El documento describe cómo los avances en ciencia y tecnología, especialmente en tecnologías de la información, han permitido nuevas formas de guerra como la "Guerra de Cuarta Generación". Destaca el uso por parte de Estados Unidos de tecnologías como microondas dirigidas, sistemas de comunicación en tiempo real y RFID para mejorar la precisión militar y la logística, aunque también plantea posibles consecuencias no deseadas como un mayor incentivo para el uso de bombas más potentes.