Este documento analiza el uso de las nuevas tecnologías en las campañas electorales españolas de 2008. Explica que los partidos políticos han mejorado sus sitios web y videos, pero aún les falta interactividad y enfoque regional. También describe cómo los voluntarios en línea y las redes sociales están ganando importancia, aunque su presencia es todavía desigual entre los partidos.