Este documento analiza cómo pensar la acción política más allá del sujeto moderno racional y universal. Argumenta que ya no podemos referirnos a un sujeto universal y que las fronteras entre lo humano y no humano son difusas. Presenta dos enfoques para abordar estas tensiones: 1) politizar radicalmente al sujeto como territorio y consecuencia de la acción política, y 2) privilegiar la noción de agencia como conexiones y movimientos sobre identidades. Define la acción como emergencia de novedad en un contexto, y lo político como reconocer