El calentamiento global es un fenómeno natural crucial para la vida en la Tierra, pero las actividades humanas desde la revolución industrial han incrementado los gases de efecto invernadero, afectando negativamente al medio ambiente y la economía. Sus consecuencias incluyen el derretimiento de los polos, sequías, inundaciones y pérdida de ecosistemas, entre otros. Para reducir nuestro impacto, se sugiere adoptar prácticas sostenibles como el uso eficiente de recursos, sembrar árboles, reciclar y fomentar la concienciación ambiental.