Chamae propone un nuevo modelo de agricultura natural destinado a mejorar el suelo y combatir el cambio climático, utilizando un fertilizante orgánico específico para olivos. Las dosis recomendadas varían entre 1 y 2.5 litros por árbol, siendo aplicable de una a tres veces, y se puede usar como sustituto de fitosanitarios en mayores cantidades. Este fertilizante regula funciones vitales en las plantas, aumentando su resistencia y producción.