El documento contrasta la vida vacía de los hombres vanos con la plenitud que Dios ofrece. Exhorta a los lectores a dejar de vivir en la vanidad y ser llenos del Espíritu Santo, llenos de bondad, conocimiento y frutos de justicia. Los invita a renovar su mente y vestirse del nuevo hombre creado por Dios para vivir en justicia y santidad.