El diablo le dice a Jesús que se está divirtiendo enseñando a las personas a hacer cosas malas como bombas y armas, y a odiarse unas a otras. Jesús pregunta cuánto quiere el diablo por las personas y este responde que quiere toda la sangre y lágrimas de Jesús. Jesús acepta el trato y paga el precio de la libertad de la humanidad. El texto reflexiona sobre cómo las personas aman a Dios pero no lo conocen y comparten mensajes frívolos más fácilmente que mensajes sobre Dios.