Las ciencias experimentales son cruciales para estudiar el universo porque a través de experimentos cuidadosamente controlados pueden corroborar teorías sobre cómo funciona el universo. Los experimentos ponen de manifiesto fenómenos naturales bajo condiciones controladas, midiendo magnitudes relevantes y sometiendo los resultados a un estricto análisis para validar o refutar hipótesis sobre cómo explican los fenómenos.