La fatiga vocal se define como una adaptación vocal negativa que ocurre como consecuencia de un uso prolongado de la voz. Causa una disminución en la fuerza vocal y puede presentar síntomas como ardor, tos o carraspera. Afecta principalmente a profesores y otros profesionales de la voz. Su tratamiento implica terapia vocal, descanso, modificación del ambiente de trabajo y estrategias para mejorar la técnica vocal.