El documento explora el papel de los profesores como intelectuales transformativos en el contexto de la pedagogía crítica, subrayando la importancia de su liderazgo intelectual y moral en el proceso educativo. Se destaca la necesidad de que los educadores desafíen las reformas que los despojan de su autonomía y promuevan una enseñanza que fomente el pensamiento crítico y la reflexión. En última instancia, aboga por el desarrollo de un entorno escolar que favorezca la democracia y permita a los profesores integrar sus valores y conocimientos en su práctica educativa.