Los servicios de terminal en Windows permiten que las aplicaciones diseñadas para un solo usuario y máquina se ejecuten de forma remota para múltiples usuarios. Esto se logra mediante la separación de la interfaz de usuario de la aplicación, que se ejecuta en un servidor, y su presentación al usuario a través de protocolos como RDP o ICA. Esto permite el acceso a aplicaciones desde diferentes dispositivos y ubicaciones de forma escalable.