La campaña de Barack Obama, conocida como 'Obama 2.0', se destacó por utilizar estrategias de marketing tradicionales combinadas con nuevas tecnologías, lo que transformó la manera de comunicarse con los votantes. A través de plataformas digitales como YouTube y el uso de SMS, se logró una interacción sin precedentes con el electorado, maximizando la participación y la financiación. Este enfoque innovador sentó las bases de una nueva cultura política donde la comunicación es bidireccional, involucrando activamente a los ciudadanos en el proceso político.