La hemofilia adquirida es un trastorno autoinmune raro causado por la presencia de anticuerpos contra el factor VIII. Afecta a ambos sexos y se asocia con enfermedades autoinmunes, cáncer y el posparto. El tratamiento se enfoca en controlar las hemorragias con agentes hemostáticos y erradicar los anticuerpos con inmunosupresores. Un registro europeo mostró que los agentes de derivación del factor VII son efectivos para el control de hemorragias agudas.