En el siglo XV, los navegantes buscaban nuevas rutas para llegar a Asia por mar, intentando circunnavegar el continente africano. El cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica era famoso por sus peligrosas tormentas. Surgió la leyenda del Holandés Errante, un capitán maldito por desafiar la voluntad divina al intentar cruzar el cabo, condenado a vagar eternamente por los mares. Existen varias versiones de la leyenda que comparten este tema del capitán condenado a