El jazz surgió a finales del siglo XIX en Nueva Orleans como fusión de la música de los esclavos afroamericanos y la música europea. Se caracteriza por la improvisación, el ritmo sincopado, y la instrumentación que incluye el piano, contrabajo, saxofón y trompeta. Los cantos de trabajo y espirituales de los esclavos influyeron en el estilo vocal y la estructura de llamada y respuesta del jazz. En el siglo XX, Chicago y Nueva York se convirtieron en centros del jazz con grandes