El relato de Zaqueo, un cobrador de impuestos rico pero pecador, ilustra el anhelo de conocer a Jesús y el arrepentimiento que lleva a la transformación. A pesar de su mala fama, Zaqueo es llamado por Jesús, lo que desencadena su decisión de devolver lo robado y ayudar a los pobres. La historia enfatiza que Jesús vino a salvar a los perdidos y que cualquiera puede ser parte de su familia a través del arrepentimiento y la fe.