Un niño de 9 años espía a su madre y su amante en el armario mientras tienen relaciones sexuales. En otra ocasión, el niño vuelve a esconderse en el armario con el amante de su madre y le chantajea para que le pague 250 euros por su pelota de béisbol y 750 euros por su guante. Más tarde, el padre descubre que el niño vendió sus pertenencias y lo lleva a la iglesia para confesarse, donde el niño intenta chantajear al sacerdote de forma similar.