El documento discute la evolución del periodismo musical a través del tiempo y cómo ha cambiado para adaptarse a los nuevos medios y contextos. Argumenta que el periodismo musical ya tiene una larga historia, aunque ha cambiado su enfoque desde analizar piezas musicales de manera académica a adoptar un estilo más horizontal e inmersivo. También plantea que los periodistas musicales ya no deben centrarse en críticas subjetivas o datos triviales, sino en entender el contexto social y personal detrás de la música y quiénes la consumen.