Una mujer en el aeropuerto se enojó cuando un hombre tomó galletas de un paquete que ella creía que eran suyas, pero resultó que ella tenía sus propias galletas intactas en su bolso todo el tiempo. Ella se dio cuenta de que había juzgado erróneamente la situación y al hombre, y que a menudo sacamos conclusiones apresuradas sobre los demás.