pero a pesar de su éxito para un puñado de sus artistas top, el sonido de Jamaica siguió siendo parte de la escena subterránea. Es más, los gustos de los verdaderos amantes del skinhead reggae no necesariamente coincidían con aquello de los ocasionales compradores, y grandes éxitos de club a menudo pasaban totalmente desapercibidos por el público general y los medios musicales. Para un skinhead los nombres como Derrick Morgan y Pat Kelly significaban tanto, si no más, que los de Desmond Dekker y Jimmy Cliff. El único competidor real de Trojan era Pama Records y sus doce sellos subsidiarios. Formada en 1967 en el clímax del Rocksteady por os tres hermanos Palmer, le daría al skinhead reggae algunos de sus mejores sonidos. Pama apuntaba sus lanzamientos al mercado étnico y particularmente a la movida skinhead, mucho más que Trojan. Los productos de reggae que no eran especialmente conocidos por su honestidad, explotaban con alegría la rivalidad entre las dos grandes casa del reggae. A menudo volaban hasta Londres y firmaban un contrato con Trojan y Pama a decir verdad con cualquier otro interesado, por los mismos lanzamientos. Inevitablemente esto terminaba en conflicto, que alcanzo su punto máximo en 1969 Cuando Trojan lanzo Skinhead Moonstomp de Symarip para eclipsar Moonhop de Derrick Morgan, que fue lanzado por el sello Crab de Pama. El problema había empezado cuando Bunny Lee les pidió la licencia del tema seven letters de Derrick Morgan a Trojan (para lanzarlo en su nuevo subsidiario Jackpot) y también a Pama (para lanzarlo en Crab). Así que cuando parecía que Pama iba a colocar en los rankings un súper hit como Moonhop, Trojan lanzo una versión del mismo como Skinhead Moonstomp, hecho por los Pyramids bajo el nombre de Symarip, arruinando las ventas de Moonhop. Irónicamente, Skinhead Moonstomp es considerado como un clásico del skinhead reggae, mientras que la versión original Moonhop fue totalmente olvidada. Lo peor de todo es que Bunny Lee era el cuñado de Derrick Morgan. Historias como esta ensucian la música jamaiquina. En realidad Moonhop de Derrick Morgan estaba basada en una canción llamada I thank you, que fue lanzado por el dúo soul de Memphis Sam and Dave. Y los Pyramids a menudo grababan usando seudónimos. Para la misma época se habían lanzado discos de ellos bajo el nombre de The Alterations, The Bed Bugs y The Rough Riders. Tanto Trojan como Pama eventualmente producían un montón de su material en reino unido, a menudo utilizando músicos blancos y cantantes jamaiquinos que ya se habían instalado en el país o que estaban allí de gira. Se dice que Laurel Aitken, uno de los artistas top de Pama dijo en cierta ocasión que el solía ser la única persona negra en el estudio en el momento de grabar canciones de reggae.
  • 20. Por supuesto, skinhead Moonstomp no fue ni el primer ni el último disco de reggae en celebrar a los skinheads, quienes eran sus fans más fervientes. Los Pyramids (como symarip) también se lucieron con otros temas como los clásicos Skinhead Girl y Skinhead Jamboree, había muchicimos otros, algunos excelentes y otros terriblmente espantosos. Fueron lanzados Skinhead Shuffle de los Mohawks en Pama, Skinhead Train de Laurel Aitken, en Nu Beat, skinheads Don’t Fear y Skinhead Moondust de los Hot Rod Allstars en Torpedo, Skinhead Revolt de Joe the Boss, en Joe, Skinhead de Desmond Riley, A message to you, y un largo etcétera. Para los skinheads la atracción del reggae era el ritmo contagioso para bailar. Las letras no eran muy importantes, solo porque muy poca gente podía entender las palabras o descifrar el lunfardo jamaiquino. Israelities de Desmond Dekker puedo haber vendido 8 millones de copias en todo el mundo, pero si le preguntas a una docena de personas que significan las letras, vas a recibir una docena de respuestas diferentes. Los cortes instrumentales, al igual que las versiones cantadas eran muy populares debido a su melodía pegajosa. Naturalmente los éxitos ska y rocksteady del pasado fueron desempolvados y vueltos a pasar por los DJ’s en los bailes, pero habían tantos súper temas actuales por pasar, que el reggae seria siempre el sonido numero uno de los skinheads. Aun así, otro favorito era el soul americano, que mayoritariamente era producido por los sellos Tamia, Motown, stax y Atlantic. Ya había arrasado en las islas británicas en los 60’s, e incluso en gran Otis Redding se le dedico un episodio completo del programa tv pop ready, Steady, go! Y para fines de los 60’s los eventos soul otra vez eran noticia gracias a los grandes artistas que visitaban estas costas, y a sus discos, incluyendo relanzamientos, que saturaban todos los rankings. A diferencian del reggae, el soul recibió todo los créditos de los medios. Los diarios a menudo lanzaban artículos sobre artistas como Aretha Franklin, Smokey Robinson & the Miracles y Booker T & the MGs. Y la presencia regular del soul en las radios estaba asegurada por su éxito en los rankings. Los artistas jamaiquinos también tocaban soul, con los Mohawks y Jimmy Cliff haciendo la punta. Las noches del soul y reggae eran eventos regulares con los mejores dancer skinheads bailando solo con alguno de los temas soul. Cualquiera podía pararse y bailotear con el reggae, y a menudo los chicos bailaban con otros chicos, y las chicas con sus carteras, pero los temas soul al final de la noche, mucho más lentos, mantenía ocupado a los que realmente tenían clara. De todos modos, los dancers más decentes siempre eran las chicas, y los tipos que intentaban hacerse los capos del baile generalmente terminaban dando un lamentable espectáculo. Aun así, lo mejor de todo eran los recitales. El éxito del reggae en el reino unido trajo a todos los grandes de Jamaica, e incluso a algunos para quedarse. En Londres podías ir a un recital reggae todas las noches de la semana, gracias a clubes llenos de
  • 21. Humo, como el ska bar, el Ram Jam club, el Golden star club y el Cue club que siempre contaban con grandes artistas en sus escenarios. Incluso Wembley sucumbió, y albergo a una multitud de 9.000 fanáticos que coparon el festival de música caribeña de 1970. Todo el evento fue filmado por el director Horace Ové, que fue lanzada al cine bajo el titulo de Reggae. Un montón de skinheads se volvieron verdaderos coleccionistas de música jamaiquina, siendo capaces de emplear cada minuto libre, y cada penique extra, revisando los últimos lanzamientos en la disquería reggae local. Todos sabían que día de la semana llegaban los nuevos lotes, y ese día era el que debían comprar
  • 22. nuevos discos para impresionar a sus amistades. Los importados de Jamaica eran los más preciados, ya que no eran fáciles de conseguir hasta que se los lanzaba en reino unido. El héroe skinhead Judge Dread incluso solía ir hasta el puerto con otros operadores de Sound System para comprar discos directamente en los barcos, para estar un poco más adelante que la competencia. Había tanto orgullo en una colección de discos, que era una práctica común tachar los nombres de las canciones y de los artistas en los singles, para que tus amigos no pudieran conseguir los mismos maravillosos sonidos. Un viejo truco tomado prestado de la guerra de Sound System de la Jamaica de los 60’s. Algunos skinheads incluso inauguraron sus propias sound system para competir con las ya establecidas. Algunos sound system incluso tocaban en los bailes de las escuelas. Los skinheads jóvenes, y eso en la mayoría de los casos significaba todos los skinheads, se tenían que conformar con escuchar discos de un amigo, o en el club juvenil local. O si no, pululaban en los reciales, escuchando la música y en general, tratando de hacer todo lo posible para verse tan rudos como los Skinheads más grandes. Si no pasaba nada interesante, la esquina también era un buen lugar para parar. Hasta que algún hijo de puta llamaba a la policía para que te corrieran. Otra cosa de la que carecían los jóvenes skinheads era un guarda ropas decente. No muchos de los viejos skins tenían suficiente plata como para surtirse de Ben Shermans, pero para los que todavía estaban en la escuela, era prácticamente imposible. Aun así, siempre existía la posibilidad de pedir un buen regalo para los cumpleaños y las navidades. Y cuando llegaba el sábado, todo lo que necesitabas era un par de botas y la plata para ir a ver un partido. O las bolas para colarte por la parte de arriba de la pared. El futbol era una de las pocas ocasiones en la que todos los skinheads de un pueblo o un área se paraban como uno solo. Cualquier otro día de la semana, lo más probable era que te pararas con tu bandita local, encontrándote con los otros solamente en los bailes o para cobrarte una antigua revancha. Pero al llegar el sábado, todas las diferencias eran temporariamente dejadas a un lado, ya que la fuerza de tu equipo y tu ciudad eran puestas en cuestión por los fanáticos visitantes. Las primeras patotas skinheads entraron en acción durante la temporada 1968/69, cuando Leeds United, Liverpool y Everton eran los favoritos. El estilo skinhead se hizo muy popular gracias a las patotas que viajaban de ciudad en ciudad, y armaban bardo antes, durante y después del partido. A comienzos de la temporada siguiente incluso se armo pelea en los amistosos de pre temporada, el
  • 23. problema se esparció en las cuatro divisiones en Inglaterra y también en la liga escocesa. Cada equipo del sur tenía una banda de skinheads para ese entonces, y lo mismo lo grandes equipos del norte. La banda de Portsmouth fue la que armo el primer quilombo de la temporada al perseguir a la banda de pelilargos del Manchester City por todo el parque Fratton después de un amistoso, seguido por disturbios en Blackpool durante la primera fecha del campeonato. A las pocas semanas el Football Mail sacaba nota en primera plana sobre la amenaza skinhead, y el nivel de violencia ya preocupaba a los guardianes de la moral de la sociedad. Los equipos como el Manchester United, con su famoso Red Army y los grandes equipos de Londres, podían contar a sus seguidores skinheads de a miles, incluso clubes más pequeños como Crystal Palace contaban con unos cuantos cientos. En el norte el futbol era mucho más importante para la movida skinhead que la música, por lo cual el look tribunero de camisa, botas y vaqueros se volvió incluso un clásico para la noche. Equipos como sunderland y Newcastle United eran grandes rivales cada uno tenía más de 2.000 skins listos para formar pelea en cada partido. El tropel a menudo consistía en uno o dos objetivos: copar la tribuna local o invadir el campo de juego. Para tomar la tribuna local había dos métodos había dos métodos: coparla antes de que llegara la banda local o empezar a empujarlos durante el juego, a menudo en respuesta de un gol. La policía, aunque un poco obtusa empezó a mejorar su táctica para separara a las bandas rivales dentro del campo, por lo cual comenzó el tropel organizado fuera de la cancha: emboscadas en estaciones de tren, ataques en bares, robo de camisetas, etcétera. Las armas eran muy comunes en el futbol. Se veían botellas, trozos de ladrillo, dardos, hojas de afeitar escondidas en naranjas, estrellas ninja, caños de plomo y otros variado enceres. Incluso a veces también se usaba uno que otro rifle de aire comprimido. El arma más común eran las botas con punta de acero, pero pronto fueron catalogados por la policía como armas ofensivas y debieron ser dejadas de mala gana en casa. Las botas en general solían atraer la atención de la policía y muy a menudo los cordones eran confiscados, haciendo difícil correr y pelear. Era el juego del gato y el ratón, y los skinheads reemplazaban los cordones perdidos con cables finitos o con un par extra de cordones guardados en un bolsillo, algunos incluso los comparaban en algún negocio cercano, por lo cual la policía a menudo prohibía la venta de cordones alrededor de los estadios y te revisaban los bolsillos. Lugo vino el último recurso. A medida que los skinheads salían de la cancha, eran colocados en hilera y obligados a quitarse las botas. Las botas se tiraban a una gran pila, y los skinheads tenían que esperar en medias, hasta que los fans rivales fuesen escoltados a una zona segura de la cancha. Por supuesto esto le daba a los skinheads más rápidos la oportunidad de conseguir un mejor par de botas una vez autorizados para irse. Pero lo peor de todo era el efecto lavarropas que tenia la pila de botas. Ya es bastante meter un par de media en el lavarropas y recuperar solo una, pero volver a casa rengueando con una sola bota ere menos gracioso aun.
  • 24. Las requisas policiales en los molinetes se convirtieron en la norma, y ahí es donde entran las hinchas. La chicas podían entrar armas a la cancha con relativa facilidad, ya que raramente eran revisadas, debido a la falta de mujeres policías durante los partidos. Solo las mujeres policías podían palpar a una chica, y para evitarlas era suficiente cambiar de molinete. Tampoco iban demasiadas chicas a ver los partidos de futbol. La mayoría iban con el novio, o iban con la esperanza de conseguir uno. Otras iban porque realmente disfrutaban el juego o porque les atraía algún jugador en particular. Pero las mejores historias eran aquellas sobre hinchadas formadas íntegramente por chicas. En verdad, había suficientes hinchadas de chicas para ayudar a algún novio en problemas y algunas pegaban mejores trompadas que los tipos. Pero en cuanto a estas hinchadas de amazonas, digamos que todos las habían visto o escuchado acerca de ellas, pero nadie en realidad las había visto en acción. Además, había un montón de hinchadas que corrían como mujeres, así que quizás eso lo explica un poco. Como cada vez se ponía mas difícil entrar armas a las canchas, finalmente tantos años de ver Blue Peter (una serie de tv) serviría de algo. Los hinchas enrollaban firmemente los diarios para formar el llamado ladrillo Millwall y otro truco era formar manopla con moneditas envueltas en papel. Era prácticamente imposible que te arrestaran por tener monedas en los bolsillos y un Daily Mirror bajo el brazo. Ir a los partidos de visitante era lo más. Bancar a un equipo en tierras extrañas, insultando a los hinchas rivales a medida que te abrías camino hacia la cancha, y librándote de la escolta policial para poder pelear. En verdad. A menudo una batalla no era más que un revoleo de botellas, una corrida y una banda de insultos. Aun así, algunos tropeles originados por el futbol se convertían disturbios de grandes dimensiones. El 20 de septiembre de 1969, 500 hinchas del Tottemham muchos de los cueles eran skinheads, fueron bajados del tren que los
  • 25. llevaba de regreso a casa luego de un partido en el condado de Derby, debido a su mala conducta. Quedaron varados en un pueblito de Bedfordshire llamado Flitwick, donde armaron un tropel enorme e hicieron que los habitantes del pueblo volvieran corriendo a sus hogares para protegerlos del vandalismo y el robo. Hacer mierda los trenes durante el viaje de regreso se convirtió en una práctica habitual, lo cual forzó al British Rail a actualizar su material rodante, ya que mas y mas vagones viejos eran puestos fueran de acción. Las peleas ocasionadas por los skinheads en el futbol eran tapa en los diarios todas las semanas, y al condenarlos, la publicidad solo sirvió para darles más fama. Todos esgrimían las acostumbradas teorías sobre los hogares rotos, falta de educación y ambientes marginales, y quizás algo de razón tenían, pero la principal razón por la cual los chicos se metían en el tropel era porque lo disfrutaban. Así de simple. La mayoría de las respuestas para la violencia en el futbol, por parte de una aparente sociedad preocupada, eran más violentas que el problema mismo. Les daban palazos en el entretiempo. Pusieron otra vez en vigencia el servicio militar, en un intento por poner algo de disciplina en sus vidas. Gran cosa. Por favor chicos, en las gradas no. Resérvense para las trincheras. Bobby Robson, de Ipswich I’own, incluso llego a justificar el uso del lanzallamas contra los visitantes del Millwall. Y lo hicieron director técnico de la selección! La constante cobertura televisiva a convertido al futbol en un juego de repetición de acciones, en la cual cada movida es destripada y analizada. Si de eso se tratara el futbol. ¿Quién mierda querría alguna basura como Northampton Town semana tras semana? Quizás aquellos encerrados y seguros en sus cómodos hogares tengan tiempo para seguir pasivamente cada movida, pero la vida en las gradas es otra historia. Allí el juego no solo se trata de pases, tiros y goles, sino quela pasión, el compromiso y la parcialidad son igualmente importantes. Además, siempre hay algún tipo grandote que se pone al frente tuyo, así que de todos modos tampoco puedes ver todas las acciones del campo. La violencia skinhead no solo estaba confinada en las tribunas. Estaba relacionada con las bandas skinheads locales, procedentes de alguna parte especial de la ciudad, algún barrio o algún pueblo. Algunas veces, incluso, las bandas eran originales de una calle en particular, o consistían en aquellos habitúes de algún bar, café o alguna tienda al paso. Se trataba solamente de territorio. El atuendo skinhead representaba lo último en uniformes para bandas. Era dureza estilizada y bien de clase obrera, pero no todos los chicos tenían una filosofía sobre el ser skinhead. Para algunos era un estilo, para la mayoría, solo era una moda, pero no podías tener cabeza rapada, ponerte un par de botas y unirte al ejercito skinhead sin adoptar algunos de sus valores. Formar parte de una banda les daba un tremendo sentimiento de pertenencia, y de allí emanaba el orgullo, el respeto y la lealtad hacia sus compañeros y la reputación de tu banda. Y si no eras skinhead, no formabas parte de una banda, te sentías muy excluido. En cada tribu están los líderes, los peleadores, los romeo, los payasos y los imbéciles. El corazón de la banda siempre estaba constituido por aquellos que siempre esperaban una pelea y los que eran buenos en ella. Un escuadrón de botas que siempre iba al frente y salía ganando. Amigos que estarían a tu lado en las buenas y en las malas. Por supuesto, todo el mundo pensaba que su banda
  • 26. era los más. Si te re cagaban a patadas era porque te superaban en número, o te tomaban por sorpresa. Nunca te porque cagaban a patadas en buena ley. Incluso recibir una buena andanada de patadas podía transformarse en una especie de victoria cuando volvías a tu casa a lamerte las heridas. Quizás con dos costillas rotas y la nariz partida, pero siempre reías ultimo mientras huías murmurando “hijos de puta”. Y por supuesto siempre quedaba la revancha. Las bandas de skinheads parecían encontrar tropel donde quiera que fueran. En la plaza después de la escuela, en los videojuegos, afuera de un bar, o en la kermese. Y si el tropel no te encontraba a ti, la respuesta obvia era ir a buscarlo. Entrar en el territorio de otra banda o tirarles una de las minas te ponían el blanco de la agresión. Si eso no resultaba, simplemente podías agarrarte con alguien con cara de merecer unas patadas. Cualquiera que no fuera de tu agrado era catalogado como un blanco legitimo. Y eso significaba cualquier persona, desde una banda rival en tu territorio, hasta algún alma perdida que estaba en el lugar correcto y en el momento equivocado. Dichos blancos variaban según el área. En la ciudades con bases militares, los favoritos eran los soldados rasos, aun en cuando cientos de skinheads también se enrolaban. En las ciudades universitarias, el blanco eran los estudiantes. Los homosexuales y cualquiera que lo pareciera, aun remotamente eran blancos fáciles y regulares en la mayoría de los lugares, especialmente cuando estaban solos y rodeados por diez pequeños vándalos. Ansiosos por armar pelea. En cierta ocasión, los diarios locales estuvieron llenos de artículos sobre la historia de un encargado de baños públicos que había sido cagado a palos por una banda de skinheads que habían pensado que era un viejo depravado buscar alguna jugada en el baño de hombres. Los hippies eran otro favorito. Eran vistos como sucios y desaliñados, mendigos, rebeldes sin causa. No muchos deambulaban por territorio skinhead, pero no era difícil rastrarlos. Bastaba con encontrar el squat o festival pop, y listo. En realidad, la violencia contra los hippies contribuyo a que los skinheads aparecieran en los diarios. La ocupación hippie de una mansión londinense fue noticia en septiembre del 69, y afuera de la casa, una multitud de chusmas se mezclaban con la policía y las bandas de skinheads, quienes por única vez tenían un propósito en común para terminar con la ocupación. En realidad, solo la presencia de los Hell’s Angels en Picadilly 144 impidió que los skinheads atacaran al edificio. En los festivales pop era más fácil atacar a los hippies, especialmente cuando no tenías que pagar para entrar. El del año 69 fue el de los Rolling Stones en el HydePark otra vez, la isla de Wight y Bath tuvieron que aguantarse la invasión de los hippies. Por supuesto las bandas locales de skinheads trataban mantener las calles limpias y ordenadas, pero nadie les agradeció. Incluso el crítico pop Jonathan King, que no era muy amigo de los skinheads se refirió a las multitudes de Bath como “grises, sucias, malhumoradas”, y dijo “olían a medias sucias y calzones sin lavar”. A menudo había charlas sobre pactos de paz entre skinheads y hippies, pero no ha ido más allá del Internacional Times. Y como la mayoría y los Hell’s Angels no se querían demasiado, incluso cuando habían hippies de por medio. A menudo ocurrían choques en ciudades balnearias y en ciudades donde hubiera bandas de Angels o de otros motoqueros. Toyah Willcox, el artista pop, cuenta una buena
  • 27. historia sobre la rivalidad Angels-Skinheads en el West Country. Cuenta que esta rivalidad aparentemente llego a su abrupto final cuando una cabeza rapada decapitada fue encontrada en un cruce peatonal una mañana. En Whitby, Yorkshire, un Hell’s Angels fue apuñalado y muerto por un skinhead a quien le había quitado la novia. Vale aclarar que la mayoría de los skinheads admitirían, con cierta reticencia, su admiración por los auténticos motoqueros, debido a su compromiso con su estilo de vida y sus creencias. Así mismo los mods habían combatido a los rockers, los skinheads pelean contra los greasers. Los greasers eran obvios descendientes de sus ancestros rockers. Los skinheads probablemente tenían más cosas en común con los greasers que con los mods en ciertos aspectos. No había cabida para el pelo expertamente cuidado y el maquillaje masculino en la dura realidad del mundo skinhead. Mientras el verdadero espíritu de mod yacía en la individualidad, los skinheads amaban la uniformidad que emanaba de la pertenencia a una súper banda. El odio de los skinheads hacia los greasers alcanzaba su máximo nivel durante los encontronazos de los feriados bancarios en las ciudades costeras. Los skinheads siempre superaban en número a los greasers, pero también eran mucho más jóvenes, así que en realidad eran enfrentamientos más parejos de lo que podría pensarse a primera vista. Aun así, las bandas de skinheads adoraban agarrar a los greasers cuando estaban. Entonces, el greaser necesitaba de cada pulgada de la cadena de su moto para mantenernos a raya. El futbol y las peleas durante los feriados eran una manera de copar los titulares de los diarios, pero la violencia skinhead que mas preocupo a la sociedad era aquella dirigida contra los asiáticos que Vivian en el reino unido. En realidad, el problema se volvió tan enserio, que al paki-bashing (apaleamiento del pakistaní) se convirtió en el tema principal de la agenda de los gobiernos británicos y pakistaní en ese momento. N solo eran atacados los pakistaníes. Los indios, los bengalíes y otros asiáticos eran todos catalogados como pakis, y eran víctimas potenciales del ataque de los skinheads. No solo era violencia racial simplemente, como muchos sostenían. En realidad, no eran solo skinheads, y ni siquiera chicos blancos los que estaban involucrados en los ataques. Jóvenes griegos, antillanos y otros también estaban metidos. El problema en realidad tenía dos caras. Por un lado, el reino unido estaba al borde de la histeria por la gran influencia de extranjeros, con Enoch Powell punzando con sus discursos xenofóbicos en abril del 68. Powell perdió su puesto en el parlamento debido a ello, pero sin duda alguna había capturado el sentimiento de los británicos, como cualquier encuesta de opinión de la época podrá testificar. Recibió decenas de miles de cartas de apoyo, y tanto por los portuarios y los changarines marcharon del East End londinense hasta el parlamento para apoyarlo. Por otra parte había gran cantidad de inmigrantes de la india y de Uganda que se mantenía dentro de sus propias comunidades y no tenían ningún interés en convertirse en parte de la sociedad británica. Los asiáticos tenían sus propios cafés, cines y mezquitas, y estaban en el país solo para encontrar un trabajo que
  • 28. les permitiera mandar dinero a su familia. La mayoría ni siquiera hablaba ingles, y para colmo tampoco jugaban futbol. El color de su piel los convertía en fáciles chivos expiatorios de los problemas que enfrentaban un país que si bien había ganado la guerra, había perdido la paz. Los asiáticos eran vistos como competencia en el trabajo y la distribución de las casa del estado, en un momento en que los trabajos en la industria pesada estaba en decadencia y las comunidades tradicionales de clase trabajadora estaban bajo el ataque de planificadores urbanos que intentaban construir departamentos por doquier. Todo eso, sumado al hecho de que nunca intentaba defenderse, los hacia un blanco perfecto para un trompada en la cara. Más de un joven skin podría considerar al viejo Enoch como a un héroe, pero para la gran mayoría, lo más cercano a la política organizada era recibir te y galleticas de los jóvenes liberales de Skegness durante algún feriado bancario. De todos modos, la mayoría de los skinheads eran demasiado jóvenes para votar, pero el laborismo hubiera sido la elección más popular, sin lugar a dudas. El “paki- bashing”, como llamaban a la acción de acosar y agredir a los asiáticos, de ninguna manera era parte de una confabulación de extrema derecha. Los inmigrantes eran otros de los tantos enemigos de los skinheads que se sumaban a la listas de hippies, gays, pervertidos, greasers y cualquier otro que te miraba mal. Los antillanos ya habían sido absorbidos por el estilo de vida británico para ese entonces, y por supuesto, el reggae era el vínculo que unía a los skinheads. Aun así, las cosas no eran del todo color de rosa entre ellos. Las bandas hechas enteramente por skinheads negros, a menudo llamados Affro-boys, solían enfrentarse con las bandas de chicos blancos e incluso con bandas mixtas, pero se trataban mas de disputas territoriales que raciales. Cuando no había nadie a la vista a quien valiera la pena apalear, los skinheads se dedicaban a otros actos de vandalismo. Una actividad muy popular en algunas áreas era el joyriding, que consistía en afanarse algún auto para salir a dar vueltas, otro popular entretenimiento era dar vuelta algún negocio. Cualquiera que se dedicara a repartir diarios podía indicarles donde había algo que valiera la pena chorear sin mayores riesgos. También estaban las maquinas expendedoras de cigarrillos y golosinas que estaban en las entradas de las tiendas. Solían llevarse las maquinas enteras, en cuestión de segundos, para luego llevarlas a algún lugar solitario donde podían saquearlas tranquilamente. Ahí es donde se ponían en evidencia los más estúpidos de la banda. Mientras se apuraban a agarrar las monedas, ellos se desesperaban por llenarse los bolsillos de chicles. Los crímenes menores no estaban confinados solo a los skinheads. Son parte del proceso de crecimiento, y aun hoy sigue siendo así para la mayoría de los adolescentes. La violencia era parte de la exagerada actitud de clase obrera de los skins. Algunas veces, era tan viciosa como para matar, pero en la mayoría de los casos era de pura bravuconería. Los skinheads adoraban su imagen violenta. Aparecer en los diarios siempre es bueno para levantar la moral. Incluso caer en cana tiene sus ventajas, ya que cuando sales eres tratado como a cuerpo de rey. A menos que recibas una condena lo suficientemente larga como para, al salir, descubrir que todos tus amigos se han casado, han sentado cabeza o se han mudado a otra parte.
  • 29. Ser skinhead pronto se convirtió en sinónimo de pelea, y ni siquiera podías tirar un papel de caramelo en la calle, porque te detenían. Una vez que un policía veía una cabeza rapada y un par de botas, ya estaba. Suponían que era un Pelión, incluso aunque no estuvieras haciendo nada malo. Y si tenias que presentarte ante la corte, y a la semana anterior al juez algún skin le había rayado el auto, podías dar por sentado que llevarías las de perder. Para fines de 1970, muchos skins ‘viejos’ comenzaron a alejarse de la movida. Estaba muy asociada a la violencia, y para los chicos más jóvenes, ser skinhead solo se trataba de eso. En Luton, los skinheads ni siquiera podían Salir de noche, luego de que la policía les impusiera un toque de queda, motivada por una serie de ataques violentos hacia asiáticos, greasers y bandas skin rivales. Pocos skinheads buscaban evitar pelear, pero a medida que vas creciendo, te vas calmando y te vas interesando en otras cuestiones. ¿Para que salir a buscar tropel cuando los padres de tu novia salen de noche y los dejan solos en casa? Tarde o temprano, todo lo bueno llega a su fin, y la movida skinhead ya estaba por cantar su canción de despedida. Pero aun había vida en ella, y no se iban a librar tan fácilmente de nosotros. Las botas y las tirantas podrían haber sido colgados, pero el espíritu de ’69 iba a seguir vivo. “El líder de la banda Stepney es Mickey Steal. Hay 50 en su banda, algunos, gente de color, demostrando que es mentira que el paki-bashing se daba puramente al odio racial”. Eugene Hugo, 1970.
  • 30. El reggae fue, sin duda, el sonido principal para los primeros skinheads. El soul también era popular, pero a diferencia del skinhead reggae, ha recibida su merecida atención en otros libros. Con suerte, esta guía servirá para equilibrar la balanza, y te dará algo de información útil para cuando tengas que salir a buscar discos. De ninguna manera puede decirse que está completa, pero por lo menos te dará el empujón inicial. Mis agradecimientos a Ian McKinlay y Steve Barrow por su ayuda en esta compilación. ACKEE Sello de reggae que funciono en 1969 hasta 1972, seguido de dos años bajo el ala de Trojan. Realizo alrededor de cincuenta lanzamientos, entre los cuales Life of a Millionaire, de Dave Barker, supero a Whispering Bell, de Own Gray. AMALGAMATED Uno de los primeros sellos de Trojan, y uno de los mejores de skinhead reggae. Funciono de 1968 hasta 1971, y se especializaba en los lanzamientos producidos por por Joe Gibbs, tales como The Pionners, Ken Parker, The Destroyers y The Reggae Boys. Los principales cortes de skinhead reggae incluyen todo lo hecho por Joe Gibbs & The Destroyers, incluyendo Nevada Joe, Wreck a Buddy, de las Soul Sister, Only yesterday, de Ken Parker y Them a Laugh And Kiki, de The Soulmates. Huy muchicimos mas, incluyendo los primeros temas de reggae de The Pioneers, y otros grandes álbumes. ATTACK Nacido en 1969, Attack fue uno de los sellos mas prolíficos de Trojan, con más de 130 singles y 20 álbumes en su haber hasta su desaparición, en 1973. Todos los grandes han aparecido en este sello en algún momento, incluyendo a Derrick Morgan, The Upsetters y The Pioneers. B&C Parte del imperio Beat & Commercial de Lee Goptal que solo lanzo un puñado de discos de reggae alrededor de 1969.
  • 31. BAF Otro sello pequeño, conocido por los intrumentales de The Cats, que incluyen su primer lanzamiento, Swan lake. BAMBOO Sello británico manejado por Junior Lincoln de 1969 hasta 1972. Mas de 70 lanzamientos, incluyendo reggae de Studio 1 de grandes de todos los tiempos, como John Holt, Jackie Mittoo y Sound Dimension. BANANA Otro de los sellos de Junior Lincoln, que lazaba casi lo mismo que Bamboo, comenzó en 1970, y sus principales artistas eran John Holt, Ken Boothe y Freedom Singers. Big Otro sello de la Trojan, especializada principalmente en las producciones de Rupie Edwars. El propio Rupie, Joe White y los Itals fueron la plata de la casa, la cual emplazo 40 lanzamientos entre 1970 y 1972. BIG SHOT Una de las más tradicionales etiquetas de Trojan, que se remota a 1968, antes de la fusión de Island con la B&C. cerca de 130 lanzamientos, mas cuatro discos de diamante, con nombres como Niney The Observer, Rudie Mills, Lloyd & The Prophets y el impecable Judge Dread. Entre los destacados, The Kingstonians con Sufferer, amenazando de cerca por Rudi Mills cpn John Jones. BLACK SWAN Originalmente subsidiaria de Island, lanzo clásicos de ska entre 1963 y 1964. Ojo, no hay que confundir con los lanzamientos de 1970 bajo el mismo nombre. Interesantísimo para el coleccionista, gracias a un plantel que incluyo The Maytals, The Vikings, Detroy Wilson, Stranger Cole, BaBaBrooks, Sonny Burke y Shenley Duffus. BLUE BEAT Sello que no necesita presentación para los fans del ska. Brazo británico de Melodics, que registro siete gloriosos años de sonido jamaiquino, del 60 al 67. Rhythm & blues, ska, rocksteady, estaba todo ahí, incluyendo más de 100 lanzamientos de Price Buster y varios de los primeros trabajos de Laurel Aitken y Derrick Morgan. Habría que escribir otro libro para hacerle justicia a este sello,
  • 32. pero entre todas sus gemas, te recomiendo los inusuales cortes de bandas Los principales artistas fueron The ones, y Dermont Lynch. Algunos lanzamientos de Coxsone ggae de Island con algunos buenos temas como Loma Bennett’s sello subsidiario de Trojan con menos de 25 trabajos. Los principales os buenos skinhead reggae estaban acá, incluyendo The Crystalites e R&B Records, dirigida por Rita y Benny King, con buenos temas de For a few dollars more de los Upstters, Who you o de los Techniques (quienes inaguraron el sello) y Jumping Dick de ka de 1965, incluyendo clásicos como Bellueve Blues de Don la. A pesar de eso, es ueno se especializo en el ska con rimas infantiles se Sugar’n’Dandy (Sugar Simonoe y Dandy Livisgstone) británicas con cantantes blancos. BLUE CAT Acá esta el sello que realizo cerca de 70 singles entre el ’68 y el ’69 en lo que concierne al rocksteady, reggae y soul. Pioneers, The Mayt también, pero no en el sello Studio 1. BLUE MOUNTAIN Sello Re Breakfast in bed. BREAD Pequeño artistas fueron Jackie Edwards y Del Dennis. BULLET Sello de Pama (del ’69 al ’75), pero los mejores trabajos fueron los de los primeros años. Algun Fistful of Dollars y The Fabions V. Rocket. CALTONE División d Rocksteady, destacándose el talento de Tommy Mc Cook y otros. CAMEL Clasico sello de Pama, con cerca de cien lanzamientos entre 1969 y 1973. Los principales artistas fueron: Owen Gray y las bandas The Techniques, The Upsetters, The Maytones, Gloria’s All Stars, gran cantidad de material bueno, para los skins lo fundamentalmente es gonna run t Gloria’s All Stars. CARIBOU Calypso y s Drummond y la furiosa Belly Lick de Orville Alfonso. CARNIVAL Sello de ska británico que produjo todo su material en la is demasiado b
  • 33. CLANDISC Sello clásico de Trojan que metió algunos temas piolas entre 1969 y 1972. Es muy raro que haya lanzado material cachivache, gracias al nivel de Clancy Eccles, que comando el sello, King Stitt, The Dynamites y Cynthia Richards, The World Needs Loving de Clancy y Vigarton de King Stitt inauguraron el sello con muy bueno de C. Collins y I’m a fool for you de lo opeds y otros que tocaban en el circuito londinense de la época. Jackie Mittoo, The Soul , Ken Boothe y Norma Fraser. s Kingstonians, convirtiéndolo en un sello de renombre. los tantos que tenía Trojan. oco conocido. Sherman, el grupo The Cats, salió, por acá. de Prince Buster a Derrick Morgan) salió por este sello. ra británica de ska, de mediados de los años ’60. cortes. COLLINS DOWN BEAT Pequeño sello dirigido por Sirl Collins, que no lanzo más que una docena de discos, hoy raros. Dry the wáter fron eyes Uniques son los mejores. COLUMBIA BLUE BEAT Sello que concentra Rocksteady producido en el reino unido en 1967 y 1968. Más de diez lanzamientos de los grupos The Bees, Blue Rivers & The Maroons, Cindy Starr & The M COXSONE Sello británico de Clement “Coxsone” Dodd, lanzo cerca de cien producciones de Rocksteady y reggae incluyendo clásicos de Slim Smith, vendors CRAB Indudablemente, el sello más fino de Pama, casa de los mejores skinhead reggae, cerca de 70 lanzamientos entre 1968 y 1971, incluyendo lo mejor de Derrick Morgan, como seven letters, Nigth at the hop y moonhop. Al nivel de Spread your bed de los Versatiles, otra buena cantidad de material de The Tennors, Ernest Wilson y lo CREOLE Otro sello de CRYSTAL Sello p DICE Principalmente ska y Rhythm & blues, mas alguno que otro soul. La mayoría de las grabaciones fueron en el reino unido. Blackhead Chinaman (dedicada DIRECT Pequeña grabado
  • 34. DOCTOR BIRD Probablemente el sello mas coleccionado de ska y reggae entre 1966 y 1969, esta subsidiaria de Island lanzo innumerables clásicos. Incluyendo Skaing West de Sir Lord Comic y Phoenix City de Roland Alphonso. Los fans de Rocksteady la ponen al lado de la Treasure Isle en materia de grandes lanzamientos. Entre sus álbumes ompilados del género. d Riley, además de Red Red Wine de l de los Maytals y Eric Donaldson. Luego absorbida por la Trojan. más antiguo del sello es muy difícil de s está en las grabaciones de U-Roy. (Johnny too bad esta bueno). Erick y Dennis Al Capone. irve chequear What am I to do de Tny Scott, que utiliza el ritmo de ón Denzil y Jennifer para Young, Gifgetd and black. figuran varios c DOWNTOWN Sello de Trojan especializado en lanzamientos producidos por Dandy Livigstone entre 1968 y 1973. Cerca de 120 lanzamientos, con mucho material mediocre en el medio, y algunos que se destacan como Reggae in your jeggae de Dandy y Skinheads, a message to you de Desmon Tony Tribe. DRAGON Sello del difundo Byron Lee, se mantuvo entre 1973 y 1975, con algún buen materia DUKE Así como la Trojan y Big Shot, fue uno de los sellos que precedió la asociación de Island con la B&C. entre 1968 y 1973, edito más de 170 grabaciones y está entre los sellos más selectos de Trojan. Sus principales estrellas: Boris Gardiner, Carl Dawkins, Winston Wrigth, The Dials y The Techniques. Cualquier colección copada de skinhead reggae tiene que tener una copia de I wish it would rain de los Techniques, Elizabeth Reggae de Boris Gardiner, Love is a treasure de los Dials y The Law de Andy Capp. El material conseguir. DUKE REID Subsidiaria de Trojan, tiene material coleccionable. Menos de 30 grabaciones. El mayor interé DYNAMIC Otra subsidiaria de Trojan, con 60 lanzamientos importantes entre 1970 y 1972. Los principales intérpretes: The Slickers Donaldson ESCORT Sello de Pama, lanzo alguna cosa buena entre 1969 y 1971, pero no es lo mejor de la compañía. Sus principales artistas fueron Tony Scott, stranger Cole y Lloyd Chamers. S Liquidator con un grn efecto, y la versi
  • 36. EXPLOSION Sello de Troajn, más conocida por sus grabaciones instrumentales de 1969 a 1974. Sus estrellas fueron Lloyd Chamers, The Crystalites y G.G. All Stars, que nos dieron el clásico skin Man of Carolina. FAB Arrancando que Blue Beat no trabajaba mas, este sello fue conocido por sus lanzamiento de Prince Buster, como Madness y Pharaohan house crash (con el ritmo de Everithing crash de los Ethiopians). Tambienesta el clásico de Ride your donkey de los Tennors y otros de los propios tennors y de Owen Gray. Como los mismos códigos de los catálogos fueron usados para más de una grabación, el trabajo del coleccionista se volvió una pesadilla. GG Sello de Trojan, de principios de la década del ’70, con algunos buenos temas de los Maytones, Max Romeo y G.G. All Stars. El principal productor fue Alvin Ranglin. GAS Sello de Pama de 1968 a 1971, en sus primeros meses lanzo algunos trabajos de Rocksteady, pero principalmente reggae. Algunos clásicos skins, incluyendo lo mejor de Pat Kelly, con cerca de 70 lanzamientos. Para quienes no conocen a Pat Kelly busquen How long will it take, festival time y If it don’t work out, solo como para arrancar. Sail away de los Marvels es otro trabajo de Gas que se debe dejar pasar. GAYFEET Pequeño sello de Trojan, bajo el control de la productora Sonia Pottinger. Cerca de Diez lanzamientos en cuatro años al comienzo de los ’70, pero el sello viene de los años ’60. GIANT Sello de la R&B, especializado en rocksteady, entre 1968 y 1973. Dandy Livingstone, Ewan & Jerry, Junior Smith y Roy Shirley se cobijaron bajo este techo. Más de 40 lanzamientos, incluyendo antiguas producciones de Bunny Lee para Pat Kelly, Ken Parker y Val Bennet.
  • 37. GRAPE Sello de Trojan que lanzo algunos clásicos skins entre 1969 y 1973. Muy bueno es Skinhead a bash dem de Claudette & Corporation. También están buenos Lonch Ness Monster de King Horror y Nevada Joe de Joe Gibbs & The Destroyers, que también salió por Amalgamated. GREEN DOOR Sello raro, de reggae y soul, salido de Trojan. Incluye material antiguo de los Wailers y viejas producciones de Keith Hudson. HARRY J Sello de Trojan, responsable por el lanzamiento de la mayoría del material de Harry Johnson en el reino unido entre 1969 y 1974 (los primeros trabajos saldrían por Trojan). Sus artistas principales eran Harry J. All Stars, Bobn& Marcia y los Ethiopians. Ya que Liquidator de Harry J salió por Trojan, el sello se hizo conocido por la versión de Bob & Marcia de Ya que Liquidator de Harry J salió por Trojan, el sello se hizo conocido por la versión de Bob & Marcia de Young gigted an black. HIGH NOTE Sello de Trojan que actuó en 1968 hasta 1974, trabajando con material producido por Sonia Pottinger. Para variar, los mejores lanzamientos son los más antiguos, con algunos buenos clásicos skins. Sus principales estrellas fueon The Hippy Boys, Delano Stewart y The Gaytones. Su mejor lanzamiento fue Patsy, con Fire in your Wire. HORSE Sello de Trojan de los años ’70, uno de los que más duro, desde 1971 a 1978. Más conocido por los dos hits de Dandy Livingstone, Suzanne beware of the devil y Big city. HOT ROD Sello de Trojan especializado en los lanzamientos de Hot Rod All Stars. HOT SHOT Sello independiene, de 1970 con pocos lanzamientos. ISLAND Tratándose de música Jamaiquina, Island está en la línea del frente. Entre 1962 y 1968 lanzo más de 400 discos, la mayoría de ska y rocksteady. Un poco de soul y reggae también, todo de alto valor para el coleccionista, incluso más apreciado que el material de Blue Beat. El único inconveniente es el precio de algunos trabajos. Es difícil elegir entre tanto material bueno, pero la punta del iceberg se
  • 38. puede resumir en Derrick Morgan, The Maytals, The Wailers, Jimmy Cliff, Derrick Harringtone y Theo Beckford. JJ Otro sello de Harry J. algo curioso, ya que sus lanzamientos no pasan de relanzamientos de material de Dr Bird y de Pyramid, como Hong Kong Flu de los Ethiopians. J DAN Sello de Trojan, de 1970, especializado en material producido por Dandy, con énfasis en los lanzamientos de los músicos Doctors. JACKPOT Sello de Trojan, con Bunny Lee detrás en la mesa de mezclado en la mayoría de los lanzamientos. Ente 1969 y 1973, lanzo más de 100 singles, con gente como Pat Kelly, Slim Smith, Delroy Wilson, Derrick Morgan y Dave Barker. Seven letters de Derrick Morgan inauguro el sello, incluso Bunny que había venido a la grabación también ala Crab. JOE Subsidiaria de Trojan, cuyos antiguos lanzamientos traen códigos del catalogo de la Duke. Aquí el productor fue Joe Mansano, con astros como Dice The Boss y Joe The Boss. Buenas grabaciones, como Trial of Pama Dice de Lloyd Dice & Mum. JOLLY Parte de la empresa está situada en Stamford Hill, propiedad de Benny y Rita King. Tuvo cerca de 20 lanzamientos de Rocksteady y reggae entre 1968 y 1969. JUMP UP Sello de Island de principios de los ’60, posteriormente reactiva por Trojan. Mucho Calypso rudo como Dr Kitch de Lord Kitchener y Pussy Galore de Young Growfer. KALYPSO Sello similar a Jump Up en términos de producción, que precedió a esta en uno o dos años. Se encuentra aquí algunas grabaciones antiguas de Laurel Aitken. KING División de R&B, llevando el apodo de su dueño. No sobrepaso los 20 lanzamientos entre 1964 y 1965, incluyendo soul y algun otro material americano. Su principal trabajo fue Do the ska de Clive & Gloria.
  • 39. LIMBO Calypso de 1960. MARYLYN Sello poco conocido, con pocos reggaes presentables, como Time is tight de Pat Rhoden. MOODISC Apareció como subsidiario de Trojan en 1970, lanzando material producido por Harry Mudie. Desde 1971 comenzó a trabajar de manera independiente. De una forma como de la otra, tiene buenas grabaciones, incluyendo Give some more loving de Slim Smith & The Uniques. Otras estrellas fueron John Holt, The Rhythm Rulers y I-Roy. NATIONAL CALYPSO Sello de Calypso Studio One, de mediados de los años ’60. Posee unos tres discos dignos de mencionar. NU BEAT / NEW BEAT Seguramente el mejor de los sellos subsidiarios de Pama, con cerca de 100 lanzamientos, inicialmente como Nu Beat y luego como New Beat. Cerca de un cuarto de los lanzamientos fueron de Laurel Aitken, con sus mejores temas skins, como Landlords and Tennants, Pussy Price, Jesse James, Skinhead Train y Reggae ’69. Otra favorita de los skins es festival ’68 de Clancy Eccles. PAMA Sello matriz dirigido por los hermanos Palmer, responsables de mantener un buen nivel del material. Entre 1967 y 1973, lanzo cerca de 150 singles de rocksteady, soul y reggae, incluyendo Birth Control de Llyod Terrell y Skinhead Shuffle de los Mohoawks. Clancy Eccles y Alton Ellis fueron otros artistas contratados por la grabadora. PAMA SUPREME Departamento de reggae del sello Pama, fichando más o menos a las mismas estrellas. Algunos de los mejores lanzamientos del sello saldrían después de la primera ola skinhead, en 1973. PLANETONE Antiguo sello de ska británico, con cerca de una docena de lanzamientos. Se dedicaba al mismo material de Island, pero termino fuera del mercado debido ala gran calidad de la competencia.
  • 40. PORT-O-JAM Sello de la R&B de 1964 que se dedicaba a lanzamientos de ska del estilo de Lee Perry y Lord Creator. PRESSURE BEAT Sello de Trojan, lanzo producciones de Joe Gibbs a principios de los años ’70. Realizo ceca de 20 lanzamientos, incluyendo a Peter Tosh y Lord Comic. PRINCE BUSTER La Blue Beat creo a la Fab, que a su vez creo a Prince Buster. Tuvo unos pocos lanzamientos en 1967, pero el grueso de sus cerca de 50 ítems salió entre 1971 y 1972. El “príncipe” (o sea el propio Buster) fue la estrella principal, es claro (Big five y Rough Ridser fueron antiguos lanzamientos) con Dennis Al Capone y John Holt en la regularidad. PUNCH Clásico sello de Pama que lanzo algunos grandes números de reggae skinhead entre 1969 y 1972. Más de 100 lanzamientos, muy interesante para los coleccionistas. Entre ellos, Dry acid de Count Stick & The Upsetters, Too Experienced de Winstone Francis, Clint Eastwood de los Upsetter y Shock of Mighty de Dave Barker. PYRAMID Subsidiaria de Island de 1967 a 1969, brevemente revivida por Trojan en 1973. Tuvo cerca de 80 lanzamientos, incluyendo 54-46 That’s my number de los Mytals, Tougher tan tough de Derrick Morgan, y el primer reggae bien colocado en los rankings, Israelites de Desmond Dekker. También la mayoría del material y produccion de Leslie Kong. Q Sello de Trojan de 1970, bautizada así después que el club homónimo de Count Suckle, localizado en Prad Street, Paddington. Posiblemente un sello de un lanzamiento solo, la grabación de Please don’t go de Count Suckle y Freddie Notes & The Rudies. R&R / SKA BEAT Sello principal de esquema de la R&B, dirigida por King desde su negocio, un local en Stamford Hill, Londres. Entre 1963 y con la venta de la empresa en 1967, salieron más de 300 lanzamientos, figurando al lado de Island y de Blue Beat en el mercado de ska. Sus principales estrellas fueron The Wailers, Delroy Wilson, Lee Perry, Dandy Livingstone y Wiston Samuels un gran sello.
  • 41. RAINBOW Subsidiario de Melodisc, con cerca de 20 singles de rocksteady y soul entre 1966 y 1967. Los principales artistas contratados fueron Prince Buster y Laurel Aitken, así como algunos que fueron sucesos, Rude Girls de Doreen & The Rude Girls. RANDYS Sello de Trojan especializado en las producciones de V. Chin entre 1970 y 1973. Tuvo algunos trabajos buenos, incluyendo Pepper pot de los Randy’s All Star. RHINO Subsidiario de Creole después que este se desvinculara de Trojan. Entre 1972 y 1974 realizo 30 lanzamientos, algunos de un tenor de reggae más pop y comercial. Dave Collins, Bruce Ruffins, Desmond Dekker y Winstone Francis fueron la frutilla de la torta. RIO Sello de Island/B&C, parte de grupo de Dr Bird, entre 1963 y 1967 lanzo cerca de 140 singles, la mayoría producidos en el reino unido, salvo lanzamientos de rocksteady jamaiquino como Train to Skaville de los Ethiopians y Don’t be a rude Boys de los Rulers. También había bastante material de Laurel Aitken y de Studio One. RYMSKA Sello de Ska británico de 1964. Tuvo muy pocos lanzamientos, pero no llegaron a tener la altura de los que venían de Jamaica. SIOUX Tuvo cerca de 25 lanzamientos entre 1971 y 1972, que le dieron a esta grabadora independiente algunos sucesos menores como Heavy Reggae de los Roosevelt Singers, una versión de Johnny Reggae. Los principales intérpretes fueron sammy Jones, Joe Higgs y P. Jackson. SMASH Sello de Trojan de 1970 a 1973. Sus principales artistas fueron Delroy Wilson, Keith Hudson y John Holt. ¿su mejor tema? Quizás Stomp Them de Bill Gentles.
  • 42. SONG BIRD Subsidiaria de Trojan que lanzo menos de 90 singles producidos por Derrick Harriot entre 1969 y 1973. El muchacho debía adorar el western spaghetti, ya que la mayoría de los títulos parecían sacados de estas películas. Sus principales artistas: The Crystalites, The Kingstonians y el propio Derrick. Temas vitales para los skinheads son Singer Man de los Kingstonians, The Undertakere y The Overtaker de los Crystalites y de los Isies. SOUND SYSTEM Sello independiente con pocos lanzamientos entre 1969 y 1970. SPINNING WHEEL Sello de Trojan con más o menos diez lanzamientos, incluyendo producciones de Lee Perry, todo a comienzos de los ’70. STARLITE Sello bien antiguo, de 1960, cuyos lanzamientos aparecieron después de Island. Tiene en su haber unos 80 singles de estrellas como Laurel Aitken, Owen Gray, Wilfredd Edwards (más conocido como Jackie) y otros. STUDIO ONE Sello británico, clásico, pero hoy en día raro, que lanzo material de Coxsone Dodd entre 1967 y 1969. Principalmente rocksteady de gente como Ken Boothe, The Hetones, Detroy Wilson, The soul vendors y Jackie Mittoo. SUCCESS Sello de Pama de 1969 a 1970, con cerca de quince lanzamientos producidos por Rupie Edward. Algunos temas presentables, incluyendo Fat Girl, Sexy Girl de John Holt. SUMMIT Sello de Trojan de principios de los años ’70, con cerca de 45 singles lanzados, incluyendo dos grandes temas de los Maytals, Peeping Tom y Monkey Girl. SUPREME Sello de Pama (no hay que confundirse con Pama Supreme). Entre 1969 y 1971, lanzo cerca de 30 singles. Muy poco digno de mención, salvo un puñado como Work it up de Jack & The Beanstalks (Tambien llamados The Kingstonians) y Starvation de Los Pionners. SWAY Sello ska de Planetone, de 1963. Tiene solo tres lanzamientos.
  • 43. TECHNIQUES Sello Trojan con más de 30 lanzamientos entre 1970 y 1974. Winston Riley era el productor y entre los artistas contratados figuraban Dave & Ansel Collins, que metieron hits como Monkey Spanner y Double Barrel. TORPEDO Sello independiente, que lanzo 35 singles especiales durante 1970 y que fue brevemente revivido en 1975. Los Hot Rods All Stars fueron el nombre grande de la grabadora, una banda que nos dio un single precioso, como Moonhop in London de un lado y skinhead moondust de otro, además de la célebre Skinhead don’t fear TREASURE ISLE Ente 1969 y 1973 fue uno de los sellos de Trojan, pero unos dos años antes había lanzado material rocksteady como parte de un esquema de Island. El nombre viene de sello jamaiquino de Duke Reid, responsable por algunos de los mejores temas de rocksteady. Sol hay que chequear cualquier cosa de Phillis Dillion, especialmente Things of the past. Estando en las manos de Trojan, algunos clásicos skins vieron la luz, incluyendo Skinhead Moonstomp y Parson’s Corner del grupo Symaip (también llamado The Pyramids) y Pop a Top de Andy Capp. TROJAN En un comienzo, en 1967, fue un sello de Duke Reid para lanzamientos de rocksteady. El nombre fue elegido para la asociación de Island con B&C para introducir reggae en el reino unido. Los primeros lanzamientos son los más raros y generalmente los mejores, los últimos pierden mucho de su aspereza con el empleo de cuerdas, orquestas y otras porquerías del pop. Igualmente existen muchos temas buenos para elegir, inclusive clásicos skins. Quien no lo había bailado con Tighten Up de los Untouchables, o Place in the sun de David Isaac, o Love up kiss up de los Termites, o Fattie Fattie de Clancy Eccles, o Sweet sensation de los Melodians, o Babwire de Nora Dean, o Monkey Man de los Mytals, o Angle of the morning de Joya Landis…? No es de sorprenderse que la palabra Trojan se asocie inmediatamente con el Reggae. TROPICAL Cerca de 20 lanzamientos, con Max Romeo y Dennis Al capone proveyendo bastante material para esta grabadora independiente. UNITY Gran sello de Pama. Entre 1968 y 1970, entro con más de 70 singles, la gran mayoría de reggae, con algunos de ska. Clásicos skins como Return of Jack Slade y Top the Pop de Derrick Morgan, Wet dream de Max Romeo y su Clap Clap con los Hippy Boys, 1.000 Tons of Version de Jeff Barner, Peyton Place de Don Tony Lee y Pepper seed de Ranny Williams. Mas un montón de material de Silim Smith.
  • 44. UPSETTER En el campo de reggae skinhead, esta fue la mejor respuesta de Trojan a los tiros certeros de Pama. Entre 1969 y 1973, Lee Perry y su banda de estudio The Upsetters lograron grandes temas, como Return of Django, The night Doctor, Live injection, Cold Sweat y Shock’s71 con Dave Barker. Vale también echarle una ojeada a Come into my parlour de los Bleuchors y Kiddy-O de los Muskyteers. VARIOS Siempre van a existir dos o tres buenos temas de alguna grabadora que no sea necesariamente especializada en sonido jamaiquino. Johnny Reggae de los Piglets, por ejemplo, salió por la Bell. Otros ejemplos pueden ser encontrados en Atlantic, Culumbia, Fontana (especialmente Millie), President y Page Ope.
  • 46. CAPITULO DOS LOS HIJOS DE LOS SKINHEADS “Es curioso, cuento mas te adentras en el Black Country, más antiguos se vuelven los estilos. Algunos de ellos todavía usan botas del ejército, mientras que en la ciudad, todos usamos brogues. Los ratis nos detenían si usábamos botas. Los brougues se ven bastante inocentes, pero también pueden causar daño.” Bob, 18 años, el capo de la banda de Boot Boys de Birminham’s Quinton. El tiempo no se queda quieto para nadie y eso es particularmente cierto en las movidas juveniles. A pesar de las promesas de seguir siendo skinhead de por vida, todo el mundo sabe muy dentro de sí, que algún día llegara el momento de colgar las botas y los tirantes para siempre. Es lo mismo con cualquier otra movida, y hay muy pocas excepciones a la regla de oro. La vieja abuela punk podrá convertirse en la tapa de los diarios algún día, pero merecerá tanta credibilidad como el monstruo del lago Ness. O incluso menos. Hay algo muy especial en pertenecer a una movida juvenil que permanecerá contigo el resto de tu vida. Podrás verte completamente diferente a los treinta y pico, pero un pedacito de tu corazón permanece fiel a la causa hasta el día de tu muerte. Si cada vez que un borracho viene a contarme una historia “de cuando yo era skinhead” yo recibiera 10 centavos, no me calentaría a jugar al Prode todas las semanas. Todos debemos crecer y mientras lo hacemos, nuestra prioridades cambien, no hay nada con sentar cabeza y formar un hogar para hacerte dejar atrás tu malgastada juventud. Un años andas recorriendo negocios buscando un par de Doc Martens y al año siguiente empujas un carrito de bebe mientras vas a buscar pañales, y además está el trabajo, donde tienes que elegir entre dejarte crecer el pelo o buscarte otro lugar donde ganarte el pan. Hay que añadir el hecho que las movidas juveniles se ponen de moda y se vuelven obsoletas en un abrir y cerrar de ojos. La movida skinhead pego tanto en los chicos de clase obrera en los 70s, que de ninguna manera podría haber desaparecido de un día para otro. Algunos que llegaron tarde a la movida, recién empezaban a usar el pelo corto y las botas, mientras que otros se contentaban por mantener la fe por lo menos un año o dos. Pero cuando los números empezaron a caer, quedo bien claro que un montón de viejos skinhead no habían abandonado del todo a la movida para sus hermanos y hermanas menores. Los diarios habían definido al skinhead como vándalos violentos y descerebrados. Algunos realmente solo eran eso, y un montón mas hacían todo lo que podían
  • 47. para llegar a serlo, pero eso no le hizo ningún favor a nadie. Ser arrestado por la policía aun cuando todavía no entraste a la cancha, ya no es divertido cuando te pasa más de tres veces, y tampoco es divertido que te reboten todas las minas medianamente decentes del pueblo. Gran cantidad de skinheads empezaron a dejarse crecer el pelo un poco más largo para no ser instantáneamente reconocidos como miembros de las pandillas de camorreros. Los trajes y los zapatos que alguna vez habían sido vestimentas para la noche se convirtieron en lo habitual para cualquier hora del día. El look skinhead nunca desapareció del todo, pero no había duda quien era el nuevo rey del castillo. Un animal más astuto, llamado suedehead. Los Suedeheads eran un producto de los grandes pueblos y ciudades, en cuanto a estilo, les sacaban varias cabezas de ventaja a sus primos del campo. Una minoría de skinheads siempre se había vestido como Suedeheads, pero no fue sino hasta finales de 1969 que los Suedeheads empezaron a adoptar identidad propia, particularmente en Londres y el sur. El nombre suedehead (cabeza de gamuza) se origino por la apariencia de las cabezas rapadas a cuatro, que adquirían el aspecto similar a la gamuza. El pelo se dejaba lo suficientemente largo como para poder incluso cepillarlo, pero seguía siendo corto, al estilo skinhead. Las chicas suedehead también se dejaban el pelo mucho más largo. Muy pocas skins alguna vez realmente se raparon, aunque algunas iban a las peluquerías de hombres para mantener el pelo bien corto a un precio mucho más bajo del que les cobraría un estilista femenino. Algunas mantenían su cabello largo y normal, y esto continua así para las Suedeheads que las sucedieron. Las chicas comenzaron a dejarse el pelo más largo y con más volumen, y el efecto en una chica más o menos linda era realmente sorprendente. La ropa apara ambos sexos en general se volvió más elegante, incluso parecida a la de los mods. Un suedehead vestido de manera informal podría haber usado loafers, Levi’s, una chomba Fred Perry y una campera liviana marca Harrington. Para una noche especial, tiraban toda la carne al asador, y se ponían brogues bien lustrados, un traje, una camisa Ben Sherman y un sobre todo Abercrombie. Los trajes siguieron siendo un símbolo de status en la movida, pero siguiendo el nuevo look, las telas se volvieron más llamativas. La mayoría de los trajes usados por los skins eran de casimir y Tonic (un tipo de tela para trajes), en colores oscuros. Los Suedeheads preferían usar marrones y azules mucho más claros, e incluso azul petróleo. Incluso usaban trajes de telas con diseños tejidos, del tipo príncipe de gales o pata de gallo. Los cinturones reemplazaron a los tirantes, y otro favorito de los Suedeheads era el blazer con el escudo de tu equipo de futbol. Algunos Suedeheads llevaron su look un poco mas allá, usando un paraguas y un sombrero de hongo. Ahora bien, todo el mundo sabe que los verdaderos hombre no necesitan paraguas, pero esto no era tan pretencioso como parecía a simple vista. No era solamente para mostrarse. Algunos paraguas tenían punta de metal afilada, que podía ser útil para defenderse o atacar. Además, cuando de verdad llovía evitaba que tu Abercrombie se mojara. Una gran ventaja si alguna vez has
  • 48. tenido la mala suerte de oler un Abercrombie mojado. Un Abercrombie era el gabán ideal para acompañar un traje elegante, y junto con la Harrington, era un ítem obligado en el guardarropa de un suedehead que se preciara de serlo. Por supuesto, muy pocos suedes podían permitirse el lujo de un gabán Abercrombie genuino, pero muchos utilizaban Chesterfields, que eran bastantes similares, pero si te veías realmente elegante a nadie le importaba que fuera una falsificación. Los gamulanes también podrían generar cierta envidia, y siempre estuvieron de moda. Al igual que los gamulanes, los Abercrombies ya habían sido usados por los skins en el 68, pero se volvieron realmente populares alrededor de 1970. Incluso había un sub movimiento conocido como Crombie Boys, que usaban todo el atuendo, ya sea skinhead o suedehead, pero usaban el pelo largo hasta la nuca y los hombros. Era un estilo popular en algunas áreas, particularmente en el norte de Kent. Una de las estrellas del skinhead reggae, Judge Dread, tenía las mechas largas y cantaba acerca de los skinheads, al igual que muchos de sus seguidores que eran skinheads en todo aspecto, excepto por el pelo. Pronto incluso los Suedeheads e dejarse crecer el pelo, y para la primavera de 1971 muchos de ellos se habían convertido en smoothies. Las fechas son poco precisas porque los estilos prendieron en distintos momentos y distintos lugares. En algunos lugares ya había smoothies para el verano de 1970, mientras que en otros lugares la gente no salió de las botas y los tirantes. En otros lugares incluso había una mezcla de skins, suedes, smooths y boot Boys al mismo tiempo. Los smooths (suaves, lisitos) adoptaron este nombre por su peinado, que consistía en el pelo corto en la parte superior de la cabeza y más largo en la nuca y los costados. Como se decía en la época, estilo Rod Stewart. También se los llamaba smoothies por su preferencia por zapatos simples, sin puntera ni hebillas. Otro calzado muy común eran unos zapatos horribles, llamados Norwegians, que estaban decorados con cuero trenzado en el empeine. Se les llamaba Norwegians (noruegos) porque de haber una Eurocopa de zapatos, estos obtendrían el último puesto, al igual que la selección noruega. Los smoothies se vestían de manera mucho más informal que los Suedeheads, optando por camisas de cuello redondo, pantalones corderoy, pantalones a cuadros Rupert, pullovers y chalecos que a menudo venían con unas combinaciones de colores horrorosas. Sin embargo, a la noche, aun se usaban los trajes de Tonic y los gabanes Abercrombie. Por primera vez en la historia, las chicas tenían una denominación propia. A las chicas smoothies se las llamaba “sort”. La movida skin inicialmente había sido un movimiento más inclinado hacia lo masculino, pero a medida que fue progresando, las chicas skinheads desarrollaron su propio estilo. Esto continuo durante el periodo suedehead, y para 1971 comenzaron a distinguirse como sorts. Comenzaron a usar pelo aun más largo que las Suedeheads, ya la elegancia se
  • 49. convirtió en una prioridad. Utilizaban conjuntos de saco y pollera de Trevira, camisas Brutus, medias de nylon labradas y zapatos como los que usaban las enfermeras inglesas en esa época. Para mucha gente los smoothies tenían un aspecto muy común, sin ningún uniforme ni identidad aparente. La mayoría de las veces pasaban desapercibidos en la calle. Todos sus lazos con sus antepasados skinheads aparentemente habían desparecido, pese a que la mayoría de los smooths habían sido skinheads un par de años atrás. Esta última movida no alcanzo la popularidad de los skinheads o incluso los Suedeheads, y duro muy poco tiempo. Para fine de 1971 habían desaparecido por completo. Sin embargo, los smooths tuvieron un hermano mellizo, en nada parecido, que sobreviviría hasta mediados de los 70s. la violencia futbolera alcanzo niveles sin precedentes durante las temporadas 1970-71 y 1971-72, y entonces fue que el circulo se cerro y llego la segunda oleada de los boot Boys. Mientras que los smoothies tendían a adoptar la estética de los skinheads y los Suedeheads, los boot Boys adoptaron una faceta más tribunera. Los suedes y los smooths también eran movidas prácticamente del sur de Inglaterra. Los boot Boys, por el contrario podía ser encontrados a lo largo y a lo ancho de las islas británicas y para muchos era una evolución natural del skinhead. La música y la moda ocupaban un rol secundario en la vida del boot boy, ya que lo más importante eran las peleas y las batallas por el territorio, fuese este pueblito, una ciudad, un club de futbol, o un bar. El soul y el reggae aun era popular en algunos círculos, pero otros seguían los rankings o lo que hubiera en su zona. La movida consistía, más que nada, en la vida pandillera. Las bandas de boot Boys solían ser llamadas mobs, en las cuales, los miembros más jóvenes giraban en torno del núcleo conformado por los miembros más viejos. El grupo de miembros jóvenes era llamado “star” (estrella). La star era como un semillero de barras bravas. Incluso había boot girls que formaban mobs, y a menudo lograban cierto renombre. La mayoría de los boot Boys habían sido skinheads, aunque muchos habían salteado las fases Suedeheads y smooths. Muchos rondaban los 20 años, y se consideraban un escalón más que los skinheads. Más grandes y más astutos. En realidad, cualquier barra de skinheads que hubiera sobrevivido hasta los 70s era despreciada por los boot Boys como algo pasado de moda. Se decía que los skinheads, cuando querían llegar a una ciudad cercana, a menudo se perdían y no sabían a qué bus subirse, mientras que los boot Boys organizaban una caravana de camionetas y autos para llegar y volver. El futbol era lo supremo en la semana de cada boot boy. Las camperas de carnicero, de color blanco, con el nombre del equipo pintado en la espalda, y salpicadas de sangre para realzar el efecto, eran el sumun del estilo futbolero de la época. Cuenta la leyenda que fue el Chelsea’s shed el que empezó la moda, que pronto se convirtió es un estilo muy popular para todos los locos en los
  • 50. estadios de Inglaterra. También estaban los pequeños ejércitos de drugos que aparecían con trajes blancos, como los de La Naranja Mecánica, en busca de algo de ultra violencia. El skinhead devenido en periodista Chris Lightbown, que aun escribe para el Sunday Times, elaboro una guía de canchas de futbol en 1972. Los nombres más importantes en el mundo de la violencia futbolera eran Manchester United, Manchester City, West Ham, Spurs y Stoke City. Ipswich Town era famoso por la cantidad de mujeres que iban a verlos jugar. Ese año se usaron muy pocas armas, pese a que había varias peleas con armas en las temporadas anteriores. Más aun, aunque pocos equipo del norte tenían skinheads en sus hinchadas, no había un autentico uniforme de hooligan en ese momento. Chris sostenía que la decente
  • 52. Asistencia a la cancha tenía más que ver con el nivel del que el hooliganismo, y que los hinchas comunes y corrientes podían asistir a la mayoría de los partidos sin meterse en una pelea. Chris también aclara que los clubes no se calentaban demasiado por los hinchas y hoy, más de 20 años después la situación en de mejorar empeora. Los medios dieron gran publicidad y un montón de partidos terminaban en pelea, particularmente si el Red Army del Manchester United estaba involucrado. Las cámaras de televisión siempre estaban listas y todo el mundo está dispuesto a hacer sus gracias frente de ellas. Los noticieros del sábado por la noche siempre estaban repletos de imágenes de fanáticos subiéndose a los techos para bombardear a la policía con misiles. Básicamente se trataba de viejas rivalidades, y el hincha común y corriente, si quería estar seguro, solamente tenía que hacer la suya y no meterse en la pelea. Incluso los trenes especialmente reservados para las hinchadas no eran tan destruidos tan a menudo como en las temporadas anteriores, para alivio de la British Rail, pese que una vez un tren fue secuestrado por los hinchas. Aparte de las botas y el gusto por la pelea, los boot Boys tribuneros tenían muy poco en común con los skinheads que reinaron en las temporadas anteriores. Para 1972 los últimos vestigios del estilo skinhead estaban prácticamente confinados a las localidades del norte, donde la movida sobrevivió hasta 1974. Obviamente, la movida nunca desapareció por completo, pero eran individuos aislados quienes los sostenían en vez de mobs y crews. Las grandes tiendas tenían nuevos estilos para ofrecer en sus vitrinas, listas para atraer a la nueva generación en busca de una identidad en el difícil mundo de los adolecentes. El reggae había perdido el rumbo para muchos chicos blancos, al inclinarse en la dirección del Jah, rastafarianismo y otros temas africanos. El Glam era la última moda y había un montón d barras bravas que se disfrazaban de inadaptados, como Slade y Mott the Hoople. Incluso el soul había sido eclipsado por el punk y el disco, de la mano de John Travolta. Aun así, algo tan bueno como el movimiento skinhead no iba a ser olvidado jamás, y cuando Judge Dread lanzo su clásico Bring Back The Skins en su álbum, The Last Of The Skinheads (Cactus), poco podría haberse el imaginado que un par de años más adelante su sueño se convertiría en realidad. “Siempre recuerdo que iba a los parque de diversiones con mi hermano mayor, y siempre ponían música ska, como Live Injection y Monkey Spanner. Nada que ver con la mierda de ahora. Era lo mismo con el futbol cuando las canciones tenían la música de canciones del pop de la época. ¿Qué fue lo que paso con todas esas grandes canciones?” Martyn Sears, skin de Sittingbourne.
  • 53. REAL HORRORSHOW Pocas películas han causado tanta controversia como la naranja mecánica de Stanley Kubrick. Basada en el clásico de Anthony Burguess, que lleva el mismo nombre, era básicamente una historia de ultra violencia, pero más allá de eso era una historia acerca de la libertad de elección. Irónicamente, los censores no podían verlo, y antes de que la película llegara a la pantalla grande, la viejas tijeras de editar ya habían entrado en acción. La naranja mecánica finalmente fue lanzada en 1971, poco después de Straw Dogs. Otra película que había tenido a los guardianes de la moral de la nación en vilo. Algunos gobiernos locales la prohibieron, y se armo tanto alboroto en los medios, que Kubrick saco de circulación a la película luego de 61 semanas de proyección. Se rumoreaba que lo había hecho luego de recibir amenazas de muerte, pero en realidad era por no aceptar aun mas cortes en el original. El film tenía una fascinación especial para los skinheads de la época, y muchos que consiguieron verla, no la vieron una, sino media docena de veces. Mientras tanto, los medios afirmaban que la película alentaba la violencia, y rotulando cada acto de violencia como “Crimen Mecánico”. Kubrick había filamdo la naranja mecánica en el tristemente célebre Riames Estate, de Londres. Su versión permaneció fiel al libro, siendo el único cambio importante la sustitución de una niña de 10 años en la escena de violación, por una mujer adulta. Los vándalos de la película utilizaban un lenguaje llamada nadsat, que era parte cockney y parte ruso. Al principio, es un poco confuso, pero uno pronto le agarra la mano. Además, Kubrick solamente había leído la versión norteamericana del libro, que es un capítulo más corto que la edición inglesa. El personaje principal es un tipo llamado Alex Delarge, el líder de una banda de Drugos. Termina en prisión por una serie de crímenes, pero es liberado bajo la condición de recibir una nueva cura para los criminales. Esto incluye drogas y lavado de cerebro, que lo hacen descomponerse de solo pensar en violencia y sexo. Su conducta mejora mucho, pero algunos liberales creen que a Alex se le niega la libertad de elección, y la historia continua con Alex siendo usado como una consigna política. Alex y sus amigos se vestían al último grito de la moda, lo cual era interpretado por Kubrick como una mezcla de elegancia masculina urbana, y el atuendo de un Boot Boy de la época. A su vez, la película influyo en el estilo callejero, y dio origen a una pequeña rama de la movida skin, basada en Alex y sus drugos. Estos iban desfilando a los partidos de futbol, vestidos con trajes blancos, botas negras y sombreros de hongo y luego de terminado el partido entraban en acción, en un verdadero estilo horrorshow. Todo el problema armado alrededor de la película concluyo con su eliminación en 1972, y el recuerdo de la naranja mecánica permaneció en el letargo, hasta que comenzó la era del video. Entonces la película reapareció en casetes piratas, y así comenzó la copia de una copia de otra copia. Hasta el dia de hoy en el que poco
  • 54. skinheads en el reino unido tengan una copia en su casa. No muchos tiene versiones claras, pero algunas se ven chotas en algunas partes, y en general son bastantes buenas. Eso es por lo menos lo que me dijeron. Sin embargo, la película es fácil de conseguir en otros países (en Paris la proyectan todos los días), así que el hecho que siga prohibida en el reino unido parece más que cargada. Cierto número de cines la han pasado, incluso con nombre falso para evitar la acción judicial. En 1986, 30 skinheads con sombrero de hongo hicieron una pelea durante la proyección de la Fruta Mecánica, obligando al cine a cancelar el resto de las proyecciones, que iban a durar una semana entera. Aun así, La Naranja Mecánica sigue siendo una de la películas underground mas populares, y ha influido a muchas otras bandas aparte de las skinheads. The Violators, Blitz, The Clockwork Soldiers y otros han usado el tema de la película. El single Teenage Warning de los Upstarts tenía una naranja con una llave en la tapa. Los Last Resort y los Warriors grabaron Horrorshow, los Duarngo 95 de california tomaron su nombre del auto manejado por los drugos y los Major Accident de Darlington definitivamente adoptaron el estilo mecánico. Sin embargo, por encima de todas las bandas mecánicas se encuentras The Adicts. Se visten como lo personajes de la película, se maquillan y tocan versiones punk de la música clásica que Alex adora. Incluso le pusieron por título Smart Alex a uno de sus discos.
  • 56. CAPITULO TRES ANGELES DE CARA SUCIA “¿Traicionado? Si, por supuesto que me siento traicionado, es como si todo hubiera vuelto a ser como en el ’74 y ’75. Pero, honestamente, creo que ha vuelto a empezar en el East End. El sentimiento está de vuelta una vez más”. Micky Geggus, Cockney Rejects, 1979. Cuando los punks iniciaron su cruzada para dar vuelta al mundo en 1976, la cosa debió haber comenzado un sábado o domingo. Eso es una certeza, porque el punk nunca fue una espontanea rebelión en la calles, como dirían la leyendas. Fue más una escaramuza de fines de semana, cortesía de la moda y las escuelas de arte. Todo eso a kilómetros de distancia de los chicos mocosos y harapientos, demasiados ocupados jugando a la pelota en algún terreno baldío de los suburbios como para enlistarse en la brigada punk. El punk fue simplemente la mayor de todas las estafas del rock and roll. Es verdad que bandas como los Sex Pistols y los Clash al menos le dieron una buena patada en el culo a la estática industria musical, abriendo una alternativa más aireada que el embolate pop comercial y el rock de los dinosaurios. Escandalizar a la opinión pública tiene su merito, pero por Dios, no es para tanto! Media docena de palabrotas durante una entrevista de Bill Grundy en el programa “Today” de la London Weekend Television no constituye una ruptura de la ley y el orden. Anda hasta el patio de cualquier primaria durante el recreo, que vas a escuchar cosas mucho peores. Pero aquello fue suficiente como para llevar a los Sex Pistols a la tapa de todos los diarios y colocar volando a ‘Anarchy in the UK’ en los rankings británicos. Nada malo para una banda reclutada por una manager de medio tiempo llamado Malcom McLaren, con el fin de llenar hasta las pelotas los toques en las escuelas de arte y promocionar su local de ropas caras en el King’s Road, llamada ‘Sex’. No es ninguna sorpresa, por tanto, que el punk rápidamente se haya convertido en una parte del orden establecido que este fingía desdeñar tan radicalmente. Cuando se convirtió en moda de High Street a precios High Street, se torno al mismo tiempo en patrimonio de los que podían comprar y no de los que los que l sentían de corazón. Comprarse pantalones de estilo sadomasoquista a treinta libras en el King’s Road difícilmente pueda ser catalogado como una patada en el culo del sistema. Pagar cinco mangos por una bolsa de residuos rasgada,
  • 57. tampoco. Yo mismo casi me convertí en punk, pero el parche con el símbolo de la anarquía que encargue por correo nunca llego. Para 1978 un mensaje estaba escrito en los muros: “PUNK IS DEAD” (el punk esta muerto), en letras enormes. Ser punk consistía más en escupir en los toques que rebelarse ante la sociedad. Ya ni siquiera se lo llamaba ‘punk’. ‘New wave’ era la palabra que se había puesto de moda. El fanzine punk mas inspirador, Sniffin’Glue fotocopiaba su ultimo numero. The Roxy cerraba sus puertas para siempre. The Roundhouse celebro un Love-in (fiestas de amor y paz) a la moda hippy. Y Johnny Rotten resumió todo cuando, en el toque de despedida de los Ostols en Winterland, San Francisco, pregunto al público: “¿Alguna vez, tuvieron la sensación de haber sido engañados?”. Incluso bandas como los Stranglers, quienes nos dieran el himno punk No more Heroes (1977), abandonaron la intimidad de los pequeños clubes para tocar en el Ally Pally y otros templos del rock, donde podían concentrar a 6.000 idiotas adinerados. Todo eso hubiera terminado si no hubiera dejado afuera a miles de chicos. Un cheque quincenal del subsidio por desempleo nunca se convertiría en pasaporte para un mundo de andrajos hechos por diseñadores de modas. Pero eso no importaba, ya que un puñado de bandas todavía tocaba punk rock por puro sentimiento. Nada de andar vociferando ‘an-er- ky’ y cantar en el acoplado de un camión mientras Gran Bretaña se viene abajo, siempre y cuando a la vuelta haya tele a color en el hotel, y suficiente agua caliente como para darse un buen baño. Esto era punk autentico, honesto y refrescante, venia directo del corazón de bandas de la calle, como Sham 69, Cock Sparrer, Slaughter and The Dogs, Menace y Skrewdriver. Cock Sparrer quedara en la historia como la mejor banda callejera de todos los tiempos. Y es casi criminal el hecho de que esta banda nunca haya tenido el gran éxito que tanto merecía. Cualquiera que este leyendo esto y que jamás haya oído clásico como Argry Bargy,working, England Belongs to Me, The sun Says, Riot Squad y varios otros himnos callejeros, prácticamente no ha vivido. Cock Sparrer había comenzado a tocar en el ’74, y originalmente se llamaban Cock Sparrow. Ya eran punks antes de que dicho rotulo fuera inventado, y habían estado haciendo toques un año entero antes incluso de que los Sex Pistols se juntaran. Irónicamente, esto les jugo en contra, ya que ningún sello quería contratarlos porque no eran ‘algo nuevo’. Finalmente, luego de telonear a bandas como Motorhead o The Small Faces, consiguieron un contrato con Decca para lanzar el single Runnin’ Riot.
  • 58. Bandas como Cock Sparrer y Menace solían ocupar los últimos lugares en el cartel y, normalmente, hubieran corrido la misma suerte que la mayoría de las bandas teloneras: no hubieran llegado a nada, pero estos locos no eran fáciles de ignorar. Te llegaban con la sutileza de un bate de beisbol en medio de la jeta. Y para fines del ’77, Jimmy Pursey y compañía habían “llegado a la mayoría de edad”, y llenaban clubes por derecho propio, tocando punk rock como debería haber sido desde un primer momento. Música callejera para chicos callejeros. El advenimiento del punk callejero dio pie para el regreso de la movida skinhead. Sin embargo, este revival no era una copia idéntica, y en ciertos momentos poco tenía en común con la clase del ’69, mas allá del nombre. En verdad, los nuevos skinheads surgieron simplemente como punks con la cabeza rapada, que llevaban el escándalo un paso más allá, con el fin de diferenciarse del desastre en que se había trasformado el punk de la clase media. Aun había skins que creían en las viejas formas, pero para muchos, revivir el antiguo look y parafernalia no era posible. Mucha agua había corrido bajo el puente, y la nueva camada reflejaba los cambios de la década en que Vivian. En vez de raparse con la maquina en peine 3 ó 2, se rapaban a cero, y hasta la cabeza afeitada se convirtió en una norma. Todavía se usaban las botas como antes, pero ahora totalmente expuestas, con el pantalón arremangado hasta el borde de la bota. Aun más, se volvieron populares las botas de 14 a 22 agujeros, y en algunos casos llegando hasta la rodilla. Para cuando terminaban de abrochárselos, ya ni valdría la pena salir. En vez del tradicional tatuaje en el brazo, los tatuajes en la cara pasaron a ser parte del movimiento. Está bien que los tatuajes son una cuestión de gusto personal, pero muchos chicos que s tatuaron cosas del tipo ‘MADE IN BRITAIN’ (hecho en gran Bretaña) más tarde se arrepentirían. Lo peor fue que, como los tatuadores profesionales no trabajaban en la cara, lo que se veían eran tatuajes improvisados mal y puercamente por agujas caseras. La cosa solo empeoraba más si dejabas que algún amigo borracho te tatuara con agujas comunes y tinta china Ouch!
  • 59. Con el tatuaje no había segunda chance en el caso de errarte en la ortografía o en el espaciado de las letras, sin hablar del diseño. La burrada quedaría inmortalizada. Andar con jeans desgarrados, una remera manchada de pegamento y algo tipo BRITTISCH (como escribir HINGLEZ) en la frente, no era muy bueno que digamos para el movimiento, solo servía para aumentar el aura de desconfianza que la prensa amarilla se encargaba de diseminar con sus historias chocantes y escabrosas. En verdad, algunos de los tipos que se decían skinheads precisaban mejor tatuarse la dirección en medio de la jeta, en caso de que se olvidaran donde vivían. Llámese como quiera: Punks rapados, boneheads, etc. El hecho es que nada tenía que ver con el espíritu del 69, donde primaba el rigor en el vestir. Los pocos skinheads legítimos que sobrevivieron a los áridos años del Glam, disco y otras carnosidades del rock no querían saber nada de ser identificados con los mal encarados punks rapados. El antiguo movimiento no había desaparecido del todo, pero en una metrópoli como Londres cruzarse con un skin de verdad eran tan difícil como ganarse la lotería. Si eso ocurría, seguro que se paraban y se iban a charlar mientras tomaban un par de birras. Esa cortesía jamás fue extendida a los skins influenciados por el punk. Si uno de ellos llegaba a caer en un pub de skins tradicionales, lo rajaban al toque. Y a menudo, a patadas. Los skins originales eran muy orgullosos del movimiento y no soportaban ver un pendejo graniento convertido en skin asustando viejitas y pidiendo monedas a los sorprendidos transeúntes. Jimmy Pursey, letrista y vocalista de Sham 69, dijo una vez que si el sonido punk hubiese existido en 1969, los skinheads los hubieran adorado, pero es más probable que fuse caratulado de música para greaser o hippy. Si alguien con chaqueta de cuero y con cresta pintara (en la ciudad balnearia de Margaret, por ejemplo) durante un fin de semana largo, los skins seguramente lo hubieran cagado a patadas para divertirse. De la misma forma, nada hubiera causado más enojo a un legítimo Ted que un punk sucio, vagabundeando zarrapastroso. Pero igualmente, eran ambos, el punk y el teddy boy, clientes de McLaren, ya que este, en la época en que su negocio se llamaba Let it Rock (Luego seria Sex), vendía ropa para Teds. Durante el verano de 1977, cuando las batallas entre los Teds y punks eran casi una atracción turística de todos los fines de semana regulares en el King’ Road, los skinheads originales que creían en la vieja tradición, a menudo combatían junto con los Teds, mientras que una nueva camada de skins se ponía del lado de los punks. Era una confrontación de orgullo y de tradición contra la falta de respeto por todo y cualquier cosa. La pelea generalmente no pasaba de puteadas, corridas ya algunos sopapos, pero los diarios sensacionalistas y hasta la prensa musical le daban a los hechos proporciones de tercera guerra mundial.
  • 60. Una de las bandas que probablemente hubiera deseado quedarse en casa aquel verano fue un grupo punk de Blackpool llamado Skrewdriver. Era el primer viaje que hacían a la gran capital, y mientras estaban cargando la camioneta después de un toque en el Roxy, fueron atacados por una pandilla de Teds. El baterista Grinton fue quien llevo la peor parte: perdió algunos dientes y le dieron 23 puntos por un soporte de micrófono que le dieron en la boca. Al día siguiente, el furgón de la banda fue robado con todos los equipos adentro, dejando a Ian Stuart y los chicos con don monedas y sin vehículo para volver a casa. No es de extrañar que hayan dedicado su segundo single, Anti-social, a los ted. Mientras los meses pasaban y el punk caía más y más en la aceptación masiva, la nueva generación de skinheads comenzó a apartarse del punk y trato de sostener su propia identidad. Los viejos estilos, que nunca habían desaparecido por completo volvieron con más fuerza, y los crombies, las Ben Sherman, los Sta- press. Los brogues se mezclaban libremente con las botas y los jeans desteñidos. Era el look del 69 con toques del 77. Y la mayoría empezó a sentir más orgullo por su apariencia, prefiriendo la elegancia a la andrajosidad del punk. Incluso el skinhead reggae fue redescubierto y tuvo cabida entre los DJs y las bandas. Las bandas punks callejeras se convirtieron en el foco de atención de la nueva generación de skinheads. A principios de 1978, ya se les habían unido los punks desilusionados que empezaban a lucir el pelo rapado y botas, para manifestar su rechazo del punk plástico y su simpatía a bandas como Sham. Aun así, los skins solían ser una minoría en los conciertos, donde el público estaba conformado principalmente por punks o herberts. Los herberts eran chicos de las esquinas que escuchaban música pero que no se ajustaban ni a la imagen del punk ni del skinhead. Solo en Londres y solamente en ciertos toques era donde los skinheads predominaban ampliamente en cantidad, y solo ahí porque en ese lugar fue donde el movimiento había recibido su más reciente soplo de vida. Ninguna de las principales bandas callejeras era propiamente skinhead. Aquella que es considerada la precursora del punk callejero, Cock Sparrer, acostumbraba subir al escenario en botas, camisas abotonadas y pantalones sta-pree, pero no se rapaban la cabeza. De manera similar Jimmy Pursey había sido skin antes de fundar Sham 69, pero si la banda hubiera aparecido de golpe en un concierto vestidos como skins, cualquiera se hubiera dado cuenta que era solo una pose. De todos modos, Sham nunca fue una banda puramente skin. Ellos quería llegar a los chicos comunes de cualquier parte, rapados o no. La única que, aun en la década del 70, dejo de lado la moda punk y adopto el vestuario skin, tratando de encajar con esa facción del público fueron los Skrewdriver. Aclarado esto, fueron los skinheads que “adoptaron” a las bandas callejeras como “suyas”. Sobre todo a los hijos predilectos de Hersham, los Sham 69. Intentar restringir una banda como los Sham a las páginas de este libro, es como tratar de que Jimmy Pursey se calle la boca. Las letras de las canciones como Borstal Breakout e If the kids are united, pueden parecer simples en inocentes en teoría, pero de todos modos no fueron hechas para presentarlas en un concurso de
  • 61. poesía. Solamente cuando se las toca en vivo se puede sentir su verdadera fuerza. El orgullo y la pasión con los que Jimmy aullaba sus obras maestras de tres minutos, y la manera en que cada palabra era coreada al unisonó por la multitud era algo único. Ir a un concierto de Sham significaba ser parte de algo único, una parte de Sham 69, una parte de la mejor banda callejera. Y si no puedes entender el orgullo que siente un chico por tener SHAM ARMY pintado en la espalda de su campera entonces lo lamento por ti. Porque prácticamente no has vivido. Por lo menos no al nivel callejero. Nada resumió mejor a Sham 69 que el show de apertura del culb punk vortex, en la Hanway Street de Londres, en octubre del 77, Jimmy y sus chicos se subieron al techo a cantar canciones como George Davis is innocent y What heve we got?, para deleite de los skins y punks en la calle y los oficinistas que se asomaban por las ventanas de los edificios cercanos, desafortunadamente el techo que los Sham decidieron ocupar no pertenecía al Vortex Club y a sus verdaderos dueños y los ratis no les cayó muy bien la banda. Al final el pobre Jimmy fue metido a la cárcel “por conducta violenta”. Pero eso no comprometería la venta del single estrella de la banda, I don’t wanna, que había sido lanzado por la Small Wonder ese mismo dia. Sham (cuyo nombre origino en un grafiti en una pared que decía Hersham 69) comenzó con los habituales ensayos, antes de tocar en su primer show en noviembre de 1976 en las sesiones matinales de sábado de Walton. Siguió un año de teloneo de bandas y mientras fueron construyendo una reputación, que le valieron la reputación de ser los zarpados en los toques, gracias al desempeño del líder Pursey. Las cosas empezaron a marchar en junio del año siguiente, cuendo Jimmy purgaba de la banda a quienes no creían lo que estaban haciendo. La nueva formación paso a contar con Dave Parsons en la guitarra, Mark Cain en la batería e, pocos meses después, Dave Treganna en el bajo, sustituyendo a Albie Slider, que se convertiría en el manager de la banda. Jimmy hacía y deshacía simplemente porque él era Sham 69. Eso no desmerece a los otros, pero ellos mismos eran los primeros en reconocer que no estaban disputando ningún premio de mejor músico del año. La cuestión es que sin aquel boconcito, ellos nunca hubieran sido Sham 69. La boca de Jimmy no era apena su mayor cualidad, era también su mayor problema. Cuando el abría, desahogaba su corazón. Para colmo de males, sus declaraciones tenían tanto sentido como un discurso de borracho. Sin embargo, no era su culpa. Jimmy no recibió una buena educación escolar, mucho menos una graduación en filosofía, ya aun así todos parecían creer que el tenia las respuestas para las cuales los políticos siempre tenían excusas. Claro que Jimmy nunca fue de dejar algo sin respuesta, pero si realmente respondía a la pregunta era de puta casualidad. Realmente era bastante divertido. Cualquiera que le hiciera una pregunta, luego debía escuchar por cinco minutos todas las estupideces de Jimmy decía. La ocasional pausa para pensar podría
  • 62. haberlo ayudado, pero, una vez mas ¿para qué molestarse cuando tienes una ametralladora en vez de boca? Pero cuando estaba en el escenario era otra historia. El era autentico. Una canción atrás de otra, hablando acerca de cómo era la vida de los de abajo, y todas con aquel refrán el mejor estilo tribunero, que el “ejercito” entonaba al unisonó, haciendo un coro de hinchada acompañando la furia de Jimmy. Tell us the truth, Hurry up Harry, I don’t wanna, The cockney kids are innocent. Cada una de ellas era un suceso, y eso era solo la punta del iceberg de Sham. Cuando él gritaba “What have we got?” los angelitos con cara sucia de Jimmy no titubeaban. “Fuck all” era la respuesta ensordecedora. Más aun no había ninguna duda que era un buen tipo. Nadie podía acusarlo en ese sentido, salvo decir que ponía demasiada confianza en algunos grupos de sus seguidores skinheads. Él realmente creía que sham 69 podía cambiar las cosas. No el mundo, nunca fue tan estúpido, pero si a todos esos que seguían a la banda. Incluso si eso consistía solamente en una hora y media de espectáculo a la semana, mientras el resto de la semana era un mundo de no futuro. No existía nada de:”…nosotros las estrellas de rock, ustedes los estúpidos que nos adoran…”. Los conciertos eran más bien como encuentros familiares cuando el clan de los sham llegaba al pueblo. Todos cantaban juntos, y generalmente el grueso del público terminaba arriba del escenario, mezclado con la banda. Hasta el camerino adoptaba la política de puertas abiertas en todo momento, y toda la comida y la cerveza traídas para la banda se evaporaban instantáneamente. A veces Jimmy se quedaba ahí, horas sentado después de un show, chamuyando y atendiendo a los fans. Nunca hubo una banda de la talla de sham que estuviera en pie de igualdad con sus seguidores como estos adorables degenerados de Hersham y aun así todo salió al carajo. La invasión del escenario escapaba al control, y los organizadores tuvieron que colocar vallas metálicas. Lo cual no hizo gran diferencia. La gente pagaba un buen dinero para verlos y durante todo el concierto lo único que veían era algún gordo estúpido colgado de cuerpo alto y delgado de Jimmy demostrando que se sabía las canciones. Ahí empezó la pelea en los conciertos, principalmente el Londres y sus alrededores: los conciertos de Kingston, London School of Economics, Middlesex Poly y otros locales, fueron suspendidos con pasmosa regularidad. Y en el Reading Festival de agosto de 1978, Jimmy abandono el escenario llorando, mientras los fans transformaran el evento en una pelea de grandes proporciones. Jimmy hizo todo lo posible para parar todas las peleas, pero los conciertos se habían convertido en otro campo de batalla donde la sangre podía ser derramada en el nombre de tu ciudad, tu pueblo, equipo de futbol, tu ideología política o lo que fuera. Los chicos iban solamente a los conciertos con la única intención de pelear, así fueran los UK Subs, en London Uni, las Poison Girls en Stratford o la Dury en Oxford, la cosa no era solamente en los conciertos de Sham.
  • 63. Cuando Cock Sparrer toco su ultimo concierto (salvo las “recaídas” y “resurrecciones”) en el Fullham Greyhound, unos imbéciles prendieron fuego al empapelado de la pared antes de que la banda entrara. Y, cuando esta salió del pub, el escenario estaba siendo demolido y la furgoneta tenia los neumáticos agujereados a navajazos. Menace y otras bandas callejeras tuvieron los mismos problemas durante sus conciertos, y la cosa se extendió a otras bandas que nada tenían que ver con la escena punk. Era el triste reflejo de la época, que dejaba a los verdaderos fans demasiado inseguros de si valía la pena ir a ver su banda favorita en vivo. A la hora de acusar, casi todos los dedos apuntaban en dirección al skinhead, no sin razón. Y tratándose de violencia en los conciertos de punks, eran simplemente los skins los que comenzaban la pelea, y, o se metían en la pelea muy a menudo. Eso no quiere decir que todos los skins estuvieran interesados en destruir lo que después de todo era la música que querían escuchar, pero con un solo estúpido bastaba para pudrirla. Había una bola de seudo skins dispuestos a romperte la nariz si tu cara, parche o corte de pelo no era el correcto. Coger a palo a los punks en los conciertos se convirtió en uno de los pasatiempos favoritos, así como coger a palo a los mods, y la idea de Jimmy de ver a los chicos unidos nunca prendió. Quien ve algún registro fotográfico o filmado de algún concierto de Sham puede hasta sorprenderse con la cantidad de cabello que aparece. Mientras tanto, la fama que le quedo fue de ser una banda skinhead, y la escala de violencia en los conciertos se incremento. Una vez que los diarios hicieron lo suyo para vincular a los Sham con los skins, y a los skins con las peleas. Todos los idiotas empezaron a comprar entradas cada vez que Sham tocaba en la ciudad o en el pueblo. Algunas personas solo iban a los conciertos con la esperanza de ver pelea, y se volvían decepcionados a sus casas si no había pelea. La parte más grande del problema pudo haber sido evitado con un mínimo de sentido común. Como en la escuela de economía, donde el perjuicio fue de 8.000 libras en daños materiales, o por lo menos eso fue lo que declaro la compañía de seguros. Pasa que no había ninguna seguridad, excepto media docena de estudiantes voluntarios, inseguros y nerviosos. En vez de vasos de plástico, usaron vasos de vidrio. Lo mismo con el local que estaba repleto, Jimmy tenía la política de dejar entrar hasta el último grupo que quedara afuera. La eventual presencia de las cámaras de la BBC no contribuía en nada para organizar algún tipo de desorden, ni tampoco el hoy desactivado contingente del SGP (Special Patrol Group, un escuadros policial de elite) que solo mantendría el orden de la única manera que sabían, a los palazos. La gota que rebosó el vaso no fue tanto la violencia en sí. Alguna que otra pelea aislada podría haber sido contenido, pero la violencia organizada en el nombre de la política era otra cuestión. Gran parte de los skinheads que seguían a sham y a las otras bandas punks callejeras apoyaba al National Front y al British Movement, dos organizaciones de extrema derecha cuya militancia había crecido bastante en aquella época. Muchos skins veian las dos cosas como actividades
  • 64. como paralelas y compatibles, pero sham se vio obligado a denunciarlos y a excluirlos de los shows. Al principio Jimmy Pursey vacilaba en tomar cualquier actitud más allá de aquellas de aquellas que ya había tomado contra la violencia. En fin, todo el mundo sabía que los sham 69 no querían saber nada con la política del NF o el BM, y que la banda no hacía nada para alentarlos en los conciertos y hacían lo mismo que muchos para desinflarlos. Al mismo tiempo, Jimmy no quería darle la espalda a ninguno de sus seguidores, echándolos de los conciertos. Él prefería dialogar arriba y abajo del escenario, apostando a que los agitadores se calmarían o cambiarían de idea. Si esta era o no la mejor manera de lidiar con la cuestión, es un punto a discutir. En todo casi Jimmy no usaba los clichés de la izquierda, onda sermón. Una cosa es sermonear para un público como aquel que usaba el emblema del RAT (Rock Against Racism) es correcto, pero no se ganan mentes o corazones de todos modos. Pero de todos modos no era suficiente para ellos. La prensa musical, los grupos de presión de la izquierda, y otros sabelotodo querían ver a Sham 69 participando de los conciertos de RAR junto con otras bandas punks callejeras. Y aquellas que no siguiera la línea, ya podían despedirse de cualquier promoción de shows, cualquier cosa. Te hacia preguntar quienes eran los verdaderos fascistas. Pero Jimmy cedió, y la banda toco en un show a beneficio para RAR, junto con el grupo de reggae Misty. Fue en el Central London Polytechnic, en febrero de 1978. En abril, Jimmy participo del carnaval de la Anti-Nazi League en Hackney, junto a los Clash, pero para fin de año, Sham tuvo que alejarse de esa clase de eventos, ya que su presencia podría traer peleas. De todos modos, sham estaba mejor asi. Después de todo estaban siendo usados por la izquierda en vez de la derecha y ellos terminaban siendo los únicos perdedores. Una vez que el nombre de sham quedo asociado con la RAR, la militancia derechista recrudeció la violencia en los shows, particularmente en el área de Londres, donde el apoyo al NF y al British Movement era más fuerte. Los skins quedaron en el centro de la tormenta, usados como títeres de las batallas políticas cuyo dominio deberían haber tenido lugar en los comicios electorales, y no en los conciertos. En realidad, también había fans auténticos de sham que también apoyaban al BM, y que se sentían realmente traicionados por Pursey y así comenzó el ocaso de Sham. Los promotores de eventos no querían saber nada con la banda, por miedo a disturbios, y pese a que el publico de la banda rebalsaba los pocos lugares en los que a sham les era permitido tocar, y las presentaciones de la banda en Top of the Pops, los días de sham estaban contados. En su intento por frenar los disturbios Jimmy se dio la cabeza contra la pared una cuantas veces. La banda no podía tocar en el Reino Unido debido a los incidentes, y Jimmy no quería tocar en el extranjero, así que la decisión fue colgar las botas. Se había anunciado que sham haría un concierto de despedida en el Apollo, en Glasgow, pero aun antes de la fecha anunciada, ya se hablaba de otro concierto en Finlandia, seguido por otro en Londres. El Sham Army de Glasgow hizo sentir orgullosos a Sham 69 ya que los skins, punks y herberts dejaron sus diferencias a
  • 65. un lado por un día para mostrar que si realmente se esforzaban, los chicos podían estar unidos. A los sham se les unieron en el escenario Jones y Cook, para hacer aun más fuerte el rumor de que se venía una súper banda, constituida por integrantes de Sham y los Pistols: Sham Pistols. Durante el concierto que sham ofreció en Londres, en el Rainbow Theatre, las dos bandas soporte, Little Roosters y The Low Numbers, la habían pasado bastante mal, pero la peor parte estaba reservada para Sham 69. Lo que tendría que haber sido la hora y media más gloriosa en la vida de sham había empezado bastante bien, incluso, irónicamente, la banda sonaba mejor que nunca. Abrieron show con What have you got? Y para el cuarto tema, la cosa comenzó a pudrirse. Un skinhead intento subir al escenario y fue frenado por la seguridad. Siguió un tumulto, y, para calmar los ánimos, Jimmy dejo a un skin unirse con la banda. Este gesto fue interpretado por todos los skinheads como una invitación para subir al escenario, por lo tanto, tuvieron que bajar el telon y Sham dejo el escenario. El caos reino en los 20 minutos siguientes, mientas más de 200 skinheads, avanzaron en medio de la multitud, abriéndose camino como un convoy de tanques, al mismo tiempo que, arriba de escenario, otros realizaban el saludo nazi “sieg heil”. Cuando el orden fue parcialmente establecido, sham volvió y dio continuidad al repertorio, pero luego el show fue interrumpido por los aguafiestas, que realizaron varios intentos por copar el escenario. Cuando lo lograron, Jimmy se broto. Haciendo volar de una patada un tambor de la batería y gritando por el micrófono:”yo los quise la concha de su madre, yo hice todo por ustedes y lo único que ustedes querían era pelear”. Durante este ultimo concierto de sham el “general Jimmy” recibió una puñalada por la espalda de parte de aquellos que se hacían llamar seguidores de la banda. Quiso darle una oportunidad más a Londres y se cagaron en el, destruyendo lo mejor que habían tenido. Tampoco parecía molestarles. Al día siguiente, alrededor de un centenar de skinheads hicieron tropel en un concierto donde tocaban The Rust y Misty, en una campaña de recitales ofrecidos por el socialismo (Young Socialist Jobs fot Youth). Y ahí empezó el chismerío mediático, hablar de sham vendía. Se decían todo tipo de idioteces:”Jimmy Pursey es de clase media. Jimmy Pursey se compro una mansión con piscina por 130 mil libras. Jimmy Pursey no se había criado en el complejo habitacional del East End.” Y ¿qué? Nadie debe ser despreciado por algo tan azaroso como su origen, y de todos modos, Jimmy vivió en una casa rodante hasta que sus padres pudieron ahorrar para tener una casa propia. Y no hay nada de malo en ello. ¿Quien dice que la clase obrera tiene que estar confinada a los complejos habitacionales y la cola para cobrar el subsidio de desempleo? Somos demasiado orgullosos para eso, y ya es hora de que algunos de nosotros nos levantemos y nos demos cuenta. En cuanto a la plata que la bancada pudiera haber hecho, para ellos. Por cierto que la tiene ben ganada.
  • 66. Jimmy también puso un montón de su dinero para ayudar a otras bandas a iniciarse en el negocio de la música, y por lo menos dos iban a retomar el camino allí donde sham lo abandono: con ustedes, los Angelic Upstarts y los Cockney Rejects. No había ninguna duda en cuanto al derecho de estas bandas de tomar el dinero de sham. Los Angelic Upstarts eran de las comunidades astilleras de Tyneside y los Rejects eran los auntenticos Eastenders. Ambas bandas tocaban punk rock crudo, ambas terminaron aglutinando a una buena cantidad de skinheads y ambas atraían más disturbio del que merecían. Los Angelic Upstarts se formaron el 1977, pero perdieron la mitad de la formación original, luego que se armara tropel en su primer concierto en Jarrow. Su simple debut, Murder of Little Towers, lanzado inicialmente en Dead Records, Luego por Small Wonder atraves de Trough Trade, trajo problemas desde los sectores sociales menos esperados. Towers era un entrenador de boxeo de la zona, que murió a manos de la policía, y esta era la manera en que la banda dirigió la atención del público hacia su muerte. Obviamente, esto no le cayó bien a la policía local, así como tampoco les cayó en gracia el hecho de que los Upstarts, mientras cantaban el tema en vivo, destrozaban a palazos la cabeza de un cerdo. La policía empezó a aparecer en cada concierto de los Upstarts, esperando que Mensi y los otros chicos se pasaran de la raya. Pese a que la policía afirmaba lo contrario, a los Upstarts finalmente se les prohibió tocar en el noreste, su lugar natal, y ningún promotor quería tener pelea con la ley y el orden. Y eso también incluía shows a beneficio. Jimmy Pursey apadrinó a los Upstarts y los hizo ingresar al sello Wedge que habría de ser subsidiado por Polydor. Sin embargo, antes de que fuera lanzado el primer vinilo, Polydor echó a los Upstarts a patadas, y el incidente terminó con uno de ls guardias de seguridad de la compañía discográfica con la boca rota de una trompada. Pursey estaba enojadísimo con Polydor, y en señal de protesta, hizo pedazos el disco de plata que estos le habían dado a Sham por su segundo disco That’s life. No hay mal que por bien no venga, o por lo menos eso dice el refrán, y la banda de Mensi pronto firmo con otro grande, la Warner Brothers. Una vez más la política iba a causarle dolores de cabeza a la banda. Pese a que siempre habían sido una banda punk, los Upstarts eran considerados una banda de skinheads y eso llevo a las viejas acusaciones de alentar la actividad de la extrema derecha en los conciertos. Incluso los Upstarts fueron acusados de ser fascistas en una ocasión, debido a canciones como Spandau e England en sus shows, cuando en verdad eran unos buenos y viejos socialistas callejeros que estaban orgullosos de su país. Al igual que los Sham, no tenían manera de evitar que los miembros del NF o el BM fueran a sus conciertos y de todos modos, en un principio tampoco querían hacerlo. La banda estaba interesada en hablar con ellos y tratar de entenderlos, ya
  • 67. que creían que era más peligroso ignorarlos y dejar que se alienen. Pero una vez más, eso parecía no ser suficiente. La izquierda quería que eligieran entre la izquierda o la derecha, cuendo en verdad estaban interesados en la diferencia entre el bien y el mal. Tocaron en alguno que otro concierto de RAR, incluso en uno para el CND (Capaingn for Nuclear Disarmament) durante su gira por Escocia, pero en ese momento la política no era la mayor fuerza que los impulsaba. En el concierto del CND le pidieron a Mensi que dijera unas palabras apoyando la campaña. “Hagan el amor no la guerra. Chicas hagan la fila después del show”, fue su gran discurso antes de continuar con el tema siguiente. En junio del ’79, 50 militantes del NF atacaron a la banda en el concierto de Wolverhampton, y el entonces manager de la banda, Keith Bell tuvo que recibir seis puntos por un corte que le hicieron con un vaso. No eran skinheads los que armaron la pelea, sino tipos comunes y corrientes, pero este fue el inicio de una campaña sostenida para pudrir sus conciertos porque a la extrema derecha empezó a considerarlos comunistas. Si en verdad lo hubieran sido, no creo que la banda haya estado pidiendo armas para los rebeldes afganos (cuando Afganistán estaba peleando contra la ocupación soviética) o hayan apoyado el movimiento polaco Solidaridad (El sindicato de Lech Walesa), pero poca gente se detenía a pensar en estas cosas. Si no eres una nazi, entonces eres un zurdo, y si no eres un zurdo entonces eres un nazi. Una estupidez simplista que le da razón de ser a las dos facciones. Un programa de tele trato de vincular a los Rejects con el BM en cierta ocasión, pero su historia de disturbios poco tenía que ver con la política. Alabados como la banda en la que se tendrían que haber convertido los Sham, los Cockney Rejects la pela personificada. Los dos hermano Geggus, que habían iniciado la banda eran boxeadores amateurs bastante buenos, y el mayor, Mickey había lucido los colores de Inglaterra en el ring. A ellos se les unió Vince Riordan que había sido seguridad y plomo de Sham antes de agarrar el bajo en nombre de los Dead Flowers. Los tres contribuyeron a la imagen dura que pronto atrajo a los viejos fanáticos de Sham y Menace. En el mayo del 79 Mick y su hermano Geoff ue pronto seria reconocido universalmente como Stinky Turner, se cruzaron en un pub con un joven redactor de la revista musical Sounds, Garry Bushell, y le dieron su casete. Se quedo tan sorprendido que los puso en contacto con Jimmy Pursey, quien luego accedería a producir su primer demo. Un demo que luego de pulir algunas cosas, salió en vinilo en agosto, como el EP Flares and Stippers en sello Smal Wonder. Si se armaba pelea en algún concierto, la banda y sus seguidores más cercanos se encargaban de calmar los ánimos. Como esa vez en que tocaron como soporte de los Upstarts en el Electric Ballroom. Esto les gano un gran respeto pero los Rejects lo llevaron a un paso más adelante. Todo ellos eran barras bravas del West Ham, y se encargaban de que nadie tuviera dudas de cuál era su equipo favorito. En los escenarios ponían Union Jacks con pintadas del West Ham, y muchos de sus discos incorporaban en sus cubiertas los colores purpura y azul. Incluso lanzaron su propia versión de I’m for ever blowing bubbles para celebrar la
  • 68. clasificación del West Ham en la final de la copa, seguida de We are the firm y War on the terraces. Y todo esto ocurrió cuando la violencia en los conciertos relacionada con el futbol ya se les estaba escapando de las manos. Un mes después del lanzamiento de Bubbles, un recital de los Rejects en el Cedar Club de Birmingham termino en una pelea que casi acaba con la banda. Más de 200 skinheads aparecieron para cobrarse la revancha de un incidente ocurrido en un concierto previo. Durante el segundo tema, empezaron a tirar vasos de plástico, y antes de que Stinky pudiera plantarse ante los agresores, la banda empezó a ser bombardeada con vasos de vidrio, ceniceros y otros enseres. La banda y alrededor de una docena de seguidores terminaron trenzándose con los skins de Birmingham en la pista de baile. Mickey termino en el hospital con nueve puntos, pero eso no fue lo peor. La furgoneta de la banda había sido destruida, y se habían robado cerca 2.000 libras en equipos, la mayoría de los cuales no estaban asegurados. La banda soporte de aquella noche había sido Kidz Next Door, liderada por Robbie, el hermano de Jimmy Pursey. En la banda también estaba Grant Fleming en bajo, que fue la estrella de Grant’s Story, el documental acerca de Sham hecho por Arena-BBC. Grant era un veterano de las peleas de Hendon y el Rainbow con Sham, y Hatfield con Madness, pero el tropel del Cedar Club los superaba a todos. Al día siguiente, todo el mundo se preparaba para el próximo concierto en Huddersfield, salvo Grant y Micky que se quedaron para ver si podían encontrar el equipo robado. Ambos terminaron metidos en más problemas, y fueron llevados a la cárcel. La acusación contra Micky había sido el uso de una barra de hierro en una pelea callejera que le mismo había comenzado. Luego de nueve meses, la sentencia fue de seis meses de suspensión para Mick, y una multa de 500 libras, mientras que Grant debió cumplir 150 horas de servicio comunitario y pagar 200 libras de multa. Si Micky hubiera ido a parar a la cárcel, la banda hubiera tirado la toalla. Al final siguieron su carrera, pero no les resulto fácil sacarse de encima la fama de violentos. La gira de otoño de 1980 tuvo que ser cancelada debido a los serios incidentes en las primeras presentaciones, especialmente en el concierto de Liverpool. Para ese entonces les era imposible tocar fuera de Londres sin que alguien quisiera cogerlos a palo, pero no pudieron culpar a nadie más que a ellos mismos. Los Rejects aprovecharon el momento para cambiar musicalmente y empezaron a acercarse más al heavy metal. Su hora ya había pasado, y ya era el turno de toda una nueva camada de bandas punks callejeras para abrir el camino. Pero eso es otra historia para otro capítulo. “Sé que no voy a cambiar el mundo, si creyera eso sería un imbécil. Todo lo que puedo hacer es subirme al escenario, cantar y hacer que la gente lo disfrute mientras lo escucha. No soy un político, no soy un líder, todo lo que soy en un tipo que se sube al escenario y canta rock ‘n’ roll” Jimmy Pursey, Sham 69.
  • 70. CAPITULO CUATRO SENTIMIENTO CALLEJERO “Todo el mundo critica a los skinheads pero nunca mencionan su lado bueno. En Dingwalls por ejemplo los skins se la pasan evitando peleas” Chas Smash, Madness Ser el telonero en la gira de una banda de renombre suele ser un punto de partida para grandes cosas. A menos que por supuesto, te hundas como una roca, como sucedió con la banda Conventry, The Specials AKA, que fueron de gira con los Clash durante su gira “On parole” (bajo palabra) de 1978. Ese fue un caso de brillo momentáneo, sin consecuencias financieras. La banda tuvo que volver a empezar de cero. Los intentos de la banda de consumar un matrimonio entre el punk y el reggae simplemente no resulto. En un momento les pedían al publico que bailaran, al rato que hicieran pogo y el resultado fue que la gente termino sin hacer ninguna de las dos cosas. En las buenas noches, aquellos que llegaban temprano simplemente se acomodaban en el bar y esperaban la llegada de The Clash. En las noches malas le daban la acostumbrada bienvenida reservada a las bandas soporte en cualquier lugar del mundo: una andanada de insultos y vasos vacios. Cuando la gira termino, The Specials volvieron Conventry con el rabo entre las piernas. La banda paso un frio y amargo invierno en un cuartucho en el fondo de un bar tratando de corregir las cosas. El líder de los Specials AKA, era el tecladista Jerry Dammers. Sin los dientes de adelante y con una sonrisa de opa parecía un tipo sin muchas luces, pero en realidad era todo lo contrario. En realidad no tenía nada de estúpido, y pese a su cara de Mr Magoo era un pillo y se la pasaba laburando. Se las había arreglado para mantener la banda unida los dos años anteriores. Horace Panter había estado en la escuela de arte con Dammers y tocaba el bajo en una banda de soul llamada Breakers. Como si fuera poco podía manejar una camioneta. Lyl Val Golding había tocado la guitarra en una banda llamada
  • 71. Pharaoh’s Kingdom la cual contaba con dos futuros Selecters en sus filas. Terry Hall había sido vocalista principal y principal escupidor en la banda local Punk Squad, y Roddye “radiación” Byers tocaba la guitarra y cantaba en los wild Boys. Los dos miembros faltantes eran el baterista John Bradbury, que fue tomado prestado de una banda para una sesión de grabación (de la que nunca fue devuelto), y Neville Staples que había estado en la gira con The Specials AKA como plomo y termino liderando la banda con Terry. Las ofertas pudieron no haber sido abundantes después de la gira On Parole, pero los Specials habían aprendido un par de trucos trabajando con Barnie Rhodes, que era el manager de The Clash en ese momento. Lo primero fue la necesidad de purificar su sonido lo cual no era nada de otro mundo. Fue idea de Dammers dejar a un lado el reggae a favor del Early Jamaican Ska, con la esperanza de darle a la banda una mayor definición en cuanto a su identidad. Dicho así el cambio no parece tan brusco, pero en la práctica era una gran diferencia. El resultado fue un ritmo ska contagioso con la fuerza del punk, un sonido que iba a dejar boquiabierta la nación en los meses siguientes. Lo segundo no fue vender a la banda como solo música sino como un paquete completo. Y eso significo sonar bien y verse bien. 1979 resulto ser el año de las movidas juveniles. Y no solo una movida particular. Si en ese momento hubieses entrado a cualquier aula de secundaria, te hubieras encontrado con un variado surtido de botas, parcas, alfileres de ganchos, jopos rockabillies y parches de motorhead. amoso logo Two Tone. Los Specials estaban tocando ska inyectado con punk, y la elección obvia fue adoptar el look de los Rudeboys jamaiquinos de los 60s, salpicado con algunas cositas de los días en que Jerry había sido mini mod y suedehead (Post-Skinhead): sombreros pork pie, trajes de casimir, camisas abotonadas, medias blancas y zapatos negros. Toda esta combinación de accesorios se transformo en el último grito de la moda, y sirvieron para acrecterizar al famoso Walt Jabsco, el f El resto de la banda hubiera estado más que feliz con solo tener un poco de reconocimiento por todos los años pasados en el anonimato en la escena musical de las Midlands, pero Dammers quería mucho mas, él quería que la banda fuera exitosa pero no solo por la fama y la fortuna. Estos eran unos de los últimos de los ítems en su lista de prioridades. Lo que realmente quería era crear una banda de la talla de The Who, The Small faces, Slade y los Pistols, una banda que hiciera la punta. Que tuviera algo special, mucho mas allá de aparecer en los rankings y en las presentaciones en Top of the Pops. La visión de Dammers comprendía la creación de un nuevo movimiento basado, en un sello discográfico, tal como Stax y Tamia habían hecho en los 60s con el
  • 72. soul. El lanzamiento del single debut de la banda, Gangsters, en marzo del 79 fue el nacimiento de dicho sello. Su nombre era Two Tone y durante los dos años siguientes un icono para la crema de las bandas de ska británicas y sus seguidores. Los Specials no habían podido elegir mejor momento para flamear la bandera a cuadros en el campo de la Two Tone. Los primeros en acercarse al sonido del ska fueron los mods a mediados de los 60s, los skinheads originales también entendían algo acerca del viejo blue beat. El hecho de que ambos estuvieran disfrutando un revival masivo en cuanto a número a fines de los 70s prácticamente garantizo el éxito de los Specials, y de otras bandas que pronto serian asociadas con el sonido del 2 Tone. Sham y sus colegas podrán haberle dado un soplo de vida al movimiento skinhead, pero fue 2 Tone quien le brindo un estilo más autentico para bailar. En realidad, los Specials consiguieron muchos adeptos skinheads al tocar con bandas punks, ganándose el corazón de los pelados presentes con su mágico estilo ska. Una de las primeras grandes fechas de la banda en Londres fue en The Lyceum, en abril de 1979, cuando fueron los teloneros de Damned y UK Subs. Los Subs tenían una cantidad considerable de fans skinheads, quienes enseguida se encariñaron con los Specials. Esos mismos skinheads se volvieron habitúes en los conciertos de Specials a partir de entonces y a medida que se fueron corriendo la bola hubo tantos pares de botas siguiendo la banda como compañías discográficas desesperadas por hacerlos firmar contrato. Pese a que los Specials no lo sabían en ese momento, no era la única banda tocando en el nombre del ska y el reggae. En Birmingham, bandas como The Beat y UB 40 andaban por el mismo camino y Londres también tenía un par de bandas con la misma onda como Madness y Bad Manners. Todas estas eran bandas conocidas a nivel local, haciéndose. Una vez que los Specials hicieron la punta, solo fue cuestión de tiempo para que otros irrumpieran en la industria musical para poner otra vez de moda la música para bailar. Un par de meses después de que Gansters fuera lanzado, los Specials ya no estaban confinados a telonear conciertos punks. Habían creado el suceso más grande desde que Johnny Rotten hubo abierto su boca en nombre de los Sex Pistols. Reventaban los lugares en que se presentaban por derecho propio. Para fines de julio, en una noche de 2 Tone en el Camden Town’s Electric Ballroom se presentaron los Specials, Madness y otra banda de Coventry. The Selecter. Colas de skinheads, mods y punks afuera del local amenazaban con cortar la avenida principal Camden, y era obvio para cualquier fulano que esto iba a ser el principio de de una gran movida. Madness jugaba de local aquella noche y estaban en carrera para ser una de las bandas ska con la mayor cantidad de seguidores skinheads. Muchos de estos fans eran unos falsos, que serian solo skins mientras durara la moda, pero sin embargo, estos fueron el punta pie para que aparecieran skin verdaderos. Un skin,
  • 73. Chas “Smash” Smythe, incluso término siendo miembro de la banda. Ya había sido echado a patadas de una formación anterior, por su forma poco convincente de tocar el bajo, pero finalmente se ubico en un lugar permanente gracias a su rol como maestro de ceremonia en conciertos y su talento como dancer. En realidad la banda sostuvo una ardua lucha para mantener una formación estable desde que se formaron en el 77 como los North London Invaders, su cantante, Graham “Suggs” McPherson fue expulsado en un momento por ir a ver a su amado equipo Chelsea. Cuando en realidad había que haber estado en los ensayos, y Lee Thompson tampoco era uno de los saxofonistas más confiables. Con la incorporación de Mike Barsons en teclados, Chrissy Boy Foreman en guitarra, Mark Bedford en el bajo y Dan Woodgate en batería, Los Invaders comenzaron en 1979 con el nombre de Madness, y a partir de entonces así siguieron. Puro Madness (Pura Locura). Quiso el destino que Suggs se cruzara con los Specials una noche en el Hope & Anchor, y pudieran hablar con Jerry Dammers. Poco tiempo después las dps bandas compartían cartel con el “Nashville” como escenario. Al tiempo Madness ya eran reconocidos como una banda skinhead y sus conciertos estaban repletos de skins sacados, que se zarandeaban de un lado a otro con su súper sonido. Sus colegas londinenses Bad Manners tenían en sus filas a alguien muy especial, quería ser muy popular entre los seguidores skinheads, y particularmente entre los gordos. Su nombre era Dough Trendle, pese a que todo el mundo lo conocía como Buster Bloodvessel. Su marca registrada, además de la anécdota de la vez en que se comio 30 Big Macs de un saque y de su lengua de 30 pulgadas, era su cabeza totalmente calva. Era inconfundible arriba y abajo del escenario, gracias a su coco pelado y su cuerpo de tanqueta. 200 kilos de puro skinhead. Mientras andaba a los saltos en botas y vaqueros, sudando a mares y cantando cerca de skinheads, gordos y escabio, estaba rodeado por músicos que parecían refugiados salidos de un comedor del ejército de salvación. Una manada de ampones, que si los hubieras tenido que conocer, lo hubieras hecho a punta de pistola. Y no es que Buster se vistiera mejor tampoco. El día en que Dios se puso a repartir remeras rayadas, sucias y con grandes agujeros. El gordo debe de haber sido el único en la cola. A diferencia de Madness, que lanzaron su single debut The Prince por 2 Tone, los Bad Manners decidieron seguir haciendo la suya y terminaron firmando con Magnet. Eso no les impidió abrirse camino en los rankings con temas como Lip Up
  • 74. Fatty y Special Brew o aparecer mas tarde en la decepcionante película de la 2 Tone Dance Craze. Los skins se re coparon con el nuevo sonido del ska. Mas que descubrir nuevas bandas era como darles la bienvenida al hogar a algunos amigos largo tiempo perdidos, particularmente para aquellos lo suficientemente grandes de edad como para recordar la época dorada del skinhead reggae. Aun así, tocar para un público conformado mayormente por skins como a menudo ocurría en Londres todavía resultaba intimidante para algunas bandas. Los chicos de Brummy, The Beat, que lanzaron Tears of a clown por 2 Tone, quedaron completamente desconcertados cuando en un concierto se encontraron cara a cara con un mar de cabezas rapadas. Pero muy pronto se acostumbraron, ya que la cabeza rapada era uno de los cortes de pelo más populares de la época, casi tanto como en 1970. Eso era así porque el éxito de los Specials, Madness, y otras bandas ska no estaba solamente fundado en desertores del Sham Army. También atrajeron a una nueva generación de skins. Muchos de los cuales no estaban interesados en lo mas mínimo en la música punk. Preferían dedicar toda su energía a los entonces populares sonidos del ska, y el skinhead reggae, siendo este ultimo rápidamente revivido en clubes y conciertos. Un montón de chicos empezaron a llamarse a sí mismos Rude Boys y Rude Girls. En esta época eran mayormente chicos blancos cuyo amor por la música iba un poco más allá de las bandas relacionadas con la 2 Tone. El atuendo consistía básicamente en prendas blancas y negras y para fines del verano, las calles estaban llenas de miles de mini Walt Jabscos (logo de 2 Tone). De todos modos los nombres no significaban gran cosa. A menudo la única diferencia entre un skin, un rude boy y un mod eran los colores de sus pines. Si veías a un tipo andando por la calle con la cabeza rapada, harrington, jeans y mocasines, fácilmente podría haber afirmado pertenecer a cualquiera de los grupos antes mencionados. Y para hacerlo un poco más confuso, un montón de skins, mods y rudies paraban juntos. La velocidad con que el ska cubrió al reino unido con una manta a cuadros bancos y negros no fue menos que asombrosa. Para cuando el tour de 2 Tone (que comprendía 50 fechas) comenzó en Brighton, cuna del reggae y del soul 10 años atrás, no menos de tres bandas de la 2 Tone ya figuraban en los rankings. Y antes de que el tour terminara, Specials, Selecter y Madness habían aparecido todos en una misma edición de Top of the Pops. Aun así, la vida no era color de rosa en las giras, con la violencia de los skins amenazando una vez más con arruinar la fiesta. Como ya lo dije, toda clase de conciertos se iban al carajo en ese momento, pero aun así no era fácil de aceptar para las bandas. Era la misma historia con peleas que empezaban por cuestiones de futbol, política o pertenencia a alguna movida. Algunas cosas nunca cambian, y
  • 75. todavía había gente que iba a los conciertos con la esperanza de que se pudrieran.
  • 76. Un leve codazo en la barra era a menudo más que suficiente para desencadenar un tropel de grandes proporciones. Hubo manifestaciones aisladas de violencia a lo largo del 2 Tone tour pero ninguno fue tan zarpado como aquel en el Hatfield. Mientras tocaban los Selecters, una banda de treinta chicos se abrió camino hasta el bar pasando por la salida de emergencias y empezaron a atacar a la gente con cuchillos y navajas. A dichos tipos ya se les había negado la entrada, ya que llevaban unas pancartas que los anunciaban como la “Mafia de Hatfield” y como la “Liga antifascista de Hatfield” y era obvio que habían ido a buscar simpatizantes del NF. El saldo fue 10 personas hospitalizadas, 11 detenidos y daños materiales por 1.000 libras. Obviamente muchos de los skins que seguían a las bandas 2 Tone no apoyaban al NF ni al BM. La mayoría ni siquiera estaba interesada en la política, pero pese a la obvia naturaleza multirracial de las bandas, gran cantidad del público en los conciertos 2 Tone cantaban canciones apoyando a la extrema derecha. Un montón de skins no tenían problema en bailar con The Beat con una copia de Bulldog (un zine nazi) en el bolsillo del pantalón. La mayoría ni siquiera se paraba a pensar en ello, pero así son los adolecentes. Incluso aquellos que deberían haberla tenido más clara no podían ver más allá de sus propias narices. La mayoría de los diarios vinculaba a 2 Tone con los skins, y los mezclaba para conjurar una especia de movimiento fascista musical. El Evening News de Londres incluso publico una foto de Selecter con el titular “No rockeen con los fachos”. Teniendo en cuenta que la única persona blanca en una banda de siete era Noel Davies, incluso un niño de tres años se daría cuenta de que los Selecter no eran exactamente el candidato ideal para solicitar afiliación al NF. El RAR incluso acuso a las bandas de ska de no moverse demasiado para compartir el racismo, pero eso habla más de la estupidez del RAR que de otra cosa. No hay mejor ejemplo de armonía racial que ver las caras blancas y negras juntas en un escenario y particularmente cuando ese escenario era la TV y llegaba a millones de hogares. Quizás un montón de skins fueran del NF en ese momento, pero puedes apostar hasta la última moneda a que si no hubiera existido la 2 Tone hubieran sido unos cuantos miles más. Madness era la banda más criticada porque todos eran blancos. Como si Lee Thompson disfrazado de trovador blanco y negro hubiera podido marcar la diferencia. El ska y el fascismo nunca formaron una buena pareja, y Madness dejo bien claro que no pertenecían al NF y que no querían tener nada que ver en lo absoluto. Es más, anunciaron a los fans de que si la violencia no cesaba, la banda mandaba todo a la mierda y ahí se terminaba la cosa. Sin embargo, eso no evito que los skins del NF siguieran apareciendo en sus conciertos. Chas metió la pata cuando declaro al New Musical Express que Madness de ninguna manera iba a prohibirles la entrada, una afirmación de la cual el resto de la banda no se hizo cargo. Podrá no haber sido lo que la prensa quería oír, pero un poco de razón tenía. Muchos chicos pertenecían al NF solamente porque estaba de moda, y a menos que tuvieran tatuada en la frente “Soy del NF”, ¿Quién podría decir quién entraba o quien se quedaba afuera de los conciertos?
  • 77. Y no es que a Madness no le importara. Era un problema que no podía ser resuelto tan fácilmente como algunos sectores de la prensa creían. Si se prohibían las insignias del NF los chicos igual aparecerían, sin ellas. Si prohibías la entrada a los skins simplemente se dejarían crecer el pelo. Y aun así, eso no hubiera impedido que los mods del NF o los Trendies del BM entraran. Quizás era preferible dejar que entraran a los conciertos donde escucharían ska y reggae, y quizás se dieran cuenta que ser skin era algo más que levantar el brazo derecho y mirar chicas. Los Madness no estaban solo. Rankin Roger de The Beat creían que era mejor chamuyar a los chicos que se decían miembros del NF y tratar de ganárselos para el bando no racista. Lynval Golding de los Specials hacia lo mismo, incluso después de haber sido hospitalizado luego de un ataque racista en la puerta del Moonlight Club en 1980. Quizás no fuera lo que el RAR tenía en mente, pero si le preguntas a alguien de la época de la 2 Tone que es lo que más recuerdan, la gran mayoría te contara una historia de algún skin racista hablando con Lynval o algún miembro negro de otra banda, para luego tirar a la mierda sus insignias del NF. Nadie quería violencia en los conciertos pero al mismo tiempo, las bandas no querían darle la espalda a sus seguidores skins. Después de todo, fueron los skins quienes le dieron su primer empujón para lanzarlos a la fama. Un montón de clubs tenían la política de no dejar entrar skins debido a los tropeles y por eso varias bandas desde los Specials hasta los Bodysnatchers se negaron a tocar allí. Y eso que hay un montón de prefieren un aumente en sus ganancias antes que a su público. La violencia en los conciertos 2 Tone no estaba motivada por la política, y nunca volvió a haber otro Hatfield. La mayoría de las veces, en realidad, estaba dirigida a las bandas soportes que no tocaban ska y sus seguidores como cuando los skinheads impidieron que Echo & The Bunnymen completen su show la vez que tocaron con Madness y Manners en el Electric Ballroom. Lo mismo ocurrió con Red Beans and Rice, cuando Madness regreso al Ballroom algunos meses después , y Holly and The Italians se vieron obligados a renunciar a su calidad de soporte en la gira de Selecter luego de que varios de sus seguidores fueron atacados en sus conciertos. No todos los conciertos terminaban en pelea. Tal como ocurrió antes con Sham, y luego con el Oi!, un montón de conciertos transcurrieron sin que se intercambiaran insultos y sin que la policía se bajara de sus patrullas, estaban siempre estacionados en las calles cercanas esperando el momento de intervenir. Es más, en un mundo de conciertos se veían mods y skins juntos disfrutando de unas noches de entretenimiento. Y después de todo, de eso se trata ir a un concierto. El
  • 78. ska cruzo las barreras de las distintas movidas más que cualquier otro tipo de música; y de todos modos un montón de skins y mods aun estaban conjurados para las peleas contra los Teds y los rockers durante los fines de semana largos. South End y la costa de Kent eran refugios regulares donde paraban los skins de Londres durante los fines de semanas largos (lunes festivos para Colombia). Muchas otras ciudades como Brighton, Scarborough, Great Yarmouth, Rhyl, y prácticamente cualquier otra ciudad costera con playa aparecieron en las noticias gracias a las visitas de la pandilla de camorreros. Las batallas regulares de mods contra skins no ocurrieron hasta que 2 Tone empezó a darle paso al Oi!, pero los diarios nunca lo vieron así. Veían a todo el mundo y a cada cosa como un blanco potencial para la violencia skinhead, y no tardaban en hacerlo saber a sus lectores. Ejércitos mixtos de skins, mods y rudies era algo común de ver, en un intento para ganar la guerra contra los rockers, repitiendo la historia una vez más. Otro día y en otra localidad podrías encontrar mods peleando contra Teds, skins peleando contra motoqueros, skins peleando contra mods, hinchas peleando contra skins o incluso mods peleando contra mods. Todo dependía con quien andabas y con quien te cruzabas. Unas cuantas veces, los ejércitos de ocupación skinheads no pasaban más allá de la estación de tren de estas ciudades. Los ratis solían estar esperando para volver a meterlos en el tren y mandarlos de nuevo a casa. La policía se deleitaba arrestando skinheads, y a menudo los cordones de las botas y las tirantas eran confiscados. Deberían estar re podridos de que los barras bravas los dejaran sin franco de fin de semana, y se aseguraban de que todo el mundo lo supiera. La mayoría de los arrestos eran por delitos menores, tales como estar en problemas, hacer pelea, conducta violenta, etc. Teniendo en cuenta la cantidad de personas que iban por peleas, había muy pocos heridos de gravedad, probablemente las lesiones más graves fueran las quemaduras de sol. Eso era debido a que los tropeles raramente iban más allá de gritarle algunas cosas a alguna banda rival al otro lado de la calle, y con un poco de suerte, correrlos. La policía los tenia bien calados, y la única posibilidad de dar o recibir unas cuantas patadas era al separarse de los grupos más grandes, y salir de cacería en bandas pequeñas. De vuelta en la escena musical, Madness se las había arreglado para escapar de la violencia yéndose a tocar a los Estados Unidos, y luego de su regreso, la banda hizo serios esfuerzos para diferenciarse de los skin. El sonido de la banda progreso desde el ska hacia el pop masivo, una jugada que luego los convertiría en una de las grandes bandas pop de los 80. Realizaron conciertos de matinée para que los fans más jóvenes pudieran ver a sus héroes en un horario decente y sin el riesgo de volver a casa con la nariz chorreando chocolate. Esta estrategia
  • 79. los convirtió en las estrellas de las revistas ara chicas adolescentes, y a la vez evito que corrieran la misma suerte de los Sham. El sonido más prospero no era del agrado de todo el mundo y algunos lo veían como otro grupo comercial. Algo así como:”dejemos que los skins nos lleven hasta la cima, y démosles una patada en el culo cuando ya no los necesitemos”. Aunque realmente ese no fue el caso, los skins iban a los conciertos hasta que The Ghost Train marco el final en octubre de 1986. Pero nunca dejaron de alabar temas como One step beyond, Night boat y my girl. Una vez más, Madness había hecho otra buena jugada. Al firmar con la Stiff zafaron de participar en el revival 2 Tone que comenzó con la Bodysnatchers durante el verano de 1980 y aproximadamente un año después de Gansters estaba en el top 20. Pero así como la prensa musicalmente ayudaba rápidamente a ascender, también se regocijaban en hundirte, y de un día para otro el 2 Tone estaba fuera de moda y todos estaban esperando su derrumbe final. Otros que no gozaban de los favores de la prensa eran Bad Manners. Su estilo de “música para pasarla bien” y canciones locas como Ne ne na na na na nu nu no le caían bien a muchos críticos “cultos”, que disfrutaban arrojando las ofertas de Manners en el cajón de “estupideces superficiales”. La banda también fue acusada de hacer cordoncillo aprovechando el éxito de Madness y Specials, pero Manners ya había estado experimentando con el ska y el blues en 1976, bajo el nombre de Stoop Solo & The Sheet Starchers. Algunas personas tenían obvios problemas para pasarla bien. Y cuando ibas a ver a Bad Manners había de esos en cantidades. La banda podría no haber igualado a The Selecter o Specials en cuanto al contenido social de sus canciones, pero en lo que a diversión se refiere, el gordo y sus secuaces no se quedaban atrás. Si pertenecías a una pequeña banda provincial de ska y querías llegar a ser grande, bien podrías olvidarte. El material lanzado por bandas como Mobsters y The Ska Dows eran descartados incluso antes de llegar a los críticos. Muchas eran pobres, y eran trabajos de bastante mala calidad, pero el descartar todo aquello que no hubiera sido lanzado por 2 Tone, los medios hicieron que verdaderas joyas quedaran por el camino. La banda de Hull llamada Akrilykz, lanzo el fabuloso Spyerman (Red Rhino), y le dio a Roland Gift (de los Fine Young Cannibals) la oportunidad de ingresar al negocio musical. Otra fue Ska Wars, de la banda de Herne Bay, llamada Arthur Kay & The Originals, cuyo líder encontraría mejor suerte en la banda Oi! The Last Resort. Y hay un montón de temas de otras bandas como Boss, Headline, Cairo o The Gansters que merecían mucho más crédito del que habían recibido. Tarde o temprano le iba a tocar a 2 Tone. Obviamente más de un periodista había tenido alguna experiencia desagradable en un tren subterráneo lleno de skinheads, y la Bodysnatchers ofrecían un blanco fácil para la venganza. Una banda sin experiencia, formada enteramente por mujeres que había aterrizado en los rankings mucho antes de que la mayoría de las nuevas bandas hubiera
  • 80. encontrado lugar para ensayar, era fija que las iban a joder. Pero aun cuando Let’s do rock Steady era un cover aceptable de una joya de Dandy Livingstone, que ofrecia una buena oportunidad a la prensa para atacarlas, las llamadas Tesies de 2 Tone, no eran las chicas que la prensa deseaba. El siguiente single Easy Life, era tan bueno como cualquier otro lanzamiento del sello. A pesar de todo, tenía un lado positivo. Clásicos que podían haber sido olvidados fueron revividos para nueva generación de skinheads. A su vez, esto creo una demanda por los originales, y poco tiempo después la gente de Trojan e Island revolviendo en los arcones para poder re-reditarlos. Skinhead Moonstomp retorno en los últimos puestos de los rankings y Prince Buster, Desmond Dekker, Judge Dread y otros se encontraron otra vez grabando. Incluso Laurel Aitken tuvo su primer hit en los rankings con Rudie got married, pero lo más zarpado fue poder ver gente como Laurel Aitken de vuelta a los escenarios, que es el lugar a donde pertenecían. Durante 1980, Jimmy Cliff, Desmond Dekker, The Heptones, Toots & The Mytals, Judge Dread, Laurel Aitken y otros anduvieron de gira por todo el Reino Unido luciendo su material ante un público que los adoraba. Y muchos estaban en deuda con las bandas de 2 Tone que le habían dado al sonido de Jamaica un nuevo soplo de vida. 2 Tone en si se había convertido en un monstruo que nadie podía controlar. Verdaderamente era algo mucho más grande de lo que Dammers y compañía pudieron haber soñado, pero más que un cuento de hadas, la cuestión era más bien como una pesadilla. Las esperanzas y planes originales del sello hacía rato estaban enterradas bajo una pila de parches y corbatas negras baratas, y The Selecters habían soportado más de lo que podían. En un principio trataron de cerrar 2 Tone, pero como los Specials no querían saber nada con eso, los Selecters se abrieron y firmaron con Chrysalis, mas tarde lanzaron un par de singles y un segundo LP, Celebrate the bullet, pero la banda que estaba destinada a ser una de las más grandes de los 80s no pudo durar mas que hasta 1981. Los Specials sentían la presión, y querían abrirse de su pesado para aventurarse en un nuevo territorio musical. El lanzamiento de More Specials marco este cambio de dirección. Aun tenían ciertos rasgos ska. Pero combinados con grandes dosis de soul, rockabilly y algo que Jerry Dammers llamaba musak. El álbum era mucho más relajado que el de su debut y la banda había cambiado los trajes y los loafres por un estilo mucho más informal que combinara con su música más decente. El álbum era bueno en todo sentido, y la banda continuo lanzando temas como Rat Race, A Message to you rudy, Concrete jungle, etc. Y otros que hacían estallar a la multitud en los conciertos. Todos los músicos tienen el derecho a desarrollar su sonido. Debe ser bastante embolante tocar las mismas melodías todas las noches, y si te sentías feliz
  • 81. tocando siempre lo mismo por el resto de tu vida, entonces hace lo mismo que Yes, que nunca cambiaron desde el primer día. De la misma manera, los fans tienen derecho a decir gracias, pero no, gracias. Y la posibilidad de ver a cientos de skins fans de musak rebalsando las gradas de 2 Tone, era tan remota como la posibilidad de ver a Julio Iglesias haciendo England Belongs To Me. Aun así, los Specials podían llenar cualquier lugar en el país, y a pesar de la base más amplia de su sonido el público se estaba volviendo cada vez mas especifico. Para fines de 1980, la gran mayoría de los que iban a los conciertos eran skins, mods y rudies, más algún que otro punk. Los aparentemente “normales” a menudo no iban por miedo a que los cojan a patadas. La invasión del escenario durante los conciertos era otro problema. Se habían convertido en parte de la tradición de las bandas de ska, pero al igual que con Sham, cada vez se volvía más difícil de controlar. Ni bien The Specials aparecían en la escena, el público se tiraba en picada para unírseles, y llegaba el momento en que las canciones deban ser interrumpidas porque los músicos no tenían espacio para tocar. En vez de poner vallas, los Specials simplemente mandaban a construir cada vez más altos, de tal manera que quedara más resguardada y pudiese tocar tranquila. La cosa se fue al carajo en Skegnes, en el verano de 1980, cuando el escenario colapso bajo el peso de la gente, ya que la mitad del público estaba sobre él. Fácilmente podría haber habido muertos, así que se tomo la decisión de mantener el escenario libre en los shows, una táctica que causo una gran pelea en Dublín cuando la banda visito Irlanda. La gente del público termino a las piñas y a las patadas y a las patadas contra los patovicas para alcanzar el escenario del Starlight Ballroom, y un par de días más tarde el lugar fue incendiado. A diferencia de lo que ocurrió con Madness, el cambio de dirección de Specials no puso fin a las peleas en los conciertos. Durante la gira More Specials, se armo pelea en Cardiff. Edimburgo y Newcastle. Lo mismo ocurrió en Cambridge, donde más de 30 chicos sin entrada hicieron avalancha para entrar a la enorme carpa en Midsummer Common, donde había más de 3.500 personas esperando ver a sus héroes del 2 Tone. La pelea empezó por cuestiones de futbol, pero cuando se sumaron los patovicas con su acostumbrada diplomacia, las cosas empezaron a ir de mal en peor. Los Specials hicieron lo que pudieron para calmar las cosas. Se bajaron del escenario un par de veces, pero ni siquiera ellos estaban preparados para ver como un patovica cavernícola le reventaba la cabeza a patadas a un chico. Un vez que llego la policía y despejo la carpa, Dammers y el cantante Terry Hall fueron acusados por incitación a la violencia, los dos tuvieron que pagar una fianza de 1.000 libras cada uno, cortesía del mejor sistema legal del mundo. Ya era demasiado para los Specials. Las cosas se fueron calmando en el campo del 2 Tone, ya que cada integrante de la banda empezó a trabajar en su propio proyecto.
  • 82. La separación de la banda era inminente, pero esto no ocurriría sino hasta después del largo y caluroso verano de 1981 cuando la banda estaba en la cresta de la ola. El desempleo trepaba a niveles sin precedente en Inglaterra, y las ciudades del interior de Inglaterra estaban en llamas. Aun así, a quien le importaba. Todo el mundo estaba esperando la boda real, y la frutilla del postre fue el momento en que el helicóptero que seguía a la procesión real, sobrevoló un estacionamiento de autos cubiertos, en cuyo techo se leía LOS MEJORES DESEOS PARA CHAS Y DI (Carlitos y Diana) DE PARTE DE LOS SKINS DE WEST HAM, pintado en enormes letras. Y entre toda la pompa y la ceremonia, las radios de todo el país anunciaban en el puesto número uno de los rankings, Ghost Town de los Specials. Ninguna otra canción podría haber capturado el espíritu de la nación con tanta exactitud como estos tres minutos de sobriedad 2 Tone. Aquellos que pregonaban el “No Future” en el 76 no la pasaban tan mal como los chicos que vivían en el reinado de Margaret Tatcher. Luego del éxito de Ghost Town, y de la decisión de la banda de separarse, el 2 Tone estaba acabado, pese a que permaneció hasta 1985. Pero por dos gloriosos años había llenado las vidas de infinidad de chicos comunes con algo que realmente valía la pena, y solo por eso merece ser un sello de culto en el mundo skinhead. Durante la mayor parte de 1981, el Oi! Había sido el mayor foco de atención de los skins, particularmente porque el 2 Tone había permanecido acallado durante la primera parte del año. Y con el Oi! Vino su propia ciudad fantasma llamada Southall. “No es suficiente que tú mismo seas antirracista. Tienes que ser afirmativamente un antirracista. Tienes que plantarte, ponerle el pecho al racismo, porque de lo contrario nada va a cambiar.” Jerry Dammers.
  • 84. CAPITULO 5 BIENVENIDOS AL MUNDO REAL. “Las bandas y el material ya estaban ahí, los Cockney Rejects y sus seguidores, que formaron sus propias bandas. Todo lo que hice fue escribir sobre eso, lo cual probablemente le dio la fuerza para convertirse en algo más grande.” Garry Bushell. Una ley para nosotros y otra para ellos. Fue así como los 4 skins sintetizaron la resaca de Southall. Y con toda la razón. El incendio del Hambrougt Tavern fue la excusa perfecta. La música oi!, las bandas que habían tocado en el show y su publico de skinheads, todo fueron usados como chivos expiatorios, de manera tal que no se pudiera apuntar hacia otros culpables. Es muy fácil echarles la culpa, ya que se da por sentado que los skinheads son culpables de cualquier bardo que ocurra en un radio de diez millas. En la liga de horrores nacionales, los skinheads rankean en algún puesto entre los asesinos seriales y los perros diabólicos. Es como si raparte la cabeza o ponerte un par de Doc Martens te convirtiera en algún tipo de forma de vida alienígena y peligrosa. La violencia siempre ha sido parte de la vida de un skinhead, y no hay nadie que asegure lo contrario. La mayoría de los skin lo aceptan como parte del territorio, y no desearía que fuera de otra manera. Qué dormitorio de que skin no esta cubierto con recortes de diarios sobre peleas en los feriados bancarios y en las canchas de futbol? Por supuesto, gran parte de esto es escándalo sensacionalista, pero es bueno para levantar la moral. También esta bien lejos de lo que se dijo acerca de Southall.
  • 85. En este entonces, la cuestión fue mucho más allá de unos cuantos titulares en los diarios. Tanto, que casi partieron el corazón y el alma del movimiento Oi!, y casi lo destruyen. Si lo hubieran logrado, hubiera sido una verdadera lastima, porque los medios tenían para decir acerca del Oi!, estaba, en el mejor de los casos, basado en medias verdades, y en el peor, de puras mentiras. El Oi! Era el sonido original de las calles. Quizás, por primera vez en la historia, la gente en el escenario era realmente igual a la que estaba en el piso. Antes de un concierto, las bandas paraban en el bar y jugaban al pool con algunos de sus seguidores. También era un mundo poblado por personajes genuinos, que rezumaban confianza callejera. Antes de Southall, el Oi! Estaba en un camino a convertirse en algo grande. Tomando su nombre del Oi! Oi! Oi! De los Cockeney Rejects, y de la insistencia de Stinky, que sostenía que Oi! Oi! Oi! Debía reemplazar el acostumbrado Un! Dos! Tres! Al comienzo de cada canción, el Oi! Representaba un grito de guerra para las nuevas bandas punks callejeras que habían surgido luego Sham y sus colegas. Las bandas como el verano del 76 era un picnic comparado con los primeros años del gobierno de Thatcher en el originalmente se trataba de abrir algunas puertas para cualquier chico con una guitarra y actitud, entonces el Oi! Se trataba de arrancar esas puertas de sus bisagras. El hombre que puso el nombre a la cara del Oi! Fue ex manager de los Rejects y periodista de Sounds, Garry
  • 86. Bushell. Había participado en algunos fanzines punks, incluyendo el casi famoso Napalm, y resulto ser uno de los pocos tipos realmente interesado en lo que estaba ocurriendo en las calles, musicalmente hablando. Cuando otros periodistas recién empezaban a darse cuenta del crecimiento del punk callejero, Bushell ya lo estaba difundiendo. Era un escritor de puta madre. A menudo se dice que fue él quien invento el Oi!, pero eso es darle demasiado crédito a él y no a las bandas. Si hubiera sido manufacturado en las páginas de Sounds, el Oi! No hubiera sido más que una insulsa fiesta Hockney. Había momentos en que estaba demasiado orientado hacia Londres, y una de las series de álbumes Oi! Estaba dedicada casi por completo, a la música de la gran ciudad, pero con bandas como los Upstarts de Geordieland, Criminal Class de Coventry y Blitz de Manchester, era obvio que algo estaba ocurriendo a escala nacional. Como dicen los ingleses, el Easf End esta en todas partes. Bushell tuvo el buen acierto de juntar a todas las nuevas bandas punks bajo el rotulo del Oi!, dándoles, de esa manera, la oportunidad de progresar como un movimiento. Sin ninguna duda, algunas de las bandas se las hubieran arreglado de lo mas bien solas, si hubieran continuado como simples bandas punks, pero el nuevo nombre obraba maravillas en un mundo en el cual todo el mundo esta esperando el próximo suceso. Y si no, pregúntenles a los Cock Sparrer. Ellos ni siquiera habían oído hablar del Oi!, si no hasta que les dijeron que Sunday Stripper estaba en el Oi! The álbum, un compilado de bandas punks que Bushell logro que Sounds y EMI financiaran y lanzaran en noviembre de 1980. La banda había estado tocando desde 1975, y no habían grabado desde el 77, por lo cual ya conocían el juego. No eran ningunos novatos. La mayoría de las otras bandas del álbum, tampoco podían ser descritas como novedosas. En ese disco estaba Where have all the bootboys gone? De Slaughter, así como un par de temas de los Angelic Upstarts. Incluso Cockney Rejects se las arreglaron para meter nada menos que tres temas, dos bajo el nombre de The Postmen, y uno bajo el nombre tema Isubeleene,que estaba lejos de competir con
  • 87. el suceso logrado con Two pints of Larger and packet of crisps, editada por Deram. Bootboys, de Barney and the Rubbles le agregaba un toque hooligan al álbum, pero la banda que sobresalía por encima de todas las demás, viejas y nuevas, eran los 4 skins, con Wonderfull World y Chaos, dos grandes temas punks. La banda había sido formada en 1879 por cuatro amigos skinheads, Hoxton Tom Mc Court (guitarra), Gary Hodges (voces), Steve’N’Harmer (bajo) y Gary Hitchoock (manager). Su interés en el punk se desprendía de seguir a Sham, Menace, Skrewdriver y los Rejects, y también habían sido grandes admiradores de los hard mods, Secret Affair. La idea de la banda era más que nada divertirse un poco, y a pesar de haber taloneado a los Dammed y a los Cockney Rejects en el Bridge House (con Micky Geggus tocando la bateríat) los 4 skins no se tomaban la vida muy en serio. Nada menos que por tener equipos como para tocar decentemente. Oi! The álbum les dio el empujón que necesitaban, y para el año siguiente ya estaban listos para llevar al Oi! A la gloria, y llevar su evangelio de botas y alcohol a un público expectante. Pero no antes de ciertos cambios en la formación. H se fue y termino como plomo para los Rejects, Hoxton Tom ocupo su lugar, Rockabilly Steve Pear entró en guitarra y John Jacobs se hizo cargo de la batería. La idea era que se aria una serie de conciertos para promover a las mejores bandas punks y skins. Uno en Southgate, otra en el Bridge House en Canninglown y otra en el Acklam Hall. Pero que clase de nacimiento hubiera sido sin algo de dolor, así que dos de los tres conciertos terminaron en disturbios. Southgate, al norte de Londres, fue el primero. El concierto se hizo a comienzos de enero en el Allan Pullunger Centre, un nombre suntuoso para algo que era apenas más que un club juvenil. 300 personas fueron a ver a los Infa Riot del norte de Londres, a los criminal class de Coventry y a los Angelic Upstarts, que entraron en el último minuto, luego de que los 4 skins no aparecieron. Hacia poco había dejado la banda para presentarse ante la corte por agredir a un policía, y el resto de la banda aun estaba esperando que llegara algún reemplazante. El vocalista de Criminal Class era Craig St. León, que había sido un skinhead de la primera hora. Pero cuando la banda se formo en el 79, su principal influencia eran Sham, Skrewdriver y Slade, y no el reggae y el soul de una década atrás. Este era el primer concierto de la banda de Londres, y se lucieron ante un publico de punks, skins y normales. Les siguieron Mensi y sus muchachos, que tocaron los principales temas de su repertorio. A continuación, se presentaron los locales Infa-Riot. Dos de sus integrantes, los hermanos Lee Y Floyd Wilson, eran oriundos del west country,
  • 88. pero se habían mudado al norte de Londres para luego formar la banda en febrero de 1980 con dos tipos de la zona, Barry Damery y Gary Mclerny. Para la época en que ocurrió lo de Southgate, ya habían ganado la recuperación de ser una de las mejores bandas punk del momento, con teloneadas para los Upstarts y los 4 Be 2s, de Johnny Lydon, en su haber. Nada mal para una banda formada por dos adolescentes de 17 años y dos escolares. Desgraciadamente, apenas tuvieron oportunidad de impresionar a alguien en el Allan Pullenger Centre. Se las arreglaron para tocar Brick Wall e Infa Riot justo antes de que el concierto se fuera al carajo. Sin embargo, esta vez no eran los skinheads los que habían iniciado el bardo. Había unos tipos grandes que habían estado buscando riña, hasta que finalmente la encontraron, y casi convierten el nacimiento del Oi! En un aborto. Por el contrario, este tipo de incidentes nunca hubiera ocurrido en el Bridge House. Este era territorio de los Rejects, y se Había mantenido, una y otra vez, como una opción segura para pasarla bien y sin peleas. Los 4 skins estuvieron allí esa noche rugiendo los temas favoritos del publico, incluyendo el nuevo Clockwork Skinhead, ante Squad, una banda punk de Bristol liderada por la reina del Oi!, Beki Bondage, y los anti-Establishment, del sur de Londres. Y para añadir una cereza al postre, Judge Dread se presento como invitado para dar su bendición a las nuevas hordas skinheads. En cuanto al Acktlam Hall, en el oeste de Londres, el show fue iniciado por los Anti-Establishment, que hicieron bastante poco por mejorar sus temas Oi! Presentados en Bridge House. Mucho mejor estuvieron los Last Resort, que tomaron su nombre de la famosa tienda para skinheads situada en Aldgate, en la línea de subte de Ptticoat Lane. La banda estaba liderada por Micky French, que también administraba la tienda The Last Resort junto a su esposa Margaret, la mayoría de las decisiones que atañían a la vida de la banda se tomaban en las tribunas del Millwall’s Den. La tienda se convirtió en una especie de sitio de encuentro para los skinheads de todo el mundo a comienzos de los ‘80s, y para muchos de ellos era como su segundo hogar. Con un maniquí de Marilyn Monroe como atracción principal, la tienda se especializaba en ropa para punks y skins. Pero ni siquiera era necesario comprar algo. El negocio se convirtió en un punto de encuentro habitual, un lugar para juntarse a charlar y fumar, lo cual era alentado por Micky y Margaret, muy respetados en los círculos skinheads.
  • 89. El negocio empezó a decaer uno o dos años después de Southall, especialmente en lo que atañe a las compras por correo. Por fin, la tienda cerro sus puertas para siempre, cerrando a la vez un capitulo en la movida skinhead. La banda en realidad provenía de la soledad Herne Bay, en la costa de Kent. Roy Pearce quien en este caso estaba cantando, había sido plomo para Menace, mientras que el bajista Arthur “Bilko” Kitchener, el Peter Pan del Oi! A la edad de 32 años, ya había sido un veterano en el negocio de la música desde los ‘60s. Los otros dos, el guitarrista Charlie Duggan y el baterista Andy Benfield fácilmente podrían haber pasado por sus hijos. Al igual que los 4 skins, los Last Resort eran skinheads. En realidad, el único que no era skinhead, era Arthur, un hecho ocultado por costumbre de usar una gorra permanentemente. Y para mantener la tradición skinhead, la mayoría de sus canciones era acerca de la vida en las calles y las peleas. En el Acklam Hall, los Last Resort terminaron su presentación, cediéndole el lugar a los Infa Riot, pero una vez mas, los pobres infelices no pudieron tocar. Justo antes de que empezaran, la banda de skinheads y soul boys de Ladbroke Grove irrumpieron en el salón y empezaron una pelea de dantescas dimensiones. La banda y sus seguidores intentaron frenarlos, pero terminaron atrincherandose hasta que llego la policía a restablecer el orden y llevan a siete heridos al hospital. La banda de Ladbroke Grove había creído, erróneamente, que estaba la hinchada del west Ham en el concierto, pero eso era imposible ya que esa noche el equipo estaba jugando en el Upton Park por la copa europea. Al menos, el problema esta vez venia de afuera del concierto, conformando la teoría de que la violencia no era un problema propio del movimiento Oi! Como muchos sostenían, sino que era un problema que afectaba a la sociedad entera. Y para todos aquellos que decían que era un punk de segunda categoría que la gente escuchaba mientras cagaba a palos a alguien, al menos el Oi! Hacia todo lo posible para mantener su casa en orden. Es más, era una batalla ganada. Las peleas se habían vuelto cosa regular en los conciertos punks desde lo de Skrewdriver en el vortex en 1977, pero esto era algo que las bandas Oi! Trataban de erradicar. La mayoría de ellas tenían como seguidores a bandas enteras de hinchas, lo que significaba que en los concierts o habría enfrentamientos entre bandas rivales, pero todo mundo había visto lo que les había ocurrido a los Rejects cuando apostaron por el futbol, y nadie quería volver a repetirlo. Alguna que otra vez los conciertos Oi! Se iban al carajo por cuestiones futboleras, pero la mayoría de las veces las peleas eran evitadas llamando a una tregua momentánea.
  • 90. Las bandas Oi! Eran constantemente acusadas de incitación a la violencia debido a las letras de algunas canciones. La violencia por cierto, era el tema mas popular, Someone’s gonna die de los Blitz, violence combat 84, violence in our minds de Last Resort, Smach the Discos de Bussiness y in for a riot de los Infa Riot, eran solo la punta del iceberg. Las bandas solían decir que ellos no incitaban a la violencia, sino que cantaban acerca de la realidad de la vida en las calles. Es mas, un montón de los temas de los temas en realidad hablaban en contra de la violencia, pero siempre va haber uno que otro neandertal que las interpretaba como un llamado a tomar las armas. Aún así, si de verdad querías ver un poco de violencia sin sentido, todo lo que tenías que hacer era seguir las manadas de skins que se dirigían a los clubes nocturnos cada noche de viernes y sábado. Era mucho mas probable presenciar una buena puñalada en esos antros que en cualquier otro concierto Oi!, pero por alguna extraña razón, no aparecían en los diarios. Los skinheads aun solían ocupar el centro de la mayoría de las peleas en los conciertos. O, por lo menos, se veían personas rapadas y con botas. Nunca hubo porteros en la puerta de la Movida skin que decidieran quienes entraban y quienes no. Cualquiera puede afirmar que es skin, y siempre y cuando tenga el aspecto adecuado. Quien puede afirmar lo contrario? Y debido a ello, el Oi! Atrajo a un montón de idiotas a la movida. La moda skinhead se hundió en algunos círculos Oi!, y las bolsas de pegamento reemplazaron cualquier huella de cerebro para muchos. Ya es bastante jodido darle al poxi-ran, pero algunos skinheads aspiraban cualquier cosa que tuvieran a mano, desde inhaladores para asmáticos hasta contenedores de gas para bebidas gaseosas. Como era de esperarse, la falta total de parámetros no era del gusto de todos los skinheads. Muchos permanecieron fieles a las tradiciones de los que los precedieron, mientras que otros encontraron su lugar en las filas de casuals que empezaban a reemplazar a los skinheads en los ejércitos futboleros. La Leeds Service Crez, los Bushwackers de Millmall y ICF del Wrst Ham, todos tenían ex skinheads entre sus filas de casuals. Convertirte en casuals no solo te evitaba mezclarte con los simplones, también te salvaba del creciente interés que la policía mostraba por los chicos sin pelo y con grandes botas. Las peleas tribales eran un juego que aun se jugaba en algunos conciertos de Londres, pese a que en el norte, los skins y los punks solían llevarse bastante bien entre ellos. La mentalidad de Wattie de Fuck a Mod hizo que algunos skinheads abandonaran sus raíces y combatieran contra los mods durante los feriados
  • 91. bancarios. Incluso John Jacobs, de los 4 skins, no pudo resistir la tentación y recibió una multa de 165 libras por sus esfuerzos en Hastings Durante semana santa. Y por supuesto, esa maldita palabra, la política, volvió a resurgir. Siempre habrá de esos que juntan dos skinheads y obtienen un Hitler Youth, y no hay mucho que puedas hacer para evitarlo. Lo mas triste es que el Oi! En verdad esta motivado por la política. Una rápida mirada al revés del EP Bollocks to Christmas (secret) to confirma. Allí encontraras un manifiesto que cualquier partido político se enorgullecería en sostener. Bueno, por lo menos el partido de Monster Raving Loony Green Giant. Nacionalización de las cerveceras, baja del precio de la cerveza a 10 centavos el medio litro, y erradicación del desempleo mediante el empleo de mano de obra en una incesante producción de álbumes de Oi! Se trataba de divertirse y decir lo que se pensaba, la política de la calle, no de las umas. Los Gonads lo resumieron con Pubs no mails, y Hitler was an ‘omo, ya que todo el mundo sabia que sin importar que clase de gobierno hubiera, la clase obrera seria siempre el ultimo orejon del tarro. La mayoría de las bandas y sus seguidores no estaban interesados en la tontería de la política partidaria. Y se ocupaban en mantener distancia con los extremistas, tanto de derecha como de izquierda. Cada vez que tocaban los Last Resort, se les decía a los espectadores que se sacaran los prendedores que tuvieran consignas políticas antes de entrar al concierto. Infa Riot llegaron incluso a omitir Britain’s Not dead de sus shows, para evitar cualquier vinculación al NF, en una época en que incluso el Ballet de Spandau aparecía en el diario de la YNF Bulldog, solo debido a su nombre. Cuando algunos sectores del publica hacían Sieg Heil!!, eran tomados para la burla por parte de los músicos. Max Splodge solia decir:”no veo ninguna gaviota”, cuando Tony Panther Cummins tomo el liderazgo de los 4 skins, en cierta ocasión le grito a un casual:”no hay ninguna necesidad de andar haciendo señas”. Comparado con la época de Sham, las peleas y la política extremista no eran tan graves. La fiesta de cumpleaños de Bushell en el Bridge House en abril de 1981,
  • 92. hizo correr el rumor de que el Oi! Estaba empezando a rescatarse. 600 herberts, incluyendo a los integrantes de más de una docena de bandas se apelotonaron en el Pub para ver a los Business, los Last Resort, los Cock Sparrer y los 4 skins. Y en toda la noche no hubo una sola pelea. Los intentos de los diarios en pagarle a algunos pendejos para que hagan Sieg Heil!! Ante las cámaras cayendo en saco roto. Los detractores podrán decir lo que quieran, pero como Micky Fitz de los Business dijo en cierta ocasión, el Oi!, Strength thru Oi! (deram) salio a las calles a mediados de mayo. Esta vez Garry Bushell sirvió un menú con gaseosas porciones de The 4 skins, the Last Resort, Infa Riot, Cock Sparrer, Splodge, The Strike y otros. Se organizaban conciertos Oi! A lo largo y a lo ancho del país, y las peleas prácticamente no existían. Así que para cuando comenzó el verano, ya estaba a full. Había dos grandes festivales planeados para julio, en Manchester y Bradford, más la promesa de eventos similares en Escocia y Londres. Mientras tanto, se estaba organizando una serie de mini festivales que, según su promotor, Dave Long, como cosa del destino, uno de los mini festivales iba a realizarse en el Hambrough Tavern de Southall, a comienzos de julio. En el cartel estaban Business, los Last Resort y los 4 Skins, que ya habían tocado juntos en un par de conciertos. Las bandas de entusiasmaron con la oportunidad de tocar en el oeste, ya que la gente se quejaban de que solo tocaban el East End. Si no eran de la zona, solía ser bastante difícil conseguir transporte para volver a tu casa, así que Southall les dio la oportunidad a los fans del otro lado de la ciudad de ver a las bandas en su propio barrio de una vez por todas. Southall era, y sigue siendo, un tranquilo suburbio del oeste londinense, y las bandas esperaban que solo fuera un recital más. Era cierto que se trataba de un área altamente poblada por asiáticos, pero eso no lo hacia un barrio prohibido. Las bandas Oi! Habían tocado en lugares potencialmente más volátiles, como Deptford, Hackney, Moss Side y Bradford, sin que se armara ningún problema. Aquella noche, las bandas llegaron un par de horas más temprano para hacer las pruebas de sonido y prepararse. Los últimos en llegar fueron los Business, cuya camioneta había sido atacada, sin ninguna razón aparente, por una banda de jóvenes asiáticos en el centro del pueblo. El conductor termino manejando en contramano y la camioneta pudo llegar al lugar en una sola pieza. Cuando llegaron al Tavern, ya había una multitud de 300 asiáticos al otro lado de la calle, y dos docenas de policías vigilándolos. Pasadas las siete y media, el público comenzó a llegar al Pub con distintas versiones de lo que estaba ocurriendo afuera. Algunos pocos habían sido atacados en el camino, otros solo habían intercambiado insultos. Un skinhead
  • 93. incluso había sido bajado a empujones de un colectivo y cagado a palos, mientras que otros fueron amenazados con recibir igual trato mas tarde. Pero todo eso no era nada comparado con lo que ocurriría más tarde. Por cualquiera que haya sido el motivo, los asiáticos locales esperaban pelea, y estaban bien armados. Nadie tiene reservas de bombas molotov por casualidad. Quizás, para ellos el Oi! Equivalía a skinheads, y los skinheads equivalían a National Front, y veían el recital concierto como una demostración de supremacía blanca en el medio de su comunidad. Ya en el 79, una manifestación de la Anti Nazi League durante un encuentro del NF en la ciudad de Southall había terminado en violencia, y el activista antirracista, Lear Peach, había sido asesinado, y eso aun estaría fresco en sus mentes. También lo estarían los frecuentes ataques de skinheads a asiáticos, particularmente en el East End de Londres. Pero aun si así hubiera sido el caso, no justificaría lo que ocurriría más tarde. Se decía por ahí que ese concierto no se hubiera podrido, entonces se hubiera podrido el concierto de los Meteors, agendado para la semana siguiente. Y los Meteors no tenían ni un público racista ni skinhead. La llegada de dos micros de la tienda The Last Resort no ayudo mucho, de acuerdo con la prensa. Para el momento en que Sounthall Había alcanzado las tapas de los diarios, se decía que habían sido usados seis micros y habían sido organizados por el NF. En realidad, el mismo Micky French los había reservado, lo cual era muy común cuando los Last Resort tocaban lejos de casa, ya que se sabía que sus fans iban a seguirlos. También se decía que los micros estaban cubiertos por insignias del NF. Eso era pura basura amarillista, ya que solo llevaban dos Unión Jacks en las ventanas traseras. Aparentemente, eso provoco a la gente del lugar, pero sólo en este país puede ser considerado ofensivo ondear la bandera nacional. La misma bandera que había acompañado a echar a patadas a Hitler y sus seguidores durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que todo mundo paresia olvidar era que el NF no había comprado los derechos de la Unión Jacks, y tampoco había ninguna razón para regalárselas. Prácticamente todos los skinheads son patriota, pero eso no significa que todos los skinheads sean racistas. En absoluto. Esto significa que los militantes del NF y el British Movement no hayan estado en ese concierto, porque estuvieron. Pero también estaban los skinheads de izquierda, los skinheads irlandeses, e incluso (que horror) un par de skinheads
  • 94. negros que seguían a los Last Resort. Los medios trataron de difundir la idea de que no era nada más que un encuentro racista, pero estaban muy equivocados. Si así hubiera sido, otras bandas hubieran sido convocadas (algunas bandas Oi! Como The Elite y The Ovaltinies militaban en la extrema derecha en ese momento). De todos modos, quizás, sólo la mitad de los 500 que estaban presentes eran skinheads. Había algunos punks, un par de rockabillies y un montón de tipos normales que habían ido a tomar algo y cagarse de risa un rato. También había algunos chicos que seguían a las bandas y alrededor de 100 mujeres. Y cuando digo mujeres, eso es exactamente lo que quiero decir. No solo chicas skinheads que podían agarrarse a palo con cualquiera, sino también esposas y novias de los músicos. Después de todo, no se trataba de un ejército de skinheads nazis como aseguraba la prensa. Cuando la multitud afuera del Pub todavía consistía en una centena de personas, la policía tenia que haberse movilizado y terminar en ese momento, con una situación potencialmente volátil. En cambio, eligieron quedarse al margen y dejar que el número siguiera creciendo hasta los dos mil, haciendo más probable la posibilidad del estallido de serios disturbios. Un error táctico que iba a salir bien caro, pero apenas había sido mencionado por la prensa. Pese a la amenaza de disturbios, se decidió que el concierto continuaría. Cancelarlo hubiera dejado a grandes cantidades de personas esperando por ahí, hasta que los colectivos los llevaran de vuelta a casa. Y si eso hubiera ocurrido, las dos bandas rivales hubieran dado mucho de que hablar. Por lo menos si se quedaban en el Pub la policía sabría donde se encontraba cada banda y sus seguidores. El bar se cerró, las puertas se trabaron y las cortinas se cerraron, y durante la mayor parte de la noche fue como cualquier otro concierto. Los primeros en tocar fueron los Business, del sur de Londres. Se habían formado en octubre de 1979, con Micky Fitz a cargo de los gritos, Nick Cunningham aporrearon la batería, Steve Kent en la guitarra y Martín Smith en el bajo, pero incluso para la época de Southall, aún no habían sido aceptados del todo en los círculos Oi! Debido a su ritmo popero. En el Hambrough tocaron mejor que nunca, haciendo temas que luego se convertirían en clásicos del Oi!, Harry May y Suburban Rebels, esta ultima, canción que le pudo música a las palabras del poeta Oi! Garry y Johnson.
  • 95. Luego le siguieron los Last Resort, que ya eran favoritos en el circuito Oi! Tocaron temas como King of Jungle y Working Class Kisd, antes de hacerles un lugar a los poderosos de 4 skins, que atacaron con clásicos como ACAB y Wonderfull World. En todo sentido, hubiera sido un gran concierto de no ser por la pelea que se estaba gestando afuera. Durante toda la noche, las bandas hicieron todo lo posible para mantener orden y alejar a sus fanáticos de las ventanas. Pero mientras los 4 skins estaban tocando Chaos, las ventanas del pub comenzaron a ceder. Empezó a caer una lluvia de ladrillos y botellas sobre la policía y el bar, y adentro del lugar estallo el pandemónium, mientras los miembros de las bandas y los seguidores agarraban lo que podían para defenderse. Una vez más, los miembros de las bandas y sus allegados trataron de mantener algo de orden adentro del Pub, pero la gente estaba recibiendo heridas por los vidrios rotos que volaban por el aire, hasta que en un momento el Tavern comenzó a ser atacado por la retaguardia. Parecía que el local iba a ser arrastrado, o que las molotovs iban a ser arrojadas por las ventanas, así que antes de las once, las puertas fueron destrabadas y se decidió evacuar el lugar. La policía hizo todo lo que pudo para mantener al público y a los asiáticos separados. Se devolvieron algunos ladrillazos y botellazos a los asiáticos, pero las afirmaciones de los médicos, que sostenían que los skinheads habían atacado a la policía, era puro invento. Algunos de los seguidores mas viejos incluso tomaron escudos antidisturbios y se pararon junto a la policía, en un intento por salvar al Pub y dejar que las bandas recuperaran sus equipos. Aun así, la cantidad de atacantes era demasiado para ellos. Los 4 skins apenas habían sacado sus cosas, cuando la policía y los skinheads fueron replegados mas haya del Pub. Una camioneta de la policía fue prendida a fuego e introducida en el Hambrough Tavern, iniciando un incendio. Para ese entonces la mayoría de seguidores de las bandas se encontraba camino a Hayes & Harlington, la estación mas cercana. La policía había precintado el área, y los micros se hallaban retenidos, por lo cual el tren era el único medio para volver a casa. El Special Patrol Group había llegado para contribuir a empeorar las cosas, y efectuaron varios arrestos en ambas facciones, principalmente por ofensas al orden publico. Arthur, de los Resort, fue uno de los desafortunados que fueron en cana esa noche. En vez de perseguir al público hasta la estación, los jóvenes asiáticos parecían satisfechos en desahogar su furia contra la policía y el Pub. El Hambrough Tavern era virtualmente un Pub blanco y aparentemente ese había sido el verdadero
  • 96. blanco para los asiáticos. El concierto Oi! Solo les había dado una excusa. Sea como fuere, los enfrentamientos entre los asiáticos y la policía continuaron hasta mucho después de que la bandas y sus seguidores se encontraran en casa metidos en la cama. En el momento en que el Pub empezó a ser atacado, un montón de gente pensó que les había llegado la hora. Cualquiera podía haber muerto fácilmente esa noche, pero en retrospectiva, también hubo algún que otro momento divertido. Como lo que ocurrió con el locutor, que había encadenado todo su equipo porque temía que los skinheads se lo robaran. Tan seguro estaba, que se prendió fuego junto con el Pub, porque el tipo no tuvo tiempo de soltar las cadenas. También había un niño adentro del Pub que había llevado su pequeña ametralladora de juguete. Un skinhead se la rebato, rompió un ventana y comenzó “disparar” hacia la multitud que estaba afuera. Algunos empezaron a correr gritando:”… tienen un arma, tienen un arma…” Y aún mientras el Pub se quemaba, un miembro de los 4 skins, cuyo nombre no diremos, le estaba pidiendo al dueño del bar que le diera la plata que le correspondía por haber tocado. Además, estaba el rockabilly Steve, que salto a través de una ventana para escaparse de la llamas, fue perseguido a través de los jardines por una banda de asiáticos, fue golpeado en la cabeza con una sartén por un tipo que lo encontró en la puerta de su casa, hasta que finalmente lo metieron en la cajuela de una camioneta de la policía y fue desechado en las afueras de la ciudad. Al día siguiente, el asunto no tenia nada divertido. Sin importar cuales fueran sus razones, los responsables de los disturbios de Southall fueron los jóvenes asiáticos que atacaron el Pub y continuaron batallando contra la policía toda la noche. Esto estaba más allá de toda discusión. Por cierto, si hubiera sido al revés, una banda de skinheads atacaba un concierto de asiáticos, y luego armando pelea hasta altas horas de la madrugada los medios y políticos no hubieran dudado en acusarlos. Pero cuando al día siguiente salieron los diarios, no fue esa la historia que contaron. En realidad, uno se preguntaba si quizás la prensa había presenciado otra pelea totalmente distinta. Uno que permitiera llenar las paginas con historias acerca de skinheads racistas, saliendo de casería luego de haber visto bandas nazis en un encuentro del NF. Pero no, estaban hablando del mismo Hambrough Tavern, el mismo Southall y la misma pelea. Las bandas y sus seguidores no solo fueron culpadas de la pela. Fueron colgados y descuartizados por un circo mediático cuya única intención era buscar algún culpable. Solo el Times y el Guardián publicaron algo mas o menos justo sobre lo
  • 97. que había ocurrido. Los tabloides, por supuesto, armaron cada detalle, y aprovecharon para sacarle bien el jugo. Al estar al frente del movimiento Oi!, los 4 skins fueron los que recibieron mas palos. En marzo, habían participado, junto con las Infa Riot, en un artículo acerca del fascismo y la juventud publicado por el Sunday Times. Lo que nunca fue aclarado es que ninguna de las dos bandas era racista, lo cual les había costado varios conciertos. En ese momento, salieron a decir que no eran fascistas, y que no tenían ningún interés en tener seguidores racistas. Después de todo, los Infa Riot incluso habían tocado en conciertos de Rock Against Nazi. Sin embargo, los tabloides lo tomaron como la prueba fehaciente de que los 4 skins si eran fascistas. La mayoría de los diarios sostenían que la banda había incitado a los skinheads a armar bardo en el concierto, y que estaban haciendo Sieg Heil! En el escenario. Puras mentiras. Algunos incluso llegaron a decir que los Infa Riot también habían tocado en Southall, sólo para añadir credibilidad a las personas. Garry Bushell también fue criticado, y tampoco se encontraba en el concierto. Cuando estallaron las noticias acerca de Southall, se encontraba en Newcastle con los Angelic Upstarts. Para su gran sorpresa, incluso los Cock Sparrer aparecieron en un diario local como una de las bandas que aparentemente habían iniciado la pelea. Otra publicación que volvió acosar a los 4 skins fue una acerca de los skinheads lanzada en Sounds, en la cual el manager de la banda, Gary Movement. Sin embargo, lo que no fue mencionado fue el hecho de que también haya dicho que los skinheads que se involucraron en política eran unos tontos, que la publicación misma era bastante anterior a la información de la banda. Otro clásico fue la foto que apareció en otros cuantos diarios, en la que se mostraba nuevos y relucientes panfletos del NF esparcidos sobre las ruinas del Tavern. O el NF había inventado papel a prueba de fuego, o alguno había puesto los panfletos ahí luego de lo ocurrido. También se decía que cientos de volantes del NF habían sido repartidos en el concierto, lo cual jamás ocurrió. Dos skinheads habían intentado repartir algunos promocionando la Cruzada Blanca Nacionalista, pero fueron detenidos por Steve Cooper, el plomo de los Business. La mayoría de los asistentes ni siquiera los había visto. El álbum Strength Thru Oi! Resulto ser otro trapito sacado al sol. No sólo porque el titulo era un juego de palabras basado en un slogan nazi (lo cual no hizo perdida en bandas como Joy Division), sino también porque el skinhead en la tapa resulto ser Nicky Crane, uno de las figuras principales del British Movement. En realidad se suponía que en la cubierta iba a estar un tipo llamado Carlton Leech, que era
  • 98. un soul boy físico culturista, pero las fotos no resultaron. Así que decidieron, en su lugar, usar la foto de un skinhead, y para el momento en que descubrieron de quien se trataba, ya era muy tarde. Los tatuajes del British Movement de Nicky fueron tapados, y nadie pensó que alguien se daría cuenta. De todos modos, eso es lo que dice Garry Bushell, y de acuerdo al libro Oi! A View From The Dead-End Of The Streets, él es el periodista al que todos los chicos conocen y creen. Los medios no pudieron haber desenterrado más mierda. Y lo que no podían descubrir, simplemente lo intentaban. De la noche a la mañana, el Oi! Paso de ser una movida subterránea a notición de primera plana. Fue despreciado como una música estupida para un público igualmente estupido, y cualquiera que hubiera estado remotamente conectado al movimiento, fue caratulado de racista. Mientras tanto, los políticos no hacían más que complacer a la comunidad asiática de Southall. Ken Livingstone del GLC (Concejo Administrativo Metropolitano) y la Primer Ministro Margaret Thachter, se mostraron demasiado interesados en oír todo lo que tenían para decir, pero nadie se tomo la molestia de encontrarse con lo representantes de las bandas para oír su versión de los hechos. Ni siquiera el partido laborista, supuestamente el partido de la clase obrera. Tan parciales eran, que cualquiera creería que fueron los skinheads los que atacaron el pub mientras unos pocos asiáticos disfrutaban tranquilamente de unos tragos. Incluso la versión de los hechos de los asiáticos fue absorbida por todas las estupideces publicadas por la prensa, así que la verdadera razón por la que se inicio la pelea probablemente jamás sea conocida. En retrospectiva, el concierto puede parecer un verdadero error, pero las bandas tocaron en Southall por ninguna otra razón más que la música, y culparlos por los disturbios fue una tremenda injusticia. El Oi! Termino siendo asociado con el nazismo, y la industria musical no pudo distanciarse a tiempo. Deram inmediatamente retiro de circulación Strenght Thru Oi!, justo cuando estaba por ingresar a los Top 50, y sin siquiera pedir la opinión de las bandas. El festival Oi! Que iba a realizarse en el Mayfield de Manchester fue, en un principio, pospuesto hasta agosto, y luego fue cancelado del todo, y el mismo destino corrió el concierto planeado en Tyffany de Brandford era asiático. Lo llamaban Oi! El Turbante. Los promotores cancelaron todos los conciertos, el Oi! Se despidió de cualquier oportunidad de aparecer en las radios, y tanto los 4 skins como los Business perdieron grandes contratos discográficos. Los negocios también se negaban a vender lanzamientos Oi!, y se corría el rumor de que se les estaba pidiendo a los
  • 99. negocios que no reportaran la cantidad de discos vendidos para que no figuraran en los charts. Todo podía haber terminado allí fácilmente, ya que el movimiento estaba prácticamente derrotado. Sin embargo, las bandas tenían otras ideas. Luego de unos pocos días de duelo, todos se arrodillaron y comenzaron a juntar los pedazos rotos. La mayor cantidad de mierda había sido arrojada sobre los 4 skins, así que quizás fueron ellos los que más tuvieron que remarla. Se ofrecieron para tocar en un concierto a beneficio para los oficiales de policía heridos y la comunidad asiática de Soouthall, y digieran que organizarían un concierto antirracista independiente para demostrar que no albergaban ningún resentimiento. Con temas como ACAB (Todos los policías son unos hijos de puta), un montón de gente suponía que la banda era anti policía, pero no era ese el caso. Prácticamente todos saben que la sociedad necesita alguna tipo de fuerza policial para poder sobre vivir. Contra lo que los 4 skins, y otras bandas como los Upstarts estaban en contra, era la mal política. Los policías de Southall se la habían llevado de pelea, y se llevaron la peor parte. Fue positivo el intento de la banda por subsanar una relación con la comunidad local y la policía, pero al final, fueron rechazados por ambos. Aun así, lo habían intentado. También se organizo un concierto secreto en el Pub Price of Wales, de Mottingham, al sur de Londres, y el programa Nation Wide de la BBC fue invitado para que pudieran ver con sus propios ojos, que el Oi! No significaba peleas. Los 4 skins habían reservado el lugar presentándose como The Skans, una banda que tocaba country y se vestían country, y la banda soporte en este caso, fueron los Bollyguns, mejor conocidos como los Business. La noche transcurrió sin disturbios, pero fue opacada por el sonido desastroso, que se cortaba a cada rato, durante la presentación de los 4 skins. La mitad del público termino arriba del escenario tratando de escuchar lo que no se podía oír a través de los parlantes. Con escasas oportunidades de obtener un contrato discográfico, los 4 skins decidieron lanzar un single, One Law for Them, en su propio sello Clockwork Fun. Era un autentico ataque sobre el sistema de clases que corrompe la justicia británica, y era la respuesta perfecta para lo que había ocurrido en lo de Southall. Si, como dicen, la justicia británica es la mejor del mundo, entonces que Dios los ayude a los pobres infelices de otros países. Pese a algunos problemas con la distribución, y la negativa de ciertos negocios a venderlos, se convirtió en uno de los singles punks de mayor venta de ese año.
  • 100. Se realizaron convenciones Oi! Para intentar resolver los problemas que enfrentaban las bandas, pero no pasaron de ser más que simples charlas. Como algo positivo, se consiguió que Secret organizara la manufactura y distribución de futuros lanzamientos Oi!, que vio la luz del día en octubre. En realidad, para octubre, el Oi! En general estaba dando grandes pasos hacia su recuperación. Infa Riot y los Business salieron de gira para promover el lanzamiento de sus singles debut, Kids of the Eighties y Harry May respectivamente (ambos lanzados por Secret), y tocaron en un par de conciertos antirracistas, uno en Sheffield y otro en Manchester. El concierto de Sheffield fue llamado “Oi! Contra el racismo, el extremismo político, pero aun en contra del sistema”, y tuvo lugar una semana después de que el RAR organizo su propio concierto en la ciudad bajo el nombre de “Oi! Contra el racismo”. Mucho más corto, pero no tan dulce. Para confundir las cosas, Infa Riot toco en ambos, pero las bandas como los Business y los 4 skins no querían saber nada con el RAR. Sham había hecho lo que les habían pedido, y terminaron siendo usados, así que nadie era lo suficientemente idiota como para tropezar con la misma piedra. Y por cierto, no hacia falta llevar insignias del SWP (partido socialista de los trabajadores) para probar que eras antirracista. Otra banda que andaba por ahí era Blitz, que pese a ser anunciados como originarios de Manchester, en realidad de New Mills y Buxton, Derbyshire. Bastante cerca. La banda de cuatro miembros, dos punks y dos skins, habían estado en la movida desde marzo de 1980 y ya eran bien conocidos para la época de Southall, porque Bushell siempre estaba hablando de ellos, y porque eran una de las pocas bandas que habían sido prohibidas en el Mayflower Club de Manchester. Aparentemente, algunos guardas habían sido re cagados a patadas por intentar evitar que el público subiera al escenario durante Fuck You. Manada de idiotas. En agosto de 1981, su single debut fue lanzado por el sello No Future. Para sorpresa de muchos, especialmente para la banda y la compañía discográfica, All Out Attack termino vendiendo más de 25000 copias y proveyó a No Future el dinero necesario para expandir sus actividades. En octubre, la banda toco en Bradford en los eventos para la Marcha por El Derecho a Trabajar, y participo en un compilado de Skunk Rock de No Future, que también incluía a bandas como The Partisans y The Samples. Skunk fue el nombre que recibió la música para punks y skins con la que todos habían soñado, desde la primera convención Oi! En el Conway Hall de Londres, justo después de
  • 101. lo de Southalll. Fue un intento para frenar la rivalidad en los conciertos entre dos movidas. Incluso los 4 skins, quienes se creían que nunca más tocarían en vivo luego de lo de Southall, volvieron al ruedo antes de fin de año. Gary Hodges dejo la banda poco después del concierto de Mottingham, y antes de su concierto de regreso en el Brannigan’s de Leeds, Steve Pear también se abrió. Sin embrago, se decidió que la banda continuaría, y con el mismo nombre. El Ex-plomo, Panther Cummins, se hizo cargo de las voces, John Jacobs tomo la guitarra, y el ex-baterista de Conflict, Peter Abbots, se hizo cargo de lo palillos. La única banda que no llego muy lejos fue The Last Resort. Esta fue una banda destinada a cosas mucho más grandes, si lo de Southall no hubiese ocurrido. Cualquiera que los hubiera que los hubiera visto podría afirmarlo. Pero en vez de salir a recorrer el país para limpiara su nombre, siguieron tocando en los mismos lugares del sur de Londres, una y otra vez. Decidieron tirar la toalla a comienzos del`82, luego de un incidente en el King’s Lynn, en el que el enfrentamiento entre los skinheads y los soul boys causo grandes destrozos. Todos los miembros de la banda y sus allegados fueron arrestados, pero al final fueron liberados sin cargos. Un álbum, A Way Of Life-Skinhead Anthems, fue grabado apresuradamente y lanzado en abril, bajo el sello Last Resort, administrado por Micky French. Era obvio que estaba apuntado al mercado skinhead, en un intento por recaudar dinero fácil. De ahí el titulo del album, la baja calidad de las grabaciones, y la inclusión de Red, White And Blue y Last Resort Bootboys, a expensas de Soul Boys y Johnny Bardon. Otra decepción fue el libro Oi! A View Of The Dead – End Of The Streets (Babylon Books). Se suponía que iba a ser la verdadera historia del Oi!, pero resulto ser un fiasco. En realidad, estaba muy mal escrito, era condescendiente y confuso, como si Garry Johnson lo hubiera hecho Garry Bushell. 1982 fue un año de altibajos. En febrero, la compañía Skunx promovió el sonido de Infa Riot en el Blue Coat Boy en Islington, Londres, dando así a las bandas punks y skins un lugar en la capital donde tocar regularmente. Para este entonces los Infa Riot se estaban alejando del Oi!, acercándose cada vez mas a la escena punk. Fueron los soportes de Exploited en la gira”Apocalypse Now” y también tocaron con ellos en el apoyo Theatre de Glasgow en el “Gathering of the Clans” junto a otros grupos punks. Un teatro para albergar solo a espectadores sentados no era el espacio ideal, y con el ejército de mods de Glasgow en pie de guerra,
  • 102. hubiera sido mejor hacerlo en la ciudad natal de los Exploited, Edimburgo. Hay que vivir para aprender. Los 4 skins lanzaron Yesterday’s Heroes antes de su album debut The Good, The Bad & The 4 skins. Ellos también habían firmado con Secret, un sello conocido no precisamente por despilfarrar dinero por lo cual el producto terminado estaba muy precariamente producido y desinflado. Salieron de gira para promoverlo con Combat 84, para noviembre ya habían perdido a dos integrantes: Abbots y Jacobs. Ingresaron Paul Swain e Ian Davies, que anteriormente habían estado en la banda Oi! De Hatfield, Criminal Damage. Volvió a armarse enfrentamientos en algunos conciertos, incluyendo uno en el 100 Club, y aun debieron seguir viviendo con las secuelas de southall. El gobierno local les prohibió tocar el Keighley Funhouse el tema de Trevor Griffith Oi! For England. El tema en sí era obviamente antirracista, pero así es como funciona la democracia local. Una organización de estudiantes locales se negó a dejar tocar a los 4 skins porque los consideraban fascistas. Después se preguntaron porque los skinheads los odian. Con el lanzamiento de Oi! Oi! That’s Yer Lot, el ultimo album Oi! De Secret, y el articulo “El Punk esta muerto”, publicado por Bushell en Sounds empezaba a parecer que el Oi! Estaba acabado. Las compañías como Riot City no ayudaron mucho al colocar porquerías viejas con cuatro crestas en la tapa. Para fin de año los Blitz se habían separado y luego de que su álbum, Voice of a Generation, hubieran alcanzado el puesto numero 27 en los rankings de discos mas vendidos, sin ningún tipo de promoción. Y por supuesto, la desaparición de Blitz equivalía al fin de No Future. Lo mismo ocurrió con los Business en diciembre, debido a diferencias musicales. Aun así, el Oi! Seguía resistiendo. Micky Fitz reapareció a comienzos del 83 con unos Business renovados, luego de reclutar al bajista Mark Brennan y al guitarrista Steve Wale de la banda Lewisham Blackout, y al baterista Kevin Boyce. El punk realista era el nuevo grito de guerra. La banda grabo Suburban Rebels (Secret), que llego al puesto 37 en el ranking nacional, pese a haber sido desdeñado en Sounds por el padrino del Oi!. Como muchas bandas Oi!, los Business no se comprometían con nada. Pero tocaron en un montón de conciertos a beneficio (muchos más que algunas bandas de izquierda que estaban de moda) y siempre se negaron a tocar en conciertos cuando parte de su publico tenia la entrada prohibida (como ocurrió en el Marquee con los skinheads), y cuando los precios de la entrada o la cerveza eran
  • 103. demasiado elevados (como ocurrió en el Lyceum). Como muchas otras bandas The Business capturo el espíritu del Oi!, tenían temas como para cagarse de risa un rato, como Drinkin’and driving, y otros temas en los que manifestaban sus opiniones, como Guttersnipe, una clásica canción anti tabloides, similar a la inmortal The Sum Says de los Sparrer. Roy Pears también volvió al Oi! Luego de haber reemplazado a Panther como vocalista en los 4 skins. The Last Resort se las habían arreglado para meter Horrorshow en el copilado Oi! Oi! That’s Yer Lot, bajo nombre de The Warriors, pero ahora estaba comprometido con Hoxton Tom y sus chicos, hasta que los 4 skins pusieron punto final a su historia en 1984. Se habían cansado de no poder tocar tanto como querían, además Paul Swain e Ian Davies fueron expulsados por barberos. La banda se despidió con el álbum en vivo From Chaos To 1894 (Syndicate). El disco tenia todos los clásicos, menos Sorry, y fue un tributo de altura para la banda numero uno del Oi!. Pero el año no podía terminar sin un nuevo copilado Oi!, aunque el ultimo esfuerzo de Secret parecía ser el episodio final, parecía que varias personas tenían un álbum escondido en la manga. En noviembre de 1893, Son of Oi!, salio a las calles bajo el sello Syndicate, que había tomado la posta mas o menos allí donde Secret la había abandonado. Por cierto, no fue el mejor copilado Oi!, y muchas de las bandas que participaron no duraron mucho luego de la grabación, pero por lo menos estaba ahí para seguir flameando la bandera. Pocos hubieran apostado por la supervivencia del Oi! Luego de lo de Southall, pero contra todos los pronósticos, sobrevivió y creció. El Evening Standard lo llamo el denominador común del pop, pero como la mayoría de los de su tipo, no sabían de qué se trataba. El Oi! Se trataba de cagarse de risa un rato y hacerte escuchar, pero también era mucho más que eso. El Oi! Era la voz de los chicos de las calles de todas partes, y es una voz que nunca mantendrán en silencio ni un mes de Southalls. “El Oi! es rock and roll, cerveza, sexo, ir a conciertos, cagarse de risa un rato, pelearse, es nuestra vida, es nuestro show, nuestro mundo, es nuestro estilo de vida.” Garry Johnson.
  • 105. CAPÍTULO SEIS NI WASHINGTON NI MOSCÚ “El Reino Unido conoció por primera vez el termino pakibashing el Miércoles pasado. Un grupo de skinheads se jactaron en la tele de golpear a los inmigrantes de color en el este londinense sólo por diversión”. Sunday Mirror, 1969. No hay nada como un poco de violencia para disparar el rating, por lo cual no sorprende a nadie que la cámaras hayan seguido rodando cuando las mesas y las sillas comenzaron a volar en el Benny’s Bar en Harlow. Ver un club nocturno destrozado por las bandas rivales de skinheads debe haber sido el sueño hecho realidad para cualquier productor. Las cámaras iban a filmas en vivo a la banda londinense Combat ‘84 para el documental Skinheads, de la serie 40 Minutos, de la BBC. Antes de arreglar con Combat, los productores se habían acercado a otras bandas, pero, o bien no estaban interesadas en hacerles la segunda, o, peor aun, no eran lo suficientemente polémicas. The Business hubiera sido una muy buena opción, y hubiera dado buena cuenta del movimiento skinhead y de ellos mismos, pero 40 Minutos tenia otras ideas en mente. Luego de los de Southall, querían algo un poco mas controvertido, más lujoso. Después de todo, ¿Qué seria de un programa acerca de los skinheads sin un poco
  • 106. de racismo y la promesa de ver cómo cagan a patadas a algún pobre infeliz? ¿Y quien mejor para ello que Chubby Chris Henderson, cantante de Combat 84 y famoso vándalo racista de la zona? Chubby Chris nunca negó su orientación política, y quizá éste fue uno de sus de sus mayores errores. Otros que coqueteaban con la extrema derecha nunca se hicieron cargo y zafaron. Y, por supuesto, si decís que estas relacionado con la extrema izquierda a nadie se le mueve un pelo. Y en cuanto a los enfrentamientos, cada vez que se pudría algún concierto en Londres, podías apostar hasta tú ultimo centavo a que se le echaría la culpa a Chubby Chris como principal culpable. El tipo era el primero en admitir que estaba involucrado en los bardos, y ciertamente no era un inocente, pero su fama creció al punto tal, que se lo culpaba de peleas en conciertos a los que ni siquiera había ido. Irónicamente, Combat 84 ya habían terminado su show y estaban viendo a sus colegas londinenses The Elite, cuando empezó la riña en Benny’s. Es más, junto a Gary Hitchcock, de Harlow, Chris hizo todo lo que pudo para parar la pelea desde el escenario, intento mantener separadas a las dos bandas que se enfrentaban en el piso. Dos cuestiones que no suelen mencionarse. Con Chubby Chris al frente, Combat 84 fueron proscriptos en algunos círculos por ser una banda de derecha que equivalía a problemas. Esto debe haber significado una gran sorpresa para el resto de la banda, ya que ninguno de ellos compartía la visión política de Chris. En realidad, la banda hacia todo lo posible para mantener la política y el futbol alejados de su música y eso era así tanto para Chris como para los otros integrantes. Promocionar dichas cuestiones en los conciertos equivalía a firmar tu propia sentencia de muerte, particularmente luego de los Southall. Skinheads, había demostrado claramente que la banda, al igual que la movida skin, estaba constituida por seres individuales, cada uno con sus propias creencias y opiniones. El bajista Deptford John dijo que él no estaba interesado en la política, y que definitivamente no era racista, mientras que el baterista Andy The Greek era justamente racista. Y en cuanto a Chris, pasaba más tiempo hablando de la educación, la adopción y el jabón en polvo que de política. Aun así, siempre hay gente que sólo ve lo que quiere ver. Gracias a los rumores sobre cuestiones políticas y violencia que persiguieron a la banda durante toda su carrera, Combat termino perdiendo conciertos, giras, e incluso un contrato discográfico con Secret. A pesar de todo, lo que nunca perdieron fue el apoyo de sus seguidores, que ayudaron a la banda a llenar los locales punks del circuito londinense con bastante
  • 107. regularidad, y que colocaron el EP debut, Orders Of The Day, en el numero 11 de los Indie Charts luego de haber vendido alrededor de 5 mil copias. No estaba nada mal por tratarse de un lanzamiento autofinanciado y lanzado por el sello de la banda, Victory, que apenas estaba expuesto en la prensa y tenia muy poca distribución. En octubre del 83, un año después de que Skinheads fuera grabado, Combat 84 se separó mientras grababan su álbum debut Send in the Marines. Deptford John y el guitarrista Jim se pudrieron de la imagen de derecha de la banda, y la abandonaron para dedicarse a ser plomos de los UK subs. Combat se había convertido en otra victima fatal del movimiento skinhead gracias a la política. En un mundo perfecto, cualquiera podría tener sus propias creencias políticas, y se las reservarían para las umas. Eso es exactamente lo que Combat 84 intento hacer, pero fue lo mismo que intentar mear contra el viento. La verdad es que cada uno tiene derecho a tener sus propias opiniones, sólo que algunos tienen más derecho que otros. Todos tenemos nuestra cruz, y desde fines de los 70s, el movimiento skin ha tenido que luchar contra la política. Tanto la izquierda como la derecha han intentado usar y abusar de los Skinheads con distintos grados de éxito. Tal es así que hoy la política extremista se ha convertido en parte de la movida, tanto como las botas Doc Martens. Los skinheads originales habían demostrado no tener verdadero interés en la política organizada, y nunca fueron asociados con la extrema derecha. Cuando sos joven y hay talento que cazar, una pelota que patear o una esquina que Defender, las cuestiones políticas no deben meterse en el medio. Después de todo, no importa por quien votas, el gobierno siempre se mete en el medio, y todavía no habido un gobierno que ofrezca rapadas gratis y botas baratas. Es verdad que algunos de la clase 69 apoyaban las ideas de Enoch Powell, pero también habrías encontrado otros que apoyaban al partido laborista, a los conservadores, e incluso a los liberales. Incluso algunos perdidos pensaban que los hippies tenían la solución correcta. Pero al final, la política estaba en los últimos lugares de la lista de prioridades skinheads, y nunca fue motivo de división.
  • 108. Fue el National Front el primero en introducir la política en la movida skinhead. Antes del 76, poca gente tomaba al National Front en serio. Esto cambiaria la llegada de refugiados reales era realmente minúsculo, pero los diarios se encargaron de convertir unas pocas docenas en una verdadera invasión, y al hacerlo llevó a la gente el borde de la historia con historias de hoteles cinco estrellas y entrega de viviendas masivas. El National Front vio que el viento soplaba a favor suyo. En las elecciones locales del 77 pudieron asegurarse 250 mil votos y meter varios candidatos. La voz de la extrema derecha había surgido de la nada, e incluso empezó a decir que el NF podría reemplazar al partido liberal como tercer fuerza en la política británica. Como todos los partidos, el NF tenia una vasta plataforma electoral, pero eran vistos como facción de una causa única, resumida en el slogan “si son negros, mándelos de vuelta” (“If they’re Black, send them back”). La inmigración se estaba convirtiendo en un tema clave en la política británica de aquella época, y finalmente haría que Margaret Thatcher se convirtiera en la primera mujer en ocupar el puesto de primer ministro. Prácticamente le había serruchado el piso a los del National Front, utilizando la cuestión racial para sus propios fines. Pero eso ocurrió unos cuantos años después. Mientras tanto el NF estaba reclutando gente, particularmente entre los jóvenes. Y no eran sólo los skinheads los que respondían al llamado a las armas. Punks, teds, mods, pelilargos, y normales, todos comenzaron a demostrar simpatía por el NF, aunque muy pocos podrían haberte dicho algo concreto sobre el partido, más allá de unos pocos slogans. Encima, menos militares aun tenían suficiente edad para votar. El breve flirteo del punk con el nazismo ya había llevado a la formación del Anti nazi League, y el Rock Againts Racism. Ahora con el NF en carrera, amas organizaciones antifascistas redoblaron sus esfuerzos para evitar su triunfo, particularmente entre los jóvenes. En la formación del Young National Front hacia fines del 77, las escuelas, las canchas, los conciertos y los clubes juveniles se convirtieron en campos de batalla política y los chicos eran como peones por ambos bandos. Entre los chicos blancos de clase trabajadora el YNF encontró terreno fértil. En muchos aspectos, decir que eras del NF era una demostración de que eras de excelente calidad, y los chicos corrían detrás de los mas grandes cantando “National Front”. Solo era parte del crecimiento, así como dar unos plones a un cigarrillo en el baño escaparse temprano para no ir a clase de francés. La Anti Nazi League realmente no mejoro las cosas al pedirle justo a los maestros que hablaran con sus alumnos en contra del NF. ¿ Que mejor incentivo necesitabas para agarrar diez centavos y salir a comprar una copia del Bulldog?.
  • 109. Los skinheads se convirtieron en un blanco especial para las campañas de reclutamiento del NF en la época de Sham. Mientras que prácticamente todo el mundo condenaba el hooliganismo y otros pasatiempos skinheads, el YNF los idolatraba como guerreros de los estadios, y publicaba la columna League of Louts en su diario Bulldog. Este era un partido que no te hablaba a vos, sino que hablaba con vos, y que no te despreciaba sino que te trataba como la crema de la juventud británica. Así como los punks simbolizaban la anarquía, los skinheads pronto fueron identificados por el ojo público como bootboys del NF. Para muchos era una oportunidad de hacer flamear la Unión Jack y hacerle fuck you! Al resto de la sociedad. Y por supuesto, la probabilidad de enfrentamientos regulares en eventos y marchas contra los manifestantes anti NF representaba un estimulo extra para muchos skins. La Anti Nazi League también había tenido sus éxitos entre los jóvenes, nada menos que por contar con bandas de renombre en sus conciertos. 80 mil personas asistieron a su Carnaval Contra los Nazis en el Hyde Park de Londres en abril del 78, para ver bandas como The Clash, The Tom Robinson Band y Steel Pulse. En realidad, la idea del RAR fue la exitosa que poco tiempo después el YNF creó su propia organización, el Rock Against Communism. El error más grande de la ANL fue acorralar al NF, eso sólo lo hizo más atractivo para los chicos que se querían hacer los rebeldes, y contribuyó a reforzar la ya popular actitud skinheads del YNF. Haciendo salvedad, incluso en su mejor momento, los miembros del NF nunca superaron los 15 mil, y en gran parte se debe a la ANL y organizaciones antifascista similares. Irónicamente, la imagen skinhead probablemente le haya costado más votos al NF de los que le hizo ganar. En las elecciones generales de 1979, los números de votos del NF ni se acercaron a los resultados de los años anteriores. E partido rápidamente se quedó sin fuerzas, debido principalmente a los conflictos internos que siguieron a las elecciones. La cuestión aún se complico más gracias a artículos periodísticos que exponían a algunos de los principales referentes del NF como nazis encubiertos, homosexuales y corruptores de menores. Muchos skinheads abandonaron el NF en ese momento en parte por lo anteriormente mencionado, pero también porque habían surgido organizaciones mucho más extremas. Para seguir siendo los más populares tenían que cambiar su tarjeta de membresía de YNF por una British Movement o la Anti Paki League. Otros afirmaron ser miembros de organizaciones tipo paramilitar como Section 88 o el National Socialist Action Party.
  • 110. El BM se beneficio gracia al flujo de skinheads en sus filas, con su número de militares creciendo hasta los 8 mil. Era una organización abiertamente nazi, y para deleite de sus miembros, estaban mucho más interesados en la acción directa callejera que esperar los resultados de la Comisión Electoral. Para la época en que Southall iba a ingresar a la historia, el apoyo skinhead al NF y al BM estaba en caída. Ambas organizaciones estaban tan complicadas en batallas internas por el liderazgo, que se convirtieron en algo tan atractivo como ver un partido bajo la lluvia torrencial, en el que Cambaceres y Flandia terminan empatando cero a cero. No hay duda de que un montón de skinheads apoyaban al NF y al BM porque era lo más en esa época. Como decía Max Splodge, para el momento en que tenían edad para votar, a la mayoría ya se les había pasado. Aun así, skinheads o no, siempre habrá gente que genuinamente cree en las políticas de la extrema derecha, así como otros creen otras políticas. Y para aquellos que aun siguen peleando por su raza y su nación, el surgimiento de Skrewdriver significaría el soplo de aire que estaban esperando. La banda había tirado la toalla y habían vuelto a Lancashire en el verano de 1978, totalmente desilusionados con el negocio de la música. A diferencia de Sham, Skrewdriver se habían negado a responderles a las revistas musicales y a distanciarse de los elementos racistas entre sus seguidores, pagando el precio de no tener publicidad, conciertos ni contratos discográficos. Hacia fines de 1979, el cantante Ian Stuart y el bajista Ian McKay se mudaron a Manchester y revivieron la banda con la ayuda de dos músicos locales, el guitarrista Glen Jones y el baterista Martín Smith. Tocaron en la ciudad y en sus alrededores y lanzaron el EP Built Up, Knocked Down en el sello independiente local TJM. Toda esperanza de pegarla estaba imposibilitada por supuestos vínculos con el NF, por lo cual a fines de 1980, Strewdriver volvió a relicarse.
  • 111. Cuando la banda resurgió en Londres hacia fines del 81, solo el cantante Ian Stuart se había trasladado hacia el sur. Se había mudado a Londres en agosto de ese año, y con ayuda de la tienda The Last Resort, había reformado Skrewdriver. Se le habían unido Mark French y Geoff Williams, que habían estado con The Elite, y Mark Neeson. A principios del 82 Back With a Bang fue lanzado por Last Resort Sounds, y se abrió camino en los charts independientes. Skrewdriver comenzó a tocar en conciertos otra vez en Londres y sus alrededores, llenando Skunx y el 100 Club regularmente. Aún quedaban dudas sobre la orientación política de las bandas, pero no por mucho más tiempo. Los Skrewdriver habían sido acusados de ser una banda del NF en el 77, momento en el cual ninguno de los integrantes de la banda estaban involucrados con el partido. Todo lo que hicieron fue negarse a deshacer del creciente número de skinheads racistas que acudían a sus conciertos. En realidad, Ian Stuart no se había unido al NF sino hasta después de que la banda se separó y volvió a Blackpool. Los mismos The Elite no eran ajenos a la extrema derecha y con la nueva formación, la orientación política de Skrewdriver comenzó a ser más obvia. Canciones como White Power y Smash the IRA fueron añadidas a su repertorio, e Ian Stuard comenzó a dar discursos a favor del NF desde el escenario. La prensa musical continuó sus ataques sobre la banda e intentó que varios clubes les impidieran tocar en vivo. En principio los clubes se negaron, nada menos que porque Skrewdriver les llenaba la caja. Pero las cosas llegaron al límite aquel verano, cuando se desató una pelea en el 100 Club entre las bandas Skrewdriver e Infa Riot y sus respectivos plomos. Los promotores ya habían sido criticados por permitir que bandas como Skrewdriver y Combat 84 tocaron en el lugar, y esta fue la gota que rebalsó el vaso. Skunx, por el contrario, continuó contratando a Skrewdriver hasta que la presión policial obligó al club a cerrar sus puertas para fines del año. Sin ningún lugar para tocar, y sin publicidad en los medios, los Skrewdriver acudieron a los únicos amigos que les quedaban, el National Front. Junto al organizador del YNF. Joe Pearce, Ian Stuart reactivo el Rock Against Communism y comenzó a organizar conciertos por todo Londres. Al igual que Skrewdriver, otras bandas skinheads como The Ovaltinies, Peter & The Wolves, The Die-Hards y Brutal Attack empezaron a tocar bajo las banderas del RAC, y para ganarles al negocio musical en su propio juego, el NF lanzó White Boise Records y relanzó el single de Skrewdriver, White Power.
  • 112. A lo largo de 1983 y 1984, White Noise y RAC tuvieron viento a favor. La asistencia a los conciertos promediaba alrededor de 500 personas, pese a que las publicidad se hacia de boca en boca, y el lanzamiento del EP This is White Noise (con la participación de Skrewdriver, ABH, The Die-Hards y Brutal Attack) subrayó su crecimiento. ABH se las había arreglado para participar en el segundo y ultimo compilado OI! de Syndicate, The Oi! of Sex, con su tema Don’t Mess With The SAS. En un intento por distanciarse del NF los dos compilados de Syndicate tendían a ser de izquierda, particularmente con la elección de poesía. Incluso había un coro masculino con el nombre de The League Of Labour Skins, que cantaban una versión patriótica de Jerusalem. The League duró tan poco como las otras bandas que aparecieron en los álbumes y nunca se volvió a hablar de ellos. Lo mismo ocurrió con los Skins Against Nazis, que se formaron en julio del 78 y su único momento de fama fue un artículo de media página en Sounds. En realidad, no eran más que otro pin para ser usado junto al de Skateboarders Againts Nazis, y nunca tuvieron gran aceptación. Aun así, debido al apoyo que recibía el NF en ese momento, hay que sacarse el sombrero ante los jóvenes skins del este londinense que tuvieron las bolas para crear Skins Againts Nazis. Para 1984, el movimiento skin estaba partido al medio por la política, así como por la música y el vestuario. Toda situación se resumía en dos cartas publicadas en el Sounds, luego del enfrentamiento que se armó en el concierto de Broken Bones en Hereford. La primera había sido mandada por una chica punk que se quejaba de que los skinheads atacaban a cualquiera que se le ocurriera bailar. Recibió una respuesta de un fanzine skinhead llamado Hard As Nails que sostenía que los verdaderos skinheads no hubieran dado ni un pedo por el recital de Broken Bones, y que todo el problema era culpa de los punks pelados. Hard As Nails salió a la calle por primera vez en agosto de 1983, y sólo vendió 75 copias. Aun así, fue suficiente para poner la piedra fundamental del retorno de los valores skinheads tradicionales. Su principal objetivo era actuar como un foco para lo que llamaba Sussed Skinheads, skins que se vestían elegantemente, y eran una especie de baluarte para el culto. Los siete números que aparecieron en un lapso de dos años fueron la inspiración para toda una camada de skinzines que los siguieron, como Back Against The Wall, Bovver Boots, Tell Us The Truth, Crophead y otros. Hard As Nails se convertiría en un punto de encuentro para los skinheads que se oponían al racismo, así como White Noise Club lo era paras los skins racistas. Su
  • 113. Campaña Por Los Auténticos Skinheads y su sello definieron la línea del frente más clara que nunca. El evangelio según Hard As Nails sostenía que los auténticos skinheads eran pro estilo, pro música, y anti política, mientras que aquellos que seguían a Skrewdriver y afines no eran más que unos espantapájaros poxirraneros y bocones que se hacían llamar skinheads. Pero incluso en las paginas de HAN, no había manera de escapar de las contradicciones de la vida. Sorprendentemente, el fanzine que culpaba al punk por el deterioro de los parámetros skinheads, se dedicaba mayormente a la cobertura de la música Oi!. es más, le daba lugar a bandas como Indecent Exposure, pese a que posaban con Union Jacks invertidas y tocaban con bandas como Skrewdriver y Brutal Attack, bajo el pretexto de no ser racistas, sino solamente patriotas. No es que haya algo contra el patriotismo, particularmente en los círculos skinheads. Este fanzine fue un intento por unir al movimiento skin, más que por dividirlo. Pero con los golpes para Skrewdriver y el ocasional apoyo a la banda antifascista callejera, Red Action, Hard as Nails fue arrastrado hacia el turbio mundo de la política, aún contra su propia voluntad. Y así se perdió toda esperanza de reunir a toda la movida bajo un mismo techo. Originalmente llamados No Swastikas, los Redskins fueron abiertamente políticos desde un primer momento. Es más, no eran solo antinazis. Dos de los miembros de la banda, el cantante Chris Dean y el bajista Martin Hewes, eran miembros activos y pagos del Socialist Worker’s Party (Partido de los Trabajadores Socialistas) y usaban abiertamente a la banda para promover la línea del partido. Aún así, el apoyo por Hard As Nails a los Redskins poco tenía que ver con su orientación política. En realidad, el apoyo dogmático de los Redskins al SWP hizo que muchos de los skins que los seguían perdieran el interés en la banda. La mayoría iba a ver a los Redskins por la música y la cerveza, y no para y no para escuchar las arengas revolucionarias. De la misma manera, no todos los que iban a ver a Skrewdriver como una banda punk. Tomando en cuenta a su público, los Redskins tampoco eran una banda skin, pese a su nombre y su aspecto. En Londres, su público estaba mayormente conformado por estudiantes militares del SWP y gran cantidad de rockabillies. Algo similar ocurría en los conciertos que daban en el resto del país. Para muchos skinheads, daba la impresión de que los Redskins habían adoptando el estilo como una imagen vendible, y los integrantes de la banda fueron los primeros en admitir que se esforzaban por caracterizarse como skinheads. El baterista Paúl Hookman se rapó la cabeza cuando abandonó la banda pop The
  • 114. Woodentops, por lo cual no se puede afirmar que fuera un skinhead de la primera hora. El corte de Chris Dean también dejaba mucho que desear, a menos que fueras un gran fanático de Tintín. Su manía de vestir una Harrington de distinto color cada noche también era motivo de risa. Los seguidores más cercanos a la banda mantenían un registro de los colores que usaba. Pero al igual que Martín Hewes, se había vestido de skin por años, por lo cual esto no era sólo una cuestión de moda. Luego de lanzar dos singles con el sello de Leeds CNT, la banda firmo con Decca y apareció varias veces en los puestos más bajos de los charts, con temas como Keep On Keeping On, The Powers Is Yours e It Can Be Done. La moraleja era “si eres de izquierda, entonces está de moda mezclar la política y la música, pero si eres de derecha mejor olvídate”. Más importante aun, era el hecho de que los Redskins ofrecían un sonido diferente y refrescante, en un momento en el que la música skinhead estaba en peligro de deteriorarse y convertirse en punk rancio con toques de heavy metal. La principal influencia de los redskins eran los sellos soul, Tamla y Stax, pero también tomaban muchas cosas prestadas de los rockabillies y de bandas como The Fall. Skinheads o no, ciertamente no había simpatía entre el White Noise Club y los Redskins, y no pasó mucho tiempo hasta que el odio muto estalló violentamente. En junio de 1984, el Greater London Cuncil organizo el festival Jobs For AChange en los Jubilee Gardens. Los Redskins compartían el cartel con Billy Bragg, Aswad y The Smiths, pero no llegarían a terminar su presentación. A mitas de Lean On Me, una botella fue arrojada hacia la banda, y esto actué como una señal para alrededor de 50 skins del National Front y Chelsea Headhunters, que coparon el escenario. En el caos subsiguiente, un bajo termino ensartado en un redoblante y se partieron unas cuantas cabezas y botellas, todo bajo el sonido del Feedback y el griterío de los nazis. Los skins Anti-Nazi y los fans de los Redskins se plantaron, pero la mayoría del público, con sus flamantes gritos de “liberen a Mandela”, Salió corriendo hacia la dirección opuesta tan rápido como les daban sus piernas. Gracias por la solidaridad. La batalla continua en las calles cercanas a los Jubilee Gardens, y al ver skinheads cogiendo a palos a otros skinheads, la gente se preguntaba quien estaba de cada lado. La pelea continuo hasta la estación Waterloo, e incluso hasta adentro del cercano Hospital de St. Thomas, donde habían llevado a los heridos. Esa misma noche, un notorio pub de derecha en Islinston fue atacado por zurdos en busca de venganza.
  • 115. Luego de lo de Jubilee Gardens, siempre había una ligera atmosfera de paranoia en los conciertos de los Redskins, especialmente en Londres, donde los skinheads Anti-Nazi a menudo se paraban en la puerta para identificar a cualquier skin de derecha que quisiera entrar. Aun así, la mayoría de las veces la banda optaba por la seguridad de tocar en conciertos organizar por estudiantes, una jugada que molestó a unos cuantos. Muchos no se tragaban que una banda skinhead tocara para estudiantes, en su mayoría, de clase media, cuyo interés en la política de izquierda a menudo les duraba tanto como el cheque de la beca. Por otra parte, esto es permitía a la banda mantener el bajo precio de las entradas y la cerveza (para aquellos que podían entrar), así como juntar más dinero, ya que los centros de estudiantes les ofrecían más que los promotores comunes. Nadie hizo más conciertos a beneficio que los Redskins, particularmente durante la huelga de los mineros. Es más, cuando Decca se rehusó a lanzar Kick Over The Statues como un disco a beneficio de las organizaciones anti-apartheid, la banda se plantó y lo lanzó por el sello Abstract, hogar de los Three Johns, de Yorkshire. En cuanto al White Noise Club, los planes para su propio festival, el Rock Against Communism, ya estaban encaminados. El festival se llevaría ábaco en un lugar privado, en las afueras de Suffolk. Los skinheads viajaron de todo el país para ver a Skrewdriver junto a otras cinco bandas en el primero de varios eventos al aire libre organizado por el NF. Para ese entonces, Skrewdriver tenia otra formación, con dos australianos y un italiano, más el siempre presente Ian Stuard y el productor de la banda, Geoff Williams, que había entrado en la batería. Este nuevo integrante internacional subrayó el hecho de que la fama de la banda y sus seguidores no estaban confinados a estas cosas. A principios de los 80’s, Australia también tenia su buena cantidad de skinheads racistas que se habían encariñado con Skrewdriver y sus amigos. La mayoría de los skins no británicos sabían muy poco sobre el origen de la movida, y ya era una gran cosa si llegaban a conocer a Sham 69. La mayoría pensaba que la movida había comenzado con el Oi!, y que en ese momento era liderada por las bandas White Noise, y que el fascismo sólo era parte del uniforme skinhead. El lanzamiento del single Invasion, y el segundo álbum de la banda, Hail The New Dawn, en el sello alemán Rock-O-Rama, demostraron que los Skrewdriver estaban más que felices al ver que su lucha por el poder blanco tomaba dimensiones mundiales. Rock-O-Rama podía ofrecer mucha mejor difusión que
  • 116. White Noise Records, y permitía a la banda incursionar masivamente en la floreciente escena skinhead alemana. Los skinheads británicos habían llevado su estilo a Alemania Occidental e la época de Sham 69 y el 2 Tone. Para la época en que surgió el Oi!, la escena estaba creciendo, y equipos como el Hamburg SV tenia alrededor de 200 skins en su hinchada cuando jugaban de locales. El culto se mantenía aún muy británico, incluso se usaban parches con la Union Jack y camisetas del West Ham. Y muy a menudo, los skins alemanes se juntarían a tomar con los soldados británicos durante los fines de semana. A medida que el tiempo fue pasando, los skins alemanes desarrollaron su propio sentido del orgullo, y comenzó a crecer su propia escena con sus correspondientes bandas. Una banda en particular, Bohse Onkelz, fue una banda de referencia para los skins alemanes en la primera época, pero al igual que sus contrapartes británicos, no eran inmunes a las dificultades. Cuando un punk alemán era molido a palos por los skinheads durante un viaje a Londres, se declaraba la guerra entre las dos movidas en Alemania, y a menudo las batallas se realizaban en los recitales de Bohse Onkelz no tenían ningún interés en la política organizada, pero su patriotismo a menudo era confundido con el nacionalismo por los medios, y eso también impidió que la banda tuviera más aceptación general. En realidad, aunque se habían formado en el 79, su primer lanzamiento en vinilo no salió a la luz sino hasta 1984, cuando Rock-O-Rama relanzó Der Nette Man. Para ese entonces, el culto skinheads estaba siendo distorsionado en forma política, con creciente cantidad de chicos viendo el estilo skinhead como el uniforme para el regreso de las juventudes Nazis. Esto era particularmente cierto en Alemania del Este, donde la oposición al comunismo y los llamados para Alemania unida eran mucho más explícitos. Al mismo tiempo, había gran cantidad de skinheads de izquierda que se oponían al regreso del nazismo, y también había pandillas de skinheads que se deleitaban en pelear tanto contra la izquierda, como contra la derecha. En épocas recientes, Alemania ha provisto a los medios con incontables historias sobre el crecimiento de los skins nazis, y su amenaza para la sociedad, pese a que las grandes cantidades de skins que no esta interesados en la política extremista son ignorantes. Varias personas han sido asesinadas por skinheads, incluyendo mujeres y chicos muertos por bombas incendiarias, gracias a la mano de tipos que solo pueden ser descritos como “lacras”. Aún así, la palabra “skinhead” es utilizada para describir a cualquiera considerado nazi por la prensa. Hay metros y metros y metros de filmaciones de noticieros en las cuales el relator
  • 117. cuenta que los skinheads están armando pelea, cuando en realidad, las filmaciones muestran a chicos que no son skinheads en absoluto. Cuando ves mierdas como esa te preguntas qué otras cosas el imperio de los medios está desinformando, y si en verdad cada noticia importante puede ser resumida en flashes de treinta segundos. Los vínculos con Rock-O-Rama dieron frutos para White Noise Club, y nada menos que en la forma de colaboración con un compilado llamado No Surrender. Congregaba a las bandas nacionalistas ya conocidas, al igual que a algunas caras nuevas, incluyendo a una banda de apariencia electro pop de Southamptom llamada The Final Sound. Incluso un montón de bandas skinheads, y no sólo las nacionalistas, habían recorrido un largo camino desde la época del Oi!. El trash y el heavy metal estaban siendo cada vez más manipulados por la publicidad, que sostenía que llevaban a la música skin más allá del punk y dentro del territorio de los hippies y los greasers. Pese a haber sido descritos como una banda Oi! por algunos observadores, los Skrewdriver se veían a si mismos como una banda de rock. Y lo mismo pensaba varias bandas White Power. El cover de Skrewdriver de Sweet Home Alabama, de Lynyrd Skynrd, y otros como la versión de Skullhead de Silver Macnine, de Hawk Wind, se hubieran hundido como una plomada en los círculos skinheads del 69, y hubieran hecho que el viejo Joe Hawkins se revolcara en su tumba. La relación del White Noise Club con Rock-O-Rama no tuvo un final feliz, especialmente para las bandas involucradas. En 1986, el NF se separó una vez más, y se empezó a saber que las bandas involucradas en el White Noise Club habían sido cagadas. No se les pagaron derechos de autor a las bandas y el club le debía a Rock-O-Rama 3 mil libras de ventas. El resultado fue que Rock-O-Rama se negó a proveerlos de discos y a lanzar cualquier nuevo material de las bandas del White Noise hasta que se la pagara. Como siempre ocurre, las últimas personas en enterarse fueron aquellas que enviaron dinero a cambio de discos, y no recibieron nada. De esta manera, varias bandas dejaron, bastante disgustadas el White Noise Club. Liderando la partida estaba Skrewdriver, junto a las dos bandas londinenses No Remorse y Sudden Impact. Brutal Attack, que no había tocado por más de un año, pronto se les unió. Al final, las principales bandas del sur se las arreglaron solas, mientras que la mayoría de las bandas del norte permanecieron fieles a White Noise.
  • 118. Por supuesto, ambos sectores se decían de todo. El White Noise Club acusó a Skrewdriver de dividir al movimiento en beneficio propio, y sostenía que sólo estaban interesados en hacer dinero constante. Más aún, pese a que las bandas que se fuero eran nazis, el NF de ninguna manera quería ser asociado con ellas. En verdad, las diferentes políticas eran en parte responsables de la ruptura, aunque el NF estaba más feliz de tener a las bandas en el White Noise Club mientras llenaran la caja del partido, así fueran nazis o no. La historia se vuelve bastante confusa, ya que los dos partidos surgidos de la ruptura del NF continuaron usando el nombre de National Front, pero la facción que controlaba el White Noise Club se encaminó hacia lo que ellos llamaban “revolución nacional”. Sorprendentemente, esto llevó a que en la tapa del National Front News apareciera una ilustración de un puño negro con la inscripción FIGHT RACISM. E incluso el coronel Ghadaffi, de Libia, se convirtió en un héroe para ellos. Skrewdriver, junto a las otras bandas que se abrieron, hicieron grandes aspavientos sobre la llamada “política de Tercera Posición” sostenía por una de las dos mitades del NF. Encima, comenzaron a decir que los homosexuales y los pervertidos habían tomado el control del partido, al cual comenzaron a llamar Nutty Fairy Party (Partido de los Troles Locos). Para competir con el WNC, estas bandas lanzaron Blood And Honour, una organización musical blanca centrada en una revista de mismo nombre. Blood And Honour no ocultaba para nada su tendencia nacionalista. Todo lo contrario, el segundo número de su revista lo describía como “el único ideal incorruptible”. Los No Removerse, desde que se formaron en 1987, no se hacían cargo de ser nazis, lo cual les permito crecer en status dentro del circulo del Rock Against Communism, y perder popularidad fuera de él. Aún así, la gente de Blood And Honour se veía a sí misma como la voz independiente del Rock Against Communism, por lo cual aceptaba a todas las bandas en su organización, así fueran nazis, nacionalistas, patriotas, anti- comunistas o whith power. Además, del NF se aliaba con ningún partido en particular, sino que prefería ofrecer su apoyo a organizaciones varias, incluyendo el revivido British Movement, el British National Party, el Ku Klux Klan y el grupo Flag del NF. El White Noise Club resistió unos meses más gracias a la lealtad de las bandas y fanzines que se negaban a creer que era una organización corrupta y agonizante. La banda más importante asociada al WNC en ese momento era Skullhead, de Consett, formada en 1984. Su cantante, Kev Turner, estaba en cana en el
  • 119. momento de la ruptura del NF. La banda se mantuvo dentro del WNC, y se rehusó a participar en las disputas del NF y Blood And Honour. Cuando Kev salió de la cárcel, la banda siguió tocando en los conciertos del WNC. En realidad, cuando en la prisión de Arlington le daban permisos de fin de semana, a menudo tocaba con su banda, para horror de las organizaciones antifascistas y los miembros locales del Parlamento. Sin embargo, incluso la lealtad de Skullhead llegó a su fin cuanto el NF decidió terminar con el White Boise Club y crear, en su lugar, una organización llamada Counter Culture. Esta nueva organización debía alcanzar todo el espectro de amantes de la música, lo que significo que Skullhead y otras bandas del WNC, como los Violent Stom de Cardiff, se vieran incluidos en un crisol que incluía la ópera y otros estilos tan diferentes. El insulto final que recibieron fue cuando se les pidió que dejaran las botas y adoptaran una imagen más elegante. Counter Culture resultó ser un fracaso, y los Skullhead la abandonaron para tomar Unity Productions, que no se alineaba con ninguna organización partidaria en particular, pero estaba orientada hacia la religión pagana Nórdica del Odinismo. Unity Production Nunca llegó a tener el alcance de Blood And Honour, pero contribuyó a reunir la escena musical nacionalista con unos cuantos conciertos colmados. No pasó mucho tiempo hasta que Unity comenzó a realizar recitales conjuntos con Blood And Honour. El día de San Jorge, en 1990, organizaron un concierto en Newcastle que contó con la presencia de bandas como Skrewdriver, Brutal Attack, Skullhead, Squadron, Battlezone, English Rose y Close Shave, y al que asistieron más de 400 personas, pese a las habituales trabas. Las organizaciones antifascistas como Cable street Beat, Anti Fascist Action y la revista Searchlight, siempre habían hecho todo lo posible para evitar que las bandas nacionalistas tocaran en vivo, y Newcastle no fue la excepción. Blood And Honour no será un trust de cerebros, pero tampoco son tan imbéciles como creen algunos zurdos, y la mayoría de las veces, sus conciertos salían adelante. Se hacían varias reservas en distintos lugares, todas bajo nombres falsos, y el lugar definitivo era mantenido en secreto hasta el último minuto. El ambiente generado por bandas como Skrewdriver y Brutal Attack en los conciertos de Blood And Honour era el de una especie de mini Nuremberg Rally. Había cientos de skinheads gritando “Sieg Heil! Sieg hail!, mientras Ian Stuart y Ken Mclellan hacían lo suyo. Al contrario de lo que muchos decían, la mayoría de los conciertos de Blood And Honour transcurrían sin ningún tipo de incidentes.
  • 120. Sin embargo, toda regla tiene excepción. En mayo de 1988, en Brest Francia, un concierto de Rock Against Communism terminó pudriéndose. Para esa ocasión, No Remorse iba a encabezar un concierto en el que también tocarían las bandas francesas Brutal Combat, Bunker 84, Legion 88 y skin Korps. Al final, la policía canceló el concierto justo una hora antes de que comenzara, dejando en la calle a varios cientos de skinheads, muchos de los cuales habían viajando desde Alemania y el Reino Unido. La bronca se convirtió en violencia, y las bandas de skinheads, muchos de los cuales habían viajado desde Alemania y el Reino Unido. La bronca se convirtió en violencia, y las bandas de skinheads causaron severos disturbios en las calles del pueblo de Britanny, dejando un saldo de varios apuñalados y detenidos. Tocar en otros países les brinda a las bandas nacionalistas públicos mas numerosos y fervientes, el Rock Against Communism organizaba frecuentes conciertos en Alemania, Italia, suecia, Holanda y otros países europeos. Aun así, el lugar donde todos quieren tocar en Estados Unidos, pero hasta la fecha, solo No Renovarse lo ha logrado, en ocasión de Aryan Fest de Oklahoma de 1990. A Skrewdriver y otras bandas se les ha denegado la entrada al país en varias ocasiones. Vale aclarar que los yanquis también aportaron lo suyo en la cuestión Nazi skinhead. Durante los ‘80s, los ataques racismos perpetrados por skinheads eran noticia, pero desde 1988, los medios se han matado por darle publicidad a cualquiera con el pelo rapado y u n brazalete con una esvástica. Todos los diarios importantes han publicado artículos. Rolling Stone lanzó una llamada Skinhead Nation, y también se ha tratado el tema en Talk shows conducidos por grandes figuras como Oprah Windfrey y Geraldo Rivera. A pesar del lenguaje común, los Estados Unidos son un lugar muy diferente de Gran Bretaña. Gran parte de los skinheads norteamericanos son sólo chicos blancos de clase media que se pueden dar el lujo de rebelarse (las botas Doc Martens son tres veces más caros en los Estados Unidos), y que son atraídos por las organizaciones racistas como Aryan Nations, White Aryan Resistance Y el Klux Klux Klan. Otra gran diferencia es el nivel de violencia dentro de los círculos skinheads. En el Reino Unido, los apuñalamientos pueden considerarse bastante comunes, pero la muerte en una pelea callejera es algo que aún sensibiliza a la sociedad. Del otro lado del atlántico, los puños y los cuchillos son reemplazados por armas de fuego y bombas, y prácticamente hay que ser un asesino serial de dos cabezas que a alguien se le mueva un pelo. Uno adquiere una nueva perspectiva de la palabra “extremo”, cuando te enteras de que el Sacramento un hombre fue clavado en una
  • 121. plancha de madera por los skinheads, como en una crucifixión, sólo por tratar de abandonar una banda racista. Y cuando una chica skinhead intento hacer lo mismo en Chicago, sus ex compañeros la cagaron a palos de manera tal que pudieron usar su propia sangre para pitar una esvástica en la pared de su propia casa. Una vez más, la atención de los medios, con sus regulares incursiones en el mundo de las verdades a medias y las exageraciones, ha conseguido atraer cientos de locos al culto skinhead. A menudo, es sensacionalismo deliberado, a veces, sólo es ignorancia. Por ejemplo, el San Francisco Chronicles publicó un articulo en el que se decía que los “skinheads racistas eran una evolución de los teddy boys que surgieron en Inglaterra a fines de los 60”. Y además sostenían que la única diferencia entre los skins británicos y los norteamericanos sólo era un toque californiano, las chombas Fred Perry. Se estima que hay alrededor de tres mil a cinco mil skinheads racistas en los Estados Unidos. La organización que hasta hace poco tenía más adeptos era el brazo juvenil de la White Aryan Resistance, el Aryan Youth Movement. Esta organización era prácticamente desconocida en los círculos skinheads, hasta que Skrewdriver los menciono en la tapa trasera de un álbum. Desde ese entonces, el WAR se esmeró más que cualquier otro grupo para acompañar al creciente movimiento skinhead. Su líder, Tom Metzger, veía a los skins como a sus “guerreros” de la línea del frente en la batalla por la supremacía blanca, pero para muchos, su mensaje de limpiar las calles, no significaba más que formar patrullas de recolectores de residuos. Dos asesinatos racistas llevados a cabo por skinheads del WAR en San José y Remo, fueron seguidos por el asesinato a golpes de un estudiante etiope, y cuyos culpables eran tres skins pertenecientes al East Side Pride, de Portland. Los agresores fueron sentenciados con largas condenas, pero la Corte fue mucho más allá que castigar a los que empuñaron los bates de béisbol. La corte concluyo que el WAR estaba implicado en el asesinato de Portland, ya que había alentado y promocionado la violencia racial en la zona. La familia de la victima recibió 12 millones de dólares en calidad de resarcimiento, llevando a la bancarrota a Metzger. Los skinheads racistas sólo son parte de la historia de los Estados Unidos a pesar de lo que digan los medios. La música hardcore ha tenido una influencia masiva en los skinheads norteamericanos. Bandas como Agnostic Front y Warzone han atraído hardcore skins a sus conciertos desde fines de los 70, y Harley Flanagan, quien alguna vez fue skinhead y cantante de los Cro-Mags, incluso comenzó un movimiento Hare Krishna en algunos círculos skinheads neoyorquinos.
  • 122. Mientras que los skinheads racistas han adoptado el uniforme del culto de manera tal que se parezca a la vestimenta paramilitar, los skins hardcore sólo tienen en común con sus contrapartes británicos, las botas y el pelo rapado. No muchos skinheads fuera de los círculos hardcore gustan de las chaquetas de cuero o de las patinetas. En realidad, muchos de los skinheads que siguieron al hardcore no eran más que punks pelados. Siempre hubo un elemento racista en los círculos hardcore, pero la verdadera violencia siempre estaba en el skinhead versus punk. Hoy en día, el hardcore aun tiene seguidores skinheads, pero son muchos menos que a comienzos de los 80. Desde entonces, la influencia del Oi! británico ha reemplazado al hardcore como el principal estilo preferido por los skinheads y hoy Norteamérica puede jactarse de tener la escena Oi! más grande del mundo. Esta también ha sido acusada de ser un movimiento racista, pero lo único que tienen que hacer los imbeciles que dicen eso es visitar Nueva York para ver cuan equivocados están. Allí, se pueden encontrar skinheads de todos los colores y credos, y bandas como Oxblood y Templars tienen una formación multi-étnica. También hay gran cantidad de skinheads que gustan del ska, y un número creciente que esta en el skinhead reggae y el soul, así como en el estilo y las creencias del 69. El efecto del circo mediático sobre la escena White power hizo que todos los skinheads fueran vistos como racistas por el publico en general. En realidad, no es que los skinheads se volvieron nazis, sino que los nazis se estaban volviendo skinheads, haciendo que estas dos palabras fuesen prácticamente equivalentes para mucha gente. La consecuente reacción anti skinhead afecto a toda la movida, y no sólo a las brigadas White power, lo cual forzó a manifestarse a aquellos que estaban en contra del racismo. Durante 1986, una organización llamada Anti-Racist-Action nació de los Baldies Against Racism, con base en Minneapolis, y a los largo y ancho de todo el país bandas skinheads similares comenzaron a llevar en alto sus colores en el mástil del anti racismo. En Nueva York, un skinhead llamado Marcus, comenzó el Skinhead Against Racial Prejudice, que pronto logro establecer secciones en distintas regiones de los Estados Unidos. La ventaja más grande del SHARP es que era algo no político. Y su único objetivo era hacer que el mundo supiera que no todos los skinheads eran racistas. En verdad, el orgullo de ser norteamericano demostrado por montón de SHARP skins, muchos de los cuales sirven en las fuerzas armadas a causado algunos problemas con ciertas organizaciones anti racistas de izquierda, que ven al anti racismo como sólo una de tantas causas que vale la pena defender. Por usar el slogan PRIDE WITHOUT PREJUDICE (Orgullo sin prejuicios), y las barras y
  • 123. estrellas en su logo, los SHARP fueron acusados de utilizar una bandera racista y, por los tanto, apoyar el genocidio los nativos norteamericanos. Hay gente que no se puede conformar con nada. Otros estaban decepcionados al descubrir que los skinheads anti racistas no denunciaban la violencia. En realidad, muchos se jactaban de sus batallas contra los skins nazis y otras bandas, mientras que otros se vieron involucrados en ataques a gays y hippies, siguiendo lo que era considerado una moda skinhead. Y no es que les molestara a la mayoría de las secciones SHARP. No les interesaba quedar en la historia como los chicos buenos, lo único que les interesaba era no quedarse con el racismo. La idea del SHARP fue importada en Europa y otros sitios por Robby Moreno, que era el cantante principal de la banda Oi! galesa The Oppressed. En una visita a los Estados Unidos durante la cual buscaba bandas para su sello Oi! Records, tomo un panfleto de SHARP y decidió llevarse la idea a casa. Pese a que la derecha sostenía que era comunista, la verdad es que Roddy con tenia tiempo para la política (el slogan de su sello era NEITHER RED NOR RACIST, Ni rojos ni racista), sólo quería desviar la atención de los medios en el Blood & Honour, lo cual mostraba a los skinheads como vándalos nazis. Se formaron unas cuantas secciones SHARP en el Reino Unido, y gran cantidad de skins simpatizaban de modo no orgánico. Sin embargo, nunca alcanzo el mismo éxito que en los Estados Unidos. Uno de los problemas eras que el SHARP era visto como algo político, lo cual hacia desconfiar a muchos skins que habían visto a la movida dividida por cuestiones políticas desde la época de Sham. Otro problema era que, a pesar del nombre, todo aquel que estuviera de acuerdo con el SHARP podía sumarse. Eso hizo que hubiera hippies, punks, normales y otros que se hacían llamar miembros de SHARP. Si se oponían al racismo, tenían muchísimas otras organizaciones a las cuales unirse, sin convertir a las secciones de SHARP en una hazmerreír. Cierta sección contaba con seis miembros, y sólo dos de ellos eran skins. Aun así, el ideal SHARP, particularmente en su forma Norteamericana, estaba mucho más cerca de las tradiciones de los skins originales que el Blood & Honour. Es difícil invocar al poder blanco cuando tu gran amor en la vida es el skinhead reggae, tocado por artistas negros. Es más, no a muchos skins en el 69 les hubieran caído bien los motoqueros y Angels que han aparecido en la revista Bood & Honour. Tampoco hubieran gritado Sieg Heil! En los conciertos, cuando aun los británicos se enorgullecían por haber vencido a Hitler en la Segunda Guerra Mundial.
  • 124. Con el Bood & Honour, la movida skin obviamente se había alejado muchísimo de sus raíces. En realidad, se había alejado tanto que comenzó a utilizarse la palabra bonehead para describir al típico seguidor de Skrewdriver, vestido con aviadora negra, botas altas y sin nada de pelo. Casi como si se tratara de un movimiento distinto. La brecha entre los skinheads originales y los del Blood & Honour no podría ser más grande en cuestiones de vestuario, música y política, y si la vida fuera tan simple, quizás hoy un montón de skinheads tendrían una etiqueta distinta pegada en la espalda. Las cosas nunca son así de simple, y aquellos que intentan dividir a los skinheads en dos bandos enfrentados en el medio. La vida nunca es tan simple. Puedes ver skinheads vestidos con saco, Sta-press y brogues que van a un festival de reggae revival, pero también hay bastardos pelados con botas de 14 ojales y aviadoras negras que odian el Blood & Honour. Incluso Ian Stuart admitió tener material Trojan en su colección discográfica, y es habitual encontrar un artículo de Skrewdriver junto a otro de Desmmond Dekker en los skinzines, particularmente en los extranjeros. Y no es muy difícil encontrar a un SHARP a quien, pese a no tener prejuicios no le molestaría que se frenara la inmigración en el país. Así son las cosas. Hay alrededor de 5 mil skinheads en todo el mundo, y sin lugar a dudas, el Blood & Honour represente una gran tajada en la torta skinhead. La idea de que todos los skinheads son nazis no es más una cortina de humo para ocultar otras cuestiones más importantes, incluso dentro de los círculos del Blood & Honour. Ian Stuart murió en un accidente automovilístico en noviembre de 1993, y aún está por verse lo que ocurriría con Skrewdriver y Blood & Honour, ya que él era una figura central para ambos. Nicky Crane, de Strength Thru Oi!, y también uno de los principales skinheads del Blood & Honour murió de cáncer ese mismo año. Es fácil culpar de racismo a un grupo visible de skinheads ya que son un chivo expiatorio de fácil acceso. Después de todo, el culto skinhead debe ser el movimiento más temido y odiado que jamás haya existido en la sociedad. Y los sabelotodos pueden patalear, levantar sus puños, y así olvidar que es la sociedad la que esta en problemas, no sólo las bandas en botas y tiradores. Y aquellos que dice que los skinheads son fascistas, incluyendo hoy en día a Jimmy Pursey, no son mejores que aquellos que dicen que todos los negros son unos rateros. La política nunca le ha hecho ningún favor al movimiento skinhead, y dudo que alguna vez lo haga. Y eso va tanto para izquierda como para derecha. De alguna manera, la política se las ha arreglado para llegar hasta el mismísimo corazón del
  • 125. culto skinhead, bastardeando a la movida. Y la continua exhibición que hacen los medios de los skinheads como animales políticamente extremistas, sólo ha reforzado la falacia de que para ser un skinhead tienes que ser un fascista, u odiar el fascismo. En una democracia, cada uno debe tener derecho a tener sus propias opiniones, sin tratar de imponérselas a los demás. Quizás algún día llegara el momento en el que los skinheads una vez más dejaran la política fuera, cuando van a los conciertos, y quizás los políticos que boquean y actúan desde las sombras encontraran otros campos donde pelear sus batallas. ¿Qué es lo que decía nuestro Jimmy acerca de que los chicos debían estar unidos? “Ningún auténtico skinhead es racista. Sin la cultura jamaiquina, los skinheads no existirían. Fue ésta cultura, mezclada con la cultura de la clase obrera británica, lo que hizo que el skinhead sea lo que es”. Roddy Moreno, Fundador del SHARP en el Reino Unido.
  • 126. CAPÍTULO SIETE RESURRECCIÓN SKINHEAD “No me gusta que los skinheads vengan a mis conciertos. ¡Adoro que los skinheads vengan a mis conciertos!” Laurel Aitken, superestrella del reggae. A menos que estuvieras rockeando por la raza y la nación en el White Noise Club, el panorama en el frente skinhead británico estaba más bien quieto a mediados de los ‘80s. Todos los grandes nombres del Oi! se habían retirado de este particular juego de soldados, y la 2 Tone no era más que un recuerdo que se desvanecía. Y si no hubiera sido por los rallies de scooters, la cuestión hubiera sido verdaderamente deprimente. El verdadero espíritu mod nunca había muerto del todo en el norte de Inglaterra gracias a los soul allnighters y los scooter’clubs. El inmortal Wigan Casino había mantenido sus puertas abiertas para los fanáticos del soul hasta 1981, y contaba con más de 80 mil miembros. Cualquiera que haya ido al Casino puede afirmar que no ofrecía un espectáculo muy agradable. Una buena mano de pintura le hubiera venido más que bien, y los pisos de los baños tenían orines hasta la altura de los tobillos, pero lo único que importaba era copar la pista de baile y poner los pies allí donde estuviera el alma. En los Estados Unidos, los discos soul no se vendían, y se decía por ahí que se utilizaban como lastre en los buques trasatlánticos, para luego ser vendidos por poco dinero en Gran Bretaña. Sin embargo, eso no impidió que las piezas coleccionables más exóticas se vendieran a cambio de más de mil libras la unidad. Los scooter clubs eran fundamentales para la escena norteña. Prácticamente todos los pueblos de Lancashire y Yorkshire tenían su propio scooter club, con un promedio de 200 miembros cada uno. Durante los ‘70s, los clubes realizaban viajes regulares hacia la costa, y para fines de la década se habían convertido en rallies masivos gracias al revival mod.
  • 127. Los números decrecieron una vez más cuando los plastic mods descubrieron una nueva locura que seguir, pero la fraternidad scooteristas habían abandonado el look mod, pero ninguno cambiaria su Lambretta por una Skoda de segunda mano. Así, los viajes se convirtieron en el lugar de lo verdaderos entusiastas, desplazado a los simples seguidores de la moda. Pronto, los números comenzaron a crecer otra vez, y los clubes se multiplicaron por todo el Reino Unido. Lo que en otras oportunidades había sido un simple viaje con tus amigos, pronto se convirtió en un fin de semana salvaje para miles de chicos y adultos que se sentían chicos. Es más, los rallies pronto se convirtieron en un crisol de cultos juveniles, en su lugar de ser un reducto mod, y los campamentos se convirtieron en el hogar temporario de skinheads, psycobillies, mods y cachivaches varios y simples viejos scooteristas. También se rumoreaba que algunos casuals también agarraban la ruta sobre dos ruedas, sin duda buscado lo último del estilo italiano. Los scooter skins habían sido parte de la escena norteña desde comienzo de los 70, aunque en números reducidos. Para 1984, todos los grandes clubes como los Mansfield Monsters, the Soldiers Op Fortune, The Mercenaries y los Stafford Boro Upsetters, todos tenían integrantes o cabezas rapadas. Además, había clubes solamente skinheads, como los Cardiff Cougars, los Birmingham Bulldogs y el Union Jack Club de Cumbria. Aunque era casi ignorada por los principales medios de comunicación, la escena scooter pronto se convirtió en un foco de atención. Los rallies de fin de semana bancario (fin de semana largo) más grandes podían llegar a atraer a más de 15 mil personas. La diversión estaba garantizada para bailar y chupar en el campamento de fin de semana. Cuanto más grandes eran los rallies, mejor organizados estaban, con actividades como bailes y bandas tocando en vivo. Eventualmente, esto atrajo más gente todavía, incluyendo a un montón que no tenian ningún interés en los scooters, más allá de conseguir que algún amigo lo llevara en el asiento de atrás. Algunas personas ni siquiera por eso se preocupaban, y aparecían en los rallies en autos, camionetas o en tren. Para muchos, los rallies eran lo más en cuanto a salidas de fin de semana largo, y a medida que se iban haciendo más masivos, comenzaron los problemas. Para 1984-85, el robo se estaba convirtiendo en un gran problema .se robaban las partes cromadas, los costosos caños de escape, los capones, las ruedas de auxilio, lo que fuera. Si se podía aflojar con un destornillador o con una llave, alguien se lo llevaría, y si una bolsa de herramientas no era suficiente, todo lo que
  • 128. se necesitaba era conseguir la ayuda de otra persona para meter el scooter entero adentro de una camioneta, y listo. Como si eso no fuera suficiente, los problemas nunca estaban lejos. Y que seria de los problemas sin skinheads no estuvieran involucrados?. La cosa comenzó en 1984 en Keswick, cuando unas pocas bombas molotov fueron arrojadas a una Departamental de policía. Pero lo verdaderamente grande comenzaría en 1986. El primer rally del año era el de Semana Santa a Great Yarmouth, uno de los favoritos. Todo había ido bien para los 6.500 scooteristas presentes hasta a noche del domingo. En un local nocturno llamado Tiffany’s se presentaba Desmond Dekker, y por supuesto, el local estaba lleno a reventar. Todo el mundo se estaba divirtiendo hasta que Desmond comenzó a cantar su gran éxito Israelites. Lo que obviamente fue un ataque planeado, 30 skins del NF sorprendieron al escaso personal de seguridad y coparon el escenario. Demostrando cuán valientes eran se la agarraron con la estrella del reggae antes de salir rajando del club, cagando a insultos a todos los scooteristas que se les cruzaban en el camino. Todo ocurrió tan rápido que nadie sabia que estaba pasando, y muy pocos acudieron a ayudar al pobre hombre. Algunos de los tipos del equipo de seguridad eran skins del NF y para muchos de los presentes, daba la impresión de que habían colaborado en la invasión en lugar de evitarla. Por otra parte, los otros miembros del equipo de seguridad si hicieron lo que pudieron para mantener el orden, pero pocos se lo agradecieron. Un montón de gente culpó del ataque a los oportunistas, skinheads que sólo habían venido en busca de pelea y que no tenian ningún interés en los scooters. La revista Scootering dijo lo mismo en ese momento, pero la cosa no era así en absoluto. Un montón de skinheads eran tan devotos de la escena scooter como cualquier otro scooterista, y, aunque a muchos no les guste, entre ellos se encontraban unos cuantos skins del NF. Pese a haber sido lamentable, el incidente en Great Yarmouth no fue más que un picnic comparado con lo que ocurriría en la isla de Wight durante la fiesta bancaria de agosto. Este siempre había sido uno de los rallies más populares y de mayor asistencia, y el de 1986 no fue la excepción. Incluso la prohibición de utilizar camionetas, el inestable clima británico y las dudas sobre la existencia de un sitio oficial para acampar, no desalentaron a las hordas. Al final, se había establecido un campamento, pero con un precio de 7 libras por cabeza, estaba bien fuera de toda consideración, al igual que los excesivos precios de las bebidas alcohólicas en lata.
  • 129. Hasta el sábado a la noche, todo anduvo bien, el scooterista Edwin Starr entretenía al público con clásicos de Motown y algunas creaciones de su propio War. Sin embargo, el domingo fue totalmente distinto. La atracción de la noche eran los Business quienes luego de un año muy tranquilo habían vuelto a retomar su carrera, más los grupos Comdemned 84 y Vicious Rumours. Todos ellos eran muy conocidos en la escena Oi!, pero ninguno de ellos era el favorito de los scooteristas. Aún así, el concierto transcurrió sin problemas, así que, aunque sea por esta vez, el Oi! no puede ser culpado por los incidentes ocurridos a continuación. Durante las primeras horas de la mañana del lunes, un par de muchachos decidieron tomar algunas cervezas, así que se dirigieron a la carpa donde se expendían y comenzaron a servirse al mejor estilo Robin Hood. Nadie se preocupo por ello, hasta que a alguien se le ocurrió prender fuego la carpa. En cuestión de segundos, toda la carpa estaba envuelta en llamas, los tubos de gas estaban explotando y los bomberos estaban en camino. Si todo hubiera finalizado ahí, el único damnificado hubiera sido el dueño de la carpa, pero de todos modos ya se había formado en cadena. Sin embargo una vez caída la carpa, algunos scooteristas comenzaron a interesarse por los expendios de comida y otros puestitos, muchos de los cuales eran administrados por compañeros scooteristas y no por mercaderes usureros. Aquellos que intentaron proteger la mercadería fueron atacados y espantados, e incluso el cuerpo de bomberos fue atacado por misiles. Como si eso no fuera suficiente, había grupos que se pusieron en vigilantes y se dedicaron a coger a palos a cualquiera que pareciera sospechoso. Todo el disturbio quedó confinado a los limites del campamento, y pese a que los diarios publicaban historias de batallas de mods contra Hell’s Angels, los incidentes no afectaron al publico en general. Principalmente por eso, los rallies de scooters continuaron, pero también hubo problemas en Porthcawl y Margate, al igual que en Yarmouth, por lo cual el rally final en Stoke tuvo que ser cancelado. Al año siguiente se decidió que los campamentos sólo fueran para los miembros del National Run Committee, y que no tocaran bandas en vivo, en un intento por volver a las épocas en el que sólo asistían a los rallies los scooteristas. Un montón de skinheads tradicionales comenzaron a ir a los rallies mods durante un tiempo para distanciarse de aquellos que, gracias al nacionalismo les daba mala fama. Desde entonces, la convocatoria de los rallies disminuyo considerablemente, pero la violencia y el robo prácticamente habían sido desterrados. Algunos scooteristas lo preferían así, mientras que otros prefieren que haya espectáculos. Después de todo, se necesitaba gran devoción para creer que estar sentado en un campo
  • 130. durante todo el fin de semana es lo más copado del mes, pero aun así es preferible a volver a casa haciendo dedo porque algún rastrero te afano la rueda trasera. Nada de esto impidió que los skinheads siguieran asistiendo a los rallies, y tanto los skins políticos como los no políticos hacían el esfuerzo, así hubiera bandas o no. Los scooters han sido parte de nuestro esfuerzo, así hubiera bandas o no. Los scooters han sido parte de nuestro culto desde fines de los 60, y parece que va a seguir siendo así durante los años venideros. El ataque a Desmond Dekker en Yarmouth demostró cuanto se había alejado de sus raíces algunas secciones del movimiento skinhead. Si hubiera sido por los skinhead originales, el cumpleaños de Desmond Dekker seria una fiesta nacional, es más, un montón de skinheads aun pensaba de la misma manera, e hicieron todo lo posible para preservar el culto en su forma tradicional. La bandera del tradicionalismo skinhead era orgullosamente enarbolado por el Hard As Nails y otros skinzines que compartían sus ideales. Arriba: skingirls de Birmingham, 1986. No había duda de que eran tiempos difíciles para aquellos skinheads que no estaban interesados en las bandas de derecha, y en ningún lugar era más obvio que en Londres. La mayoría de los skinheads de esa zona eran chicos del White Noise, y las únicas alternativas reales eran el grupo de Hard As Nails y la London Legion Of Trojan Skins. La misma historia se repetía en casi todo el país, y las únicas ciudades donde realmente se mantenían los valores skinheads tradicionales eran Dublín, Glasgow, Newcastle, Cardiff y Plymouth. Ahora que los números habían vuelto a reducirse, los fanzines skinheads eran la fuente ideal para buscar noticias de conciertos y bailes. Tambien ponían en contacto a la gente de distintos lugares, al igual que los rallies de scooters, y pronto se construyo una red no oficial de contactos a lo largo y ancho del país, eventualmente llegando a otras partes del globo.
  • 131. Los bailes se organizaban irregularmente y atraían skinheads de todas partes. Entre 1985 y 1987, el legendario bar One Up, del East End de Glasgow, fue la sede de varias noches de moonstomping, gracias a la Spy Kinds Crew, lo cual atrajo skinheads de todo el Reino Unido y el exterior. Y en Cardiff los pubs Casa Gill y Lexington eran el hogar de alrededor de 400 skins durante el fin de semana, contaba con una asistencia que rozaba la centena durante los días laborales. Aquellos que seguían el llamado espíritu del 69 no les presentaban atención a los skins del WNC (White Noise Club), y en general los despreciaban como bonehead y vándalos. Los skins white power a su vez, veían a los skins tradicionales como a basura comunista. El culto estaba dividido a la mitad, y la derecha era demasiado ancha para cruzarla. Para la mayoría, las dos mitades del culto skinhead llevaban vidas separadas, seguían a diferentes bandas, se vestían de manera diferente y tenían valores totalmente opuestos. Cuando los skins más viejos pelearon contra los jóvenes proxirraneros en la Isla de Barry en 1984, se sentó un precedente para lo que vendría. Desde ese entonces, las bandas skinheads rivales solucionaban sus diferencias políticas con un par de vasos rotos. El crecimiento del culto skinhead alejado de la política de derecha recibo un gran envión con el retorno del Oi! y la aparición de toda una nueva camada de bandas ska, lideradas por Potato. Los Business habían retornado en el 85 luego del éxito del doble álbum Back To Back (Wonderfull World) y pronto llegaron a más gente con el lanzamiento del single Drinkin’and driving (“la banda debería ser acusada por hacer apología del asesinato”, dijo un viejo profesor en ese momento), y el amenazado lanzamiento de un tributo al “error de juicio” de Jeffrey Archer con una prostituta, llamado Caned and Able. Más divertida aun fue la histeria de los diarios cuando una banda intento usar el Mismo nombre y terminaron recibiendo muy poca atención del articulo original. Probando, más, allá de toda duda, que los Business seguían siendo el asunto principal. Es más, no estaban solos. Había otras bandas listas para salir al ruedo y tomar la batuta del Oi!. Los Condemnes 84, de Ipswich, lideraban el renovado ataque, junto a las bandas Section 5, de Stoke, los
  • 132. Vicious Rumours. De Londres, y The Betrayed de Folkstone en la retaguardia. Luego de andar de gira por los pubs y clubes de todo el Reino Unido, los Condemned habían conseguido suficientes seguidores como para que su vinilo Battle Scarred, llegara al puesto numero 21 en los charts independientes, seguido por Oi! Ain’t Dead (RFB) en el puesto numero 24. Battle Scarred habia sido lanzado por Oi! Records, el sello fundado por el skinhead Roddy Moreno de los Oppressed. Durante 1984, The Oppressed se hicieron conocidos por el lanzamiento del clásico álbum Oi! Oi! Music, pero los problemas en los conciertos los habían obligado a retirarse. Esto habia dejado a Roddy sin saber que hacer, pero pronto tuvo la oportunidad de lanzar su propio sello discográfico cuado recibió una buena cantidad de dinero por un accidente automovilístico de parte de la aseguradora. También tenia in subsidio del Estado, que le fue retirado luego de que Roddy criticara el sistema durante una entrevista. Lo que te dan con una mano, de buena gana te lo quitan con la otra. Hijos de puta. Por un par de años, el sello se dedico a las nuevas bandas de Oi!. Pronto se volvió conocido por promover la música punk y skin juntas, y sus diseños de tapa muy poco creativos. Aquellos que tenían ilustraciones eran los más jugados, pero de eso se trataba justamente Oi! Records. Ningún contrato, nada de prensa, y por cierto, nada de espavientos. Y si su programa de tele favorito comenzaba mientras el estaba haciendo negocios, Roddy colgaba el teléfono tan pronto como cualquiera recogería un billete de diez pesos tirado en la calle. Para 1987, apareció otro sello callejero tan bueno como Oi! Records. El bajista de los Business, Mark Brennan, lanzo Link Records y el primer compilado Oi! (salvo el sampler de Roddy, This Is Oi!) desde el Oi! Of Sex-de Syndicate. Oi!, mucho tiempo después de la muerte de Oi! Records, en 1990. Luego de un par de lanzamientos, se unió a Mark el manager de los Business y ex director de Syndicate, Lol Pryor. Juntos, crearon unos de los de los sellos callejeros más grades de todos los tiempos. Una gran ventaja que tenía Link sobre Oi! Records, eran sus colecciones dentro del mundo del Oi!, y su consecuente acceso a su pasado perdido. Pronto, Link comenzó a ganar cantidad de dinero sólo con los re-lanzamientos. La mayor parte del dinero se volvía a invertir en el sello, y algunos de los principales beneficiarios fueron las bandas callejeras que comenzaban a disputar. Y o sólo en el Reino Unido. La ironía era que tanto el culto skinhead como la música Oi! tenían más éxito en el extranjero que en su lugar de nacimiento. La mayoría de los discos lanzados se exportaban al resto de Europa, Japón y Norteamérica. Un país como Italia podía
  • 133. jactarse de tener más bandas Oi! que el Reino Unido, y de la misma manera ocurría en Alemania, Francia, los Estados Unidos, y en mucha menor magnitud países improbables como Polonia, Hungría, Argentina y Japón. Incluso hay suficiente cantidad de skinheads en Grecia como para copar durante una semana entera, durante las vacaciones de verano, la Isla de los. No es sorprendente, entonces, que un montón de bandas británicas consiguieran hacer más conciertos en el extranjero que en su país. Red Alert y Red London, dos bandas punk callejeras de Tyneside, tienen más kilómetros recorridos que muchas azafatas de British Airways. La mayoría de los promotores británicos no habrían tocado al Oi! ni con una caña de pescar, así que, cada concierto que se realizaba en el Reino Unido era, la mayoría de las veces, organizado por las mismas bandas o por otros skinheads. Sin embargo, muy pocos les dieron las gracias. Se invertían semanas en el planeamiento y la organización de un evento decadente, y siempre habia algún idiota que se aparecía con algún cartucho de gas para cagarlo todo en cinco minutos. Si no era eso, los baños terminaban hechos mierda por alguna profunda motivación psicológica. Creo que es culpa de Freud. El Main Event de 1988 fue un buen ejemplo de intento por organizar un espectáculo, que termino en despelote. La policía permitió que el show se realizara en el Astoria sólo si las entradas se vendían exclusivamente por correo, y limitadas a una por persona y por domicilio. Más aun, a los Business no se les permitió ser la banda principal, por lo cual los Angelic Upstarts tuvieron que tomar su lugar. En la noche señalada, 1500 personas colmaron el lugar para ver y oír a Vicious Rumours. Section 5, a los daneses The Magnificente, los Oi! Allstars, los Business y los Upstarts. Alrededor de 100 fans sin entrada fueron rechazados, e incluso Judge Dread apareció para presentar el espectáculo y cantar un par de himnos picarescos. Todo iba saliendo de acuerdo al plan hasta que arrancaron los Upstarts. Desde al ataque en Wolverhampton, la banda habia tenido un par de choques con los militantes del NF, y eran, en esa época una de las bandas más abiertamente anti- fascistas de la escena. Junto a bandas como los Blaggers habían tocado en conciertos anti-nazi en apoyo a Clabe Street Beat y Anti-Fascist-Action. Además, tomaban parte en otras actividades anti-fascistas.
  • 134. Durante el Main Event, los fachos mezclados entre el publico decidieron pudrirla durante la presentación de los Upstarts. Era lo que estaban esperando los fachos, y el concierto llegó a un abrupto final, con 16 detenidos. El Oi!, sin lugar a dudas, seguirá vigente durante años, con violencia o sin ella, pero aun esta por verse si alguna vez volverá a alcanzarla el éxito del 81. Ninguna de las bandas más recientes ha lanzado algún clásico para competir con lo mejor de Sham o los Sparrer, y a menos que lo consigan, nunca lograran convertirse en una banda de culto. El problema de ser una banda Oi! hizo que muchas se abrieran en otras direcciones. The Burial, de Scarborough, habían donado dos de sus temas para el compilado Oi! Of Sex: un tema puramente Oi!, y el resultado final fue un coctel volátil, no muy distinto de lo que seri una mezcla de los Redskins con Madness. El tipo de música que uno esperaría encontrar en Go! Disc, Zarjazz o un incluso el sello Respond de Paul Weller, sólo si uno de ellos tuviera las bolas bien puestas como para hacerles firmar un contrato. Otra banda de Yorkshire, Skin Deep, abandonaron el sonido de Oi! The Resurrection, y terminaron con un sonido similar al de The Burial. El problema fue que ambas bandas se convirtieron en una cosa intermedia entre el Oi! y el ska, y ambas terminaron disolviéndose cuando el éxito no las acompaño. Quizás para mejor, por lo menos en el caso de Skin Deep, ya que las cenizas de la banda surgió una de las bandas más autenticas de ska y reggae, 100 Men. En 1987 hubo algo así como una tercera oleada de ska. “Revival” es muerto. Pero si es cierto que en ese año el Ska Records, que termino lanzando bandas norteamericanas de ska como The Toasters. Bim Skala Bim y The NY Citizens, quienes a su vez estaban sentando las bases del ska masivo en los Estados Unidos. Hoy en día la escena ska norteamericana gira en torno al sello neoyorquino Moon Records (administrado por Rod Hingley, un skinhead de Plymouth) y grandes bandas como los californianos Hepcat y los Bigger Thomas, de Boston. Link, a su vez, tenía bajo manga su propio sello de ska, Skank, que mas tarde se convertiría en el hogar de algunas de las mejores bandas británicas de ska, como The Hotknives, The Riffs y The Loafers. Incluso el sello mod Unicorn se volvo casi en su totalidad al ska. Lanzando bandas europeas como The Busters de Alemania y Spy Eye, de Italia, antes de encontrar talentos como Laurel Aitken y Derrick Morgan.
  • 135. Una vez más, los viejos salieron al ruedo para enseñarles a los novatos cómo se debe hacer las cosas. Incluso Prince Buster hizo una aparición sorpresa en el primer (y mejor) International Ska Festival en uno de los lugares más emblemáticos de la escena londinense, el Sir George Robey. Bueno, por lo menos, en lugar más emblemático de Finsbury Park. Y luego el fiasco del Main Event, era bueno ver a Judge Dread de nuevo en el escenario. Aquella noche en el Robey y la siguiente, en el Brixton’s Fridge, parecían ser el comienzo de un suceso masivo. Ambos eventos fueron colmados por skinheads elegantemente vestidos y rudies, y parecía que el ska estaba otra vez en marcha. Así era en realidad, pese a que nadie sabía en que dirección marchaba. A comienzos de 1989, comenzaron a aparecer bandas de tipo y de todas partes, en busca de una tajada de la acción. El problema era que sin difusión radial y sin ninguna participación en los charts, la torta no era suficientemente grande para repartir entre todos. Los grandes sellos mostraban muy poco interés, mientras que los pequeños, involucrados en la escena, complicaban aun más la cuestión al lanzar cualquier cosa que pudiera ser llamada ska, con grandes licencias, ska. Al igual que muchas bandas White power que han realizado mas vinilos que conciertos, varios lanzamientos no eran nada más que demos de segunda categoría editados en plástico negro. Y por supuesto, el único perdedor era el infeliz que pagaba 7 libras por cada uno de ellos. Aquellas bandas que si lograban algo de éxito comercial. Lo consiguieron en Alemania y los Estados Unidos, y haciendo honor a la verdad, los conciertos en Londres hubieran estado casi vacíos sonó hubiera sido por los extranjeros que aumentaban el publico. Algunas veces, había más australianos que cockneys. Irónicamente, las bandas que más se merecían el éxito, no lo consiguieron. No es que una banda deba estar en los charts para ofrecerte un buen concierto (en realidad, lo más probable es que sea al revés), pero no hay ninguna duda de que un poco de éxito no le hace mal a nadie. Aun así, probablemente los mejores eventos hayan ocurrido antes de que cualquiera comenzara a soñar con Top Of The Pops. Los conciertos que dio Potato 5 durante 1986 y 1987 fueron tan buenos como los que les siguieron. Los Potato eran, quizás, la mejor banda de ska que Gran Bretaña ha tenido el orgullo de parir, y eso también incluye a las relacionadas con el 2 tone. Su álbum debut y una seria de singles, la mayoría lanzados por Gaz’s Rockin’ Records, demostrando que eran una de las bandas con más clase del momento, y sus primeros conciertos estaban llenos de skinheads y skinhead girls perfectamente
  • 136. ataviados. Trajes Tonic, Ben Shermans, brogues, pañuelitos en el bolsillo, toda la parafernalia es más, el ambiente era excelente, todos parecían ser amigos de todos. Y aun así, los Potato se retiraron en 1990 luego de haber logrado convertirse, nada más ni nada menos que en una banda de culto. Eso si que fue criminal. Otras bandas londinenses como Maroon Town, las Deltones y The Trojans, merecían mucho más crédito del que alguna vez hayan recibido. Quizás si Gaz Mayal, de los Trojans, hijo del busero John, y principal responsable de mil y una fabulosas noches en el Club Gaz’s Rockin’ Blues, hubiera cambiando sus sombreros por buzos con capucha y hubiera adoptado el acento de Manchester, hoy serian una de las bandas más populares. Aun así, una nueva generación de skinheads podía disfrutar de los encantos de la música jamaiquina, y así preparar el terreno para los que vendrían después. Además, el culto se había arraigado firmemente en pueblos y ciudades en todo el mundo, de manera tal que algunas ciudades pueden alardear de tener bandas más grandes que cualquiera de las que se pueden encontrar hoy en día en el Reino Unido. En el Reino Unido, el buen y viejo skinhead se estaba convirtiendo en algo así como un hijo prodigo. El chico malo que se convirtió en bueno. Los cultos van y vienen, pero ninguno es tan permanente como el skinhead. Y a pesar de su reputación de violentos, este hecho no fue inadvertido por las agencias de publicidad. Quizás, no eran tan malos después de todo, sólo torpes y entrañables adolescentes, hijos de vecinas, así que por qué no comprar un poco de jabón en polvo para lavar sus camisas (un comercial de televisión que aun hoy sigue pasando). O por qué no dejar que tus hijos jueguen, estudien y trabajen juntos. Era realmente increíble, pero era mejor que ver estudiantes punks abriendo cuentas bancarias. Ver skinheads en la tele diciéndote que leas el Guardián y que compres cereales Weetabix para el desayuno estaba a millones de kilómetros de lo que ocurría en la calles, pero así eran las cosas. Había muy poca esperanza para que campañas publicitarias como esas prendieran en el continente, donde la gente descubría al culto skinhead por contacto directo. La cuestión era bien distinta, con los skins causando disturbios en los partidos de futbol y enfrentándose con otras bandas por toda Europa. Grandes clubes como el Paris Si Germain, el Barcelona, el Inter Milán y el Lokomotiv Leipzig tenían cientos de skinheads llenando sus ostentosos estadios. Era difícil creer que el culto más británico y más obrero copara las calles del mundo. Hablando de exportaciones, el culto skinhead debería ser el primero en la lista.
  • 137. Y la historia aun continua. Hay miles de skinheads en toso el mundo, poniendo el pie en la sociedad diariamente. El ska, el reggae, el Oi! y el punk aun están bien vivos, incluso pese a ser ignorados por los medios masivos de comunicación. Pronto será hora de añadir un nuevo capítulo a este libro, lleno de nombres, como Another Man’s Poison y Pressure 28, dos de las bandas Oi! principales, que se codean con veteranos como los Sparrer y los Business. Habrá que contar cómo Madness atrajo 60 mil personas en Madstock, mientras que bandas ska más pequeñas como Intensified y The G Men la pelean en los pocos pubs y clubs que promueven espectáculos de ska. Y habrá que contar historias sobre cómo los sellos independientes como Dojo, Captain Oi!, Hammer Records, Pork Pie y Step- 1 continúan promoviendo la música skinhead en un mudo tristemente dominado por compañías discográficas multinacionales. El culto ha recorrido un largo camino desde sus comienzos en los complejos habitacionales y viviendas del gobierno del Reino Unido de fines de los 60. Los tiempos han cambiado, y el culto ha evolucionado, a veces para bien, otras veces para peor. Por cierto, un montón de skinheads originales no cruzarían la calle para mear encima de uno de los especimenes actuales ni aun si se estuvieran prendiendo fuego. Y quien los culparía?. Pero a la vez, otros nunca hubieran creído que 20 años después los chicos disfrutarían andar por la calle en botas y gamulanes. Y no sólo en Birmingham y Liverpool, sino también en Berlín y en los Ángeles. Teniendo en cuenta su magnitud hoy en día, no cabe duda de que el culto skinhead estará vivo y coleando para el siglo XXI.
  • 138. Lejos de ser un ensayo sociológico, este libro es la historia de los skinheads, narrada por George Marshall, un skinhead de la primera hora. En él nos ofrece una mierda al movimiento desde adentro, desde sus orígenes hasta los ‘90s, pasando por el skinhead reggae, el 2 tone y el Oi!