El sistema haplodiploide de determinación del sexo en los himenópteros establece que las hembras son diploides y resultan de la fertilización de un óvulo, mientras que los machos son haploides y resultan de óvulos no fertilizados. Esto crea la peculiaridad de que los machos no tienen padre y no pueden tener hijos, pero sí nietos a través de sus hijas. Generalmente, este sistema se explica por la presencia de alelos complementarios que determinan el sexo.