Este estudio de opinión pública encontró que la mayoría de los encuestados no apoyarían a un empresario con antecedentes de fracaso o emprenderían un negocio con riesgo de fallar. Sin embargo, la mayoría ve el fracaso empresarial como una oportunidad de aprendizaje. Aquellos que han tenido experiencias empresariales fallidas anteriormente tienen más probabilidades de emprender nuevamente que aquellos sin esa experiencia.