La presión hidrostática depende de la profundidad y densidad del líquido. La diferencia de presiones entre dos puntos de un mismo líquido es igual al producto de la densidad del líquido y la diferencia de niveles. Un líquido transmite presiones en todas direcciones de acuerdo al principio de Pascal, lo que permite multiplicar fuerzas mediante máquinas hidráulicas. El principio de Arquímedes establece que todo cuerpo sumergido recibe una fuerza de empuje igual al peso del líquido desalojado.