El documento define los materiales peligrosos como sustancias que representan un riesgo elevado para la salud, el medio ambiente y los bienes durante su extracción, fabricación, almacenamiento, transporte y uso. Algunos ejemplos son la gasolina, pinturas, desinfectantes e insecticidas. Explica cómo identificarlos en México y los riesgos físicos, químicos y biológicos que pueden representar si ingresan al organismo a través de la piel, los pulmones o el tracto digestivo.