El documento discute los desafíos que plantea la invasión tecnológica en la educación y la sociedad, incluyendo la pérdida de valores en los jóvenes y el aumento del acoso cibernético. Argumenta que los docentes deben capacitarse en el uso de las tecnologías de la información para aprovechar sus beneficios en la enseñanza y acercar a estudiantes y profesores, al tiempo que se reeduca a los encargados de formar a los estudiantes para retomar valores importantes.