La inteligencia artificial fue creada por el hombre para facilitar el trabajo, pero ahora las personas se han vuelto demasiado dependientes de ella y han perdido calidad de vida. Mientras que la IA puede ser útil si se usa correctamente como una herramienta de apoyo, muchos se han dejado guiar por ella en lugar de adquirir conocimientos por sí mismos. El exceso de dependencia de la IA puede conducir a que las personas se vuelvan ineficientes e inactivas, por lo que es importante usarla con moderación y no permitir que domine