La idea propone instalar monitores touchscreen en las mesas de los restaurantes para que los clientes puedan ordenar su comida a través de una interfaz interactiva, lo que reduciría los tiempos de espera y costos al no requerir tantos meseros. El mercado objetivo son los más de 2000 restaurantes registrados en Guadalajara. Se generarían ingresos diseñando menús personalizados y cobrando por la instalación de los monitores. Los principales riesgos son la resistencia cultural al cambio tecnológico y posibles daños a los