El documento resume la situación del fútbol en Neuquén, Argentina, señalando que a pesar de que a veces las canchas se ven llenas, la realidad es que la gente no suele acompañar a los equipos locales. Plantea varias posibles razones para esto como la violencia, los dirigentes o las propias canchas, y concluye diciendo que los clubes deben trabajar para atraer al público y que el estado debe dejar de politizar el deporte.