El capítulo 7 de Génesis narra cómo Dios instruye a Noé para entrar al arca con su familia y dos de cada especie de animales, debido al inminente diluvio que durará cuarenta días y noches. A medida que las aguas cubren la tierra, toda vida a excepción de Noé y los que estaban con él en el arca es destruida. Finalmente, las aguas permanecen sobre la tierra durante ciento cincuenta días.