La inteligencia emocional se define como la capacidad de reconocer los propios sentimientos y los de los demás, y de manejarlos. Se compone de habilidades como la autoconciencia, el autocontrol, la automotivación, la empatía y la sociabilización. El desarrollo de la inteligencia emocional en los niños es influenciado por la familia, la escuela y el entorno.