Este documento compara el tiempo con un banco que deposita 86,400 segundos en nuestra cuenta cada día. Al igual que un banco, el tiempo no se puede ahorrar para el día siguiente ni gastar por adelantado. Nos insta a invertir nuestro tiempo cada día en cosas que nos brinden salud, felicidad y éxito, pues cada noche se borra el saldo no utilizado del día. También ofrece ejemplos breves para ilustrar el valor del tiempo en diferentes unidades como el año, el mes, la semana, la hora, el minuto y el segundo.